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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. 2020-000105
Magistrado Ponente: FRANCISCO RAMÓN VELÁZQUEZ ESTÉVEZ

En el juicio por desalojo intentado ante el Tribunal Cuarto de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil, y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Aragua, por las ciudadanas NELLY ELI ANA RODRÍGUEZ DE
AVELEDO y CARMEN ELIS A RODRÍGUEZ DE TORRES , representadas
judicialmente por las abogadas Mercedes Elena Martínez Clavelly y Meleira
Isabel Fortis Díaz, inscritas en el Instituto de Previsión Social del Abogado
bajo los Nros. 167.923 y 234 .834, respectivamente, contra la sociedad
mercantil BODEGÓN BICENTENARIO, C. A. , representada por los abogados
Egberto J. Rivas O., Carlos Cuba Díaz, Carlos Jorge Yguaro Martínez, Lucindo
A. Pérez C., Piera M. Quintero Vargas y Ricardo Egberto Rivas Ravenn,
inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los Nros. 20.621,
34.844, 86.719, 101.507, 184.645 y 211.750, en el mismo orden; el Tribunal
Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Aragua, conociendo en apelación, dictó
sentencia en fecha 16 de septiembre de 2019, mediante la cual declaró: Sin
lugar el recurso de apelación interpuesto por la apoderado judicial de la parte
demandada; confirmó la decisión dictada por el a-quo, parcialmente con lugar
la demanda; y, la entrega material del bien inmueble. No hubo condenatoria en
costas.
Contra la precitada decisión de alzada, en fecha 13 de enero de 2020, la
representación judicial de la parte demandada anunció recurso extraordinar io
de casación.
El 5 de febrero de 2021, en reunión de Sala Plena se designó la nueva
Junta Directiva de este Tribunal Supremo de Justicia, así como la
recomposición de la Sala.
Admitido el recurso de casación, fue oportunamente formalizado; hubo
impugnación.
Concluida la sustanciación respectiva, le correspondió la ponencia al
Magistrado FRANCISCO RAMÓN VELÁZQUEZ ESTÉVEZ , quien con tal
carácter suscribe el presente fallo y en consecuencia pasa a decidirlo en los
términos que a continuación se expresan:

DENUNCI A POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil se denuncia la infracción por parte de la recurrida de que
quebrantamiento de formas sustanciales del proceso, con infracción de los
artículos 15, 206 y 208 eiusdem, por reposición pretérita.
Aduce el formalizante:
“…I
RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD QUEBRANTAM IENTO DE
FORMA
(…) Ahora bien, tal y como se desprende del auto de admisión de la
demanda y del propio texto de la recurrida, el caso de marras fue
tramitado por el procedimiento oral establecido en el artículo 859 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, conforme a lo previsto en el
artículo 43 de la Ley (sic) que regula el arrendamiento de inmuebles para
uso comercial, lo cual constituye un quebrantamiento de las formas
sustanciales del proceso al tratarse de una demanda de desalojo de un
inmueble destinado a una actividad de alojamiento turístico, como
elemento prevaleciente, sin perjuicio de que pueda o no prestarse otros
servicios complementarios, actividad expresamente excluida del ámbito
de aplicación del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de le y de
Regularización del Arrendamiento inmobiliario para el uso Comercial, el
cual establece en su artículo 4…”.

De la transcripción ut supra, se desprende que el formalizante denuncia


que el juez de la recurrida incurrió en el vicio de quebrantamiento de formas
sustanciales del proceso, pues la demanda por desalojo ha debido declararse
inadmisible, y no haberse tramitado o sustanciado mediante el procedimiento
ordinario establecido en el Código de Procedimiento Civil, por cuanto se trata
de una demanda de desalojo de un inmueble destinado a la actividad de
alojamiento turístico y que se encuentra excluida de la aplicación del Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regularización del Arrendamiento
Inmobiliario para el uso Comercial, según su artículo 4 .
Para decidir, la Sala observa :
Ahora bien, en relación con el vicio de quebrantamiento u omisión de
las formas sustanciales que menoscaban el derecho de defensa la Sala, ha
sido firme en señalar que existe cuando por acción u omisión del juez, se
otorgan preferencias, se acuerdan facultades, medios o recursos no
establecidos por la ley o se niegan los permitidos en ella, perjudicándose de
esta forma a una de las partes. Igualmente, se considera quebrantado el
mencionado derecho, en general cuand o el juez niega o cercena a las partes
los medios legales con que pueden hacer valer sus derechos, rompiendo así el
equilibrio procesal en perjuicio de uno de los litigantes. (Ver sentencia N° 736,
de fecha 10 de diciembre de 2009, caso: Toyama Maquinarias , S.A., contra
Apca Mantenimiento y Servicios,C.A.).
Por su parte, el artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, consagra
de forma expresa el derecho de defensa, el cual constituye una garantía
constitucional inviolable en todo estado y grado del proce so, tal como se
encuentra preceptuado en el ordinal 1° del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, lo cual se traduce en la posibilidad de
ejercer los recursos o medios procesales establecidos en la ley, así como, la
posibilidad de cuestionar, contradecir, impugnar y probar los alegatos
realizados o efectuados por la contraparte; teniendo los jueces, en
consecuencia la obligación de garantizar el correcto desenvolvimiento del
proceso en conformidad con la ley y en igualdad d e condiciones, así como el
deber de otorgarle a ambas partes, los mismos términos, lapsos y recursos
procesales, siempre que por disposición de la ley o la naturaleza del acto no
resultare contrario a la misma, conforme lo prevé el artículo 204 del Código de
Procedimiento Civil. (Vid. sentencia RC -000812, del 11 de diciembre de 2015,
expediente N° 15 -120, caso: Galería Publicitaria Plaza Las Américas, C.A.,
contra Condominio del Centro Comercial Plaza Las Américas y otros, C.A.).
Ahora bien, el formalizante denuncia que hubo quebrantamiento de
formas procesales, puesto que al tratarse de un desalojo de un inmueble
destinado a una actividad de alojamiento turístico debió haberse excluido de la
aplicación del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regular ización
del Arrendamiento inmobiliario para el Uso Comercial.
Ante tal planteamiento, se estima necesario dejar sentado lo expuesto
por el juez, en la sentencia recurrida:
“…De la inadmisibilidad de la demanda : esta alzada considera pertinente
señalar que las causales indicadas en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil como causales de inadmisibilidad de la demanda son
que sea contraria al orden público, a las buenas costumbre y a alguna
disposición expresa de ley; y de la revisión del contenido de la pretensión
esta alzada verifica que la misma no se encuentra incursa en causal
alguna de inadmisibilidad, pues salvo que se establezca otro requisito o
presupuesto procesal de admisión de la demanda sumado a los ya ut
supra indicados, que no es el ca so bajo análisis, es por lo que es forzoso
declarar que la presente demanda no se hace Inadmisible; Y ASÍ SE
DECIDE.
En relación al procedimiento aplicable : señala el recurrente, que el
inmueble objeto de la presente causa consta de habitaciones de alquile r
turístico por su ubicación y tal como quedó establecido en el contrato en
las cláusulas primera y segunda; es menester para esta juzgadora
analizar el objeto del contrato de arrendamiento que dio origen a la
relación obligatoria arrendaticia, de cuyo con tenido se extrae en la
cláusula contractual cuarta, que el uso del inmueble era destinado al
uso comercial de todos los espacio, locales y de las habitaciones
para alquiler por día, cuya prestación lleva consigo una actividad
comercial; circunstancia esta que quedó demostrada en inspección
judicial realizada por el tribunal a quo en el que el inmueble principal
del arrendamiento lo representa el local comercial de expendio de
productos ut retro señalados y como accesorio las habitaciones con
fines turísticas no siendo estas el objeto principal y determinante del
contrato de arrendamiento cuyo objeto en la primacía de la realidad es
de estricto carácter comercial complementario del inmueble comercial
principal; por lo que el trámite procesal requerido para es te caso bajo
estudio es el regulado por la Ley de alquileres de locales comerciales; Y
ASÍ SE DECIDE…” (Subrayado y negrilla de la Sala).
De la precedente transcripción se evidencia, que el juez de la recurrida,
en su decisión señaló que a través de la inspección judicial realizada por el
tribunal a quo, quedó demostrado que el inmueble principal del arrendamiento
lo representa el local comercial de expendio de productos y como accesorio
las habitaciones con fines turísticas no siendo estas el objeto princi pal y
determinante del contrato de arrendamiento.
Al respecto, para mayor abundamiento, la Sala considera necesario
transcribir la cláusula cuarta del contrato de arrendamiento:
“…CUARTA: “LA ARRENDATARI A”, se obliga a destinar los espacios,
locales y habitaciones del inmueble arrendado únicamente para un
establecimiento comercial dedicado a lo relacionado con la compra,
venta, comercialización, distribución de charcutería, víveres, frutería y
licores nacionales e importados en envases sellados, así como ta mbién
para la explotación del ramo de alquiler por días a familias las diferentes
habitaciones amobladas con todo el mobiliario y enseres domésticos
propiedad también de las “ ARRENDADORAS ”…”.

En atención con lo arriba transcrito, se aprecia de la Cláusula Cuarta del


contrato de arrendamiento, que el inmueble objeto de discusión, no está
destinado únicamente al alquiler o actividad de alojamiento turístico, sino que
está constituido principalmente por espacios y locales comerciales
“…relacionado con la compra, venta, comercialización, distribución de
charcutería, víveres, frutería y licores nacionales e importados…” , es decir, no
están individualizado tratándose solo de alquiler de habitaciones, sino por
locales comerciales.
Con base en los razonamientos expresados, la Sala considera que la
sentencia recurrida no se encuentra incursa en el vicio denunciado de
quebrantamiento de formas sustanciales del proceso. En consecuencia, la
denuncia se declara improcedente. Así se establece.

DENUNCI AS POR INFRACCIÓN DE LEY


-I-

De conformidad con lo establecido en el artículo 313 ordinal 2° del


Código de Procedimiento Civil, se le atribuye a la recurrida la infracción de los
artículos 506 eiusdem, y 1.354 del Código Civil por errónea interpretación.
En tal sentido, el formalizante alegó, lo siguiente:
“…II
RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY
ERRÓNE A INTERPRETACIÓN
Ahora bien, en el sub iudice estamos en presencia de un procedimiento
que inicio (sic) con demanda de desalojo con fundamento en la causal
contemplada en la Letra (sic) “c” de la Ley de Regularización del
Arrendamiento inmobiliario para el uso comercial, específicamente en:
“Que el arrendatario haya ocasionado al inmueble deterioros mayores que
los provenientes del uso normal” (…), siendo que la parte actora solicita
el desalojo, invocando en su libelo de demanda que el estado de
precariedad en el que se encuentra el inmueble es imputable a mi
representada.
Siendo así, una correcta aplicación de normas generales de la carga de
la prueba para demostrar que el arrendatario le ha ocasionado al
inmueble deterioros mayores a los provenientes del uso normal del
inmueble es de la incumbencia de la parte demandante, por lo que,
resulta ilógico e inconcebible entonces bajo todo punto de vista
establecer que, a mi representada en su condición de arrendataria tiene
la carga de probar que no ocasionó al inmueble daños mayores a los
causados por el uso normal del mismo, tomando en cuenta que en la
contestación de la demanda no se esgrimieron plante amientos
modificativos, impeditivos o extintivos de la pretensión, sino por el
contrario solo se hizo referencia a los medios probatorios idóneos para
demostrar que los deterioros denunciados sí pudieron haber sido
ocasionados por hechos imputables a mi re presentada, pues lejos de lo
afirmado por la juez de alzada, la inspección judicial no constituye por sí
solo medio de prueba idóneo para determinar si el supuesto deterioro fue
causado por negligencia de mi patrocinada, o si por el contrario tal
deterioro es el resultado del uso normal del inmueble debido a las
características de ubicación, materiales y tiempo de construcción, siendo
necesaria la opinión de expertos con conocimientos técnicos en la
materia…”.

Aduce el formalizante que, el juez de la recu rrida incurrió en el vicio de


errónea interpretación los artículos 506 eiusdem, y 1.354 del Código Civil ,
aduce que mal podría la recurrida pretender invertir la carga de la prueba,
exigiéndole a la demandada alguna prueba que demostrara que los daños
causados al inmueble fueron ocasionados con el transcurso del tiempo o por el
tipo de construcción.
Para decidir, la Sala observa :
Respecto al vicio denunciado, tenemos que el vicio de error de
interpretación de una norma jurídica, ocurre cuando el ju ez desnaturaliza su
sentido y desconoce su significado, en cuyo supuesto, el juzgador, aun
conociendo la existencia y validez de la norma apropiada al caso, yerra en su
alcance general y abstracto, derivándose de ella, consecuencias que no
concuerdan con su contenido, siendo dicha transgresión transcendental en el
dispositivo del fallo. (Vid, entre otras, sentencia N° 799 de fecha 16 de
diciembre de 2009, caso: W illiams López Carrión, contra Avior Airlines, C.A.).
Ahora bien, el formalizante señala en su de nuncia que la recurrida
interpretó erróneamente los artículos denunciados al concluir que debía probar
un hecho que no alegó.
Ahora bien, el artículo 506 del Código de Procedimiento Civil,
denunciada como infringida por errónea interpretación, dispone lo s iguiente:
“…Las partes tienen la carga de probar sus respectivas
afirmaciones de hecho. Quien pida la ejecución de una
obligación debe probarla, y quien pretenda que ha sido libertado
de ella, debe por su parte probar el pago o el hecho extintivo de
la obligación.
Los hechos notorios no son objeto de prueba...”.
El artículo 506 eiusdem supra transcrito, orienta la dinámica de la carga
de la prueba en el proceso, es decir, reglamenta la actividad de las partes en
cuanto a quién le corresponde asumir las consecuencias negativas de la falta
de prueba en juicio. (SCC sentencia N° 306 de fecha 3 de junio de 2015).
Al respecto, el artículo 1.354 del Código Civil, denunciado igualmente
por error de interpretación , establece:
“…Quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y
quien pretenda que ha sido libertado de ella debe por su parte
probar el pago o el hecho de que ha producido la extinción de su
obligación…”.

El artículo 1.354 eiusdem, al igual que la normativa contenida e n el


artículo 506 del Código de Procedimiento Civil, establece a quién corresponde
proporcionar la prueba de los hechos en que se fundamente la acción o la
excepción, por lo que, corresponde al demandante probar los hechos
constitutivos, y se traslada la c arga de la prueba al demandado con relación a
los hechos extintivos, modificativos e impeditivos. (SCC Sentencia N° 814 de
fecha 21 de noviembre de 2016).
Por su parte, al momento de dictar decisión la recurrida estableció que:
“…Ahora bien, como quiera q ue el demandante alega la causal de
desalojo contemplada en la letra “c” y la letra “i” del artículo 40 de la Ley
de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial que
establece como causal de desalojo que el arrendatario “c”. Que el
arrendatario haya ocasionado al inmueble deterioros mayores que los
provenientes del uso normal, o efectuado reformas no autorizadas por el
arrendador; “i”. Que el arrendatario incumpliera cualquiera de las
obligaciones que le corresponden conforme a la ley, el contrato, el
documento de condominio y/o las normas dictadas por el “Comité
Paritario de Administración de Condominio” y como quiera que el
demandante sostiene que el inmueble se encuentra en gran estado de
deterioro los cuales quedaron demostrados en la inspección judicial
realizada por el tribunal a quo de cuyo contenido se extrae que el
inmueble posee evidentes señales de deterioro en la pintura, paredes,
techo, protecciones de balcón, escaleras; frente a ello el demandado no
aporto medio de prueba algu no que desvirtuara que los daños
ocasionados al inmueble debieron ser asumidos por parte del arrendador
por ser daños mayores; por lo que está incurso en la causal de desalojo
contemplada en la letra “c” del artículo 40 de la Ley de Regulación del
Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, cuyo deterioro en la
inspección judicial se verifica que son imputables al arrendatario por
negligencia en su conservación y mantenimiento, Y ASÍ DECIDE.
(…Omissis…)
Por lo que, como consecuencia de que el demandad o de autos no logró
demostrar, haber cumplido con las cláusulas contractuales pactadas, ni
haber demostrado que los daños acecidos en el inmueble de marras
deberían haber corrido por cuenta del arrendador por considerar que los
mismos superaban el monto pa ctado a ser asumidos como arrendatario,
ni haber notificado los daños mayores para que fueran cubiertos por el
arrendador, corresponde a esta juzgadora de alzada, declarar sin lugar el
presente recurso de apelación y confirmar en todas y cada una de sus
partes la decisión recurrida, Y ASÍ SE DECIDE…”. (Subrayado de la
Sala).

Ahora bien, el artículo 506 del Código Civil establece que “… Quien pida
la ejecución de una obligación debe probarla …”, se evidencia que se inició
demanda de desalojo por hab er incumplido el arrendatario con las normas de
cuidado y mantenimiento del bien inmueble, establecido en el artículo 40 de la
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial,
demostrando a través de la prueba de inspección judicial que el demandado no
cumplió con las cláusulas pactadas ocasionándole daños al mismo.
Asimismo, al establecer la recurrida que el demandado no demostró, que
los daños acaecidos en el inmueble debieron haber corrido por cuenta del
arrendador, fue porque tampoco, el arrendatario notificó de los daños mayores
que pudieron haber ocurrido en el inmueble y así endilgárselos a los
propietarios, pues de haber sido por el uso normal del inmueble ha debido
manifestarlo. Razón por la cual, no incurrió el juez de alzada en el vicio
denunciado, resultando improcedente la denuncia planteada.
-III-

Con fundamento en lo dispuesto en el ordinal 2 °, del artículo 313 del


Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo 320 eiusdem
denunció por parte de la recurrida el vicio de suposición falsa, al dar por
probado un hecho sin pruebas, lo cual condujo a la falsa aplicación del
artículo 40 de la Ley de Regularización del Arrendamiento Inmobiliario para
Uso Comerc ial.
Denuncia el formalizante, que:
“…III
INFRACCIÓN INDIRECTA DE LEY
SUPOSICIÓN FALS A
En tal sentido, mal puede el juez de la recurrida dar por probado con la
inspección judicial practicada, que el deter ioro del inmueble es imputable
a mi representada cuando para ello, toda vez que de la misma no se
constata que tales daños son productos de la conducta negligente de mi
patrocinada; por lo que debemos concluir que tanto la juez de la recurrida
como el a quo, dieron por demostrado un hecho sin el debido sustento
probatorio.
La suposición falsa cometida por la juez de alzada derivó en la falsa
aplicación del literal “C” del artículo 40 de la Ley de Regularización de
Arrendamiento Comercial en prejuicio de mi representada, pues tal y
como se ha explicado ut supra, no existe en el expediente la necesaria
prueba que conduzca a establecer que los daños que pudiera tener el
inmueble son causados por el mal uso o negligencia de mi representado o
si por el contrario constituyen el deterioro normal por el uso a lo largo del
tiempo, tomando en cuenta circunstancia de localización, tiempo y tipo de
construcción; por lo que es imposible que en el sub iudice dar por
probado el supuesto contemplado en el mencionado artículo como causal
de desalojo invocada por la parte actora.
Todo lo anterior hace evidente la influencia de este vicio en el dispositivo
del fallo, pues de no haber establecido la causal de desalojo contemplada
en el literal c del artículo 40 de la ley que regu la el arrendamiento de
inmuebles de uso comercial como probada, la juez de alzada habría
arribado forzadamente a la conclusión de que la parte actora no cumplió
con su carga de probar los hechos invocados en su demanda, declarando
con lugar la apelación in terpuesta; por lo que pedimos la presente
denuncia sea declarada con lugar y demolido el fallo impugnado…”.

El formalizante en la presente delación, expone que el juez de la


recurrida incurrió en el vicio de suposición falsa , al no existir prueba
suficiente que establezca que el deterioro del bien inmueble sea causado por
el mal uso o negligencia del demandado o que por el contrario haya sido
causado por el uso a lo largo del tiempo.

Para decidir, la Sala observa :


Ahora bien, respecto al vicio de suposición falsa, esta Sala en múltiples
sentencias entre otras la N° 490 de fecha 4 de agosto de 2016, caso:
Promociones y Construcciones Gamal, C.A., contra Cesar Eloy Flores Geraud
y otra, Exp. N° 15-796, se indicó lo siguiente:
“...El Art. 320 del C.P.C permite a la Sala extenderse al establecimiento o
valoración de los hechos que hayan efectuado los jueces de instancia, en
los siguientes casos de excepción: a) Denuncia de infracción de una
norma jurídica expresa que regule: 1) el e stablecimiento de los hechos, 2)
la valoración de los hechos, 3) el establecimiento de las pruebas; o b)
Denuncia de alguna de las tres hipótesis de suposición falsa , porque el
jue z de alzada: 1) atribuyó a instrumentos o actas del expediente
menciones que no contiene, o 2) dio por demostrado un hecho con
pruebas que no aparecen en autos, o 3) cuya inexactitud resulta de actas
e instrumentos del expediente mismo . En los cuatro primeros casos, se
trata de un error de derecho, pues lo denunciado es la infracc ión de
normas jurídicas… (…) En los tres casos restantes, relativos a la
suposición falsa, se trata de un error de hecho que conduce, por vía de
consecuencia, a un error de derecho, pues la causa directa no es la
incorrecta aplicación de una norma jurídica , sino la fijación de un
determinado hecho que resulta falso o inexacto, porque no tiene asidero
en la verdad objetiva del expediente, lo que conduce por vía de
consecuencia a la infracción, por falsa aplicación, de la norma jurídica en
que fue subsumido e l hecho positivo y concreto que resultó falso o
inexacto ...”.
De acuerdo a la doctrina antes transcrita, el falso supuesto o suposición
falsa, tiene como premisa el establecimiento por parte del juez, de un
hecho positivo y concreto que resulta falso o in exacto en relación a la
verdad objetiva del expediente, bien sea por atribuir a un acta o
documento del expediente menciones que no contiene, o por haber dado
por demostrado un hecho con pruebas que no aparecen de autos; o cuya
inexactitud resulta de actas o instrumentos del expediente mismo.
De manera que, la figura de suposición falsa, tiene que referirse
obligatoriamente a un error de hecho que conduce a un error de
derecho por parte del juez de alzada al resolver la controversia ,
quedando fuera del conc epto de suposición falsa las conclusiones del
juez con respecto a las consecuencias jurídicas del hecho, porque en tal
hipótesis se trataría de una conclusión de orden intelectual que aunque
errónea, no configuraría lo que la ley y la doctrina entienden po r
suposición falsa. (Vid. sentencia N° 187, de fecha 26 de mayo de 2010,
caso: Vicente Emilio Capriles contra Desarrollos Valle Arriba Athetic
Club, C.A., exp. 09 -532).
En el referido orden de ideas, es menester señalar que esta Sala de
manera pacífica y reiterada, ha precisado los requisitos necesarios con
los cuales debe cumplir el formalizante para una denuncia de este tipo, a
saber: a) encuadrar la denuncia en el ordinal 2° del artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, invocando al artículo 320 ei usdem; b)
indicar cuál es el hecho positivo, particular y concreto falsamente
establecido por el juez; c) especificar de cuál de las tres sub -hipótesis
previstas en el artículo 320 ibidem se trata; d) señalar el acta o
instrumento cuya lectura patentice la suposición falsa, salvo que se trate
de la sub -hipótesis de prueba inexistente; e) denunciar los preceptos o
normas jurídicas que se utilizaron o dejaron de utilizar en la recurrida,
como resultado del hecho falsamente supuesto; y f) explicar las razones
que demuestren que la suposición falsa cometida fue determinante en el
dispositivo de la sentencia… ”.

De la jurisprudencia antes transcrita se desprende que la suposición


falsa consiste en la afirmación de un hecho positivo y concreto que resulta
falso o inexacto, porque el juez atribuyó a instrumentos o actas del expediente
menciones que no contiene, o dio por demostrado un hecho con pruebas que
no aparecen en autos o cuya inexactitud resulta de actas e instrumentos del
expediente mismo.
En la recurrida el juez de alzada expresó lo siguiente:
“…Ahora bien, como quiera que el demandante alega la causal de
desalojo contemplada en la Letra “c” y la Letra “i” del Artículo 40 de la
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial
que establece como causal de desalojo que el arrendatario “c”. Que el
arrendatario haya ocasionado al inmueble deterioros mayores que los
provenientes del uso normal, o efectuado reformas no autorizadas por el
arrendador; “i”. Que el arren datario incumpliera cualquiera de las
obligaciones que le corresponden conforme a la ley, el contrato, el
documento de condominio y/o las Normas dictadas por el “Comité
Paritario de Administración de Condominio” y como quiera que el
demandante sostiene que el inmueble se encuentra en gran estado de
deterioro los cuales quedaron demostrados en la inspección judicial
realizada por el tribunal a quo de cuyo contenido se extrae que el
inmueble posee evidentes señales de deterioro en la pintura, paredes,
techo, protecciones de balcón, escaleras; frente a ello el demandado no
aporto medio de prueba alguno que desvirtuara que los daños
ocasionados al inmueble debieron ser asumidos por parte del arrendador
por ser daños mayores; por lo que está incurso en la causal de desalojo
contemplada en la letra “c” del artículo 40 de la Ley de Regulación del
Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, cuyo deterioro en la
inspección judicial se verifica que son imputables al arrendatario por
negligencia en su conservación y mantenimiento, Y ASÍ DECIDE. …”.

El formalizante alega, que no puede la recurrida dar por probado que el


deterioro del inmueble sea imputado la parte demandada con la inspección
judicial, debido a que de la misma no se detecta si tales daños fueron
ocasionados por negligencia o por el tiempo.
En tal sentido, en cuanto a la inspección judicial, el juez tiene el deber
de expresar a cabalidad los elementos de convicción que obtiene de las
pruebas, o las razones por las que no tienen eficacia probatoria. Po r lo tanto,
no cumplen ese deber cuando no examinan la totalidad de una prueba, bien
sea, porque omiten el análisis de alguno de sus elementos, o, porque lo
expresado por el juez no permite deducir cuáles son las razones por las que
se desecha un elemento de prueba. Pues, siendo que, ante la ausencia de una
regla expresa de valoración de la inspección judicial, el juez asigna su valor
probatorio, según las reglas de la sana crítica, es decir, a su propio juicio
de valor, derivado de la lógica, la ciencia y la experiencia.
Ahora bien, encontrándose que a través de la inspección judicial
siguiendo las reglas de la sana critica, el juez de alzada determinó que el
demandado no logró demostrar el cumplimiento de las cláusulas contractuales
pactadas evidenciando “señales de deterioro”, sin que los mismos fueran
notificado como daños mayores para que corrieran por cuenta del arrendador,
declarando con tal omisión, que el demandado incurrió en la letra “C” del
artículo 40 de la Ley de Regulación del Arrendamiento I nmobiliario para el Uso
Comercial . Razón por la cual, no incurrió el juez de alzada en el vicio
denunciado de suposición falsa, resultado improcedente la denuncia
planteada.
DECISIÓN

En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de


Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y
por autoridad de la ley, declara: SIN LUGAR el recurso de casación propuesto por la parte
demandada contra el fallo recurrido dictado por Tribunal Superior Segundo en lo Civil,
Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua en fecha
16 de septiembre de 2019.
Se condena en costas del recurso a la p arte demandada, de
conformidad con lo dispuesto en la ley.
Publíquese, regístrese, y remítase este expediente al Tribunal Cuarto de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Aragua . Particípese de esta remisión al juzgado superior
de origen ya mencionado, de conformidad con el artículo 326 del Código de
Procedimiento Civil.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los catorce (14) días del
mes de mayo de dos mil veintiuno. Años: 211° de la Independencia y 162° de
la Federación.
Presidente de la Sala,

_____________________________
YVÁN DARÍO BASTARDO FLORES

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