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UNIVERSIDAD LAICA VICENTE ROCAFUERTE DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN

CONTABILIDAD Y AUDITORÍA

TEMA:

TALLER EN CLASE
FACTORES DEL ENTORNO DE GESTION Y CONTROL
ESTUDIANTE:

CARLOS GARCIA CHALEN


GENESIS ROSERO CHICA
DOCENTE:
MGS ESTELLA HURTADO PALMIRO

ASIGNATURA 

AUDITORIA DE GESTIÓN

CURSO

NOVENO SEMESTRE
A NOCTURNO

CICLO
B 2022
FACTORES DEL ENTORNO DE LA GESTIÓN Y SU CONTROL
Competencia Profesional
La competencia se puede definir, entonces, como: "La capacidad de un
profesional para tomar decisiones, con base en los conocimientos, habilidades
y actitudes asociadas a la profesión, para solucionar los problemas complejos
que se presentan en el campo de su actividad profesional".

En el concepto de competencia se entrelazan e integra lo afectivo, lo


psicomotriz y lo cognitivo en una nueva síntesis en el momento de llevar a cabo
la acción, la evaluación y la reflexión sobre la acción.
Fomentar la competitividad en el trabajo puede ser una práctica empresarial
saludable y productiva, aumentando el rendimiento y motivación de los
empleados, pero también puede convertirse en una herramienta destructiva,
que dé lugar a conflictos, alienación y aumento del estrés. ¿Cómo pueden las
compañías propiciar la competencia sana?
1. Elegir a las personas adecuadas. En concreto, una de cada cuatro
personas permanece ajena a la competencia y otro 25% asegura que
estas situaciones les empequeñecen, mientras que el 50% restante
admite que la existencia de ‘piques’ sanos les motiva a ser mejores. Por
tanto, a la hora de introducir la competitividad en el trabajo es importante
seleccionar a los empleados que se encuentran dentro de este último
grupo.
2. Propiciar la competencia colaborativa. Aunque cada profesional tenga
su propio reto personal, es necesario que el objetivo final sea
compartido, de modo que los trabajadores necesiten trabajar juntos y
ayudarse para conseguir las metas propuestas, evitando que los
empleados caigan en el individualismo.
3. Reconocer la diversidad. Para que todos los empleados puedan
explotar su potencial, los directivos tienen que valorar las diferentes
aportaciones que cada uno hace al proyecto común.
4. Eliminar la competencia innecesaria. La competitividad en el trabajo
debe estar centrada en aspectos relevantes para los objetivos
organizacionales. De nada sirve crear un duelo sobre quién llega antes a
la reunión o quién dedicó más horas a un proyecto
5. Aprovechar el poder de la gamificación. Una buena forma de
fomentar la sana competitividad en el trabajo es introducir sistemas
gamificados como estrategia creativa que permita a los profesionales
mejorar sus capacidades de una forma más divertida y efectiva.
6. Aportar feedback a los profesionales. El desempeño de los
trabajadores debe estar supervisado por el líder, que deberá evaluar el
trabajo llevado a cabo por cada empleado, animándolos a seguir
avanzando y corrigiendo cualquier error, técnico o de actitud, que pueda
surgir.
7. Establecer límites. En este mismo sentido, el directivo debe prestar
atención a la competitividad entre los empleados, controlando que no se
desvía en ningún momento hacia conflictos entre compañeros, mobbing
o excesos de trabajo que puedan mermar el rendimiento a medio plazo.

Experiencia en la parte empresarial


Uno de los factores más importante que ayuda a las empresas y negocios es la
competencia profesional orientadas a su oficio por el motivo de que cuando
existe una competencia especifica entre compañeros de trabajo siempre se ve
y se siente en la eficacia y eficiencia de cómo se realizan las actividades diarias
dentro de la empresa teniendo alto sentido de las relaciones interpersonales y
la inteligencia emocional para tener un trato excelente a sus clientes y
aplicándose más en sus actividades obviamente con su merecida
remuneración o reconocimiento o recompensa, la formación profesional no es
el único aprendizaje indica que las organizaciones y empresas detecten
problemas al momento de trasladar los conocimientos a la practica

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