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TRASTORNO

depresivo y
Distimia
conceptos
• El estado de ánimo deprimido es una de las condiciones de malestar
psicológico más frecuente en los seres humanos. Asimismo, la
depresión es el diagnóstico clínico que se emplea con más
frecuencia en psiquiatría.
• No obstante, sentirse triste o deprimido no es un síntoma suficiente
para diagnosticar una depresión. Pues la depresión entendida como
síntoma está presente en la mayor parte de los cuadros
psicopatológicos y en otras condiciones médicas.
• Así pues, además del estado de ánimo deprimido, se han de emplear
otros criterios simultáneos para la configuración de un diagnóstico
de depresión clínica.
Clínica
• Síntomas fundamentales
• Síntomas biológicos o somáticos
• Alteración del comportamiento
• Pensamientos o cogniciones depresivas
Síntomas
fundamentales

• Estado de ánimo bajo: tristeza vital.


• Falta total de reactividad: anestesia afectiva.
• Irritabilidad, síntomas ansiosos.
• Mejoría vespertina.
• Anhedonia: incapacidad de sentir placer
• Parcial o de iniciativa: dificultad para iniciar
una actividad potencialmente placentera.
• Completa o de consumación: imposibilidad
de disfrutar.
Síntomas biológicos
o somáticos

• Alteraciones del sueño.


• Alteraciones del apetito y del peso.
• Sensación de falta de energía,
fatigabilidad, cansancio extremo.
• Quejas somáticas (dolores o molestias
físicas, preocupaciones hipocondríacas).
• Trastornos sexuales.
Alteraciones del
comportamiento

• Disminución de la atención y
concentración (disfunción cognitiva).
• Afectación de la conducta y del aspecto
personal.
• Alteraciones psicomotoras
(agitación/inhibición).
Pensamientos o cogniciones
depresivas
• El paciente tiene una visión negativa de su vida, tanto en lo referente al pasado, presente y
futuro.
• Depresión psicótica o delirante
• Delirios congruentes con el estado de ánimo (secundarios/deliroides)
• Delirios incongruentes al estado de ánimo (persecución o autorreferenciados)
• Síndrome de Cotard (delirio de negación): el paciente niega que sus órganos internos funcionen y
defiende su muerte o la de su familia, incluso puede llegar a presentar alucinaciones olfativas (“huele a
podrido”).
• Alucinaciones: poco frecuentes. Suelen ser auditivas y congruentes “no vales nada”.
• Ideas y pensamientos relacionados con la muerte y el deseo de que la vida termine cuanto
antes (Tedio vital)

La presencia de síntomas psicóticos eleva enormemente el riesgo de suicidio


y suele obligar a la hospitalización.
En estos casos con frecuencia terminan por recibir TEC.
Tipos de síndromes
depresivos en función
de su duración y de su
intensidad

La duración del síndrome


depresivo es enormemente
variable; hay casos en los que los
síntomas apenas se mantienen
unos días (depresiones breves,
que con frecuencia tienen una
elevada recurrencia) y otros
duran años (depresiones crónicas
o persistentes). Combinando
intensidad y duración, se han
definido por consenso los dos
diagnósticos principales:
Episodio depresivo mayor

Constituye un síndrome depresivo de al menos 2 semanas de duración y con una


intensidad importante que afecta claramente al funcionamiento de la persona.
Atendiendo a la intensidad de los síntomas se puede calificar como "leve", "moderado"
o "grave"; en las formas más graves es posible que se presenten síntomas psicóticos
(delirios, alucinaciones).
Lo habitual es que un paciente tenga varios episodios depresivos a lo largo de su vida
("recurrencias"): cuando solamente se evidencian recurrencias depresivas, se habla de
un trastorno depresivo mayor (o depresión unipolar) mientras que, si se suceden en el
tiempo episodios depresivos y síndromes maníacos, se habla de trastorno afectivo
bipolar (o depresión bipolar).
Trastorno depresivo
persistente o distimia

Se habla de esta entidad en los casos de síndromes depresivos de intensidad leve y con un curso crónico
de más de 2 años de duración (en niños y en adolescentes, la DSM baja la duración a 1 año).
En general, se encuentran en ellos más alteraciones de la personalidad y más síntomas de ansiedad
(crisis de ansiedad, síntomas obsesivos, fobias).
Puede comenzar en la adolescencia (se habla de inicio temprano si aparece antes de los 21 años) o en la
edad adulta (inicio tardío).
En su curso es posible que aparezcan episodios depresivos mayores, por lo que recibe entonces el
nombre de "depresión doble“.
Excepcionalmente, un episodio depresivo mayor se cronifica y sigue presentando síntomas graves
pasados los años (lo habitual es que los síntomas se atenúen poco a poco); esta "depresión mayor
crónica" suele haber sido resistente a todos los tratamientos empleados.
Cuando el cuadro depresivo de intensidad leve no ha llegado aún a los 2 años de duración, se emplea a
veces el término no oficial de "depresión menor".
Depresión en niños y en
adolescentes
• Se pueden observar problemas escolares y bajo
rendimiento académico, quejas somáticas, trastornos de la
conducta (promiscuidad sexual, falta de asistencia a clase,
abuso de alcohol y de drogas) e irritabilidad, que a veces se
confunden con los rasgos de la personalidad límite o
antisocial.
• El trastorno por desregulación disruptiva del estado de
ánimo se utiliza para describir a niños y adolescentes que
sufren graves accesos de cólera en el seno de un estado de
ánimo permanentemente irritable, sin cumplir criterios de
episodio depresivo; algunos de estos casos evolucionarán
hacia un trastorno bipolar.
Depresión en ancianos

• En las depresiones de los ancianos es habitual ver


muchos síntomas somáticos y quejas de disminución de
memoria y rendimiento intelectual;
• En los ancianos es más habitual observar síntomas
depresivos de intensidad menor en respuesta a los
numerosos problemas sociofamiliares o de salud a los
que están expuestos (trastornos adaptativos).
• Por otra parte, la depresión mayor, que aparece en
edades avanzadas en pacientes sin antecedentes de
depresión, se ha puesto en relación con causas
secundarias (sobre todo procesos neurodegenerativos
y alteraciones vasculares cerebrales), por lo que es
obligado estudiar un posible origen orgánico en estos
pacientes.
Depresión secundaria

• Se denomina depresión secundaria al síndrome depresivo que se debe a otra


enfermedad psiquiátrica (esquizofrenia, anorexia nerviosa, alcoholismo), a
una enfermedad médica conocida o que está relacionado con tratamientos
farmacológicos.
• Puede presentarse con todos los síntomas de una depresión primaria, se
establece la causalidad en función del patrón temporal de aparición de los
síntomas.
Sugieren origen orgánico:

• Apatía: “ausencia de sentimiento”.


• Labilidad emocional: el paciente muestra una respuesta emocional excesiva
ante estímulos mínimos, así como cambios rápidos de un estado emocional a
otro.
• Moria: constituye un estado de ánimo en el que hay una euforia superficial,
insulsa y pueril, con tendencia a la desinhibición verbal y conductual.
• Aprosodia: existe poca expresividad emocional a través del lenguaje.
Depresión con
síntomas
En melancólicos o
función endógenos
del perfil
de los
síntomas Depresión con
síntomas atípicos
Depresión endógena
• La presencia de estos síntomas
indica gravedad, tanto en lo
referente al riesgo de suicidio
como a la frecuencia de síntomas
psicóticos.
• Se asocian con más alteraciones
neurobiológicas y con una mejor
respuesta al tratamiento con
antidepresivos o TEC.
Depresión con síntomas atípicos
• Estos síntomas suelen aparecen en depresiones leves o moderadas
(distimias y episodios depresivos no graves); con frecuencia los
pacientes presentan rasgos de personalidad dependiente con mala
tolerancia al rechazo por parte de los demás; se denominó
inicialmente disforia histeroide.
• Los citados síntomas predicen una mejor respuesta a IMAO que a
otros antidepresivos, aunque con frecuencia estas depresiones se
cronifican y evolucionan a la distimia.

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