Marta Marcús Interrogants i reptes de futur Educació Social

COMENTARIO DE TEXTO: LA EDUCACIÓN COMO CAMPO DE BATALLA

1. Reseña bibliográfica de la lectura:

Solé, J. (2020) “La educación como campo de batalla” en Pedagogías y

emancipación, Museo de arte contemporáneo de Barcelona.

2. Notas bibliográficas y biográficas del autor:

El autor del texto La educación como campo de batalla es Jordi Solé Blanch. Su
trayectoria profesional se ha desarrollado en el campo de los servicios sociales y del
sistema de protección a la infancia y la adolescencia de Cataluña. Es doctor en
Pedagogía por la Universitat Rovira i Virgili y profesor del Grado de Educación
Social de la Universitat Oberta de Catalunya. Como miembro del Laboratorio de
Educación Social de la UOC, participa en diferentes espacios de reflexión en torno a
la educación junto a otros profesionales del campo social, situándose en la brecha
entre los grupos de estudio, el activismo y la academia.

3. Describe en pocas palabras de que trata el texto:

Este texto pertenece al libro Pedagogías y emancipación, escrito por diversos

autores, entre ellos Jordi Solé. Este texto trata del sistema educativo actual, que se
ha visto modificado para adaptarse al sistema económico actual, es decir, al
capitalismo. Trata temas como la innovación educativa, y en concreto tres puntos
que el autor destaca sobre la educación del siglo XXI: la innovación tecnológica, la
pedagogía de las competencias, y la colonización psi del discurso educativo.

4. Ideas y conceptos principales:

Durante este último siglo, ha habido un conjunto de transformaciones en el sistema

escolar para que este se adaptara mejor al capitalismo. La política educativa actual
busca dar una formación integral a las nuevas generaciones, mediante innovaciones
educativas que permitan mejorar la formación en comparación con la que habían
recibido las generaciones anteriores. El autor del texto señala tres direcciones
principales que está tomando la educación actualmente.

En primer lugar, la innovación tecnológica. Actualmente, encontramos una

educación vacía de reflexión crítica, desconectada de los entornos socioculturales, y
de cualquier aspiración política. La auténtica ideología hoy en día es la tecnología.

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La economía del siglo XXI se basa en el mercado de datos, de personalización y de

atención. Grandes empresas económicas han decidido invertir en el sector
educativo. Estas transformaciones tecnológicas pueden ser perjudiciales para el
sistema educativo actual. Por ejemplo, cabe la posibilidad de utilizar listas de
reproducción educativas personalizadas, en este caso los profesores dejan de ser
necesarios, y el alumno pasa a ser el responsable de su aprendizaje. Vemos que la
educación pasa a ser un servicio y una inversión, y lo más importante, deja de ser
un derecho fundamental.

En segundo lugar, el autor nos habla de la pedagogía de las competencias. Se trata

de una innovación que genera aprendizajes integrados, prácticos y transferibles.
Nos dejamos de centrar en la transmisión, es decir, en la “cultura de la enseñanza” y
adquirimos “la cultura del aprendizaje”. Aquí entra el concepto “aprender a
aprender”, el objetivo es crear un profesional que se sepa adaptar, que sea flexible,
descaracterizado. Se crea un sistema de enseñanza que se adapta a las facilidades
y las dificultades del alumno. Empieza a coger importancia la inteligencia emocional,
pues esta permite aplicar las competencias más adecuadas para el desarrollo
profesional.

En tercer lugar, Jordi Solé habla de la colonización psi del discurso educativo. Hace
ya unos años que al discurso pedagógico se le ha añadido el lenguaje psicológico.
En la educación se han añadido conceptos como autoestima y motivación. Este
cambio es debido a las transformaciones del campo médico y científico, que han
adquirido un paradigma positivista y empirista. En poco tiempo la neouroeducación
se ha convertido en un paradigma psicopedagógico dominante. El sistema educativo
del siglo XXI se ha propuesto ayudar a la gente a llevar una vida más feliz, a través
de programas de educación positiva y autogestión emocional que ya se están
aplicando en muchos centros educativos. Esto no solo es beneficiosos para el
bienestar del alumno, sino que les ayuda a tener más confianza a la hora de mostrar
su potencial, asegurando así más éxito en su futuro profesional. Todas estas
reformas que tratan de priorizar la psicología positivista no son tan inocentes como
parecen, pues dejan en segundo lugar lo más importante, la formación, que se
termina reduciendo.

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El último apartado del texto de Jordi trata de articular un compromiso pedagógico.

La educación del siglo XXI insiste en desarrollar una pedagogía de las emociones,
que no solo se preocupe del desarrollo emocional de los niños, sino que sobre todo
se preocupe de la felicidad de estos. Promete la felicidad a través de la educación
emocional, con valores morales y factores psicológicos. La opinión de Jordi ante
todo esto es que la educación emocional es una falsa recompensa ante la falta de
promesa en la educación. La educación emocional supone una falsa salida, está
vacía de saberes, por eso, subordinar los aprendizajes a las emociones desarma a
los alumnos. No se puede substituir la responsabilidad pedagógica por una serie de
prácticas de gestión emocional.

5. Conclusión del autor:

La educación como campo de batalla es un texto donde Jordi Solé nos muestra
factores importantes de la educación del siglo XXI. Al largo del texto, Solé quiere
transmitirnos que se ha sobrepuesto la educación emocional por encima de la
cultura. Hemos adaptado la educación al sistema económico actual, el capitalismo,
el aprendizaje se ha convertido también en un mercado, a través de nuevas
plataformas, como por ejemplo, el Google académico, o el Classroom, que han
conseguido beneficiarse a costa del sistema educativo. A través de estas
aplicaciones, dejamos a un lado la figura del educador, pues con el autoaprendizaje,
deja de ser imprescindible y puede llegar a ser substituido incluso por robots.

El autor también resalta el concepto “aprender a aprender”, ya no se trata de

transmitir unos conocimientos específicos a los alumnos, sino enseñarles los
métodos de aprendizaje para estar en continua formación, y de esta manera
asegurar futuros profesionales capaces de adaptar-se a cualquier cosa, que sean
flexibles.

Finalmente, Solé hace una crítica al nuevo sistema educativo que se está basando
en pedagogías llenas de conceptos psicológicos. Se ha interpuesto la inteligencia
emocional por encima de cualquier conocimiento. El autor se muestra en contra de
pretender cubrir el vacío de la educación cultural, con educación emocional. Que los
educadores transmitan cultura a los alumnos debe seguir siendo el objetivo
principal.

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6. Relación con autores y conceptos trabajados en clase:

Podemos relacionar las ideas planteadas en este texto con las de Hannah Arendt.
Para los dos autores la función educativa y el compromiso pedagógico se deben
hacer cargo de enseñar el mundo a las nuevas generaciones.

Hannah Arendt en sus escritos ya afirmaba que el problema de la crisis de la

educación proviene de una crisis de legitimidad de la cultura. Para la autora la clave
está en saber si queremos suficiente en las nuevas generaciones, como para no
abandonarlos en este mundo, y enseñarles herramientas para que sean capaces de
renovarlo en un futuro.

Los dos autores señalan como el capitalismo está afectando en la educación, y

como ha conseguido interponer la inteligencia emocional al aprendizaje.

También podemos relacionar las ideas de este texto con el tema 4 de la asignatura,
el pensamiento de Laval y Dardot. Estos dos pensadores, al igual que Jordi, piensan
que en realidad, el neoliberalismo ha comportado que la educación ya no se base
en ayudarnos los unos a los otros, sino que ahora es una competitividad continua.

7. Conclusión personal:

Este texto me ha parecido un golpe de realidad, muestra claramente en que se está

convirtiendo nuestro sistema educativo. Siempre he sido muy partidaria de la
educación emocional, pues la considero muy complementaria a cualquier otro tipo
de educación, pero también creo que no se debe sobreponer a la cultura. No
debemos caer en el error de cubrir el vacío de saberes con teorías psicológicas. El
elemento fundamental de la educación debe ser siempre el aprendizaje. La cultura
nos la debe seguir transmitiendo el educador, no un robot o una plataforma.

Me encuentro radicalmente en contra de que la educación se convierta en un

beneficio para la economía. Es una responsabilidad básica de los adultos enseñar el
mundo a los nuevos, y no se deben sacar grandes beneficios económicos de ello.

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8. Webgrafia:

Aprendre a imaginar-se. L’educació com a camp de batalla. Taula rodona. (2018, 3

diciembre). YouTube. Recuperado 8 de enero de 2022, de

https://www.youtube.com/watch?v=BMZwbsAht2c

Sanabria, Á. (s. f.). Hannah Arendt: Crisis de la autoridad y crisis en la educación.

Hannah Arendt: crisis de la autoridad y crisis en la educación. Recuperado 23 de

diciembre de 2021, de

http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872009000200006

U.O.C. (2005, mayo). Christian Laval - ¿Por que la escuela no es una empresa?

Universitat

Oberta de Catalunya. Christian Laval - ¿Por qué la escuela no es una empresa?

(uoc.edu)