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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL CUANDO EL TRIBUNAL AGRAVIANTE

ES UN JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA CON COMPETENCIA EN DELITOS DE


VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCIONES DE JUICIO.

COMPETENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES PARA CONOCER LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

CUANDO EL TRIBUNAL AGRAVIANTE ES UN JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA CON COMPETENCIA EN

DELITOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCIONES DE JUICIO.

MAGISTRADA PONENTE: LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

El 4 de febrero de 2020, la abogada Aidamer Arocha, inscrita en el Inpreabogado bajo el n.° 94.651, actuando en su carácter de
defensora privada del ciudadano RAMÓN CELESTINO GARCÍA AVILEZ, titular de la cédula de identidad n.° V-15.036.098,
presentó ante la Secretaría de esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia acción de amparo constitucional ejercido
contra la sentencia dictada el 17 de octubre de 2018, por el Tribunal de Primera Instancia en Función de Juicio en Materia de Delitos
Contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, sede Barcelona, mediante la cual
condenó al citado ciudadano a cumplir veintiocho (28) años y un mes (1) de prisión por el delito de femicidio agravado en grado de
frustración y violencia sexual cometido en perjuicio de una niña (identidad omitida), tipificado en los artículos 43 y 58 de la Ley
Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, en concordancia con lo previsto en el primer aparte del artículo
259 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y en plena sintonía con lo dispuesto en el artículo 99 del
Código Penal, por cuanto, presuntamente no se valoró conforme a derecho las testimoniales y las pruebas documentales evacuadas en
su oportunidad legal.

En esa misma fecha se dio cuenta en Sala del presente expediente y se designó ponente al entonces magistrado Arcadio Delgado
Rosales.

El 5 de febrero de 2021, se reconstituyó esta Sala Constitucional en virtud de la elección de la nueva Junta Directiva de este
Tribunal Supremo de Justicia; en consecuencia, quedó integrada de la siguiente manera: magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson,
presidenta; magistrado Arcadio Delgado Rosales, vicepresidente; y los magistrados y magistradas Carmen Zuleta de Merchán, Juan José
Mendoza Jover, Calixto Ortega Ríos, Luis Fernando Damiani Bustillos y René Degraves Almarza.

El 27 de abril de 2022, se constituyó esta Sala Constitucional en virtud de la designación de los magistrados y magistradas por la
Asamblea Nacional en sesión extraordinaria, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela n.° 6699,
Extraordinario del 27 de ese mismo mes y año, quedando conformada de la siguiente manera: magistrada Gladys María Gutiérrez
Alvarado, presidenta, magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson, vicepresidenta, los magistrados, Luis Fernando Damiani Bustillos,
Calixto Ortega Ríos y la magistrada Tania D’ Amelio Cardiet.

El 2 de mayo de 2022, la presente causa fue reasignada a la magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson, quien con tal carácter
suscribe la presente decisión.

El 27 de septiembre de 2022, la Sala Plena de este Alto Tribunal otorgó licencia autorizada al magistrado Calixto Ortega Ríos e
incorporó a la magistrada Michel Adriana Velásquez Grillet, en consecuencia, esta Sala quedó constituida de la siguiente manera:
magistrada Gladys María Gutiérrez Alvarado, presidenta; magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson, vicepresidenta; magistrado
Luis Fernando Damiani Bustillos, magistrada Tania D’ Amelio Cardiet y magistrada Michel Adriana Velásquez Grillet.

Realizado el estudio de las actas que conforman el presente expediente, esta Sala Constitucional pasa a decidir previas las
siguientes consideraciones.

DE LA PRETENSIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

La abogada Aidamer Arocha, actuando en su carácter de defensora privada del ciudadano Ramón Celestino García Avilez,
fundamentó su tutela constitucional bajo los argumentos que se cita a continuación:

“(…) La Jurisprudencia reconoce los derechos de acceso a la Justicia y Tutela Judicial efectiva, en virtud de la cual toda
persona puede acceder a los Órganos de Administración de Justicia para obtener la Tutela Judicial efectiva de sus derechos
e intereses, incluidos los colectivos o difusos. A tal efecto los referidos órganos están representados por las Cortes y
Tribunales, que forman parte del Poder Judicial, así como los demás órganos del sistema de Justicia provisto en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, entre los cuales se encuentran los ciudadanos que participan en la
Administración de Justicia o que ejercen la función jurisdiccional de conformidad con la ley, por lo que ocurro a este Órgano
Judicial para interponer la Acción de Amparo por ser aquella institución que tiene su ámbito dentro de las normas del
derecho político o constitucional, encaminada a proteger la libertad individual o patrimonial de las personas, cuando han
sido atropellados por una autoridad, que actúa fuera de sus atribuciones legales, vulnerables a las garantías establecidas en
nuestra Carta Magna.

Lógicamente en este caso se debe ejercitar una acción, que generalmente se hace ante la autoridad judicial ya que lo que
verdaderamente interesa es el rápido establecimiento del derecho lesionado. La acción de amparo tiene como objeto
fundamental restituir a cualquier habitante de la República el goce y ejercicio inmediato de un derecho o garantía tutelado
por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que haya sido violado, vulnerado o conculcado. En este tipo
de acción el acto, hecho u omisión debe afectar concreta y directamente un precepto constitucional que garantice un derecho
inherente a la persona.

(…)

III DEL AUTO IMPUGNADO

Del auto que se desprende como resultado de la Sentencia Definitiva emitida por el Tribunal de Violencia Contra la Mujer en
Función de Juicio de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui-Barcelona, el cual condeno (sic) a [su] defendido en
fecha 05 de Abril del año 2018 y publica sentencia en su texto íntegro en fecha 17 de [o]ctubre del año 2018, por los delitos
de HOMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE FRUSTRACIÓN y VIOLENCIA SEXUAL previstos en los Artículos 58 y 43
respectivamente, de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de violencia.

IV DE LA ADMISIBILIDAD DE LA PRESENTE ACCIÓN DE AMPARO

Ciudadanos Magistrados, entiendo que ha sido jurisprudencia reiterada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia que no procede por vía de amparo la revisión de las decisiones que tomen los Jueces en los asuntos sometidos a su
conocimiento, en virtud de que estos gozan de autonomía e independencia en su función jurisdiccional, quedando a salvo la
procedencia de la tutela constitucional en aquellos casos en que el Juzgador dicte una decisión que contravenga de manera
flagrante, notoria y grosera de los derechos constitucionales de las partes...(ya que) son casos que deben considerarse como
una clara manifestación de un abuso de autoridad. En segundo lugar que la presente Acción de Amparo no se subsume
dentro de las causales de inadmisibilidad previstas en el Artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales. Ello así, no tengo a mi disposición otro medio para reconvenir la actuación desplegada por el
Juez en Funciones de Juicio del Tribunal de Violencia Contra La Mujer del Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui,
en virtud de que ejercí el derecho del Recurso de Apelación en fecha 31 de [o]ctubre de 2018 por ante el Tribunal de Primera
Instancia en Función de Juicio del Circuito Judicial en Materia de Delitos de Violencia Contra La Mujer del Estado
Anzoátegui-Barcelona, asignada con la nomenclatura BP01-R-2018-128 y enviada al Tribunal competente a conocer: Corte
de Violencia Contra La Mujer de la ciudad de Maturín, Estado Monagas en fecha 22 de Febrero de 2019, con nomenclatura
NP01-R-2019-000014, donde consta en folio 75 del Recurso, que lo vuelve a remitir al Tribunal de origen Barcelona, Estado
Anzoátegui, motivado a: que no consta a los autos, las resultas de las boletas de emplazamientos de las partes, así como
tampoco consta el auto de computo correspondiente; así como también se observó por la Corte que se verifico (sic) que el
mismo carece de firmas y sellos, inclusive la decisión recurrida fue remitida una pieza contentiva de Fase Investigativa, la
cual no guarda relación con el presente asunto. El Tribunal de Primera Instancia en Función de Juicio del Circuito Judicial
en Materia de Delitos de Violencia Contra La Mujer del Estado Anzoátegui-Barcelona, en fecha 22 de [o]ctubre de 2019
realiza las correcciones solicitadas por la Corte de Apelaciones v lo remite en fecha 18 de [n]oviembre de 2019; en fecha 03
de [d]iciembre de 2019 la Corte de Maturín vuelve a remitir el expediente a su tribunal de origen indicando: de la revisión de
la presente incidencia, es[a] Alzada Colegiada constato (sic) que no fueron corregidas en su totalidad las omisiones
señaladas en su oportunidad, toda vez que no se evidencia la resulta de la notificación de la víctima en cuanto a la
publicación del texto íntegro de la sentencia; no consta en las actuaciones que conforman el recurso en apelación, el
emplazamiento del acusado de autos, no cursa el auto donde se diera entrada v se ordena la devolución del mismo.

(…)

En razón de todo ello, pido que una vez revisado el presente libelo cautelar se declare su admisión.

V DE LAS VIOLACIONES CONSTITUCIONALES QUE DENUNCI[A]

I -Violación del derecho al debido proceso, consagrado en el numeral 1 del Artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela

Se trata pues, del derecho a que el proceso mediante el cual se sujeta ajuicio a un ciudadano se conduzca bajo los principios
contemplados en nuestra Constitución, especial referencia a que el mismo se adecué a los procedimientos establecidos en la
norma adjetiva.

La conculcación de tales garantías en contra de mi defendido se concreta cuando a pesar de no existir suficientes elementos
de convicción el Juez lo condeno, CON TESTIGOS NETAMENTE REFERENCIALES, EXPERTICIA DE PERFIL DE
IDENTIFICACIÓN BIOLÓGICA (ADN) Y CON RESULTADO NEGATIVO DE APÉNDICE PILOSO Y DE SEMEN,
AUNADO DE LOPS TESTIMONIOS DE LOS EXPERTOS NO HUBO ELEMENTOS DE INTERÉS CRIMINALISTICO,
SIENDO INFRUTUOSOS LOS MISMOS. No se evidencio (sic) en las actas que conforman el expediente en fase de juicio que
el Juez haya prescindido de la declaración o testimonio del Médico Forense, tal como lo establece el Artículo 340 del Código
Orgánico Procesal Penal, tampoco consta en autos la conducción por la fuerza pública, siendo este fundamental para
prescindir de esa prueba, por lo mal pudo otorgar valor probatorio al Informe Médico Forense, porque carece de total
validez legal por no estar respaldado por el experto. Por lo que mal pudiera ser valorado como medio de prueba por estar
viciado, por ser este basamento motivo suficiente de nulidad absoluta. Aunado se demuestra de la Sentencia juicio que se
evacúan tres veces la misma prueba documental referente al ACTA POLICIAL, de fecha 22 de marzo de 2016, suscrita por el
funcionario Supervisor Jefe (CPNB) ZAMBRANO MIGUEL, ADSCRITO AL Cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana en
diferentes fechas y en las actas la evacúan dos veces en fechas: 13 y 27 de Septiembre de 2018; la EXPERTICIA
BIOLÓGICA № 9700-192-DCA- de fecha 26/03/2016, suscrita por los DETECTIVES EDGAR RODRÍGUEZ Y CARMEN
JIMÉNEZ, ambos adscritos al departamento criminalísticas, del laboratorio biológico del Cuerpo de Investigaciones,
Científicas, Penales y Criminalísticas Sub. Delegación Barcelona y en las actas la evacúan dos veces en fechas: 11 de
Octubre de 17 y el 29 de Noviembre de 2017con base en lo establecido en el artículo numeral 1° de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela en concordancia con lo indicado en el artículo 174, 175, 176, 178,179,180 del Código
Orgánico Procesal Penal (…)”. (Destacado y subrayado del original).

En virtud de lo anterior, la parte accionante solicitó que la presente tutela constitucional sea declarada con lugar en la definitiva,
se revoque el fallo emitido en primera instancia y en consecuencia se ordene la realización “(…) un nuevo juicio oral y público y se le
otorgue la Medida Cautelar Sustitutiva de Libertad al ciudadano RAMÓN CELESTINO GARCÍA ABILEZ (…)”.

II

DE LA COMPETENCIA PARA CONOCER LA PRESENTE CAUSA

Previo a cualquier consideración, debe esta Sala analizar la competencia para conocer la presente tutela constitucional, y a
tal efecto, se observa, que la abogada Aidamer Arocha, identificada con antelación, en su carácter de defensora privada del ciudadano
Ramón Celestino García Avilez, solicitó el restablecimiento inmediato de la situación presuntamente infringida contra su defendido en
el fallo condenatorio proferido el 17 de octubre de 2018, por el Tribunal de Primera Instancia en Función de Juicio en Materia de
Delitos Contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, sede Barcelona, que condenó
al ciudadano ut supra citado, a cumplir veintiocho (28) años y un mes (1) de prisión por el delito de femicidio agravado en grado de
frustración y violencia sexual cometido en perjuicio de una niña (identidad omitida), tipificado en los artículos 43 y 58 de la Ley
Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, en concordancia con lo previsto en el primer aparte del artículo
259 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y en plena sintonía con lo dispuesto en el artículo 99 del
Código Penal, por cuanto, presuntamente no se valoró conforme a derecho las testimoniales y las pruebas documentales evacuadas en
su oportunidad legal.

Ante la situación descrita con antelación, debe ratificarse nuevamente que la figura del amparo constitucional está caracterizada
como un medio extraordinario y excepcional, cuyo objetivo primordial es restablecer de manera inmediata la situación jurídica
infringida y así asegurar el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, el cual se ejerce contra normas, actos
administrativos de efectos generales o particulares, sentencias y resoluciones judiciales, actuaciones materiales, vías de hecho,
abstenciones u omisiones de las autoridades o particulares, que vulneren o amenacen vulnerar un derecho constitucional, cuando no
exista un medio procesal breve, sumario o eficaz acorde con la protección constitucional.

Es decir, está concebida “(…) como una protección de derechos y garantías constitucionales stricto sensu; de allí que lo
realmente determinante para resolver acerca de la pretendida violación, es que exista una violación de rango constitucional y no
legal, ya que si así fuere el amparo perdería todo sentido y alcance y se convertiría en un mecanismo ordinario de control de la
legalidad” (Ver sentencias Nros. 492/2000, 2.339/2001 y 419/2016).

Partiendo de lo anterior, esta Sala debe destacar el ámbito competencial para conocer de la presente acción de amparo
constitucional, evidenciándose que la citada figura extraordinaria procede “(…) cuando un Tribunal de la República, actuando fuera
de su competencia, dicte una resolución o sentencia y ordene un acto que lesione un derecho constitucional . En estos casos, la acción
de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria
y efectiva”. (Subrayado de esta Sala), así lo establece el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. Es decir, la mencionada disposición legal, establece el régimen de competencia aplicable a los amparos ejercidos
contra decisiones judiciales.

Por su parte, la disposición contenida en el artículo 7 eiusdem prevén que: “(…) Son competentes para conocer de la acción de
amparo, los Tribunales de Primera Instancia que lo sean en la materia afín con la naturaleza del derecho o de la garantía
constitucionales violados o amenazados de violación, en la jurisdicción correspondiente al lugar donde ocurrieren el hecho, acto u
omisión que motivaren la solicitud de amparo. En caso de duda, se observarán, en lo pertinente, las normas sobre competencia en
razón de la materia. Si un Juez se considerare incompetente, remitirá las actuaciones inmediatamente al que tenga competencia. Del
amparo de la libertad y seguridad personales conocerán los Tribunales de Primera Instancia en lo Penal, conforme al procedimiento
establecido en esta Ley”, evidenciándose que la normativa en mención, es rectora respecto a la competencia per gradum, ratione
materiae y ratione loci, para conocer de las acciones de amparo constitucionales, cuando son ejercidas autónomamente. (Ver
sentencia n.° 1.046 del 23 de julio de 2012).

De lo precedente se desprende que, en materia de amparo constitucional, el principio general es que la competencia para el
conocimiento de la demanda corresponde a un tribunal de primera instancia con competencia en la materia afín con la naturaleza del
derecho cuya violación se alegue y que tenga competencia territorial en el lugar donde hayan ocurrido los hechos constitutivos de la
supuesta lesión; ello, en razón de la urgencia en la necesidad del restablecimiento de la situación jurídica que se dice infringida y en
cumplimiento de los principios de brevedad, gratuidad, celeridad y no sujeción a formalidad que caracterizan el procedimiento del
amparo, conforme al artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por ello, se colige de lo anterior que la competencia para conocer del amparo contra sentencia, corresponde al tribunal superior al
que dictó el fallo impugnado, tal como lo ha señalado esta Sala Constitucional en reiterada jurisprudencia a partir de su sentencia n.° 1
del 20 de enero de 2000, caso:“Emery Mata Millán”. (Ver también sentencias nros. 456 del 24 de mayo de 2000, 476 del 5 de
mayo de 2005 y 236 del 11 de junio de 2021).

Al mismo tiempo, esta Sala ha reiterado en innumerables decisiones “(…) que cuando se trate de resoluciones, sentencias, actos
u omisiones que lesionen derechos constitucionales imputables a tribunales que tengan en la escala organizativa del Poder Judicial
un superior específico o natural, debe ser éste el competente para conocer de las acciones de amparo interpuestas contra aquél y
ello sólo a condición de que los mismos hayan actuado fuera de su competencia (…)”, así se estableció en el fallo n.° 2347 del 23
de noviembre de 2001, caso: “Carmen Eulogia Ocando de Lugo”. (Subrayado y destacado de esta Sala).
En consonancia con lo precedente, se evidencia que esta Sala Constitucional es competente para conocer en primera instancia de
los amparos constitucionales autónomos contra “(…) las decisiones que dicten, en última instancia, los juzgados superiores de la
República (…)”, tal como lo estipula el numeral 20 del artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. (Subrayado y
destacado de esta Sala).

Bajo los supuestos señalados con antelación, en el presente caso, la acción de amparo constitucional fue interpuesta contra la
decisión dictadael 17 de octubre de 2018, por el Tribunal de Primera Instancia en Función de Juicio en Materia de Delitos Contra la
Mujer del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, sede Barcelona, mediante la cual condenó al
ciudadano Ramón Celestino García Avilez a cumplir la pena de veintiocho (28) años y un (1) mes de prisión, por el delito de femicidio
agravado en grado de frustración y violencia sexual cometido en perjuicio de una niña, cuya identidad se omite de conformidad con el
artículo 65 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en la causa identificada con el alfanumérico BP01-
S-2016-000337.

Así entonces, siendo que el tribunal señalado como presunto agraviante es un juzgado de primera instancia con
competencia en delitos de violencia contra la mujer en funciones de juicio, esta Sala precisa que, de conformidad con la
disposición contenida en el artículo 120 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, la
organización judicial de la jurisdicción especial de justicia de género penal está constituida, en cada circuito judicial penal, en
primera instancia por jueces y juezas de control, audiencias y medidas, jueces y juezas en funciones de juicio y jueces y juezas
en funciones de ejecución. En segunda instancia lo conforman las cortes de apelaciones.

Al mismo tiempo, permite preservar en estos casos el principio de la doble instancia, consagrado fundamentalmente en el
artículo 14, numeral 5, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que, en materia penal, establece que toda persona
declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un
tribunal superior, de conformidad con lo prescrito por la ley, lo cual se relaciona con lo establecido en el artículo 8, numeral 2, literal h,
de la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica (Vid. sentencias de la Sala Números 993, de
fecha 26 de mayo de 2004, caso: Higdael Jesús Pernía Durán; 3445, de fecha 11 de noviembre de 2005, caso: José Luis Lurua León;
y, 2307, de fecha 18 de diciembre de 2007, caso: Hecmain Collantes Gil).

De allí que, siendo el tribunal denunciado como presunto agraviante, un juzgado de primera instancia en materia
penal, en este caso concreto, en funciones de juicio con competencia en materia de delitos de violencia contra la mujer del Circuito
Judicial Penal del Estado Anzoátegui, sede Barcelona, el tribunal superior a este es la Corte de Apelaciones con Competencia en
Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del citado circuito judicial penal, a quien le corresponde, como órgano superior en
el orden jerárquico, el conocimiento, tramitación y decisión de la tutela constitucional invocada.

En atención a lo señalado, esta Sala Constitucional resulta incompetente para conocer de la acción de
amparo constitucional interpuesta y, en consecuencia, la instancia competente para conocer la misma es la
Corte de Apelaciones con Competencia en Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial del
Estado Monagas, toda vez que en la jurisdicción del estado Anzoátegui, no hay un tribunal de alzada
especializado en la citada materia. Así se decide.

Ahora bien ciertamente, lo que correspondería en el presente caso es declinar la competencia a la Corte de Apelaciones con
Competencia en Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial del Estado Monagas, toda vez que en la jurisdicción
del estado Anzoátegui, no hay un tribunal de alzada especializado en la citada materia, a los fines de su tramitación. Sin
embargo, esta Sala considera, en aras de la celeridad y economía procesal, inoficiosa la remisión de marras, por cuanto de las actas
procesales se evidencia una inactividad procesal por más de seis (6) meses, atribuible a la parte accionante, es decir, desde el 4 de
febrero de 2020, data en la cual se ejerció la tutela constitucional de marras hasta la presente fecha no hay actuación alguna para
procurar el impulso de la misma, todo lo contrario se evidencia una total inacción por parte de esta de impulsar la misma
personalmente o a través de correo electrónico, por cuanto para el año 2020 en virtud de la emergencia sanitaria por el
coronavirus (COVID-19), estaban suspendidas las actividades judiciales, no obstante, para el amparo constitucional estaban
habilitados y la misma se podía impulsar a través del correo electrónico sc.constitucional@tsj.gob.ve, además durante el año
2021, la citada emergencia fue flexibilizada mediante el método 7+7, no evidenciándose de igual modo ninguna actuación, como se
indicó en líneas precedente su última actuación es de fecha 4 de febrero de 2020, cuando presentó ante la Secretaría de esta Sala el
escrito contentivo del amparo constitucional ejercido, sin que se evidencia más actuación procesal desde esa fecha.

Sobre el particular que antecede, se debe señalar que la falta de actuación en una causa en la cual se esté
tramitando una solicitud de amparo por un período mayor a seis (6) meses, como ha ocurrido en el caso de
marras, ha sido calificada por esta Sala como abandono del trámite, así se estableció en el fallo n.° 982, del 6
de junio de 2001, caso: “José Vicente Arenas Cáceres”, a saber:
“(...) En criterio de la Sala, el abandono del trámite a que se refiere el artículo 25 de la Ley Orgánica sobre Derechos y
Garantías Constituciones puede asumirse -entre otros supuestos, como la falta de comparecencia a la audiencia
constitucional- una vez transcurrido un lapso de seis meses posteriores a la paralización de la causa por falta de interés
procesal de la parte actora.
(...)
Si el legislador ha estimado que, como consecuencia de ese carácter de urgencia que distingue al amparo, la tolerancia de
una situación que se entiende lesiva de derechos fundamentales, por más de seis meses, entraña el consentimiento de la
misma y, por tanto, la pérdida del derecho a obtener protección acelerada y preferente por esa vía, resulta lógico deducir
que soportar, una vez iniciado el proceso, una paralización de la causa sin impulsarla por un espacio de tiempo semejante,
equivale al abandono del trámite que había sido iniciado con el fin de hacer cesar aquélla situación lesiva o amenazadora
de derechos fundamentales.
(...)
La Sala considera que la inactividad por seis (6) meses de la parte actora en el proceso de amparo, en la etapa de admisión
o, una vez acordada ésta, en la práctica de las notificaciones a que hubiere lugar o en la de la fijación de la oportunidad
para la celebración de la audiencia oral, por falta de impulso del accionante, ocasiona el abandono del trámite de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
y, con ello, la extinción de la instancia (…)”. (Subrayado de esta Sala).

Indudablemente, la parte actora ante la interposición de una tutela constitucional, debe manifestar su interés a lo largo del
proceso, a los fines de que su acción sea decidida.

En corolario, visto que en el presente caso se ha verificado la inactividad de la parte actora por más de
seis (6) meses y como quiera que no se encuentra afectado el orden público y las buenas costumbres, por
cuanto los derechos denunciados como quebrantados sólo tienen incidencia en la esfera particular del
ciudadano Ramón Celestino García Avilez, quien fue condenado por el delito de femicidio agravado en
grado de frustración y violencia sexual cometido en perjuicio de una niña (identidad omitida), tipificado en
los 43 y 58 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, esta Sala debe
declarar terminado el procedimiento por abandono del trámite. Así se decide.

En último lugar, esta Sala impone a la parte actora una multa por la cantidad de Bs. 5000,00 pagaderos a favor de la
Tesorería Nacional en cualquier institución financiera receptora de fondos nacionales, lo cual deberá acreditar mediante la
consignación en autos del comprobante correspondiente, dentro de los cinco (5) días siguientes a su notificación, tal como lo establece
el artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y en plena sintonía con el criterio plasmado
en el fallo n.° 827/2018. Razón por la cual, se ordena a la Secretaría de la Sala practique vía electrónica o telefónica la notificación de
la parte accionante en amparo, todo ello de conformidad con lo previsto en el numeral 3 del artículo 91 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia. Así se decide.

III

DECISIÓN

Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la
República por autoridad de la Ley, se declara:

PRIMERO: INCOMPETENTE para conocer el amparo constitucional ejercido por la abogada Aidamer Arocha, inscrita en
el Inpreabogado bajo el n.° 94.651, actuando en su carácter de defensora privada del ciudadano RAMÓN CELESTINO GARCÍA
AVILEZ, contra la sentencia dictada el 17 de octubre de 2018, por el Tribunal de Primera Instancia en Función de Juicio en Materia
de Delitos Contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, sede Barcelona.

SEGUNDO: Que el tribunal COMPETENTE para conocer en primera instancia la presente tutela constitucional ejercida, es la
Corte de Apelaciones con Competencia en Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial del Estado Monagas.

TERCERO: Que en aras de la celeridad y economía procesal, resulta inoficioso la declinatoria de competencia al Tribunal
indicado en el inciso anterior, por cuanto de las actas procesales se evidencia una inactividad procesal por más de seis (6) meses,
atribuible a la parte actora.

CUARTO: TERMINADO EL PROCEDIMIENTO por abandono del trámite de la acción de amparo constitucional ejercida.

QUINTO: Se IMPONE a la parte actora una multa por la cantidad de Bs. 5000,00 pagaderos a favor de la Tesorería Nacional
en cualquier institución financiera receptora de fondos nacionales, lo cual deberá acreditar mediante la consignación en autos del
comprobante correspondiente, dentro de los cinco (5) días siguientes a su notificación, tal como lo establece el artículo 25 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y en plena sintonía con el criterio plasmado en el fallo n.° 827/2018.

SEXTO: Se ordena a la Secretaría de la Sala practique por vía electrónica o telefónica la notificación de la presente decisión a
la parte accionante, dejando constancia de ello en el expediente (artículo 91.3 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia).

Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 23
días del mes de marzo de dos mil veintitrés (2023). Años: 212º de la Independencia y 164º de la Federación.

La Presidenta,

GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO

La Vicepresidenta,

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON


Ponente

Los Magistrados,
LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

TANIA D´AMELIO CARDIET

MICHEL ADRIANA VELÁSQUEZ GRILLET

El Secretario,

CARLOS ARTURO GARCÍA USECHE

20-0075

LBSA.-

Publicado hace 1 week ago por Abogada Noelia Avilez-Teléfono: 0412-9490341


Etiquetas: DERECHO CONSTITUCIONAL JURISPRUDENCIA

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Abogada Noelia Avilez-Teléfono: 0412-94903419 de julio de 2023, 08:43

COMPETENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES PARA CONOCER LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL CUANDO


EL TRIBUNAL AGRAVIANTE ES UN JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA CON COMPETENCIA EN DELITOS DE
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCIONES DE JUICIO.
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