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“ (…) que aun cuando el amparo contra la referida sentencia de fecha 19 de enero de 2016
dictada por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de
la Circunscripción Judicial del estado Táchira en el expediente N° 17289 de su
nomenclatura interna, deviene en inadmisibilidad de conformidad a los numerales 4 y 5 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales; no obstante,
dado que dicha causa fue admitida por el mencionado Tribunal mediante auto de fecha 19
de febrero de 2008, debe tenerse en cuenta para su ejecución lo dispuesto en el Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de
Viviendas (…) dictado según lo dispuesto en su artículo 1, para ‘…la protección de las
arrendatarias y arrendatarios, comodatarios y ocupantes o usufructuarios de bienes
inmuebles destinados a vivienda principal, así como las y los adquirentes de viviendas
nuevas o en el mercado secundario, contra medidas administrativas o judiciales mediante
las cuales se pretenda interrumpir o cesar la posesión legitima que ejercieren, o cuya
práctica material comporte (sic) la pérdida de la posesión o tenencia de un inmueble
destinado a vivienda. En su artículo 4°, dicho Decreto Ley dispone que a partir de su
publicación, no podrá procederse a la ejecución de desalojos forzosos o a la desocupación
de viviendas mediante coacción o constreñimiento contra los sujetos objeto de protección
indicados en dicho Decreto Ley, sin el cumplimiento previo de los procedimientos
especiales establecidos, para tales efectos, en el mismo. Igualmente, que los procesos
judiciales o administrativos en curso para su entrada en vigencia, independientemente de
su estado o grado, deberán ser suspendidos por las respectivas autoridad que conozca de
los mismos, hasta tanto las partes acrediten haber cumplido el procedimiento especial
previsto en el mencionado Decreto Ley, luego de lo cual y según las resultas obtenidas, los
procesos continuaran su curso. (…)’”.
DECISIÓN
En orden a las anteriores consideraciones, este Juzgado Superior Segundo en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y Bancario de Circunscripción Judicial del Estado Táchira, actuando
en sede constitucional, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela y por autoridad de la Ley, decide: PRIMERO: DECLARA PARCIALMENTE CON
LUGAR la acción de amparo constitucional interpuesta por la ciudadana Nelly Jaimes Díaz,
contra la sentencia de fechas 19 de enero de 2016 dictada por el Juzgado Tercero de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Táchira en el expediente N° 17289-2008 de su nomenclatura interna, y contra la
correspondiente comisión de ejecución recaída en el Tribunal Segundo de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Bolívar de la Circunscripción Judicial del
Estado Táchira, en donde cursa con el n°. 37-2016. En consecuencia, se ordena al Tribunal
de la causa, Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Táchira, que suspenda la ejecución de la referida
decisión de fecha 19 de enero de 2016, a fin de que dé cumplimiento al procedimiento
previo a la ejecución de desalojos previsto en los artículos 12 y 13 del decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley Contra Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas; y una
vez efectuado tal procedimiento, para proceder a la ejecución material del desalojo cumpla
las previsiones del artículo 14 de dicho decreto Ley. SEGUNDO: No hay condenatoria en
costas dada la naturaleza del asunto.
III
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN
La parte apelante cuando ejerció su recurso de apelación ante el Tribunal que
conoció del amparo en primera instancia, manifestó lo que de seguidas se transcribe:
“(…) como podrán evidenciar de las actas de la presente acción de amparo, la misma se
encuentra inmersa en la causal de caducidad, toda vez que se trata de una sentencia, que
no se ventilan derechos colectivos ni difusos, por el contrario se trata de derechos
subjetivos.
[que se] le está violando la Tutela Efectiva a [sus] poderdantes, de no tener una
sentencia justa y ejecutable, toda vez, que al ordenar suspender la entrega del inmueble y
otorgarle al juez de la causa principal, un plazo y oficiar al SUNAVI para que le otorgue
refugio a la hoy quejosa de hechos nuevos no existente en el juicio principal, está creando
una indefensión en contra de mis representados, porque (…) está favoreciendo a una de
las partes, con una suposición falsa. De aceptar esto de la quejosa, con pruebas nuevas y
falsas; las sentencias cualquiera que ellas sean en Venezuela, con deudores
inescrupuloso, haría inejecutable las sentencias al traer en una acción de amparo hechos
nuevos, amparándose en otras leyes para evitar la ejecución de las sentencia; cuando
dentro del proceso principal no probaron, no demostraron los hechos que traen a colación
en el amparo constitucional. En el presente caso allí está la prueba, ciudadano
magistrados, la inspección judicial y no ocular y la evacuación de testigo, donde la
quejosa dijo que ella no era la inquilina ni la del contrato de compra y venta, evacuada en
juicio principal por el juez natural de la causa, que demuestra que en ninguna de las áreas
del inmueble objeto de la demanda por Resolución de contrato, existió una habitación de
vivienda.
Es por estas razones de hechos y de derechos que la presente acción de amparo debe
declararse improcedente y revocar la sentencia de la jueza a quo constitucional, y
continuar con el procedimiento de ejecución de la sentencia (…)”
IV
DE LA COMPETENCIA
Con fundamento en las disposiciones previstas en los artículos 266, numeral 1, 335
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 35 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en concordancia con lo establecido en
el artículo 25, numeral 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, esta Sala
resulta competente para conocer de los recursos de apelación que se ejerzan contra las
sentencias que, en materia de amparo constitucional, dicten los Juzgados superiores de la
República, salvo el caso de las que pronuncien los Juzgados superiores en lo contencioso
administrativo.
En el presente caso, se sometió a conocimiento de esta Máxima Instancia
Constitucional, el recurso de apelación ejercido por el abogado Pablo Ruiz Márquez,
actuando como apoderado judicial del ciudadano José Eugenio Bracamonte, ut supra
identificados, contra la decisión del 20 de octubre de 2017, dictada por el Juzgado Superior
Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado
Táchira, que declaró parcialmente con lugar el amparo constitucional, por lo que esta Sala
asume la competencia para conocer del asunto planteado y resolver la presente apelación.
Así se decide.
V
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Precisado lo anterior, debe esta Sala constatar la tempestividad del recurso de
apelación interpuesto, a cuyo efecto observa que el mismo fue ejercido por la parte
accionante en la causa principal Exp N° 17-289 (nomenclatura del Tribunal a quo), el 23 de
octubre de 2017, y la decisión objeto de este medio de impugnación fue dictada el día 20 de
ese mismo mes y año, esto es: al tercer día hábil siguiente al dictamen de dicha sentencia.
De allí que, siguiendo el criterio fijado en sentencia n.° 501 del 31 de mayo de 2000 (caso:
“Seguros Los Andes”) y de conformidad con el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, se estima que tal recurso fue propuesto
tempestivamente. Así se declara.
Por otra parte, la Sala aprecia que si bien contra la decisión dictada -en primera
instancia- con ocasión a una pretensión de amparo constitucional se oye apelación en un
solo efecto, el artículo 35 de la citada ley, no exige presentación de un escrito de
fundamentación para la misma; no obstante, si la parte formalizante consignare uno
expresando las razones de disconformidad con el fallo apelado, ésta deberá hacerlo dentro
del lapso de treinta (30) días, contados a partir del auto que da cuenta del expediente en el
Tribunal superior. Ello, conforme con la doctrina establecida por esta Sala en la sentencia N°
442 del 04 de abril de 2001, caso: Estación de Servicio Los Pinos S.R.L., reiterada, entre
otras, en sentencia N° 1232, del 7 de junio de 2002, caso: Terry J. León y Doménico Tirelli
Marinelly, en la que se dispuso:
“...Por otra parte, es necesario igualmente que, como punto previo, esta Sala se pronuncie
sobre la admisibilidad del escrito presentado en este expediente […]. En tal sentido, esta
Sala considera inadmisible el mismo para la presente decisión en vista de que fue
consignado luego de haber transcurrido los treinta (30) días establecidos en el artículo 35
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales para que el
ad quem conozca de la apelación o consulta de la sentencia de amparo constitucional. En
este sentido, esta Sala considera que habiendo la Ley establecido un plazo para que el
Tribunal de alzada decida la apelación de la sentencia de amparo constitucional, este
plazo debe considerarse como un plazo preclusivo para que las partes interpongan
cualquier escrito relacionado con el expediente (…)”.
En el caso de autos, se evidenció que la parte apelante en la misma oportunidad que
ejerció su recurso de apelación ante el Tribunal que conoció del amparo en primera instancia,
presentó alegatos que fundamentan el motivo del referido recurso, por lo que esta Máxima
Instancia Constitucional los tomará en consideración para decidir en el presente expediente.
Así decide.
Precisado lo anterior, esta Sala Constitucional, actuando como Tribunal de alzada,
pasa a analizar si la sentencia apelada se encuentra o no ajustada a derecho, y al respecto
de forma inicial observa:
En el caso sub lite, el apoderado judicial del recurrente expuso como fundamento de
su apelación, la violación “(…) a la Tutela Efectiva (…), de no tener una sentencia justa y
ejecutable, toda vez, que al ordenar suspender la entrega del inmueble y otorgarle al juez de
la causa principal, un plazo y oficiar al SUNAVI para que le otorgue refugio a la hoy quejosa
de hechos nuevos no existente en el juicio principal, está creando una indefensión en contra
de mis representados, porque (…) está favoreciendo a una de las partes, con una
suposición falsa (…) de las actas de la presente acción de amparo, la misma se encuentra
inmersa en la causal de caducidad, toda vez, que se trata de una sentencia , que no se
ventilan derechos colectivos ni difusos, por el contrario se trata de derechos subjetivos.
Así las cosas, esta Sala evidenció que la primera instancia constitucional resolvió que
aun cuando el amparo contra las referidas actuaciones devienen en inadmisibles de
conformidad con los numerales 4 y 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales; no obstante, dado que dicha causa fue admitida por el Tribunal
de la causa principal, mediante auto de fecha 19 de febrero de 2008, debe tenerse en cuenta
para su ejecución lo dispuesto en el decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el
Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas, es por ello, que declaró parcialmente con
lugar la acción de amparo constitucional y en consecuencia, ordenó al Tribunal de la causa,
Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Táchira, que suspendiera la ejecución de la decisión del
19 de enero de 2016, a fin de que diera cumplimiento al procedimiento previo a la ejecución
de desalojos previsto en los artículos 12 y 13 del decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Contra Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas; y una vez efectuado tal
procedimiento, procediera a la ejecución material del desalojo.
En ese sentido, observa la Sala, que la decisión del 19 de enero de 2016, proferida
por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Táchira, cursante en el expediente N° 17289-2008, y la
correspondiente comisión de ejecución recaída en el Tribunal Segundo de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Bolívar de la Circunscripción Judicial del
Estado Táchira, en donde cursa con el n°. 37-2016, fue objeto de impugnación,
posteriormente, el 20 de septiembre de 2017, se interpuso acción de amparo constitucional
contra la referida disposición, y fue declarada parcialmente con lugar por el Juzgado Superior
Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción judicial del Estado
Táchira, de modo que habría transcurrido un lapso superior a los seis meses entre el
momento de la interposición del amparo y cuando ocurrieron los hechos que fueron
supuestamente lesivos. Contra esta decisión apeló el demandante en la causa principal exp
N° 17289-2008 (nomenclatura del Tribunal ad quo), de resolución de contrato y alegó que las
violaciones que habían sido denunciadas eran a la tutela efectiva de no tener una sentencia
justa y ejecutable y que se le está creando una indefensión, por favorecer a una de las
partes, y de las actas de la presente acción de amparo, se encontraba inmersa en la causal
de caducidad, toda vez, que se trata de una sentencia, que no se ventilan derechos
colectivos ni difusos.
En tal sentido conviene referir la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en su artículo 6.4 establece:
Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo (...)
4) Cuando la acción u omisión, el acto o la resolución que violen el derecho o la garantía
constitucionales hayan sido consentidos expresa o tácitamente, por el agraviado, a menos
que se trate de violaciones que infrinjan el orden público o las buenas costumbres. Se
entenderá que hay consentimiento expreso, cuando hubieren transcurrido los lapsos de
prescripción establecidos en leyes especiales, o en su defecto, seis (6) meses después de
la violación o la amenaza al derecho protegido.
El consentimiento tácito es aquél que entraña signos inequívocos de aceptación.
Atendiendo al criterio vinculante parcialmente transcrito, esta Sala estima que dicho
fallo fue decidido de forma expresa, positiva y precisa y analizó, con suficiencia y coherencia,
además de que expresó los motivos de hecho y de derecho de su decisión, siendo ajustada a
derecho, pues la decisión del 19 de enero de 2016, proferida por el Juzgado Tercero de
Primera Instancia en lo Civil Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
Táchira, cursante en el expediente N° 17289-2008, y la correspondiente comisión de
ejecución recaída en el Tribunal Segundo de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del
Municipio Bolívar de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, en donde cursa con el n°.
37-2016, decisión objeto de impugnación, vulneraron los principios que inspiran
el ordenamiento jurídico, toda vez que al pretender ejecutar una decisión con motivo a un
procedimiento por resolución de contrato y en consecuencia ordenar la entrega del bien
inmueble ocupado, sin agotar el procedimiento previo a la ejecución de desalojos previsto en
los artículos 12 y 13 del decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra Desalojo y la
Desocupación Arbitraria de Viviendas, encuadra en el segundo supuesto establecido por la
jurisprudencia de esta Sala, para la desaplicación del lapso de caducidad establecido en el
numeral 4 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.
Finalmente atendiendo el criterio asentado por esta Sala Constitucional en sentencia 3
de agosto de 2011, expediente Nº 10-1298, en el cual ordenó a los órganos jurisdiccionales
llamados a intervenir en la solución de los conflictos intersubjetivos que
impliquen hostigamiento u otras amenazas de aquellos inmuebles ocupados como vivienda
principal, que en tales casos deberán cumplir los procedimientos previstos en el Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y Desocupación Arbitraria de Viviendas,
tanto el previo a la acción judicial o administrativa, como el contemplado para la ejecución de
los desalojos, corresponde forzosamente a esta Sala confirmar el fallo objeto de apelación, y
así se decide.
VI
DECISIÓN
Por las razones anteriormente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la
ley, decide:
PRIMERO: Se declara COMPETENTE para conocer del recurso de apelación
interpuesto por el abogado Pablo Ruiz Márquez, actuando como apoderado judicial del
ciudadano José Eugenio Bracamonte, contra la decisión del 20 de octubre de 2017, dictada
por el Juzgado Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción judicial del antes señalada, que declaró parcialmente con lugar el amparo
constitucional.
SEGUNDO: Se declara SIN LUGAR, el recurso de apelación ejercido por el abogado
Pablo Ruiz Márquez, actuando como apoderado judicial del ciudadano José Eugenio
Bracamonte, contra la decisión del 20 de octubre de 2017, dictada por el Juzgado Superior
Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción judicial antes
señalada, que declaró parcialmente con lugar el amparo constitucional.
TERCERO: Se CONFIRMA la decisión del 20 de octubre de 2017, dictada por
el Juzgado Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
judicial del antes señalada, que declaró parcialmente con lugar la acción de amparo
constitucional contra la decisión del 19 de enero de 2016, proferida por el Juzgado Tercero
de Primera Instancia en lo Civil Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Táchira, cursante en el expediente N° 17289-2008, y la correspondiente comisión de
ejecución recaída en el Tribunal Segundo de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del
Municipio Bolívar de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, en donde cursa con el n°.
37-2016. En consecuencia, se ordenó al Tribunal de la causa, Juzgado Tercero de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito de la Circunscripción Judicial del estado Táchira,
que suspenda la ejecución de la referida decisión, a fin de que dé cumplimiento al
procedimiento previo a la ejecución de desalojos previsto en los artículos 12 y 13 del decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley Contra Desalojo y la Desocupación Arbitraria de
Viviendas; y una vez efectuado tal procedimiento, para proceder a la ejecución material del
desalojo cumpla las previsiones del artículo 14 de dicho decreto Ley.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Tribunal de origen.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los 29 días del mes de junio de dos mil veintidós (2022).
Años: 212° de la Independencia y 163° de la Federación.
En Caracas, a la fecha ut supra.