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RODRIGUEZ NACHE”
Introducción ........................................................................................................................................... 3
Conclusiones .......................................................................................................................................... 8
Introducción
La paradoja del comediante se escribió en 1773 y publicada en 1830 por Denis Diderot.
En donde se desarrolla un dialogo entre un “primero” y un “segundo” personaje, los cuales tiene
dos posiciones de vista distinta acerca del arte dramático. Aquí se plantea por primera vez el
trabajo del actor como el resultado de técnicas y un proceso racional, más que solo arte
exagerado e intuitivo.
como actor, sino que esto hace que sea más inestable y poco profesional. Diderot se inclina por
la segunda perspectiva.
La finalidad de este trabajo es poder darle una nueva representación, aclarar ciertas dudas
Nación en el año 1713 en Langres, Francia. Estudio con los jesuitas para luego formarse
filosóficos y pensadores, repartiendo así sus objetivos en formas de críticas hacia; la autoridad
Muriendo en 1787.
La Paradoja del Comediante
Diderot muestra que el mejor actor no es el que se deja llevar por sus emociones e
impulsos en ciertas situaciones para lograr grandes actuaciones, en ciertos casos. Sino que debe
ser metódico y frio para que así la razón permita crear un sistema intrínseco que se pueda ir
mejorando en cada ensayo y en el propio escenario. En otras palabras, la razón debe estar por
Siendo esta la gran paradoja del actor, ya que debe provocar que el público se emocione,
pero él debe tener un total control de las suyas. Puesto que el buen artista no imita, sino que
interpreta distinguiendo así el mundo de la sociedad que es la realidad, al mundo del arte que está
en el escenario.
Además, nos hace hincapié que el actor “emocionado” no tiene constancia en los buenos
resultados al no tener una buena organización ni control. No se deja de lado que la explosión de
sentimientos llega a que el actor se desenvuelva mejor pero su rendimiento nunca asciende, sino
remisiones, su comienzo, su medio, su extremo. Son los mismos acentos, las mismas actitudes,
los mismos gestos. El actor metódico y racional, por el contrario, no será nunca voluble o
inconstante: “es un espejo siempre dispuesto a mostrar los objetos y a mostrarlos con la misma
precisión, la misma fuerza y la misma verdad. Como el poeta, va siempre a buscar al fondo
ver”.
Siendo así que el filósofo aclara que el papel de cualquier personaje tiene que ser
representado desde la racionalidad, que este trabajo no puede ser tratado a partir de la indagación
todos estos elementos han de ser procesados y ordenados racionalmente. Imaginación y memoria
son las dos facultades con las que debe contar necesariamente el actor; la representación mental
este material, el actor no debe sentir, sino representar los signos externos del sentimiento; gestos,
palabras, voz, ritmo, todo forma parte de la imitación que se forma a partir de la memoria. El
actor no puede padecer dolor, ni melancolía, no puede estar alterado, sino utilizando lo trabajado
en los ensayos como una técnica, de lo cual se libera después de su representación. La paradoja
del comediante consiste precisamente en esto: el actor suscita emociones o sentimientos sin
sentirlos él mismo, sino que deben ser los espectadores los que reciban la emoción. El actor
concibe su personaje como una ficción, una ilusión, un recuerdo que no le condiciona
afectivamente, en tanto que los espectadores identifican al actor con el personaje. El mejor actor
es el que es capaz de olvidarse por completo de sí mismo para aplicar solamente una técnica.
Él aquí propone una naturalidad a la que llama escénica; tiene que mantener la
credibilidad sin ser vulgar, para lo cual, el comediante debe imitar fielmente las manifestaciones
externas de los afectos, con los cuales todo el mundo se siente identificado. El verdadero talento
del actor estaría en el conocimiento profundo de los afectos y sus manifestaciones exteriores, en
Por ello aquí se pierde la vaga idea de que el actor solo hace una buena representación si
determinados y no en otros, sino como un trabajo constante y disciplinado en el estudio del alma
Conclusiones
proceso como un sistema complejo, sin perfiles superficiales que solo desvalorizan esta carrera.
También podemos agregar que sus aportes fueron pensados en el ayer, hoy y el mañana, porque
aun vemos una sociedad envuelta en la primitiva idea que el teatro es solo un conjunto de
acciones y palabras movidas por un sentimiento, pero es más que eso, es todo un desarrollo y
proceso tan particular que ahora debería ser tratada como una ciencia.