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Principios de Proceso)
Principios de Proceso)
d) Contradicción o bilateralidad;
e) Publicidad;
h) Cosa juzgada.
En ese sentido, y a fin de que exista una correcta administración de justicia, y por
ende exista una resolución judicial justa, debe previamente haberse atendido a la
pretensión de una de las partes con participación de la otra, es decir con su
alegación con respecto a lo señalado por la contraria y así el juez decida
confrontando las posiciones y aplicando la norma legal correspondiente.
2.5. Publicidad
En este aspecto, conviene advertir que la naturaleza pública del proceso, impide la
existencia de procedimientos secretos para las partes. Estas deben igualarse en las
reglas de la bilateralidad, porque si el contradictorio se anula, también se anula el
proceso como institución regular.
En ese sentido el principio de publicidad ocupa tres grandes aspectos que van
desde constituirse en una garantía constitucional hasta convertirse en
una manifestación interna y externa del propio proceso.
Con ello se busca que los actos realizados por el órgano jurisdiccional se sustenten
en procedimientos notorios, manifiestos y no secretos, reservados, ocultos o
escondidos, es decir, que cualquier persona pueda acceder a dicha información con
las salvedades de ley, ya que en todo Estado democrático y constitucional de
derecho, tiene que obrarse siempre con transparencia, la cual permite y promueve
que las personas conozcan esos actos, sus fundamentos y los procedimientos
seguidos para adoptarlos.
En ese sentido, debe tenerse en cuenta que aquellas normas que garantizan el
debido proceso, son de orden público y por ende de ineludible y obligatorios
cumplimiento, destinadas a garantizar el derecho de las partes durante el transcurso
del proceso e impedir la expedición de sentencias arbitrarias.
Al igual que a las partes en el proceso judicial (léase abogados) se les exige que
fundamenten jurídicamente su petitorio, el cual permite poder establecer la
congruencia de los hechos con la norma planteada, esto es, cómo los hechos
propuestos por las partes encajan con la norma cuya aplicación se solicita al caso
concreto. El juez se encuentra en la obligación de precisar aquellas razones por las
cuales ha arribado a la conclusión que se manifiesta en la parte resolutiva o
decisoria de la sentencia; su razonamiento, análisis en base a las pruebas
propuestas, admitidas y valoradas en el proceso, así como los hechos expuestos
por las partes que son el elemento trascendental para emitir el fallo. Es una garantía
del proceso, pues permite en su caso y al momento de la impugnación, cuestionar
los argumentos y razones que llevaron al juez a decidir así, garantía que permite
fiscalizar la labor jurisdiccional y advertir por parte del superior el análisis del
desarrollo del proceso, el cumplimiento de la ley y la Constitución y que ello de
alguna u otra manera pueda advertirse de lo expuesto en su sentencia.
Está regulada por el inciso 13 del artículo 139° de la Constitución y el artículo 123°
del Código Procesal Civil. Se sustenta en el valor seguridad, según la cual “una
resolución adquiere la autoridad de cosa juzgada cuándo: i) no proceden contra ella
otros medios impugnatorios que los ya resueltos; o, ii) las partes renuncian
expresamente a interponer medios impugnatorios o dejan transcurrir los plazos sin
formularlos.”
Para que pueda prosperar la autoridad de cosa juzgada como excepción, debe
ocurrir la llamada triple identidad: i) la identidad de las partes (demandante y
demandado) salvo en la cosa juzgada general que comprende sus efectos erga
omnes; ii) la identidad de objeto (el tema en debate, lo que se reclama) y iii) la
identidad de causa (los motivos del reclamo).