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Tema 8:
el
El domicilio de una persona sirve al Ordenamiento jurídico en varios aspectos como
característica para la individualización y como punto de conexión para las relaciones jurídicas.
domicili
En nuestra Constitución, el domicilio aparece expresamente recogido en el artículo 18 CE, que
garantiza su inviolabilidad. Por otra parte, el artículo 19 CE reconoce a los españoles el
“derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional”. Esto viene a
o
decir que cada uno puede establecer su residencia donde le venga en gana, sin necesidad de
pedir permiso al Estado, puesto que se considera parte de las libertades públicas inherentes a
la dignidad de la persona.
1. Concepto de domicilio.
El término domicilio, incluso en su componente lingüístico (Etimológicamente procede del
domus latino, equivalente a casa familiar), tiene un acusado entronque con la vivienda de la
persona, aunque por extensión puede referirse también a otras indicaciones del lugar de
residencia habitual de la persona.
Siguiendo una primera línea doctrinal, actualmente minoritaria, el elemento básico del
domicilio real es la residencia habitual, que había sido entendida normalmente como la suma
de un elemento material (Corpus, que no es sino el hecho de residir en el lugar) y un elemento
espiritual (Animus perpetuo commorandi, que es la intención de residir de modo
permanente). Es decir, es la suma de residencia y habitualidad (Elementos material y
espiritual, respectivamente).
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Derecho Civil I
En contraste con esa tendencia, actualmente minoritaria, hoy en día la generalidad de los
autores (Siguiendo la opinión de F. de Castro) consideran que la línea jurisprudencial del
Tribunal Supremo consiste en considerar que la fijación del domicilio dependería
exclusivamente del dato objetivo de la residencia, sin necesidad de atender a consideraciones
de orden subjetivo de la persona (Es decir, sin que el elemento espiritual sea decisivo).
Domicilio legal
Este es el impuesto como domicilio por una norma legal, prescindiendo de la residencia
habitual. A él se refiere el Código en el último inciso del primer párrafo (“[…] y, en su caso, el
que determina la L.E.C.”) y en el segundo párrafo (“el domicilio de los diplomáticos residentes
por razón de su cargo en el extranjero […]”) del artículo 40.
En cuanto a la Ley de Enjuiciamiento Civil (De 7 de enero de 2000), ésta no establece domicilio
legal alguno (Al contrario que la anterior, que sí determinaba unos cuantos, por más que la
jurisprudencia siempre mantuvo que si el afectado residía habitualmente en otro lugar,
prevalecía este domicilio real por encima del legal). Lo que sí que dispone es que (Tanto como
norma general, arts. 50 y siguientes, como en numerosos casos concretos), el domicilio del
demandante es el determinante de la competencia territorial del Juzgado de 1ª Instancia. Sin
embargo, este domicilio es un domicilio real, no legal.
En cuanto al 2º párrafo del artículo 40, impone la ficción de un domicilio en España para el
diplomático que, realmente, lo tiene en el extranjero. Dispone: “El domicilio de los
diplomáticos residentes por razón de su cargo en el extranjero, que gocen del derecho de
extraterritorialidad, será el último que hubieren tenido en territorio español”. El concepto de
diplomático es más amplio que el literal: es toda aquella persona a la que el Derecho
internacional público otorga inmunidad de jurisdicción derivada del ejercicio de funciones
diplomáticas o consulares.
Domicilio electi vo
El domicilio electivo no es un verdadero domicilio, sino el lugar que eligen las personas para
localizar (Comúnmente, domiciliar) ciertas actuaciones jurídicas, como la consumación de un
contrato (Art. 1171 CC, 1er párrafo) o la determinación de la competencia territorial judicial
(Art. 54 L.E.C., llamada sumisión). Implica una derogación convencional de los efectos del
domicilio real o legal, respecto de una determinada relación jurídica, sin que afecte para nada
al domicilio general de la persona, que continúa siendo el mismo.
El Código Civil no regula con carácter general este tipo de domicilio, ni emplea semejante
expresión, que tiene un claro origen doctrinal. Sin embargo, es evidente que en la práctica este
tipo de domicilio es ampliamente utilizado y goza de gran relevancia. Llega esto hasta tal punto
que el Tribunal Supremo ha declarado que, en las relaciones contractuales, el domicilio real
carece de relevancia cuando, voluntariamente, se ha pactado otro cualquiera.
La trascendencia jurídica del domicilio es muy amplia. No sólo la tiene para el ejercicio de los
derechos y el cumplimiento de las obligaciones (Art. 40 CC, reiterado por el art. 1171 CC), sino
también para determinar la competencia territorial judicial (Art. 50 y siguientes L.E.C.). Sin
embargo, el domicilio no afecta a la capacidad de la persona ni es un estado civil. Su
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Tema 8: el domicilio
2. Concepto de residencia.
Respecto de la residencia, puede hacerse una triple graduación:
Puede darse en una persona residencia en vez de domicilio, en los casos de falta de domicilio
(Un vagabundo, un marinero que viaja por el mundo recorriendo países, un circense que vive
en una caravana…). También puede darse (Y de hecho, es frecuente), residencia a la vez de
domicilio (Al que le operan y pasa unos días en el hospital, el que se va a la playa…).
3. La ausencia. Concepto.
El sentido material de ausencia coincide con su significado etimológico: no estar presente.
No es aceptable que la audiencia sea un estado civil, pues el ausente, allá donde se encuentre,
conserva su propio estado civil. Por otra parte, a la vista del 2º párrafo del artículo 188, la
ausencia no modifica la capacidad de obrar. Se puede afirmar que origina un sistema especial
de administración del patrimonio del ausente.
El Código Civil regula la ausencia en los artículos 181 y siguientes (Título VIII del Libro I). Se
distinguen tres situaciones, que van de menor a mayor incertidumbre acerca del paradero y la
existencia del ausente, pero que son independientes entre sí (Se puede declarar Un
fallecimiento sin haber sido declarado antes ausente, por ejemplo):
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Tema 8: el domicilio
No significa duda oficial sobre la vida del desaparecido. Ésta es la diferencia básica
respecto a la declaración de ausencia.
Carácter esencialmente transitorio. Esta situación no es indefinida. O vuelve el
desaparecido o se impone a ciertas personas el deber de promover la declaración de
ausencia.
Procedimiento
Los presupuestos para que se pongan en marcha las medidas provisionales son (Art. 181 CC):
Consecuencias
El Juez puede igualmente adoptar de oficio, con intervención del Ministerio Fiscal, medidas de
averiguación, investigación y protección de la persona y del patrimonio del desaparecido.
De este modo, la patria potestad que se ejerce conjuntamente por los padres, la ejercerá uno
de ellos, si el otro está desaparecido (Art. 156 CC). En caso de que el desaparecido fuera el
único titular de la patria potestad, se puede nombrar tutor.
Cesación
- Por su reaparición.
- Por la darse las otras situaciones de ausencia.
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Requisitos
Los sujetos activos de la ausencia legal son, o bien personas que tienen el deber jurídico de
instar la declaración de ausencia, o bien personas que tienen la facultad de instarla.
Personas que tienen el deber de instar la declaración de ausencia (182 CC, 1er párrafo):
o El cónyuge no separado legalmente.
o Los parientes consanguíneos hasta el 4º grado.
o El Ministerio Fiscal, de oficio o a virtud de denuncia.
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Tema 8: el domicilio
Consecuencias
REPRESENTANTE LEGAL
DEBERES.
Pesquisa de la persona del ausente. El representante debe procurar seguir las huellas
de su representado, dada la provisionalidad de la situación de ausencia legal, tratando
de contrastar su paradero o, en su caso, su efectivo deceso (184 CC).
Protección y administración de sus bienes y cumplimiento de sus obligaciones. Esto
implica conservar y defender el patrimonio del ausente y obtener de sus bienes los
rendimientos normales de que fueren susceptibles, ajustándose a las normas que en
orden a la posesión y administración e los bienes del ausente se establecen en la L.E.C.
(Art. 185 CC y, por remisión, art. 2046 L.E.C.).
Inventariar los bienes muebles y describir los inmuebles del ausente. Reflejado en el
art. 185 CC y art. 2045 L.E.C.
Los representantes que sean hermanos del ausente o persona solvente deben prestar
la garantía que el Juez prudencialmente fije (Art. 185 CC) y rendir cuentas
semestralmente (Art. 2046 L.E.C.).
ATRIBUCIONES.
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Derecho Civil I
Remuneración. El Juez la señalará, según el importante de los frutos, las rentas del
patrimonio, las cargas familiares del ausente y el tipo de representante (186 CC y 185
CC, en relación con el dativo).
OTROS EFECTOS
FAMILIARES. El representante no tiene atribuciones sobre la familia del ausente, pero ésta
tiene que continuar su vida jurídica, personal y patrimonial, aún con la no presencia del
ausente. Así pues, la ausencia legal produce ciertos efectos familiares, aunque estos son
limitados.
En las relaciones personales del matrimonio, el cónyuge puede pedir la separación conyugal
(82.7 CC) y, tras 2 años, el divorcio (823 CC).
En las relaciones patrimoniales del matrimonio, el cónyuge del ausente tendrá, por resolución
judicial, la administración y disposición de los bienes gananciales (1387 CC) y podrá pedir que
se extinga la comunidad de gananciales, por resolución judicial (1393 CC), pasando al régimen
de separación de bienes.
En las relaciones de filiación, los hijos habidos mientras el cónyuge esté ausente no se
presumen matrimoniales (116 CC). La patria potestad es ejercida exclusivamente por el
cónyuge del ausente (156 CC).
DERECHOS EVENTUALES. Los derechos que se produzcan el patrimonio del ausente pasan a
engrosarlo. Estos derechos son, según el 186 CC: frutos, rentas y aprovechamientos.
Es un caso distinto el de los derechos que pueda adquirir el ausente que exigen, como toda
adquisición, la existencia del sujeto (Y sobre el ausente, pesa la incertidumbre de la misma).
Ante dicha incertidumbre, el artículo 190 CC exige que se pruebe que la persona vivía en el
tiempo en que era necesaria su existencia para adquirirlo. Esto constituye una excepción (Si no
una contradicción) con la presunción de vida del ausente que proclama el artículo 195 CC.
En el caso de que el derecho que pueda adquirir el ausente sea una herencia, los artículos 191
y 192 CC hacen una aplicación específica de la norma anterior. Si se abre una sucesión en la
que esté llamado el ausente, se procederá como si este no existiera, pero deberán hacer, con
intervención del Ministerio Fiscal, inventario de dichos bienes. En caso de que el ausente
reapareciera, estos bienes pueden ser reclamados. Por el contrario, si se produce la
declaración de fallecimiento o se prueba la muerte, los adquirentes provisionales adquirirán
definitivamente tales bienes.
Cesación
Prueba de existencia del ausente. Bien porque reaparezca, bien porque se acredite su
existencia en otro lugar. Se dictará, en este caso, una declaración judicial (2043 L.E.C.),
dejando sin efecto la declaración de ausencia.
Se le restituirá su patrimonio, pero no los productos percibidos por el representante
como remuneración, a no ser que haya mala fe (Básicamente, que supiera de su
existencia), en cuyo caso devolverá los percibidos y los debidos percibir (187 CC).
Si durante la situación de ausencia se presentase un tercero acreditando por
documento fehaciente haber adquirido bienes del ausente (Lo que significa,
evidentemente, que éste está vivo), no cesa la ausencia, sino que simplemente se le
entregarán tales bienes a su adquirente, saliendo del patrimonio del ausente (188 CC).
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Tema 8: el domicilio
Por prueba de la muerte del ausente (188 CC). Se abre la sucesión y se produce la
delación a favor de los herederos testamentarios o ab intestato. Una vez aceptada por
estos la herencia, el representante del ausente fallecido les hará entrega del
patrimonio del mismo.
Así, la muerte se inscribe como tal (Inscripción de defunción) en el Registro civil cuando se
prueba la certeza de la misma en grado tal que excluya cualquier duda racional. En otro caso,
debe procederse a la declaración de fallecimiento.
Requisitos
Los requisitos varían según se trate de uno u otro de los dos supuestos planteados por el
Código Civil (193 y 194 CC). En cualquier caso, han de cumplirse para solicitar la declaración de
fallecimiento:
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Derecho Civil I
Consecuencias
El auto que declara el fallecimiento de una persona produce el efecto básico, en principio
semejante a la muerte, de la extinción de la personalidad. De este modo, cesarán las
relaciones jurídicas que se extinguen por la muerte, aunque sin sustraerse a la idea de
presunción. El artículo 195 CC presume que el ausente ha vivido hasta el momento que deba
reputársele fallecido, salvo investigaciones en contrario. De aquí se deduce la presunción de
vida del ausente y la presunción de muerte del declarado fallecido.
Para este efecto básico, esencial, y para los demás que son consecuencia de éste, es precisa la
expresión de la fecha en la que se le reputa fallecido, como exige el artículo 195, en su párrafo
2º: “toda declaración de fallecimiento expresará la fecha a partir de la cual se entienda
sucedida la muerte, con arreglo a lo preceptuado en los artículos precedentes, salvo prueba en
contrario”.
La fecha se determina:
EFECTOS FAMILIARES. El efecto básico es la cesación de las relaciones jurídicas de las que era
sujeto el declarado fallecido. Esto también incluye a las relaciones familiares.
Se producirá la disolución del matrimonio, tanto del civil como del religioso (85 CC). En caso
de reaparición y revocación de la declaración de fallecimiento, el matrimonio no recobra su
vigencia: quedó y sigue disuelto (Si quieren, podrán volver a casarse, eso sí).
La disolución del matrimonio produce los efectos normales: extramatrimonialidad de los hijos
(116 CC), disolución de la comunidad de gananciales (1392.1 CC) y del régimen de
participación (1415 CC) y extinción de la patria potestad (169.1 CC).
En cuanto a los herederos, se limita hasta los cinco años el poder de disposición
gratuito (196 CC, párrafo 2º).
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Cesación
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