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BACHILLER:
Carmona Yusley CI: 19.533.439
Derecho Semipresencial: 2do año
En este orden de ideas, es preciso indicar que durante el desarrollo de este estudio,
se pretende realizar un análisis de cada una de las cuestiones previas que están presente
en el art. 346 del CPC, con la finalidad obtener los conocimientos acerca de este medio
de defensa contra la demanda atentada y que deben ser considerada por un juez. Es de
resaltar respecto a lo anterior planteado, que estas cuestiones previas aseguran desde el
inicio el proceso judicial la regulación de la relación jurídica procesal, depurándolo de los
defectos procesales que impiden posteriormente una sentencia a fondo o extinguiéndose
en caso que no sea dictar una sentía a fondo, donde el estudioso del derecho debe tener
los conocimiento previos para el uso de esas herramientas a través de estas cuestiones
de defensa al demandado, para así eliminar como se comentó anteriormente la Litis al
inicio del acto procesal y sobrepasando todos los obstáculos que entorpezcan, suspendan
o interrumpan el debate sobre la fundabilidad de los pretendidos. Aunado a esto, nuestro
código de procedimiento civil Venezolano promociona en el art 346 a las cuestiones
previas, que dan lugar al pleno derecho y en el 1° de dicho código tenemos a la falta de
jurisdicción del Juez, o la incompetencia de éste, o la litispendencia, o que el asunto deba
acumularse a otro proceso por razones de accesoriedad, de conexión o de continencia,
Dentro de estas existen 4 aspectos, el primero es la falta de jurisdicción: es cuando impulsa
la demanda en un tribunal que no tiene el conocimiento de ese procedimiento o pretensión
que la parte está interponiendo; ahora veremos esta falta frente a la administración pública,
cuando la ley establece que el conocimiento inherente no corresponde al mismo, sino un
conocimiento netamente potestativo de naturaleza administración; la falta frente al juez
extranjero la cual consiste en que se pretende ventilar en los tribunales venezolanos,
asuntos cuyos conocimientos no corresponde a un tribunal extranjero; y por último la falta
frente al arbitraje se dan con conocimientos de acuerdos previos entre las partes ante un
tribunal de arbitraje donde se realiza resolución al conflicto planteado, el juez venezolano
acá carece de jurisdicción.
Antes lo antes descrito se puede enfatizar que estas cuestiones producen efecto de
extinción del proceso cuando la decisión le corresponde a la administración pública o a un
juez en materia internacional, donde se traslada el expediente a un juez competente,
cuando haya sido ventilado por uno incompetente, también se produce la extinción de un
proceso cuando se conoce un mismo caso en otro tribunal al anterior donde se inició la
demanda generándose la litispendencia, así como también la acumulación de los casos
conexos, donde estas cuestiones se evitan sentencias nulas, como aquellas que puedan
ser contradictorias entre sí, además de esto responde a las garantías constitucionales
establecidas en el art 49 numeral 4 de la CRBV.
Por otro lado, tenemos en el 2° La legitimidad de la persona del actor por carecer
de la capacidad necesaria para comparecer en juicio donde a partir de acá tenemos a las
cuestiones previas subsanables, siendo esta cuestión previa a aquella persona que no
puede ejercer libremente su derecho, por lo que requieren de la asistencia de una
representación a juicio o un apoderado; que carecen de capacidad de goce y de obra para
ejercer su derecho, un ejemplo lo vemos en materia de protección de niños niñas y
adolescentes donde los progenitores no pueden realizar actos excedan de la simple
administración como transigir, desistir de la acción sin la autorización de los tribunales de
protección, presentándose la figura del fuero atrayente, donde el juez ante la legitimidad
del menor da impulso a la acción. Asimismo tenemos a él ordinal 3 La ilegitimidad de la
persona que se presente como apoderado o representante del actor, similar a la expuesta
anteriormente, pero esta versa al apoderado o representante no tiene la representación que se le
atribuye, es decir, no tiene el poder, ni la facultad que le pueda dar el actor de forma pública para
actuar a su favor, debido a que acrece de capacidad, bien sea porque no está instituido como
apoderado, bien seas porque ese poder quizás no este otorgado de forma legal, porque dicho
mandato no ha sido presentado frente a un juez, registrador, notario entre otras institución que de
validez a ese poder.