Está en la página 1de 7

PsicoNet

http://psiconet.com
webmaster@psiconet.com

Programa de Seminarios por Internet


http://psiconet.com/seminarios
seminarios@psiconet.com

Seminario:
Temas de Psicogerontología II
http://psiconet.com/seminarios/pgl2
pgl2@psiconet.com

Clase 16

Calidad de Vida y Adultos Mayores


Dra. Virginia Viguera
e-mail ¡Error! Marcador no definido.

Para reflexionar acerca de la calidad de vida de los Adultos Mayores,


me parece prioritario ubicar el envejecimiento dentro de su contexto actual ya
que los conceptos difieren si nos referimos a una época o a otra.
El envejecimiento es un proceso de crecimiento, estructurado en torno
al tiempo y marcado por cambios bio-psico-sociales. Por tanto lo social lo
influye, lo determina y forma parte de lo multifactorial del proceso.

¿ Cómo definir el tiempo en el que les toca vivir a nuestros actuales


Adultos Mayores?
Hijos de la primera mitad de siglo ( años 20, 30 y 40), período conocido
como de entreguerras; en medio de la crisis mundial del 30, quiebre histórico
significativo cuyo gran impacto económico produce cambios en la sociedad
que se prolongan a las décadas siguientes.Crecieron con la segunda guerra
mundial, con el nazismo y la bomba de Hiroshima; con Freud y el desarrollo
del Psicoanálisis; con el hombre a la luna; la seguidilla de golpes de estado
que desde 1930 a 1976 fueron aumentando en ferocidad y horror; y el ritmo
vertiginoso que imprimió la revolución científico-técnica al campo de las
ciencias y los medios de comunicación.

Y cuál su tiempo actual?

1
Tiempo en donde la cultura postmodernista, con el culto a lo efímero y
lo descartable se contrapone a lo que ellos creyeron: valores estables,
proyectos posibles y duraderos.
Tiempo en donde pareciera no importar el pasado ni la experiencia y los
Adultos Mayores se sienten entonces también marginados dentro de ese
pasado.
Tiempo en el que junto al final de siglo y fin de milenio pareciera que a
todo llega un final; a las utopías, a las ideologías, a los paradigmas, a los
modelos, a los valores. Se empieza a significar en forma diferente la pareja, la
familia, el amor, la sexualidad, la muerte.
Tiempo en donde todo es vertiginoso, y el desencanto pareciera querer
desplazar a las certezas de otros momentos.
Tiempo en donde hasta el ocio está organizado y los Adultos Mayores,
que disponen ahora de un gran tiempo libre , no están preparados para
disfrutarlo, para vivirlo en plenitud.
Tiempo, en fin, en donde los medios de comunicación, en especial la
T.V., adueñados de todos lo hogares, trasmiten productos y modelos,
derrochan imágenes que no permiten ser adecuadamente aprehendidas.

Pero, como dicen María C. Rojas y S. Sternbach, en su libro Entre dos


Siglos ..." a la par , los intensos cambios atraviesan el imaginario social y
producen importantes mutaciones en la mentalidad de la época."
Y nuestros Adultos Mayores, que pertenecen también a este tiempo,
pasan del asombro y la perplejidad , y a veces de la desesperanza; a vivir la
experiencia del cambio. Difícil experiencia, impensable años atrás y para la
que necesariamente deben prepararse.

Lograda la mayor expectativa de vida, ese viejo deseo de la humanidad,


alcanzado en las últimas décadas de este siglo XX, tomó especial relevancia el
concepto de calidad de vida, estudiada desde distintas disciplinas y sectores.
Solchi Lifac plantea la paradoja a la que asistimos, cuando dice ..."el
enorme interés que invierte nuestra sociedad al alargar el término de vida
humana por un lado y por el otro, el franco rechazo que mantiene frente al
producto de tal interés: la vejez."
Es evidente que un desafío imperioso de los que trabajamos con el
envejecimiento y sin duda también de los gobiernos; es lograr una mejor
calidad de vida para este sector que, desde hace apenas décadas, ha aumentado

2
considerablemente no solo en su número en longevidad, sino también en su
lucidez y vitalidad.
Por tanto, tomado desde allí, la calidad de vida es un concepto
relativamente nuevo e iremos definiéndolo en función de buscar los caminos
para lograrla.
El alcanzar una mejor calidad de vida irá a su vez permitiendo un buen
envejecer y dando base a lo que proponemos como el nuevo modelo de
envejecimiento que irá imponiéndose al comenzar el nuevo milenio.
El modelo tradicional ya no es viable, basado en un concepto deficitario
de vejez, solo contabilizando pérdidas y declinación , pero lo cierto es que
todavía está instalado en el imaginario social.
El modelo tradicional tomaba al desarrollo como una "U" invertida, es
decir que había una etapa de crecimiento , una de estabilidad y la tercera de
declinación.
Los estudios modernos de gerontología parten de que el desarrollo
humano es un camino de crecimiento, que unas etapas dan lugar a otras dentro
de la continuidad de la vida que por supuesto, estructurada como está en torno
al tiempo como dimensión fundamental, tiene un final que como sabemos es
la muerte.
El gerontólogo chileno Fernando Lolas , buscando una definición de
calidad de vida dice que " se trata, por ende, de un constructo subjetivo,
multidimensional y complejo: es la propia satisfacción , en diversas áreas
vitales e incluye aspectos positivos y negativos".
El concepto de calidad de vida, lleva implícitos el de nivel de vida,
modo de vida, condiciones y estilo de vida; algunos de estos son objetivos,
otros subjetivos pero están tan interrelacionados entre sí y además son tan
singulares que se hace muy difícil deslindarlos y sopesarlos en forma
individual.
Cómo calibrar, medir la calidad de vida en un tiempo en donde tanto
malestar económico, social, cultural, golpea, margina, discrimina desde la
cotidianeidad a los Adultos Mayores?

Muchos estudios se están realizando, escalas psicométricas con distintos


ítems que dan hasta ahora resultados dispares porque sin duda las condiciones
y las gentes son distintas.
Medir la calidad de vida no es fácil, no hay consenso en la definición,
porque interesan no sólo las condiciones objetivas de vida, que responden a lo
que se considera necesidades básicas, ( económicas, culturales, de salud) y la
cantidad de posibilidades y de limitaciones funcionales, sino además la
percepción y la repercusión que de todo ello tiene el individuo.

3
La calidad de vida está asociada a la percepción que cada persona tiene
de lo que significa o significaría vivir satisfactoriamente, en cuanto a
condiciones de vida . Aunque haya factores objetivos que la influyen, la
calidad de vida tiene una connotación subjetiva fundamentalmente. Esto es
como cada uno quiere o puede percibir la satisfacción de vivir.
En general nos referimos siempre a la etapa del envejecimiento; ya que
en la vejez, esto es a partir de los 80 años, se agregan o toman mayor
importancia datos de las enfermedades o incapacidades muy invalidantes. Se
requieren otro tipo de cuidados y las variantes también están dadas por el
grado de dependencia que se tiene, el vivir en su domicilio o en instituciones,
solo o acompañado.

Por eso es que rescatamos lo subjetivo en la apreciación de la calidad de


vida, en como vive cada uno sus condiciones, que significación hace de lo
vivido, que valoración tiene de su persona y de sus posibilidades, que grado de
plasticidad posee como para ir cambiando para adaptarse a las nuevas
exigencias, que capacidad de goce o placer dispone, que grado de auto-estima,
que disponibilidad para nuevos vínculos, siempre enriquecedores, que aptitud
para aprender y reflexionar... en fin, esto es parte de lo subjetivo de lo que
hablamos y que hacen diferir a un individuo de otro.
Los factores objetivos sin duda facilitan o dificultan el desarrollo de
algunas cosas. El escaso monto de las jubilaciones no ayuda en absoluto y de
esto deberán ocuparse seriamente las autoridades para no tener abultadas
cargas sociales en los próximos años. Además este magro ingreso en una
sociedad precisamente asentada sobre el consumo, hace que se prive a los
mayores, de actividades sociales tan útiles en esta etapa.
Buscamos incrementar la satisfacción personal, hablamos de los
permisos que es necesario darse para disfrutar o acceder a cosas que talvez
quedaron relegadas en el pasado, asignaturas pendientes de distinto tipo.
Para esto es necesario desprenderse de prejuicios e ideas erróneas
acerca del envejecimiento, posicionarse muy bien en este proceso y tender a
desarrollar al máximo las potencialidades que todo ser humano tiene y que no
se pierden porque se envejece.

Es así que buscamos extender el envejecimiento "normal" que llamamos


buen envejecer y que está dado por un proceso que se desenvuelve bajo las
mejores condiciones posibles y tendiendo a lograr una mayor satisfacción.
Algunos autores usan últimamente el término envejecimiento exitoso
( successful aging) en especial en los estudios norteamericanos, pero nos

4
parece que la palabra exitoso conlleva una exigencia excesiva para el adulto
mayor porque pareciera que sus acciones debieran ser siempre sobresalientes.
Por eso preferimos el de buen envejecer o el de envejecimiento satisfactorio.
El opuesto sería el mal envejecer: el patológico.
Insistimos en que la actividad es necesaria para dar base a la calidad de
vida; entendemos que actividad no es sinónimo de trabajo rentable, ni de
actividad juvenil; aplicamos una vez más el concepto de diferente.
En el envejecimiento actividad significa estar en tareas, pero tampoco
cualquier tarea como frecuentemente se les ofrece a los mayores( en general
de distracción o esparcimientos que si bien son necesarios no son suficientes).
Nos referimos a actividades que causen placer, gratificación, desarrollo
ya en lo intelectual, como en lo social, en lo corporal, en lo recreativo.
La actividad evita algunos de los fantasmas del envejecer: el
aburrimiento, la rutina, el aislamiento, la terrible soledad.

Si la actividad elegida es grupal, agrega elementos de mucho interés


para acrecentar una mejor calidad de vida: el grupo actúa emocionalmente de
sostén, de red, aporta interlocutores que escuchan y a los que se aprende a
escuchar, con pares que comparten similares condiciones o a veces estilos de
vida.
El grupo proporciona además la posibilidad de nuevos vínculos,
vínculos tan necesarios en una etapa signada por las pérdidas.
Buena calidad de vida quiere decir también lograr una buena capacidad
de comunicación, una disposición activa y creativa que ayudan a conseguir
estrategias para adaptarse a un medio y a un tiempo vertiginosamente
cambiante pero que representa la realidad de todos, el tiempo de todos.

El doble desafío que tienen los Adultos Mayores , como es adaptarse y


asumir los propios cambios y además aprender a ajustarse a los cambios que
esa realidad imprime a nuestro tiempo es lo que los hace estar activos, lúcidos,
vigentes, no marginados ni aislados ni desestimados.
Los Adultos Mayores pueden y deben aportar lo que acumularon en los
años vividos, la experiencia de estar perteneciendo a este siglo XX
discepoliano, con idas y vueltas de las utopías, con terribles despliegues de
maldad humana junto a increíbles avances en la ciencia y la tecnología.

En síntesis, cuando hablamos de buen envejecer , nos referimos a


asumir esta etapa con una actitud vital, ocupándose del auto-cuidado y
preservando la autonomía, adaptándose satisfactoriamente al tiempo que toca
vivir. Para lograr esto es necesario asumir la etapa del envejecimiento con sus

5
cambios, sus limitaciones, encontrando las potencialidades que se tiene para
desarrollarlas y lograr desde allí bienestar y satisfacción en lo personal y en lo
social.

Algunas Referencias Bibliográficas

Dauverchain J. Le mantien de l’autonomie: un objetif, une nécesité.


Rev. Psycologie Medicale. París. 1990, 22,12.

Davidson B. Envejecer en la sociedad actual.


Dto. Técnico de Psinet on line. Internet.

Fernández_ B. Calidad de vida en la vejez: condiciones diferenciales. Anuario de


Psicología N· 73 Paidos. Barcelona. 1997.

Florez, J. Calidad de vida en el anciano; aspiraciones y necesidades.


Rev. Geriatrika. Edic. Arg. N· 7. 1996 .

Garay,J. Calidad de vida . Rev.Geriatrika. Edic.Arg. N* 7. 1996.

González J. Auto-cuidado en la vejez. Rev.Mex. de Geriatría. N*1. 1989.

Lifac S. Envejecer en la Sociedad Actual. Dto. Técnico de Psinet. Internet.

Litvak J. Determinantes del envejecimiento sano. Rev.Cuad.Med.Soc. N*3.


1989. Chile.

Lolas F. Estudio cualitativo de la calidad de vida en el senescente.


Una propuesta metodológica Rev. Vértex N· 29. Bs.As. 1997-

Mosso H. Calidad de vida en el anciano cardíaco. Rev. Arg.Ger.y Ger. N· 3.


1997

Ors A y ot. Reflexiones sobre el envejecimiento y la Calidad de Vida.


Universidad de Alicante. Internet.

6
Rojas M.C y ot Entre dos Siglos. Una Lectura Psicoanalítica de la Posmodernidad.
Lugar Editorial. Bs.As. 1994

Rubio y ot. Estudio sobre la valoración de la calidad de vida en la


población andaluza. Rev. Geriatrika. N· 8. Bs.As. 1997.

Rubio y ot. Calidad de vida y Senectud, estudio comparativo en función del sexo.
Rev. Geriatrika. N·10. Bs.As. 1997

Satlin A. Introduction: The Psychology of Successful Aging.


Journal of Geriatric Psychiatry. 1994.

Torres O.y ot. Evaluación de la calidad de vida en la vejez. Anales de Psiquiatría.


Vol.13.N· 7. Madrid. 1997.

Vellas P. Envejecer exitosamente: concebir el proceso de envejecimiento con


una
perspectiva más positiva.
Salud Pública Mex. 1996. (INTERNET).

Viguera V. En la búsqueda de un buen envejecer. o como agregar vida a los años.


Panel Pensar la Vejez. La Plata. octubre de 1994. P.E.P.P.A.M.

También podría gustarte