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Tema 3. Trastorno
negativista-desafiante (I)
Índice
Esquema
Ideas clave
3.6. Prevalencia
A fondo
Test
Esquema
Asimismo, veremos la importancia de la socialización de los niños. Esto es, que sus
padres les inculquen el respeto por las normas sociales del grupo, lo que les facilitará
conseguir:
de los padres.
desafiante.
consideró una revolución. En la primera mitad del siglo XX, en los países
privilegios a las personas que eran genéticamente más fuertes o aptas, lo que
provocó ciertas injusticias a nivel social. A raíz de esto, la genética humana, como
En lo que se refiere a la ley del péndulo, tras esta gran genetización de la sociedad
genoma humano y las neurociencias, que favorablemente nos desvía de las teorías
radicales previas.
antinormativo en una persona y que conlleva una ruptura respecto a las pautas de
evolutiva del menor. Así, por ejemplo, las respuestas de desacuerdo con los adultos
las podemos ver como conductas normales en las rabietas de los niños de dos o tres
tienen que presentarse con una determinada intensidad y duración, y tienen que
impulsos y de la conducta a:
▸ El trastorno negativista-desafiante.
junto con los trastornos del comportamiento perturbador, como ocurría en las
ediciones anteriores.
▸ En primera instancia, los niños no inician las acciones pedidas por un adulto dentro
caracteriza por el fracaso de los niños para seguir reglas de conducta, anteriormente
indicadas, que se aplican a situaciones específicas. Por ejemplo, llevarse objetos de
alguien sin permiso.
y resistencia física, que tienen lugar al mismo tiempo que la desobediencia. Dichas
al., 1990).
(Barkley, 1997).
socializarlos. Esto es, educarlos en el respeto de las normas sociales del grupo en
el que viven.
Para ello, es necesario que los progenitores comuniquen las normas, los valores de
grupo y el respeto a los demás. Además, es necesario que el menor los cumpla.
moralidad (que el niño entienda qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, el
comportamiento prosocial, entre otros) y la autorregulación (regular las emociones
otros). Dicha habilidad surge a lo largo del segundo año, y se observa que el intento
Toro, 2020):
seguro con un cuidador afectuoso que responde a sus necesidades (apego seguro).
▸ Deseo de autonomía: aparece hacia los dieciocho meses y se consolida hacia los
36 meses, y facilita que el niño aprenda a ser autosuficiente para proveer sus
necesidades, que aprenda a controlar los acontecimientos, a persistir ante los
obstáculos y a tener sentido de autoeficacia.
negociando, sin enfadarse y con una conducta asertiva), se requiere contar con
demorar la gratificación, entre otros). Dicho proceso finaliza con la capacidad para
interiorizar las normas, cumplir las normas no depende de los padres (control
La capacidad para poder interiorizar las normas conlleva evitar los comportamientos
posteriores a los dos años y medio, se asocian con mala competencia social y
malas relaciones entre los progenitores y el niño.
cuando a un niño le han quitado la mochila demuestra enfado (llora e insulta) y, con
esta conducta que exhibe, el niño pretende que le devuelvan su mochila. Por otro
lado, cuando un niño sonríe a otro niño en el recreo (le demuestra felicidad),
deben estar bien reguladas; que tengan un coste negativo para la persona indica que
Consta de dos procesos que interactúan a nivel conductual (Ezpeleta y Toro, 2020):
La capacidad para regular los propios estados emocionales se desarrolla en los dos
después de nacer) por factores genéticos, por factores ambientales in utero (por
niño ayudará a modelar su capacidad de regulación durante los primeros años, hasta
capaz de identificar las fuentes de malestar por sí mismo y de realizar las acciones
La ira o el enfado son unas de las emociones básicas. Se activan ante el peligro o
Así, los niños sienten enfado ante la frustración, cuando interrumpen una tarea
manifiesta por comportamientos como, por ejemplo, tirar o romper objetos, dar
patadas, pegar (esto es lo que se conoce como una rabieta). La mayor incidencia de
rabietas se da entre los tres y los cinco años. En estas edades, aproximadamente el
En niños sin otros problemas de salud pueden tener una duración media de
Accede al vídeo:
https://unir.cloud.panopto.eu/Panopto/Pages/Embed.aspx?id=7766dc48-63bd-
47ec-892a-ad980074d14b
que se les pide, pero sin llegar a violaciones serias de los derechos de otros ni de las
normas sociales. No ceden ni negocian con adultos y compañeros, ignoran órdenes,
ejemplo, prefieren salir perdiendo a ceder o pedir perdón). Estos menores tienen
enfados explosivos, riñas frecuentes con adultos (no solo con familiares, también con
intencionadamente, culpan a los otros de sus errores, son muy sensibles a los
2004).
Habría que diferenciar este tipo de comportamiento del TND de síntomas similares
normales los conflictos con los progenitores sobre la forma de vestir, la hora que se
fija para regresar a casa, las amistades con las que se sale, entre otros. En los casos
menos conflictivos, dichas actitudes rebeldes tienen más que ver con la afirmación
3.6. Prevalencia
podría reflejar que, como grupo social, los padres están teniendo dificultades para
socializar a sus hijos. En este sentido, el TND es uno de estos trastornos y es uno
De esta manera, a lo largo de los primeros años de vida, cuando se están afianzando
los aprendizajes, cabe esperar que puedan aparecer más dificultades con respecto a
las normas. Así, en los niños preescolares de edades comprendidas entre los dos y
los cinco años, la prevalencia del TND se sitúa entre el 6,6 % y el 13,4 % (6,9 % en
España a los tres años; 7,2 % en niños y 6,7 % en niñas) (Ezpeleta et al., 2014). En
En la infancia y la adolescencia, entre las edades de los cuatro y los diecisiete años,
La media de edad de inicio del trastorno fue doce años, y la media de duración seis
persistencia del cuadro era mayor en los varones, en los casos de inicio temprano
Así, estas elevadas cifras reflejan que el TND es un problema de salud de relevancia
social. Esto, unido a la alta continuidad que han mostrado los trastornos
exteriorizados desde la infancia hasta la edad adulta, hace que la detección precoz
sea una prioridad para prevenir la evolución del trastorno y sus condiciones
asociadas.
Los menores con TND reflejan un comportamiento en su día a día que, por su
negarse, discutir, estar de mal humor, molestarse fácilmente, culpar a otros, entre
otros). Sin lugar a dudas, estas conductas resultan molestas y agotan al entorno del
que se produzca un deterioro en las relaciones con los demás. Estos menores se
En esta línea, podemos decir que el TND se caracteriza por episodios de mal genio
llorando) o con violencia (por ejemplo, pataletas), tratando de hacer daño a otra
Igualmente, son habituales los desacuerdos con las figuras de autoridad. Dichos
realización o, incluso, rompiendo las normas que conoce bien y están establecidas
de forma permanente. Asimismo, lleva a cabo, de forma intencional, conductas que
molestan a los demás, cuya finalidad puede ser la de enfadar a la otra persona. Así,
culpen a las otras personas de sus propios errores. Responden a la frustración con
Por otro lado, la edad media de inicio del trastorno es anterior en los niños (dos años
El TND se entiende como el resultado de una interacción entre las características del
Los niños con TND se caracterizan por mostrar un temperamento con alta
las circunstancias y a los desafíos que le presenta el contexto, el menor con TDN
responde con enfado como forma de superar las dificultades. Dicha tendencia a
estímulos que facilitan el mantenimiento del enfado (sesgo hostil), lo que conlleva
indicarían las normas sociales), y tampoco es sustituida por otra respuesta más
idónea, que podría implicar dejar de fijarse en los aspectos reforzadores que tiene
Es habitual que los padres y los adultos, que son responsables del menor, tengan la
exigido un adecuado control y no se han fijado límites, o se han intentado fijar pero
Por otro lado, los progenitores o los adultos responsables del menor, a menudo,
Deterioro funcional
Tanto el deterioro funcional como el malestar son aspectos que ayudan a valorar
el impacto que los trastornos psicológicos producen en el día a día de las personas.
Esto es, ayudan a evaluar si dicho problema afecta a la vida de la persona y si,
tienen los trastornos en el desempeño de las actividades diarias del niño en la vida
familiar, escolar o social.
▸ Por otro lado, la aflicción o malestar hace referencia a cómo el trastorno afecta al
Los menores con TND presentan unas características clínicas que afectan, en primer
obedezca. Es habitual que los padres reduzcan sus contactos sociales por miedo a la
mala conducta de su hijo. Este tipo de comportamientos representan una carga para
la familia, debido a que deben emplear más tiempo del esperado para llevar a cabo
claramente establecidas y son iguales para todos los alumnos. Los niños con TND
la clase.
Pero no solo se resienten las relaciones con los adultos. Sus compañeros (sus
iguales) los describen como niños difíciles que perturban el funcionamiento en clase,
que gastan bromas pesadas, se enfadan con facilidad o culpan a los demás de sus
propios errores, lo que conlleva que los niños con TND sean rechazados por parte de
sus iguales.
Accede al vídeo:
https://unir.cloud.panopto.eu/Panopto/Pages/Embed.aspx?id=ded4db62-73a9-
4fb5-86de-adc600c093c9
Guilford.
Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 29, 546-557.
Does The prevalence of CD and ODD vary across cultures? Social Psychiatry and
Ezpeleta, L., de la Osa, N., Júdez, J., Doménech, J. M., Navarro, J. B. y Losilla, J. M.
(2014). Diagnostic agreement between clinician and the diagnostic Interview for
Pirámide.
correates, and persistence of oppositional defiant disorder: Results from the National
Comorbidity Survey Replication. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 48, 703-
713.
Accede al vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=oOfzoB-tzzI
Torales, J., Barrios, I., Arce, A. y Viola, L. (2018). Trastorno negativista desafiante:
una puesta al día para pediatras y psiquiatras infantiles. Pediatría (Asunción): Órgano
Monsalve, A., Mora, L. F., Ramírez, L. C., Rozo, V. y Rojas, D. M. (2017). Estrategias
https://revistas.urosario.edu.co/index.php/revsalud/article/view/5384
negativo-desafiante.
comportamientos disruptivos:
de seis años.
de tres años.
A. La edad media de inicio del trastorno es anterior en los niños (dos años y
B. La edad media de inicio del trastorno es anterior en las niñas (dos años y
3. El trastorno negativista-desafiante:
D. No se conoce la comorbilidad.
A. Es habitual que los padres y los adultos tengan la sensación de que no son
desafiante:
social.
aflicción y malestar.
adolescencia:
identidad.
personalidad.
9. La ira o el enfado:
desobediencia:
pasiva.
etapa adulta.
desobediencia extrema.