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Adjetivos calificativos.

Estos adjetivos informan sobre alguna cualidad interna o externa del sustantivo.
Ejemplos: frío, alto, útil, puro, hábil, etc. “Expresan un estado (condición temporal) o
una cualidad (condición permanente). “1 Como en las siguientes oraciones: Esperanza
está cansada. Andrés es fuerte y ágil.

Los calificativos son los adjetivos con mayor uso, se presentan en cualquier parte de la
oración; precisamente por su frecuencia, la redacción debe cuidar mesuradamente su
utilización, con el fin de evitar la presencia de estos modificadores sin una significación
relevante.

El exceso de calificativos puede volver confuso un texto, en lugar de embellecerlo.


También es preciso comentar que no todos los escritos pertenecen al mismo género
(lírico, épico, dramático, periodístico) , por ello, quien hace uso de la escritura debe
seleccionar las palabras, considerando en todo momento, quiénes serán sus lectores y
en qué ámbito se leerá. Generalmente no se escribe para uno mismo, sino para los
demás.

Adjetivos determinativos.
Estos adjetivos pueden funcionar tanto como acompañantes del sustantivo, como
pronombres del mismo. Se subdividen en los siguientes grupos:

• Artículos.
El artículo es un modificador del sustantivo, concuerda con éste en género y número y
se antepone al mismo. Por ejemplo: la manzana, las manzanas, el libro, los libros, un
hombre, unos hombres, una mujer, unas mujeres, etc.

El artículo tiene como función calificar al sustantivo, dicha labor lo clasifica en dos
grupos: definidos e indefinidos:

Artículos definidos Artículos indefinidos


Son: el, la, los y las. Son: un, una, unos y unas.
Indican que el sustantivo es identificable Se refieren a un sustantivo no identificable
para el oyente entre todos los otros para el oyente entre todos los otros objetos.
elementos, es decir, se le ha distinguido Ejemplos: Necesito un diccionario. (Se
plenamente entre un grupo. Por ejemplo: desconoce cuál diccionario).
Necesito el diccionario. (Se sabe cuál
diccionario)
Refiere que no hay otros objetos como ése. Indica que existen varios objetos del mismo
Ejemplo: Él es el hermano de Luisa. tipo. Ejemplo: Él es un hermano de Luisa.
(Luisa sólo tiene un hermano) (Luisa tiene varios hermanos, no sólo éste).
Se ha hablado antes del sustantivo: Carlos Se habla por primera vez del objeto:
y Mariana viven en Acapulco. Son los Tenemos unos amigos en Acapulco.
amigos que nos prestaron su casa, En estos casos uno se convierte en un:
¿recuerdas? ¿Tiene helados? ¿Me da uno de fresa?

El artículo el, forma con las preposiciones a y de, los artículos contractos del y al, por
ejemplo: Los niños van al parque. (Es incorrecto: Los niños van a el parque). Éste es
el número telefónico del médico. (Es incorrecto: Éste es el número telefónico de el
médico).

1
ANDONEGUI CUENCA, María de los Ángeles. (1999), Los usos del español. Guía práctica para no
cometer errores, México, Edére. p. p. 115.
Sin embargo, no se forma el artículo contracto si se trata de nombres propios, como en
los siguientes casos: Viajaremos a El Cairo. Esta noticia la saqué de El Excelsior.

Los sustantivos femeninos singulares que inician con -a tónica utilizan artículos
masculinos para evitar la cacofonía,2 siempre y cuando no haya palabras entre los dos
términos. Sucede con palabras como el agua, un águila, el ala, el alma, un arma, el
área, el arte, un aula, un ave, el hada, el hambre. No obstante, continúan siendo
femeninos, por lo cual, los otros adjetivos que la acompañan son del mismo género.
Observémoslo en oraciones: El águila blanca bebió el agua cristalina. Todos
sentíamos un hambre tremenda.

El español presenta casos donde se omite el artículo, esto ocurre cuando:


• Hablamos de una cantidad indeterminada de algo y no necesitamos especificar ni
identificar ningún objeto concreto. Por ejemplo: ¿Venden ustedes alfombras? Mi
amigo vende computadoras. Si vas al super, compra aceite y café. No tengo dinero.
• Se habla en forma genérica de un sustantivo y no de un objeto en particular. Por
ejemplo: Ya tengo teléfono en mi departamento. ( No es igual que ya tengo el
teléfono… pues se refiere al servicio y no a un teléfono en especial). Están tomando
clases de guitarra. (Se habla sobre la clase en general y es diferente a: Están
tomando clases con la guitarra de Pedro, en este caso es una guitarra específica).
Por el contrario tenemos casos donde el artículo es indispensable:
• Si el sustantivo es el sujeto de la oración debe determinarse con un artículo, como
en las siguientes oraciones: Un niño necesita jugar. La manzana tiene vitaminas.
Los delfines son muy inteligentes. (Es incorrecto: Niño necesita jugar. Manzana
tiene…etc).
• Cuando con el artículo indicamos un objeto específicamente, lo individualizamos.
Por ejemplo: Quiero el libro de Química. Necesito una secretaria bilingüe. (Es
incorrecto: Quiero libro de Química).

La presencia o ausencia de un artículo suele ser un problema en la redacción de


hispanohablantes y una duda constante en los alumnos que aprenden el español
como segunda lengua; por ello como alumnos de esta Licenciatura deben poner doble
atención en este aspecto gramatical para cualquier tarea escrita; y como futuros
profesores, para la enseñanza de una lengua extranjera a mexicanos o extranjeros.

• Demostrativos.
Establecen una gradación de distancias en el tiempo y en el espacio entre el
interlocutor y el sustantivo al que se refiere: este, esta, estos, estas (gran cercanía);
ese, esa, esos, esas ( distancia media, ni lejos, ni cerca); aquel, aquella, aquellos,
aquellas (lejanía). Como en los siguientes casos: Esta casa es nueva. Aquel niño está
cansado. Ese hombre era mi jefe. Aquel día estaba nublado. Este día será estupendo.

Son sumamente útiles en la redacción para evitar la repetición de las mismas


palabras. También nos permiten ordenar los elementos en el tiempo y el espacio.

Los demostrativos presentan dificultad cuando el hablante debe diferenciar si está


funcionando como adjetivo o como pronombre, pues la segunda forma debe ir
acentuada; este aspecto lo revisaremos con mayor detalle en el apartado
correspondiente a la acentuación en el capítulo ***.

2
Se le llama cacofonía a un sonido desagradable. Como: la agua, suena mejor: el agua.
• Posesivos
Estos adjetivos señalan una relación de pertenencia respecto al sustantivo del cual se
habla. Los posesivos no concuerdan con la persona gramatical correspondiente sino
con el objeto del que hablamos. Observémoslo en el siguiente cuadro.

Persona Adjetivo Ejemplo Concordancia


gramatical posesivo entre:
Yo mi, mis Luisa tiene mi libro. mi . libro
Tú tu, tus Arturo conoce a tus hermanos tus - hermanos
Él, ella, usted su, sus Nosotros tenemos su carta. su - carta
Nosotros nuestro/a/os/as Ésta es nuestra casa. nuestra - casa
Ustedes su, sus No recibimos su invitación. su - invitación
Ellos, ellas su, sus Usted tiene sus recetas. sus - recetas

Los adjetivos posesivos normalmente no se usan con verbos reflexivos al indicar las
partes del cuerpo o las prendas de ropa, usarlos genera una redundancia, por ello es
preciso evitarlo. Por ejemplo: Vas a rasurarte la barba (No: Vas a rasurarte tu barba).
Te has ensuciado la falda (No: Te has ensuciado tu falda). Es importante recordar
esta norma, pues suele ser tan común el uso innecesario de los posesivos,
especialmente con su, que la mayoría de los libros sobre redacción atienden el
problema. En esta guía también lo haremos más adelante.

Los posesivos también pueden sustituir al sustantivo, lo cual nos indica que funcionan
como pronombres, este caso lo revisaremos más adelante en el punto 1.4.

• Indefinidos.
Se usan para indicar una selección de un conjunto. Siempre se refieren a un
sustantivo que expresa el tipo de persona o cosa de la cual hablamos:
a) Alguno /-a/-os/-as. Uno o varios objetos de un conjunto, sin especificar cuáles ni
cuántos. Ejemplo: Hemos escuchado algún rumor. Se han presentado algunos
interesados.
b) Ninguno /-a/-os/-as. Nada (∅ ) de un conjunto. Como: No se ha encontrado ningún
indicio. No ha abierto ningún comercio.
c) Todos/-as. Representan el conjunto completo, como en las siguientes oraciones:
Han asistido todos los alumnos. Vinieron todos al evento.

Cuando se colocan antes de un sustantivo, alguno y ninguno se reducen a algún y


ningún: ¿Algún problema? No conozco ningún urólogo.

Estos términos se usan con la preposición de cuando mencionamos el conjunto del


que seleccionamos objetos, por ejemplo: Algunas de las personas desconocen el
motivo de la reunión. Ninguno de estos cuadros es impresionista.

Las formas negativas nadie, nada y ningún pueden presentarse antes o después del
verbo. Si se colocan después es necesario expresar la negación antes del verbo.
Observemos algunos casos: Ningún paciente está grave / No está ningún paciente
grave. (Es incorrecto: Está ningún paciente grave). Nada le satisface / No le satisface
nada. (Es incorrecto: Le satisface nada). Nadie ha dicho una palabra / No ha dicho
nadie una palabra. (Es incorrecto: Ha dicho nadie una palabra).

Tenemos otro/ -a/ -os/ -as como indefinidos que se refieren a uno o varios objetos
distintos pero del mismo tipo. Deben concordar en género y número con el sustantivo
al que se refieren. Ejemplos: Conoce otro banco mejor que éste. Necesita otra mano
de pintura. Ellos son otros alumnos de mi clase.
Estos adjetivos pueden combinarse con otros determinantes (demostrativos,
posesivos, artículos definidos, etc.) pero nunca se combinan con artículos
indeterminados (un, una, unos, unas), como en el siguiente enunciado: Necesito el
otro auto, éste ya es un desaste. (Es incorrecto: Necesito un otro auto… )3

• Números cardinales
Sirven para expresar cantidades. Se refieren siempre a un sustantivo, pero pueden
presentarse solos cuando está claro de qué estamos hablando. Por ejemplo:
−Necesito tres colores, ¿y tú? − Yo cuatro.

La dificultad de estos adjetivos en la redacción suele presentarse en la ortografía, por


la confusión de letras y el uso de acentos, por lo cual, hemos decidido presentar su
escritura con el fin de observar cuidadosamente la forma correcta:
Del 0 al 15.
0 cero 4 cuatro 8 ocho 12 doce
1 uno 5 cinco 9 nueve 13 trece
2 dos 6 seis 10 diez 14 catorce
3 tres 7 siete 11 once 15 quince

Del 16 al 29, los números se escriben en una sola palabra:

16 dieciséis4 20 veinte 23 veintitrés 28 veintiocho


17 diecisiete 21 veintiuno 25 veinticinco 29 veintinueve
18 dieciocho o veintiún5 26 veintiséis 24 veinticuatro
19 diecinueve 22 veintidós 27 veintisiete

Del 31 al 99, los números se escriben en dos palabras unidas por una y:
un/o/a
30 treinta dos
40 cuarenta tres
50 cincuenta cuatro
60 sesenta y cinco
70 setenta seis
80 ochenta siete
90 noventa ocho
nueve
Del 100 al 999.

100 cien, ciento 400 cuatrocientos 700 setecientos


200 doscientos 500 quinientos 800 ochocientos
300 trescientos 600 seiscientos 900 novecientos

Usamos cien sólo cuando nos referimos exactamente al número 100, por ejemplo: El
señor Daniel tiene cien vacas en su rancho, ni una más ni una menos.

3
Los alumnos de español como segunda lengua presentan frecuentemente este error, el cual
se debe a que en otras lenguas se utiliza esta estructura, no obstante, nuestra lengua
establece este uso a diferencia de otros idiomas.
4
Es preciso observar que el seis, es un monosílabo, por ello no va acentuado; no obstante
dieciséis y veintiséis tienen más de una sílaba y esto conlleva a la acentuación gráfica. Lo
mismo ocurre con veintidós y veintitrés.
5
Recuérdese que uno/una concuerda en género con el sustantivo, por lo cual en el caso de
anteponerlo a un sustantivo masculino uno, se convierte en un, por ejemplo: Sofía cumple
veintinún años.
En tanto que usamos ciento en los demás casos, como en: Tiene ciento cuatro
borregos. Entre estas ciudades hay una distancia de ciento ochenta y cinco kilómetros.

Si nos referimos a cantidades indeterminadas usamos cientos, ejemplos: Había


cientos de personas en la manifestación. Existen cientos de analfabetas en el mundo.

Los números del 200 al 999 concuerdan con el sustantivo al cual modifican, por lo cual
presentan el mismo género: Quiero quinientos gramos de queso. Preparó setecientas
quesadillas y doscientos tacos.

Las centenas y las decenas no están unidas por y, entre ellas no hay algún conector:
450: cuatrocientos cincuenta, 583: quinientos ochenta y tres. (Sería incorrecto:
cuatrocientos y cincuenta, quinientos y ochenta y tres)

De 1000 al 1 000 000 000 000.

1 000 2 000 3 000 10 000 100 000 500 000


mil dos mil tres mil diez mil cien mil quinientos mil

1 000 000 2 000 000 10 000 000 10 000 000 20 000 000 1 000 000 000
un millón dos diez cien doscientos mil millones
millones millones millones millones

1 000 000 000 000 un billón.

Las palabras mil, millón y billón son invariables con cantidades exactas, por ejemplo:
Ahorro mil o un millón de pesos; con cantidades indeterminadas usamos miles,
millones y billones, además van seguidas de la preposición de, como en: Fueron
miles de personas al concierto y a la manifestación millones de individuos. Necesita el
gobierno tres billones de pesos para la reconstrucción de casas y comercios.

• Números ordinales
Estos adjetivos expresan orden en una serie. Son útiles para establecer una secuencia
lógica en el tiempo y el espacio, como en las siguientes oraciones: Está en la segunda
puerta. Me impresionó desde la primera vez que lo vi.

En la redacción, son sumamente convenientes, pues permiten organizar


coherentemente el discurso, por ejemplo: En la introducción pondremos el siguiente
orden: primero iniciaremos con las definiciones; segundo, plantearemos el marco
teórico; en tercer lugar, los capítulos de… etc.

En el uso cotidiano suelen utilizarse sólo los ordinales hasta el décimo. Al igual que los
cardinales, el problema generalmente radica en la escritura ortográfica correcta, por
ello también los presentamos a continuación:

1º primero/a 5º quinto/a 9º noveno/a


2º segundo/a 6º sexto/a 10º décimo/a
3º tercero/a 7º séptimo/a
4º cuarto/a 8º octavo/a

Las formas masculinas se escriben con el signo (º) en la parte superior derecha y las
femeninas, (ª) ; por ejemplo: 1º,5º, 2ª,7ª, etc.
Los ordinales primero y tercero tienen una forma reducida primer y tercer cuando se
anteponen al sustantivo al cual califican, por ejemplo: Este es mi primer auto. Trabajo
en el tercer piso del edificio. Las formas femeninas no cambian: Esta es mi primera
oficina. Trabajo en la tercera planta del edificio.

En la lengua hablada se usan generalmente los ordinales hasta el 10º, por lo cual
suelen sustituirse las cantidades superiores por el número cardinal correspondiente.
No obstante, en la expresión formal se utilizan para referirse a acontecimientos,
aniversarios o posiciones en una serie; como en los siguientes casos: Duodécima
(12ª) Asamblea de Cancerología. Trigésimo (30º) aniversario de la muerte del
compositor. El décimo octavo (18º) día de la guerra en Irak se cumple hoy. El
maratonista inglés llegó en el quincuagésimo (50º) puesto a la meta.

El escaso uso de estos términos, genera un desconocimiento de los mismo, por ello
cuando se requiere utilizarlos, el hispanohablante ignora su forma, revisémosla a
continuación:

11º undécimo 20º vigésimo 50º quincuatgésimo 80º octogésimo


12º duodécimo 30º trigésimo 60º sexagésimo 90º nonagésimo
15º décimo quinto/a 40º cuadragésimo 70º septuagésimo 100º centésimo

Los números ordinales funcionan de la siguiente manera:


a) Concuerdan en género y número con el sustantivo. Ejemplo: Mi departamento está
en el segundo piso, en la cuarta puerta.
b) Se acompañan de otros determinantes, como en: Mi primer hijo se llama Samuel y
es el tercer nieto para mis padres.
c) Generalmente se antepone al sustantivo que modifica. Por ejemplo: ¡Hoy es el
primer día de mis vacaciones!
d) Suele omitirse su repetición, cuando ya se ha mencionado, lo cual da lugar a una
redacción más fluida, ejemplo: Las primeras pinturas fueron sobre la naturaleza; las
segundas trataron las emociones y las terceras, mis vivencias.

• Cuantificadores
Estos adjetivos se usan para graduar la intensidad o la cantidad del significado de un
sustantivo. Concuerdan en género y número con el objeto al que califican. Los
cuantificadores son: demasiado, muy, mucho, poco, nada y bastante. Por ejemplo:
demasiado tiempo, mucho calor, bastante frío, poca paciencia. Nada de leche.

Es posible usarlos sin sustantivo cuando está claro de qué estamos hablando, como
en las siguientes oraciones: ¿Tenemos bastantes libros para el grupo? Sí, en la
oficina hay muchos.

Con sustantivos no contables, poco y un poco de se indica una cantidad pequeña.6 El


primero expresa un sentido negativo y el segundo, uno positivo. Observémoslo en los
siguientes casos: Hay poca azúcar, no alcanza ni para un café. Hay un poco de
azúcar, podemos endulzar nuestros cafés y después comprar más.

Poco/a/os/as son adjetivos que concuerdan con el sustantivo, por ejemplo: Queda
poca leche y poco pan. Un poco de no presenta concordancia: Dale un poco de
leche y un poco de pan. (Es incorrecto: Dale una poca de leche y… ).

6
ALONSO RAYA, Rosario et. al. (2005) Gramática básica del estudiante de español,
Barcelona, Difusión. P. 65.

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