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Santiago Angulo
Daniela Rangel
El Colegio HaPe es un centro educativo que, como lo indican las siglas de su nombre,
busca el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades del pensamiento. Esto lo hace
por medio de un modelo holístico, es decir, con un enfoque curricular que fomenta la
libertad, la creatividad, la autonomía y el autogobierno. En este orden de ideas, HaPe no
se conforma con impartir las clases tradicionales (las asignaturas derivadas de las
ciencias), sino que, apuesta por la formación en otras áreas fundamentales para el
desarrollo integral de la persona, como lo son: la inteligencia emocional, finanzas, artes,
entre otras habilidades prácticas como cambiar un bombillo y otros quehaceres del
hogar. Además de esto, se trata de un colegio que propende por la educación inclusiva,
adaptando el currículo a las caracterizaciones y necesidades de cada estudiante, sin dejar
de lado los espacios de intercambio y comunidad.
Así pues, se evidencia que HaPe, si bien utiliza la teoría en su método de enseñanza, se
basa principalmente en lo que Navas (2020) denomina un enfoque práctico. Esto, se
puede contrastar en el hecho de que el colegio promueve las clases, no solo como un
espacio de enseñanza de contenidos, sino como un lugar para la experimentación y
análisis de problemáticas concretas, acordes a la edad, necesidades y características de
los estudiantes de cada aula. De modo que, el modelo de enseñanza- aprendizaje
implementado en HaPe responde a la definición de enfoque práctico de Navas, cuando
afirma: “la educación es una interacción entre el sujeto y el medio, a través de la
comprensión y la interpretación, y el individuo es capaz de interpretar su realidad”
(2020), en tanto que el colegio pone especial interés en una formación que también sea
útil para los estudiantes en lo que respecto a afrontar los retos cotidianos de la vida.
Este modelo, además, se relaciona con la mayoría de las características que refiere
Navas para definir un enfoque curricular práctico. Por ejemplo, con respecto al objetivo
último de la enseñanza, se evidencia que en HaPe este se identifica con la formación de
seres humanos integrales, por lo que, como afirma Navas, “se desarrollan capacidades,
valores e ideales sociales” (2020). De este modo, el maestro ya no tiene un papel de
autoridad que transmite conocimientos para evaluarlos con rigurosidad, sino que es más
un mediador que se compromete con el proceso del estudiante más que con los
resultados, interesándose auténticamente por la persona y su desarrollo. Es decir que,
con este modelo, el estudiante una vez culmine su proceso estará en la capacidad de, no
solo reproducir lo aprendido, sino de realmente analizar su contexto y buscar soluciones
a problemas concretos.
Con lo dicho hasta aquí, se muestra cómo el modelo pedagógico de HaPe se identifica
principalmente con el enfoque curricular práctico, tal y como lo describe Navas. Sin
embargo, es importante señalar que este modelo también se relaciona con algunas
características de los demás enfoques, estos son: teórico, crítico y complejo. Al ser el
práctico el enfoque predominante, no se encuentran tantas similitudes con el enfoque
teórico, en tanto que este modelo de enseñanza dista de un abordaje conductual y
positivista. Esto no quiere decir, sin embargo, que la educación en HaPe no facilite la
apropiación de contenidos, conceptos, teorías, hipótesis y leyes, como busca el enfoque
teórico (Navas, 2020). Lo que sucede es que, para HaPe, sin dejar de ser este un
objetivo, no resulta siendo la apropiación de contenidos el fin último de la educación.
2. Lili
3. Currículo abierto
Con este ejemplo, de hecho, se cumple con varias de las características del currículo
abierto como son: concepto de persona en constante cambio interactivo, readaptación
continua de programas, fundamentación del proceso de aprendizaje en el desarrollo de
estructuras cognitivas mediante sucesivas reorganizaciones, dependencia del proceso de
los repertorios de experiencias graduales, adaptación de los elementos curriculares a las
diferencias del alumnado, consideración del profesor como autor, aplicador y evaluador
del programa, indeterminación de reglas fijas de éxito y de las expectativas sobre los
resultados y la consideración de los procesos como más importantes que los resultados
(Navas, 2020).
Otro ejemplo que justifica algunas de estas características, así como también la
autonomía por la que propende el currículo abierto, es la forma en la que el colegio
HaPe busca que sus estudiantes se apropien tanto de su proceso de aprendizaje como de
las instalaciones de su lugar de estudio. Para esto, por un lado, con respecto a la
apropiación de los conocimientos, se fomenta el ejercicio investigativo por medio de
proyectos de aula, en los que los estudiantes para lograr un resultado práctico se valen
de la investigación teórica. Sin embargo, son ellos quienes eligen los proyectos y las
formas de desarrollarlos. Por otro lado, a fin de generar sentido de pertenencia con el
centro, los estudiantes al final de cada encuentro deben limpiar las mesas, dejar los
útiles en sus lugares correspondientes y hacer el aseo del salón o área. De este modo, el
estudiante toma un sentido de responsabilidad y cuidado frente a su proceso y a los
bienes, pero también genera autonomía e independencia.