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Los Jueces aplican el derecho tras un proceso público y desde una posición de autoridad
imparcial, lo que da a sus decisiones un carácter definitivo. Es una tarea creativa que no se
limita a la coger el hecho y aplicar la norma que le corresponda. Los Jueces disponen de un
margen de interpretación porque antes de aplicar una norma hay que interpretarla.
La interpretación no se puede controlar lo único que podemos controlar es la solidez de su
fundamentación. Además las decisiones judiciales pueden ser recurridas ante un órgano
jurisdiccional superior que pueda revocarlas.
La legitimación de las decisiones de los jueces reside en que se limitan a aplicar normas
aprobadas por otros poderes con origen democrático. Por tanto, las decisiones de los jueces
no expresan su voluntad sino la de otros órganos democráticos.
5. La organización del poder judicial: el consejo general del poder judicial: naturaleza,
composición, competencias.
El consejo general del poder judicial es el órgano de gobierno del poder judicial según el
artículo 122.2 CE. Cuando hablamos de gobierno del Poder judicial no utilizamos el término en
el mismo sentido que cuando hablamos del Gobierno de la Nación. Los jueces son
independientes, también del Consejo, y están únicamente sometidos a la ley. Nadie les puede
dar instrucciones, ni siquiera el consejo. Tampoco se les puede sancionar o remover de su
puesto por la forma en que imparten justicia, intervenir en sus actuaciones o corregirlas. Hay,
por tanto, que excluir toda intervención o injerencia de los demás Poderes del Estado en la
tarea jurisdiccional. Tiene funciones administrativas sobre la situación de los jueces.
Se pueden distinguir tres modelos de gobierno del Poder judicial en el Derecho comparado:
Modelo externo: propio del sistema anglosajón. Las decisiones principales sobre los
jueces las adoptan órganos políticos ajenos al poder judicial. En Estados Unidos, por
ejemplo, la selección de los jueces tiene lugar mediante órganos políticos. Su
nombramiento, además, suele ser vitalicio. No se puede hablar, por tanto, de una
carrera profesional de juez. Existe la posibilidad de revocarlos aunque muy pocas veces
se utiliza.
Modelo administrativo: es la concepción funcionarial de la judicatura. En este modelo,
tradicionalmente, las decisiones sobre la carrera judicial han venido correspondiendo
al Ministerio de Justicia.
Modelo institucional: este modelo asume la concepción funcionarial pero, a su vez,
intenta corregir la posible influencia del Gobierno a través del Ministerio de Justicia,
por lo que depende de un órgano autónomo que no forma apte del gobierno que es el
órgano general de poder judicial. La carrera judicial de un juez no va a depender si
resulta agradable o no al gobierno.
El Consejo General del Poder Judicial es un órgano constitucional compuesto por 20 vocales y
por el Presidente que es, a su vez, presidente del Tribunal Supremo. Lo primero que llama la
atención es que en su composición no interviene para nada el Poder ejecutivo sino que es una
designación de las cortes generales.
Es un órgano que carece de potestades jurisdiccionales. Recordar que el órgano judicial
superior en nuestro sistema es el Tribunal Supremo salvo en lo relativo a las garantías
constitucionales. Tampoco es un órgano representativo de los jueces porque para realizar esa
tarea ya están las asociaciones profesionales. Solo tiene funciones de carácter administrativo.
Es un órgano que goza de autonomía pero, al mismo tiempo, está sometido a control:
En primer lugar, las decisiones del Consejo pueden ser recurridas ante la Sala 3ª del
Tribunal Supremo, de lo Contencioso-Administrativo.
En segundo lugar, está sometido al control del Tribunal de Cuentas.
A lo que no está sometido a control político aunque el presidente del consejo comparezca ante
la Comisión de Justicia solo lo hace para informar.
El Consejo tiene un mandato de cinco años y los vocales no puede ser reelegido para un
periodo consecutivo. Si puede ser reelegido el Presidente (por una sola vez), situación que
hasta ahora no ha sucedido. Los vocales, una vez elegidos, son plenamente independientes y
cuentan con una serie de normas que les blindan ante posibles presiones externas. Solo los
miembros de la comisión permanente tienen dedicación exclusiva y tienen un régimen de
incompatibilidades muy estricto los otros 13 no tienen dedicación exclusiva. Gozan de fuero.
En cuanto al cese tiene que ser por alguna de las causas recogidas de la ley.
El artículo 122.3 CE de los 20 vocales de CGPJ, 12 tienen que ser elegidos entre Jueces y
Magistrados en los términos que establezca la ley orgánica, pero no se indica ni el
procedimiento de elección ni quien hace la elección. Los ocho restantes serán designados por
las Cortes Generales, cuatro por cada Cámara, por mayoría de 3/5 entre abogados y otros
juristas de reconocida competencia y con más de quince años de experiencia profesional.
Debido a esto no es un órgano de autogobierno de los jueces.
La remisión que hace el artículo 122.3 a la ley orgánica ha originado una polémica muy
encendida sobre la manera en que debían ser elegidos los doce miembros
El primer método que se eligió es que fueran los propios jueces los que eligieran a los
12 vocales.
En 1985 se introdujo un nuevo sistema de designación por el que los vocales serán
elegidos por las Cortes Generales (6 el congreso y 6 el senado) con mayoría de 3/5. Un
amplio sector de la judicatura se opuso a esta reforma y Alianza Popular interpuso un
recurso de inconstitucionalidad a la ley. La Sentencia 108/1986 confirmó la
constitucionalidad de los dos sistemas y señaló los inconvenientes que presentaban
ambos.
En el año 2001 se llega a un acuerdo entre PP y PSOE manteniendo la elección de los
vocales por las cortes generales pero se abre la posibilidad de que las asociaciones
profesionales, y los jueces no asociados de jueces intervengan presenten candidatos
aunque la decisión es de las cortes generales. Es un sistema fallido porque las
asociaciones judiciales quisieron controlarlo todo y patrocinar a sus propios candidatos
perjudicando así a los jueces no asociados.
Este sistema se cambió en el 2013 consistiendo básicamente en facilitar a los jueces no
asociados presentar sus candidatos rebajando los requisitos para presentar
candidaturas. En la práctica este sistema no ha alcanzado ese objetivo porque los
vocales no asociados siguen siendo minoría. La ley de 2013 introduce la novedad de
que las cámaras cuando eligen a los vocales aparte de tomar en consideración del
número de apoyos se obliga a que esos vocales pertenezcan a determinadas categoría:
-3 tienen que ser magistrados de supremo
-3 con más de 25 años de antigüedad
-Los otros 6 de elección libre)
Los otros ocho vocales deben ser designados de entre juristas de reconocida competencia la
única novedad es que los candidatos deben pasar por la comisión consultiva de nombramiento
de las dos cámaras para que puedan ser interpelados.
Hay un reproche de politización del PGPJ ya que es una institución que no se ha desarrollado
bien porque se ha producido esa politización, porque los vocales de un partido votaban
sistemáticamente lo mismo. Hay una falta de independencia, pero que no es un problema del
procedimiento de designación sino el espíritu con el que se aplica el método porque en vez de
buscar a los más cualificados se escoge a los más fieles.
El Presidente del Consejo que es, al mismo tiempo, el Presidente del Tribunal Supremo es
nombrado a propuesta del pleno del CGPJ por el Rey tras la obtención de una mayoría de 3/5
en la sesión constitutiva, o en segunda votación basta con mayoría simple. Hasta ahora, la
elección no ha recaído nunca en un vocal, siempre ha sido una persona ajena al Consejo. Para
ser presidente se exige que sea magistrado del tribunal supremo o un jurista con más de 25
años de experiencia. El Vicepresidente es elegido por el Pleno y de entre los vocales para
sustituir al Presidente en determinadas circunstancias y es al mismo tiempo al vicepresidente
del tribunal supremo.
El CGPJ es un órgano colegiado en el que el Presidente tiene voto de calidad para dirimir los
casos de empate. El Presidente convoca las sesiones, fija el orden del día y dirige los debates.
El Consejo se organiza en una serie de comisiones que pueden descargar al Pleno de alguna de
sus atribuciones. La ley prevé tres comisiones:
Permanente
Disciplinaria
Calificación
El consejo creo a través de sus reglamentos como la de estudios e informe que se renovaban
anualmente.
En 2013 se potencia de la comisión permanente porque asume las competencias de la
comisión de calificación (ascensos) y además ejerce todas las competencias que no estén
expresamente atribuidas. En la comisión permanente está compuesta por el presidente y por
otros 7 vocales (4 judicial y 3 de 25 años de experiencia). Los miembros d esta comisión son
los único que tienen dedicación exclusiva y son los únicos que cobran una retribución fija. La
comisión permanente se debe renovar anualmente como todas las comisiones excepto la
disciplinaria que dura 5 años.
También es muy relevante la comisión disciplinaria porque se encarga de resolver los
expedientes disciplinarios por las infracciones graves o muy graves, salvo la expulsión que solo
puede decidirlo el pleno.
El procedimiento antes de la reforma de 2013 la comisión disciplinaria caso por caso lo que
hacía era nombrar un instructor y este investigaba y propone una determinada sanción. Ahora
el sistema ha cambiado porque no se nombra un instructor caso por caso sino que se crea la
figura del promotor de la acción disciplinaria nombrado por el CGPJ que tiene como función
tomar las decisiones sobre estas faltas graves. Tiene que ser parte del supremo y con más de
25 años de experiencia.
Dentro de la organización del CGPJ se distribuye la responsabilidad sobre el funcionamiento de
la administración de justicia en las CCAA a uno o dos vocales del consejo para cada CCAA.
Las competencias del CGPJ le corresponden tomar decisiones administrativas sobre la carrera
profesional de los jueces:
Selección nombramiento, y formación de los jueces
Destinos y ascensos de los jueces
Las situaciones administrativas
No tiene competencias en los medios materiales y personales de la administración de
justicia
La elección de dos magistrado del tribunal constitucional
Además estas funciones atribuidas por ley ha adquirido las siguientes funciones:
Tiene una amplia potestad reglamentaria en relación a su funcionamiento interno
Asume funciones consultivas, emitiendo informes preceptivos sobre leyes o
reglamento que afecten al ordenamiento judicial, procesos judiciales, leyes penales,
régimen penitenciario y protección de los derecho fundamentales
Formular sugerencias o propuestas a otros Poderes del Estado para el mejor
funcionamiento de la administración de justicia.
Una de sus misiones es velar por la independencia judicial frente a posibles amenazas
o intromisiones,
6. El ministerio fiscal
El ministerio fiscal es un órgano de relevancia constitucional que no forma parte del poder
judicial ni del poder ejecutivo. Desarrolla su función en el ámbito de la administración de
justicia, pero no forma parte del poder judicial, y es designado a propuesta del gobierno pero
no es un instrumento al servicio del gobierno.
La constitución en el artículo 124 dice que tiene como función defender la legalidad, los
derechos de los ciudadanos y el interés público tutelado por la ley. Lo puede hacer de oficio a
petición de una parte interesada. El ministerio fiscal tiene dos principios de funcionamiento:
Unidad de actuación y dependencia jerárquica
Sujeción a los principios la legalidad y de imparcialidad: que se ajuste a la ley y con
objetividad e independencia
El fiscal general del estado es nombrado por el rey a propuesta del gobierno. El ministerio
fiscal en España está regulado por el estatuto orgánico del ministerio fiscal. En 2007 se trata de
mejorar su independencia del gobierno y de mejorar su labor para lo que surgen nuevas
fiscalías para mejorar su especialización en los últimos años. Se modifica la estructura interna
de la fiscalía para adaptarla al estado autonómico en el año 2007 creando la figura del fiscal
superior de la CCAA.
A la cabeza de la fiscalía está el fiscal general del estado y es el que representa a la fiscalía y
dirige a los fiscales. Es elegido a propuesta del gobierno con dos requisitos:
Tiene que ser oído el CGPJ
Tiene que pasar el trámite de la comisión consultiva de nombramiento en el congreso
de los diputados.
Es nombrado por el gobierno porque la política criminal es parte de la política interior. La ley
exige que se aun jurista de reconocido prestigio y con más de 15 años de experiencia. El
mandato es por cuatro años, es propuesto por el gobierno pero las causas de cese están
previstas por la ley, no vale solo por la voluntad del gobierno. Se establece que cuando cesa un
gobierno que también cese el fiscal general del estado.
A pesar de que el fiscal general del estado es nombrado por el gobierno debe actuar con
imparcialidad y con independencia por lo que no puede recibir instrucciones de ningún otro
órgano. El gobierno lo que puede hacer es instar a que actué en un determinado sentido, pero
la decisión la tiene el fiscal general del estado. El fiscal general del estado es jerárquicamente
superior sobre el resto de los fiscales, puede darle instrucciones concretas a cualquier otro
fiscal.
El fiscal general del estado esta asesorado por el consejo fiscal:
Fiscal general del estado
Teniente fiscal de tribunal supremo,
El fiscal inspector jefe
9 fiscales elegidos por los fiscales
Las funciones del ministerio fiscal recogidas en el artículo 3 del estatuto orgánico son:
Ejercer funciones penales y civiles
Dentro del proceso penal puede pedir la adaptación de medidas cautelares, o de
determinadas practicas
En el ámbito civil interviene en el estado civil en defensa del interés público y de los
derechos de los afectados
Velar por seguridad de victimitas testigos y peritos
En el misterio fiscal se ingresa por oposición, la misma que la de los jueces.