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Juriprudencia dónde se ratifica los requisitos de la demanda por prescripción adquisitiva

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. AA20-C-2021-000264

Magistrado Ponente: HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA

En el juicio por prescripción adquisitiva, incoado ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa,
con sede en la ciudad de Guanare, por la ciudadana MARÍA DOMINGA DÍAZ MENDOZA, de nacionalidad
venezolana, mayor de edad y titular de la cédula de identidad N° V-7.985.823, representada
judicialmente por los ciudadanos abogados Otoniel Pautt Andrade, Tibaire del Carmen Brizuela
Echenagucia, Anderson Francisco Alcalá Olivier, Eustorgio Enrique Alcalá Olivier, y Jharly Francisco
Rodríguez Hernández, inscritos en el I.P.S.A. bajo los Nos. 154.755, 297.737, 103.612, 181.142 y 95.059,
respectivamente, contra los ciudadanos ISILO DÍAZ BRICEÑO, TITO JOSÉ DÍAZ BRICEÑO, ROSA DEL
CARMEN DÍAZ DE YÉPEZ, SULEIMA DEL CARMEN DÍAZ DE YÉPEZ y RUFO ANTONIO DÍAZ MENDOZA, de
nacionalidad venezolanos, titulares de la cédulas de identidad Nos. V-2.547.660, V-6.641.769, V-
6.641.769, V-11.584.981, V-11.584.982 y V-6.641.762 en su orden, sin representación judicial acreditada
en autos; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito del Primero Circuito de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en la ciudad de Guanare, el día 25 de junio de
2021, dictó sentencia declarando 1) sin lugar el recurso de apelación ejercido por la parte demandante y
2) confirmando la decisión dictada por el a quo el 22 de febrero de 2021, que declarara inadmisible la
pretensión de prescripción adquisitiva que fuera presentada. No hubo condenación en costas.

Contra la mencionada providencia judicial de alzada, la representación judicial de la accionante, anunció


recurso extraordinario de casación, admitido mediante auto del día 4 de agosto de 2021.

En data 27 de septiembre se recibió expediente ante la Secretaría de esta Sala y, el 13 de octubre de


2021, se presentó escrito de formalización del recurso de casación. No hubo impugnación.
Por cuanto en fecha 26 de abril de 2022, tomó posesión en su cargo el Magistrado Dr. Henry José
Timaure Tapia; designado en esa misma fecha por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela, por un período constitucional de doce (12) años; se reconstituyó la Sala de Casación Civil, de
la manera siguiente: Presidente, Magistrado Dr. Henry José Timaure Tapia; Vicepresidente, Magistrado
Dr. José Luis Gutiérrez Parra; Magistrada Dra. Carmen Eneida Alves Navas.

En fecha 19 de mayo de 2022, se reasignó la ponencia al Magistrado Dr. Henry José Timaure Tapia, en su
carácter de Magistrado Presidente de esta Sala.

Siendo la oportunidad para decidir, se pasa a dictar sentencia bajo la ponencia del Magistrado que con
tal carácter la suscribe, en los siguientes términos:

-I-

Conforme a lo señalado en fallos de esta Sala de Casación Civil, Nros. RC-254, expediente N° 2017-072, y
RC-255, expediente N° 2017-675, de fecha 29 de mayo de 2018; reiterados en sentencias Nros. RC-156,
expediente N° 2018-272, del 21 de mayo de 2019, y RC-432, expediente N° 2018-651 y RC-433,
expediente N° 2019-012, de fecha 22 de octubre de 2019, y nuevamente ratificado en decisiones Nros.
RC-152, expediente N° 2019-507, de fecha 24 de septiembre de 2020, RC-483, expediente N° 2021-028,
de fecha 30 de septiembre de 2021, y RC-133, expediente N° 2018-348, de fecha 16 de marzo de 2022,
entre muchas otros decisiones de esta Sala, y en aplicación de lo estatuido en decisión N° RC-510,
expediente N° 2017-124, del 28 de julio de 2017 y sentencia de la Sala Constitucional de este Tribunal
Supremo de Justicia, N° 362, expediente N° 2017-1129, del 11 de mayo de 2018, CON EFECTOS EX NUNC
y ERGA OMNES, A PARTIR DE SU PUBLICACIÓN, esta Sala FIJÓ SU DOCTRINA SOBRE LAS NUEVAS
REGULACIONES EN EL PROCESO DE CASACIÓN CIVIL VENEZOLANO, dado que se declaró conforme a
derecho la desaplicación por control difuso constitucional de los artículos 320, 322 y 522 del Código de
Procedimiento Civil, y la nulidad del artículo 323 eiusdem, y por ende también quedó en desuso el
artículo 210 ibídem, y en conformidad con lo previsto en el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, QUE EN SU NUEVA REDACCIÓN SEÑALA: “…En su sentencia del recurso de casación, la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, se pronunciará sobre las infracciones denunciadas,
PUDIENDO EXTENDERSE AL FONDO DE LA CONTROVERSIA Y PONERLE FIN AL LITIGIO…”, y dado, QUE SE
ELIMINÓ LA FIGURA DEL REENVÍO EN EL PROCESO DE CASACIÓN CIVIL, como regla, y lo dejó sólo de
forma excepcional cuando sea necesaria LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA, esta Sala pasa de dictar sentencia
en atención a dicha reforma judicial incorporada al proceso de casación civil, en los términos siguientes:
-II-

PUNTO PREVIO

CUESTIÓN DE DERECHO CON INFLUENCIA DECISIVA SOBRE EL MÉRITO O CUESTIÓN JURÍDICA PREVIA

Se hace necesario antes que nada, referir lo que esta Sala ha establecido de manera pacífica y reiterada,
en relación a la carga que tiene el formalizante de atacar en forma previa o en primer término a
cualquier otro particular del juicio, la cuestión de derecho con influencia decisiva sobre el mérito o
cuestión jurídica previa, en la cual se fundamente una sentencia, tal como ocurre en este caso con la
decisión recurrida, donde la alzada declaró la inadmisibilidad de la demanda, señalando entre otras
cosas lo siguiente:

“…En fecha 09 DE (sic) MARZO (sic) de 2021, fue recibida el presente expediente, por el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa donde declara, INADMISIBLE la pretensión por
PRESCRIPCION ADQUISITIVA, incoada por la ciudadana MARIA (sic) DOMINGA DIAZ (sic) MENDOZA,
contra los ciudadanos: ISILO DIAZ (sic) BRICEÑO, TITO JOSE DIAZ (sic) MENDOZA, ROSA DEL CARMEN
DIAZ (sic) DE YEPEZ (sic), SULEIMA DEL CARMEN DIAZ (sic) DE YEPEZ (sic) Y (sic) RUFO ANTONIO DIAZ
(sic) DE YEPEZ.

En este orden de ideas la ciudadana: MARIA DOMINGA DIAZ MENDOZA, anteriormente identificada,
asistida en este acto por el Profesional (sic) del Derecho (sic) ciudadano: JHARLY FRANCISCO RODRIGUEZ
HERNANDEZ, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 95.059, interpone una acción en la pretensión por
PRESCRIPCION ADQUISITIVA. En cumplimiento con lo establecido EN EL ARTICULO 691 DEL CODIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL.

Manifiesta la actora que el documento de propiedad del inmueble autenticado, que se ha presentado en
el libelo de la demanda, nunca fue registrado por ningunos de los que podrían estar interesado[s] en el
bien inmueble. lo que ahora se le imposibilita a mi (sic) como parte actora en este juicio, registrarlo y
dicho registro depende de manera institucional de la SINDICATURA MUNICIPAL DEL MUNICIPIO
MONSEÑOR JOSE VICENTE DE UNDA, DEL ESTADO PORTUGUESA, y otras instituciones anexa, para que
se pueda cumplir con el articulo (sic) 691 del CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL VENEZOLANO.

Considerando que los artículos 690 y 691 del citado Código Civil Venezolano Vigente (sic), lo siguiente:
'Articulo 690. Cuando se pretenda la declaración de propiedad por prescripción adquisitiva según la ley.
o la declaración de cualquier otro derecho real susceptible de prescripción adquisitiva, el interesado
presentará demanda en forma ante el Juez de Primera Instancia en lo Civil del lugar de situación del
inmueble, la cual se sustanciará y resolverá con arreglo a lo dispuesto en el presente Capitulo' (resaltado
del Tribunal). 'Articulo 691. La demanda deberá proponerse contra todas aquellas personas que
aparezcan en la respectiva Oficina de Registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real
sobre el inmueble. Con la demanda deberá presentarse una certificación del Registrador en la cual
conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas, y copia certificada del título respectivo'
(resaltado del Tribunal). De las normas transcritas ut supra se desprende que las mismas están referidas
a los requisitos que deben cumplirse para proponer una demanda de prescripción adquisitiva, pues en
este tipo de juicio, la parte actora debe dirigir su acción contra todas aquellas personas que sean
propietarias del inmueble objeto de prescripción, o que tengan algún derecho real sobre el mismo; por
lo que tienen la obligación de acompañar una Certificación del Registrador Público en la cual conste el
nombre, apellido y domicilio de tales personas, y una copia certificada del título respectivo, aunado a
ello la demanda debe reunir los requisitos establecidos en el artículo 340 de la Ley procesal civil vigente,
en el caso que ocupa la atención del Tribunal se desprende que dichos requisitos no fueron cumplidos
por el demandante. Ahora bien, la doctrina construida por nuestro Máximo Tribunal, ha establecido que
el ejercicio de la acción se encuentra condicionada por ciertas y determinadas circunstancias, cuya
ausencia pueden determinar la inadmisión de la reclamación intentada por el demandante, así lo dejó
sentado en sentencia N° 776 de fecha 18-05-2001 emanada en Sala Constitucional, en la cual se
instituyó: 'La acción está sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos de existencia y validez, que al
constatarse su incumplimiento, la hacen rechazable. Algunos de ellos los señala la ley, mientras que
otros provienen de los principios generales del derecho. En sentido general, la acción es inadmisible:

1) Cuando la ley expresamente la prohíbe, tal como lo prevé el artículo 346, ordinal 11° del Código de
Procedimiento Civil.

2) Cuando la ley expresamente exige determinadas causales para su ejercicio. Y éstas no se alegan
(articulo 346 ordinal 11° ya señalado).

3) Cuando la acción no cumple con los requisitos de existencia o validez que la ley o los principios
generales del derecho procesal le exigen. Ante estos incumplimientos, la acción debe ser rechazada. Ello
sucede, por ejemplo, cuando en el demandante o en el demandado no existe interés procesal. y por
tanto, no hay necesidad de acudir a la vía judicial, para que mediante la sentencia se reconozca un
derecho: o para evitar un daño injusto, personal o colectivo; o cuando la decisión judicial no puede
variar la situación jurídica que tenían las partes antes del proceso…

...Consecuencia de lo anterior, es que quien demanda (reconociendo la Sala que el escrito de demanda
es una vía para ejercer el derecho de acción, pero que con ella no se confunde), utilizando el proceso
para un fin diferente al que se administre justicia, carece de acción...

... Tratándose la acción de un presupuesto procesal para acceder a la jurisdicción, su falta o su


inadmisibilidad puede ser declarada en cualquier estado y grado del proceso, inclusive en casación...'.
(negrillas [sic] y subrayado del Tribunal).

En el caso sub examine nos encontramos en presencia del tercero de los supuestos de• inadmisibilidad
de la acción, es decir, por la prohibición de admitir la acción propuesta toda vez que no satisface los
requisitos exigidos por la legislación y los principios generales del derecho procesal, lo cual hace ab initio
y sin ningún género de dudas, hace inadmisible la acción impetrada. En razón a que de la minuciosa
revisión efectuada al presente libelo, se observó que no se acompañó el mencionado libelo
documentación alguna, como es el caso de la certificación emitida por el Registrador correspondiente,
donde se puedan verificar la propiedad del inmueble.

Por lo que dilucidado entonces que la presente acción es inadmisible en virtud de las reflexiones
explanadas con antelación, lo ajustado a derecho es que este Sentenciador, en aplicación de la doctrina
sentada por nuestro Máximo Tribunal, que permite pronunciar la declaratoria de inadmisión de la acción
en cualquier estado y grado de la causa, por su carácter de eminente orden público, declare de igual
forma la inadmisibilidad de esta demanda, y así se establecerá de forma expresa, positiva y precisa en el
dispositivo del presente fallo, así se decide.

DISPOSITIVA

(...) PRIMERO: SIN LUGAR la apelación interpuesta por la ciudadana MARIA (sic) DOMINGA DIAZ (sic)
MENDOZA…contra la decisión de fecha veintidós de febrero de 2021 (22-02-2021), proferida por el
Tribunal Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial Civil del Estado Portuguesa.
SEGUNDO: Se CONFIRMA la sentencia proferida por el Tribunal Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y del Transito del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial Civil del Estado Portuguesa, en
fecha veintidós de febrero de 2021 (22-02-2021), que declaró INADMISIBLE LA PRETENSIÓN DE
PRESCRIPCION ADQUISITIVA, incoada por la ciudadana MARIA (sic) DOMINGA DIAZ (sic) MENDOZA…

TERCERO: No hay condena en costas….”.

Al efecto, en torno a la existencia de una cuestión de derecho con influencia decisiva sobre el mérito o
cuestión jurídica previa, en la cual se fundamenta la sentencia, esta Sala en su fallo N° RC-235, de fecha
10 de mayo de 2018, expediente N° 2017-406, caso: Virgilio Vieira Felipe contra Agregados y
Premezclado La Ceiba C.A.; que ratifica lo establecido en sentencia N° RC-504, de fecha 17 de
septiembre de 2009, expediente N° 2007-900, caso: Chee Sam Chang contra Manuel Lorenzo Benítez
González y otra, que refiere a decisión Nº RC-306, de fecha 23 de mayo de 2008, expediente Nº 2007-
904, caso: Representaciones Valeri Fashion F., C.A., contra las sociedades mercantiles Administradora
Alegría, C.A. y Centro Importador Abanico, C.A., que ratifica el fallo Nº RC-824, de fecha 9 de diciembre
de 2008, expediente Nº 2008-095, caso: La Rinconada C.A., contra los ciudadanos Gladys Gubaira de
Matos y otros, estableció lo siguiente:

“…Ahora bien, sobre la cuestión jurídica previa en la sentencia de mérito, la Sala ha establecido de
forma reiterada, entre otras, en sentencia de fecha 25 de mayo de 2000, Caso: Rose Marie Convit de
Bastardo y otros c/ Inversiones Valle Grato C.A. que:

‘(…) cuando el Juez resuelve una cuestión de derecho con influencia decisiva sobre el mérito del
proceso, debe el recurrente, en primer término, atacarla en sus fundamentos esenciales, pues si los
hechos invocados y la norma jurídica que le sirve de sustento legal no existen o ésta fue mal aplicada, o
por el contrario, tienen otros efectos procesales distintos a los establecidos en la Alzada, o en el caso,
por el Tribunal de Reenvío, el recurrente está obligado a combatirlos previamente; y si tiene éxito en
esta parte del recurso, podrá, en consecuencia, combatir el mérito mismo de la cuestión principal
debatida en el proceso…’.
En igual sentido, este Alto Tribunal estableció en decisión de fecha 24 de septiembre de 2003, Caso:
Construcciones y Mantenimiento S Y P C.A., c/ Rasacaven S.A., que:

‘(…) el formalizante omitió impugnar, a través de su denuncia de actividad, la cuestión jurídica previa
establecida por la recurrida… Sobre la carga del formalizante de atacar la cuestión jurídica previa
establecida, la Sala de Casación Civil ha señalado lo siguiente: ‘…Como previamente fue establecido, en
el caso bajo estudio, el Juez de la recurrida se basó en una cuestión jurídica previa para declarar sin lugar
la demanda…´, que de conformidad con la doctrina de esta Sala ha debido ser atacado en forma previa
por el formalizante ya sea bajo el amparo de denuncias por defectos de forma o por defectos de
fondo…’.(Mayúsculas y cursivas del texto).

Es claro, pues, que el recurrente ha debido combatir el pronunciamiento del Juez Superior…”.
(Destacado de la Sala).

En consecuencia, dado que el juez basó su decisión, en una cuestión de derecho con influencia decisiva
sobre el mérito o cuestión jurídica previa, al considerar inadmisible la demanda, y en razón, que esta
tiene fuerza suficiente para descartar cualquier otro pronunciamiento sobre los alegatos y pruebas
vinculadas al fondo o mérito de la controversia; esta Sala por consiguiente conocerá de las denuncias
contenidas en el escrito de formalización, si el recurrente ataca con prioridad, dicho pronunciamiento
previo de derecho. Así se establece.-

-III-

DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN

DENUNCIAS POR DEFECTO DE ACTIVIDAD


ÚNICA DENUNCIA

Con fundamento en el artículo 313 ordinal 1º del Código de Procedimiento Civil, se denuncia la
infracción de los artículos 11, 14 y 20 eiusdem.

Alega textualmente el formalizante lo siguiente:

“…Es evidente, Ciudadanos (sic) Magistrados (sic), que tanto el Juez (sic) de Primera (sic) Instancia (sic)
como el de alzada, habiendo observado la existencia de hechos contradictorios en el libelo de la
demanda, omitieron dictar de oficio alguna providencia en resguardo del orden (sic) Público (sic)
Constitucional (sic) para garantizarle a nuestra representada su derecho de acceso a la justicia, y con tal
proceder incorrecto y no ajustado a derecho tanto el uno como el otro conocedor del derecho (sic)
principalmente el Juez (sic) de la Recurrida (sic) que estaba obligado por ley procesal (artículos 206
C.P:C.) a corregir las faltas de Aquo (sic), incurrió en un vicio de actividad, al violar por falta de aplicación
las normas adjetivas contenidas en los artículos 11, 14 y 20 del Código de Procedimiento Civil, cuyos
respectivos contenidos doy por reproducidos.

Al respecto, la Sala de Casación de la antigua Corte Suprema de Justicia, estableció:

…omissis…

De las actas procesales que conforman el expediente judicial de marras, bien observa que el juez de la
Causa (sic) como director del proceso que es, incumplió con la obligación de proceder de oficio que le
impone la Ley (sic) procesal, toda vez que omitió totalmente emitir un auto de despacho saneador con
vista al principio favorable de acceso a la jurisdicción, a fin de que fueran aclarados y corregidos los
puntos dudosos o los defectos del libelo de la demanda, antes de emitir su declaratoria de
inadmisibilidad, para así evitar el consecuente perjuicio de causar indefensión y menoscabo del derecho
a la defensa a nuestra representada. Tan solo después de cumplir el Tribunal (sic) con dicho proceder de
oficio y frente a la NO subsanación por parte de la demandante, es que se podía declarar la
inadmisibilidad de la demanda de autos, la cual en modo alguno resultaba INADMISIBLE, porque la
misma, a pesar de sus posibles defectos de redacción, cubre los requisitos previstos en el artículo 341
del Código de procedimiento Civil, e incluso los requisitos establecidos en el artículo 691 eiusdem, aun
cuando la Demandante (sic) no acompaño (sic) adjunto su libelo la certificación del registrador en la cual
conste el nombre, apellido y domicilio de la persona que parece como propietaria del inmueble objeto
del litigio, pero está claramente demostrado -porque a todas luces se verifica en el expediente- que
nuestra representada acompaño (sic) con el libelo de su demanda el titulo (sic) respectivo del
mencionado inmueble, marcado con la letra 'H'…siendo que el mismo por parte del Juez (sic) de la
Recurrida (sic), tampoco fue valorado como instrumento indispensable a los efectos de establecer la
cualidad pasiva de los demandados, plenamente identificados en autos.

Cabe destacar que este proceder negativo jurisdiccional del A (sic) quo en no dictar de oficio un
despacho saneador en caso de haber verificado la existencia de hechos (o motivos) contradictorios en el
caso liberal o que la demanda por prescripción adquisitiva no reúne alguno o ninguno de los requisitos
exigidos para su interposición por la falta de la certificación registral, ha debido de ser corregido por el
Juez (sic) de la Recurrida en la apelación propuesta, en aras de de mantener a nuestra representada en
la vigencia de su derecho de acceso a la justicia y en procura de la estabilidad del juicio de autos, y al no
hacer así lo conducente como director del proceso, incurrió en un vicio procesal que afecta el Orden (sic)
Público (sic), el cual es propio de ser delatado mediante una denuncia por vicio de actividad procesal,
concretamente a través de una denuncia por indefensión o menoscabo del derecho a la defensa, por
falta de aplicación de las tres normas adjetivas anteriormente preindicadas (Artículos [sic] 11, 14 y 20
del C.P.C.). En primer término, se verifica la falta de aplicación del artículo 11 eiusdem, cuando el Juez
(sic) de la Recurrida (sic) en resguardo del orden público constitucional, no anuló la sentencia apelada
del Aquo (sic) para ordenarle que emitiera un despacho saneador por los supuestos hechos
contradictorios en el libelo de la demanda o por la falta de la respectiva certificación del Registrador que
alude el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil. Si bien es cierto, Ciudadanos (sic) Magistrados
(sic), que dicha Certificación (sic) registral no se acompañó al escrito liberal, porque la misma no existe
ya que el propietario objeto del inmueble objeto del litigio nunca hizo la correspondiente
protocolización, no es menos cierto que si se acompañó al libelo de la demanda por prescripción
adquisitiva, marcado con la letra 'H', que cursa del folio ____ al folio ___ el título respectivo que acredita
la propiedad del citado inmueble, perteneciente a la comunidad hereditaria DIAZ(sic)-MENDOZA, cuya
prescripción adquisitiva se pretende, siendo los demandados: el ciudadano ISILIO DÍAZ BRICEÑO y los
hermanos de nuestra representadas (sic) (TITO JOSÉ DÍAZ MENDOZA, ROSA DEL CARMEN, (sic) DÍAZ DE
YÉPEZ, SULEIMA DEL CARMEN DÍAS DE YÉPEZ y RUFO ANTONIO DÍAZ MENDOZA, claramente
identificados en el expediente judicial. En segundo término, se evidencia la falta de aplicación del
artículo 14 iusdem (sic), porque tanto el Juez (sic) A (sic) quo como el A (sic) quem, en sus respectivas
funciones como director del proceso, no ordenaron de oficio corregir las faltas del libelo de la demanda
en aras de garantizar el derecho de acceso al a justicia nuestra representada, y a consecuencia de esa
actuación negativa, incumplieron ambos su deber de impulsar de oficio el proceso hasta su conclusión,
generando así indefensión o menoscabo del derecho a la defensa a la parte (sic) demandante (sic), y en
tercer término, existe con claridad meridiana la falta de aplicación del artículo 20 del Código de
procedimiento Civil, porque tanto el Juez (sic) A (sic) quo como el Aquem (sic) en sus respectivas
decisiones , aplicaron con preferencia la norma preconstitucional contenida en el artículo 691 del C.P.C.
y no la norma constitucional que le garantiza a toda persona su derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia.

En tal sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia N° 1.666, de fecha
18-06-2003, Caso (sic): V. Duno, ha establecido:

…omissis…

Con base en el criterio jurisprudencial ut supra, es preciso además alegar que en la Recurrida (sic) se
evidencia quebrantamiento del orden constitucional, porque tanto el Juez (sic) Aquo (sic) como el de
Alzada (sic9 no aplicaron con preferencia las normas constitucionales de nuestro ordenamiento jurídico
para proferir sus respectivas decisiones, y con ese proceder judicial, se infringió por falta de aplicación,
el artículo 20 del código de procedimiento Civil. En efecto, el ordenamiento jurídico venezolano
reconoce expresamente 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela el derecho de
toda persona –sin discriminación alguna- acceder a los órganos de administración de justicia para hacer
valer sus derechos e intereses. En plena armonía con el contenido y alcance de ésta norma
constitucional, la cual se debe aplicar con preferencia en cualquier tipo de juicio, la Sala de Casación
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia N° 155, de fecha 27-03-2007, ha establecido:

…omissis…

Así, ha establecido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que si se limita a las partes la
posibilidad de ejercer las facultades previstas en la ley, se vulnera la garantía de la tutela judicial
efectiva. En efecto, dicha Sala estableció que '…el artículo 26 de la Constitución establece el derecho de
todo ciudadano de acceso a los órganos de justicia.'

A la luz de los criterios jurisprudenciales supra transcritos, concluimos en denunciar que el Juez (sic) de
la Recurrida 8sic) incurrió en vicio de actividad procesal –por falta de aplicación de los artículos 11, 14 y
20 del Código de procedimiento Civil- al no haber interpretado la institución jurídica de la prescripción
adquisitiva en armonía con los principios y postulados contenidos en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y por aplicar con preferencia la norma contenida en el artículo 691 del Código
de procedimiento Civil, en menoscabo del derecho a la defensa que asiste a nuestra representada, y así
solicitaos sea declarado, a fin de que sea casada la sentencia objeto del presente Recurso de
Casación…”.

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante procede a realizar una delación por supuesto quebrantamiento de formas sustanciales
del proceso, argumentando la existencia de violación de principios constitucionales de expectativa
plausible, confianza legítima, seguridad jurídica y estabilidad de criterio, vulnerándose el derecho a la
defensa, al haberse negado el acceso a la justicia de la demandante por declararse inadmisible la
demanda de prescripción adquisitiva que presentara.

Señala el recurrente en su denuncia que el juzgador de la recurrida no aplicó el artículo 26 de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que consagra el principio de acceso a la justicia
de toda persona, aplicando preferentemente el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil,
impidiéndose así el acceso a la justicia de la accionante, puesto que no se ordenó un despacho
saneador, indicando las falla del libelo, a fin de que fuera subsanado el mismo o explicado con mayor
detalle. Al efecto, se violentaron según su entender los artículos 11, 14 y 20 eiusdem.

En este contexto, se hace necesario transcribir la recurrida, la cual estableció:

“…En fecha 09 DE (sic) MARZO (sic) de 2021, fue recibida el presente expediente, por el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa donde declara, INADMISIBLE la pretensión por
PRESCRIPCION ADQUISITIVA, incoada por la ciudadana MARIA (sic) DOMINGA DIAZ (sic) MENDOZA,
contra los ciudadanos: ISILO DIAZ (sic) BRICEÑO, TITO JOSE DIAZ (sic) MENDOZA, ROSA DEL CARMEN
DIAZ (sic) DE YEPEZ (sic), SULEIMA DEL CARMEN DIAZ (sic) DE YEPEZ (sic) Y (sic) RUFO ANTONIO DIAZ
(sic) DE YEPEZ.

En este orden de ideas la ciudadana: MARÍA DOMINGA DÍAZ MENDOZA, anteriormente identificada,
asistida en este acto por el Profesional (sic) del Derecho (sic) ciudadano: JHARLY FRANCISCO RODRÍGUEZ
HERNÁNDEZ, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 95.059, interpone una acción en la pretensión por
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. En cumplimiento con lo establecido EN EL ARTÍCULO 691 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL.

Manifiesta la actora que el documento de propiedad del inmueble autenticado, que se ha presentado en
el libelo de la demanda, nunca fue registrado por ningunos de los que podrían estar interesado[s] en el
bien inmueble. lo que ahora se le imposibilita a mi (sic) como parte actora en este juicio, registrarlo y
dicho registro depende de manera institucional de la SINDICATURA MUNICIPAL DEL MUNICIPIO
MONSEÑOR JOSÉ VICENTE DE UNDA, DEL ESTADO PORTUGUESA, y otras instituciones anexa, para que
se pueda cumplir con el articulo (sic) 691 del CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL VENEZOLANO.

Considerando que los artículos 690 y 691 del citado Código Civil Venezolano Vigente (sic), lo siguiente:
'Articulo 690. Cuando se pretenda la declaración de propiedad por prescripción adquisitiva según la ley.
o la declaración de cualquier otro derecho real susceptible de prescripción adquisitiva, el interesado
presentará demanda en forma ante el Juez de Primera Instancia en lo Civil del lugar de situación del
inmueble, la cual se sustanciará y resolverá con arreglo a lo dispuesto en el presente Capitulo' (resaltado
del Tribunal). 'Articulo 691. La demanda deberá proponerse contra todas aquellas personas que
aparezcan en la respectiva Oficina de Registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real
sobre el inmueble. Con la demanda deberá presentarse una certificación del Registrador en la cual
conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas, y copia certificada del título respectivo'
(resaltado del Tribunal). De las normas transcritas ut supra se desprende que las mismas están referidas
a los requisitos que deben cumplirse para proponer una demanda de prescripción adquisitiva, pues en
este tipo de juicio, la parte actora debe dirigir su acción contra todas aquellas personas que sean
propietarias del inmueble objeto de prescripción, o que tengan algún derecho real sobre el mismo; por
lo que tienen la obligación de acompañar una Certificación del Registrador Público en la cual conste el
nombre, apellido y domicilio de tales personas, y una copia certificada del título respectivo, aunado a
ello la demanda debe reunir los requisitos establecidos en el artículo 340 de la Ley procesal civil vigente,
en el caso que ocupa la atención del Tribunal se desprende que dichos requisitos no fueron cumplidos
por el demandante. Ahora bien, la doctrina construida por nuestro Máximo Tribunal, ha establecido que
el ejercicio de la acción se encuentra condicionada por ciertas y determinadas circunstancias, cuya
ausencia pueden determinar la inadmisión de la reclamación intentada por el demandante, así lo dejó
sentado en sentencia N° 776 de fecha 18-05-2001 emanada en Sala Constitucional, en la cual se
instituyó: 'La acción está sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos de existencia y validez, que al
constatarse su incumplimiento, la hacen rechazable. Algunos de ellos los señala la ley, mientras que
otros provienen de los principios generales del derecho. En sentido general, la acción es inadmisible:

1) Cuando la ley expresamente la prohíbe, tal como lo prevé el artículo 346, ordinal 11° del Código de
Procedimiento Civil.
2) Cuando la ley expresamente exige determinadas causales para su ejercicio. Y éstas no se alegan
(articulo 346 ordinal 11° ya señalado).

3) Cuando la acción no cumple con los requisitos de existencia o validez que la ley o los principios
generales del derecho procesal le exigen. Ante estos incumplimientos, la acción debe ser rechazada. Ello
sucede, por ejemplo, cuando en el demandante o en el demandado no existe interés procesal. y por
tanto, no hay necesidad de acudir a la vía judicial, para que mediante la sentencia se reconozca un
derecho: o para evitar un daño injusto, personal o colectivo; o cuando la decisión judicial no puede
variar la situación jurídica que tenían las partes antes del proceso…

...Consecuencia de lo anterior, es que quien demanda (reconociendo la Sala que el escrito de demanda
es una vía para ejercer el derecho de acción, pero que con ella no se confunde), utilizando el proceso
para un fin diferente al que se administre justicia, carece de acción...

... Tratándose la acción de un presupuesto procesal para acceder a la jurisdicción, su falta o su


inadmisibilidad puede ser declarada en cualquier estado y grado del proceso, inclusive en casación...'.
(negrillas [sic] y subrayado del Tribunal).

En el caso sub examine nos encontramos en presencia del tercero de los supuestos de• inadmisibilidad
de la acción, es decir, por la prohibición de admitir la acción propuesta toda vez que no satisface los
requisitos exigidos por la legislación y los principios generales del derecho procesal, lo cual hace ab initio
y sin ningún género de dudas, hace inadmisible la acción impetrada. En razón a que de la minuciosa
revisión efectuada al presente libelo, se observó que no se acompañó el mencionado libelo
documentación alguna, como es el caso de la certificación emitida por el Registrador correspondiente,
donde se puedan verificar la propiedad del inmueble.

Por lo que dilucidado entonces que la presente acción es inadmisible en virtud de las reflexiones
explanadas con antelación, lo ajustado a derecho es que este Sentenciador, en aplicación de la doctrina
sentada por nuestro Máximo Tribunal, que permite pronunciar la declaratoria de inadmisión de la acción
en cualquier estado y grado de la causa, por su carácter de eminente orden público, declare de igual
forma la inadmisibilidad de esta demanda, y así se establecerá de forma expresa, positiva y precisa en el
dispositivo del presente fallo, así se decide…”.
La sentencia parcialmente transcrita, declara inadmisible la demanda de prescripción adquisitiva al
considerar que la demandante no consignó anexo al libelo de demanda la certificación expedida por el
registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de las personas que aparezcan en la
respectiva oficina como propietarios o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble objeto de la
pretensión, tal como lo contempla el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil.

La recurrida indica en su sentencia que efectivamente no cursaba en las actuaciones certificación de


registro expedida por la autoridad respectiva, razón por la cual no se cumplían las exigencias del artículo
691 del Código de Procedimiento Civil, por lo que había de declararse inadmisible la demanda.

El Código de Procedimiento dispone en sus artículos 690 al 696 el juicio declarativo de prescripción,
determinándose en el artículo 691 eiusdem los requisitos de la demanda de prescripción adquisitiva.

Dicha norma exige que la demanda deba proponerse contra todas aquellas personas que aparezcan en
la respectiva oficina de registro como propietarias o titulares de cualquier derecho, por lo que el
accionante deberá presentar con el libelo “...una certificación del Registrador en la cual conste el
nombre, apellido y domicilio de tales personas...”.

Este requisito resguarda que el proceso se instaurará con la participación de los sujetos interesados, no
creando equívocos, conjuntamente con dicha certificación ha de presentarse copia certificada del título
respectivo, siendo ambos documentos a tenor del artículo 691 del Código de Procedimiento Civil,
indispensables a efectos de establecer la cualidad pasiva de los demandados e integrar el litisconsorcio
pasivo necesario de ser el caso, entre todas aquellas personas, naturales o jurídicas, que aparezcan
como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble que se pretende la
prescripción adquisitiva.

También la Sala ha establecido que en este tipo de juicio, que los instrumentos exigidos en el artículo
691 del Código de Procedimiento Civil, no son potestativos de la parte accionante, sino un deber, un
requisito sine qua non para el trámite de la demanda.
La individualización de las personas contra quienes se pretende iniciar un juicio declarativo de
prescripción, se hace necesaria para respetar las garantías del debido proceso, establecido en el artículo
49 de la Constitución de la República de Venezuela, especialmente el derecho a la defensa, consagrado
en su numeral 1, evitando así la construcción de un proceso a su espalda, respetándose también lo
estatuido en el artículo 15 del Código de Procedimiento Civil.

Al respecto, esta Sala en su sentencia RC-504, de fecha 10 de septiembre de 2003, Exp. N° 2002-828,
caso: Rogelio Granados Barajas contra María Inés Chacón Osorio, determinó entre otras cosas,
entendiéndose los documentos requeridos en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, como
“…factor procesal indispensable, a los efectos de la determinación de la cualidad pasiva, no cabe duda
que deben consignarse con el libelo, para así dar cumplimiento con lo exigido por los artículos 340
ordinal 6° y 434 del Código de Procedimiento Civil…”.

A mayor abundancia de criterio jurisprudencial, en la sentencia RC-494, del 19 de julio de 2017, esta
Sala, señaló entre otras cosas que en la certificación de registro “…debe aparecer el nombre y apellido
de los propietarios o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble, además deberá indicarse el
domicilio de éstos…”.

Cónsono con lo anterior, esta Sala, en fallo N° RC-638, de fecha 27 de octubre de 2016, expediente N°
2016-330, caso: Abdelhak Hermail Zhur contra Salous Sudqi Abe y otros, estableció:

“…De modo que en relación con el cumplimiento de los extremos del artículo 691 del Código de
Procedimiento Civil, referidos a los documentos fundamentales que deben acompañar las demandas por
prescripción adquisitiva, esta Sala ha sostenido de forma reiterada la obligatoriedad de que sean
consignados los documentos indicados de forma conjunta so pena de inadmisibilidad, e igualmente, se
ha pronunciado sobre la diferencia de la certificación de gravámenes y la certificación a que hace
referencia la mencionada disposición, destacando que si bien es cierto que la primera de las
mencionadas es un documento público que debe ser emitido por el registrador, no es el mismo exigido
por el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, ya que en la certificación ordenada por esta norma
debe constar el nombre, apellido y domicilio de las personas propietarias o titulares de cualquier
derecho real sobre el inmueble objeto de la pretensión, ya que en los juicios de prescripción adquisitiva
la demanda debe proponerse contra las mismas…”. (Destacado de la Sala).
Ahora bien, de las jurisprudencias antes transcritas, tenemos que el artículo 691 del Código de
Procedimiento Civil, establece que la demanda por prescripción adquisitiva deberá proponerse contra
todas aquellas personas que aparezcan en la respectiva oficina de registro como propietarias o titulares
de cualquier derecho real sobre el inmueble; exigiéndose además conjuntamente la presentación de
una certificación del registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas, así
como acompañar a la demanda copia certificada del título respectivo.

Establecido lo anterior, y en relación con el cumplimiento de los extremos exigidos por el artículo 691
del Código de Procedimiento Civil, esta Sala ha sostenido la obligatoriedad de que sean consignados los
documentos indicados de forma conjunta so pena de inadmisibilidad para poder intentar las demandas
por prescripción adquisitiva, como se refleja en fallo de fecha 16 de noviembre de 2018, expediente N°
2016-768, caso: Ana Isabel Pérez de Ramírez contra Luisa Rebeca Sánchez Bello y otros, donde se
señaló: .

“…Así, las Sala mediante sentencia Nro. 504, de fecha 10 de septiembre de 2003, caso: Rogelio Granados
Barajas contra María Inés Chacón Osorio; reiterada -entre otras- en sentencia Nro. 591, de fecha 22 de
septiembre de 2008, caso: Serafina Teresa Parilli Oropeza contra Juan Francisco Pérez, estableció lo que
sigue:

“…Entre los artículos 690 y 696 del Código de Procedimiento Civil, se encuentra contemplado el juicio
declarativo de prescripción, entre ellos se encuentra el 691, referido a los requisitos de la demanda de
prescripción adquisitiva o usucapión, y el mismo dispone:
…omissis…

En la exposición de motivos del Código la comisión redactora del Código de Procedimiento Civil, al
referirse a esta norma señaló:

´Se exige que la demanda se interponga contra todas aquellas personas que aparezcan como
propietarias o titulares de cualquier otro derecho real sobre el respectivo inmueble; y que se acompañe
con el libelo una certificación del Registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de tales
personas. Este requisito garantiza por sí mismo que el juicio será entablado con la intervención de todos
los sujetos interesados`.

De una revisión de las actas del expediente, la Sala evidencia, que la parte demandada-reconviniente no
acompañó a su escrito de reconvención, ni la certificación del Registrador en la cual conste el nombre,
apellido y domicilio de las personas que aparecen como propietarias o titulares de cualquier derecho
real sobre el inmueble objeto de litigio, ni la copia certificada del título respectivo.

Ambos documentos, por indicación expresa del artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, son
instrumentos indispensables a los efectos de establecer la cualidad pasiva de los demandados e integrar
el litisconsorcio pasivo necesario, entre todas aquellas personas, naturales o jurídicas, que aparezcan
como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble. Desde este punto de vista, no
cabe duda que cuando el Legislador estableció en el artículo 691 eiusdem que el demandante deberá
presentar los referidos instrumentos, no es potestativo, sino un verdadero requisito procesal a los
efectos del trámite posterior de la demanda. (Subrayado por la Sala)

La pretensión procesal, no sólo está conformada por los alegatos de hecho y derecho, y su objeto.
También la integran los sujetos, activos y pasivos entre quienes se debate el juicio.

El juez de instancia, debe ser estricto en la exigencia del cumplimiento del requisito impuesto por el
Legislador al demandante en prescripción adquisitiva, establecido en los artículo 691 y 692 del Código
de Procedimiento Civil para que de esta forma quede garantizada la participación en el juicio de todas
aquellas personas que integraron el negocio jurídico o que ostentan algún derecho real sobre el
inmueble en litigio.

Todos estos requisitos, se deben verificar a los efectos de que no se construya la cosa juzgada a espaldas
de las partes interesadas, y en obsequio al derecho de defensa de ellas.

Entendiéndose así, estos documentos como factor procesal indispensable, a los efectos de la
determinación de la cualidad pasiva, no cabe duda que deben consignarse con el libelo, para así dar
cumplimiento con lo exigido por los artículos 340 ordinal 6° y 434 del Código de Procedimiento Civil, los
cuales disponen lo siguiente:
…omissis…

De igual forma, la Sala en sentencia Nro. 567, de fecha 23 de julio de 2007, caso: Antonina Sampieri
Malandrino contra Oscar Enrique Romero Andrade, estableció:

“…En el presente caso las normas denunciadas regulan la actividad procesal de las partes, cuyo
cumplimiento se hace necesario a los fines de garantizar el debido proceso, razón por la cual la Sala
estima oportuno señalar que en el juicio declarativo de prescripción, el artículo 691 del Código de
Procedimiento Civil impone al demandante la obligación de proponer la demanda contra ´…todas
aquellas personas que aparezcan en la respectiva Oficina de Registro como propietarias o titulares de
cualquier derecho real sobre el inmueble`, ya que ellos pasarán a ser codemandados principales, siendo
obligación exclusiva del demandante presentar la certificación del registrador con los datos de las
personas que posean derechos reales sobre el inmueble…”. (Negrillas y subrayado de la Sala).

De acuerdo a los criterios jurisprudenciales antes citados, los jueces de instancia deben declarar
inadmisible la demanda de prescripción adquisitiva, al percatarse que no se cumple con los requisitos
exigidos en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, pues éstos requisitos son de suma
importancia a los efectos de que no se construya la cosa juzgada a espaldas de las partes interesadas,
para de esta manera velar por el derecho a la defensa de ellas; siendo dicha obligación exclusiva del
demandante, la cual no puede suplir de oficio el juez de la causa dada la especialidad del procedimiento
Asimismo, resulta pertinente para la Sala destacar el criterio reiterado en cuanto a la utilidad de la
certificación expedida por el Registrador, establecida en el referido artículo 691, con el que se pretende
la demostración del tracto sucesivo o principio de Consecutividad como un requisito de admisión de la
demanda en el juicio de usucapión o prescripción adquisitiva; por cuanto es necesario que esté
demostrado fehacientemente a quien corresponde la titularidad de la propiedad que se pretende
prescribir, de modo de tener claridad del legítimo o legítimos propietarios o titulares de cualquier
derecho real sobre el inmueble.

Así las cosas, mal podría considerar esta Sala que la certificación expedida por el registrador como
requisito de admisión en las demandas por prescripción adquisitiva es inútil –como lo alega el
recurrente-, pues la misma resulta necesaria a los efectos de establecer la cualidad pasiva de los
demandados e integrar el litisconsorcio pasivo necesario, entre todas aquellas personas, naturales o
jurídicas, que aparezcan como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble que
se pretende usucapir; de esa manera evitar que se dicte sentencia a espaldas de éstas y evitar la
vulneración de sus derechos a la defensa y al debido proceso.

Por las razones expuestas, esta Sala al no observar en el fallo recurrido que la jueza de alzada aplicará
erróneamente el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, la presente denuncia por errónea
interpretación se desestima…”.

En conformidad al criterio jurisprudencial antes referido, los jueces de instancia deben declarar
inadmisible la demanda de prescripción adquisitiva, al percatarse que no se cumple con los requisitos
exigidos en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, pues éstos requisitos son de suma
importancia a los efectos de que no se construya la cosa juzgada a espaldas de las partes interesadas,
para de esta manera velar por el derecho a la defensa de ellas; siendo dicha obligación exclusiva del
demandante, la cual no puede suplir de oficio el juez de la causa dada la especialidad del procedimiento.
En tal sentido la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia N° 245, de
fecha 11 de marzo de 2015, expediente N° 2014-1228, al respecto de los requisitos exigidos con la
interposición de las demandas de prescripción adquisitiva, ratificó la doctrina y jurisprudencia de esta
Sala de Casación Civil, señalando al respecto lo siguiente:

“...es pertinente traer a colación el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, el cual prevé:

'La demanda deberá proponerse contra todas aquellas personas que aparezcan en la respectiva Oficina
de Registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble. Con la demanda
deberá presentarse una certificación del Registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de
tales personas y copia certificada del título respectivo.' (Resaltado de la Sala).

De acuerdo con la norma supra transcrita constituyen requisitos concurrentes e indispensables al


momento de presentar la referida demanda, la consignación de la Certificación del Registrador y la copia
certificada del título respectivo; ello con la finalidad de establecer con certeza sobre quién recae la
cualidad pasiva para ser demandado e integrar así debidamente el litisconsorcio pasivo necesario entre
todas aquellas personas, naturales o jurídicas, que aparezcan como titulares de la propiedad o de
cualquier otro derecho real sobre el inmueble, de manera que mal puede la parte actora pretender
sustituir tales requisitos, aduciendo que del resto de las instrumentales que fueron consignadas se
pueden inferir los datos que éstos contienen.

En tal sentido, resulta oportuno destacar la distinción que en anteriores oportunidades ha hecho la Sala
de Casación Civil de este máximo Tribunal entre la Certificación del Registrador y la certificación de
gravamen, presentada al efecto por el demandante. Al respecto, en decisión N° 219, de fecha 9 de mayo
de 2013, caso: Alicia Josefina Rodríguez González contra Milagros del Valle Lamten Rodríguez, estableció
lo siguiente:

'…En este orden de ideas, con respecto a que la certificación expedida por el registrador que exige el
artículo 691 del Código de procedimiento Civil debe presentarse en conjunto con el libelo de demanda
esta Sala en sentencia N° RC-564, del 22 de octubre de 2009, Exp. N° 2009-279, caso: Jesús Ferrer contra
Herederos Desconocidos de Celina Pinedo Méndez de Ghio y Otra, estableció lo siguiente:

‘…Al respecto, el artículo 690 del Código de Procedimiento Civil, prevé que cuando se pretenda la
declaración de propiedad por prescripción adquisitiva o la declaración de cualquier otro derecho real
susceptible de prescripción adquisitiva, el interesado presentará demanda ante el Juez de Primera
Instancia en lo Civil del lugar de situación del inmueble, la cual se sustanciará y resolverá con arreglo a lo
dispuesto en el presente Capítulo.

Por su parte, el artículo 691 eiusdem, establece que la demanda deberá proponerse contra todas
aquellas personas que aparezcan en la respectiva oficina de registro como propietarias o titulares de
cualquier derecho real sobre el inmueble. Además, exige que (sic) con la demanda la presentación de
una certificación del registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio de tales personas, la
cual, no debe confundirse con la certificación de gravámenes, asimismo, se exige acompañar a la
demanda copia certificada del título respectivo…’ (Destacado de la Sala).

Por lo cual, al verificar el juez de alzada, que el demandante no cumplió con los requisitos exigidos por la
ley para incoar la acción, este se encontraba en la obligación de declarar inadmisible la demanda de
prescripción adquisitiva.

…omissis…

De igual forma se observa, que la recurrida se basó en la doctrina de esta Sala que establece, que: ‘…
Existe, dos tipos de documentos fundamentales; aquellos de los cuales se deriva inmediatamente la
acción (artículo 340, numeral 6° del Código de Procedimiento Civil), como la letra de cambio, el cheque o
la hipoteca; y aquellos que lo son por disposición de la ley, de los cuales los documentos referidos como
de obligatoria presentación con el libelo en la pretensión de prescripción adquisitiva son un ejemplo
(artículo 691 eiusdem)…’.

Así las cosas, el juez de alzada dejó claro que en el juicio por prescripción adquisitiva los documentos
fundamentales son los que establece el artículo 691 del Código de procedimiento (sic) Civil, los cuales no
pueden confundirse con aquellos instrumentos que la ley califica como fundamentales de la pretensión.
(Artículo 340 ordinal 6°).

…omissis…

Esta Sala observa, que si bien es cierto no está en discusión que la certificación de gravámenes es un
documento público al ser expedida por un Registrador, no es menos cierto que el juez de alzada
estableció que dicha certificación no es la que exige el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil en
la cual conste el nombre, apellido y domicilio de las personas que aparezcan en la respectiva oficina
como propietarios o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble objeto de la pretensión.

En el mismo orden de ideas, la Sala ha dejado establecido que en los juicios de prescripción adquisitiva
la demanda debe proponerse contra todas aquellas personas que aparezcan en la respectiva oficina de
registro como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble, '…Además, exige (sic)
que con la demanda la presentación de una certificación del registrador en la cual conste el nombre,
apellido y domicilio de tales personas, la cual, no debe confundirse con la certificación de gravámenes,
asimismo, se exige acompañar a la demanda copia certificada del título respectivo…” (Vid. Fallo N° RC
RC-564, del 22 de octubre de 2009, caso: Jesús Ferrer contra Herederos Desconocidos de Celina Pinedo
Méndez de Ghio y Otra)…'. (Resaltado del texto).

En atención al criterio jurisprudencial supra transcrito, aplicable al caso de autos, observa esta Sala que
la sentencia dictada el 7 de noviembre de 2014 por la Sala de Casación Civil sometida a su consideración,
al dictar la decisión objeto de la presente solicitud de revisión, actuó conforme a derecho, pues acató la
doctrina establecida por dicha Sala sobre prescripción adquisitiva y lo dispuesto en la norma adjetiva…”.

Ahora bien, se hace importante destacar que el recurrente en su formalización exige que se debió dictar
un despacho saneador con la finalidad de dar oportunidad a corregir la demanda presentada,
indicándose que esta inactividad conllevó a que no se aplicaran los artículos 11, 14 y 20 del Código de
procedimiento Civil, al aplicarse con preferencia el artículo 691 eiusdem.

Al efecto, sobre la última norma señalada, se dejó asentado el criterio de esta Sala de Casación Civil, así
como el de la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, anteriormente detalladas,
haciendo- estéril seguir ahondando sobre la misma.

En el contexto que nos ocupa, se ha de aclarar que el despacho saneador se encuentra indicado en el
artículo 641 del Código de Procedimiento Civil, norma adjetiva que forma parte del procedimiento
especial por intimación, siendo por tanto una figura exclusiva y excluyente de dicho procedimiento.

Así se tiene entonces, que una vez que el juez a fin de admitir o no la demanda por prescripción
adquisitiva, haya estudiado el libelo y los documentos consignados por el mismo, al hacerse palpable
que uno no se acompañó el escrito en cuestión con los documentos exigidos por la ley, la consecuencia
inmediata es que dicha acción no sea admitida, no teniendo el juzgador ninguna otra alternativa.

De los criterios jurisprudenciales transcritos, se ha de constatar que las normas procesales del juicio
declarativo de prescripción, consagrado en el Código de Procedimiento Civil, existentes antes de la
vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, no coliden con la Carta
Magna, por lo que no se ha hecho necesario la aplicación del control difuso, para desaplicarlo.

De igual, pareciera que el recurrente, pretende que el ad quem actuara contra legem, al dictar un acto
procesal no previsto en el ordenamiento jurídico para ese procedimiento especial, deseando además la
desaplicación por control difuso de un artículo del Código de Procedimiento Civil abundantemente
interpretado, no existiendo los motivos para que el juez de la recurrida actuara bajo los parámetros
extraordinarios del artículo 11 eiusdem.

Con base a todo lo precedentemente expuesto, al verificar el juez de la recurrida, que la demandante no
cumplió con los requisitos exigidos por la ley para incoar la acción, se encontraba en la obligación de
declarar inadmisible la demanda de prescripción adquisitiva, tal cual como lo hizo, lo que hace se
deseche la denuncia en cuestión. Así se declara.-

-IV-

DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN

DENUNCIAS POR INFRACCIÓN DE LEY

ÚNICA DENUNCIA

Con fundamento en el artículo 313 ordinal 2º del Código de Procedimiento Civil, se denuncia la
infracción del artículo 691 eiusdem, por errónea interpretación
Alega textualmente el formalizante lo siguiente:

“…En la demanda de autos, nuestra representada, asistida por el abogado…interpuso demanda por
prescripción adquisitiva, en cuyo petitorio, solicita: 1) que se declare la titularidad de la prescripción
adquisitiva. 2) que se declare que ha estado por el término de 35 años en posesión legítima del
inmueble plenamente identificado, perteneciente a la SUCESIÓN DÍAZ MENDOZA, y 3) que se le
reconozca y proteja el derecho subjetivo que provoca las llamadas acciones declarativas, siendo la
misma declarada INADMISIBLE por el Tribunal (sic) de Primera (sic) Instancia (sic) y, luego confirmada
por el Tribunal (sic) de Alzada (sic), ambos tribunales, sustentaron su respectiva decisión en la
interpretación y aplicación de la norma contenida en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil,
cuyo respectivo contenido damos aquí por reproducido.

Si bien es cierto que ésta norma adjetiva, es la aplicable al caso en razón de la especialidad del
procedimiento en el juicio por prescripción adquisitiva, no es menos cierto que el Juez (sic) de la
Recurrida (sic) yerra en la determinación del verdadero sentido de la misma cuando no valoró en su
decisión como título de propiedad del inmueble objeto del litigio, el documento autenticado pro el
JUZGADO EJECUTOR DE MEDIDAS DEL MUNICIPIO MONSEÑOR JOSE (sic) VICENTE DE NDA DEL ESTADO
PORTUGUESA cuando ejercía funciones notariales, siendo éste un documento público, suscrito por un
Juez (sic) de la República (sic), con el cual se demuestra fehacientemente el derecho de propiedad y
sucesoral de los demandados de autos. La norma en cuestión no solo exige una certificación del
registrador en la cual conste el nombre, apellido y domicilio del propietario o propietarios, sino también
una 'copia certificada del título respectivo', tal como se lee en dicho precepto legal. Nuestra
representada cumplió con el deber de acompañar con el libelo la copia certificada del título respectivo,
marcado con la letra 'H' para así ver admitida su demanda, pero tanto el Juez (sic) A(sic) quo como el
Aquem (sic) no valoraron dicho documento público, aun cuando está suscrito por un juez (sic) de la
República (sic), y ésta falta de valoración de ese elemento indispensable para la admisión de la demanda
por prescripción adquisitiva, es –a nuestro humilde juicio jurídico- una consecuencia directa de la
interpretación errónea del artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, pues el Legislador (sic) patrio
no solo estableció la exigencia de la certificación del Registrador para acreditar la titularidad de la
propiedad, sino también la 'copia certificada del título respectivo', el cual puede estar o no
protocolizado en el correspondiente Registro (sic) Público (sic), dependiendo del caso. En el caso de
autos, se aportó un documento público, marcado con la letra 'H', el cual, aun cuando nunca fue
registrado, sin duda, satisface el supuesto previsto en la referida norma adjetiva. Sin embargo, este
instrumento que da fe pública y certeza sobre quien recae la cualidad pasiva, no fue debidamente
valorado por ninguno de los jueces de instancia a consecuencia de su respectiva interpretación del
artículo 691 iusdem (sic), y así solicitamos sea declarado…”.

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante procede a realizar una delación por infracción de ley, señalando que el juez ad quem
hace una errónea interpretación del artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, al no valorar el
documento identificado con la letra “H”, referente a copia certificada del título del propiedad del bien
objeto del presente proceso, declarándose la inadmisibilidad de la demandada, obviando la existencia
de dicha prueba, que es exigido por la señalada norma jurídica.

La Sala de Casación Civil, ha venido sosteniendo que el error de interpretación se consuma cuando no se
le da a la norma su verdadero sentido, haciendo derivar de ella consecuencias que no concuerdan con
su contenido. (Vid. sentencias 290, del 5-6-2017. Exp. 2017-419, 375, del 1-8-2018. Exp. 2018-071, entre
otras).

De igual manera se ha pronunciado esta Sala con respecto al vicio de silencio de pruebas, el cual se
patentiza en aquellos casos en los que el juez incumple su deber de realizar el consabido e
impretermitible análisis sobre una o varias pruebas consignadas en autos, debidamente admitidas y
evacuadas dentro de su oportunidad legal, ya sea, porque ni siquiera las menciona o cuando referida su
existencia, no expresa su mérito.

Al respecto cabe señalar, que el vicio de silencio de pruebas se patentiza en aquellos casos en los que el
juez incumple su deber de realizar el consabido e impretermitible análisis sobre una o varias pruebas
consignadas en autos, debidamente admitidas y evacuadas dentro de su oportunidad legal, ya sea,
porque ni siquiera las menciona o cuando referida su existencia, no expresa su mérito.

Con respecto a la errónea interpretación del artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, el mismo
exige que con la demanda ha de presentar una certificación del registrador en la cual conste el nombre,
apellido y domicilio de todas aquellas personas que aparezcan ante la respetiva Oficina de Registro
como propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble que se la declaración de
prescripción adquisitiva y también debe presentar copia certificada del título respectivo.

Al efecto, se da por reproducida la motivación que se hiciera en la anterior denuncia relativa a dicha
norma legal, ratificando que esta Sala ha sostenido la obligatoriedad de que sean consignados los
documentos indicados de forma conjunta so pena de inadmisibilidad para poder intentar las demandas
por prescripción adquisitiva, es decir, deben presentarse junto la demanda la certificación del
registrador y copia certificada del título, el legislador no crea disyuntiva a elegir, sino que determina que
son ambos documentos necesarios para la procedibilidad del procedimiento por prescripción
adquisitiva, a la falta de uno de ellos, la consecuencia jurídica es la inadmisibilidad de la demanda

Al efecto, cuando el juez de la recurrida procede a no admitir porque verifica que no fue consignado la
certificación del registrador, se hace estéril que procediera a verificar si se contaba con el otro
instrumento documental requerido por ley, a saber, la copia certificada del título, puesto que deben
coexistir para que se considere lleno ese extremo legal, lo cual no suscitó en la causa que nos ocupa.

En razón de lo anterior, esta Sala desecha la presente denuncia. Así se declara.

Por último, esta Sala extremando sus funciones jurisdiccionales con el sólo fin de cumplir con una tutela
judicial eficaz, conforme al principio constitucional contenido en el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y después de revisado el fallo impugnado determina, que no se
encuentra falta alguna que amerite el uso de la facultad excepcional de casar de oficio la decisión
recurrida, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil. Así se
decide. (Cfr. Fallos números RC-534, de fecha 21 de noviembre de 2011, expediente N° 2011-241; RC-
470, de fecha 2 de julio de 2012, expediente N° 2012-098; RC-557, de fecha 25 de septiembre de 2013,
expediente N° 2013-190; RC-430, de fecha 9 de julio de 2014, expediente N° 2014-091; RC-356, de fecha
14 de junio de 2016, expediente N° 2015-616; RC-445, de fecha 3 de julio de 2017, expediente N° 2016-
980; RC-597, de fecha 4 de diciembre de 2018, expediente N° 2017-308; RC-307, de fecha 6 de agosto de
2019, expediente N°2017-611; RC-071, de fecha 30 de julio de 2020, expediente N° 2018-291; RC-280,
de fecha 8 de diciembre de 2020, expediente N° 2017-118; RC-091, de fecha 28 de abril de 2021,
expediente N° 2020-171; RC-462, de fecha 17 de septiembre de 2021, expediente N° 2020-195; RC-643,
de fecha 18 de noviembre de 2021, expediente N° 2018-306; y RC-644, de fecha 18 de noviembre de
2021, expediente N° 2018-397, entre muchos otros).
En consecuencia, y en virtud de todos los razonamientos anteriormente expuestos, esta Sala de
Casación Civil declara sin lugar el recurso extraordinario de casación ejercido por la demandante
recurrente. Así se decide.

DECISIÓN

Por los motivos antes expuestos, este Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de
la ley, declara: SIN LUGAR el recurso extraordinario de casación propuesto por la demandante, contra la
decisión del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito del Primero Circuito de la
Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con sede en la ciudad de Guanare, el día 25 de junio de
2021.

Se CONDENA EN COSTAS del recurso extraordinario de casación a la demandante recurrente, de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil,


Mercantil y del Tránsito del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, con
sede en la ciudad de Guanare. Particípese la presente decisión al órgano jurisdiccional superior de
origen antes mencionado; todo de conformidad con lo establecido en el artículo 326 del Código de
Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación
Civil en Caracas, a los dieciocho (18) días del mes de octubre de dos mil veintidós. Años: 212º de la
Independencia y 163º de la Federación.

Presidente de la Sala y Ponente,

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HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA

Vicepresidente,
____________________________

JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ PARRA

Magistrada,

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CARMEN ENEIDA ALVES NAVAS


Secretaria,

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VICTORIA DE LOS ÁNGELES VALLÉS BASANTA

Exp. AA20-C-2021-000264

Nota: Publicada en su fecha, a las


Secretaria,

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