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Educación en el continente africano

Treinta años después de que los gobiernos de todo el mundo adoptaran la Convención
sobre los Derechos del Niño, aun se sieguen viendo problemas en el continente africano
debido a los conflictos que este mismo presenta.

Debido a la violencia y la inseguridad en sus escuelas, África actualmente no tienen


educación. Y esta misma tiene las tasas más altas de exclusión educativa. Donde de los
262 millones de jóvenes y niños que no van a la escuela, el 97,3% se encuentran en
África subsahariana. Más de una quinta parte de los niños de entre 6 y 11 años no asiste
a la escuela, seguido de un tercio de los jóvenes de entre 12 y 14años.

Según datos de la UNESCO, casi el 60% de los jóvenes de entre 15 y 17 años no van a la
escuela. Además, las niñas todavía enfrentan barreras para la educación en la mayoría de
las regiones, y particularmente en África subsahariana, donde las niñas de todas las
edades tienen más probabilidades de ser excluidas de la educación que los niños. Por
cada 100 niños en edad escolar, a 121 niñas se le niega el derecho a la educación. La
educación de las niñas es una prioridad absoluta.

En Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Níger, Nigeria, República Centroafricana y


República Democrática del Congo, las crecientes amenazas y ataques contra estudiantes,
maestros, escuelas, y contra la educación incluso entre los niños, son motivo de
preocupación para sus familias y personas externas a esta como las comunidades y la
Sociedad en general.
En un informe del Banco Mundial sobre educación se distinguen cuatro grupos de países
africanos: los avanzados (entre ellos Sudáfrica, Kenia, Zimbabue o República del Congo),
los países emergidos (Camerún, Tanzania, Ruanda o República Democrática del Congo),
los emergentes (Mauritania, Angola, Etiopía o Nigeria) y los atrasados. En el primer grupo,
se observa que prácticamente la educación primaria y los primeros años de la educación
secundaria con casi el 100% de escolaridad en comparación con el último grupo, que
tiene 80 % educación primaria y se reduce a 40-60 al comenzar el bachillerato. Los
países del medio tienen un grave problema de deserción escolar por su parte, por lo que
el desafío es asegurarse de que, a pesar de que la calidad general de la educación es
muy mala, los estudiantes se queden en el aula; ningún maestro de matemáticas o de
idiomas puede obtener una calificación máxima en un examen en un cuarto grado.

Sin educación, los niños se enfrentan a un futuro desprovisto de esperanza. La vida de un


niño que no puede ir a la escuela es una tragedia debido a que su potencial queda sin
explotar y a que sus oportunidades se pierden. En una región que se enfrenta a la
inestabilidad y a un conflicto cada vez más complejo, la educación nunca puede ser una
opción. Los niños deben tener la oportunidad de adquirir las destrezas, los conocimientos,
los valores y las actitudes que necesitan para convertirse en adultos responsables, activos
y productivos.

 https://www.entreculturas.org/es/noticias/una-educacion-de-calidad-para-todas-las-
personas-la-asignatura-pendiente-en-el-continente
 https://www.unicef.org/es/la-infancia-en-peligro/educacion-amenazada-africa-occidental-
central
 https://www.eleconomista.es/especial-ecoaula/noticias/10565399/05/20/98-millones-de-
ninos-no-tienen-acceso-a-la-educacion-en-Africa-Subsahariana.html

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