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GRISETH MARIA MALDONADO MUÑOZ 

- 19/03/2022 07:20
Fraternal saludo Dr. Héctor Cataldo y compañeros.

Al reflexionar sobre los textos de Arendt(1986) y Cataldo (2019) identifico en sus


pensamientos el análisis que realizan a la educación desde el enfoque de
enseñanza y la crítica que hacen al campo de la teoría política; los cuales,
considero temas contemporáneos en los que se genera un debate sobre el
concepto de política y su enfoque en el adoctrinamiento educativo, que sin lugar a
dudas, trae como consecuencia regímenes totalitarios que anulan la  equidad,
igualdad, la libertad política y la espontaneidad de los ciudadanos e influye
automáticamente en el campo educativo.  En palabras de Cataldo “Adoctrinar
significa evitar el desarrollo de las potencialidades de comienzos de acciones
nuevas, esto es, el adoctrinamiento facilita la obediencia ciega (sin
consentimiento), el autoritarismo, la incapacidad de reflexión, de deliberación, de
juicio, de duda”. Y la realidad es que el pensamiento neoliberal busca establecer a
la sociedad como una empresa, lo que significa, que sus habitantes sean agentes
económicos, y ya no ciudadanos propiamente.

Hoy, desde la Unesco, se habla de generar una educación de calidad, de responder


a unos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y nos damos cuenta que en el
panorama de los países latinoamericanos, en especial Colombia, lo único que se
evidencia son reformas educativas con estándares de calidad mínimo que limitan
el desarrollo y el potencial de los estudiantes y en el cual los maestros no están
preparados para desarrollar este tipo de habilidades.  Cataldo explica que se trata
de una educación esencialmente despolitizadora, funcionarial, que utiliza el
pensamiento como medio para la generación, producción y acumulación de
riquezas, es decir, limitando las potencialidades de comienzos de los nuevos,
adiestrando, domesticando, adoctrinando, pero bajo formas no rígidas que se
traslucen como enseñanza en, por ejemplo, las formas lúdicas de aprendizaje.

Es necesario un cambio, la educación y la formación deben provocar y promover la


capacidad de pensar, de juzgar y de actuar en los nuevos individuos. El enseñar
debe centrarse en las capacidades y el respeto de los estudiantes, en darle valor a
las capacidades y/o habilidades que este tiene en sí mismo. Se trata, pues, de
darle la oportunidad a la reflexión, a la duda, al poder decir no, a la pregunta, a la
respuesta errada, a la discusión, a la deliberación. “La escuela es, o debiera ser, el
lugar en el que a los “nuevos” se les enseña desde el dominio de lo “nuevo” hacia
lo viejo. Lo nuevo trae consigo la posibilidad de comienzos, lo que en la obra de
Arendt refiere a las acciones políticas, a los sucesos nunca antes vistos, y para que
la potencia de comienzos se desarrolle hay que estimular las habilidades y
capacidades de los nuevos”, Cataldo (2019). La propuesta de Arendt para nuestro
futuro inmediato, es la de repensar la condición política en función del poder de la
igualdad humana, cuya exigencia es integrar el respeto a la radical singularidad
que nos diferencia a los seres humanos, unos de otros.

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Comentario Jorge Aníbal Rojas

Hannah Arendt (1996), en su texto sobre “La crisis de la educación” destaca


un apartado dedicado a la configuración de la escuela como empresa, como un
capital humano. Dentro de los tres aspectos relevantes para pensar esta crisis de
la educación moderna hasta nuestra actualidad, se encuentra:

El primer aspecto, seña como el mundo infantil se encierra en la


satisfacción del niño y se desconecta de su con la realidad circundante y se educa
sin enseñar donde la autoridad reflejada en la institución radica en autoridad
tiránica, es decir, la verdad de la mayoría. El segundo aspecto, el desarrollo
especializado de la enseñanza con el contenido que se transmite en que se piensa
la pedagogía como una ciencia un método estandarizado para generar un
conocimiento mediático en el menor tiempo posible.

El último, ubica la pregunta por la relación del educador y su inserción en la


escuela, describiendo a este como un animador y orientador de una habilidad, es
decir, del saber en el hacer, pero, ¿es el rol del maestro la función neutral en
espacio educativo o una autoridad que refleja en el mundo viejo al mundo nuevo
del niño? Este supuesto que cuestiona la finalidad de las instituciones educativas y
rastrea la fundamentación que habita en este espacio público por la ausencia de
respuestas y rumbo refleja la crisis más aguda en el presente.

En este punto, Arendt plantea que la autoridad y la tradición son elementos


centrales en la educación, donde la institución se ha convertido en una gran
caverna del siglo XXI, el fracaso del sentido común. Dado que el profesor se
desliga de conocer y profundizar en su asignatura su autoridad se desvanece
frente a sus estudiantes. Este profesor que durante siglos anduvo en esquemas de
profesionalización y fue la respuesta ante la crisis de autoridad, ante la pérdida de
la misma se encuentra en la crisis también, lo que el maestro genera una pérdida
política que se encuentra implícita en el abandono de la responsabilidad frente a
estudiantes, arrojándolos en el mundo a la autoridad de la mayoría. Hannah Arendt
(1996) se opone a esta concepción de maestro instrumental pues menciona al
respecto “Ante el niño, el maestro es una especie de representante de todos los
adultos, que le muestra los detalles y le dice: «Éste es nuestro mundo.»” (p.201).

Se puede pensar entonces el papel de maestro a partir de una doble consideración


del cuidado: enseñar al niño lo que es mundo ante lo viejo y lo nuevo en un mundo
que se renueva de este constantemente mediante la educación sin desligarse de la
figura que representa el maestro en este proceso. Siempre educamos para un
mundo que esta confuso, por lo tanto, hay que volver siempre al punto de inicio,
aunque no se pueda renunciar a la autoridad ni a la tradición. Para Arendt, la
educación se convierte para jóvenes en un instrumento de la política y, por ende,
esta mismo se concibe como una forma de educación que potencializa nuevos
comienzos desde las habilidades y capacidades de lo nuevo. Una de las preguntas
y desafío de la generación de los nuevos es reflexionar si existe la posibilidad de
pensar educación contemporánea sin consumismo o mercantilización.

Referencia:

Arendt, H. (1996). Entre pasado y futuro. Ocho ejercicios de reflexión política. La


crisis en la educación. Ediciones Península. Barcelona, España. p.p. 185- 208.

DILIA PATRICIA BOLAÑOS ORTEGA - 18/03/2022 19:46


Buenas noches estimado profesor Héctor Mauricio y compañeros.

Antes que nada, agradezco por todos los aportes que se han presentado con
relación al tema de la presente semana y a la vez quiero compartir mi opinión.

Interesantes textos de estudio se nos ha presentado esta semana para reflexionar


sobre la injerencia de la política en la educación de un Estado y es que a través de
sus ensayos, el Dr. Cataldo expone una realidad que se evidencia en muchos
países, más aun en los países de nuestra región latina, en donde vemos cómo los
sistemas políticos y gobiernos de turno, manejan el servicio educativo de su país a
su antojo y a conveniencia en aras de lograr los objetivos de su tendencias
políticas, tal es el caso del neoliberalismo imperante en muchos países hoy en día,
que trae consigo políticas educativas que poco a poco han ido desligando de la
educación, su verdadero sentido dando paso a tendencias educativas que
direccionan la educación hacia un adoctrinamiento de personas capaces de
ingresar con éxito al sector productivo mercantilizando así, la educación.

 No es un secreto que el proceso de globalización ha forzado a que los países, en


especial los mal llamados “tercermundistas” se incorporen poco a poco en el
contexto de competitividad que se exige para fortalecer el aspecto económico que
mueve muchos intereses entre los más poderosos del mundo. En este sentido, la
globalización precisa de la educación como una fuente de la cual puede obtener su
máximo rendimiento y desarrollo. Sin la educación, las estructuras en las que se
sustentan los procesos globalizantes, tanto a nivel ideológico como material, se
vendrían abajo y con ellas todo el proceso. La educación representa un espacio
desde el que se puede obtener un gran beneficio económico, pero también en
forma de recursos humanos para el mundo laboral. En palabras de Cataldo, el
pensamiento liberal moderno “descubre” que tenemos una serie de cualidades que
nos perfilan como homo economicus. (Cataldo, 2015:57). Podríamos decir
entonces que la sociedad moderna se encuentra ante una nueva concepción
antropológica del ser humano como ser económico, la cual se despliega en la
escuela, así lo concibe Pineau et al., 2001 (2001).

 En este orden de ideas, resulta urgente para cualquier país, disponer de mano de
obra capacitada que sea garante de la incursión y sostenimiento en el ámbito
laboral y productivo y eso solo se logra desde la educación, por tanto, las políticas
educativas giran en torno a este fin, ante esto, desligar la educación del mercado,
es algo que contradice su sentido actual. Aquí quiero hacer énfasis en la manera
cómo, desde la parte administrativa de las instituciones educativas, se vende la
idea de que somos “una empresa y nuestros estudiantes son nuestros clientes”
algo que resulta preocupante y nos exhorta a los maestros a enseñar con
pensamiento crítico a las nuevas generaciones de forma que los estudiantes no
desliguen su formación académica de la formación para la ciudadanía y
convivencia social procurando darle a la política un sentido diferente en donde
prevalezca el bien común.

Arendt, H. (1996). Entre pasado y futuro. Ocho ejercicios de reflexión política. La


crisis en la educación. Ediciones Península. Barcelona, España. Capítulo V. p. 185-
208.
Bowen, J., y Hobson, P. (2001). Teorías de la educación: Innovaciones importantes
en el pensamiento educativo occidental. Limusa Noriega Editores.

Cataldo-González, H. M. (2015). ¿Es posible desligar la educación del mercado?


Politizar la educación. Cuestiones de Filosofía, (17), 55-64.

González, H. C. (2019). Política y educación de calidad: cuando las teorías


neoliberales se vuelven políticas educativas. QVADRATA. Estudios sobre
educación, artes y humanidades, 1(1), 64-79.

responder

ANTONIO RIPOLL RIVALDO - 18/03/2022 17:43


Saludos Profe Hector y compañeros.

Segun Pineau: “plantearemos como hipótesis que la consolidación de la escuela


como forma educativa hegemónica se debe a que esta fue capaz de hacerse cargo
de la definición moderna de educación. (Pineau, 2009, pág. 30)

Con la idea anterior, el autor esgripe que la escuela es la máquina para educar por
excelencia, tradicionalmente la enseñanza estaba fundada en los valores y la
cultura de la humanidad. Hoy la escuela sigue teniendo este misma
fundamentación hegemonica, pero con una orientación muy distinta, el Biopoder
“mecanismos por medio de los cuales aquello que, la especie humana, constituye
sus rasgos biológicos fundamentales podrá ser parte de una política, una
estrategia política, una estrategia de poder” (Foucault, 2006, pág.15)

En su obra entre el pasado y el futuro,  Arent expresa” Lo más importante es su


predicción de que, dentro de una «humanidad socializada», el «Estado se
deteriorará», y de que la productividad del trabajo será tan grande que, de algún
modo, el trabajo se abolirá a sí mismo, garantizando así una cantidad casi
ilimitada de tiempo de ocio para cada miembro de la sociedad. Además de ser
predicciones, estos enunciados contienen, desde luego, el ideal de Marx acerca de
la mejor forma de sociedad.(pag.24)

Aunque Marx se queda corto en esta visión de humanidad socializada”,


aprendiendo de él se puede plantear que esta relación que se perfila entre
educación y política requiere de una diferencia, a saber, la que Arendt establece
entre enseñar y adoctrinar (Entre pasado y futuro, 188). (Cataldo González, 2019,
pág. 3)

Con el despliegue de la sociedad del trabajo, de la sociedad de consumo, de la


sociedad de la competencia o de empresarios tipo ciudadanos, tipo clientes, con el
hiperdesarrollo de la industria cultural y de la sociedad del animal laborans, de la
sociedad que, en general, denominamos como sociedad neoliberal, es que la idea
de funcionario adquiere relevancia. (Cataldo González, 2019, pág. 4)

Michel Foucault, en el Nacimiento de la Biopolítica, sostiene, al interior de la


argumentación para diferenciar el liberalismo del neoliberalismo, que el
pensamiento neoliberal busca establecer a la sociedad como una empresa, esto
es, que sus habitantes sean agentes económicos, y no ya ciudadanos propiamente
(190) Dicho de otro modo, ya no habría relación entre ciudadanos sino que tal
relación sería entre “unidades económicas” (Cataldo González, 2019, pág. 13)

Así, pues, lo que en antaño era enseñar para la República, el potenciar en el


estudiante los rasgos virtuosos que lo situarían en el pedestal del ciudadano y, por
tanto, potenciar la conexión entre enseñanza y virtuosismo republicano, hoy no
sería más que el modelo educativo para una sociedad de la empresa, para un tipo
de organización del trabajo que requiere de los dispositivos que genera en el
individuo el proceso de enseñar. (Cataldo González, 2019, pág. 14) 

   Concluyo diciendo que la escuela debe orientarse sobre los valores humanos, no
debe priorizar la competitividad sobre la humanidad, cada aspecto tiene su
relevancia. Así es necesario la utilizar la tecnología y la inteligencia artificial para
contribuir con una sociedad mas socializada que podamos ser productivos en el
ámbito público, pero protegiendo a la familia en la esfera privada, referenciendo a
Arent. Así pues, la escuelas y sus actores no deben estar despolitizados porque
son ellos los ejectures y debería ser escuchados, es la única manaera que la
escuela deja de ser para adoctrinamiento y pasar a ser humana, entendiendo y
usando toda la complejidad del ámbito y contexto humano.

     

Referencias
Arendt, H. (1996). Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión
política. Ediciones península.
Cataldo González, H. (enero-junio de 2019). Política y educación de calidad:
cuando las teorías neoliberales se vuelven políticas educativas. Qvadrata.

Pineau, P. (2009). ¿Por qué triunfó la escuela? Buenos Aires: Paidos.

responder

DUVIS ESTELA MARTELO ELLES - 16/03/2022 20:26


Saludos cordiales. A continuación, me permito compartirles mis reflexiones.

Constantemente en el ámbito educativo se suele cuestionar sobre aquello que es


pertinente: pertinencia en los saberes, pertinencia en los procesos de evaluación,
pertinencia en el proceso de enseñanza aprendizaje, pertinencia en la formación
pedagógica, etc. En fin, un sin número de pertinencias que permiten entre otras
cosas cuestionar el currículo existente. Sin embargo, esta pertinencia mayormente
está asociada a las exigencias contextuales del establecimiento, según del Basto
Sabogal, L. M., & Almanza, M. C. O. (2015) es una adaptación a los requerimientos
del mercado desconectado de la responsabilidad del currículo como
transformador social. Por ello, tener claridad que en países como Colombia el
currículo no es totalmente objetivo y mucho menos neutro y además que no hay
una total autonomía escolar como suponen las orientaciones ministeriales, es el
primer paso que le permite a una comunidad educativa desarrollar un curriculo
propio, reflexivo y colectivo (Ocaña, A. O., & Barragán, M. S., 2017) que entienda la
realidad que desea transformar.

De acuerdo con lo anterior, la escuela puede estar adoctrinada por estar sujeta a


ideologías y políticas administrativas y económicas y/o adoctrinar para responder
a esas mismas políticas administrativas y de mercados. En ese sentido, Arendt
plantea el adoctrinamiento como un método ideologizador que no permite
cuestionamiento y por ende es aceptado sin refutar. Esas doctrinas políticas,
económicas, etc. se replican en la escuela como forma de control y ejemplo de lo
anterior son las políticas educativas establecidas desde organismos
internacionales como la OCDE y que determinan qué tipo de educación se requiere
alineado a las realidades de mercado, la capacitación de la mano de obra, la
formación para el trabajo y todo lo relacionado con esta dinámica social. Esta
visión es promocionada desde un modelo por competencias que nace de la
necesidad de responder al cambio social y tecnológico que busca que el
estudiante se adapte a un mundo en constanste cambio y sepa, por ende, qué
hacer con el conocimiento (Corvalán y Hawes, 2006).

En síntesis, a través del análisis curricular se puede entender el funcionamiento de


una sociedad, pero no sólo para replicarla, sino para determinar el tipo de
ciudadano e individuo que se desea formar en miras de alcanzar los ideales de esa
sociedad. Es importante señalar que un currículo contemporáneo ajustado a la
realidad no es posible sólo desde lo administrativo, debe desarrollarse a través de
un dialogo constante que dé identidad a la escuela, que la dote de sentido y
promueva aquellos saberes y valores locales, nacionales y globales para ejercer
una ciudadanía y sociedad sustentable, responsable, diversa y respetuosa del otro.
Lo anterior supone uno de los mayores desafíos actuales porque las políticas
educativas están sujetas mayormente a intereses económicos y a las tendencias
del mercado internacional.

Referencias:

Arendt, H. (1996). Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión


política. Ediciones península.

Cataldo, H. (2019). Política y educación de calidad: cuando las teorías neoliberales


se vuelven políticas educativas. QVADRATA. Estudios sobre educación, artes y
humanidades, 1(1), 64-
9. https://vocero.uach.mx/index.php/qvadrata/article/view/124

Corvalán, O., & Hawes, G. (2006). Aplicación del enfoque de competencias en la


construcción curricular de la Universidad de Talca. Talca: Universidad de
Talca. Documento de Trabajo IIDE-Proyecto MECESUP TAL101.

del Basto Sabogal, L. M., & Almanza, M. C. O. (2015). Una mirada crítica a la


relación currículo-sociedad. Latinoamericana de Estudios Educativos, 11(1), 111-
127.

Ocaña, A. O., & Barragán, M. S. (2017). Currículo: Cómo preparar clases con


excelencia. Ediciones de la U.

responder
HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 17/03/2022 21:26
Gracias Duvis. 

responder

SHIRLEY LIZETH OVIEDO MERCADO - 16/03/2022 20:14


Cordial saludo, estimados compañeros y profesor.

A continuación parte de mi reflexión.

Al analizar la función de la escuela para las alcanzar los propósitos educativos que
se plantean, se evidencia que es a través del currículo con lo que la escuela
materializa sus fines, lo que lo constituye como una herramienta sumamente
importante para construir el tipo de ciudadano y de orden social que se anhela.

Para la construcción del currículo, es necesario identificar las necesidades del


contexto de la escuela, para que con base a ellas se establezcan los propósitos
educativos de este, de acuerdo con Foucault, (2006) es así como la escuela por
medio de la implementación del currículo se convierte en un instrumento para la
“gubernamentalización del estado”.

Esta gubernamentalización impone, además, unos intereses particulares mediados


por el mercado, que promueven una comercialización de la vida, y del mundo, por
lo tanto, se supone que los planes de estudios nacionales responden a un ideal
nacional diferente de la ciudadanía como portadores e implementadores de un
orden social definido por preferencias culturales políticamente dominantes.
Tröhler, (2017).

Sin embargo, las dinámicas mundiales han visibilizado necesidades, que van más
de inducir al mero consumismo, a la compra y venta de productos, lo que ha
producido también una desigualdad, la pérdida del sentido de la vida, de valores y
principios, frente a estas necesidades la escuela debe responder, lo cual requiere,
que se desligue de las necesidades que establece el mercado, ¿es posible?, ¿Cómo
hacerlo? Considero que es necesario, pero, no es posible hacerlo completamente,
pues el mercado también hace parte de los requerimientos del contexto, la
preparación a un mundo laboral, y capacidad de sostenimiento.

No obstante, especialmente en el caso de América Latina, donde se han creado


diversos movimientos sociales debido a las nuevas demandas de los grupos
sociales y la necesidad popular de reconstruir conceptos de persona humana y
derechos civiles, es menester que la escuela construya y desarrolle currículos, con
una definición humanista de educación la cual, según Fals Borda (1980), la define
como una experiencia vital que comprende todo los procesos de asimilación
mental y proyección del pensamiento, aquellos que permiten al hombre formarse
una filosofía y una capacidad de acción social, sea como persona o como
miembro de una colectividad… a decidirse por diversas opciones que la realidad
ofrece, con el fin de transformar revolucionariamente esa realidad.

Esta es una tarea compleja, que conlleva a repensar la razón de ser de la escuela, y
hacia donde se deben dirigir sus metas formativas y sus herramientas
pedagógicas.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 17/03/2022 21:27


Gracias Shirley

responder

MARIA ISABEL GOMEZ GOMEZ - 16/03/2022 17:19


Cordial saludo profesor Héctor y compañeros.

Ha sido un excelente ejercicio reflexivo el texto del Doctor Cataldo, es una mirada
que lleva al cuestionamiento sobre la realidad de la educación en la actualidad,
debo decir que en lo personal ha sido muy enriquecedor.

Quiero resaltar el planteamiento sobre la misión de la escuela y de los profesores,


en donde, por un lado deben velar por hacer que la nueva vida no destruya la
tradición, el mundo de lo antiguo, y por otro lado deben procurar que lo antiguo no
impida el desarrollo de potencialidades de comienzos, de gestas e iniciativas. 
Es una misión compleja dado que se convierte en una especie de dualidad que se
contrapone, pues para mantener la tradición se debe adoctrinar, imponer lo que ya
existe, por ende no hay lugar a la libertad, pero para que haya comienzos se debe
permitir ser y se debe salir de la estructura establecida, de los parámetros
impuestos social, cultural y políticamente, lo cual es contrario a la forma en que el
mundo funciona, quedando entonces la tarea para la escuela y los maestros de
construir un puente que permita unir o al menos acercar estos dos elementos.

Sin embargo, se hace complejo lograrlo porque el mundo en general funciona así y
de algún modo todos aportamos para que así continúe, es decir, todos
adoctrinamos y nos dejamos adoctrinar, desde los roles que desempeñamos, pero
no se hace de manera conciente sino que ha sido parte del proceso al estar dentro
del sistema y ese no ser conciente es lo que ayuda a mantener el ciclo.

Pensada así, la educación estaría entonces organizada de tal forma que garantiza
la vida para el trabajo, preparando desde edades muy tempranas a los niños y
niñas desde el desarrollo de competencias, habilidades y destrezas que les
permitan ser altamente competitivos para mantenerse en el mercado laboral, lo
cual impulsa el individualismo y limita las posibilidades de salirse del sistema.

Una posible salida podría estar desde los planteamientos de Arendt sobre  el
pensamiento por sí mismo, consigo mismo, que lleve a cuestionar la ley y no
simplemente a obedecerla por que los demás lo hacen, y es una tarea que desde el
aula es necesaria en estos tiempos, donde el Estado y sus políticas hacen
esfuerzos para mantener el sistema en orden y seguir privilegiando a quienes
tienen el poder.

Referencias

Arendt, H. (1996). Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión


política. Ediciones península.

Cataldo, H. (2019). Política y educación de calidad: cuando las teorías neoliberales


se vuelven políticas educativas. QVADRATA. Estudios sobre educación, artes y
humanidades, 1(1), 64-
9. https://vocero.uach.mx/index.php/qvadrata/article/view/124

responder
HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 17/03/2022 21:28
Gracias María. 

responder

EUNICE ESTHER BARANDICA SABALZA - 15/03/2022 16:48


Cordial saludo, apreciado profesor y compañeros. Adjunto mi reflexión sobre los
textos leídos.

“Sólo en nuestra libertad de hablar el uno con el otro, el mundo, como aquello de lo
que hablamos, emerge en su objetividad y visibilidad desde todos los lados”
(Arendt ,2005, pp. 128-129).

Somos seres políticos por naturaleza; seres que nos mostramos al mundo
mediante nuestras acciones y que cada una de ellas tiene repercusión en el mundo
que se comparte con otros; por lo que hay  que ser responsable; una pregunta
aparece en nuestras mentes ¿cómo debemos actuar?

Podríamos limitarnos a obedecer; seguirle el juego a quienes nos han querido


dominar; a leyes injustas e imparciales  que hacen que nos olvidemos de nosotros
mismos; continuar arrastrándonos por el pensamiento de las masas; pero tendrá
paz nuestro yo interior, esa voz que grita desesperada dentro de nosotros, que
anhela libertad; que quiere mostrarse tal cual es; que lucha contra los
adoctrinamientos de ideas prefabricadas ajenas al yo; en palabras de Arendt, sería
la anulación del juicio; “el adoctrinamiento no permite (la expresión del) pensar
puesto que impera la obediencia por sobre el discernimiento y el consentimiento
(Arendt, 2007, p. 108)”.

Dónde quedaron los planteamientos de Platón y Aristóteles que relacionaban a la


política con el bien común; con el modelo de sociedad que sería conseguir; con la
revisión de las normas, las legislaciones que regulan a la educación para no olvidar
hacia dónde va y para que esa revisión tenga sentido.

Pero aparece la modernidad y nos preguntamos ¿qué influencia ha ejercido sobre


la educación?
Acaso reina la desigualdad social, una educación ligada a la economía (Pineau et
al., 2001), intervenida por las presiones gubernamentales y económicas del
presente siglo; que se ha convertido en la aliada perfecta para materializar los
intereses egoístas de los poderosos, que lejos de buscar el bien común, persiguen
conservar y perpetuar su poderío.

Seguiremos con una educación conductista en el que se considera a cada


estudiante como un simple recipiente en el que se vierten los saberes; o una
educación doctrinal donde formemos a individuos con mente “funcionarial”;
obedecer sin cuestionar, sin abrirle espacio a la deliberación, a la concertación, y  a
la reflexión.

Entonces ¿Cuál sería nuestra misión en el mundo en el rol de docentes en esta


sociedad?

No sería, velar por el individuo desde el momento mismo de su nacimiento a fin de


generar transformaciones en la sociedad desprendido del ejercicio económico,
donde no haya lugar para adoctrinamientos mezquinos; en el que exista respeto
por cada estudiante, que “consiste en darle valor a las capacidades y/o habilidades
que tiene en sí mismo…un cierto privilegio a la reflexión, a la duda, al poder decir
no, a la pregunta, a la respuesta errada, a la discusión, a la deliberación” (Cataldo,
2019, p.3).

Anhelamos una política que apunte al desarrollo de acciones educativas que se


renueven constantemente, donde se priorice lo que se enseña (Arendt, 1996, p.
190); que favorezca la formación de libres pensadores, dotándolos de
herramientas para desarrollar el análisis crítico y tener una autoconciencia de su
posición en el mundo; para que sean responsables por cada uno de sus actos a fin
de beneficiar a la especie humana.

Referencias

Arendt, H. (1996). Entre pasado y futuro. Ocho ejercicios de reflexión política. La


crisis en la educación. Ediciones Península. Barcelona, España. Capítulo V. p. 185-
208.

Arendt, H. (2005). The Promise of Politics. New York: Schocken Books.

Arendt, H. (2007). Responsabilidad y juicio. Barcelona: Paidós.

Cataldo, H. (2015). “¿Es posible desligar la educación del mercado?”. Revista


Cuestiones de filosofía. Vol. 1, N° 17, pp. 55-64.
Cataldo, H. (2019). Política y educación de calidad: cuando las teorías neoliberales
se vuelven políticas educativas. QVADRATA. Estudios Sobre educación, Artes Y
Humanidades, 1(1), 64-79. 

Pineau, P., Dussel, I., & Caruso, M. (2001). La escuela como máquina de educar.
Tres escritos sobre el proyecto de la modernidad. Buenos Aires: Editorial Paidós.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:17


Gracias Eunice. 

responder

CARLOS ORLANDO GUAVITA OCAMPO - 15/03/2022 12:37


Buen día profe y compañeros.

Acerca de la organización empresarial y la educación

Sin lugar a dudas, la educación como política pública no es ajena a las políticas
neoliberales, la cuales han transformado los valores de la sociedad, haciendo del
trabajo, el consumo y la competencia las cualidades que caracterizan al ciudadano
(González, H. C., 2019). 

El ciudadano, como animal laborans, ha de poner todo su esfuerzo en la


satisfacción de sus intereses individuales, inmediatos y efímeros acorde a la
cultura industrial. Dicha cultura plantea una nueva concepción antropológica del
ser humano, dejando de lado su esfera política y enfatizando en lo económico,
haciendo del hombre un homo economicus. Así se forma o “educa” al hombre con
el ideal de aumentar y acumular riquezas y bienes, transformado las relaciones
humanas “mediadas por los contenidos de la disciplina económica moderna y
contemporánea” (Cataldo, 2015:57). Relaciones que inician desde de escuela y se
configuran como ciudadanos-clientes, ciudadanos-productores, ciudadanos-
consumidores, ciudadanos-empresarios (González, 2019), por ello, entre más
temprano los niños ingresen al sistema más rápido serán educados en “las artes
del trabajo y la labor, en el adiestramiento para la producción, generación y
administración de riqueza, para hacer tolerable las condiciones mutuas de
explotación” (Op. Cit., 8).

Sin embargo, lo anterior no sería posible sin la racionalidad obediente de los


encargados de educar, es decir, de los maestros convertidos en funcionarios ¿O es
que acaso los maestros no fueron niños que también fueron educados en la
escuela? ¿Cómo separa un profesor su formación inicial de la niñez de su labor
profesional?

González (2019), define al funcionario como aquel que se encuentra en una


jerarquía de mando y obediencia, que funciona independiente del mando, que
se "automande", que piense a partir del interés del patrón ¿En el caso de los
maestros quién es ese patrón? ¿No se llevan el trabajo a casa? ¿No sacan dinero
propio para fotocopias? ¿No vale más el plan de estudios que el aprendizaje?

La libertad de cátedra nos hace creer que los docentes tenemos la libertad de
enseñar bajo nuestros parámetros, el aula es nuestra y los niños nuestros. Sin
embargo, ¿Quién nos asegura que los docentes no replicamos los métodos y
políticas con las que fuimos formados?

Que la educación pueda o no desligarse del mercado, es una cuestión improbable.


Por el momento, sólo queda la reflexión si los docentes hemos avalado y
normalizado las relaciones que fluyen en la cultura neoliberal y si el consumismo y
el entretenimiento son parte de nuestro estilo de vida.

Cataldo-González, H. M. (2015). ¿ Es posible desligar la educación del mercado?


Politizar la educación. Cuestiones de Filosofía, (17), 55-64.

González, H. C. (2019). Política y educación de calidad: cuando las teorías


neoliberales se vuelven políticas educativas. QVADRATA. Estudios sobre
educación, artes y humanidades, 1(1), 64-79.

responder
HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:18
Gracias Carlos. 

responder

ISBELIA ARLENYS MEJIA CORDERO - 14/03/2022 21:53


Buenas noches profesor y compañeros.

Bowen y Hobson (2001) a través de su obra presentan un recorrido histórico de la


educación a partir de pensadores que van desde Platón hasta Illich teniendo en
cuenta el contexto en que se desenvuelven cada uno de ellos y sus aportes al
campo educativo. Un estudio muy relacionado a una de las asignaturas brindadas
en mi época de estudio en la normal (Escuela de formación para ser docentes, de
6° a 11°, y que luego se extendió a etapa o ciclo complementario con dos grados
más), denominada filosofía de la educación y que volví a ver en la universidad pero
que no resultó ser, como sí lo constituyó en mi secundaria. Ésta experiencia sirve
de ejemplo para ubicar cuán importante es la organización de lo que constituye el
pensum académico de las escuelas, instituciones, centros de estudios como se le
denomine acorde al sistema educativo, ya sea en el sector público o privado, en
cualquiera de sus niveles. Además, de la claridad del rol que ha de cumplir el
personal administrativo, docente, estudiantes, familia, comunidad dentro del
proceso de formación de los niños, jóvenes, adultos. Así como, el hecho de llegar a
comprender el por qué en esta institución se imparte el conocimiento así, de esta
manera como no ocurre en…, es decir, llegar a comprender las teorías, los
enfoques de lo que constituye “el pensamiento educativo” (p.7) y poder llegar a
fortalecer los procesos que se llevan a cabo en el campo educativo.

Desde que se decide o deciden que se ha de ser maestro, se busca la escuela que
ha sido creada para tal fin. En este entorno se está siendo formado para
desempeñarse en el campo laboral de la educación, ya sea por vocación o por la
tradición familiar. Muy a tono con lo expresado por Cataldo-González (2015) “la
educación es la manera como se reproducen prácticas, procedimientos,
herramientas, todas ellas destinadas a conservar el modo de vida que nos hemos
dado” (p.57).  De ahí que, como lo expresa el mismo autor “con las reformas
educativas lo que se hace es darles mayor sofisticación, eficacia y eficiencia a
estos tratos y relaciones” (p.58). Con la reciente socialización de la estrategia
Evaluar Para Avanzar (EPA) como política pública (MEN-ICFES, 2022), es un claro
ejemplo cuando para un gobierno, en temas educativos, el seguimiento, la
valoración del proceso de aprendizaje es crucial para cerrar brechas. Sin embargo,
estamos frente a una situación que requiere ser objetivo frente a lo que el cuerpo
directivo, docente, estudiantes y todos los actores de esta política pública piensan
al respecto cuando entre en vigencia el uso de las herramientas diseñadas para
evaluar, los resultados que obtengan y el uso que se haga de ellos, que éstos no
sean para “competir” entre instituciones, estudiantes, ministerio-docentes, sino
que sea un ejercicio de o para repensar la educación.

Bowen, J., y Hobson, P. (2001). Teorías de la educación: Innovaciones importantes


en el pensamiento educativo occidental. Limusa Noriega Editores.

Cataldo-González, H. M. (2015). ¿Es posible desligar la educación del mercado?


Politizar la educación. Cuestiones de Filosofía, (17), 55-64.

MEN-ICFES. (2022). Evaluar Para Avanzar Edición 2022. Lanzamiento 22 de


febrero. https://www.youtube.com/watch?v=14qP3CPy-uU 

https://colombiaaprende.edu.co/contenidos/coleccion/evaluar-para-
avanzar#:~:text=Evaluar%20para%20Avanzar%20es%20una,y%20no%20oficiales
%20del%20pa%C3%ADs.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:19


Gracias Isbelia. 

responder
SANDRA MILENA CALA VARGAS - 14/03/2022 21:35
Cordial saludo,

Desde que nosotros tomamos conciencia de que somos país, y resalto esto del
ensayo del Doctor Héctor Cataldo, super interesante forjar un mundo, con
intereses por la política, por el individuo, por formar ciudadanos con intereses
comunes, lo manifiesta como preocupación, y verdaderamente que, para la
organización de una empresa, de una educación con calidad se necesita poseer
una serie de condiciones que en primera escala estaría la satisfacción de unos
intereses que a todos beneficie.  Importante que se sienta el individuo o la persona
feliz porque crece para sí y para los demás sin olvidar que todos crecemos dentro
de una sociedad que necesita de un equipo que sabe respetar lo de todos y para
todos. 

También estoy de acuerdo con la expresión de que el lenguaje no tiene sentido si


no hay otros, porque formamos parte de un todo, de una unidad, de un solo cuerpo
y este se apoya de todos sus órganos y en este caso el lenguaje visto desde el
punto de vista físico, de expresión, de gestos tiene bastante significado porque
existe el otro, existe una razón de ser, existe un mundo que cuenta con nosotros y
no podemos dejar de pensar, de reír, de amar, de soñar, de enriquecer el alma, el
espíritu, la voluntad, el juicio, la verdad, la bondad, necesitamos descubrir lo que
hay dentro de nosotros para maravillarnos de los otros, necesitamos escuchar,
hacer silencio, admirar y descubrir que el otro tiene una identidad y que debe ser
valorado.

Referencias:

Cataldo González, H. (2015). ¿es posible desligar la educación del mercado?


Politizar la educación. Chile. Universidad de Artes y Ciencias Sociales

Cataldo González, H. (2019) Política y educación de calidad: cuando las teorías


neoliberales se vuelven políticas educativas. Chile. Universidad Alberto Hurtado.

responder
ISBELIA ARLENYS MEJIA CORDERO - 14/03/2022 22:02
Compañera Sandra y Lyda.

Interesante hacer un ejercicio reflexivo en torno a temas políticos-


educativos. A través de estos espacios de diálogos "virtuales
asincrónicos" damos cuenta de la manera en que hemos sido
educados y que los sistemas educativos se basan en una
fundamentación política y que los Estados y, sus ciudadanos
responden a los convenios que los gobiernos de turno realizan para
alcanzar la anhelada inversión. Una inversión monetaria que representa
ingresos no sólo para el sector educativo sino que éstos recursos son
insuficientes, no alcanzan, mientras que lo que se demanda
políticamente es alto.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:20


Gracias Sandra. 

responder

LYDA PAOLA GOMEZ REYES - 14/03/2022 17:00


Buenas tardes Dr. Héctor y queridos Compañeros:

Que interesante ensayo “Política y educación de calidad: cuando las teorías


neoliberales se vuelven políticas educativas”.  Me lleva a pensar sobre la diferencia
de la enseñanza y el adoctrinamiento, y es que incluso nosotros desde niños
hemos recibido la educación impuesta por los gobiernos de turno, siguiendo
políticas copiadas o exigidas por los líderes mundiales según el contexto histórico,
así que quizás también, la educación que hemos recibido ha estado realmente
adoctrinando nuestros pensamientos. 
Traigo a mi mente a Maquiavelo, quien hace más de quinientos años manifestó:
[…] un príncipe hábil debe hallar una manera por la cual sus ciudadanos siempre y
en toda ocasión tengan necesidad del Estado y de él. Y así le serán siempre fieles
Lo anterior aconsejando al Príncipe en mantener la continuidad del Estado, donde
este cree y aplique una fórmula para hacerlos dependientes.  Es así como
Maquiavelo afirma que “el arte de gobernar sobre los ciudadanos estriba en que
estos no cobren conciencia de su situación de clase social”. (1992, p. 28).  Aquí
entonces la escuela y la educación juega un papel protagónico para lograr esa
dependencia al Estado.  ¿Y entonces la educación para la ciudadanía vendría a
convertirse en adoctrinamiento? Porque el mismo sistema educativo desde las
políticas nacionales está diseñado para el “entrenamiento”, como lo indica el Dr.
Cataldo, pues actualmente nuestros estudiantes tienen que cumplir
obligatoriamente largas jornadas académicas (jornada única) o portar el uniforme
promoviendo desde estas elementales normas la obediencia y formación para la
vida laboral.

Desafortunadamente la globalización ha obligado a los países tercermundistas a


entrar en la competitividad económica por tal razón resulta indispensable para
cualquier Estado contar con mano de obra productiva que garantice dicha
competitividad, por tanto, considero que resultaría contradictorio que la educación
se dirija a la libertad de raciocinio pues la estabilidad del país podría tornarse débil
ante los demás.  De ahí la importancia de que las nuevas generaciones se formen
hacia un pensamiento emprendedor que permita el crecimiento personal pero
también el crecimiento de la nación.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:21


Gracias Lyda. 

responder

EMMA CHACON ORTIZ - 14/03/2022 04:36


 
 

 Buenos días Dr. Héctor Mauricio y compañeros:

Las instituciones educativas se están interesando más por producir que por
formar, lo que desvirtúa su naturaleza educativa al orientar su quehacer solamente
por resultados. La tendencia al reconocimiento social y a la acreditación de las
instituciones educativas centrada en los tangibles, en lo objetivable (póiesis), está
marcando una orientación exclusiva por los resultados externos con olvido de los
resultados internos o intangibles (praxis). Existe una tensión permanente en las
instituciones educativas entre lo pedagógico y lo administrativo, el ideario y la
supervivencia, la formación y los rendimientos, el mercado y la academia.

El Dr. Héctor Mauricio Cataldo. Hace unos aportes muy valiosos en  su obra: ¿Es
posible desligar la educación del mercado?  

“En la naturaleza “no ocurre nada”: la libertad hace posible gestar, comenzar, forjar,
hacer emerger, surgir un nuevo mundo en el interior mismo de la naturaleza. En
este sentido, solo la política, y no la satisfacción de las necesidades y, por
extensión, la acumulación de riqueza, proporciona el rango de “humano” al ser
humano; de lo contrario estamos más cerca de la simple y pura animalidad.”

Es una preocupación continua como educadores educar en libertad, pensar sin


coacción, amar sin forzar, reflexionar sin juzgar, es un nivel de trascender ese
mundo que nos enmarca en la tecnicidad y la especialización al punto de recurrir a
formar un ser sin alma. Hoy en día donde se diluyen las relaciones y se fragilizan,
es posible seguir luchando frente a una sociedad que enajena y mercantiliza.
Como educadores debemos recurrir a todo nuestro andamiaje de seres capaces
de hacer la diferencia mirando a los ojos, sintiéndonos para sentir al otro,
observando y enriqueciendo mi capacidad de ser asaltado por la percepción de la
vida para disfrutar ese espacio vital y recuperar la felicidad robada del aroma de
una flor, del color ligero de  un tallo que se desgasta, del paso del tiempo
estacional que nos permite percibir la vida como un continuo cambio.

Parece que la ética dificultara la eficacia y que únicamente la racionalidad


instrumental y la técnica fueran suficientes para una buena gestión. En el diseño e
implementación de los programas de formación  es marcada la tendencia al
desarrollo de habilidades técnicas y sociopolíticas. A la formación humanística,
que contribuye a una gestión ética no se le da mucha relevancia.
Para Paulo Freire la educación sólo puede ser entendida como práctica de la
libertad, es decir, como una acción social tendiente a la realización del ser
humano. La relación entre educación y libertad se crea a partir de la defensa
antropológica y pedagógica del ser humano como una especie llamada a “ser
más”, a construirse permanentemente.

Es posible romper ese espacio tiempo del aquí y ahora. La educación deviene en
práctica de la libertad, en cuanto asume el reto político y pedagógico de ser una
acción tendiente a la emancipación humana. La educación en este sentido, es una
forma de dignificar al ser humano en cuanto construcción y constructor social. Por
ello, en coherencia con el principio antropológico de la apertura humana a la
experiencia, la educación sólo puede ser tal, en tanto práctica de la libertad.

Referencias:

Héctor Cataldo (2015). “¿Es posible desligar la educación del mercado?”. Revista


Cuestiones de filosofía. Vol. 1, n° 17, pp. 55-64.

Luz Yolanda Sandoval Estupiñan (2017). El ser y el hacer de la organización


educativa. 

Paulo Freire. La educación como práctica de la libertad.

responder

SANDRA MILENA CALA VARGAS - 14/03/2022 20:25


Mi querida Emma por eso nuestra Institución tiene como lema libertad-
responsable que busca formar interiormente e integralmente, para
permitir que el niño, el joven vuele alto, que efectivamente trascienda y
su mirada vaya más allá de lo que puede ver de cerca, que sea crítico,
que viva el valor de la resiliencia, de la reciedumbre, capaz de asumir
sus propias limitaciones y sepa marcar la diferencia hacia las
propuestas que este mundo ofrece....

Me gusto mucho sus apostes.

responder

HÉCTOR MAURICIO CATALDO - 15/03/2022 20:22


Gracias Emma. 

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