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TEMA 3.

LA POTESTAD
JURISDICCIONAL
Mtra. Liubisa Yong Becaj
“No hay libertad si el poder de juzgar no está bien
deslindado del poder legislativo y del poder ejecutivo.
Si no está separado del poder legislativo, se podría
disponer arbitrariamente de la libertad y vida de los
ciudadanos; como que el juez sería el legislador. Si no
está separado del poder ejecutivo, el juez podría tener
la fuerza de un opresor. Todo se habría perdido si el
mismo hombre, la misma corporación de próceres, la
misma asamblea del pueblo ejerciera los tres poderes.
El de dictar las leyes; el de ejecutar las resoluciones
judiciales y el de juzgar los delitos o pleitos entre
particulares”

Montesquieu
LA JURISDICCIÓN COMO ACTIVIDAD

La Jurisdicción no sólo es un conjunto de órganos específicos


sino también la actividad o parte de ésta que realizan dichos
órganos

Es precisamente la
Constitución quien
les otorga esa
potestad a dichos
órganos de
administrar justicia
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

Los órganos jurisdiccionales no solo monopolizan una actividad o una


función, sino de modo lógicamente previo, la aptitud jurídica para
desarrollar una u otra, lo que en un sistema de situaciones jurídicas
subjetivas se conoce como potestad jurisdiccional

«Potestad es toda manifestación del poder


soberano, que entra en el ámbito de lo jurídico a
través de la Constitución del Estado, para ser
distribuida entre los distintos niveles de su
estructura orgánica, sin que jamás pueda formar
parte del ámbito posible de poder de los
ciudadanos como tales, dada la realidad política de
¿QUÉ ES POTESTAD? su naturaleza última.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

La potestad precisamente forma parte de los privilegios del Estado, o lo


que es lo mismo, de sus prerrogativas, noción que acaso sea la que
mejor expresa el régimen privilegiado del poder público, la potestad es
poder público, el cual en nuestras actuales coordenadas histórico
políticas, en manera alguna puede ser atribuido a los particulares en
cuanto tales.

La potestad jurisdiccional se extiende al hecho de «hacer ejecutar lo


juzgado», por ser ello indispensable para la eficacia de la potestad
jurisdiccional nuclear de juzgar; pero la referencia misma a «hacer
ejecutar» pone de manifiesto que la ejecución en si misma, no
pertenece necesariamente a la potestad jurisdiccional, y sí en cambio la
orden de ejecución.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

La potestad jurisdiccional debe ser entendida como ámbito de


competencia constitucionalmente establecida, lo cual implica su
determinación formal en la estructura orgánica constitucional y cuya
misión esencial es la garantía última de los Derecho y Libertades
fundamentales, lo cual implica que la organización judicial debe ser
protegida de un modo rígido constitucional frente a toda política y, desde
luego, frente a la del gobierno, garantizándose la más elemental
independencia consustancial a la jurisdicción.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

MONTERO AROCA

La define como la “potestad dimanante de la soberanía del Estado, ejercida


exclusivamente por los juzgados y las cortes, integrados por jueces y magistrados
independientes de realizar el derecho en el caso concreto juzgando de modo
irrevocable y ejecutando lo juzgado.” y determina para este dos condiciones para
que exista:
1. La función que se asigna a esos órganos cualifica también la potestad, por lo que
hay que estudiar, según la Constitución y la LOPJ, la función jurisdiccional.
2. Los órganos a los que se atribuye la potestad no pueden ser cualesquiera, sino que
han de estar revestidos de una serie de cualidades propias que los distinguen de los
demás órganos del Estado; estos órganos son los juzgados y las cortes, en los que los
titulares de la potestad son los jueces y magistrados.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

Tutela de los derechos de las Control de la potestad


personas (art. I del T.P del reglamentaria y de la legalidad
C.P.C. Y el art. 139.3 de la de la actuación administrativa
Constitución) (C. art. 148)

Control de la
Monopolio en la imposición de
Constitucionalidad de las leyes
penas (C. art. 139.10)
(C. arts. 200, 201 y 202)
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

EXP. N.° 0023-2003-AI/TC

El ejercicio de la potestad jurisdiccional o la potestad de administrar


justicia comprende, en lo esencial, lo siguiente: la tutela de los
derechos fundamentales, los derechos ordinarios e intereses
legítimos; la sanción de los actos delictivos; el control difuso de la
constitucionalidad; y el control de la legalidad de los actos
administrativos.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

EXP. N.° 0023-2003-AI/TC

El ejercicio de la jurisdicción implica cuatro


requisitos, a saber:
a) Conflicto entre las partes.
b) Interés social en la composición del conflicto.
c) Intervención del Estado mediante el órgano
judicial, como tercero imparcial.
d) Aplicación de la ley o integración del derecho.
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

La potestad jurisdiccional es la que garantiza la supremacía o


superioridad del órgano jurisdiccional frente a las partes y la que
hace eficaz, en definitiva, el cumplimiento ulterior de sus
decisiones.

La potestad de administrar justicia


emana del pueblo y se ejerce por el
ART. 138
CONSTITUCIÓN Poder Judicial a través de sus órganos
jerárquicos con arreglo a la Constitución
y a las leyes
LA POTESTAD JURISDICCIONAL

Unidad

Independencia

Exclusividad

Imparcialidad

Inamovilidad
UNIDAD Y EXCLUSIVIDAD DE LA
FUNCIÓN JURISDICCIONAL

STC EXP. N.° 6167-2005-PHC/TC

El principio de unidad y la exclusividad de la función jurisdiccional reconocido en el


artículo 139°, inciso 1 de la Constitución, prescribe que: “No existe ni puede establecerse
jurisdicción alguna independiente, con excepción de la arbitral y la militar. No hay
proceso judicial por comisión o delegación”. En atención a ello, la Constitución ha
establecido, como regla general, que corresponde al Poder Judicial el avocamiento
único y singular del estudio y solución de los diversos tipos de conflictos jurídicos
(principio de unidad), prohibiéndose al legislador que atribuya la potestad jurisdiccional
a órganos no conformantes del Poder Judicial (principio de exclusividad).

(…)
Sin embargo, el artículo 139º, inciso 1 de nuestro ordenamiento constitucional consagra la naturaleza
excepcional de la jurisdicción arbitral, lo que determina que, en el actual contexto, el justiciable tenga
la facultad de recurrir ante el órgano jurisdiccional del Estado para demandar justicia, pero también
ante una jurisdicción privada.

Al respecto, el reconocimiento constitucional de fueros especiales, a saber, militar y arbitral (inciso 1


del artículo 139°); constitucional (artículo 202°) y de Comunidades Campesinas y Nativas (artículo
149°), no vulnera el principio de igualdad ante la ley, previsto en el inciso 2 del artículo 2° de la
Constitución; siempre que dichas jurisdicciones aseguren al justiciable todas las garantías vinculadas
al debido proceso y a la tutela judicial efectiva.

Llegados a este punto, cabe preguntarse si es constitucionalmente legítimo el establecimiento de


esta jurisdicción de carácter privado.

Al respecto, (…) el ejercicio de la jurisdicción implica cuatro requisitos, a saber:

a) Conflicto entre las partes.

b) Interés social en la composición del conflicto.

c) Intervención del Estado mediante el órgano judicial, como tercero imparcial.

d) Aplicación de la ley o integración del derecho”


EXCLUSIVIDAD DE LA FUNCIÓN
JURISDICCIONAL

STC N. º 00004-2006-PI/TC.

“El principio de exclusividad de la función jurisdiccional posee


dos vertientes: a) exclusividad judicial en su vertiente
negativa, según la cual los jueces no pueden desempeñar otra
función que no sea la jurisdiccional, salvo la docencia
universitaria; y, b) exclusividad judicial en su vertiente
positiva, según el cual sólo el Poder Judicial puede ejercer
función jurisdiccional, salvo el caso de las excepciones ya
mencionadas del Tribunal Constitucional, el Jurado Nacional
de Elecciones y la jurisdicción militar, entre otros (FJ 15). ”
LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

STC. N° 0023-2003-AI/TC

ACEPCIONES DE INDEPENDENCIA JUDICIAL

Estrechamente ligado al principio de independencia funcional se vincula a


determinadas exigencias dentro del proceso, protegiendo al juez frente a
influencias externas del proceso, ya sea que provengan de fuera de la
organización o de dentro de ella. Posee dos acepciones: la subjetiva (se refiere
a cualquier tipo de compromiso que pudiera tener el juez con las partes
procesales o en el resultado del proceso) y la objetiva (está referida a la
influencia negativa que puede tener en el juez la estructura del sistema,
restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes garantías
para desterrar cualquier duda razonable).
LA IMPARCIALIDAD JUDICIAL

• Imparcialidad subjetiva, garantiza que una persona


no sea sometida a un proceso o procedimiento en
que el juez, llamado a decidir sobre la cuestión
litigiosa, tenga algún tipo de compromiso con alguna
de las partes o con el resultado del conflicto.

• Imparcialidad objetiva, consistente en la influencia


negativa que puede tener en el juez la estructura del
sistema, restándole imparcialidad.
LA IMPARCIALIDAD DEL JUEZ

Mientras la garantía de independencia, en términos generales, protege al


juez frente a influencias externas, el principio de imparcialidad –
estrechamente ligado al principio de independencia funcional– se vincula a
determinadas exigencias dentro del proceso, definidas como la
independencia del juez frente a las partes y al objeto del proceso mismo,
pudiendo entenderse desde dos acepciones:

a) Imparcialidad subjetiva, que atañe a algún tipo de compromiso que el juez


pueda tener con el caso.

b) Imparcialidad objetiva, referida a la influencia negativa que puede tener


en el juez la estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el
sistema no ofrece suficientes garantías para desterrar cualquier duda
razonable
LA IMPARCIALIDAD JUDICIAL

MONTERO AROCA

• La imparcialidad implica, necesariamente, ausencia de


designio o de prevención en el juez de poner su
función jurisdiccional al servicio del interés particular
de una de las partes (…) la imparcialidad se quiebra
cuando el juez tiene el designio o la prevención de no
cumplir realmente con esa función, sino que,
incumpliendo con ella, puede perseguir en un caso
concreto servir a una de las partes
LA INAMOVILIDAD EN EL CARGO

El Estado garantiza a los magistrados judiciales:


ART. 146.2 (…)
CONSTITUCIÓN 2. La inamovilidad en sus cargos. No pueden ser
trasladados sin su consentimiento.

Es la única garantía verdadera de independencia de los magistrados judiciales en el


desempeño de sus cargos.
LA INAMOVILIDAD EN EL CARGO

Para el Tribunal Constitucional, la garantía de la inamovilidad de


los jueces durante su mandato no sólo determina el status
jurídico de los jueces, sino que debe entenderse, a su vez, como
una garantía de justicia para el administrado, indispensable para
reforzar la independencia judicial en un Estado Democrático. Es
por ello que, importa tomar en cuenta dos aspectos:

a) Prohibición de separación de la carrera judicial, salvo proceso


sancionatorio y/o sometimiento a la ratificación judicial.

b) Prohibición de traslados forzosos de un puesto judicial a otro.

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