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Cuestiones Previas.
Según el procedimiento establecido en la ley una vez que el demandante en ejercicio del derecho de
acción a través de la demanda ha insertado una pretensión contra el demandado, le corresponde a
este ejercer su derecho a la defensa. Concretamente frente al derecho de acción del demandante
está el derecho de contradicción del demandado. Las cuestiones previas son medios de
contradicción considerados como (excepción), para que el demandado oponga estos medios de
contradicción y que el órgano jurisdiccional dicte decisión, se da en dos momentos del proceso:
Estos casos están determinados en los artículos 346 y 361 del CPC.
Finalidad de las Cuestiones previas: obedece a la necesidad de asegurar, desde el inicio del proceso
judicial, la regularidad de la relación jurídico procesal, depurándolo de los defectos procesales que
impidan posteriormente una sentencia de fondo, o extinguiéndolo en caso que no sea posible dictar
una sentencia de fondo. ESTO EVITA QUE EXISTAN PROCESOS JUDICIALES INNECESARIOS O
INUTILES.
Que pretende el legislador respecto a las cuestiones previas: que se extinga el proceso, en caso que
no sea posible su continuación y en caso contrario, si debe continuar, que haya regularidad en la
relación jurídica procesal, para que la actividad jurisdiccional se desarrolle en torno al mérito del
asunto controvertido.
Desarrollando el 346:
1* Falta de jurisdicción
La jurisdicción es una potestad que los ciudadanos otorgan constitucionalmente al Poder Público
Nacional para que sea el Estado quien asuma la composición de las controversias que surjan en la
sociedad, eliminando así la justicia.
Según una sentencia de 1995 de la sala político administrativa, se deduce que la falta de
jurisdicción solamente será procedente cuando el asunto controvertido no puede ser compuesto a
través de la función jurisdiccional atribuida al Poder Judicial.
El artículo 59 del código de procedimiento civil, prevé que esta cuestión previa puede alegarse:
respecto de la administración pública y respecto del juez extranjero; es decir, en los casos que la
doctrina denomina límites externos de la jurisdicción.
El poder judicial por expresa disposición de los artículos 136 y 137 de la CRBV no puede conocer de
los asuntos atribuidos a otras ramas del Poder Público. Y que las actuaciones de los órganos del
Poder Público que excedan a las atribuidas por la ley, son ineficaces y están sancionadas con la
nulidad absoluta por artículo 138.
De manera que por limitación de rango constitucional las partes no pueden convalidad esta falta de
jurisdicción y el juez puede de oficio, en cualquier estado y grado del proceso de conocimiento, para
poner fin a un proceso judicial que nunca debió iniciar, ni tramitar. Entonces las partes pueden alegar
la falta de jurisdicción, frente la Administración Publica, bien como cuestión previa, o posteriormente,
en cualquier estado y grado del proceso de conocimiento.
Igualmente la ley faculta a la Administración Publica, para que sin ser parte en el proceso, pueda
alegar ante el juez que conozca de la causa, su falta de jurisdicción según lo dispuesto en el art 65
CPC.
Esto va referente a lo que establece el artículo 59 del CPC que faculta al juez para declarar de oficio
su falta de jurisdicción frente al juez extranjero, en cualquier estado e instancia del proceso de
conocimiento, solamente cuando la causa tiene por objeto bienes inmuebles situados en el
extranjero. En los demás casos agrega la norma que se declara falta de jurisdicción frente al juez
extranjero a solicitud de la parte, durante la primera instancia del proceso de conocimiento y siempre
que no se dictara sentencia de fondo.
Conclusión
2* Incompetencia
La competencia es esa parte de la función jurisdiccional que la ley le atribuye a cada juez o tribunal.
Como lo define Rengel “la medida de la jurisdicción que ejerce en concreto el Juez en razón de la
materia, del valor de la demanda y del territorio.
Cuando se habla de competencia no hay duda que el asunto controvertido debe decidirlo el Poder
Judicial, lo único que discute es cuál de los jueces o tribunales debe dictar la sentencia que resuelva
el mérito del asunto. De razón cuando ha sido admitida una demanda por un juez a quien la ley no le
atribuye el conocimiento del caso, el demandado puede alegar la incompetencia del juez, bien como
cuestión previa, según el 346 CPC o en oportunidad procesal posterior como lo disponen el 60 y 37.
La competencia del juez no es un presupuesto para la validez del proceso, sino un presupuesto para
la validez de la sentencia de fondo tal como lo afirma la sala de Casación Civil en sentencia del
25/05/1998, “la falta de competencia impide al juez dictar un fallo decisorio sobre el fondo de la
causa, pero no anula los actos de procedimiento realizados ante el juez incompetente”.
Para alegar la incompetencia, el demandado debe tener en cuenta las circunstancias de hecho
existentes para la fecha de presentación de la demanda, por disponerlo así el 3art CPC, salvo en
casos de incompetencia sobrevenida en la ley.
Formas de incompetencia
A. Por la materia
Por interpretación del 28 CPC existe incompetencia por la materia, cuando en virtud de la naturaleza
de la cuestión que se discute, la ley no le concede la facultad de conocer y decidir ese asunto, al juez
que está conociendo de la causa. Esta incompetencia puede ser declarada de oficio o a petición de
parte, como cuestión previa o en cualquier estado e instancia del proceso de conocimiento, según lo
dispuesto en el encabezamiento del art 60 CPC.
Sala de Casación Civil 2/08/1995: que cuando se refiere a incompetencia por materia no haya
sido alegada por las partes al formalizar el respectivo recurso de casación, esta sala estaría
facultada para declarar de oficio la incompetencia que observara, por encontrarse involucrada la
infracción de normal de orden público, todo como está previsto el 320 del CPC
Criterio jurisprudencial reiterado por la Sala de Casación civil del TSJ 6/06/2004: la competencia
por la materia donde está interesado el orden público es verificable aun de oficio en cualquier etapa
o instancia del proceso pues su quebrantamiento atenta contra la garantía al debido proceso de las
partes involucradas.
Idéntico tratamiento procesal tiene la llamada competencia funcional, SCC 7/08/1996: esta
competencia es eminente de orden público ya que implica la correcta y debida organización del
servicio de administración de justicia.
NOTA: conviene aclarar que cuando el valor de la demanda ha sido estimado conforme al art 38 del
CPC, no puede alegarse esta cuestión previa de incompetencia por el valor de la demanda, porque
ese supuesto la norma citada dispone que el demandado puede rechazar la estimación hecha por el
demandante, en el acto de la contestación de la demanda, para que sea decidida en la sentencia
definitiva.
C. Por el territorio
En este supuesto, la incompetencia territorial del juez es considerada de orden público absoluto, por
lo tanto tiene un procedimiento idéntico señalado para el caso de incompetencia por materia, según
el art 60 CPC
Sala Social 28/02/2002: el criterio doctrinal y jurisprudencial recuerda que la competencia por el
territorio, del órgano jurisdiccional es un presupuesto de orden privado. Pero que en ciertos casos
resultara ser de orden público como lo señala la doctrina patria. Y esto es cuando se trata de
acciones en que está interesado el orden público por ser una cuestión de estado como el divorcio y
la separación de cuerpos, en las cuales interviene el representante del ministerio público.
En casos en que están en juego únicamente los intereses privados de las partes la incompetencia
territorial del juez, solo se puede alegarla el demandado como cuestión previa art 60 CPC. Esto en
razón de que las partes por convenio pueden derogar la competencia territorial. Esta derogación
pueden efectuarla antes del proceso judicial, pero nada obsta para que lo hagan dentro del proceso.
Cuando el demandado no alega esta cuestión previa queda sometido a ese órgano jurisdiccional.
Igual consecuencia jurídica se produce para el demandado, cuando alega la cuestión previa pero no
cumple con la formalidad exigida en el último aparte del art 60 CPC, es decir, señalar cual es el juez
que la parte demandada considera competente.
Sala Social 28/02/2002: Conduce a esta sala recordar el pacifico, consolidado y diuturno criterio
doctrinal y jurisprudencial conforme al cual la competencia por el territorio del órgano jurisdiccional es
un presupuesto de orden privado.
INCOMPETENCIA SOBREVENIDA.
Articulo #3 CPC La jurisdicción y la competencia se determinan conforme a la situación de hecho
Existente para el momento de la presentación de la demanda, y no tienen efecto respecto de
Ellas los cambios posteriores de dicha situación, salvo que la ley disponga otra cosa.
Solución correcta, Ejemplo Donde hay un niño niña o adolescente va a protección, para proteger el
interés superior del niño, debe evaluarse cada caso en concreto.
Ahora bien, a la luz de los análisis de las sentencias objeto de análisis, esta Sala observa en el caso
bajo examen, que desde el mismo momento que se dictó y publicó la sentencia de la Sala
Constitucional mediante la cual declaró la desaplicación por control difuso de la constitucionalidad
del numeral 2 del artículo 28 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en los casos en
los que se solicite autorizar la fuerza ejecutoria de sentencias firmes dictadas en procesos
contenciosos, en los que a su vez los niños, niñas y adolescentes tengan un interés inmediato y
directo sobre el objeto debatido, se produjo la incompetencia de esta Sala.
Por tanto, con fundamento en los motivos antes expuestos, esta Sala de Casación Civil considera,
que lo pertinente en el presente caso, al haberse producido la incompetencia sobrevenida de esta
Sala en los casos que se solicite autorizar la fuerza ejecutoria de sentencias firmes dictadas en
procesos contenciosos, en los que a su vez los niños, niñas y adolescentes tengan un interés
inmediato y directo sobre el objeto debatido, como ocurre en este caso, le corresponde a la Sala de
Casación Social de este Alto Tribunal conocer y decidir el presente exequátur, por ser el órgano
jurisdiccional competente según la doctrina vinculante de la Sala Constitucional analizada, no
obstante que tal solicitud fuera propuesta por ante la Sala de Casación Civil.
Precisado lo anterior, debe la Sala, a los fines de establecer su competencia para conocer la
demanda interpuesta, analizar si la acción incoada cumple con los requisitos antes señalados y, en
tal sentido, observa:
La parte demandada es la empresa SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A., (SIDETUR), cuyos bienes
muebles, inmuebles y bienhechurías fueron adquiridos forzosamente por el Estado Venezolano
según Decreto número 7.786 de fecha 2 de noviembre de 2010, con lo cual se cumple el primer
supuesto de aplicación del fuero atrayente de la jurisdicción contencioso administrativa.
En segundo lugar, debe señalarse que la demanda bajo análisis fue estimada en la cantidad de
cuatro millones quinientos mil bolívares (Bs. 4.500.000,00), suma que equivale a noventa y siete mil
ochocientos veintiséis unidades tributarias (97.826 U.T.), tomando en cuenta que para el momento
de la interposición de la presente demanda, esto es, para el 6 de febrero de 2009, la unidad tributaria
tenía un valor nominal de cuarenta y seis bolívares (Bs. 46), según se desprende de la Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela número 38.855 de fecha 22 de enero de 2008, monto que
supera las setenta mil una unidades tributarias (70.001 U.T.) establecidas en el artículo 5 numeral 24
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, lo
cual satisface el segundo supuesto competencial a favor de esta Sala Político-Administrativa.
Con respecto al tercer requisito, se observa que la acción incoada es una demanda por cobro de
bolívares, la cual debe ser tramitada por el procedimiento para demandas de contenido patrimonial
establecido en los artículos 56 y siguientes de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, en consecuencia, se considera satisfecho dicho requisito, es decir, que el
conocimiento de la acción interpuesta no esté atribuido a ningún otro órgano jurisdiccional.
Conforme a lo expuesto, y cumplidos como han sido los presupuestos del numeral 24 del entonces
vigente artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, esta Sala acepta la competencia que le fuera declinada por el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil, del Tránsito y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Segundo Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, para conocer la presente causa. Así se decide.
Por tanto, se dejan sin efecto todas las actuaciones procesales verificadas, con excepción a la
decisión dictada por el tribunal remitente mediante la cual declinó la competencia en esta Sala y se
acuerda reponer la causa al estado de admisión.
3*Litispendencia
Este es uno de los casos de terminación anormal del proceso, en razón de no permitirse, que una
misma controversia, sea tramitada y decidida más que una sola vez, por lo cual subsiste únicamente
el proceso en el cual se haya citado primero. Por lo tanto aunque el juez pierde el conocimiento del
proceso judicial que se extingue por la declaración de litispendencia, aquí lo que ocurre es que hay
imposibilidad de continuar el proceso.
I. Es necesario que ambos procesos estén en curso es decir, que ninguno de los procesos
tenga sentencia definitivamente firme.
II. Que se trate de la misma causa, es decir que haya identidad absoluta de: sujetos, objeto y
causa.
SC 3/02/2004: Litispendencia se encuentra referida a aquellas causas que tienen en común los tres
elementos: sujetos, objetos y causa, por lo que al ser advertida no se refiere a dos o más causas
idénticas, sino a una misma causa presentada varias veces ante las autoridades judiciales
igualmente competentes. El efecto jurídico conduce a la extinción de una de las causas, con el
propósito de evitar que se produzcan fallos contradictorios al momento de resolver un mismo juicio.
Según el 61 CPC la litispendencia puede declararse en cualquier estado y grado del proceso de
conocimiento, por estar interesado el orden público en evitar la duplicidad de procesos judiciales,
este pronunciamiento puede hacerlo el juez de oficio o a solicitud de la parte, bien que se plantee
como cuestión previa o en oportunidad procesal posterior.
I. En caso que las cuestiones idénticas cursen ante tribunales distintos, la decisión debe dictarla
el juez que cito con posterioridad
II. En el caso de que las causas idénticas cursen ante el mismo tribunal, la decisión la dictara
ese único juez, en el proceso en el cual no se haya citado o se haya citado con posterioridad.
III. La puede declarar el juez de alzada que conozca de la causa.
IV. También la puede declarar el TSJ en cualquiera de sus salas a instancia de la parte en los
casos que actúan como única instancia.
4* Acumulación de procesos
La acumulación de procesos judiciales, que se están tramitando en expedientes separados y por
procedimientos autónomos; tampoco obedece a la incompetencia del juez que conoce de la causa
atraída, pues los artículos 48 y 51 suponen la competencia de los jueces que conocen de los
procesos que se acumulan.
La pérdida del conocimiento de la causa, por parte del juez de la causa atraída, obedece,
simplemente a una modificación de la competencia pues por razones de economía procesal y para
evitar sentencias contradictorias, los diferentes procesos judiciales se fusionan, para que el juez de
la causa atrayente, los tramite en un solo procedimiento y los decida en una sola sentencia.
Ojo: cuando los diferentes procesos judiciales cursan ante jueces distintos, la acumulación solo
puede alegarla el demandado y por vía procesal de las cuestiones previas de manera que, el juez no
está facultado para declararla de oficio, como en los demás casos previstos en el ordinal 1 art 346
CPC.
Ojo: también es importante aclarar que según los efectos procesales que produce esta cuestión
previa, la misma debe, necesariamente , alegarse en la causa atraída, pues al ser declarada con
lugar, el expediente original en el cual se tramita la causa atraída, debe ser remetido al juez de la
causa atrayente. De manera que si no se opone la cuestión previa, precluye la oportunidad para
pedir la acumulación de procesos, las causas continuaran su curso por separado y de decidirán en
distintas sentencias.
OJO: esto es posible, por cuanto, en los casos de acumulación de procesos, si bien existe la relación
entre ellos, no alcanzan una identidad absoluta.
OJO: La otra forma que permite la acumulación de procesos, es el caso previsto en el art 80 CPC
cuando distintas causas cursan ante el mismo tribunal, en este caso no es necesario plantear la
cuestión previa, sino que bastara la solicitud de parte, para que el juez se pronuncie al respecto,
quien al declararla continuara conociendo de ambos procesos, pero los tramaría en un solo
procedimiento y los decidirá en una sola sentencia. Estas son las dos únicas vías procesales para
lograr la acumulación de procesos.
A. Por accesoria
Según el artículo 48 del CPC, dispone, que cuando exista una causa principal y otra accesoria,
pueden acumularse, para que conozca de ambas el tribunal donde cursa la causa principal, en este
caso como la ley determina que la causa atrayente es la principal y que la causa atraída es la
accesoria, no se toma en cuenta la prevención.
B. Por continencia
Según el artículo 51 CPC, disponiendo que en este caso, la causa atrayente será la continente y la
causa atraída la contenida, sin tomar en cuenta la prevención. En este supuesto legal de continencia,
existe una litispendencia parcial, pues la causa contenida tiene una triple identidad frente a la causa
continente, pero esta última tiene algún petitorio adicional que las diferencia. Según Calamandrei
“continencia de causa tiene lugar entre dos causas, una de las cuales más amplia (continente)
comprende u absorbe en si a otra menos amplia (contenida), lo cual justifica la fusión de dichos
procesos, para ser tramitados en un solo procedimiento y decididos en una sola sentencia.
C. Por conexión
La causa atrayente será aquella en la que se haya prevenido, es decir, aquella en que se haya citado
primero. El artículo 52 del CPC, establece cuatro casos de conexión genérica, en función de la
identidad de sujetos u objeto o título, existente entre las distintas causas. Pero no puede haber triple
identidad porque esta hipótesis corresponde a la litispendencia. En este caso también es importante
conocer los impedimentos legales que puedan existir para que se realice la acumulación, como lo
advierte la Sala de Casación Civil en sentencia 978 19/12/2007:
El artículo 52 describe las circunstancias objetivas que permiten acumular dos o más causas, que
han sido propuestas en diferentes tribunales. Tal acumulación obedece, al posible riesgo de que se
produzcan sentencias contradictorias en asuntos conexos entre sí, lo que atentaría contra la
seguridad jurídica emanada de la cosa juzgada. En todo caso para que sea acordada la acumulación
de causas por existir entre ellas conexidad, deberá tomarse en consideración cual fue el tribunal que
haya revenido, siendo la citación el factor que determinara la prevención, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 51 del CPC. Pero debe advertirse que subsisten las prohibiciones del artículo
78 del CPC, para que pueda ocurrir la acumulación de causas. Es decir, no basta que se encuentren
presentes las condiciones objetivas que permiten la acumulación, sino es necesario además, que no
se encuentre presente algunas de las hipótesis que impiden la acumulación. OJO leer articulo 78 en
el libro no menciona las prohibiciones.
El ordinal 2 del 346 CPC, prevé esta cuestión previa, para el caso de que el actor o demandante,
inicie un proceso judicial, careciendo de la capacidad necesaria para actuar en juicio.
Ojo: Esta cuestión previa no debe confundirse jamás con la falta de cualidad en el demandante y es
conocida como legitimatio ad causam, donde esto no es una cuestión previa, sino una excepción
procesal perentoria. legitimatio ad causam, es la cualidad de la parte actora para sostener el Juicio, y
siguiendo las enseñanzas del DR. Luis Loreto, como aquella relación de identidad lógica entre la
persona del actor, concretamente considerada, y la persona abstracta a quien la ley concede la
acción o la persona contra quien se concede y contra quien se ejercita en tal manera.
Cuando los jueces equivocadamente declaran con lugar la falta de cualidad confundiéndola con la
ilegitimidad a la cual se refiere el ordinal 2, se genera un estancamiento del proceso, por una parte
porque no puede subsanarse mediante la comparecencia del demandante incapaz legalmente
asistido o representado como lo dispone el artículo 350 y de otra parte porque esa decisión no tiene
recurso de apelación según expresa disposición del artículo 357 del CPC.
Ante esta anormal situación del proceso, la cual vulnera los derechos constitucionales al debido
proceso y a la defensa, la sala constitucional en sentencia 1337 del 14/07/2004, ha admitido el
amparo constitucional como medio idóneo para restablecer la regularidad del proceso y permitir su
continuación:
Se debe hacer la siguiente pregunta, en qué medida el fallo cuestionado lesiona los derechos al
debido proceso y a la defensa del accionante, la respuesta es que tal decisión dejo en una suerte de
limbo procesal al actor, pues siendo que dicha decisión es interlocutoria, y que lo que persigue en
abstracto el artículo 346.2 del CPC, es que el proceso se consolide entre sujetos capaces de
cumplir válidamente actos procesales, la confusión en que se incurrió provoco de hecho la
paralización del procedimiento, pues la falta de legitimación no es subsanable, en cambio la de
legitimidad si lo es, y por lo que este actor tampoco dispone del recurso de apelación, pues lo tiene
prohibido por el artículo 357 del CPC. De todo esto la SALA concluye, que se resultó infringido el
derecho al debido proceso del solicitante, particularmente en lo que concierne al trámite regular de
los asuntos ante los órganos judiciales y también consecuencialmente, fue infringido su derecho a la
defensa, pues encontró imposibilitado recurrir contra decisión que, a todas luces, era contraria a las
normas sustanciales atinentes a las partes y a las procesales relativas al trámite de las cuestiones
previas, por lo que se declara con lugar la pretensión de amparo propuesta por los representantes
judiciales.
Según lo que dispone el ordinal 3 del 346 CPC, permitiendo oponer como cuestión previa, la
ilegitimidad de la persona que actúa en el proceso, atribuyéndose la representación: Legal, Judicial o
convencional, del demandante bien por no tener dicha representación o en caso de tenerla, esta
defectuosamente otorgada o ejercida.
En lo que respecta a la representación convencional, por ser de orden privado, debemos señalar que
si no se alegan como cuestión previa los defectos que pudieren existir, en principio se convalidan, es
decir, ya no se podrán alegar posteriormente. Sin embargo por tratarse de un vicio subsanable, por
estrategia procesal, el demandado en lugar de alegarla como cuestión previa, podría alegarla como
excepción procesal perentoria, para que sea resuelta en la sentencia definitiva, la cual en caso de
ser acogida, impediría un pronunciamiento sobre el fondo de la demanda.
La sala político administrativa en sentencia 1533 del 3/12/2008, decide que la defectuosa
representación convencional debe alegarse solo como cuestión previa, al considerar extemporánea
su alegación en la contestación de la demanda, sin embargo la mencionada sala no motiva este
cambio de criterio para poder analizar su conveniencia, pero se considera que las excepciones
procesales no tienen naturaleza previa o perentoria, por eso será el demandado quien determine la
oportunidad en la cual cuestiona la representación convencional del demandante, de la misma
manera que puede decidir no impugnarla.
En caso que el demandante obre en juicio mediante apoderado judicial, se pueden presentar dos
casos que hacen procedente la cuestión previa por no tener capacidad para ejercer poderes en
juicio: que el apoderado designado no sea abogado y que siendo abogado, este impedido de ejercer
la profesión. En ambos casos, la procedencia de la cuestión previa, es evidente, además de las
razones técnicas que para la defensa de la parte exigen la presencia de un abogado estamos ante
un hecho tipificado como delito de ejercicio ilegal de la profesión, enjuiciable de oficio.
Las actuaciones realizadas por mandatario impedido de ejercer poderes en juicio, son jurídicamente
inexistentes como lo expresa la sala de casación civil: “ no cumpliendo el recurrente de hecho con la
condición de ser abogado, no puede ejercer la representación en juicio de la persona que le otorgo el
poder, y por ello no tiene cualidad ni legitimación para proponer válidamente el recurso de hecho y la
sala concluye en consecuencia, que no tiene materia sobre que decidir y opta por declarar que no se
interpuso jurídicamente el mismo.
Sin embargo, este criterio no es pacífico, la misma sala de casación civil, también ha considerado
que el acto de presentación de la demanda por una persona que no puede ejercer poderes en juicio,
es nulo, en consecuencia, es causa de reposición del proceso. “la sala actuando de conformidad
con el segundo aparte del artículo 320 del CPC y con el fin de restablecer el orden jurídico
infringido, decreta la reposición del proceso al estado de que el juez de la causa admita la demanda”.
Y para acentuar estas contradicciones, en sentencia la mima sala mencionada, decide que la
actuación es válida si obro asistido de abogado: por la ley de abogados y código civil, solo se
prohíben que este actué en el juicio por si solo y en nombre de otro, por carecer de los
conocimientos especiales para ellos, lo que en todo caso puede ser subsanado si el mandatario
actúa asistido o representado por abogado.
Se considera adecuada la declaración de inexistencia del acto, por cuanto en esta hipótesis, el vicio
es insubsanable, no se puede reconocer ningún efecto jurídico a la demanda así interpuesta, una
vez verificado el defecto procesal, nada tiene que decidir el órgano jurisdiccional, solo declarar como
no interpuesta la demanda y en consecuencia, el proceso debe extinguirse de un modo anormal. Se
piensa que en este caso, lo único que le queda al demandante, es volver a presentar una nueva
demanda conforme a la ley, sin que esto implique colocar el derecho procesal en un plano de
preeminencia respecto al derecho sustancial, pues nadie puede alegar a su favor su propia falta.
Cuando el demandante actúa mediante apoderado judicial, aunque este sea abogado en ejercicio,
también puede alegarse esta cuestión previa, en el caso que el contrato de mandato conste en
instrumento escrito que no está otorgado con las formalidades exigidas por la ley. La ley exige que el
contrato del mandato cumpla varios requisitos, por ejemplo, que conste en forma escrita, que se
otorgue ante funcionario competente, que se deje constancia de su autenticidad, del carácter con el
cual obra el otorgante, si lo hace en nombre propio o en nombre de otra persona, que firme el
otorgante o un firmante a ruego, entre otros.
En este caso los defectos que se imputan al poder son subsanables, de manera expresa, cuando
prospera esta cuestión previa, o tácitamente, cuando no se impugne el poder por este motivo, en las
oportunidades y formas mencionadas
La Sala de Casación Civil, ha decidido que los vicios que realmente afectan la validez de un poder
en juicio, son los vicios de fondo (intrínsecos) y no los vicios formales (extrínsecos). Sin embargo la
sala constitucional declara inexistente el poder apud acta por carecer de un requisito formal o
extrínseco, como lo es la certificación del secretario del tribunal.
Cuando el demandante actúa a través de apoderado judicial, aunque este sea abogado en ejercicio y
el poder este otorgado conforme a la ley, también se puede oponer esta cuestión previa, alegando
insuficiencia de poder. El apoderado judicial deberá siempre obrar con la facultad conferida por su
mandante, para que pueda comprometerlo. Si el apoderado judicial actúa sin que se le haya dado
esa atribución, es decir, extralimita en el ejercicio del mandato puede afirmarse que obro con
insuficiencia de poder. Estas extralimitaciones las califica Pérez bajo 4 puntos de vista: cuanto al
objeto, a la persona, al lugar y en cuanto al tiempo.
Ojo: caso interesante se presenta con frecuencia en la práctica forense, cuando existe pluralidad de
mandatarios. Cuando hay más de un mandatario y no se especifica que pueden actuar
separadamente, se presenta una insuficiencia de poder, al actuar uno solo de los mandatarios, en
efecto, si se indica de manera expresa, que deben actuar conjuntamente no hay duda al obrar
separadamente obran con extralimitación de atribuciones, en consecuencia, con insuficiencia de
poder. La duda se presenta es cuando nada se dice al respecto, es decir, se confiere un poder a
varios abogados, pero no se indica que deben actuar conjunta o si pueden actuar separadamente.
Se considera que el criterio que sostiene la sala de casación civil: “si el poder no se indica que los
distintos abogados pueden actuar separadamente, deben obrar en forma conjunta y si alguno actúa
en forma individual, se configura el supuesto de ilegitimidad que se estudia”. Es el adecuado, porque
de acuerdo a las normas de derecho civil es quien regula el contrato de mandato, dando
preeminencia a la voluntad del mandante y limitando la actividad del mandatario a ejercer el mandato
tal y como ha sido conferido, por tener el contrato fuerza de ley entre las partes.
Sin embargo se debe señalar que la sala de casación social, desestima los criterios de la sala de
casación civil: “en sentido de la designación de múltiples apoderados no puede ser otro que obtener
una mejor representación en juicio, lo que se vería frustrado si se exigiera la actuación conjunta de
los apoderados, porque se podría hacer imposible la oportuna actividad procesal, por existir algún
impedimento de hecho o de derecho, para que intervengan alguno de los profesionales designados”.
Ojo: otro caso de insuficiencia declarado por la Sala Constitucional, ocurre cuando el poder ha sido
otorgado para un caso o unos casos judiciales determinados y luego, se utiliza ese mandato para un
caso no previsto en el poder.
Ilegitimidad de la persona citada como representante del demandado, por no tener el carácter
que se le atribuye
Referente al ordinal 4 permite oponer como cuestión previa, la ilegitimidad de la persona citada, por
considerar el demandante y el juez, falsamente, que representa al demandado. Es decir que no se
podrá oponer esta cuestión previa cuando el demandado sea una persona natural que tiene
capacidad para ser llamada a juicio personalmente.
Solo se puede oponer esta cuestión previa: cuando el demandado sea una persona natural, que
requiere de la representación de otra persona para obrar en juicio, ejemplo un menor de edad;
cuando se trate de personas jurídicas, las cuales siempre obran a través de personas naturales que
según la ley, sus estatutos o sus contratos, ejercen su representación legal y en los casos que la ley
legitima procesalmente a entidades que carecen de personalidad jurídica, para que obren en juicio a
través de personas determinadas. Ejemplo el administrador de un condominio.
En estos casos, cuando la persona citada como representante del demandado, no tenga ese
carácter, por ejemplo, se cita al padre en representación del menor de edad, pero aquel no ejerce la
patria potestad sobre el menor, o se cita al estado venezolano en persona distinta al procurador
general de la república; prospera la cuestión previa.
Sala de casación civil señala que: “(1) si la cuestión previa la opone el demandado mismo o su
apoderado no es necesario practicar la nueva citación y que el demandado puede: solicitar la
reapertura del lapso de emplazamiento, dentro del cual puede oponer cuestiones previas o contestar
al fondo; u, oponer en ese mismo acto todas las cuestiones previas o contestar al fondo de la
demanda. Sino opone cuestiones previas, debe contestar la demanda dentro de los cinco días
previstos en el 358 CPC y (2) si la cuestión previa la opone el falso representante, debe procederse
a la citación del demandado quien tendrá un lapso de emplazamiento pleno. Se considera que esta
solución jurisprudencial es adecuada la citación indebidamente practicada en la persona del falso
representante del demandado; en primer lugar, porque los vicios en la citación son subsanables, si
ejerce su defensa el demandado; y en segundo lugar, porque si quien actúa es el falso
representante, la citación se practica por primera vez, en la persona del legítimo representante, una
vez evidenciado el defecto
En el caso que el demandado no ejerza su defensa debido al error cometido en la citación, el vicio
no se subsana; por el contrario, se vicia de nulidad todo lo actuado y debe reponerse al estado de
practicar válidamente la citación, como lo indica la jurisprudencia de la sala de casación civil.
Por otra parte, hay que señalar que el falso representante solo puede oponer esta única cuestión
previa, si alega otras se tendrán como no opuestas.
Finalmente en caso de que el demandado equivocadamente alegue la falta de cualidad pasiva con
fundamento en el ordinal 4 del 346 CPC, pues como se sabe, según lo dispuesto en el 361 CPC la
falta de cualidad solo puede alegarse en la contestación a la demanda. En esta hipótesis si el juez
equivocadamente declara con lugar la cuestión previa opuesta, se quebrantara el debido proceso y
el derecho a la defensa; en primer lugar, porque la falta de cualidad no puede subsanarse según lo
dispuesto en el 350 CPC y en segundo lugar, porque esa decisión no tiene recurso de apelación por
disposición del 357 CPC. De manera que la solución de este caso sería el amparo constitucional.
Atiende al ordinal 6 del 346 CPC, por defecto de forma de la demanda, con propósito de mejorar el
documento escrito, mediante el cual se ha ejercido una pretensión en su contra, en el caso que la
demanda no cumpla con los requisitos formales exigidos por el 340 CPC.
Se debe señalar es que los defectos de forma que se le imputen a la demanda deben tener
relevancia jurídica, que no se trate de simples errores materiales en la elaboración de la demanda
como documento. Sin embargo debe tenerse en cuenta que la demanda en forma es un
presupuesto procesal, cuya falta de subsanación puede dar lugar a la desestimación de la demanda.
Pertenece al mismo ordinal 6, esta cuestión previa procede cuando el demandante ha ejercido más
de una pretensión contra el demandado incurriendo en las prohibiciones del 78 CPC. El artículo 77
por razones de economía procesal, faculta al demandante para que en una sola demanda acumule
varias pretensiones, es decir, intente una demanda compleja.
Si prospera esta cuestión previa, la ley no prevé la forma de subsanar la acumulación prohibida, pero
la doctrina señala que el demandante, puede desistir de la o las pretensiones que hacen procedente
la cuestión previa y continuar el proceso con las que no tienen impedimento legal.
Nuestra jurisprudencia tiene diversos criterios respecto a la manera de decidir los casos de
acumulación prohibida.
Sentencia casación civil 743 En tal sentido, si el demandado en lugar de contestar decide
oponer cuestiones
previas, en dicho momento precluye para el demandante su oportunidad de reformar su
demanda.
Así pues, los demandantes al haber subsanado los defectos de forma sobre “los errores
observados” en su libelo de demanda, no se le debe permitir que incluyan otro punto no
solicitado en el petitorio de su libelo de demanda como es la “indexación”, ya que lo
contrario sería avalar que los demandantes procedan de forma ilegítima y fraudulenta -en una
especie de reforma de demanda no contemplada en la ley adjetiva- y que puedan incluir
puntos no solicitados en la demanda primigenia.
Dicho en otras palabras, permitir que se incluya otro punto no solicitado en el petitorio de la demanda
por un error u omisión del demandante, no puede catalogarse como un defecto de forma subsanable,
ya que esto traería como consecuencia un desequilibrio procesal que atentaría contra el derecho
de la defensa del demandado, por la expectativa latente que a través de la subsanación del libelo
de demanda por la cuestión previa opuesta, los demandantes se sirvan de ello para agregar nuevas
peticiones “no solicitadas” en el libelo
de demanda primigenio.
En tal sentido, la Sala considera que en la decisión de la ad quem, no hubo agravio alguno en contra
de los demandantes, ya que se les concedió todo lo que peticionaron en sulibelo de demanda, que
posteriormente pretendieron modificar y ampliar solicitando de manera extraordinaria la indexación
de las sumas reclamadas amparándose en la señalada subsanación de cuestiones previas, lo cual,
es inaudito e incorrecto en el ámbito procesal.
Por lo antes expuesto, la Sala concluye en señalar que la sentenciadora de alzada no infringió el
artículo 297 del Código de Procedimiento Civil, por el error de interpretación delatado, ya que en la
declaratoria sin lugar del recuso de hecho ante la negativa de oír la apelación contra el fallo del a
quo, no hubo agravio ni menoscabo de los intereses en las resultas del juicio de los recurrentes,
debido a que se les concedió todo lo solicitado en el
libelo de demanda, razón por la cual se determina la improcedencia de la presente denuncia,
lo que conlleva vista las desestimadas anteriormente a la declaratoria de sin lugar del
presente recurso extraordinario de casación.
El ordinal 7 establece esta cuestión previa, la condición o el plazo pendientes de la obligación cuyo
cumplimiento pretende el demandante. Es cuestionada esta cuestión previa por la doctrina, por
considerar que en este supuesto lo que existe es falta de interés procesal, el cual es exigido por el
artículo 16 del CPC. Como dice Pesci-Feltri afirma, que permitir al demandante introducir una
demanda cuando el plazo o la condición están pendientes, lesiona el derecho constitucional a la
defensa del demandado.
Por estrategia procesal de la defensa, debe plantearse como una excepción procesal perentoria, es
decir, por falta de interés procesal, lo cual permite desestimar la demanda por ser inadmisible en la
oportunidad que fue interpuesta.
Se aclara que la cuestión previa en estudio, no es procedente cuando la ley o el contrato, permiten
demandar el cumplimiento de obligaciones no exigibles actualmente, por ejemplo cuando el deudor
se esté insolventando.
En otras palabras, existen dos relaciones jurídico materiales dependiente una de la otra, por lo tanto,
para decidir la relación dependiente, se requiere que previamente sea decidida la relación
independiente; cuyo dispositivo por tener fuerza de cosa juzgada, tendrá que ser acogido en la
sentencia respecto a la relación dependiente.
Ejemplo: suponga que se demanda a un presunto padre por: filiación y alimentos en procesos
separados, la relación independiente seria la filiación porque puede o no haber parentesco, y la
relación dependiente seria la petición de alimentos, pues solo si se declara la filiación entre padre y
el hijo existirá la posibilidad de concederle alimentos, pero en este último proceso ya no se discutirá
la filiación.
Esta cuestión previa preserva la cosa juzgada pero cuando los procesos están en curso, es decir,
permite hacer valer la cosa juzgada de la sentencia que se dicte en el proceso independiente, para
que sea acogida en la sentencia que decida el proceso dependiente, es lo que Liebman, denomina
con magistral claridad, función positiva de la cosa juzgada: “ el juez debe en este caso no solamente
abstenerse de juzgar sobre aquello que ya fue definido, sino más aun recibir como inatacable, sino
más aun recibir como inatacable la situación contenida en la sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada y ubicarla como la premisa cierta de su juicio sobre la diversa, dependiente de la primera y
entonces la función de la autoridad del caso juzgado tiene un relieve positivo. En este caso el juez
debe hacer suya la decisión expresada en el caso juzgado, recibiéndola como presupuesto de su
ulterior juicio”.
Ojo: La Prejudicialidad procede ordinariamente frente a otro proceso judicial, pues son las sentencias
judiciales dictadas en procesos contenciosos las susceptibles de adquirir el carácter de cosa
juzgada.
En conclusión puede señalarse que son 3 los requisitos para que proceda la cuestión previa, según
sentencia de la sala político administrativa:
• La existencia efectiva de una cuestión vinculada con la materia de la pretensión a ser debatida
ante la jurisdicción civil
• Que esa cuestión curse en un procedimiento distinto de aquel en el cual se ventilara dicha
pretensión
• Que la vinculación entre la cuestión planteada en el otro proceso y la pretensión reclamada en
el presente proceso, influya de tal modo en la decisión de esta, que sea necesario resolverla con
carácter previo, a la sentencia del juez civil, sin posibilidad de desprenderse de aquella.
La cosa Juzgada
El ordinal 9 establece esta cuestión previa, se debe aclarar que también se puede alegar
alternativamente, como excepción procesal perentoria, según lo dispuesto en el 361 CPC
La cosa juzgada, será preservada por existir un interés público en que los órganos jurisdiccionales
no vuelvan a conocer y decidir un caso que ya fue resuelto de manera definitiva.
Este caso trata de hacer valer la cosa juzgada de un proceso ya terminado, en otro proceso idéntico
que está en curso, para extinguirlo, evitando que el juez vuelva a decidir sobre el mismo.
Aunque la cosa juzgada es una sola la ley la distingue en dos aspectos: el formal y el sustancial o
material, esto permite aclarar que su aspecto formal atiende a lo interno del proceso y su aspecto
sustancial a lo externo.
Es el aspecto material de la cosa juzgada el que puede hacerse valer en un proceso futuro e idéntico
para evitar que el juez vuelva a dictar sentencia sobre un asunto ya decidido. En Venezuela se
tipifica así, “como una presunción iuris et de iure”
Requisitos para calificar los limites objetivos y subjetivos de la cosa juzgada:
• Limites objetivos: la doctrina señala que la cosa juzgada recaer solamente sobre la parte
dispositiva de la sentencia definitiva que se resuelve el fondo de la controversia.
• Limites subjetivos: la norma es clara en exigir que sean las mismas partes y que obren con
el mismo carácter, es decir, que solo surte efecto entre las partes del proceso en el cual fue
pronunciada la sentencia.
Hoy en día la cosa juzgada ya no es absoluta, sino relativa como a continuación explica Montero
haciendo referencia al código civil español: “sin perjuicio de que en alguna ocasión el tribunal
supremo siga haciendo alusión a la presunción iuris et de iure, esta teoría es hoy claramente
inadmisible: 1. Las decisiones judiciales no son declaraciones de verdad, sino de voluntad; la
sentencia no vincula por sus razonamientos, sino porque contiene la voluntad del estado y sin
perjuicio naturalmente de que no puede ser arbitraria y de la necesidad de motivación. 2. Como
ficción de verdad la cosa juzgada no podría limitarse subjetivamente a las partes, sino que habría de
referirse erga omnes.
Concluye el citado autor que la naturaleza jurídica de la cosa juzgada es de orden procesal y que
obedece a razones de seguridad jurídica y conveniencia política.
Venezuela debe revisar legislativamente la norma sustantiva del artículo 1395.3 del código civil,
que tipifica la cosa juzgada como una presunción legal iuris et de iure.
No obstante la vigencia de la disposición legal mencionada, la legislación venezolana prevé la
posibilidad de anular una sentencia con carácter de cosa juzgada, como ocurre con: 1. El recurso
extraordinario de invalidación previsto en el CPC, 2. El amparo constitucional contra sentencia
previsto en el artículo 4 de la ley orgánica de amparo sobre los derechos y garantías constitucionales
y 3. La revisión prevista en el artículo 336.10 de la constitución de la república.
Finalmente se debe señalar que por importancia de la cosa juzgada, la cual trasciende a los
intereses individuales de las partes del proceso, la jurisprudencia de la sala de casación civil ha
admitido la posibilidad de alegarla válidamente hasta los informes de segunda instancia: “que el
alegato de cosa juzgada sobrevenida puede oponerse en todo estado y grado de la causa hasta los
informes en segunda instancia”.
El ordinal 10 prevé como cuestión previa la caducidad de la acción establecida en la ley, excluyendo
por interpretación en contrario, la caducidad contractual. Alternativamente también puede ser
alegada como excepción procesal perentoria según el artículo 361 del CPC.
Cuando la ley somete un lapso de caducidad la posibilidad de hacer valer un derecho ante los
órganos jurisdiccionales, una vez transcurrido el tiempo hábil para hacerlo, el derecho no
desaparece, lo que se pierde es el derecho a la tutela jurisdiccional, por lo tanto el titular no podrá
ejercer válidamente el derecho de acción para dar inicio a un proceso judicial. Aquí se extingue es un
derecho procesal no el derecho sustancial.
La sala constitucional: “se ha pronunciado y ha establecido que los lapsos procesales establecidos
en las leyes y aplicados jurisdiccionalmente no son formalidades que puedan ser desaplicados con
base en el artículo 257 de la constitución.
Finalmente para evitar la caducidad basta la presentación o formalización de la demanda en tiempo
hábil ante el órgano jurisdiccional.
Prohibición de la ley de admitir la acción propuesta, o cuando solo se admite por determinadas
causales.
La caducidad de la acción constituye materia de orden público, y el Juez está facultado para
declararla de oficio en cualquier estado y grado de la causa cuando verifique su existencia, al estar
indefectiblemente ligada a la acción y no a la cuestión de fondo que se debate, dado que extingue la
acción y si ésta se ha perdido no podrá sentenciarse el fondo, sin importar en qué estado procesal, o
en cuál momento del juicio se extinguió la acción. Por consiguiente cada vez que el Juez constata
que la acción se extinguió, de oficio debe declarar tal situación, ya que el derecho a movilizar a la
administración de justicia, en una causa particular, se ha perdido, al no poder existir fallo de fondo, y
la extinción de la acción es independiente de los alegatos que se susciten con motivo de la
contestación de la demanda, o de los informes.
Ahora bien, una vez precisado que el lapso de caducidad para interponer la acción de nulidad
cuando son actos de enajenación de bienes muebles o inmuebles, así como los referidos a las
acciones y obligaciones o cuotas de participación, que ejecute uno de los cónyuges sin el
consentimiento necesario para la validez del acto o negocio, es de cinco (5) años a partir de la
inscripción en el registro correspondiente. En tal sentido, resulta necesario a los fines de dejar
sentado en el presente caso referido a la acción de nulidad de venta de un bien inmueble, en qué
fecha se protocolizó la misma ante la oficina de Registro correspondiente y así precisar sí se verificó
o no la caducidad.
Sentencia casación civil Nº 290
Con respecto al requisito de la cuantía necesaria para la admisibilidad del recurso de casación, ha
sido criterio reiterado y pacífico de esta Sala, que “…el momento que debe ser tomado en cuenta
para verificar el cumplimiento del requisito de la cuantía, será aquél en que fue presentada la
demanda, pues es en esa oportunidad en que el actor determina el derecho a la jurisdicción y la
competencia por la cuantía, y por ello considera cumplido el quantum requerido por el legislador para
acceder a la sede casacional; esa cuantía está establecida en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia, en la cantidad de tres mil unidades tributarias (3.000 U.T.), que deberá calcularse por el
valor de la unidad tributaria vigente para el momento en el cual fue interpuesta la misma…”.
El ordinal 11 prevé dos hipótesis para la procedencia de esta cuestión previa, cuando la ley prohíbe
admitir la acción propuesta y cuando la ley permite admitir la acción propuesta, solo por
determinadas causales de manera que si no se invocan en la demanda, esas causales señaladas en
la ley, la demanda es improponible.
Cuando de manera expresa o implícita la ley prohíbe ejercer el derecho de acción, no nace la
correlativa obligación para el órgano jurisdiccional de administrar justicia, en consecuencia, el
proceso debe extinguirse.
Sala constitucional: además de las dos causales del ordinal que nos ocupa, resulta inatendible el
derecho de acción ejercido:
Conforme lo expresa el artículo 348 del CPC las cuestiones previas se promoverán
acumulativamente en el mismo acto sin admitirse después ninguna otra. Y no se toma en cuenta si el
lapso de emplazamiento precluye el día que se opusieron las cuestiones previas o si quedan días de
despacho por transcurrir
Se interponen dentro del lapso de emplazamiento, es decir dentro del lapso que tiene el demandado
para contestar la demanda, pero en vez de contestarla, opta por oponer cuestiones previas. Y que
además si las cuestiones previas se oponen acumulativamente la regla seria que todas las
cuestiones previas deben oponerse dentro del lapso de emplazamiento.
Sin embargo el legislador hace dos excepciones según el artículo 347 CPC, 1. la falta de jurisdicción,
la incompetencia y la litispendencia, pueden oponerse después de precluido el lapso de
emplazamiento, en las oportunidades señaladas en los artículos 59,60 y 61; y ; 2. Según el artículo
361 del mismo código, la cosa juzgada, la caducidad legal de la acción y la prohibición de la ley de
admitir la acción propuesta, pueden oponerse como excepciones procesales perentorias, en el acto
de la contestación de la demanda.
Por supuesto en los casos mencionados, ya no tendrán el carácter de cuestiones previas, en sentido
estricto, aún siguen siendo excepciones procesales y producen los mismos efectos.
El criterio es que las cuestiones previas se alegan aparte de lo que es la contestación de la
demanda, y la sala constitucional: “primero debe tramitarse la cuestión previa”, sin embargo la sala
de casación civil ha estado en contradicción a la sala constitucional, en definitiva, por cuanto a la
regulación de la relación jurídico procesal ordinariamente debe ser previa a la cuestión de fondo, por
lo que la solución antes mencionada será la más adecuada.
La sala de casación social considera: “que se debe tener en cuenta el escrito que se haya
presentado primero”.
Ojo: “por otra parte si las cuestiones previas se oponen extemporáneamente por tardías, el proceso
sigue su curso aunque ya no sea posible contestar la demanda y si se cumplen los demás requisitos
pudiera declararse una confesión ficta y esto lo ha decidido la sala constitucional.
Ojo: “ por el contrario, cuando las cuestiones previas se oponen extemporáneamente –por
anticipadas- la jurisprudencia del TSJ señala que son válidamente interpuestas y así lo decide la
Sala constitucional: “ Como es el caso de la contestación de la demanda y la oposición de las
cuestiones previas efectuada antes del comienzo del lapso procesal previsto en la ley para ellos,
debe dicha oposición considerarse valida, porque, la figura de la confesión ficta que surge ante la
falta de contestación de la demanda, cuando el demandado no probare nada que le favoreciere y
cuando la petición del actor no sea contraria a derecho no podrá configurarse cuando el demandado
conteste anticipadamente u oponga cuestiones previas de igual manera”.
Finalmente, debe señalarse que si bien las cuestiones previas extemporáneamente interpuestas –
por tardías- , no produce ningún efecto jurídico, ello no impide al juez controlar, de oficio, los
presupuestos procesales a que ellas se refieren por ser requisitos de validez del proceso, salvo
aquellas que son convalidables por voluntad de las partes. Y así lo decidió la Sala constitucional.
Así pues, el vicio de incongruencia ocurre cuando el juez no se pronuncia sobre todos los alegatos
formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos ( incongruencia
negativa), o por el contrario, extiende su decisión sobre excepciones o argumentos de hecho no
formulados en el proceso o excederse en lo solicitado oportunamente por las partes (incongruencia
positiva).