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ZULETA ESTANISLAO.

“La Educación, un campo de combate” en: “Educación y


democracia: un campo de combate”, 1995, Pg. 1-43.

Juliana Reyes Reyes


Universidad de Cartagena

El presente documento, es el resultado de una entrevista realizada al maestro Estanislao


Zuleta por Hernán Suarez en la ciudad de Cali, con el objetivo de reflexionar sobre la
Educación y sus fines y como se imparte la Educación en Colombia. El maestro nos
plantea en su entrevista que “la educación es un campo de combate; los educadores
tienen un espacio abierto allí y es necesario que tomen consciencia de su importancia y
de las posibilidades que ofrece”. Es una entrevista con puntos clave para la discusión en
torno a la educación, que su problemática es centrada en las bases de la educación y su
funcionamiento en los centros educativos de Colombia, teniendo en cuenta el espacio y la
relación del maestro y estudiante.

Es una entrevista estructural muy detallada, que permite tener una visión desde lo general
del sistema educativo en Colombia hasta la participación de sus actores en el proceso
formativo. En las ultimas décadas, se ha intensificado la idea que la educación en
Colombia necesita un cambio con urgencia en todos sus niveles, por ende, creo que es
pertinente formular esta discusión con la reflexión del maestro Zuleta en su entrevista que
afirma “tal como ella existe en la actualidad, reprime el pensamiento, trasmite datos,
conocimientos, saberes y resultados de procesos que otros pensaron, pero no enseña ni
permite pensar”. A juicio personal, es uno de sus argumentos mas importantes en el texto,
del cual se deriva su reflexión sobre la educación. Con este argumento se comprende que
el estudiante adquiere un respeto por el maestro y la educación procede a la intimidación,
por eso que usualmente encontramos un ambiente donde al estudiante no se le permite
pensar sino adquirir información y repetir lo que explica el maestro, lo cual construye una
educación sin educación y una relación entre la inferioridad y superioridad.

En los elementos sobre la educación en Colombia, el maestro hace referencia al boom de


las últimas décadas sobre la llamada tecnología educativa y la incorporación de la
informática. Presenta una opinión crítica sobre esto, porque se confunde educación con
información y afirma que se ha creado una peste en la articulación de estos campos y con
su ejemplo referente a la célula en una clase de biología lo explica detalladamente, pues
la imagen le da ilusión sobre la célula al alumno pero no le permite formular preguntas
que generen un debate sobre su composición para que pueda apropiarse efectivamente,
simplemente él asume que eso es una célula y listo. Además, esta visión se puede
relacionar a su propuesta de que en Colombia existe una educación sin filosofía. Según el
autor, de nada sirve enseñar lo que no se ha aprendido en las escuelas desde los
procesos del conocimiento, debido a que una educación sin filosofía es el mayor desastre
hasta el día de hoy en la educación colombiana.

El maestro Estanislao, entiende por la filosofía “la posibilidad de pensar las cosas, de
hacer preguntas, de ver contradicciones” y lo asume desde un concepto amplio, en el
sentido de la Grecia antigua. Teniendo en cuenta la alusión al pensamiento de Kant que
realiza el autor, la educación debe tener tres exigencias hacia el estudiante; la primera es
pensar por si mismo, la segunda ser capaz de ponerse en el punto de vista del otro y por
ultimo es llevar las verdades, ya conquistadas, hasta sus ultimas consecuencias. Una
educación concebida desde la filosofía permitiría que nuestra sociedad valga la pena vivir
y valga la pena estudiar, como también permitiría que los alumnos piensen en los
procesos que condujeron a ese saber o a los resultados de ese saber.

Uno de los enfoques en los últimos años en la discusión sobre la reforma a la educación,
esta enfocada en ligar la educación a las necesidades de la producción, en lo cual el
maestro afirma que se acoge a las interpretaciones de Marx considerando la educación
como uno de los elementos del proceso económico, pero preparando a los egresados
estudiantiles con las facultades de un empleado del capital, dejando de lado la
importancia de pensar o no sino mas bien que posea las habilidades que permitan
producir resultados determinados. Es decir, una educación que forme individuos que
piensen, que tengan autonomía y creatividad que les permita contribuir en el desarrollo de
una empresa y no sean individuos que se ajusten a las empresas sin ningún interés.

En la contribución de reflexionar sobre la Educación en Colombia, el maestro presenta


varios argumentos que sin duda invitan a repensar las bases de nuestro sistema y la
acción de los individuos que de alguna u otra forma contribuimos al proceso educativo de
nuestro país. En ese sentido, en ese afán de las instituciones en responder a la sociedad
con la demanda de individuos técnicos y no pensantes hace que el sistema sea cada vez
mas cerrado y mas inhumano. Debemos dejar de lado que las sociedades desarrolladas
son las que quizás mejores están en los sistemas que componen a una sociedad y
dominar esto como excelente progreso, cuando para el autor este progreso tecnológico no
es sinónimo de excelencia. Mas bien, se deben generar criticas y reflexiones sobre la
dirección de progreso, que podemos catalogar como progreso en una sociedad
comparando sus acontecimientos históricos, culturales, sociales, económicos y políticos
en el transcurso del tiempo. Concibiendo que una educación en pro de formar individuos
técnicos es la mas represora de todas las educaciones.

Por último, la reflexión que hace el maestro desde su percepción y su experiencia sobre la
educación es para tener en cuenta en nuestra coyuntura de inconformismo ante el
sistema educativo. Zuleta afirma que “la educación es una gran arma si se hace una
educación contra las exigencias del sistema”. Para él, el problema es desde las bases, de
esos actores que día a día se encuentran para laborar desde su posición como
educadores y deja de lado un poco la idea de reestructurar el sistema desde arriba,
porque si bien es cierto las políticas pueden implementar como se debe educar, pero si un
educador se reniega a implementarlas esto generaría una revolución desde abajo y
permite convertir el sistema de una manera invivible. En la medida que se pueda
transformar desde las bases la educación, el sistema podrá derrumbarse porque los que
están arriba ya no pueden soportarlo. De modo que, los educadores tienen un gran
trabajo desde su posición en cualquier nivel educativo, ellos tienen la facultad de
promover en los individuos una filosofía que les permita ser críticos y autónomos ante el
sistema, que no sean obligados a adaptarse a él sino que por si mismos puedan
reconocer las virtudes, facultades y herramientas que poseen para impactar de una forma
positiva en la sociedad y nunca más ser individuos fracasados que lleven la carga de
hacer lo que se les imponga y resignados que no tienen poder sobre ellos.

En modo de conclusión, la entrevista realizada al gran pedagogo colombiano Estanislao


Zuleta nos plantea otro análisis a la educación desde las bases de esta y en la
contribución que pueden hacer los alumnos y maestros en el fin de la educación.
Entonces, se debe comprender la educación como un campo de batalla desde la
posibilidad que brinda este campo por humanizar a los individuos que se educan para
estorbar al sistema, entendiendo esto como una de las revoluciones más importantes que
se pueden formar desde abajo. Es necesario, que los educadores asuman con
responsabilidad la posición que tienen en transformar a la sociedad, dejar de lado esa
postura que “yo sé mas que el estudiante” “yo siempre tengo la razón y nunca pierdo”
porque es intimidadora e inhibidora del pensamiento y el conocimiento. Lastimosamente,
esta comunicación es la que ha degradado durante años el sistema educativo en
Colombia sin la posibilidad que el alumno pueda presentar preguntas, sin la posibilidad de
que el alumno sea reconocido como un ente que puede pensar y fomentar espacios de
discusiones complejas. Asimismo, la decadencia de nuestro sistema tiene relación con el
afán de someter a los individuos en lo que no le interesa, de competir por una nota, de
estudiar por miedo a perder el año y por último de trabajar por miedo a perder el puesto.
Por ende, somos una sociedad donde la mayoría actúan como caballos cocheros que
responden a los intereses del sistema, de lo cual es necesario replantear las necesidades
y alimentar la ilusión de una sociedad democrática, donde se le otorgue al otro el derecho
a diferir, donde exista una movilización social e igualdad de oportunidades. Sería algo
complejo la construcción de una sociedad de esa forma. Sin embargo, no hay sentido de
desmontar un gobierno para generar otras políticas, si desde las bases los educadores no
están generando conciencia social, critica y respeto por la visión del otro entre sus
alumnos.

Es una entrevista desde la percepción de un pedagogo en la historia de Colombia y pese


a ello nos confirma que hay mucho camino por recorrer en el mundo de la educación y me
gustaría finalizar con uno de sus argumentos usados en la entrevista “En la educación
existe una gran incomunicación. Yo tengo que llegar a saber algo, pero ese “algo” es el
resultado de un proceso que no se me enseña. Saber significa entonces simplemente
repetir. La educación y los maestros nos hicieron un mal favor: nos ahorraron la angustia
de pensar”

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