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MANUAL

DE DISLIPEMIA

GRASAS
Las grasas son uno de los 4 tipos principales de moléculas orgánicas, siendo los otros tres
los azucares, las proteínas y los ácidos nucleicos.
Las grasas son un grupo heterogéneo de moléculas que comparten las características de ser
insolubles en agua (hidrofóbicas) pero solubles en otros solventes orgánicos no polares
como el formol, benceno y cloroformo.
Al igual que los carbohidratos, están formados por carbono, hidrógeno y oxígeno pero con
una menor proporción de oxígeno. A diferencia de los carbohidratos pueden contener otros
elementos como el fósforo y nitrógeno.
Las grasas tienen una estructura que siempre inicia con un grupo CH3 (metilo), una cadena
de átomos de carbono de longitud variable y por último una terminación en un grupo COOH
(carboxilo). Esa es la característica básica de su estructura, sin embargo hay muchas grasas
que varían por el tamaño de su cadena, por el número de enlaces dobles entre sus átomos
de carbono y por su estructura de cadena o en forma de anillos.


Función de las grasas
Las grasas son uno de los tipos de moléculas orgánicas más importantes, dado que entre
30-50% de la energía utilizada por el cuerpo cada día se obtiene de las grasas consumidas,
por otro lado las grasas forman todas las membranas celulares y por último, las grasas con
el sustrato para la formación de hormonas esteroideas y sexuales.
Función de las grasas:

• Fuente de energía
• Formación de estructuras
• Síntesis de hormonas

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Las grasas se encuentran en la mayoría de alimentos de origen vegetal y animal, en diversas
proporciones, siendo las grasas vegetales más saludables y recomendables.
Los ácidos grasos pueden grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, siendo las
primeras de menor calidad y las últimas las más benéficas para la salud.
Los alimentos de origen animal poseen un valor proteico alto pero a costa de contener alta
proporción de grasas saturadas y colesterol, mientras que los alimentos de origen vegetal
poseen menor valor proteico pero en sus grasas predominan las grasas mono y
poliinsaturadas de mejor calidad. Así, una alimentación sana debe contener porciones de
ambos tipos de alimentos. El colesterol, cuyos niveles elevados se relacionan con
enfermedad cardiovascular se encuentra dentro de la carne y no dentro de la grasa animal,
constituida por triglicéridos.
Clasificación
Las grasas de interés para el cuerpo se pueden dividir en lípidos de reserva energética y
lípidos estructurales
Lípidos de reserva energética
Ácidos grasos.
Pertenecen al primer grupo y son la forma más básica de grasas, formadas por una cadena
hidrocarbonada y un extremo carboxilo, como se ve en la figura de la página 1. En el cuerpo
tienen el papel fundamental de servir como fuente de energía ya que únicamente los ácidos
grasos entran a la célula para ser “oxidados” o “quemados” en un proceso que se llama
beta-oxidación. Diariamente se ingieren entre 60 y 220 veces más ácidos grasos que
colesterol.
Los ácidos grasos pueden contener solo enlaces simples entre los carbonos de su cadena,
llamándose grasas saturadas que abundan más en los alimentos de origen animal y siendo
deletéreos para la salud si se consumen en exceso.
Si dentro de la cadena hay uno o más enlaces dobles se llaman monoinsaturadas (un doble
enlace) o bien, poliinsaturadas (varios dobles enlaces), siendo estas últimas las grasas más
benéficas para el organismo.
Triglicéridos.
Dado que los ácidos grasos son la principal fuente de grasas que se ingieren diariamente y
solamente una parte de ellos es utilizada como fuente de energía queda un exceso, el cual
se puede almacenar para ser utilizados en otro momento. El cuerpo sin embargo, no puede
almacenar ácidos grasos por las propiedades físicas de los mismos, necesitándose una

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estructura más estable. Para esto, se unen tres moléculas de ácidos grasos a una molécula
de glicerol formando un triglicérido (o triacilglicerol).
Los triglicéridos son pues, la forma en que se almacena la energía en el cuerpo para ser
usada en periodos de necesidad. Al comer, una parte de ácidos grasos son usados como
fuente de energía y otra parte se almacena en forma de triglicéridos, mientras que en ayuno
los triglicéridos se rompen liberando ácidos grasos que puedan “quemarse” como fuente
de energía. Este es el mecanismo de supervivencia de los mamíferos para alternar periodos
de alimento con periodos de ayuno.
Los ácidos grasos y triglicéridos se interconvierten continuamente en el otro según las
necesidades de almacenamiento o de gasto de energía.
Lípidos estructurales
Fosfolípidos
Los fosfolípidos forman todas las membranas celulares y además son indispensables para la
formación de las lipoproteínas. Todas las grasas son moléculas hidrofóbas, no pudiéndose
solubilizar o mezclar en agua; sucede que la característica esencial y particular de los
fosfolípidos es poseer una cabeza de fosforo (afín al agua o hidrofílico) y dos ácidos grasos
(hidrofóbidos), es decir, en la parte superior se comportan como moléculas que pueden
disolverse en agua, mientras que en la porción inferior se relacionan con grasas. A este
comportamiento se le llama anfipático.
Esta característica es la que les permite servir de intermediario entre los líquidos del cuerpo
y el resto de grasas lo que es fundamental para todo el funcionamiento de todas las
membranas del cuerpo y la formación de lipoproteínas.
Colesterol
El colesterol es una grasa totalmente distinta de las que se ha mencionado, estas están
formadas por cadenas de átomos de carbono, mientras que el colesterol pertenece a un
grupo de grasas llamadas esteroles y se encuentra exclusivamente en la membrana celular
de los animales, su estructura química no tiene la forma de una cadena sino una estructura
de cuatro anillos cíclicos y una cadena lateral.
La función del colesterol es servir para la formación de membranas celulares y para la
síntesis de hormonas esteroideas y sexuales. No existe un depósito fisiológico de colesterol
ya que no se necesita como reserva de energía.

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Estructura química del colesterol, en forma de anillos

La mayor parte del colesterol usado por el cuerpo es sintetizado en el propio cuerpo y un
pequeño porcentaje es añadido por la dieta.
Todas las grasas de la alimentación pueden ser benéficas si son ingeridas en cantidades
correctas, aunque es recomendable reducir las grasas saturadas, el exceso de colesterol y
omitir las grasas trans (grasas modificadas artificialmente).


LIPOPROTEÍNAS
Con frecuencia, se utiliza el nombre de lipoproteínas como si fuesen grasas o viceversa, lo
cual puede dar lugar a confusión ya que son conceptos muy distintos.
Las lipoproteínas por su parte, son un grupo especial de “macromoléculas” formadas de
miles de partículas de colesterol, triglicéridos, fosfolípidos y proteínas.
La función esencial de las lipoproteínas es permitir el transporte de las grasas a los tejidos
para ser utilizadas como fuente de energía o como parte de la estructura de los mismos.
Sin esta función, las grasas no pueden llegar a los tejidos ya que la sangre es un medio
acuoso y por lo tanto incompatible con las grasas.
Las lipoproteínas son sintetizadas por el intestino, en el caso de los quilomicrones y en el
hígado el resto de ellas.
Clasificación de lipoproteínas
Las lipoproteínas se clasifican según su densidad, peso y tamaño en 5 tipos. A continuación
se mencionan los diversos tipos en orden ascendente de la menor densidad a la mayor
densidad, en ese mismo orden el tamaño es mayor en las de menor densidad y menor en
la de alta densidad. Las partículas según su densidad pueden ser:
Quilomicrones
Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL)

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Lipoproteínas de densidad intermedia (IDL)
Lipoproteínas de baja densidad (LDL)
Lipoproteínas de alta densidad (HDL)
Sin embargo todas las lipoproteínas tienen la misma función de trasportar colesterol y
triglicéridos en el medio acuoso de la sangre y todas comparten la misma estructura básica.
Siendo todas las lipoproteínas de una estructura similar, se diferencian por tener diversas
proporciones de triglicéridos, colesterol y fosfolípidos, además de las proteínas que las
constituyen.



Estructura de lipoproteínas
Todas las lipoproteínas tienen una estructura particular consistente en una “corteza” de
fosfolípidos, que constituyen la única grasa que puede entrar en contacto con el medio
acuoso de la sangre y por dentro una cantidad grande y variable de colesterol y triglicéridos.
Para esto, los fosfolípidos exponen su cabeza de fósforo hidrofílica a la sangre, mientras su
región hidrofóbica está en contacto con el colesterol y triglicéridos transportados al interior
de la lipoproteína.


Por su función, las lipoproteínas se pueden dividir así:
Partículas ricas en triglicéridos (Quilomicrones, VLDL, IDL): su función es donar triglicéridos
a los tejidos para su almacenamiento o utilización como fuente de energía.

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LDL: partículas donadoras de colesterol
HDL: partículas que realizan un transporte inverso de colesterol, es decir, recogen el exceso
de colesterol en la circulación y lo llevan al hígado para ser excretado o reutilizado.
Nótese, todas las lipoproteínas excepto HDL son “dadoras”, las primeras de triglicéridos y
LDL de colesterol. A la suma de estas se les llama “colesterol no HDL”, todas poseen una
apoproteína B por lo que también se les llama“sistema de apoproteínas B”. Hoy se
considera que todas estas partículas son promotoras de placa ateromatosa.
Mientras tanto, HDL es recolectora y excretora de colesterol por lo que se considera la única
partícula protectora, se le ha llamado “colesterol bueno”.
Dado que LDL es una partícula dadora de colesterol a los tejidos, su exceso se considera
perjudicial y por lo tanto se le ha llamado “colesterol malo”.
En base a esto, se considera bueno tener un colesterol HDL alto y malo el tener todo el resto
de colesterol “no HDL” elevado. En la práctica clínica, la partícula que se ha podido
relacionar de una forma más directa con el riesgo cardiovascular es LDL, determinándose
que por cada 1% de aumento de LDL (por encima de su valor normal), aumenta 1% el riesgo
cardiovascular de tener un evento cardiovascular adverso.
Colesterol y riesgo cardiovascular
A partir de los años 30´s se considera que inicia lo que se llamaría “la epidemiología
cardiovascular”, es decir un aumento marcado y progresivo de la enfermedad y muerte
cardiovascular temprana.
En 1948 se inicia el estudio Framinham y solo cuatro años después se habían identificado
dos factores de riesgo: hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Posteriormente se
identifican otros factores importantes, ahora bien el factor determinante para el
aparecimiento de aterosclerosis se considera la presencia de dislipemia y los otros factores
se consideran condicionantes.
Los factores condicionantes más importantes son la hipertensión arterial, el tabaquismo,
la obesidad y la diabetes, los cuales provocan inflamación, daño y microfisuras en la capa
íntima de la pared arterial o endotelio.
El factor determinante de la formación de la placa de ateroma es el exceso de partículas de
lipoproteínas que no son HDL, principalmente LDL. Se ha llamado triada aterogénica a la
presencia de niveles altos de LDL, de particular ricas en triglicéridos y niveles bajos de HDL.

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Los factores de riesgo para enfermedad y muerte cardiovascular pueden ser modificables
y no modificables, siendo los primeros los que al ser normalizados reducen la probabilidad
de enfermedad y muerte, es a este grupo que pertenece la dislipemia.
DISLIPEMIA
Se llama así a la presencia de niveles séricos elevados de LDL, y triglicéridos, reducción de
los niveles de HDL o bien, una combinación de esto. La clasificación tradicional de las
dislipemias incluye 5 grupos, pero la utilidad de esta clasificación práctica es limitada. Una
forma sencilla de abordar las dislipemias es considerando si es predominantemente
hipercolesterolemia, predominantemente hipertrigliceridemia o mixta, esta última es la
más frecuente.
El papel aterogénico de LDL elevado se da por la carencia de un depósito natural para el
mismo, es decir no puede almacenarse como lo hacen los triglicéridos. Los niveles elevados
de LDL provocan que este se filtre a través de las microfisuras del endotelio provocado por
los otros factores de riesgo. Una vez depositadas en la pared arterial, las partículas LDL se
comportan como un cuerpo extraño, provocando una fuerte reacción inflamatoria que es
la característica esencial de la placa de ateroma.
ATEROMA
Se llama así a la lesión inflamatoria y obstructiva de la pared arterial, que se produce por el
acúmulo de partículas LDL y se perpetúa por la infiltración de macrófagos. Son
precisamente los macrófagos quienes le confieren su característica de inflamación crónica,
persistente que convierten a la placa en una lesión inestable y autodestructiva.

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Formación y progresión de la placa ateromatosa

Evolución de la placa ateromatosa

• El proceso comienza con factores condicionantes (factores de riesgo), como


hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo, etc.
• Los niveles elevados de LDL, principalmente si son partículas pequeñas y densas
propician la penetración de estas a través del endotelio dañado y se depositan en la
pared arterial
• El cuerpo reconoce a dichas partículas como un cuerpo extraño y desencadena una
respuesta inflamatoria intensa por los macrófagos tisulares
• Los macrófagos fagocitan las partículas de LDL y en un intento de librar al cuerpo
liberan una gran cantidad de sustancias inflamatorias: interleukinas, factor de
necrosis tumoral, factores de crecimiento, radicales libres de oxígeno, proteasas,
etc.
• Los macrófagos cargados de grasa o células espumosas mueren y la liberan
formando un núcleo central de grasa o núcleo lipídico. El tamaño de este, se
relaciona con el riesgo de rotura de la placa, un tamaño del núcleo mayor de 40% se
relaciona con una placa llamada inestable.
• Mientras esta reacción inflamatoria intensa progresa, todas las citokinas producidas
deterioran la función del endotelio (cuya principal función es anticoagulante),
conduciendo a un estado llamado “procoagulante”. También sucede que las
colgenasas, elastasas y otras proteasas rompen las proteínas que unen la pared
endotelial predisponiendo a la rotura.

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• Lo que determina que una placa de ateroma produzca un evento cardiovascular
como un infarto no es forzosamente el tamaño de la misma. La principal
característica que determina el riesgo depende del grado de inflamación y también
el porcentaje de núcleo lipídico. Así, llamamos placa inestable, placa caliente o
inflamada a una placa que independientemente de su tamaño está predispuesta a
romperse por la gran inflamación local.
• Placa complicada. Se llama así a una placa que presenta dos características: está en
proceso de formar un coagulo sobre su superficie por disfunción endotelial; o bien,
se ha roto y por ello causa coagulación dentro de la arteria. A la formación de un
trombo o coagulo sobre la superficie endotelial de la placa se le llama
aterotrombosis.
• La placa ateromatosa obturaba una parte de la luz arterial, en el momento en que
se da la formación de un trombo se obstruye el resto de la luz y cesa la irrigación
arterial al órgano relacionado. Las arterias que más riesgo de obstrucción presentan
son las coronarias que alimentan al corazón y las carótidas que alimentan al cerebro,
produciendo infarto miocárdico e isquemia cerebral respectivamente.

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MANUAL DE ENTRENAMIENTO DE RUXICOL

LDL como objetivo principal para tratar el riesgo cardiovascular
Las principales asociaciones de cardiología, en base a la información disponible al momento
han considerado los valores de LDL como el factor de riesgo central para el aparecimiento
de enfermedad vascular obstructiva. Claro está, también deben tratarse los otros factores
de riesgo modificables que tenga el paciente pero el centro del tratamiento es la reducción
de los niveles de LDL.
Se llama triada aterogénica a la presencia de niveles elevados de LDL, triglicéridos y a la
reducción de los niveles de HDL.

• LDL es aterogénico por incapacidad fisiológica de ser almacenado si se encuentra en


exceso, por lo que este se deposita en la pared arterial, principalmente ante la
presencia de otros factores de riesgo.
• HDL es una partícula protectora, por lo que sus niveles bajos se relacionan con alto
riesgo cardiovascular y viceversa los niveles elevados son protectores.
• Triglicéridos son aterogénicos de una forma indirecta. Los niveles elevados
provocan que LDL se convierta en una partícula llamada LDL pequeña y densa que
es tres veces más aterogénica que LDL normal.
A partir del año 2013


Como se ve en la gráfica anterior, existe una relación directa entre los niveles de LDL y el
riesgo cardiovascular, independiente de los demás factores de riesgo. Esta característica

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de “independencia” del LDL lo convierte en el factor clave para tratar el riesgo
cardiovascular.
Los intentos de reducir el riesgo asociado a HDL bajo han sido dependientes de otros
factores como triglicéridos y LDL y el aumento del mismo hasta el doble por medios
farmacológicos no redujo mortalidad. Lo anterior sugiere que HDL alto es benéfico si se
relaciona con buenos hábitos de vida pero que su solo aumento no beneficia.
Se ha determinado que una reducción de LDL de 1% reduce el riesgo cardiovascular en 1%,
de forma independiente e incluso en pacientes con niveles considerados normales. Ello
llevó al debate antes del año 2013 sobre los niveles que debían considerarse normales de
LDL, por debajo de 70 mg/dl o bien, por debajo de 100 mg/dl.
En el año 2013 las guías de ACC/AHA cambiaron el abordaje del problema, dando por
terminado el debate, en estas se indica que enfocarse en niveles “normales” de LDL no era
forzosamente adecuado. El objetivo debía ser evitar la mortalidad cardiovascular lo que se
lograba por medio de identificar los grupos de pacientes que en base a la evidencia clínica
más sólida se benefician absolutamente del uso de estatinas. Se eligió a las estatinas,
porque era el único grupo farmacológico que ha demostrado una reducción considerable y
predecible de LDL y por ende del riesgo CV.
Cuatro grupos de pacientes que se benefician con el uso de estatinas:

• Pacientes con enfermedad aterosclerótica demostrada


• Diabéticos con LDL entre 70 y 189 mg/dl
• Pacientes con hipercolesterolemia familiar (LDL>190 mg/dl)
• Pacientes con riesgo CV > 7.5% de un evento cardiovascular en los próximos diez
años y con niveles de LDL entre 70 y 189 mg/dl.

En base a los factores de riesgo asociados, se puede decidir utilizar dos intensidades de
tratamiento:

• Moderada intensidad
• Alta intensidad
Posteriormente en el 2015, se agregó una nueva variante, de baja intensidad. A
continuación se presenta una tabla con las estatinas que se pueden utilizar en cada nivel de
intensidad. Nótese que atorvastatina y rosuvastatina se encuentran solas en el cuadro
correspondiente a alta intensidad porque son las únicas que logran porcentajes de
reducción de LDL mayores de 50%. Además debe notarse que rosuvastatina logra dichos

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objetivos con una dosis media de 20 mg, mientras que atorvastatina lo hace con dosis
máximas y por lo tanto con mayor toxicidad.


Alta intensidad Moderada intensidad Baja intensidad

Descubrimiento de las estatinas


El premio Lasker fue otorgado en 2008 al Dr. Akira Endo, un bioquímico japonés cuyas
investigaciones condujeron a la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular
mediante la reducción del colesterol circulante. En la década de los 70 la investigación de
Endo estaba concentrada en el área de la micosis y logró la identificación de cierto producto
capaz de antagonizar específicamente una de las enzimas que participaban en la biosíntesis
del colesterol, la 3–hidroxi–3–metilglutaril coenzima A-reductasa (HGM-CoA). Este
descubrimiento condujo al desarrollo de las estatinas, con lo cual se amplió el conocimiento
del metabolismo del colesterol y se consiguió obtener fármacos de uso clínico para
reducirlo, con lo que se logró prevenir y disminuir la ateroesclerosis y, consecuentemente,
la enfermedad cardiovascular.

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FARMACOLOGÍA DE RUXICOL
La rosuvastatina es un hidroxiácido enantiomérico simple que se administra como sal
cálcica


Estructura química de la rosuvastatina

FORMULA
Se presenta en tabletas recubiertas que contienen:
Rosuvastatina cálcica equivalente a rosuvastatina................. 10 mg
Rosuvastatina cálcica equivalente a rosuvastatina................. 20 mg
Rosuvastatina cálcica equivalente a rosuvastatina................. 40 mg

INDICACIONES TERAPÉUTICAS
Hipercolesterolemia primaria (tipo IIa incluyendo hipercolesterolemia familiar
heterocigótica) o dislipidemia mixta (tipo IIb) como tratamiento complementario a la dieta
cuando la respuesta obtenida con la dieta y otros tratamientos no farmacológicos (p. ej.,
ejercicio, pérdida de peso) no ha sido adecuada. Hipercolesterolemia familiar homocigótica
en tratamiento combinado con dieta y otros tratamientos hipolipemiantes (p. ej., aféresis
de las c-LDL) o si dichos tratamientos no son apropiados. Prevención de eventos
cardiovasculares mayores en pacientes considerados de alto riesgo de sufrir un primer

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evento cardiovascular, como tratamiento adyuvante a la corrección de otros factores de
riesgo.
Ruxicol se indica en los cuatro grupos de pacientes descrito en las guías ACC/AHA para
tratamiento de la hipercolesterolemia del año 2013. Pacientes con elevación del LDL y otros
factores de riesgo cardiovascular.



FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA
Propiedades farmacocinéticas
Rosuvastatina se administra oralmente en su forma activa con niveles plasmáticos máximos
observados a las 5 horas después de la dosificación. La absorción aumenta linealmente
dependiendo de la dosis. La vida media es de 19 horas y no aumenta con una dosis mayor.
La biodisponibilidad absoluta es de 20%. Existe acumulación mínima con la administración
una vez al día.
Rosuvastatina tiene un efecto de primer paso en el hígado, el cual es el sitio primario de la
síntesis del colesterol y depuración de C-LDL. Se une aproximadamente 90% a las proteínas
plasmáticas, principalmente a la albúmina. El compuesto original representa más del 90%
de la actividad inhibidora de la HMG CoA reductasa circulante.
Rosuvastatina sufre un metabolismo muy limitado (aproximadamente 10%),
principalmente a la forma N-desmetilada, 90% es eliminado como medicamento inalterado
en heces y el resto excretado en la orina.
Farmacocinética en poblaciones especiales:
Edad y sexo: En la farmacocinética con rosuvastatina, no se demostró ningún efecto
clínicamente relevante relacionado con la edad o sexo.
Raza: Estudios farmacocinéticos muestran una elevación promedio del ABC
aproximadamente del doble en sujetos asiáticos en comparación con sujetos caucásicos.
Un análisis farmacocinético entre grupos caucásicos, hispanos y negros o afro-caribeños, no
reveló diferencias clínicamente importantes.
Insuficiencia renal: Un estudio en sujetos con distintos grados de insuficiencia renal,
enfermedad renal leve a moderada, demostró tener poca influencia en las concentraciones
plasmáticas de rosuvastatina. Sin embargo, los sujetos con daño severo (CrCl < 30 mL/min)

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tuvieron un aumento de 3 veces en la concentración plasmática, en comparación con
voluntarios sanos.
Insuficiencia hepática: En un estudio en sujetos con grados variables de insuficiencia
hepática, no hubo evidencia de mayor exposición a la rosuvastatina a excepción de 2 sujetos
con enfermedad hepática severa (Puntajes de Child-Pugh de 8 y 9). En estos sujetos, la
exposición sistémica fue al menos 2 veces más alta en comparación con sujetos con
menores puntajes de Child-Pugh.
Propiedades farmacodinámicas
Mecanismo de acción:
Rosuvastatina es un poderoso inhibidor selectivo y competitivo de la HMG-CoA reductasa,
la enzima limitante para la conversión de la coenzima A 3-hidroxi-3-metilglutaril en
mevalonato, un precursor del colesterol. La HMG-CoA reductasa determina la velocidad de
síntesis de colesterol y su inhibición limita la nueva formación de este.
Rosuvastatina produce sus efectos modificadores de lípidos en dos formas: aumentando el
número de receptores de LDL hepáticos en la superficie celular, con lo que aumenta la
captación y el catabolismo de LDL e inhibe la síntesis hepática de VLDL, con lo cual se reduce
el número total de partículas de VLDL y LDL.
La lipoproteína de alta densidad (HDL), la cual contiene ApoA-I, está involucrada, entre otras
cosas, en el transporte de colesterol de los tejidos regresándolos al hígado (transporte
inverso de colesterol).
La participación de C-LDL en aterogénesis está bien documentada. Estudios epidemiológicos
han establecido que C-LDL y TG altos, así como C-HDL y ApoA-I bajos se han ligado a un
mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Estudios de intervención han demostrado los
efectos benéficos al disminuir la mortalidad de eventos cardiovasculares (CV) al reducir el
C-LDL y TG o al aumentar el C-HDL.
Datos más recientes han vinculado los beneficios de los inhibidores de HMG-CoA reductasa
sobre la disminución de colesterol no HDL (es decir, todo el colesterol circulante no HDL).
Eficacia clínica
Rosuvastatina reduce el C-LDL, colesterol total y triglicéridos altos y aumenta el C-HDL.
También disminuye ApoB, C-no HDL, C-VLDL, VLDL-TG.
Es evidente una respuesta terapéutica a Rosuvastatina en la primera semana después de
comenzar la terapia y usualmente se logra una respuesta del 90% en 2 semanas. La
respuesta máxima se alcanza por lo general en 4 semanas y así se mantiene.

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El efecto inicial del uso de Ruxicol consiste en estabilizar (o desinflamar) la placa de
ateroma, reduciendo el ingreso de partículas LDL se frena la respuesta inflamatoria por
migración de macrófagos. Por esto, después de un evento cardiovascular se utilizan dosis
altas de 40 mgs, a fin de estabilizar o enfriar la placa, sin importar el nivel basal de LDL y sin
buscar una reducción inmediata.
A largo plazo el efecto deseado es la reducción de LDL, según el grado de intensidad
deseado: alta intensidad y moderada intensidad. Para lograr estos objetivos se tienen
tablas comparativa de la potencia de las diferentes estatinas, donde se pone de manifiesto
que Ruxicol es la estatina más potente disponible. A dosis altas y por periodos prolongados
de tiempo (24 meses) se ha determinado que Rosuvastatina es capaz de reducir el tamaño
y volumen de la placa de ateroma.



En un estudio con pacientes con hipercolesterolemia familiar heterocigótica, 435 sujetos
recibieron Rosuvastatina de 20 mg a 80 mg en un diseño de titulación forzada. Todas las
dosis de Rosuvastatina mostraron un efecto benéfico en los parámetros de todo el perfil de
lípidos y en el logro de metas del tratamiento. Después de la titulación a 40 mg (12 semanas
de tratamiento) el C-LDL se redujo en un 53%.
Rosuvastatina es efectivo en una amplia variedad de poblaciones de pacientes con
hipercolesterolemia, con o sin hipertrigliceridemia, independientemente de la raza, sexo,
edad y en poblaciones especiales, como diabéticos o pacientes con hipercolesterolemia
familiar.
Rosuvastatina usada en dosis convencionales tiene una potencia promedio para producir
los siguientes cambios en el perfil lipídico de riesgo:
• Reducción del LDL 52%
• Reducción CT 37%
• Reducción triglicéridos 20%
• Aumento de HDL 12%
Con el uso de 10 mg diarios se espera el 80% de la potencia en relación a los 20 mg. El uso
de 40 mg alcanzan una potencia cercana a 20% mayor que con 20 mg y su uso luego de un
evento coronario agudo se orienta a la estabilización de la placa.

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CONTRAINDICACIONES
Rosuvastatina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida a cualquier
componente de la fórmula, en pacientes con enfermedad hepática activa, durante el
embarazo, en periodo de lactancia y en mujeres con potencial de concebir que no utilicen
medidas anticonceptivas adecuadas.
PRECAUCIONES GENERALES
Hígado: Como con otros inhibidores de la reductasa de HMG-CoA, rosuvastatina debe
utilizarse con precaución en pacientes que consuman cantidades excesivas de alcohol y/o
que tengan antecedentes de enfermedad hepática.
Musculosquelético: Como con otros inhibidores de HMG-CoA, se han reportado efectos en
el músculo esquelético; por ejemplo, mialgia no complicada, miopatía y raramente
rabdomiólisis en pacientes tratados con rosuvastatina. Al igual que con otros inhibidores de
la HMG-CoA reductasa, la frecuencia de reportes poscomercialización para rabdomiólisis es
mayor con la dosis más alta. En aquellos pacientes que desarrollen cualquier signo o
síntoma indicativo de miopatía; se deberán determinar los niveles de enzimas musculares.
La administración de rosuvastatina debe suspenderse si los niveles de CK son
considerablemente elevados (> 10 x ULN) o si se diagnostica o sospecha miopatía.
En estudios con rosuvastatina no hubo evidencia de aumento de efectos
musculosqueléticos cuando se administró rosuvastatina con otra terapia concomitante. Sin
embargo, se ha observado mayor incidencia de miositis y miopatía en pacientes que reciben
otros inhibidores de HMG-CoA reductasa junto con ciclosporina, derivados de ácido fíbrico,
incluyendo ciprofibrato y fenofibrato, ácido nicotínico, antimicóticos azoles y antibióticos
macrólidos.
Rosuvastatina debe prescribirse con precaución en pacientes con factores predisponentes
a miopatía, por ejemplo, disfunción renal, edad avanzada e hipotiroidismo, o en situaciones
donde se pueda tener aumento en los niveles plasmáticos. Rosuvastatina debe suspenderse
temporalmente en cualquier paciente con una condición seria aguda sugerente de miopatía
o con predisposición a desarrollar insuficiencia renal secundaria a rabdomiólisis (por
ejemplo, sepsis, hipotensión, cirugía mayor, traumatismos, trastornos metabólicos graves,
alteraciones endocrinas y/o desórdenes electrolíticos o en status epilépticus).
Se deben diferenciar tres niveles de afección muscular

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Siendo los dolores musculares frecuentes, con rosuvastatina se han reportado en un
promedio de 7% de los usuarios al inicio del tratamiento. La inflamación muscular o miositis
se presenta en 0.01%. La rotura o destrucción de fibras musculares o rabdomiolisis se
presenta en 1.6-4.2 pacientes por 100,000 usuarios al año y la rabdomiolisis fatal se estima
en 1.5 muertes por cada 10 millones de prescripciones médicas.
Efectos en la habilidad para conducir u operar maquinaria: Pruebas farmacológicas no
revelaron evidencia de efecto sedante con rosuvastatina. Por su perfil de seguridad, no se
espera que rosuvastatina afecte la capacidad de manejar u operar maquinaria. Si se ha
reportado insomnio, agitación psicomotora y perdida de la capacidad de concentración,
pero no datos de alteraciones importantes de la conducta como estados psicóticos.

Siendo los efectos musculares los más importantes del uso de estatinas, debe considerarse
que rosuvastatina es la que tiene la mejor relación entre porcentaje de reducción de LDL y
menor riesgo de miopatía.

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Mayor porcentaje de reducción de LDL y menor incidencia de miopatía


RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA
No se ha establecido la seguridad de rosuvastatina durante el embarazo y la lactancia y se
contraindica su uso. Las mujeres con potencial de concebir deben utilizar medidas
anticonceptivas adecuadas.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS
Rosuvastatina es generalmente bien tolerada. Los eventos adversos observados por lo
general son leves y transitorios. En estudios clínicos controlados, menos de 4% de los
pacientes tratados con rosuvastatina fueron retirados de los estudios debido a reacciones
adversas. Esta frecuencia de retiro fue comparable a la reportada en pacientes que
recibieron placebo.
Comunes (>=1/100, < 1/10) cefalea, mialgia, astenia, estreñimiento, mareo, náusea, dolor
abdominal. Poco comunes (>=1/1,000, <1/100) prurito, erupción cutánea y urticaria. Raras
(>= 1/10,000 < 1/1,000) miopatía, reacciones de hipersensibilidad incluyendo angioedema
y rabdomiólisis, pancreatitis.
Como con otros inhibidores de la HMG-CoA reductasa, la incidencia de reacciones adversas
al medicamento tiende a aumentar con dosis altas. Efectos musculosqueléticos: Rara vez
se han reportado casos de rabdomiólisis con rosuvastatina así como con otras estatinas
comercializadas, ocasionalmente asociados con deterioro de la función renal. Otros
efectos: En un estudio clínico controlado a largo plazo se demostró que rosuvastatina no

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tuvo efectos dañinos sobre el cristalino. Trastornos del sistema nervioso: Muy raro: Pérdida
de la memoria.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO
Warfarina: La farmacocinética de la warfarina no se afecta considerablemente después de
la coadministración con rosuvastatina. Sin embargo, al igual que otros inhibidores de HMG-
CoA reductasa, la coadministración de rosuvastatina y warfarina puede dar como resultado
un aumento en INR (International Normalized Ranges) o tiempos de coagulación, en
comparación con warfarina sola. En pacientes que reciben antagonistas de la vitamina K se
recomienda el monitoreo de INR, tanto al inicio como al término de la terapia con
rosuvastatina o después de un ajuste de la dosis.
Ciclosporina: La coadministración de rosuvastatina con ciclosporina dio como resultado
cambios no significativos en la concentración plasmática de ciclosporina. Sin embargo, el
ABC (o-t) para rosuvastatina en estado estable aumentó hasta 7 veces más que lo observado
en voluntarios sanos que recibieron la misma dosis.
Gemfibrosilo: El uso concomitante de rosuvastatina y gemfibrosilo da como resultado un
aumento de 2 veces en Cmáx y ABC (o-t) de rosuvastatina.
Lopinavir/ritonavir: En un estudio farmacocinético, la coadministración de rosuvastatina y
un producto combinado con dos inhibidores de proteasa (400 mg lopinavir/100 mg
ritonavir) en voluntarios sanos, se asoció con un incremento dos a cinco veces mayor en el
estado estable del ABC(0-24) y la Cmáx, respectivamente. No se ha examinado alguna otra
interacción entre rosuvastatina y otros inhibidores de proteasa.
Deberá tenerse en consideración el beneficio de usar rosuvastatina para reducción de
lípidos en pacientes VIH que reciben lopinavir/ritonavir y el riesgo potencial de incrementar
la exposición a rosuvastatina cuando se inicia y titula el tratamiento con rosuvastatina.
Antiácidos: La dosificación simultánea de rosuvastatina con una suspensión antiácida que
contiene hidróxido de aluminio y de magnesio dio como resultado una disminución de
aproximadamente 50% en la concentración plasmática de rosuvastatina. Este efecto
disminuyó cuando el antiácido se administró 2 horas después de rosuvastatina. No se ha
estudiado la relevancia clínica de esta interacción.
Enzimas del citocromo P-450: Resultados in vitro e in vivo indican que la rosuvastatina no
tiene interacciones clínicamente significativas con el citocromo P-450 (como sustrato,
inhibidor o inductor).
Otros medicamentos: No hubo interacciones clínicamente significativas con
anticonceptivos orales, digoxina o fenofibrato.

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En estudios clínicos rosuvastatina se coadministró con agentes antihipertensivos,
antidiabéticos y terapia de reemplazo hormonal. Estos estudios no produjeron ninguna
evidencia de interacciones adversas clínicamente significativas.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO
Como con otros inhibidores de HMG-CoA reductasa, se ha observado un aumento
relacionado con la dosis en las transaminasas hepáticas y CK en un pequeño número de
pacientes que recibieron rosuvastatina. Se han observado pruebas de urianálisis anormales
(prueba con tira reactiva positiva para proteinuria) en un pequeño número de pacientes
que han recibido rosuvastatina y otros inhibidores de HMG-CoA reductasa. La proteína
detectada fue principalmente de origen tubular. En la mayoría de los casos, la proteinuria
disminuye o desaparece espontáneamente al continuar la terapia y no es predictiva de
enfermedad renal aguda o progresiva.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS,
TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD
Los datos preclínicos no revelan riesgos especiales para humanos con base en estudios
convencionales de farmacología de seguridad, toxicidad con dosis repetidas y toxicidad
genética, potencial carcinogénico y toxicidad reproductiva.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN
El rango de la dosis es 10-40 mg por vía oral una vez al día, pudiendo administrarse a
cualquier hora del día, con o sin alimentos.


Potencia comparada de las diferentes estatinas.

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MANUAL DE ENTRENAMIENTO LIPODEX

Recordemos que las lipoproteínas varían en cuanto a su densidad (relación masa/volumen),
contenido de colesterol, triglicéridos, fosfolípidos y proteínas. Desafortunadamente los
laboratorios clínicos habitualmente no miden ninguna lipoproteína, sino que nos reportan
las concentraciones de colesterol total, triglicéridos y colesterol en las lipoproteínas de alta
densidad (HDL) y calculan el colesterol en las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y con este
perfil asumimos cuáles son las lipoproteínas que están alteradas.
Las lipoproteínas más ricas en triglicéridos son los quilomicrones que transportan las grasas
provenientes de la dieta y las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) sintetizadas por el
hígado; mientras que las lipoproteínas más ricas en colesterol son las LDL producto de la
transformación periférica de las VLDL al perder triglicéridos. Las lipoproteínas
indudablemente más aterogénicas son las LDL y el incremento en su concentración, como
ocurre en la hipercolesterolemia primaria, donde existe disminución de los receptores
tisulares a ellas, o en su concentración y modificación de su fenotipo, como ocurre en las
dislipidemias mixtas, es lo que conduce con más frecuencia a la formación del ateroma
vascular. Esto explica por qué las mediciones de colesterol total son un buen marcador de
riesgo cardiovascular en sujetos con hipercolesterolemia primaria cuya única alteración es
el incremento en el número de LDL sin otras anormalidades en el resto de las lipoproteínas,
y el hecho de que las guías norteamericanas recientes únicamente aborden el manejo de
esta dislipidemia y hasta designen el título de sus recomendaciones como "guías para el
tratamiento del colesterol".
En el caso de los triglicéridos el asunto no es tan sencillo, su incremento puede deberse al
aumento de quilomicrones séricos, dislipidemia que NO es aterogénica y cuyo riesgo
principal es la pancreatitis aguda; pero si su elevación se debe a aumento de la producción
hepática de VLDL grandes, ricas en triglicéridos, como ocurre en los casos de obesidad
abdominal, resistencia a la insulina, síndrome metabólico y diabetes, entonces se
acompañará de un incremento de las LDL pequeñas y densas, escasas en colesterol pero
muy aterogénicas, además de la reducción de las HDL y cambios en su composición (escasas
en colesterol) y reducción en su capacidad funcional de extraer colesterol y lípidos de los
tejidos. Por lo anterior, en este tipo de dislipidemia (la más frecuente en nuestro medio) se
nos reportan concentraciones altas de triglicéridos, bajas del colesterol de las HDL (C-HDL)
y variables del colesterol de las LDL (C-LDL) que no necesariamente reflejan la cantidad de
LDL circulantes.
En este contexto ahora podemos entender los resultados del análisis reciente del estudio
de Framingham,9 en el que se evalúa el riesgo cardiovascular en relación con las diversas

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dislipidemias encontradas en esa población, ya sea aisladas o combinadas , lo que se
muestra en el Cuadro 1, en el que se observa que la dislipidemia aislada que confiere mayor
riesgo es la hipoalfalipoproteinemia, es decir, la reducción del C-HDL, que es indicador
indirecto de la concentración de HDL, incluso por encima del aumento de C-LDL aislado, es
decir, la hipercolesterolemia pura, en la que el C-LDL refleja con mucha fidelidad la cantidad
de LDL séricas. La combinación de C-LDL alto y C-HDL bajo implica mayor riesgo que la
hipercolesterolemia aislada. En cuanto a los triglicéridos, su elevación sin otras
anormalidades en el perfil de lípidos no aumenta el riesgo cardiovascular, ya que esta
dislipidemia sugiere un incremento en lipoproteínas no aterogénicas como son los
quilomicrones. Pero el incremento de triglicéridos asociado con otras dislipidemias SI
aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares, especialmente cuando se asocia con C-HDL
bajo y C-LDL normal, lo que es típico de la dislipidemia asociada con obesidad y resistencia
a la insulina en el síndrome metabólico y que sugiere el incremento de VLDL grandes, la
disminución de las HDL y el aumento de LDL pequeñas y densas con poco colesterol en su
interior. El máximo riesgo se observa cuando los triglicéridos elevados se asocian con C-HDL
bajo y C-LDL alto, lo que sugiere que las LDL están extremadamente aumentadas en número
y, aunque sean densas y con poco colesterol, su cantidad permite que las concentraciones
de colesterol calculadas en ellas sobrepase el límite de la normalidad.
su incremento en asociación con otras alteraciones de las lipoproteínas es indicador de
reducción de HDL, cambios en su fenotipo y función o ambos,13 así como también del
incremento en la cantidad de LDL con cambios en sus subtipos hacia los más aterogénicos
incluso en ausencia de valores elevados de C-LDL. Por tanto, en pacientes con
concentracioens de triglicéridos ≥ 200 mg/dL, con C-HDL < 40 mg/dL y cualquier
concentración de C-LDL, aún si están en tratamiento con estatinas,14 deben recibir
tratamiento destinado no sólo a reducir las concentraciones de triglicéridos, sino a corregir
las alteraciones potencialmente aterogénicas de las otras lipoproteínas, esto es con
fibratos,15 niacina16 o ambos mientras se cuenta con pruebas contundentes en estudios
clínicos destinados a tal fin.
En resumen, la hipertrigliceridemia se convierte en un importante biomarcador de riesgo
dado que sus niveles se relacionan con los niveles de COLESTEROL NO-HDL o sistema de
Apoproteínas B. Este, aunque aún no es medido de forma rutinaria en los laboratorios
clínicos, se considera el marcador que se relaciona de forma más estrecha con el riesgo
cardiovascular.
El colesterol NO-HDL está constituido por:

• Lipoproteínas de muy baja densidad


• Lipoproteínas de densidad intermedia
• Lipoproteínas de baja densidad

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• Lipoproteínas de baja densidad, pequeñas y densas.


Aterogénesis de todas las partícula NO-HDL

En el año 2011 ACC/AHA emitieron las últimas guías sobre el manejo de
hipertrigliceridemia.
Por otro lado, la elevación de las partículas ricas en triglicéridos provoca la generación de
LDL a LDL pequeño y denso, que es mucho más aterogénico. También, provocan que HDL
se convierta en pequeño y denso, el cual no tiene la potencia protectora de HDL normal.


Aterogenicidad de LDL pequeño y denso

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LIPODEX
COMPOSICIÓN
Cada cápsula contiene: Ciprofibrato 100 mg
VIA DE ADMINISTRACIÓN
Oral
CLASIFICACIÓN TERAPÉUTICA
Hipolipemiante
PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
Farmacodinámia
Ciprofibrato es un agonista selectivo de la isoforma α de los receptores nucleares
activadores de proliferadores de peroxisomas (PPARα). El PPARα activado forma
heterodímeros con el rececptor del ácido 9-cisretinoico (PPAR/RXR), que se unen a los
elementos de respuesta al proliferador de peroxisomas modulando la expresión de diversos
genes involucrados en el metabolismo lipídico. La unión del ciprofibrato a los PPARα
aumenta la actividad de las enzimas implicadas en la β-oxidación mitocondrial de los ácidos
grasos en el hígado y en el músculo esquelético, disminuyendo la síntesis de triglicéridos y
la secreción hepática de VLDL. Además, ciprofibrato aumenta la expresión de las
lipoproteínlipasa, enzima encargada de transportar los triglicéridos a los tejidos, lo que
incrementa la degradación de las VLDL. Todos estos cambios aumentan el catabolismo de
los triglicéridos y disminuyen el contenido de éstos en los quilomicrones y en las VLDL y
facilitan que las VLDL se transformen en LDL, cuyos niveles plasmáticos pueden aumentar.
Inhibe la lipólisis de los triglicéridos en el tejido adiposo y diminuye la captación de ácidos
grasos por el hígado, lo que contribuye a reducir las VLDL. También se ha descrito que
disminuye los niveles de partículas de LDL pequeñas y densas, que se oxidan con facilidad y
entrañan mayor riesgo aterogénico. También aumenta los niveles de HDL por un doble
mecanismo. En condiciones normales, los ésteres de colesterol de las HDL se transfieren a
las VLDL, pero este intercambio disminuye cuando los fibratos reducen las VLDL, por lo que
el contenido en colesterol de las HDL aumenta. Por otro lado, los fibratos aumentan la
expresión de apo-AI y apo-AII y activan la LPL, lo que aumenta la producción de HDL
nacientes. Así pues, los fibratos reducen los niveles plasmáticos de VLDL y triglicéridos (20-

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50%) y aumentan los de HDL (10-20%). Los fibratos también exhiben acciones
antitrombóticas (inhiben la coagulación y estimula la fibrinólisis), disminuyen los niveles
plasmáticos de fibrinógeno, mejoran la tolerancia a la glucosa y ejercen acciones
antiinflamatorias.

FARMACOCINÉTICA
Ciprofibrato es rápida y casi completamente absorbido en humanos. Durante su absorción
digestiva, sufre hidrólisis del grupo éster, con formación del ácido fíbrico activo
correspondiente. En pacientes bajo ayuno, las concentraciones plasmáticas pico se alcanzan
después de aproximadamente 1 hora; en estado posprandial, la absorción se retarda 2 a 3
horas. Se une en alta proporción a las proteínas plasmáticas y se distribuye ampliamente
por el organismo, atravesando la barrera hematoencefálica y la placenta. Se glucuconjuga
en el hígado y el fármaco y sus metabolitos se eliminan por vía renal (60-90%), y en menor
proporción, por vía biliar, pudiendo sufrir en el intestino una recirculación enterohepática.
La vida media de eliminación, determinada por estudios con 14C en voluntarios sanos en
estado posprandial es 88.6 ± 11.5 horas.
La vida media de eliminación está ligeramente aumentada en los sujetos con insuficiencia
renal moderada, en comparación con sujetos normales (116.7 horas frente a 81.1 horas).
En los pacientes con insuficiencia renal grave, se ha podido observar un aumento
importante de la vida media de eliminación.
INDICACIONES
Indicado para el tratamiento de hiperlipidemia primaria resistente a manejo con dieta
apropiada, incluyendo hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia e hiperlipidemia mixta. En
la clasificación de Fredrickson estas entidades corresponden a los tipos IIa, IIb, III y IV.
Simplificando, Lipodex se indica en casos de hipertrigliceridemia pura y dislipemia mixta
con predominio de triglicéridos. En pacientes con riesgo cardiovascular elevado que utilizan
estatinas para reducción de LDL y aún persisten niveles elevados de triglicéridos.
CONTRAINDICACIONES
Insuficiencia hepática grave. Insuficiencia renal grave. Hipersensibilidad reconocida al
ciprofibrato. Inhibidores de la HMG Co-A reductasa y otros fibratos. Embarazo y lactancia.
ADVERTENCIAS
Este medicamento debe ser utilizado con prudencia en los pacientes que presentan una
insuficiencia hepática. En tales casos se recomienda vigilar regularmente la función

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hepática. En caso de persistir las anomalías de las enzimas hepáticas, debe interrumpirse el
tratamiento con ciprofibrato.
Este medicamento debe ser utilizado con prudencia en los pacientes; que presentan
insuficiencia renal (se han descrito efectos nefrotóxicos).
El hipotiroidismo puede ser causa secundaria de dislipidemias; por lo tanto, deberá ser
diagnosticado y corregido antes de iniciar un tratamiento con ciprofibrato. Además, esta
patología es un factor de riesgo de miopatía.
Toda situación de hipoalbuminemia, tal como es el caso de un síndrome nefrítico, puede
aumentar el riesgo de aparición de una miopatía.
La ausencia de una disminución satisfactoria de las concentraciones séricas de lípidos
después de varios meses de tratamiento, obliga a prever medidas terapéuticas adicionales.
ADVERTENCIAS PARTICULARES
Excepcionalmente casos de rabdomiólisis, fueron reportados con los fibratos, pueden
ocurrir con mayor frecuencia en casos de insuficiencia renal o de hipoalbuminemia.
Debe sospecharse compromiso muscular cuando el paciente presente un cuadro de
mialgias difusas, una sensibilidad muscular dolorosa y/o una elevación importante de la CPK
de origen muscular (superior a 5 veces la normal); en estas condiciones, el tratamiento debe
suspenderse.
Además, el riesgo de compromiso muscular puede ser sobreestimado en caso de asociación
con otro fibrato o con un inhibidor de HMG Co-A reductasa.
PRECAUCIONES
En un estudio sobre el efecto del ciprofibrato en los lípidos biliares, no se comprobaron
aumentos significativos en las concentraciones de colesterol biliar en pacientes que
recibieron 100 mg/día del fármaco durante seis semanas.
Niños:
La inocuidad a largo plazo no fue demostrada y los efectos propios sobre el desarrollo de
un organismo en crecimiento no son conocidos, por lo cual su utilización debe ser prevista
únicamente durante los trastornos lipídicos severos y sensibles al tratamiento. Si luego de
un periodo de administración de algunos meses (3 a 6 meses) no se obtiene una reducción
satisfactoria de las concentraciones séricas de lípidos, se deben proveer medios
terapéuticos complementarios o diferentes.
Se observaron aumentos de transaminasas generalmente transitorios en ciertos pacientes.

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En el estado actual de los conocimientos, parecen justificar: Un control sistemático de las
transaminasas cada 3 meses, durante los 12 primeros meses de tratamiento.
Una finalización del tratamiento en caso de aumento de las ASAT y ALAT, a más de 3 veces
el limite superior a lo normal.
En caso de tratamiento conjunto con los anticoagulantes orales, se debe solicitar un tiempo
de protrombina, expresada en INR.


Embarazo y lactancia:
No existe alguna prueba sobre efectos teratogénicos del ciprofibrato. Sin embargo, se han
observado signos de toxicidad con dosis altas en estudios de teratogenicidad realizados en
animales. El ciprofibrato pasa a la leche de las ratas hembras en periodo de lactancia.
Debido a la ausencia de datos sobre el uso de ciprofibrato en seres humanos durante el
embarazo y la lactancia, este medicamento está contraindicado en la mujer embarazada o
durante el periodo de lactancia.
INTERACCIONES
El ciprofibrato se une fuertemente a las proteínas y, en consecuencia, puede desplazar a
otros medicamentos de sus sitios de fijación a nivel de las proteínas plasmáticas.
Además, el ciprofibrato potencia el efecto de la warfarina, lo cual indica que un tratamiento
concomitante con anticoagulantes orales debe ser administrado usando dosis reducidas y
ajustadas en función del tiempo de Quik.
El ibuprofeno se cree que desplaza al ciprofibrato de los sitios de unión con las proteínas.
Lo mismo sucede con los medios de contraste radiológicos.
Aunque el ciprofibrato puede potencializar el efecto de los hipoglucemiantes orales, los
datos disponibles no indican que dicha interacción pueda acarrear problemas clínicos
importantes.
Los estrógenos pueden inducir trastornos lipídicos. Aún cuando puede invocarse una
interacción farmacodinámica, no hay ningún dato clínico disponible actualmente que lo
confirme.
Al igual que otros fibratos, el ciprofibrato puede aumentar el riesgo de rabdomiólisis y de
mioglobinuria cuando es administrado en asociación con inhibidores de la HMG Co-A
reductasa u otros fibratos.

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Asociaciones no aconsejadas:
Otros fibratos, inhibidores de la HMG Co-A reductasa: riesgo de sumatoria de los efectos
musculares no deseados
Anticoagulantes orales: aumento del efecto los anticoagulantes orales y del riesgo
hemorrágico (por desplazamiento de la unión de las proteínas plasmáticas). Control más
frecuente de la Relación Normalizada Internacinal (INR) y adaptación de la posología de los
anticoagulantes orales durante el tratamiento con ciprofibrato y 8 días después de la
suspensión de este. El mismo tipo de vigilancia es indispensable durante el reemplazo a otro
fibrato, el grado de potencializacion puede variar de un producto a otro.

REACCIONES ADVERSAS
Efectos hematológicos: Con dosis diarias de 100 mg una vez al día, fue asociado con una
significativa reducción del fibrinógeno plasmático y un incremento de la actividad
fibrinolítica en pacientes hiperlipidémicos, se informo un ligero aumento del recuento
plaquetario sin que afectara la agregación plaquetaria. La fosfatasa alcalina también se vió
reducida en la terapia con ciprofibrato. Aumento de la fibrinolisis es considerando como
efecto beneficioso de este agente. El aumento de la fibrinólisis produce un detrimento de
los niveles del fibrinógeno por tanto, reduce la agregación plaquetaria.
SNC: Se ha informado cefalea, si se produce depresión se discontinuará el tratamiento, sin
embargo no está claro que ciprofibrato sea el causante, vértigo, eritemas y síntomas
gastrointestinales tales como nauseas, vómitos, diarreas y dispepsia. Estos efectos
indeseables son generalmente entre leves y moderados y de aparición precoz, se hacen
menos frecuentes al proseguir el tratamiento. Al igual que con otros fibratos, se han
observado ocasionalmente anomalías de la función hepática; lo mismo sucede con la
función renal, pues se ha visto en algunos casos incrementos de la creatinina y urea sérica,
que se normalizan al discontinuar la terapia.
Lo mismo que con otros medicamentos de este tipo, también se ha informado sobre casos
de miopatías tales como miositis y rabdomiólisis. Estos problemas musculares parecen ser
dependientes de la dosis; por lo tanto, la posología no debe sobrepasar la dosis del 100 mg
por día.
Conviene advertir a los pacientes que deben informar rápidamente acerca de cualquier
dolor, sensibilidad o debilidad muscular que aparezca sin explicación. Las tasas de CPK
deben ser analizadas lo más rápidamente posible en los pacientes que refieran tales
síntomas, y el tratamiento debe ser interrumpido en caso de diagnostico de miopatía o de
un aumento muscular importante de la tasa de CPK. En la mayoría de los casos, la toxicidad

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muscular es reversible al suspender el tratamiento. Al igual que con otros medicamentos
de este tipo, se han comunicado algunos casos excepcionales de impotencia y alopecia,
Durante el tratamiento con ciprofibrato se han informado igualmente, en raras ocasiones,
vértigo, somnolencia y fatiga, así como casos aislados de neumonía o fibrosis pulmonar,
Sistema endocrino: Con el uso de ciprofibrato preocupa el aumento de los niveles de
homocisteína sérica, pues está asociada a arteriosclerosis vascular.




POSOLOGÍA:
El médico debe indicar la posología y el tiempo de tratamiento apropiado a su caso
particular, no obstante la dosis usual recomendada es:
Adultos: Una cápsula de 100 mg al día.
Pacientes Geriátricos: Se recomienda la misma dosis de 100 mg pero bajo estricta
supervisión médica. No se debe exceder la dosis indicada.
Pacientes Pediátricos: El uso de ciprofibrato no está indicado en niños. No se han llevado a
cabo estudios adecuados y bien controlados de los efectos de ciprofibrato en este grupo
etario, por lo cual no se recomienda su administración a pacientes pediátricos.
Insuficiencia Renal: En caso de insuficiencia renal moderada, se recomienda reducir la
posología a 100 mg de ciprofibrato cada 2 días. Los pacientes deberán ser sometidos a una
estricta vigilancia. El ciprofibrato no debe utilizarse en casos de insuficiencia renal grave.

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