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SEÑOR PRESIDENTE Y VOCALES DE LA SALA DE TURNO DEL TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA.

Interpone Acción de Amparo Constitucional.-

Otrosíes.-

CARLOS PEÑA CORTEZ con cédula de identidad N° 3255292 SCZ., boliviano, mayor _ de edad, hábil por ley, domiciliado en

avenida Centenario Tercer Anillo externo, pasillo B

N° 41 de ésta ciudad; presentándose ante las consideraciones de ese Alto Tribunal, con

todo respeto, dicen y piden:

| Vj l.-QBJEIQ

Dentro del proceso proceso ordinario por Nulidad de venta y cancelación de Partida en Derechos Reales

seguido por CONSTANSA AIDEE CORTEZ MERCADO,S0 proceso radicado ante el Juzgado Segundo de Partido ordinario

en lo Civil Comercial dela capital

la Capital (actualmente Juzgado Publico 2° en lo Civil Comercial de la Capital) -Exp. N° 437/11, lanus 200913894-

y que emergente de un recurso de apelación interpuesto de mi parte en la etapa de ejecución de sentencia (ver Fs. 1051 a

1055) fuera remitido en grado de apelación ante la Sala 3° Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal

Departamental de Justicia; la referida Sala dictó el Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 de fojas 1187 a

1188 que me fuera notificado el 03 de abril del conforme se evidencia de la diligencia de fojas 1189, resolución

mediante la cual FIRMAN TOTALMENTE el Auto N° 252 del 11 de agosto del 2017 de fojas 1035 y itta gue fuera

dictado por la Juez a-guo auto emergente del recurso de reposición iterpuesto de mi parte (ver Fs. 1029 a 1031)

contra el Proveído del 07 de julio del 2017 de fs 1009 vuelta, resoluciones dictadas emergentes de malas e indebidas

valoraciones de los antecedentes procesales, de las disposiciones legales aplicables al caso y al estado del proceso;

violentando de esta forma el Debido


Proceso en sus elementos: cosa juzgada y razonabilidad de las resoluciones judiciales y el derecho justicia

en su elemento: tutela judicial efectiva, al alterar el contenido de la sentencia y disponer situaciones que no fueron

demandadas ni pedidas y peor aún dispuestas en la sentencia ni en las posteriores resoluciones como fueron el auto de vista y

el auto supremo.

Es así, que con estos extremos acredito mi interés legítimo.

II. - NOMBRE Y DOMICILIO DE LA PARTE ACCIONADA

La presente Acción de Amparo Constitucional la interponemos en contra de los:

1. Vocales de la Sala 3o Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de

Justicia, a cargo de los Dres.: Irma Villavicencio Suarez y Samuel Saucedo Iriarte al ser quienes han dictado el

Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 de fojas 1187 a 1188 (Exp. en sala Devolutivo 198/17), ello en

cumplimiento a las Sentencias Constitucionales N° 0726/2003-R y N° 1131/2003-R que determinan que el amparo

constitucional debe interponerse contras los jueces de última instancia o última autoridad que revisó la resolución

recurrida o que tuvo la facultad de modificarla, y Sentencia Constitucional N° 856/2005-R que determina que el amparo

constitucional se presenta contra las personas que en el momento de emitirse el acto recurrido eran las Autoridades

responsables del mismo. (Responsabilidad personal).

Domiciliados en el Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, sito en el Palacio de Justicia, sobre las

Avenidas Uruguay y Monseñor Rivera, y calles Prolongación Beni y Alcides D’Orbygni de ésta ciudad, Piso 3 o, Sala 3o

Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia.

2. Y contra quien alteró el contenido de la sentencia y dispuso situaciones que no fueron demandadas ni pedidas y peor

aún dispuestas en la sentencia ni en las posteriores resoluciones como fueron el auto de vista y el auto supremo, es

decir, contra la Juez Publico 2o en lo Civil Comercial de la Capital, Dra. Alicia Cerezo Sanabria, al ser quien

ha dictado el Proveído del 07 de julio del 2017 de fojas 1009 vuelta mediante el cual en ejecución de sentencia

ordena se cumpla y ejecute la desocupación del inmueble, situación totalmente diferente a lo dispuesto y

al contenido de la sentencia, sentencia que fuera confirmada en todas sus instancia sin ninguna

alteración complementación y/o modificación referente a los extremos de procedencia de

desocupación. El mencionado Proveído del 07 de julio del 2017 de fojas 1009 vuelta fue impugnado de mi

parte mediante recurso de reposición (ver Fs. 1029 a 1031) mereciendo la resolución consistente en el Auto

N° 252 del 11 de agosto del 2017 saliente a fojas 1035 v vuelta, auto gue fuera impugnado mediante

apelación (ver Fs. 1051 a 1055) oue tuvo como resolución el Auto de Vista que se denuncia mediante la

presente acción de amparo constitucional.

Domiciliada en los Juzgados desconcentrados sitos en la calle Independencia N° 461 entre calles Mercado y

Monseñor Salvatierra, piso 3, Juzgado Público 2° en lo Civil Comercial de la Capital.

III. - TERCEROS INTERVINIENTES


En cumplimiento a la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional en la Sentencia Constitucional N° 0814/2006-

R del 21 de agosto del 2006 pido que como terceros interesados, se notifique a:

• Constanza Aidee Cortez Mercado, en su calidad de demandante dentro de! proceso ordinario por Nulidad de

venta y cancelación de Partida en Derechos Reales que se menciona en los antecedentes, con domiciliada real en:

avenida Busch, calle 5, Lote 10 de ésta ciudad y con domicilio procesal, sito en avenida Beni, calle Tacuarembó N° 2005.

• José Gonzalo Arce Ortiz con cédula de identidad N° 776530 Cbba., María Isabel de Fatima Quíntela Almeida

con cédula de identidad N° 1550242 SCZ. y Carlos Augusto Carillo Salinas con cédula de identidad N° 227287 SCZ.,

todos ellos con domicilio procesal, sito en Avenida Cristo Redentor N° 110, acera Universidad NUR.

• Carola Eliana Quíntela Klinsky con cédula de identidad N° 2849080 SCZ., Luis Negrete Mercado con cédula de

identidad N° 2820450 SCZ., Romelio Cortez Mercado con cédula de identidad N° 2853336 SCZ., Audelio Cortez

Mercado con cédula de identidad N° 1947796 SCZ., Trinidad Cortez Mercado con cédula de identidad N° 2842989

SCZ., Marina Negrete Mercado con cédula de identidad N° 3258011 SCZ. y Mercedez Cortez Mercado con cédula

de identidad N° 2844009 SCZ., todos ellos con domicilio procesal, sito en Avenida Cristo Redentor N° 110, acera

Universidad NUR.

• María Elena Ibañez de Arce con cédula de identidad Nc 1593686 SCZ., con domicilio procesal, sito en Avenida

Uruguay N° 274, primer piso, Oficina N° 4.

IV. - ALEGA Y SE TENGA PRESENTE

La acción de Amparo Constitucional está dirigida a otorgar protección contra los actos ¡legales y las omisiones indebidas

de funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de

las personas, derechos y garantías establecidas en la Constitución Política del Estado y las leyes, siempre que no hubiera otro

medio o recurso legal para dicha protección, todo ello aclarando que no se pretende dar a la presente acción extraordinaria la

calidad de un recurso o instancia más, sino que se busca la corrección y protección de mis derechos que han sido violentados.

Competencia territorial.- En lo que corresponde a la competencia territorial de los jueces y tribunales de garantías

de las acciones de amparo, la Sentencia Constitucional Plurínacional N° 0177/2013 del 22 de febrero del 2013 y el Auto
Constitucional N° 034/2013-CA-S, disponen:

“ ...El juzgado o tribunal competente será el del lugar en el que se haya producido la violación del derecho. Si en
el lugar no hubiere autoridad judicial será competente la Jueza, Juez o Tribunal al que la parte pueda acceder
por razones de cercanía territorial o mejores condiciones de transporte...”

Por lo que, siendo que la acción de amparo está dirigida contra: los Vocales de la Sala 3 o Civil, Comercial, Familia, Niñez

y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia y contra la Juez Público 2 o en lo Civil Comercial de la Capital, todo ellos

con asiento en ésta capital, la competencia corresponde a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Inexistencia de otro medio o recurso legal.- Sobre las violaciones que se denuncian en la presente acción no

existe ninguna otra instancia mediante la cual se obtenga la protección efectiva de los derechos violados e infringidos, ya que

los actos y resoluciones judiciales que se denuncian de violatorias e irregulares han sido dictados dentro de un proceso
ordinario en ejecución de sentencia, el cual posterior a la resolución de apelación no admite ningún otro recurso tal como

dispone el artículo 518 del Código de Procedimiento Civil.

Debe valorarse y tenerse presente que la ejecución de sentencia del proceso ordinario de donde emergen los actos

denunciados, empezó a ejecutarse en octubre del 2008 (ver Fs. 381), por lo que al amparo de la Disposición Transitoria Octava

de la Ley 439 corresponde que el referido proceso continúe rigiéndose por el Código de Procedimiento Civil, por lo que en

observancia a lo determinado en el artículo 518 del Código de Procedimiento Civil: las resoluciones dictadas en ejecución de

sentencia solo pueden ser apeladas en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior; es decir que posterior al auto de vista -Fs. 1187

a 1188- que resuelve la apelación deducida de mi parte no existe ninguna otra instancia o medio de impugnación pendiente.

Dentro del plazo legal de 6 meses.- Como he expuesto en forma sucinta anteriormente, los Vocales de la Sala 3 o

Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia han vulnerado mis derechos mediante el

Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 de fojas 1187 a 1188 y que me fuera notificado el 03 de abril del 2018

conforme se evidencia de la diligencia de fojas 1189. Por lo que queda demostrado que la presente acción se

encuentra interpuesta dentro de los seis meses de notificada la última decisión judicial.

V. - ANTECEDENTES Y ACTUACIONES VIOLATORIAS

Ante las violaciones en las que han incurrido los Vocales de la Sala 3 o Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del

Tribunal Departamental de Justicia y la Juez Público 2 o en lo Civil Comercial de la Capital, los primeros al dictar el Auto de Vista

N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 que confirma las indebidas y violatorias resoluciones (ver Fs. 1009 vuelta y 1035 y vuelta)

dictadas por la Juez a-quo, atentando directamente contra mis derechos al Debido Proceso en sus elementos: cosa

juzgada y razonabilidad de las resoluciones judiciales y el derecho justicia en su elemento: tutela judicial

efectiva; es por estos motivos, y amparados en los fundamentos y antecedentes que expongo a continuación, que interpongo

la presente Acción de Amparo Constitucional.

Aclaro que la mención y relación de antecedentes en la presente acción, hacen referencia a la foliatura del expediente

original.

1. - Mediante la demanda de fojas 11 a 12 y vuelta, la demandante Constanza Aide Cortez Mercado demandó

por la Nulidad de una venta y la consiguiente cancelación de Partida en Derechos Reales, más pago de daños y perjuicios a

determinarse en ejecución de sentencia.

La referida demanda fue admitida mediante el Auto N° 459 del 03 de junio del 2000 saliente a fojas 13 y vuelta,

admitiéndose la demanda conforme a las pretensiones demandadas.


la desocupación del inmueble.

2. - Tramitado el proceso, el 30 de agosto del 2001 se dictó la Sentencia N° 296

saliente de fojas 284 a 289 y vuelta, mediante la cual se declara PROBADA la demanda e

Improbada la demanda reconvencional, ordenándose: “...la cancelación de la partida

computarizada No. 010169405 Inscrita en DD.RR. de fecha 16 de febrero 1.994, sin lugar a

daños y perjuicios por no haberse demostrado. Sin costas por ser juicio doble”.

En ninguna parte de la referida demanda, la demandante pide o pretende por

Es decir, en ninguna parte se condena, se declara o se dispone la desocupación del inmueble, ya que tal
pretensión nunca fue pedida en la demanda principal.

3. - Deducido de mi parte el recurso de apelación contra la sentencia, y luego de los procedimientos de rigor y

remitido a Sala, el 28 de octubre del 2005 se dictó el Auto de Vista N° 453 saliente de fojas 358 a 359 y vuelta, mediante el cual

se CONFIRMA la sentencia apelada, con la modificación de la procedencia del reconocimiento de mejoras en favor de mi

persona, las mismas que serían establecidas y tasadas en ejecución de sentencia.


Es decir, en ninguna parte se modifica ni se condena, se declara o se dispone la desocupación del inmueble,
ya que tal pretensión nunca fue pedida en la demanda principal.

4. - Deducidos por ambas partes recursos de casación contra el auto de vista, y luego de los procedimientos de rigor

y de su remisión a la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 13 de junio del 2008 se dictó el Auto Supremo N° 136

saliente de fojas 373 a 375, mediante el cual se declaran Improcedentes ambos recursos de casación, es decir, no se entró a

conocimiento del fondo de los recursos por su manifiesta improcedencia; por lo que es evidente que no existe modificación

de ninguna clase contra las resoluciones consistentes en la sentencia y modificación mediante el


auto de vista.

Es decir, en ninguna parte se modifica ni se condena, se declara o se dispone la desocupación del inmueble,
ya que tal pretensión nunca fue pedida en la demanda principal.

5. - Devuelto el expediente ante el juzgado de origen (ver Fs. 376 y vuelta), en octubre del 2008 se empezó con la

ejecución de sentencia tal como se evidencia del memorial de fojas 381 y vuelta; y durante todo este tiempo -desde fojas 381

hasta fojas 1008- se han realizado y dictado resoluciones encaminadas a la ejecución de sentencia conforme a lo dispuesto

inicialmente en la sentencia con las modificaciones del auto de vista referente al reconocimiento y pago de mejoras en favor de

mi persona.

6. - Extrañamente y fuera de todo criterio procesal afectando el Debido Proceso en sus elementos: cosa juzgada y

razonabilidad de las resoluciones judiciales y el derecho justicia en su elemento: tutela judicial efectiva, la Juez a-quo

mediante el Proveído del 07 de julio del 2017 saliente a fojas 1009 vuelta conminó a mi persona para que proceda a

la desocupación del inmueble, elemento que nunca fue peticionado, ni fue concedido o declarado en sentencia

ni en la modificación del auto de vista ni en el auto supremo; resoluciones todas estas relacionadas a la sentencia y al

proceso principal.
Por lo que ante lo irregular e indebido de lo dispuesto en el Proveído de fojas 1009 vuelta, que altera la calidad de cosa

juzgada de la sentencia, mediante memorial de fojas 1029 a 1031 interpuse recurso de reposición contra el proveído

mencionado, impugnando y denunciando la alteración a la calidad de cosa juzgada de la sentencia de fojas 284 a 289 y vuelta, y

del auto de vista de fojas 358 a 359 y vuelta.

Emergente del referido recuso de reposición, la Juez a-quo dictó el Auto N° 252 del 11 de agosto del 2017 saliente a

fojas 1035 y vuelta, rechazando mi recurso; pero contradictoriamente agrega y ordena que se prosiga con la ejecución de

sentencia, como si la inventada e incorporada -recientemente- orden de desapoderamiento fuese una sanción o un extremo

dispuesto en la sentencia y/o en las posteriores

esoluciones consistentes en el auto de vista o auto supremo.

Contra la referida resolución, en defensa de mis derechos mediante memorial de fojas 1051 a 1055 interpuse recurso

de apelación, recuso que remitido al tribunal de alzada y radicado ante la Sala 3 o Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia

del Tribunal Departamental de Justicia dictó el Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 saliente de fojas 1187 a 1188

que confirma las indebidas y violatorias resoluciones (ver Fs. 1009 vuelta y 1035 y vuelta) dictadas por la Juez a-quo.

VI. - OMISIONES Y ACTUACIONES INDEBIDAS - DERECHOS VULNERADOS Y VIOLENTADOS -

FUNDAMENTOS PARA LA PROCEDENCIA DE LA PRESENTE ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

Acuso de violatorio al Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 saliente de fojas 1187 a 1188 que confirma las

indebidas y violatorias resoluciones de Fojas 1009 vuelta y de Fojas 1035 y vuelta dictadas por la Juez a-quo, resoluciones

dictadas violentando el Debido Proceso en sus elementos: cosa juzgada y razonabilidad de las resoluciones

judiciales y el derecho justicia en su elemento: tutela judicial efectiva.

Es evidente que los vocales demandados han violentado el debido proceso y la razonabilidad de las

resoluciones judiciales, ya que citan las disposiciones legales aplicables al caso de ejecución de sentencia, así

como a la autoridad de cosa juzgada de las resoluciones judiciales; pero apartándose de la aplicación y

entendimiento de las mismas normas legales que citan como supuesto fundamento de su fallo, incumplen la

aplicación de la lev, y no dictan una resolución razonable, lógica y congruente que cumpla, observe y garantice que

en ejecución de sentencia se está respetando la cosa juzgada, es decir, que se están dictando y ejecutando

resoluciones dentro de los extremos concedidos y declarados en la sentencia y en el auto de vista, y en

la forma en que han sido dispuestas dentro de las referidas resoluciones

judiciales,

Todo lo cual también afecta el derecho justicia en su elemento tutela judicial efectiva, ya que apartándose

de la materialización de la ley, pretenden aplicar y ejecutar un acto que nunca ha sido dispuesto, incurriendo en un

exceso que no puede ser suplido bajo el absurdo argumento de ejecución extensiva de la sentencia, ya que la

desocupación nunca fue pedida en la demanda principal ni fallado, declarado o dispuesto en ninguna de las

resoluciones principales del proceso


De la cosa juzgada.- Señores Miembros del Tribunal de Amparo, quiero dejar expresa constancia que ninguna

actuación ni solicitud podrá alterar la validez y la Autoridad de Cosa Juzgada de una resolución ejecutoriada, conforme los

señalan los artículos 514 y 517 del Código de Procedimiento Civil y el artículo 1451 del Código Civil, disposiciones legales sobre

cosa juzgada que además de valer jurídicamente por sí mismas, el Tribunal Constitucional ha asumido una línea jurisprudencial

al respecto, en la Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0653/2016-S1 del 3 de junio, al determinar:


“III.3. Sobre la cosa juzgada de las sentencia y su ejecución
En ese sentido, el art. 514 del CPC, establece: Las sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada
se ejecutaran, sin alterar ni modificar su contenido, por los jueces de primera instancia que hubieren conocido
el proceso”; por su parte, el art. 515 del mismo Código, señala que: “Las sentencias recibirán
autoridad de cosa juzgada: 1) Cuando la ley no reconociere en el pleito otra instancia ni recurso; y, 2)
Cuando las partes consintieren expresa o tácitamente en su ejecutoria ", lo que importa la existencia de
un proceso conchudo que se opera cuando la ley no concede otra instancia o recurso dentro del mismo
proceso, o cuando las partes admiten expresamente o tácitamente su ejecutoria, no haciendo uso de los
recursos que la ley franquea; finalmente, por previsión expresa del art.

517 del citado ordenamiento legal: La ejecución de autos y sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada no
podrá suspenderse por ningún recurso ordinario ni extraordinario, ni el de compulsa, ni el de recusación, ni por
ninguna solicitud que tendiere a dilatar o impedir el procedimiento en ejecución (las negrillas son
agregadas).
Conforme a la doctrina y la jurisprudencia citada precedentemente la cosa juzgada es la autoridad y
eficacia que adquiere la sentencia judicial cuando no proceden contra ella recursos ni otros medios de
impugnación y es irrevisable en otro proceso posterior y estas al adquirir la autoridad de cosa juzgada se ejecutan
sin alterar y modificar su contenido por los jueces de primera instancia que hubieren conocido el proceso.”
(Nota: Las negrillas son míos).

Asimismo, la jurisprudencia constitucional ha establecido sanciones de nulidad y

la procedencia de la tutela constitucional cuando se altera la calidad de cosa juzgada de

una resolución, tal como se determina en la línea jurisprudencial contenida en la su

Sentencia Constitucional N° 996/00-R de 26 de octubre, al determinar:

“...la autoridad que desconozca la coercitividad de una sentencia ejecutoriada y pretenda introducir
modificaciones o enmiendas, incurre en acto ilegal que se traduce en la violación de los derechos a la seguridad
jurídica y a la celeridad en la ejecución de los fallos judiciales; transgresiones que hallan tutela inmediata en el
Recurso de Amparo Constitucional” (Jurisprudencia Constitucional en el Nuevo Milenio, Tomo I, Pedro
Gareca Perales, Talleres Gráficos “Gaviota del Sur" 2002, pág. 152).

También la doctrina establece:

“La cosa juzgada es la fuerza que el derecho atribuye normalmente a los resultados procesales. Esta fuerza se
traduce en un necesario respeto y subordinación a lo dicho y a lo hecho en el proceso. El proceso en virtud de la
cosa juzgada se hace inatacable y no quiere decir en sustancia, sino inatacabilidad de lo que en el proceso se
ha conseguido” (Jesús Saez Jimenez Compendio de Derecho Procesal Civil. Editorial Santillana Madrid
España T. II Volumen I pág. 70).

Por lo expuesto, y de la cita y relación de derechos y garantías violentadas, se

hace necesario el valorar y conocer cuál es el entendimiento que maneja el Tribunal

Constitucional Plurinacional sobre cada uno de ellos; por lo que sobre el DEBIDO

PROCESO, la uniforme y vinculante jurisprudencia del Tribunal Constitucional

Plurinacional mediante la Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0094/2015-S1 de¡ 13

de febrero, determina:
“III. 2. Protección tutelar del debido proceso y sus elementos constitutivos
De manera general, se concibe al debido proceso como: “...una institución instrumental en
virtud de la cual debe asegurarse a las varíes en todo proceso - legalmente establecido y que se desarrolle
sin dilaciones iniustificadas- oportiinidad razonable de ser oídas vor un tribunal competente,
predeterminado por la ley, independiente e imparcial, de pronunciarse respecto de las pretensiones y
manifestaciones de la parte contraria, de aportar pruebas lícitas relacionadas con el objeto del proceso y de
contradecir las aportadas por la contraparte, de hacer uso de los medios de impugnación consagrados por
ley contra resoluciones judiciales motivadas y conformes a derecho, de tal manera que las personas
puedan defender efectivamente sus derechos ” .
Dicho de otra forma: “El derecho al debido proceso es el que tiene toda persona a la recta administración de
justicia.
El derecho al debido proceso es el derecho a un proceso justo; a un proceso en el cual no haya negación o
quebrantamiento de lo que cada uno tenga jurídicamente atribuido o asignado
Por su parte, Luigüi Ferrajoli, cita a Jaime Bernal Cuellar y Eduardo Montealegre Lynett para quienes: “El derecho al
debido proceso en sentido abstracto se entiende como la posibilidad que tiene las partes de hacer uso del conjunto de
facultades y garantías que el ordenamiento jurídico les otorga , en aras de hacer valer sus derechos sustanciales, dentro
de un procedimiento judicial o administrativo. Así, el contenido y los alcances del debido proceso están determinados por ese
grupo de atribuciones y mecanismo, los cuales, a su vez, están establecidos en función de los derechos, intereses y valores que
están en juego en el procedimiento, de acuerdo con criterios de razonabilidad y proporcionalidad ”.
En cuanto a los elementos o derechos que ¡o componen, a partir de la interpretación sistemática . axiolósica y
ideológica de los arts. 115.11, 117.1 y II; y. 180 en relación a113 de la Norma Suprema, se concluye que el debido
proceso, constituido en la mayor garantía constitucional de la administración de justicia, lleva inmerso en su núcleo una
gran cantidad de derechos y garantías, como ser: 1) Derecho a la defensa; 2) Derecho al juez natural e imparcial; 3) Garantía de
presunción de inocencia; 4) Derecho a ser asistido por un traductor o intérprete; 5) Derecho a un proceso público; 6) Derecho
a la conclusión del proceso dentro de un plazo razonable; . 7) Derecho a recurrir; 8) Derecho a la legalidad de la prueba; 9)
Derecho a la igualdad procesal de las partes; 10) Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable; 11)
Derecho a la congruencia entre acusación v condena, de donde se desprende el derecho a una debida fundamentación y
motivación de los fallos judiciales; 12) La garantía del non bis in idem; 13) Derecho a la valoración razonable de la prueba;
14) derecho a la comunicación previa de la acusación; 15) Concesión al inculpado del tiempo y los medios para su defensa; 16)
Derecho a la comunicación privada con su defensor; y, 17) Derecho a que el Estado le otorgue un defensor proporcionado por
el Estado cuando el imputado no tuviere medios o no nombrare un defensor particular.
No obstante, debe tomarse en cuenta que el cúmulo de derechos previamente enumerados, no se constituyen en
un parámetro limitativo del campo de protección que abarca el debido proceso, sino que permiten establecer el contenido
expansivo de aquellos otros derechos que en el tiempo, y de acuerdo a las nuevas necesidades de la sociedad cambiante,
puedan desprenderse de ellos.
Es precisamente en atención a estos elementos constitutivos del debido proceso, que la jurisprudencia
constitucional, le ha reconocido una triple dimensión a su ámbito de aplicación; es decir, como derecho fundamental de los
justiciables, como principio procesal y como garantía de la administración de justicia.
En ese marco, se reconoce al debido proceso como derecho fundamental, porque se halla destinado a proteger al
ciudadano de los posibles abusos de las autoridades, originado no solo en actuaciones u omisiones procesales . sino también
en las decisiones que se adopten a través de las distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o
administrativas y que afecten derechos fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las
autoridades a las reglas establecidas por el ordenamiento jurídico.
Del mismo modo y de acuerdo al contenido del art. 178.1 de la CPE, el debido proceso se constituye también en un
principio que rige a la administración
de justicia ordinaria; en tal sentido, deberá concebírselo como un ideal
orientador en la estructuración del Órgano Judicial respecto a sus
competencias y al establecimiento de procedimientos que aseguren, entre
otras cosas, el ejercicio del derecho a la defensa: sin embargo, no podemos
apartarnos de su verdadera esencia que se trasunta en la obligatoriedad
impuesta a los administradores de justicia de asesurar y Garantizar la emisión
de decisiones correctas, razonables e imparciales que, enmarcadas dentro de
los cánones legales, materialicen el mayor fin del Estado: Construir una
sociedad justa y armoniosa para vivir bien (arts. 8.II y 9.1 de la CPE).
En su dimensión de garantía jurisdiccional se le atribuye la
particularidad de constituirse en un medio de protección de otros
derechos fundamentales que se encuentran contenidos como elementos
del debido proceso como la motivación de las resoluciones, la defensa, la
pertinencia, la congruencia, la facultad de recurrir, entre otros, y que se
aplican a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo
las distintas garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas
rectoras a las cuales deben sujetarse las autoridades, pero también las partes
intervinientes en el proceso, en aplicación y resguardo del principio de
igualdad.
En consecuencia, el debido proceso, se sustenta en la observancia
obligatoria e ineludible de las formas propias de cada proceso, mismas
que se encuentran previamente establecidas en el ordenamiento jurídico y que
señalan con claridad las actuaciones, actos, diligencias y resoluciones de la
iniciación del proceso, de su desarrollo y definición, en todas las instancias y
etapas previstas de cada caso en particular.
Entonces, y atendiendo la naturaleza jurídica de la acción de amparo
constitucional, concebida como un mecanismo judicial extraordinario destinado
a la protección inmediata de derechos fundamentales cuando éstos resulten
vulnerados o amenazados, el procedimiento que se siga para su
restablecimiento, protección y ejercicio, se encuentra pues consagrado a través
del debido proceso como derecho en sí mismo, como principio y como garantía
jurisdiccional, que por mandato constitucional obliga a su aplicación a través de
la observancia y respecto de todo el acervo normativo, se trate de disposiciones
constitucionales, jurisprudencia, leyes, reglamentos, etc., que garantizan la
efectivización de derechos y garantías constitucionales establecidas y
reconocidas por la Ley Fundamental.
Así lo ha establecido este Tribunal a través de la reiterada
jurisprudencia, habiendo insistido en que, de forma especial e implícita,
este mecanismo extraordinario de tutela, debe observar la relación entre los
derechos esenciales que se vinculen con el debido proceso a objeto de su
protección y/o restitución. ”
(Nota: Las negrillas y subrayados son míos).

En lo que corresponde a la JUSTICIA y RAZONABILIDAD, la Sentencia


Constitucional Plurinacional N° 0121/2012 del 2 de mayo, determina:

“III. 3. El principio de razonabilidad y su vinculación con la aplicación


directa y eficaz de los derechos fundamentales
Como ya se puntualizó, el valor axiomático y dogmático-garantista
de la nueva Constitución Política del Estado está íntimamente ligado al
principio de aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales
plasmado en el art.
109.1 de la CPE, en ese orden de ideas, debe precisarse que el estándar
axiomático, destinado a materializar por parte de las autoridades
jurisdiccionales

los valores de igualdad y justicia, es el principio de razonabilidad.


Cabe precisar que los valores de justicia e igualdad constituyen el
estándar axiomático y presupuesto vara el ejercicio de los roles
jurisdiccionales con la misión específica de asegurar la eficacia de los
derechos fundamentales.
Estos estándares axiomáticos, en el orden constitucional imperante en
el Estado Plurinacional de Bolivia, tienen génesis directa en el valor supremo
del Estado, que es el ((vivir bien”, valor inserto en el preámbulo de la Norma
Fundamental, a partir del cual deben ser entendidos los valores ético-morales
de la sociedad plural, plasmados en los dos parágrafos del art. 8 de la CPE. En
ese orden, estos parámetros axiomáticos, es decir, el valor justicia e igualdad
que son consustanciales al valor vivir bien, forman parte del contenido
esencial de todos los derechos fundamentales . por lo que Ias autoridades
jurisdiccionales en el ejercicio de sus competencias, deben emitir decisiones
razonables y acordes con estos principios. asegurando así una verdadera
y real materialización del principio de aplicación directa de los derechos
fundamentales(Nota: Las negrillas y subrayados son míos).

En lo que se refiere a la TUTELA JUDICIAL EFECTIVA, la Sentencia Constitucional

Plurinacional N° 0404/2013-L del 28 de mayo, señaló:


“III. 8. La tutela judicial efectiva como garantía constitucional

Tomando en cuenta que los derechos fundamentales y garantías


constitucionales, serian simples declaraciones formales, si no existiera la
posibilidad de que la persona afectada pueda acceder a los tribunales a
redamar el cese de la amenaza, de la restricción o la supresión del derecho
invocado como lesionado, no es suficiente que los derechos y garantías sean
reconocidos constitucionalmente o que existan leves que regulen su ejercicio .
sino que su vigencia exige contar con medios legales para efectivizar el
derecho material atribuido a su titular.
Así el art. 115.1 de la CPE. refiere de forma textual “Toda persona
será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos ”, paralelamente a dicho
precepto constitucional, el Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 8 expresa:
“GARANTIAS JUDICIALES, 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley,
en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter".
Por su parte, la SC 0492/2011-R de 25 de abril, que cita a la SC
0600/2003-R de 6 de mayo, estableció que:" ‘ ...toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecidas con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o vara la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter, como
podrá advertirse la norma transcrita consagra dos derechos humanos de la
persona: 1) el derecho de acceso a la justicia; y 2) el derecho al debido
yroceso, entendiéndose por aquélla la potestad, capacidad y facultad que tiene
toda persona para acudir ante ¡a autoridad jurisdiccional competente para
demandar que se preserve o restablezca una situación jurídica perturbada o
violada que lesiona o desconoce sus derechos e intereses, a objeto de lograr,
previo proceso, una decisión judicial que modifique dicha situación jurídica.
Conocido también en la legislación comparada como
«derecho a la jurisdicción» (art. 24 de la Constitución Española), es un
derecho de prestación que se lo ejerce conforme a los procedimientos
jurisdiccionales previstos por el legislador, en los que se establecen los
requisitos, condiciones y consecuencias del acceso a la justicia; por lo mismo,
tiene como contenido esencial el libre acceso al proceso, el derecho de defensa,
el derecho al pronunciamiento judicial sobre el fondo de la pretensión
planteada en la demanda, el derecho a la ejecución de las sentencias y
resoluciones ejecutoriadas, el derecho de acceso a los recursos previstos
por ley. Finalmente, este derecho está íntimamente relacionado con el
derecho al debido proceso y la ieualdad procesal”’(Nota: Las negrillas y
subrayados son míos).

En lo que se refiere a la CONCGRUENCIA, Sentencia Constitucional Nc 0037/2012

del 26 de marzo, señaló lo siguiente:


“III. 4. Congruencia como elemento del debido proceso.
"...corresponde referirse al principio de Congruencia, bajo los siguientes
aspectos.
La Congruencia como elemento del debido proceso, debe ser
comprendida desde dos ámbitos de acción, de un lado, dentro de cualquier
proceso como unidad, delimitando las actuaciones de las partes procesales
como del órgano jurisdiccional o administrativo; y de otro, en cuanto a la
estructura misma de las resoluciones, situación esta última que involucra la
exigencia de que, en dicho fallo, se absuelvan todos los aspectos puestos a
consideración del juzgador de manera coherente y que además de ello, se establezca
una relación entre los argumentos expuestos por las partes, los fundamentos argüidos
por el juzgador donde se incluirá la base normativa, y la parte resolutiva que deberá
responder o ser el resultado del problema jurídico, analizado y considerado por
dicha autoridad..."
En relación al segundo ámbito de los señalados, referido a la estructura de la
resolución, a través de la SC 1009/2003-R de 18 de julio, el Tribunal refirió que:
“...el juzgador también deberá observar estrictamente el principio de
congruencia, el mismo que no sólo requiere ser respetado en el transcurso del
proceso entre una y otra resolución, sino que también es de observancia en el
texto de una sola resolución, pues como establece el ordenamiento jurídico,
toda resolución tiene una estructura básica que marca la estructura formal que
tiene que respetarse. Así, en toda resolución, deben en principio identificarse
las partes, una suma de las pretensiones así como también el objeto de la
resolución, posterior a ello, tendrá que exponerse una parte relativa de lo
demandado, otra relativa a los hechos comprobados por el juzgador, otra que
exponga el razonamiento del juzgador más las normas legales que sustenten
dicho razonamiento y finalmente la parte resolutiva que deberá -resulta
por demás obvio- responder a las partes precedentes, lo que significa,
que la decisión debe guardar completa correspondencia con todo lo
expuesto a lo largo del texto de la resolución; si no se estructura de tal
forma una resolución, ésta carecerá de consecuencia, puesto que luego de
analizar, relatar y analizar determinados hechos se llegaría a resultados
distintos...'" (Nota: Las negrillas son míos).

Así mismo, la doctrina en lo que se refiere a la necesidad de una fundamentación

congruente y acorde a lo expresado por las partes y a lo resuelto por todo Juzgador u

Autoridad, establece:

“Esencialmente no se trata de definir una situación ambigua o contradictoria. Es


preciso convencer, mediante una sustentación dilucidadora, la cual oriente y fije
pautas dentro de una realidad que a través de la épocas se mueve con
características peculiares.” (Dr. Hugo Picado Odio - El Razonamiento en la
formulación de la Sentencia - ILANUD - Sucre- Bolivia - p.20).

“La decisión a la que arriba quien ejerce la función jurisdiccional debe ser
motivada, fundamentada, debiendo consignarse en la misma los criterios que
permitan establecer cuál es el iter lógico del juzgador para dirimir el conflicto. Lo
contrario sería legitimar la arbitrariedad del juez sobre la sociedad (Dr. Hugo
Picado Odio - El Razonamiento en la formulación de la Sentencia - ILANUD
- Sucre- Bolivia - p.5).

En lo que se refiere a la necesidad de fundamentación lógica y congruente en

los fallos judiciales, la Sentencia Constitucional N° 0043/2005-R del 14 de enero, señala:

“III. 3. Sobre el derecho a una Resolución motivada.


La exigencia de motivación de las resoluciones judiciales se
satisface cuando éstas, de modo explícito o implícito, contienen las
razones o elementos de juicio que permiten conocer cuáles han sido los
criterios jurídicos que fundamentan la decisión. En relación a esta exigencia
el Tribunal Constitucional ha establecido en la SC 1369/2001-R, de 19 de
diciembre que: "el derecho al debido proceso,(...) exige que toda Resolución
sea debidamente fundamentada.
Es decir, que cada autoridad que dicte una Resolución debe
imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación
legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma .
Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una
Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino
también en los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que
vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes
conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido:
o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la
decisión complementando la jurisprudencia anterior, la exigencia de que la
autoridad dicte una Resolución debidamente fundamentada es aún más
relevante “cuando el juez o tribunal debe resolver en apelación la impugnación
de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de primera instancia,
cuando frente a la Resolución que la resuelva no existe. recurso ulterior”, en la
SC 1006/2004-R, de 30 de junio.
Por lo expuesto es evidente la lesión al debido proceso en su vertiente al
derecho a una Resolución motivada............ Se entiende que el derecho al debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o
administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha previsto
el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales, conforme ha
entendido el Tribunal Constitucional en su amplia y reiterada jurisprudencia -
entre ellas- (SSCC 827/2003-R, 119/2003-R, 1276/2001-R, 418/2000-R, y
otras).” (Nota: Las negrillas y subrayados son míos).
VIL- CONCLUSIONES FINALES Y PETITORIO

De todos los antecedentes, argumentos y fundamentos expuestos, las disposiciones

legales citadas y la amplia jurisprudencia constitucional mencionada, podemos concluir que

mediante el Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del 2018 saliente de fojas 1187 a 1188

dictado por los Vocales de la Sala 3o Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal

Departamental de Justicia a cargo de los Dres.: Irma Villavicencio Suarez y Samuel

Saucedo Iriarte que confirma las indebidas y violatorias resoluciones de Fojas 1009 vuelta y

de Fojas 1035 y vuelta dictadas por la Juez a-quo a cargo del Juzgado Público 2o en lo Civil y

Comercial de la Capital a cargo de la Dra. Alicia Cerezo Sanabria, se SUPRIME el derecho y

la garantía al DEBIDO PROCESO en sus elementos: cosa juzgada v razonabilidad de

las resoluciones judiciales protegidos por los artículos 13, 14 numeral III, 109, 115, 117 y

180 todos de la Constitución Política del Estado, y se SUPRIME el derecho a la JUSTICIA en

su ^elemento tutela judicial efectiva protegidos por los artículos 8 numeral II, 9 numerales 1 o

y 4o, 13, 14 numeral III, 109, 115, 178 y 180 todos de la Constitución Política del Estado,

violentando los artículos 514 y 517 del Código de Procedimiento Civil.

Por los fundamentos expuestos para la procedencia de la presente Acción de Amparo

Constitucional conforme a toda la prueba que se presenta, amparados en los artículos 128 y

siguientes de la Constitución Política del Estado y en busca de la tutela efectiva por las

violaciones denunciadas conforme al artículo 77 y siguientes de la Ley del Tribunal

Constitucional Plurinacional y artículos 29, 51 y siguientes del Código Procesal Constitucional,

con el fin de que sean restituidas las garantías violentadas y lesionadas pido respetuosamente a

este Tribunal de Garantías Constitucionales CONCEDER la Acción de Amparo Constitucional

que interpongo, y en definitiva dejen sin efecto el Auto de Vista N° 130-18 del 23 de marzo del
2018 saliente de fojas 1187 a 1188 dictado por los Vocales de la Sala 3 o Civil, Comercial, Familia,

Niñez y

Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia a cargo de los Dres.: Irma Villavicencio Suarez

y Samuel Saucedo Iriarte, ordenando se dicte nuevo auto de vista valorando en forma debida y en

su integridad los antecedentes procesales, especialmente lo ordenado, dispuesto, fallado y

declarado en la sentencia y en el auto de vista, observando la autoridad de cosa juzgada de las

referidas resoluciones a los fines de la ejecución de sentencia, la cual se debe cumplir sin alterar ni

modificar su contenido.

Otrosí 1o: En calidad de prueba para fundamentar los alegatos, presento fotocopias de la

integridad del proceso ordinario por Nulidad de venta y cancelación de Partida en Derechos

Reales seguido por CONSTANSA AIDE CORTEZ en mi contra.

Otrosí 2o: Toda vez que no cuento con fotocopias legalizadas de la integridad del

proceso ordinario por Nulidad de venta y cancelación de Partida en Derechos Reales

seguido por CONSTANSA AIDE CORTEZ en mi contra, amparado en el numeral 7° del artículo 33

del Código Procesal Constitucional y a los fines de que sus probidades tengan mejor conocimiento

de lo expuesto, así como de los antecedentes relacionados; respetuosamente pido que ordenen al

Juzgado Público 2o en lo Civil y Comercial de la Capital remita ante esa Sala constituida en Tribunal

de Garantías, el expediente original motivo de la presente acción de amparo, proceso ordinario

por Nulidad de venta y cancelación de Partida en Derechos Reales seguido por CONSTANSA

AIDE CORTEZ en mi contra, causa N° 437/11, con Código lanus N° 200913894.

Otrosí 3o: Las Autoridades demandadas son los Dres.: Irma Villavicencio Suarez y

Samuel Saucedo Iriarte, en su calidad de Vocales de la Sala 3o Civil, Comercial,

Familia, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia, domiciliados en


el Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, sito en el Palacio de Justicia, Avenidas:

Uruguay y Monseñor Rivero y calles: Prolongación Beni y Alcides D’Orbygni de ésta ciudad, Piso 3 o,

Sala 3o Civil, Comercial, Familia, Niñez y

Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia.

Asimismo, también es demandada la Dra. Alicia Cerezo Sanabria, en su calidad de

Juez Público 2o en lo Civil y Comercial de la Capital, domiciliada en los Juzgados

desconcentrados sitos en la calle Independencia N° 461 entre calles Mercado y Monseñor

Salvatierra, piso 3, Juzgado Público 2o en lo Civil Comercial de la Capital.

Otrosí 4o: En cumplimiento a la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional

Plurinacional, pedimos se notifique a los terceros interesados:

• Constanza Aide Cortez Mercado, en su calidad de demandante dentro del proceso

ordinario por Nulidad de venta v cancelación de Partida en Derechos Reales que se

menciona en los antecedentes, con domicilio real en: avenida Busch, calle 5, Lote 10 de

ésta ciudad y con domicilio procesal, sito en avenida Beni, calle Tacuarembó N° 2005.

• José Gonzalo Arce Ortiz con cédula de identidad N° 776530 Cbba., María Isabel de

Fatima Quíntela Almeida con cédula de identidad N° 1550242 SCZ. y Carlos

Augusto Carillo Salinas con cédula de identidad N° 227287 SCZ., todos ellos con

domicilio procesal, sito en Avenida Cristo Redentor N° 110, acera Universidad NUR.

• Carola Eliana Quíntela Klinsky con cédula de identidad N° 2849080 SCZ., Luis

Negrete Mercado con cédula de identidad N° 2820450 SCZ., Romelio Cortez

Mercado con cédula de identidad N° 2853336 SCZ., Audelio Cortez Mercado con

cédula de identidad N° 1947796 SCZ., Trinidad Cortez Mercado con cédula de

identidad N° 2842989 SCZ., Marina Negrete Mercado con cédula de identidad N°


3258011 SCZ. y Mercedez Cortez Mercado con cédula de identidad N° 2844009 SCZ.,

todos ellos con domicilio procesal, sito en Avenida Cristo Redentor N° 110, acera

Universidad NUR.

• María Elena Ibañez de Arce con cédula de identidad N° 1593686 SCZ., con

domicilio procesal, sito en Avenida Uruguay N° 274, primer piso, Oficina N° 4 Otrosí 5°:

En calidad de medida cautelar y mientras se sustancia la presente acción, a los fines de evit5ra

que se consume la violación denunciada consistente en la ejecución de actos que no han sido

declarados ni dispuestos en la sentencia y peor aún peticionados en la demanda principal; al

amparo del artículo 34 del Código Procesal Constitucional respetuosamente pido a sus probidades

ordenen a la Juez Público 2° en lo Civil y Comercial de la Capital, Dra. Alicia Cerezo

Sanabria, se abstenga de ejecutar cualquier acto de desalojo o conminatoria dentro del proceso

ordinario por Nulidad de venta v cancelación de Partida en Derechos Reales seguido por

CONSTANSA AIDE CORTEZ en mi contra, causa N° 437/11, con Código lanus N° 200913894.

Otrosí 6o: Hago conocer a sus Probidades que el patrocinio profesional en la presente

Acción de Amparo Constitucional será en forma indistinta por los Abogados abajo firmantes. Y en

relación a los Honorarios Profesionales, los Abogados que suscriben manifiestan que se basa en el

Arancel del Colegio de Abogados.

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