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(UFHEC)

Extensión La Romana, Rep. Dom.

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y ECONÓMICAS

ESCUELA DE DERECHO

TEMA:
ENSAYO CRITICO DE LA SENTENCIA TC 168-13 SOBRE MIGRACION

FACILITADOR
Lic. Patricio Salvador F. Rodríguez

SUSTENTANTES
Agustín Montero LR-17-30865
Eduardo de la Rosa Carpio LR-17-30554
Carlos Morla Pilier LR-17-30533
Adanally Castillo Morla LR-17-30917
Erika Margarita Rodríguez LR-17-30663
Katherine R. Cuello Novas LR-17-30488
Cris Ámbar Santana Montas LR-17-30415
Anyolina Rosario Cruz LR-17-30872
Eduardo Arias Rodríguez LR-17-30426
INTRODUCCIÓN
En el presente ensayo examinamos los fundamentos de la sentencia TC/0168/13.
El 23 de septiembre de 2013, el Tribunal Constitucional de la República Dominicana
emitió la sentencia TC/0168/13 que establece el criterio de que carecen de la
nacionalidad dominicana los hijos de indocumentados haitianos nacidos en territorio
nacional desde 1929. Para ello aplicó criterios que solo fueron constitucionalizados en
la reforma constitucional de 2010.
La sentencia del Constitucional ha sido criticada tanto por sus efectos sobre los hijos de
indocumentados como por su vulneración de principios fundamentales del Estado de
Derecho. Entre estos podemos contar la aplicación retroactiva de las normas, y la
violación de la seguridad jurídica y del derecho a la nacionalidad. Según algunos
críticos se ignoró la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH), cuya sentencia Yean y Bosico v. República Dominicana ya había tocado el
tema para los nacidos antes de 2010. De hecho, el Constitucional declaró en la sentencia
TC/0256/14 que las decisiones de la Corte IDH no obligan a la República Dominicana.
En el presente ensayo examinamos los fundamentos de la sentencia TC/0168/13.

EL miércoles 25 de septiembre de 2013, el Tribunal Constitucional dominicano (en lo


adelante TC) hizo pública la sentencia TC/0168/131. Este fallo, con fecha del 23 de
septiembre, ha marcado un antes y un después en el debate público sobre la
nacionalidad de los hijos de indocumentados haitianos nacidos en la República
Dominicana.
La sentencia tuvo su origen en la lucha judicial de Juliana Deguis por lograr la
expedición de su cédula de identidad y electoral. Sin embargo, se enmarca en el
contexto del conflicto social y político que durante décadas ha marcado la vida nacional.
La importancia de la decisión TC/0168/13 del TC tiene varias dimensiones. La más
obvia es el problema concreto de los hijos de indocumentados haitianos nacidos en la
República Dominicana. Sin embargo, en nuestra opinión, el efecto de la sentencia -y de
las que le siguieron- va más allá de esa franja poblacional y no afecta al fundamento
mismo del Estado de Derecho Constitucional en la República Dominicana.
DESARROLLO

Analizando el artículo 110 de la Constitución la ley sólo dispones se aplica para lo


porvenir no tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que esté subjudice o
cumpliendo condena en ningún caso los poderes públicos o la ley podrán ofertar la
seguridad jurídica derivada de situación establecidas conforme una legislación anterior.

Esta disposición constitucional se encuentra ausente en la sentencia ni es objeto de


interpretación para justificar la aplicación de la Constitución de 1966 vigente al
momento del nacimiento accionante en 1984 en caso he presentado judicialmente en el
2012 por lo cual la sentencia misma debió examinar el caso a la luz de la constitución
del 2010 el principio de principio de irretroactividad de las normas sólo tienen
excepción cuando favorecen a la persona y en este caso como fuente expuesto en el
acápite anterior no fue ni siquiera abordado por la sentencia.

Artículo 139 de la constitución control de la legalidad de la administración pública los


tribunales controlarán la legalidad de la actuación de la administración pública la
ciudadanía puede requerir ese control a través de los procedimientos establecidos por la
ley. la sentencia valida la práctica discriminatoria de la junta dirigida un mismo grupo
de origen nacional de su padre detrás de la resolución 12 y 1 07 y circular 1707 de
retener administrativamente lo duplicado de acta de nacimiento sin tiempo definido y
sin informar al afectado.

Además válida dicha para actica discriminatoria al ordenar a la junta central electoral el
levantamiento del registro de de 1929 de forma administrativa dejando al poder y
discreción de la junta de determinar quiénes son dominicanos puros y extranjeros
sacando del registro civil y llevándola un libro de transfería ignorándolo El afectado lo
cual viola el debido proceso de la ley y el debido proceso administrativo y la
persecución de legalidad de los actos del estado en este caso la emisión de acta de
nacimiento por el registro civil dominicano del años atrás este tipo de medida es in es
impracticable dado el mismo reconocimiento de la sentencia de la problemática
estructural del registro civil dominicano persona fallecido 85 años atrás cerrando
desapareciendo y quemando y deteriorando esté tipo de medida hace tarea hasta la
cuarta y la quinta generación es persona que no tiene ningún vínculo con nuestro vecino
Haití que han estudiado han ido a la universidades y para concluir mi análisis esta
sentencia contradice la decisión de un tribunal internacional que tiene cosa juzgada
sobre República Dominicana primero la legalidad no se transmite de padres a hijos de la
improcedencia de considerarlos definir en tránsito a persona que se encuentren en
situaciones de legalidad indocumentados por años en el país por lo cual es un vacío
normativo conforme al artículo 2 de los convenios americanos de derechos humanos.

El Tribunal Constitucional decide revisar el fondo del recurso tomando en cuenta


cuatros aspectos fundamentales que suscita el expediente, puesto que estos aspectos son
muy relevantes en la decisión que tomara el Tribunal Constitucional en el caso, pues de
ahí se determina si la acción de amparo está bien fundada esta carente de derecho, o de
formalidades, entre estos aspectos que suscita el expediente están:
1)el apoderamiento del tribunal de amparo por la accionante y la sentencia de amparo
rendida;
2)la determinación de la competencia para la reglamentación del régimen de la
nacionalidad;
3)el incumplimiento de los requisitos legales para obtener la cédula de identidad y
electoral por la recurrente;
4)y las imprevisiones legales de la política migratoria dominicana y las deficiencias
institucionales y burocráticas del Registro Civil.
La señora Juliana Deguis Pierre, el 22 de mayo 2012, apoderó de una acción de
amparo al Tribunal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Monte Plata, que fue
rechazada mediante Sentencia núm. 473-2012, de fecha 10 de julio de 2012. Con
relación al párrafo indicado anteriormente el Tribunal Constitucional entiende en vista
de los elementos que configuran el caso, la competencia legal para conocerlo
correspondía al Tribunal Contencioso Administrativo, por lo que procedería la
revocación de la sentencia de amparo y la declinatoria del caso por ante este último,
pero en vez de declinar por esa solución el Tribunal Constitucional , con la finalidad de
garantizar el principio de la economía procesal, decide conocer el fondo de la acción de
amparo.
En cuanto a la competencia para la reglamentación del régimen de la nacionalidad, en
relación con este aspecto, que ha suscitado intensas polémicas nacional e internacional,
el Tribunal Constitucional decidió considerar el problema en el ámbito del Derecho
Interno, antes de considerar la solución que aporta el Derecho Internacional Público
para no violentar la soberanía del Estado. Y conforme a la competencia para la
reglamentación de la nacionalidad en el ámbito del Derecho Internacional Público, la
Corte Internacional de Justicia (sucesora de la Corte Permanente de Justicia
Internacional), en su sentencia sobre el conocido caso Nottebohm, no sólo manifestó
que “la nacionalidad es un vínculo jurídico que tiene por base el hecho social del
arraigo, una solidaridad efectiva de existencia, de intereses, de sentimientos, junto a una
reciprocidad de derechos y deberes”; sino que decidió, además, que la nacionalidad
tiene sus más inmediatos, de mayor alcance y, para la mayoría, sus únicos efectos
dentro del sistema legal del Estado.
El incumplimiento de los requisitos legales de parte de la recurrente para la obtención
de la cédula de identidad y electoral. Tribunal Constitucional estima que la señora
Juliana Deguis Pierre no cumple con las condiciones para la expedición en su favor de
la cédula de identidad y electoral, en vista de que su acta de declaración de nacimiento
está bajo investigación (§1); además, porque la recurrente no satisface las condiciones
excepcionalmente previstas en la Constitución para la adquisición de la nacionalidad
dominicana por los hijos nacidos en el país de padres extranjeros en tránsito ( excepción
esta que también figura en otras Constituciones latinoamericanas ).

Artículo 18.- Nacionalidad. Son dominicanas y dominicanos: 1) Los hijos e hijas de


madre o padre dominicanos; 2) Quienes gocen de la nacionalidad dominicana antes de
la entrada en vigencia de esta Constitución; 3) Las personas nacidas en territorio
nacional, con excepción de los hijos e hijas de extranjeros miembros de legaciones
diplomáticas y consulares, de extranjeros que se hallen en tránsito o residan ilegalmente
en territorio dominicano…….
En este articulo existe una excepción para optar la nacionalidad en el territorio
dominicano y es que los hijos de padres extranjeros miembros de legaciones
diplomáticas y consulares, de extranjeros que se hallen en tránsito o residan ilegalmente
en el país no pueden adquirir la ciudadanía. Y en su escrito de defensa correspondiente
al recurso de revisión que ocupa al tribunal, la Junta Central Electoral funda su negativa
a expedir la referida cédula en que, siendo hija de nacionales haitianos, la señora Juliana
Deguis Pierre fue irregularmente inscrita en la Oficialía del Estado Civil de Yamasá.
Alega al respecto que los padres de la recurrente son extranjeros y “de manera ilícita e
irregular han inscrito a sus hijos en los libros de Registro del estado civil, en franca
violación del texto constitucional vigente al momento de la declaración”.

En la reforma de 1866, se introdujeron otras modalidades excepcionales de adquisición


que no podían integrarse al régimen híbrido anterior de jus sanguinis y ius soli; y la de
1872 consideró dominicanos a los hijos de padres dominicanos, así como “todos los
nacidos en el territorio, de padres extranjeros”. El régimen exclusivo de adquisición por
ius soli se mantuvo con una interpretación aún más amplia en la reforma constitucional
de 1874, así como en las de 1875, 1877, 1878 y 1879. En la revisión constitucional de
1907 se retornó al sistema híbrido del ius soli y del jus sanguinis, sin las modalidades
excepcionales de adquisición previstas en las tres Constituciones anteriores; en igual
sentido, e incluyeron disposiciones similares en la reforma de 190849. La reforma de
1924, sin embargo, estableció que serían dominicanos los nacidos en el territorio de
padres dominicanos o de extranjeros nacidos en la República y los nacidos de padres
extranjeros siempre que, a su mayor edad, estén domiciliados en la República. Similares
disposiciones constitucionales figuran en la segunda reforma de 1924, en la de 1927 y
en la primera de 1929, respecto a la naturalización, conviene señalar que el Estado
dominicano la admitió desde su nacimiento y la ha conservado hasta la Carta Magna de
201052. Actualmente, se encuentra regida por la Ley núm. 1683, de fecha dieciséis (16)
de abril de mil novecientos cuarenta y ocho (1948). Obviamente, el extranjero
transeúnte de los dos estatutos migratorios indicados, que es un pasajero que se dirige a
otro país y se encuentra brevemente de paso por el nuestro, carece de domicilio o
residencia legal en la República, al igual que el extranjero transeúnte del artículo 16 del
Código Civil, que prevé una garantía denominada fianza judicatum solvi, legalmente
exigida a los extranjeros sin domicilio o residencia legal en el país para figurar como
demandantes o intervinientes voluntarios en procesos judiciales

Sobre el acta de declaración de nacimiento de la recurrente está sometida a


investigación, en relación con el sometimiento a investigación del acta de nacimiento de
la recurrente en el apartado B, cita el artículo 46 de la ley 659, donde nos detalla los
datos tomadas precisos que se tomaran del infante, sus nombres, fecha, hora y lugar
exacto de nacimiento y sexo, adjunto con la identificación de domicilio y la información
de sus padres. En lo concerniente a los testigos, sólo se indicará su calidad de mayor de
edad. Los testigos llamados a figurar en las actas del Estado Civil deben ser mayores de
18 años, parientes o no de las partes interesadas y serán escogidos por éstas.
Lo que concierne de las páginas 34 a la 40, se enfocan principalmente en lo establecido
en la ley 659. El Oficial del Estado Civil reciba un acto, debe declarar su calidad. Si es
el juez de paz que lo recibe, enunciará que obra por ausencia o impedimento del Oficial
del Estado Civil. Dichos oficiales no podrán insertar en sus actas, ya sea por vía de
anotación o cualquier otra indicación, sino aquello que está determinado para
cada clase de acta, pero deberán requerir de los declarantes todos los datos que fueren
necesarios para la elaboración de estadísticas demográficas.

Ahora bien, cualquier persona puede pedir copias de las actas asentadas en los registros
del Estado Civil. Dichas copias se tienen por fehacientes, mientras no se declare la
falsedad de dichas actas, siempre que sus originales hayan sido redactados en los plazos
legales. Las actas de declaraciones tardías pueden ser impugnadas, cuando no se haya
usado el procedimiento correspondiente, por todos los medios de derecho y su
sinceridad será apreciada por los jueces.

En los casos de que un acto del Estado Civil deba mencionarse al margen de otro ya
instrumentado, se hace la anotación correspondiente de oficio por el Oficial del Estado
Civil depositario del archivo en el término de tres días sobre los registros que conserve.
En el registro de nacimiento se inscribirán las declaraciones de nacimiento las
declaraciones de nacimientos recibidas dentro de los plazos legales y en compuesto de
folios en blanco se inscribirán dentro de los 30 días que sigan a éste. Si en el lugar de
nacimiento no hubiere Oficialía de Estado Civil, la declaración se hará dentro de los 60
días ante el Oficial del Estado Civil que corresponda a su jurisdicción, ya sean: las
declaraciones tardías, el acta de nacimiento ocurrido durante un viaje por vía aérea, el
acta de los niños encontrados y el acta de reconocimiento del hijo natural.

La declaración de nacimiento se hará ante el Oficial del Estado Civil de lugar en que se
verifique el alumbramiento, dentro de los 30 días que sigan a éste. Si el Oficial del
Estado Civil concibiere alguna duda sobre la existencia del niño cuyo nacimiento se
declara, exigirá su presentación inmediata, en el caso en que se hubiere verificado el
alumbramiento en la misma población, y si éste hubiere ocurrido fuera de ella, bastará
la certificación de alcalde o el juez de paz de la sección.

La persona que intente reconocer un hijo ante el Oficial del Estado Civil debe demostrar
que no hay ningún obstáculo que se oponga al reconocimiento de acuerdo con la ley, y
si el reconocimiento se ha hecho después del acta de nacimiento y ésta fue
instrumentada fuera del municipio en que dicho reconocimiento es recibido, también
debe exigirse copia integral del acta de nacimiento. Dicha declaración de
reconocimiento, tratándose de un hijo natural, hecha por ante el Oficial del Estado Civil,
será inscrita en el registro de nacimiento.

Si el reconocimiento es respecto de un hijo natural nacido fuera del municipio en la que


el acto es recibido o respecto de un hijo nacido de madre residente en otro municipio, el
Oficial del Estado Civil que lo ha recibido transmitirá una copia auténtica al Oficial del
Estado Civil del municipio de nacimiento. Lo mismo ocurre cuando nace en e mismo
municipio y es declarado en otra circunscripción.

En la exposición siguiente, se expone el tema que nos confiere a través del análisis del
caso de las niñas Yean y Bosico en la Republica Dominicana en vista de que la Corte
Interamericana de los Derechos Humanos establece importantes definitorios e
interpretativos de la noción de extranjero en tránsito.
En fecha once (11) de julio de dos mil tres (2003), la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos sometió ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos una
demanda contra la República Dominicana. Con la referida demanda la Comisión
pretendía que la Corte declarara la responsabilidad internacional de la República
Dominicana por presunta violación a la Convención Americana de Derechos Humanos.
En el proceso ante la Corte IDH, el Estado dominicano argumentó que la condición de
los padres de las menores nunca había sido el punto de controversia, y que la causa
carecía de objeto porque ya le había reconocido la nacionalidad a las demandantes. Sin
embargo, la Corte IDH acogió el argumento de que el Estado había retardado la emisión
de las actas de nacimiento de las menores porque no reconocía la nacionalidad de los
hijos de indocumentados, práctica que creaba un nuevo criterio de exclusión del ius soli,
ajeno a lo establecido en el régimen constitucional vigente entonces. Lo hacía, además,
confundiendo la condición de indocumentado, con la de transeúnte, algo que la Corte
rechazó al afirmar que
Para considerar a una persona como transeúnte o en tránsito, independientemente de la
clasificación que se utilice, el Estado debe respetar un límite temporal razonable, y ser
coherente con el hecho de que un extranjero que desarrolla vínculos en un Estado no
puede ser equiparado a un transeúnte o a una persona en tránsito.
También, la Corte IDH, asistiéndose de los criterios expresados en la Opinión
Consultiva 18/0321, asumió el criterio de que no podía transmitirse a los hijos el estatus
migratorio de una tercera persona, al margen del hecho comprobado, y ya señalado, de
que las menores eran hijas de madres dominicanas y que, por lo tanto, tenían acceso a la
nacionalidad dominicana tanto por la vía del ius soli como por la del ius sanguini.

Se trata de deficiencias que no son imputables a las actuales autoridades migratorias ni


de la Junta Central Electoral, sino que vienen lastrando al
Registro Civil desde hace mucho tiempo, como se explicará a continuación:

La Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-2011),


desarrollada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en el año 2011,
investigación especializada que busca recopilar periódicamente datos sobre temas
sociales, económicos y ambientales en la República Dominicana, determinó que:

(…) el 95.6% de la población dominicana tiene acta de nacimiento (ver Cuadro 5.11).
Esta proporción de personas es más alta en la zona urbana (96.6%) que en la rural
(93.7%). Los estratos geográficos que presentan la mayor proporción de personas con
acta de nacimiento son las Grandes Ciudades y el Resto Urbano (97.5% y 97.2%,
respectivamente). Por otro lado, la región de Enriquillo es la que presenta la
proporción menor de personas que posee este documento, con un 91.1%. Por grupos
de edad, se observa que a medida que aumenta la edad aumenta la proporción de
personas con acta de nacimiento, lo que sugiere la existencia de inscripción tardía1.

1
La lectura de esas cifras infunde la impresión de que el Registro Civil dominicano se
encuentra en mejor situación que el de una gran cantidad de países en vías de desarrollo,
lo cual resulta indudablemente cierto. Pero tras ese logro subyace una realidad que
muestra un sistema que ha sido afectado por las instrumentaciones irregulares,
falsificaciones, suplantaciones y adulteraciones de actas del estado civil; también por las
deficiencias en la conservación de los libros-registros (aunque actualmente se
encuentran en un avanzado proceso de digitalización), y el creciente aumento del sub-
registro de nacimientos y defunciones.

Hemos analizado de manera minuciosa, los requisitos según la constitución colombiana,


referente a la visa de residente, solo a través de la misma los individuos que no estén en
calidad de transeúntes puede reclamar la ciudadanía para sus hijos.

Los hijos de extranjeros, solo podrán gozar de este beneficio por derecho del suelo o de
lugar, ( Ius Soli) al menos uno de los progenitores deben de gozar, del visado de
residencia.

Por lo tanto la señora. Frida Victorio Pucce Marapara, después de un largo proceso, la
Registraduría no le Concede la nacionalidad colombiana, esto hace referencia a que las
pruebas no eran satisfactorias para el Estado Civil de Leticia.

El problema para ella, era que sus padres, no estaban domiciliados en el territorio
nacional, por lo cual, ella no podía reclamar el (ius soli)

Además de Colombia, pudimos enfocarnos en la constitución de la República de Chile.


En su art. 10 que tiene gran similitud con la de Republica Dominicana y la susodicha,
para la adquisición de la nacionalidad.

De manera satisfactoria concluimos nuestro análisis, puntualizando la sentencia 168 del


Tribunal Constitucional de la República Dominicana, sobre el caso de Juliana Deguis
Pierre. Que figura como hija de Nacionales haitianos, que en fecha de su nacimiento
estos se encontraban en tránsito, esto afectó el proceso de la señora Juliana Deguis
Pierre, ya que, por estas pruebas presentes, por el Tribunal constitucional, marcaron un
precedente para no autorizar su nacionalidad. Vista la constitución de 1966 en el art.
11.1

La Junta Central Electoral, le ratificó una denegación a la señora, Juliana, ya que, no


pudo mostrar que era hija de extranjeros con visados de residencia. Por lo tanto, no
aplicaba por esta vía. Constituye una correcta decisión de la Junta Central Electoral y
fundada a la luz de la normativa constituyente y legal.

Fue necesario que la Dirección General de Migración, concediera un permiso especial a


la señora Juliana Dequis ( o Deguis) pierre, hasta que el plan nacional de Regularización
de los extranjeros radicados en 3l país, pudieran resolver su estatus migratorio. Hemos
visto el proceso y los requisitos, que deben de cumplir para que los nacidos en
República Dominicana, Colombia y Chile, puedan obtener su derecho se lugar, la Ley,
solo aplica la normativa legal y prudente.

Esta sentencia dispone de algunas decisiones tale como:


Que la Junta Central Electoral tome algunas medidas como efectuar alguna auditoría
minuciosa de los libros y registro de los nacimientos del registro civil dominicano desde
el 21 de Junio de 1929 hasta la fecha, dentro del plazo de un año a partir de la
notificación de esta sentencia y renovable en un año más para el criterio de la Junta
Central Electoral.
Registrar en una segunda lista a los extranjeros que se encuentran de forma irregular
para la atribución de la nacionalidad, por lo establecido en la constitución, el principio
del ius soli. pero esto estaba vigente desde el 21 de junio de 1929 hasta el 18 de abril del
2007.
Dispone que la junta Central Electoral remita lista de extranjeros en regalamiento en la
en la lista del estado del registro civil de la República Dominicana, al ministro de estado
de interior y policía y al consejo nacional de migración, esta última entidad haga
cumplir una serie de requisito para otorgar la nacionalidad.
Exhorta al poder ejecutivo a crear o implementar el plan nacional de extranjero radicado
en territorio nacional.
Voto disidente: en esta sentencia se emitió un voto disidente por parte de la magistrada
Isabel Bonilla Hernández.
Ella hace el ejercicio de esta facultad prevista en el artículo 186 de la constitución
dominicana y del art 30 de la 137 -11 sobre la organización del tribunal constitucional.
Esta decisión trata del recurso de revisión constitucional en materia de Amparo
interpuesta por la señora Juliana Diquis Perre contrala sentencia, no 473-2012 dictada
por la cámara civil, comercial y de trabajo del distrito judicial de monte plata en fecha
10 de Julio del 2012 invocando la violación de los de derechos fundamentales, como
derecho a una personalidad jurídica, al nombre ,trabajo y a la de una familia ya que la
sentencia la dejó en un estado n indefinido, por que el juez no se pronunció sobre el
fondo del asunto por ella planteado en reclamo de que la Junta Central Electoral le
hiciera entrega de la cédula de identidad y Electoral.
Al inicio de esta contestación el honorable tribunal constitucional consideraron referirse
en algunos aspectos como:
Que el Estado social y democrático señalado en el art 7 de la constitución dominicana o,
otro aspecto muy importante es la dignidad humana, concepto k se encuentra definido
en la declaración universal de los derechos humanos, que en su art (1) dispone lo
siguiente: los seres humanos nacen libre e iguales en dignidad y de derecho.
Esta fue una sentencia que llegó hasta los organismos internacionales donde la corte
internacional expresó, que todas constituciones que se base en el fundamento del ius
solis está obligado a otorgarle nacionalidad a todos niños y niñas nacida en el territorio
por el solo hecho del suelo.
Sobre el Fundamentos del voto disidente, detalla que la presentación de sus
documentos, (fichas que lo identifican como braceros) es fundamentalmente como
prueba de la filiación con ella, ya que como extranjeros no tienen que probar su vínculo
con el país, pues lo relevante en el sistema de Jus Soli, es que un niño o niña haya
nacido en el territorio del Estado.

En un sistema de Jus Soli, sólo hace falta el hecho de que un niño (a) haya nacido en el
territorio del Estado y que la condición migratoria de sus padres no puede ser una
condición para el otorgamiento de la nacionalidad, exigir la prueba de la misma,
constituye una discriminación.

Las personas nacidas en territorio de la República Dominicana, durante la vigencia de la


Constitución de mil novecientos sesenta y seis (1966), hijas e hijos de padres haitianos
residentes ilegales en el país, como en el caso de la recurrente, están protegidos por el
Jus Soli, por el hecho de su nacimiento, y por generar en el país, vínculos de diversas
índoles.

Los asuntos relacionados con la nacionalidad han sido competencia de la jurisdicción


interna, no obstante, y en consonancia con principios de derecho internacional, esta
competencia se ha visto sometida a limitaciones en interés de evitar la conculcación de
derechos relativos a la personalidad jurídica, condición esencial para el disfrute y
ejercicio de otros derechos fundamentales.

En conclusión, en cuanto al aspecto de la nacionalidad, consideramos que el criterio


mayoritario ha interpretado de forma errónea el artículo 11 de la Constitución
dominicana de mil novecientos sesenta y seis (1966) y ha centrado la controversia en el
estatus migratorio de los padres de la recurrente y no en la demanda de entrega por parte
de la Junta Central Electoral de sus documentos de identidad y electoral, ni en el estado
de indefinición que le ha provocado la privación del ejercicio de sus derechos civiles y
políticos, en violación a lo dispuesto por el artículo 3 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, que establece “Toda persona tiene derecho al reconocimiento
de su personalidad jurídica”.

Sobre el carácter retroactivo de la decisión adoptada, la ley se aplica en forma inmediata


y hacia el futuro, no puede afectar la existencia de hechos, actos o efectos jurídicos
derivados de una ley anterior, salvo que la nueva ley resulte más favorable para el que
este subjudice o cumpliendo condena.

El objetivo principal de la irretroactividad de la ley es proteger la seguridad jurídica al


mantener situaciones consolidadas con anterioridad, fortaleciendo la confianza del
ciudadano en el ordenamiento jurídico, evitando el temor al cambio súbito de la
legislación; lo que generaría incertidumbre e inestabilidad, razón por la que la
irretroactividad impide que la nueva ley valore hechos anteriores a su existencia,
modifique los efectos resultantes de la ley anterior y anule derechos reconocidos por
esta. . El artículo 47 de la Constitución de 1966, (artículo 110 de la del 2010),
establecía: La Ley solo dispone y se aplica para lo por venir. No tiene efecto retroactivo
sino cuando sea favorable al que este sub-judice o cumpliendo condena. En ningún caso
la ley ni poder público alguno podrá afectar o alterar la seguridad jurídica derivada de
situaciones establecidas conforme a una legislación anterior.

Consideraciones finales, la razón fundamental de esta decisión (ratio decidendi) de


considerar que personas extranjeras que han residido en el país de manera ilegal por
varios años son extranjeros en tránsito o transeúntes, constituye una interpretación
errónea, pues en nuestro criterio, las personas en tránsito o transeúntes son aquellas que
permanecen por corto tiempo en un país que no es su destino final, que no es el caso de
los padres de la recurrente, pues su larga permanencia en el país, aunque de manera
ilegal, no permite la calificación de transeúntes o extranjeros en tránsito.

El Tribunal Constitucional no se declara incompetente, pero tampoco explica qué


circunstancia especial o particular tiene este caso que justifique un cambio de
jurisprudencia, de lo que se trata es de la negativa por parte de la Junta Central Electoral
de expedir a la amparista la cédula de identidad y electoral, de modo que sobre este
aspecto de la admisibilidad el tribunal debió declinar el caso a la jurisdicción
administrativa, por ser esta la jurisdicción que guarda mayor afinidad con la cuestión
planteada.

En amparo no se dilucidan los hechos, y en la especie, el consenso de este Tribunal ha


procedido a examinar cuestiones de legalidad ordinaria, Este presenta un fallo que
recoge la Junta Central Electoral ha depositado mil ochocientas veintidós (1822)
demandas de nulidad de actas de nacimiento y por duplicidad2, que al momento de
fallarse el presente caso este Tribunal no ha recibido noticias de que tales actas,
incluyendo la de Juliana Deguis, hayan sido conocidas por el juez competente para
determinar su nulidad.

2
BIBLIOGRAFIA

Sentencia TC 168-13 Sobre Migración


https://politicacomunicada.com/
https://tribunalsitestorage.blob.core.windows.ne
https://es.wikipedia.org/wiki/Sentencia_168
CONCLUSION
El tema de la naturalización de los inmigrantes de origen haitiano ha sido analizado
porque entendemos que es un tópico con una profunda diversidad cultural marcada entre
dos pueblos que comparten una misma isla, aunque no el mismo idioma y costumbres y
esto hace aún más frágiles las condiciones de vida y de discriminación que tienen que
sufrir las personas bajo esta situación migratoria, y por supuesto, los niños no son la
excepción, es tal vez aquí la parte más dramática del problema.
Las denuncias internacionales de que en la República dominicana se violan los derechos
humanos de los inmigrantes de origen haitiano no son nuevas, pues estas afirmaciones
sobre discriminación datan desde dos décadas atrás, cuando aparecen informes
internacionales de organismos como el Departamento de Estado de Estados Unidos, así
como comisiones de política exterior de ambas Cámaras del Congreso estadounidense.

En el año 1994, el gobierno estadounidense reitera en su informe el grave problema de


prejuicio racial existente en RD, pues el tema fuerte de la campaña electoral de ese año
lo fue el color de piel del candidato dominicano a la presidencia José Francisco Peña
Gómez. Ya para el año 2004 el gobierno estadounidense es más explícito en lo
relacionado a las fuentes de las informaciones e identifica las ONG consultadas. No
obstante, la punta del iceberg lo ha sido la Sentencia del Tribunal Constitucional No. TC
168/13 del año 2013 que según algunos críticos desnacionaliza a niños y adultos de
origen haitiano.

En el mes de mayo del 2014, el gobierno del presidente Danilo Medina, luego de
consultar todos los sectores de la sociedad civil dominicana, así como la clase política y
organismos internacionales, ha promulgado la Ley de naturalización para corregir de
manera integrar las irregularidades que han hecho inoperante nuestro sistema migratorio
y que afectan a los niños.

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