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El órgano jurisdiccional se encuadra dentro del poder judicial. La CE se refiere al poder judicial
como poder, y no lo hace así con el poder legislativo y el ejecutivo. Esto es así porque han
tratado de darle la importancia que antes se le había quitado.
Pero también se le puede ver en su dimensión constitucional: estamos hablando del conjunto
de principios y garantías que lo constituyen.
Unidad jurisdiccional
Esta garantía de la unidad jurisdiccional existe por la necesidad de suprimir los privilegios
existentes en la sociedad estratificada, y lograr una uniformidad jurisdiccional. En 1870 se
aprobó la LOPJ, ya que eran necesarias una serie de reformas y se necesitaban ciertas
garantías que establecieran la independencia de los jueces etc. Nació como ley provisional
pero estuvo en vigor hasta el año 1985. Esta ley hizo que la unidad no solo evitara los
privilegios, sino que también se manifestó contra la existencia de tribunales no
independientes.
Todos los jueces y magistrados se ven gobernados por el consejo general del poder judicial. Es
un órgano de gobierno integrado por jueces y magistrados (12 miembros) y otros consejeros,
que son juristas de mérito reconocido (8 miembros), y tienen funciones disciplinarias, de
inspección, presupuestarias, de selección etc.
La exclusividad
El poder judicial tiene el monopolio para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. En todos los países
juzgan, pero no en todos mandan ejecutar lo juzgado. En España si es así como son los
juzgados de vigilancia penitenciaria. Esta es la vertiente positiva de la exclusividad.
Como contrapartida solo se pueden dedicar a esto. No pueden realizar otra función más que la
de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, y las que expresamente les sean atribuidas por ley en
garantía de determinados derechos. Estas últimas funciones son dos excepciones, que son
llevar el registro civil y el procedimiento electoral. Esto ha sido muy criticado, porque se da pie
para que se atribuya al juez otra función que ponga en peligro la independencia del poder
judicial. Esta es la vertiente negativa de la exclusividad.
En sentido positivo todos los ciudadanos tienen derecho a un juez ordinario predeterminado
por la ley. Este juez ha de ser independiente e imparcial, establecido con las garantías
constitucionales y legales, que actúa dentro de la competencia y con el procedimiento
preestablecido.
Nos estamos refiriendo también al reparto de asuntos. Hay que respetar una serie de
normas de competencia y de criterios de reparto.
La independencia judicial
Es un principio básico en torno al que giran todos los demás. Es imprescindible que exista
independencia judicial. Esto no es un privilegio para los jueces sino una obligación. Es un
principio reconocido a nivel mundial en declaraciones internacionales de derechos y en las
constituciones de todos los países. En España se recoge en la CE y en la LOPJ.
Tiene una doble perspectiva:
La independencia tiene un aspecto interno, frente a todos incluso sus superiores, y un aspecto
externo, respecto a los demás poderes del estado.
La imparcialidad
La inamovilidad
El art 117.2 CE dice que los jueces no pueden ser separados, suspendidos, trasladados, ni
jubilados, salvo por alguna de las causas y con las garantías previstas. Esta inamovilidad de los
jueces es absoluta y temporal. En España es así aunque no en todos los países. Es absoluta
porque la condición de juez dura hasta la muerte, y es temporal porque no es vitalicia pero es
hasta la jubilación.
Existen jueces que desempeñan la función jurisdiccional dentro de un plazo determinado (el
año judicial que es prorrogable): jueces de paz, magistrados suplentes…
La responsabilidad
Se regula en el art. 117.1 de la CE y en la LOPJ. Esta responsabilidad puede ser de tres clases:
Los jueces son independientes frente a todo excepto a la ley. Esta es “la condictio sine qua
non”. No se someten a entidad alguna.
Esto implica que los jueces aplican la ley, la interpretan etc. Pero no tienen porque someterse
a normas contrarias a leyes. Esto no implica que el juez aplique literalmente la ley, sino que
tiene que llevar a cabo una función interpretadora e integradora de la ley.
En el art. 117 se habla de los órganos jurisdiccionales españoles y sus competencias. El art 26 y
ss. de la LOPJ se habla de los juzgados y tribunales a los que se atribuye la potestad
jurisdiccional. El art. 29 de la LOPJ establece las bases para la ley de demarcación y planta del
poder judicial, y se dice que deberá revisarse cada cinco años. Establece esta ley el número y la
composición de todos los juzgados y tribunales.
Existen en España diferentes grados de órganos, y dentro de cada grado diferentes tipos de
órganos. El número de órganos va disminuyendo a medida que aumentamos en grados.
Existen diversos criterios para clasificar estos órganos:
- Criterio jerárquico: determina la categoría del órgano dentro de la pirámide. Hay que
entenderlo de forma relativa, ya que aunque un órgano sea superior a otro no puede
influir en sus decisiones.
- Criterio material: hay demasiados asuntos de materias diferentes, y por ello existen
diferentes órdenes jurisdiccionales. Un mismo juez no puede conocer de todos los
aspectos del derecho. El art. 9 de la LOPJ hace referencia a estos órdenes. Aun así un
mismo órgano puede conocer de distintas materias, como los juzgados de paz, el TS…
También un órgano puede dividirse en salas en función de las materias que se traten.
- Criterio territorial: la distribución de los órganos jurisdiccionales se toma del derecho
administrativo. El partido judicial es la primera división, luego la provincia, la CCAA y el
país. Hay órganos que tienen jurisdicción en toda España como el TS o la audiencia
nacional (que no tiene competencias civiles!!!). El único órgano a nivel estatal con
competencias civiles es el TS. En el ámbito de la CCAA el tribunal superior de justicia.
En el ámbito de la provincia las audiencias provinciales y los juzgados de lo mercantil.
Luego el juzgado de primera instancia y de violencia sobre la mujer y luego el juez de
paz.
Art. 56.1: conoce de los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia civil
que establezca la ley.
Art. 56.2: De las demandas de responsabilidad civil por hechos realizados en el ejercicio de su
cargo, dirigidas contra el Presidente del Gobierno, Presidentes del Congreso y del Senado,
Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Presidente del
Tribunal Constitucional, Miembros del Gobierno, Diputados y Senadores, vocales del Consejo
General del Poder Judicial, Magistrados del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo,
Presidentes de la Audiencia Nacional y de cualquiera de sus Salas y de los Tribunales Superiores
de Justicia, Fiscal General del Estado, Fiscales de Sala del Tribunal Supremo, Presidente y
Consejeros del Tribunal de Cuentas, Presidente y Consejeros del Consejo de Estado, Defensor
del Pueblo y Presidente y Consejeros de una Comunidades Autónomas, cuando así lo
determinen su Estatuto de Autonomía.
Art. 73.1: La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia conocerá, como Sala de lo
Civil:
Los artículos 76 y 77 establecen la competencia para resolver las recusaciones contra sus
magistrados.
2.3. AUDIENCIAS PROVINCIALES
Puede estar compuesta por el presidente y por dos o más magistrados (siempre número
impar). Esta es la forma habitual. Pero otra posibilidad es que se componga de dos o más
secciones en cuyo caso el presidente de la audiencia provincial presidirá una de ellas y cada
sección se formará por un número impar de magistrados. Si el escaso número de asuntos de la
audiencia lo aconseja, puede contar su plantilla de uno o dos magistrados, incluyendo al
presidente. Esto es raro, si fuera uno no seria un órgano colegiado, y si fueran dos podría
haber empate en las votaciones.
Art. 81.2: Cuando el escaso número de asuntos de que conozca una Audiencia Provincial lo
aconseje, podrá constar su plantilla de uno a dos magistrados, incluido el Presidente. En este
caso, la Audiencia Provincial se completará para el enjuiciamiento y fallo, y cuando la
naturaleza de la resolución a dictar lo exija, con el número de magistrados que se precisen del
Tribunal Superior de Justicia. A estos efectos, la Sala de Gobierno establecerá un turno para
cada año judicial.
Art. 81.3: Del mismo modo, cuando así lo aconseje la mejor Administración de Justicia, las
Secciones de la Audiencia podrán estar formadas por cuatro magistrados.
1. De los recursos que establezca la Ley contra resoluciones dictadas en primera instancia
por los Juzgados de Primera Instancia de la provincia.
2. De los recursos que establezca la Ley contra las resoluciones dictadas en primera
instancia por los Juzgados de lo Mercantil, salvo las que se dicten en incidentes
concursales que resuelvan cuestiones de materia laboral, debiendo especializarse a tal
fin una o varias de sus Secciones, de conformidad con lo previsto en el artículo 98 de la
presente Ley Orgánica.
3. Asimismo, la Sección o Secciones de la Audiencia Provincial de Alicante que se
especialicen al amparo de lo previsto en el párrafo anterior conocerán, además, en
segunda instancia y de forma exclusiva, de todos aquellos recursos a los que se refiere
el artículo 101 del Reglamento nº 40/94, del Consejo de la Unión Europea, de 20 de
diciembre de 1993, sobre la marca comunitaria, y el Reglamento 6/2002, del Consejo
de la Unión Europea, de 12 de diciembre de 2001, sobre los dibujos y modelos
comunitarios. En el ejercicio de esta competencia extenderán su jurisdicción a todo el
territorio nacional, y a estos solos efectos se denominarán Tribunales de Marca
Comunitaria.
4. Las Audiencias Provinciales también conocerán de los recursos que establezca la Ley
contra las resoluciones dictadas en materia civil por los Juzgados de Violencia sobre la
Mujer de la provincia. A fin de facilitar el conocimiento de estos recursos, y atendiendo
al número de asuntos existentes, podrán especializarse una o varias de sus secciones
de conformidad con lo previsto en el artículo 98 de la presente Ley Orgánica.
1. Con carácter general, en cada provincia, con jurisdicción en toda ella y sede en su capital,
habrá uno o varios juzgados de lo mercantil.
1. Los juzgados de lo mercantil conocerán de cuantas cuestiones se susciten en materia concursal, en los
términos previstos en su Ley reguladora.
En todo caso, la jurisdicción del juez del concurso será exclusiva y excluyente en las siguientes materias:
1. Las acciones civiles con trascendencia patrimonial que se dirijan contra el patrimonio del
concursado con excepción de las que se ejerciten en los procesos sobre capacidad, filiación,
matrimonio y menores a las que se refiere el título I del Libro IV de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Con el mismo alcance conocerá de la acción a que se refiere el artículo 17.1 de la Ley Concursal.
2. Las acciones sociales que tengan por objeto la extinción, modificación o suspensión colectivas
de los contratos de trabajo en los que sea empleador el concursado, así como la suspensión o
extinción de contratos de alta dirección, sin perjuicio de que cuando estas medidas supongan
modificar las condiciones establecidas en convenio colectivo aplicable a estos contratos se
requerirá el acuerdo de los representantes de los trabajadores. En el enjuiciamiento de estas
materias, y sin perjuicio de la aplicación de las normas específicas de la Ley Concursal, deberán
tenerse en cuenta los principios inspiradores de la ordenación normativa estatutaria y del
proceso laboral.
3. Toda ejecución frente a los bienes y derechos de contenido patrimonial del concursado,
cualquiera que sea el órgano que la hubiera ordenado.
4. Toda medida cautelar que afecte al patrimonio del concursado, excepto las que se adopten en
los procesos civiles que quedan excluidos de su jurisdicción en el número 1.
5. Las que en el procedimiento concursal debe adoptar en relación con la asistencia jurídica
gratuita.
6. Las acciones tendentes a exigir responsabilidad civil a los administradores sociales, a los
auditores o, en su caso, a los liquidadores, por los perjuicios causados al concursado durante el
procedimiento.
2. Los juzgados de lo mercantil conocerán, asimismo, de cuantas cuestiones sean de la competencia del
orden jurisdiccional civil, respecto de:
a. Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a competencia desleal, propiedad
industrial, propiedad intelectual y publicidad, así como todas aquellas cuestiones que dentro de
este orden jurisdiccional se promuevan al amparo de la normativa reguladora de las sociedades
mercantiles y cooperativas.
b. Las pretensiones que se promuevan al amparo de la normativa en materia de transportes,
nacional o internacional.
c. Aquellas pretensiones relativas a la aplicación del Derecho Marítimo.
d. Las acciones relativas a condiciones generales de la contratación en los casos previstos en la
legislación sobre esta materia.
e. Los recursos contra las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado en
materia de recurso contra la calificación del Registrador Mercantil, con arreglo a lo dispuesto en
la Ley Hipotecaria para este procedimiento.
f. De los procedimientos de aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea y su derecho derivado, así como los procedimientos de aplicación de los
artículos que determine la Ley de Defensa de la Competencia.
g. De los asuntos atribuidos a los Juzgados de Primera Instancia en el artículo 8 de la Ley de
Arbitraje cuando vengan referidos a materias contempladas en este apartado.
3. Los juzgados de lo mercantil tendrán competencia para el reconocimiento y ejecución de
sentencias y demás resoluciones judiciales y arbitrales extranjeras, cuando éstas versen sobre
materias de su competencia, a no ser que, con arreglo a lo acordado en los tratados y otras
normas internacionales, corresponda su conocimiento a otro juzgado o tribunal.
1. En primera instancia, de los juicios que no vengan atribuidos por esta ley a otros
juzgados o tribunales. (clausula de regresión)
2. De los actos de jurisdicción voluntaria en los términos que prevean las leyes. Estos
actos son los de libre disposición de proceso. La antigua LEC dedicaba el último libro a
la jurisdicción voluntaria. La actual no contiene ninguna norma de jurisdicción
voluntaria, luego nos seguimos rigiendo por la anterior.
3. De los recursos que establezca la ley contra las resoluciones de los Juzgados de Paz del
partido. Luego también pueden ser juzgados de segunda instancia.
4. De las cuestiones de competencia en materia civil entre los Juzgados de Paz del
partido.
5. De las solicitudes de reconocimiento y ejecución de sentencias y demás resoluciones
judiciales y arbitrales extranjeras, a no ser que, con arreglo a lo acordado en los
tratados y otras normas internacionales, corresponda su conocimiento a otro juzgado o
tribunal.
1. El Registro Civil estará a cargo de los Jueces de Primera Instancia y, por delegación de estos,
de los de paz, de conformidad con lo que establezca la Ley, sin perjuicio de lo que se disponga
en ella para los demás Registros Civiles, en su caso. El registro civil está a cargo de un
funcionario con fe pública. El único registro a cargo de un juez es el registro civil.
2. La Ley de Planta determinará las poblaciones en las que uno o varios jueces desempeñarán
con exclusividad funciones de Registro Civil, y en las ciudades en que hubiere más de un
juzgado de primera instancia, cual o cuales de entre ellos se encargarán del Registro Civil.
2. Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer podrán conocer en el orden civil, en todo caso de
conformidad con los procedimientos y recursos previstos en la Ley de Enjuiciamiento Civil, de
los siguientes asuntos:
Todos estos supuestos hacen referencia a situaciones en el ámbito familiar. Se tienen que dar
una serie de requisitos para que haya competencia.
a. Que se trate de un proceso civil que tenga por objeto alguna de las materias indicadas
en el número 2 del presente artículo.
b. Que alguna de las partes del proceso civil sea víctima de los actos de violencia de
género, en los términos a que hace referencia el apartado 1.a del presente artículo.
c. Que alguna de las partes del proceso civil sea imputado como autor, inductor o
cooperador necesario en la realización de actos de violencia de género.
d. Que se hayan iniciado ante el Juez de Violencia sobre la Mujer actuaciones penales por
delito o falta a consecuencia de un acto de violencia sobre la mujer, o se haya
adoptado una orden de protección a una víctima de violencia de género.
4. Cuando el Juez apreciara que los actos puestos en su conocimiento, de forma notoria, no
constituyen expresión de violencia de género, podrá inadmitir la pretensión, remitiéndola al
órgano judicial competente.
1. Cuando un Juez, que esté conociendo en primera instancia de un procedimiento civil, tuviese noticia de
la comisión de un acto de violencia de los definidos en el artículo 1 de la Ley Orgánica de Medidas de
Protección Integral contra la Violencia de Género, que haya dado lugar a la iniciación de un proceso
penal o a una orden de protección, tras verificar la concurrencia de los requisitos previstos en el
apartado 3 del artículo 87 ter de la Ley Orgánica del Poder Judicial, deberá inhibirse, remitiendo los
autos en el estado en que se hallen al Juez de Violencia sobre la Mujer que resulte competente, salvo que
se haya iniciado la fase del juicio oral.
2. Cuando un Juez que esté conociendo de un procedimiento civil, tuviese noticia de la posible comisión
de un acto de violencia de género, que no haya dado lugar a la iniciación de un proceso penal, ni a dictar
una orden de protección, tras verificar que concurren los requisitos del apartado 3 del artículo 87 ter de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, deberá inmediatamente citar a las partes a una comparecencia con el
Ministerio Fiscal que se celebrará en las siguientes 24 horas a fin de que éste tome conocimiento de
cuantos datos sean relevantes sobre los hechos acaecidos. Tras ella, el Fiscal, de manera inmediata,
habrá de decidir si procede, en las 24 horas siguientes, a denunciar los actos de violencia de género o a
solicitar orden de protección ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que resulte competente. En el
supuesto de que se interponga denuncia o se solicite la orden de protección, el Fiscal habrá de entregar
copia de la denuncia o solicitud en el Tribunal, el cual continuará conociendo del asunto hasta que sea,
en su caso, requerido de inhibición por el Juez de Violencia sobre la Mujer competente.
3. Cuando un Juez de Violencia sobre la Mujer que esté conociendo de una causa penal por violencia de
género tenga conocimiento de la existencia de un proceso civil, y verifique la concurrencia de los
requisitos del apartado 3 del artículo 87 ter de la Ley Orgánica del Poder Judicial, requerirá de inhibición
al Tribunal Civil, el cual deberá acordar de inmediato su inhibición y la remisión de los autos al órgano
requirente.
4. En los casos previstos en los apartados 1 y 2 de este artículo, el Tribunal Civil remitirá los autos al
Juzgado de Violencia sobre la Mujer sin que sea de aplicación lo previsto en el artículo 48.3 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, debiendo las partes desde ese momento comparecer ante dicho órgano.
En estos supuestos no serán de aplicación las restantes normas de esta sección, ni se admitirá
declinatoria, debiendo las partes que quieran hacer valer la competencia del Juzgado de Violencia sobre
la Mujer presentar testimonio de alguna de las resoluciones dictadas por dicho Juzgado a las que se
refiere el párrafo final del número anterior.
5. Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer ejercerán sus competencias en materia civil de forma
exclusiva y excluyente, y en todo caso de conformidad con los procedimientos y recursos previstos en la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
Esta regulación de los juzgados de violencia sobre la mujer podría ser inconstitucional. Un
punto clave es el del juez ordinario predeterminado por la ley. La ley orgánica 1/2004 modifica
la competencia objetiva. Por un acto de parte se puede alterar la competencia si se elige el
juez civil y no el de violencia sobre la mujer.
2.7 JUZGADOS DE PAZ
Los precedentes remotos del juez de paz se encuentran en el fuero juzgo y en las partidas, y
más actualmente en la constitución de Cádiz de 1812. La primera vez que se regulo el juez de
paz en sentido propio fue en la LOPJ de 1870 y en el DL del 22 de octubre de 1855.
Podrán ser nombrados jueces de paz, tanto titular como sustituto, quienes, aún no siendo
licenciados en derecho, reúnan los requisitos establecidos en esta Ley para el ingreso en la
carrera judicial, y no estén incursos en ninguna de las causas de incapacidad o de
incompatibilidad previstas para el desempeño de las funciones judiciales, a excepción del
ejercicio de actividades profesionales o mercantiles.
1. Los Jueces de Paz y sus sustitutos serán nombrados para un periodo de cuatro años por la sala de
Gobierno del Tribunal Superior de Justicia correspondiente. El nombramiento recaerá en las personas
elegidas por el respectivo Ayuntamiento.
2. Los Jueces de Paz y sus sustitutos serán elegidos por el pleno del Ayuntamiento, con el voto favorable
de la mayoría absoluta de sus miembros, entre las personas que, reuniendo las condiciones legales, así lo
soliciten. Si no hubiere solicitante, el pleno elegirá libremente.
3. Aprobado el acuerdo correspondiente, será remitido al juez de primera instancia e instrucción, quien lo
elevará a la Sala de Gobierno.
1. Los Jueces de Paz serán retribuidos por el sistema y en la cuantía que legalmente se
establezca, y tendrán, dentro de su circunscripción, el tratamiento y precedencia que se
reconozcan en la suya a los jueces de primera instancia e instrucción.
2. Los Jueces de Paz y los sustitutos, en su caso, cesarán por el transcurso de su mandato y por
las mismas causas que los jueces de carrera en cuanto les sean de aplicación.
El art. 47 de la LEC dice que conoce de juicios verbales de cuantía no superior a 90 euros y en
materias muy concretas.
3. ESTATUTO DE LOS JUECES Y MAGISTRADOS
Vamos a conocer las características básicas del estatuto de los jueces y magistrados. Es un
cuerpo único que tiene tres categorías:
- Jueces
- Magistrados
- Magistrados del TS
Para poder acceder a la carrera judicial hay que ser capaz, mayor de edad, aprobar las
oposiciones. Una vez aprobada la oposición se acude a la escuela judicial, y luego se entraría
en la carrera judicial. Para ascender de un grado a otro puede ser por antigüedad, los jueces a
los tres años pasan a ser magistrados. La forma de acceso a magistrado del TS es más política,
siendo jurista de reconocida competencia.
Existen incapacidades físicas y psicológicas, que impiden la entrada a la carrera judicial. Las
incapacidades físicas son las que limitan la función judicial. Ej. Puede que ser ciego sea un
impedimento, no lo sería tener movilidad reducida.
Existen incompatibilidades, como que no pueden desarrollar otro cargo ni público ni privado,
únicamente se permite llevar a cabo labores de docencia.
- El cuerpo de médicos forenses, que tiene más importancia en el ámbito penal, también
tiene funciones civiles.
5. EL MINISTERIO FISCAL
- Defender la legalidad
Se propone que no sea nombrado por el gobierno para garantizar todas esas funciones.
En los procesos civiles el ministerio fiscal no debe intervenir de manera general, de manera
contraria a los procesos penales. Su intervención es casuística, exclusivamente intervendrá
cuando las normas lo establezcan, cuando los intereses que hay detrás lo requieran. Esto es así
porque los intereses en juego en el proceso civil son privados, lo que nos lleva a ver que
predomina la autonomía de la voluntad de los particulares. Puede actuar en los procesos
civiles:
1. Como parte procesal: el ministerio actúa como parte del proceso, activa o pasiva, y
además es una parte plena, pero es una parte especial, ya que su interés no es
privado, sino que su interés es la defensa del interés general. Su actuación como parte
depende de que exista una norma completa que le de legitimación. Es importante el
art. 749.1 de la LEC. Su legitimación puede ser activa o pasiva en los siguientes casos:
- En los procesos en los que se pretenda la tutela del derecho al honor, a la intimidad y a
la propia imagen y de cualquier otro derecho fundamental, salvo el derecho de
rectificación. Este derecho de rectificación hace referencia por ejemplo a cuando un
programa del corazón da una noticia que no es fiel a la realidad, y en ese caso tendría
derecho a rectificar esa noticia en el mismo programa y a la misma hora, para que
haya la misma audiencia.
2. Como representante legal: en este caso su función se ciñe a defender los intereses de
las personas que no tienen capacidad para ser parte en el proceso. Su actuación es
subsidiaria, ya que no está actuando como parte. La parte es el menor o el incapaz y el
ministerio es su representante legal. Su actuación es también transitoria porque
aquellas personas incapaces necesitan que alguien actúe por ellas en el proceso, y por
ejemplo en el tiempo en que se nombra un tutor para el menor le representaría el MF.
- Estimación de la revisión
- Cuestión de inconstitucionalidad
Fuera de estos supuestos no interviene. Las especialidades procedimentales del MF son las
siguientes:
En la ley 30/1984 hay una reforma en la que se suprime el cuerpo de abogados del estado
creándose el cuerpo superior de letrados del estado. No solo se cambio la denominación, sino
que paso a depender del ministerio de justicia. En la ley 23/1988 vuelve a tener la
denominación de abogados del estado.
Su función básica se recoge en el art. 555.1. de la LOPJ, que dice que les corresponde la
defensa y la representación, lo que significa que la administración no necesita procurador.
Sus especialidades procedimentales, muy criticadas al considerarse privilegios del estado, son:
- El fuero territorial del estado supone que siempre actúan en juzgados con sede en la
capital de provincia.
- Todos los actos de comunicación se entienden directamente con el abogado del estado
en la sede de la abogacía del estado. No tiene que ir este al juzgado.
- Puede solicitar la suspensión de los autos, en el caso de que en tienda que el asunto es
complicado, para consultarlo en la dirección del servicio jurídico del estado.