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USD de rodilla:

Equipo
Para la región anterior de la rodilla pueden ser útiles los transductores con frecuencias
mayores (10 MHz), ya que las estructuras que se encuentran en esta área son, en
general, más superficiales, mientras que para la región posterior se sugiere el empleo
de sondas con frecuencia de 5 a 7.5 MHz, que proporcionan una mejor visualización de
las estructuras más profundas. La técnica en escala de grises debe ser siempre
complementada con la aplicación de la técnica Doppler potencial (DP) o Doppler color
(DC).

TÉCNICA DE EXPLORACIÓN POR ULTRASONOGRAFÍA i


La exploración de esta región implica tener al paciente en decúbito dorsal en posición
neutral y con la rodilla flexionada para una mayor y mejor visualización del cartílago
hialino femoral, así como para evaluar el tendón rotuliano en tensión.

REGIÓN SUPRAPATELAR
 Las estructuras de mayor interés en la región suprapatelar incluyen el tendón del
cuádriceps, el receso suprapatelar y el cartílago troclear del fémur. La región
suprapatelar de la rodilla se observa mejor con el paciente acostado en posición
supina neutral. El examen también puede ser realizado con la rodilla flexionada
20º - 30º; esto se puede lograr colocando una almohada bajo el área poplítea. La
flexión leve de la rodilla pone en tensión el tendón rotuliano, haciéndolo paralelo
al transductor, y así evitando la anisotropía, al escanearlo en el eje longitudinal.
 La primera estructura que sirve como punto de referencia es el tendón del
cuádriceps, con su estructura fibrilar. En el eje longitudinal se puede apreciar la
inserción en el polo superior de la rótula, donde a veces se puede identificar
patología tendinosa y entesitis. Con frecuencia se puede apreciar la apariencia
trilaminar del tendón del cuádriceps; el recto femoral es el más superficial, las
fibras del vasto medial están en el centro, y las fibras más profundas son del
vasto intermedio.
 Proximal a la patela se encuentran el cojín adiposo suprapatelar, que se aprecia
como un área hiperecoica, y el cojín adiposo prefemoral, que está más profundo
y proximal que el suprapatelar, inmediatamente sobre la línea cortical del fémur.
Entre estas dos estructuras encontramos el receso suprapatelar. En condiciones
normales, las superficies articulares están separadas por una fina capa de
líquido sinovial. Cuando este volumen de líquido articular aumenta, se produce
un derrame articular, lo que nos indica la existencia de una artropatía. Cuando
hay líquido o hipertrofia sinovial, se aprecia distensión del receso, y al presionar
con el transductor se puede saber si es líquido (se comprime) o hipertrofia
sinovial (no se comprime).
 Como parte del examen del receso suprapatelar, se deben también escanear las
áreas medial y lateral al tendón del cuádriceps, ya que allí se puede acumular
líquido sinovial, especialmente con el paciente en posición supina. Estas áreas
se pueden comprimir manualmente para desplazar y visualizar mejor el líquido
articular.
 El cartílago femoral se puede apreciar con la rodilla en flexión completa, ya que
el tendón del cuádriceps causa desplazamiento proximal de la rótula,
permitiendo visualizar el cartílago con su estructura hipoecoica.
 El cartílago en condiciones normales se visualiza como una banda anecoica con
bordes bien delimitados pertenecientes al margen superior (o condro-sinovial) e
inferior (osteocondral).

REGIÓN INFRAPATELAR
 Esta región puede ser explorada en posición neutral o con la rodilla ligeramente
flexionada. Las ondas ecográficas deben estar perpendiculares al área de
valoración, evitando la anisotropía que conlleva la exploración del tendón
rotuliano y el cuádriceps en sus inserciones. Como regla, se deben hacer cortes
tanto longitudinales como transversales, y dependiendo del nivel, se pueden
encontrar las siguientes estructuras:
 El tendón rotuliano ancho en su inicio en el tercio medio de la rótula tiene un
diámetro de 2.9 mm en las mujeres y 3.5 mm en el hombre, es de menor
diámetro al insertarse en la tuberosidad de la tibia y habitualmente es de menor
ecogenicidad en sus sitios de inserción. Profundo al tendón se sitúa la grasa de
Hoffa, que normalmente se ve heterogénea, y adyacente a la tibia pueden
ubicarse las bursas infrapatelar superficial y profunda como imágenes anecoicas
sin que esto signifique patología, especialmente si su tamaño no supera los 2
mm. Se debe girar el transductor en sentido transversal para evaluar el tendón
rotuliano.

REGIÓN MEDIAL Y LATERAL


 Se deben explorar los recesos rotulianos medial y lateral, porque al ser zonas de
declive se acumula el líquido sinovial en caso de existir derrame. Se sabe que
los recesos para-patelares medial y lateral son parte del receso suprapatelar, por
lo que es válido comprimirlas manualmente y evaluar el aumento de líquido.

Cara medial
 Con el paciente en decúbito supino, la rodilla ligeramente flexionada en ángulo
de 10° a 20° y con leve rotación externa se explora la región medial. Las
estructuras que exploraremos desde la superficie hasta la profundidad son:
ligamento colateral interno, cuerno del menisco interno y la inserción de los
tendones de la pata de ganso o pens anserino (de anterior a posterior: sartorio,
recto interno y semitendinoso).
 Se coloca la sonda longitudinalmente al eje mayor de la rodilla y desplazándola
desde arriba hacia abajo, desde la porción proximal del cóndilo femoral medial
hasta la metáfisis proximal de la tibia; se puede identificar al ligamento colateral
interno. La zona donde más frecuentemente se lesiona es en la proximal, cerca
del origen del cóndilo femoral.
 En la interlínea articular se observa el cuerno del menisco interno, el cual es
hiperecoico de forma triangular de base externa y vértice apuntando al interior
de la articulación. Para examinar la inserción de la pata de ganso se desplaza el
transductor hacia la tibia, con ligero corte oblicuo de las ondas ecográficas.
Estos tendones se insertan en un único tendón en la cara supero-interna de la
tibia. En condiciones patológicas se puede observar la bursa anserina.

Cara lateral
 Se puede estudiar en tres posiciones: en rotación interna con flexión de 10° a
20° (también está aceptado hacerlo con extensión completa), decúbito lateral o
en prono (para valorar estructuras posterolaterales). Se examinarán de anterior
a posterior: banda iliotibial, origen del tendón poplíteo, ligamento colateral lateral,
tendón del bíceps femoral, cuerpo del menisco lateral y el espacio articular
lateral. La cintilla ilio-tibial se identifica por el reparo anatómico óseo del
tubérculo de Gerdy en la cara anterolateral de la tibia. El origen del tendón
poplíteo se localiza con referencia al surco poplíteo del cóndilo femoral externo,
justo por delante del origen del ligamento colateral externo. El ligamento
colateral externo, que se inicia en el cóndilo femoral externo, junto a la parte
distal del tendón del bíceps femoral, tiene una inserción común en forma de V en
la cabeza del peroné y aparece como una banda delgada hipoecoica.

REGIÓN POSTERIOR
 Por ultrasonografía exploramos la fosa poplítea, que está delimitada:
• Lateralmente por el bíceps femoral (inserción en cabeza del peroné)
• Medialmente por los tendones: semitendinoso y semimembranoso
• Inferiormente por el gastronecmio con sus cabezas lateral y medial.

Contenido
 En la región posterior están inmersas arteria y venas poplíteas, nervios tibial y
peroneo común, ganglios linfáticos y grasa. Estudiamos esta región con el
paciente en decúbito prono con el miembro inferior en extensión y los pies fuera
del borde de la camilla. Comenzamos colocando el transductor transversalmente
en la zona posteromedial de la pantorrilla, donde se observa la ecoestructura
típica del músculo gemelo superficial al músculo soleo. Al movernos
proximalmente hacia la interlínea articular encontramos el tendón del
semimembranoso lateral a la cabeza medial del gastronecmio. Superficial al
semimembranoso se halla el tendón del semitendinoso, más pequeño. Luego
colocamos el transductor de forma longitudinal, para observar profundamente la
interlínea articular posterior y el cuerno posterior del menisco medial hiperecoico
triangular.
 Con el transductor en posición sagital nos movemos lateralmente hasta localizar
el menisco lateral. El aspecto lateral del cuerno posterior del menisco lateral es
difícil de ver debido a que el tendón poplíteo corre por su borde posterior; por
esto la ultrasonografía es menos útil para evaluarlo. Por último, rotamos el
transductor de forma transversal y evaluamos la región central del
compartimiento posterior, donde encontramos el contenido del hueco poplíteo: el
nervio tibial que corre adyacente a la arteria y vena poplíteas y el nervio peroneo
común próximo al borde lateral del gemelo externo.

Bursas
 En la zona medial del hueco poplíteo es donde buscamos la presencia de
quistes sinoviales que representan el hallazgo ultrasonográfico más común. Una
bursa comúnmente estudiada es la gastronecmio-semimembranosa. Cuando se
encuentra distendida se denomina quiste de Baker. Aproximadamente en un
50% de los adultos mayores de 50 años la articulación de la rodilla se comunica
con la bursa referida. La causa de quiste de Baker en el adulto es típicamente
una artropatía de la rodilla que produce derrame sinovial.

Ligamentos cruzados
 Para el estudio de los ligamentos cruzados anterior (LCA) y posterior (LCP) el
estándar de oro continúa siendo la resonancia magnética, pero su evaluación
con ecografía, en manos entrenadas, puede proveer información adecuada de
su estructura. Se observa por ecografía posicionando las ondas
longitudinalmente en la línea media de la fosa poplítea. Normalmente tiene un
margen posterior bien definido y forma triangular.

PRINCIPALES PATOLOGÍAS DIAGNOSTICADAS POR ECOGRAFÍA


En este estudio describiremos algunas afecciones de rodilla que por su importancia y
frecuencia en nuestro medio son de interés su exposición y conocimiento. Entre estas
se encuentran las entesopatías, las rupturas de tendones y ligamentos, las bursitis, las
rupturas y desgarros meniscales, el derrame sinovial, así como otras alteraciones
inflamatorias y/o degenerativas de la articulación de la rodilla. Todas con patrones
ecográficos variables, que en ocasiones pueden ser similares y conducen a realizar
diagnóstico diferencial entre ellas. A continuación exponemos cortes estándar a nivel
de la rodilla:
Cortes Standard Estructura a evaluar Hallazgos detectables
Corte suprapatelar anterior Receso articular Derrame sinovial /hipertrofia
longitudinal / transversal sinovial
Tendón del cuádriceps Presencia de señal DP
Ruptura y Entesopatía
Calcificaciones
Osteofitosis rotuliana
Corte suprapatelar anterior Cartílago hialino Cambios sugestivos de artrosis
longitudinal / transversal Depósitos microcristalinos
con la rodilla en máxima
flexión.
Corte infrapatelar anterior Bursa prepatelar e infrapatelar Bursitis
longitudinal / transversal superficial y profunda Presencia de señal Power
Doppler
Tendón rotuliano (inserción Ruptura y/o Entesopatía
superior e inferior) Calcificaciones
Enfermedad de Osgood –
Schlatter
Jumper ś knee
Corte longitudinal medial Fibrocartílago meniscal interno Quistes protrusión meniscal
Depósitos microcristalinos
Osteofitosis
Corte longitudinal lateral Fibrocartílago meniscal Quistes y/o protrusión meniscal
externo Depósitos microcristalinos
Corte posterior longitudinal Fosa poplítea Quiste de Baker
/ transversal

LESIONES TENDINOSAS
Los tendones que se afectan con más frecuencia son:
 El tendón del cuádriceps. Puede romperse total o parcialmente durante la actividad
deportiva, generalmente cuando la rodilla esta en flexión y sometida a fuerte
sobrecarga. Esta lesión produce dolor agudo en la cara anterior de la articulación e
incapacidad para los movimientos de extensión.
 El tendón rotuliano o ligamento rotuliano que es la continuación del anterior. Las
rupturas del tendón rotuliano ocurren generalmente en personas menores de
cuarenta años y si no se reparan con cirugía ocasionan retracción y atrofia del
músculo cuádriceps. También puede afectarse por tendinitis, proceso que se
conoce como rodilla del saltador (Jumper knee), por ser frecuente en esta actividad
atlética.
 El tendón de la pata de ganso (pens anserino). Está formado por la unión de los
tendones del músculo semitendinoso, sartorio y recto interno del muslo, también
llamado músculo grácil. Se inserta en la cara interna y superior de la tibia. La
tendinitis de la pata de ganso o anserina produce dolor en la región interna de la
rodilla principalmente al realizar movimientos de extensión.
 El tendón del músculo poplíteo. La tendinitis poplítea causa dolor en la parte
posterior y externa de la rodilla que aumenta cuando se corre cuesta abajo.
Las afecciones más frecuentes de los tendones son:
 Peritendinitis: se considera el periodo inicial de una enfermedad tendinosa,
caracterizada por un proceso inflamatorio y que en la ecografía puede mostrar
edema del peritendón.
 Tendinitis: Es la inflamación aguda o crónica de un tendón, el cual se muestra
doloroso a la palpación con el transductor.
 Insercionitis: hay un área hipoecoica en la inserción del tendón. A veces se
asocia a microcalcificaciones y distensión de la bursa vecina.
 Tendinopatías degenerativas: pueden ser locales o difusas y casi siempre
preceden a una ruptura. Se ven con frecuencia en la xantomatosis, en la
insercionitis proximal del tendón rotuliano y en la osteocondritis de la tuberosidad
tibial anterior.
 Rupturas parciales y totales: en las rupturas parciales no recientes, hay un
patrón de tendinopatía degenerativa, con áreas hipoecoicas debidas a
hematomas y retracción de algunas fibras.

Entesopatías de la rodilla
 Diferentes autores describen como hallazgos ultrasonográficos indicativos de
entesopatía, los siguientes aspectos: aumento del espesor tendinoso, alteración
de la ecoestructura fibrilar normal, calcificaciones, bursitis, aumento de la
vascularización (señal DC o DP), erosiones óseas y entesofitos.
 Es oportuno recalcar que estos hallazgos, si bien son fundamentales en el
estudio de las espóndilo-artropatías seronegativas, no presentan carácter de
especificidad de estas patologías, ya que alteraciones degenerativas y/o
alteraciones mecánicas- traumáticas (en particular, en deportistas) pueden
mostrar hallazgos ecográficos similares.

Tendinopatía patelar proximal o insercionitis


 La tendinopatía patelar proximal o insercionitis, causada por un sobreuso del
mecanismo extensor de la rodilla, es la llamada rodilla del saltador (Jumper s
knee). Se ve con frecuencia en aquellos deportes que requieren una acción
repetida del mecanismo extensor de la rodilla. En la ecografía el tendón aparece
engrosado focalmente, inmediatamente por debajo del vértice de la patela,
ligeramente hipoecoico, por degeneración mixoide, lo que favorece su ruptura. Si
se prolonga la tendinitis, en deportistas que siguen entrenando, se interesa todo
el tendón que aparece engrosado e hipoecoico, a veces con calcificaciones en
los casos crónicos.
 Es importante diferenciarlo de la bursitis peritendinosa de la tuberosidad tibial
anterior, la cual se caracteriza por una colección anecoica, oval, vecina al tendón
patelar.
Lesiones del componente retinacular
 Los retináculos son extensiones de las fascias de los vastos medial y lateral
que refuerzan y guían los desplazamientos normales de la patela. Los
retináculos consisten en capas de tejido conectivo fibroso que cursan
oblicuamente a partir de los bordes de la patela y que proporcionan estabilidad a
la articulación.
 El retináculo medial se lesiona más frecuentemente, sobre todo en las
luxaciones rotulianas y se puede asociar con edema y hemorragia. En la
ecografía los retináculos aparecen con estructuras bilaminares, con una capa
superficial y otra profunda, más gruesos en su inserción patelar.
 El examen del alerón rotuliano o retináculo interno como estructura que prolonga
las fibras del músculo vasto interno, hasta que alcanzan el polo superior y medial
de la patela, provoca una imagen hiperecogénica y fibrilar que tiene un escaso
grosor (entre 1 y 2 mm).
 En caso de lesión, el aspecto fibrilar que presenta el retináculo medial, se ve
interrumpido, por una imagen anecoica o hipoecoica, que corresponde a la
disrupción de las fibras y a la formación de un hematoma. Cuando la lesión se
cronifica, el alerón aparece hiperecoico y engrosado respecto al contralateral.
 Al borde externo del polo superior de la cara lateral de la rótula, llegan las fibras
que prolongan el vasto externo, formando una estructura acintada y fibrilar que
se llama alerón o retináculo externo. Sus fibras discurren en dirección oblicua
hacia abajo y hacia delante, para insertarse sobre la rótula y el tendón rotuliano.
La exploración mediante ultrasonidos permite identificar las dos capas, que
unidas forman una imagen fibrilar hiperecoica.
 En la patología de retináculo lateral la exploración ecográfica permite demostrar
un engrosamiento del alerón, que además presenta un predominio
hipoecogénico.
 Colocando el transductor longitudinalmente sobre la cara lateral de la rodilla se
encuentra una línea curva y reflectante que es la referencia ósea del cóndilo
femoral y por encima de ella se observa una banda de aspecto fibrilar e
hiperecoico que es la cintilla iliotibial.

El síndrome de la cintilla iliotibial se produce como consecuencia del desplazamiento


posterior de dicha estructura sobre el cóndilo lateral del fémur, durante la flexión de la
rodilla y el desplazamiento anterior cuando la rodilla se extiende. El examen ecográfico
demuestra la acumulación de líquido inflamatorio alrededor de la cintilla iliotibial, que
provoca una imagen característica de engrosamiento de esta banda y de edema
hipoecoico en su entorno.
Si se desplaza la sonda siguiendo el cóndilo en sentido caudal se alcanza la fosita
poplítea donde se inserta el tendón poplíteo, que produce una imagen circular
hiperecoica rodeada de un fino espacio libre de eco. En este estudio coronal además
se puede observar, como el tendón se curva posteriormente pasando por debajo del
ligamento lateral externo continuándose con el vientre muscular poplíteo. En casos de
lesión la exploración ecográfica demuestra la presencia de una imagen anecoica
redondeada que circunda el tendón normoecoico, situada por debajo del ligamento
lateral externo, aunque en ocasiones lo rebasa.
También en la cabeza del peroné se inserta el tendón del bíceps femoral que tiene un
trazado oblicuo en dirección posterior. Por ello, para su estudio se debe mantener la
posición de inicio de estudio del ligamento lateral externo y manteniendo el extremo
inferior de la sonda sobre la cabeza del peroné se oblicuará la misma 30-40º en sentido
posterior. Ecográficamente este tendón aparece como una banda fibrilar e hiperecoica,
que se prolonga proximalmente hasta formar la unión miotendinosa.
Cuando se produce la lesión, el examen ecográfico permite observar un engrosamiento
del área de inserción del tendón, en la zona que rodea a la cabeza del peroné junto a
la presencia de imágenes hipoecoicas, que desestructuran el patrón fibrilar. En algunos
casos, se llega a producir la rotura del tendón, apareciendo una imagen hipoecoica que
invade el espacio de la unión miotendinosa del bíceps.
Cuando el transductor en un eje sagital se desplaza hacia la cara interna de la tibia, se
observa el tendón de la pata de ganso, formado por las inserciones tendinosas de los
músculos sartorio, recto interno y semitendinoso que se fijan en la cara antero-medial
de la metáfisis tibial. Este tendón que presenta un aspecto fibrilar e hiperecoico discurre
en una posición superficial y medial al ligamento lateral interno. En caso de lesión, a
través del examen ecográfico se observa que el tendón de la pata de ganso suele
perder su aspecto fibrilar (tenosinovitis del pens anserino), alcanzando un mayor
grosor y tomando un aspecto predominantemente hipoecoico. En otros casos, la
patología de este tendón puede producirse a nivel de la inserción, observándose en
todos estos casos una imagen anecoica que invade el tejido fibrilar tendinoso, debido a
la degeneración de sus fibras o a la inflamación de la bursa que ocupa este espacio.

Otras tendinopatías
 Casi siempre son postraumáticas o relacionadas con un trauma deportivo y casi
nunca de naturaleza degenerativa, salvo la asociada con la enfermedad de
Osgood-Schlatter u osteocondrosis. En que hay una apófisis tibial prominente
que predispone a una tendinopatía crónica de la porción distal del tendón
patelar, asociado a veces con una bursitis infrapatelar.

Enfermedad de Osgood-Schlatter
 Se cree que esta enfermedad es causada por lesiones pequeñas y usualmente
inadvertidas, ocasionadas por la sobrecarga repetitiva antes de que se complete
el crecimiento del área. También se cree de otro factor que pueda afectar la tibia
que marca como culpable a la tirantez de los músculos que se encuentran
anteriores al cuádriceps que está unido con los tendones que corren por la
rodilla hasta la tibia para conectar ambos músculos. Al momento de contraerse,
el tendón puede comenzar a tirar del hueso de la pantorrilla causando el dolor.
Este trastorno se observa muy a menudo en adolescentes activos y atléticos,
generalmente en edades comprendidas entre los 10 y los 15 años. Es común en
adolescentes que juegan fútbol, baloncesto y voleibol, al igual que aquellos que
practican gimnasia. Esta enfermedad afecta más a menudo a los hombres que a
las mujeres, dado a que ellos practican más estos deportes, sobre todo el fútbol.
 En la enfermedad de O-Sch, el cartílago no osificado de la tuberosidad tibial
anterior aparece inflamado con engrosamiento del tejido celular subcutáneo
(TCS), edema del tendón patelar y distensión de la bursa profunda infrapatelar.

Enfermedad de Sinding-Larsen-Johannson
 La enfermedad de Sinding-Larsen-Johannson ocurre en el niño donde hay
fragmentación del polo inferior de la patela y se puede ver en la ecografía, a
veces asociada con edema del tendón patelar o de la grasa de Hoffa.

Ruptura tendinosa
 La ruptura del tendón del cuádriceps, frecuente en la prótesis total de la rodilla,
en los traumas, en las contracturas musculares bruscas y en algunas
enfermedades sistémicas, aparece como una hendidura hipoecoica con
separación del tendón en ambos lados, en ocasiones con presencia de liquido
arremolinado en su interior, muchas veces con producción de una sombra
acústica por artefacto de refracción.
 La ruptura puede ser total o parcial y predomina en la unión músculo-tendinosa o
en la inserción del tendón en la patela. En la ruptura parcial se ve un defecto
hipoecoico (hematoma) en algunas de las 4 láminas de este tendón.
 Los tendones del bíceps femoral y los de la corva también son susceptibles a las
rupturas tendinosas. Cuando se rompe el tendón del bíceps femoral, que ayuda
a estabilizar la articulación, se confunde con una ruptura del menisco lateral. La
ruptura de los tendones de la región anserina, son frecuentes en los peloteros.
El tendón aparece engrosado, hipoecoico y con una bursitis asociada.

Quiste del tendón patelar


 El quiste del tendón patelar se trata de una degeneración quística en el 1/3
proximal de este tendón en atletas de gran actividad física y que puede rodearse
de una cápsula. Casi siempre se trata de un proceso degenerativo mucoide. En
la ecografía aparece hipoecoico o anecoico, con bordes bien definidos.

LESIÓN DE LOS LIGAMENTOS COLATERALES


Los ligamentos extrarticulares de la rodilla son los de más fácil acceso a la ecografía y
su enfermedad traumática es muy frecuente.

Lesión del ligamento colateral medial (LCM)


 En condiciones normales, y como ya hemos señalado, el LCM muestra 2 bandas
paralelas anchas hiperecoicas separadas por un tejido areolar laxo, hipoecoico,
extendido desde el cóndilo medial a la metáfisis tibial interna, en forma de una
estructura plana y ancha. La banda profunda está unida al menisco tibial. Su
grosor promedio en su inserción femoral es de 4.3 mm y en la inserción tibial es
de 2.3 mm. Tiene una capa profunda unida al menisco medial y una capa
superficial.
 La lesión de este ligamento se produce por un estrés en valgo con la rodilla
parcialmente flexionada. En ocasiones es complicación de una artroscopía. En la
ecografía aparece como una estructura trilaminar compuesta de 2 capas
hiperecoicas separadas por una zona central hipoecoica constituida por tejido
areolar laxo y ocasionalmente por una bursa.
 En la ecografía la ruptura se ve como una estructura hipoecoica heterogénea,
con el ligamento engrosado, por edema y hemorragia. Por lo general la ruptura
predomina en las fibras profundas vecinas al cóndilo femoral medial, donde se
puede ver un área focal hipoecoica. En las rupturas agudas la lesión se muestra
como una interrupción en las bandas hiperecoicas que interesan a ambos
componentes del ligamento y cuyo defecto puede contener líquido.
 La ruptura del LCM se asocia con frecuencia a ruptura del LCA y del menisco
medio. En las lesiones crónicas con formación excesiva de un tejido de
granulación y degeneración mucoide del ligamento, se puede ver una masa
ecogénica dentro de él con interrupción del aspecto trilaminar que casi siempre
es más prominente en su inserción femoral, a veces con calcificaciones
(enfermedad de Pellegrini-Stieda). Este síndrome representa a una miositis
osificante sobreañadida a ruptura crónica del ligamento colateral medio en su
inserción femoral, que produce sombra acústica. Ocurre sobre todo en los casos
de rupturas ligamentarias mal tratadas.

Lesión del ligamento colateral lateral (LCL).


 Los traumas de este ligamento ocurren con la pierna en rotación interna y con
una fuerza aplicada en varus. En la ecografía se ve como un área focal
hipoecoica que es dolorosa a la presión o como un segmento engrosado vecino
al peroné. Se asocia a desgarros del ligamento cruzado y del menisco lateral,
así como a desgarro de la banda iliotibial.
 La ruptura completa del ligamento se muestra por una discontinuidad de éste
con un hematoma (hipoecoico o anecoico), mientras que la ruptura parcial o
esguince se puede ver como un área de hipoecogenicidad y de engrosamiento
del ligamento. Se puede asociar con ruptura del ligamento cruzado anterior, del
menisco lateral, así como con desgarro de la banda iliotibial.

LESIÓN DE LOS LIGAMENTOS CRUZADOS


El estudio con ecografía de los ligamentos cruzados requiere de una gran experiencia y
no siempre se obtiene una ventana adecuada para su estudio.

Ligamento cruzado anterior (LCA)


 El ligamento cruzado anterior limita la hiperextensión y la rotación tibiofemoral,
así como evita el desplazamiento anterior de la tibia. En condiciones normales el
LCA se puede ver como una estructura lineal hipoecoica por detrás de la patela
en un corte sagital oblicuo anterior, con la rodilla flexionada a 60 grados. Las
lesiones de este ligamento pueden ocurrir con la rotación externa y la abducción
en hiperextensión, en ocasión de un desplazamiento directo hacia adelante de la
tibia; así como en la rotación interna de la tibia con la rodilla en extensión
completa. La mayoría de las rupturas ocurren en la caída por salto en un
“pivoteo” o una desaceleración súbita. Se asocia a derrame hemorrágico de la
articulación y a desgarros del menisco medial y del ligamento colateral medial.

Ligamento cruzado posterior (LCP)


 El LCP se origina en la superficie lateral del cóndilo femoral interno y se inserta
en el área intercondílea de la porción proximal de la tibia, a 1 cm por debajo de
la superficie articular. Tiene un curso sagital oblicuo en su ½ distal en un plano
paralelo y muy relacionado, con la porción proximal y posterior de la tibia. Su
longitud promedio es de 38 mm y su ancho de 13 mm. Su área de corte
seccional disminuye hacia su porción distal y en la medición se incluye la grasa
vecina y los ligamentos menisco-femorales.
 El LCP, es uniformemente hipoecoico, con su borde anterior íntimamente unido
a la porción proximal de la tibia. El contorno posterior es liso y bien delimitado de
la grasa intrarticular, que es hiperecoica. Se puede ver bien la porción de la
cápsula que aparece como una línea hiperecoica entre la grasa articular y el
músculo vecino, que es hipoecoico.
 En los pacientes normales, el grosor oscila entre 3.7 y 6.2 mm, con una media
de 4.5 mm; la diferencia de grosor con el ligamento sano, siempre es menor de 1
mm.
 Las lesiones del LCP son frecuentes en los traumas de la rodilla, casi siempre
por un trauma violento. Se asocia con desgarros del ligamento cruzado anterior,
del menisco o de los ligamentos colaterales.

LESIONES DE LOS MENISCOS


Es conveniente insistir en el aspecto anatómico y ecográfico normal de los meniscos.
Los meniscos están compuestos de un cartílago semilunar unido en su periferia a la
cápsula de la articulación de la rodilla. Los meniscos son estructuras triangulares con
un borde externo convexo y un borde interno cóncavo, habiéndose dividido en un
cuerno anterior, el cuerpo y un cuerno posterior. El examen debe realizarse en decúbito
lateral con cortes transversales y longitudinales y haciendo ligero estrés en valgus y
varus para examinar a los meniscos medial y lateral respectivamente. En la ecografía,
el menisco aparece como un triángulo homogéneo hiperecoico interpuesto entre las
capas hipoecoicas del cartílago articular.
En la ecografía la ruptura del menisco puede verse como un defecto hipoecoico dentro
del menisco, aunque también se ha descrito la presencia de bandas lineales
ecogénicas o focos punteados dentro del mismo.
Mucho se ha discutido el papel de la ecografía en las lesiones meniscales. Ello incluye:
- La detección de rupturas o desgarros meniscales en ocasión del diagnóstico de
un quiste de Baker.
- La detección de una separación menisco-capsular.
- La evaluación de una rodilla dolorosa con exámenes previos negativos.
- Para identificar lesiones de los ligamentos colaterales o de las bursas
periarticulares.
- Para el diagnóstico de un quiste meniscal.
- Para el estudio del menisco postoperatorio.
- Para la identificación del grado de lesión meniscal, no siempre posible.

Desgarros y rupturas de los meniscos


 El menisco se lesiona generalmente por un mecanismo de rotación, cuando la
rodilla se encuentra en situación de semiflexión y con el pie apoyado. En estas
circunstancias, al producirse la rotación, el cóndilo del fémur presiona
directamente con el menisco y este se rompe o fisura. Las roturas pueden
revestir diferente gravedad y se dividen en horizontales, verticales, transversales
u oblicuas y mixtas. El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas
característicos, signos clínicos y la realización de resonancia magnética y
artroscopía que puede ser al mismo tiempo diagnóstica y terapéutica. ii
 Los meniscos lesionados deben ser evaluados teniendo en cuenta
modificaciones en su forma, volumen y las alteraciones en su ecogenicidad. Se
ha tratado de establecer una clasificación de las rupturas meniscales con la
ecografía parecida a la obtenida con la resonancia magnética de imágenes
(RMI) y que la divide en 3 grados. Así tenemos:
Lesión meniscal grado 1. Se ve un área con alteración de la ecogenicidad focal
intrameniscal que no llega a la periferia. Puede verse de manera asintomática en
algunos atletas. Se corresponde con un foco de degeneración mucinosa precoz,
déficit de condrocitos o con un área hipocelular (mejor visualizada en la RMI).
Lesión meniscal grado 2. Hay una línea horizontal intrameniscal, con alteración de
la ecogenicidad que llega a la porción periférica del menisco sin interesar la
superficie articular. Las áreas de degeneración mucinosa son más extensas y más
frecuentes en el cuerno posterior del menisco medial.
Lesión meniscal grado 3. En este grado el área se extiende hasta la superficie
articular. Se asocia con separación fibrocartilaginosa. Las lesiones de grado 3 son
más frecuentes en el cuerno posterior del menisco medial sobre todo en su cara
inferior.
En todos los grados anteriores, deben valorarse las alteraciones de la morfología del
menisco y modificaciones de su tamaño.

Separación menisco-capsular
En condiciones normales el cartílago articular del platillo tibial, debe estar cubierto por
el cuerno posterior del menisco tibial, sin estar expuesto a la superficie del cartílago
articular. Los signos de una separación meniscocapsular, en la RMI son:
- Desplazamiento en 5 mm. o más del cuerno posterior del menisco medial.
- Presencia de cartílago articular medial no cubierto por el menisco.
- Presencia de líquido interpuesto entre el borde periférico del menisco y la
cápsula.
- Cuando hay una separación completa del cuerno posterior se puede ver al
menisco flotando libremente, sobre todo si se asocia con ruptura del LCM, lo que
es frecuente.
En ocasiones y con la ecografía, se pueden identificar algunos de estos signos.

Quistes meniscales
 Los quistes meniscales son masas quísticas multiloculadas llenas de material
mucinoso. Para algunos se originan por una hendidura horizontal del menisco,
mientras que para otros son debidos a una degeneración mixoide.
 En la ecografía los quistes meniscales aparecen como estructuras hipoecoicas o
anecoicas loculadas y en los cuales puede verse el desplazamiento del líquido
en su interior cuando se comprime con el transductor. En las áreas de
degeneración mixoide el menisco aparece engrosado e hipoecoico. Cuando un
quiste es muy grande puede simular un tumor y provocar erosión del platillo tibial
lateral. En las formas crónicas el líquido se espesa y puede aparecer sólido,
situándose vecino o lejos de la articulación.
Menisco discoide
 En esta entidad el menisco displásico pierde su forma semilunar en «C» y toma
una configuración discoide ancha. Es más frecuente en el menisco lateral y son
más susceptibles a los desgarros y quistes. El menisco es más alto que el
opuesto (>2 mm) y se pierde su afinamiento central.

Calcificación meniscal
 Ocurre en la condrocalcinosis, y durante el desarrollo, como aberración en la
diferenciación de las células mesenquimales dentro del menisco. En la ecografía
se pueden detectar sombras acústicas intraarticulares vecinas a los platillos
tibiales producidas por las calcificaciones de los meniscos.

LESIONES DE LOS COMPONENTES ARTICULARES DE LA RODILLA

Derrame articular
 La existencia de derrame no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma
que puede tener muchos orígenes. Las causas se dividen en dos grupos,
traumáticas y no traumáticas. Los derrames de origen traumático pueden estar
asociados a lesión de alguno de los ligamentos que estabilizan la articulación,
fracturas intraarticulares, luxación de rótula o rotura de menisco, aunque puede
existir derrame como única manifestación tras un trauma sobre la rodilla. Los no
traumáticos pueden ser la consecuencia de artrosis, artritis reumatoide,
enfermedades infecciosas que afecten a la rodilla, artritis gotosa y tumores
óseos benignos o malignos.
 El derrame articular en la rodilla es un signo inespecífico que se asocia con
procesos inflamatorios, osteonecrosis, osteoartritis o traumas. En la ecografía
puede detectarse aun en pequeñas cantidades, especialmente en la bursa
suprapatelar, así como por dentro y por fuera de la patela, sobre todo luego de
maniobras de compresión y búsqueda de este alrededor de la patela.
Desde el punto de vista estrictamente ultrasonográfico, el derrame articular puede ser:
1. De tipo exudativo (característicamente anecoica en forma homogénea) por la
presencia predominante de líquido sinovial, como se observa en aquellos derrames
generalmente agudos o subagudos, ya sea de etiología degenerativa o inflamatoria.
La presencia de pequeños spot hiperecogénicos puede orientar en la búsqueda de
una artropatía microcristalina.
2. De tipo proliferativo, en donde predomina el componente de proliferación e
hipertrofia de la sinovial en el interior del derrame (áreas de mayor ecogenicidad
respecto al líquido sinovial y de forma variada, denotando el carácter de cronicidad
del proceso inflamatorio). En estos casos es necesario evaluar el incremento de la
vascularización (neo-angiogénesis) por DP o DC de las áreas de hipertrofia sinovial
para establecer el grado de actividad de la enfermedad.
En las artropatías infecciosas es común encontrar detritus o material purulento en el
interior del derrame que se traduce por ecografía por la presencia de áreas de
ecogenicidad heterogénea, lo cual debe ser siempre cotejado con el estudio
microbiológico del líquido sinovial.
Alteraciones sinoviales
 El engrosamiento de la sinovial puede ser inflamatorio, infiltrativo, infeccioso
crónico, tumoral, etcétera. pero la ecografía carece de especificidad. La
hipertrofia sinovial o pannus puede visualizarse en un grupo de artropatías
inflamatorias (AR, artropatías hemofílicas, etc.), así como en la invasión tumoral
de la sinovial. También puede ocurrir en algunas infecciones crónicas (TB,
hongos) en cuyo caso es frecuente la presencia de adherencias fibrosas y
sinequias. El pannus aparece hipoecoico en relación con las partes blandas
vecinas y pueden verse desechos de fibrina, sobre todo en la AR, en cuyo caso
es necesario realizar mediciones evolutivas del grosor de la sinovial y para lo
cual se selecciona, por lo general, la medida de la mitad de la suma de las
paredes engrosadas anterior y posterior de la bursa, luego de una compresión
suave con el transductor.

Alteraciones del cartílago articular


 En la ecografía el cartílago articular normal aparece como una capa fina
hipoecoica, regular y homogénea vecina al tejido subcondral yuxtacortical, que
cubre la cortical ósea y el cual se puede medir perfectamente. En la ecografía el
primer signo de enfermedad del cartílago es la presencia de edema, que
provoca bordes pobremente definidos, y un aspecto no homogéneo del cartílago.
Las lesiones traumáticas focales pueden aparecer como focos hiperecoicos.

LESIONES DE LAS BURSAS


 En la ecografía y cuando son patológicas pueden visualizarse todas las bursas
alrededor de la rodilla. En la ecografía la bursa normal aparece como una
hendidura hipoecoica en las partes blandas, a menudo delimitada por una línea
hiperecoica producida por la interfase líquido-tejido, nunca mayor de 2 mm. La
afección de las bursas puede ser hemorrágica, por trauma agudo o crónico,
infecciosa, debida a procesos inflamatorios o sistémicos, o por trastornos
infiltrativos. En la bursitis aguda el líquido es anecoico, pero a veces contiene
material ecogénico por hemorragia o pus con bordes borrosos. Puede verse
proliferación sinovial, sinequias y cuerpos libres.
 Hay que recordar que las bursas comunicantes se desarrollan con el tiempo y
que pueden servir como reservas potencial a los derrames y cuerpos libres.
Además, especialmente en las artritis inflamatorias, su cuantificación y la
medición del grosor de la sinovial en la bursa suprapatelar sirven para evaluar la
respuesta al tratamiento. Como en toda bursa comunicante la ecografía puede
diagnosticar cuerpos libres, tabiques, hemorragia o inflamación. Cuando el
quiste se inflama aparece multitabicado, con paredes gruesas, a veces con
fragmentos osteocondrales en forma de masas ecogénicas móviles y nivel
líquido-líquido. Cuando el quiste se rompe pierde su forma, se afina y el líquido
se extiende a la pantorrilla, entre el gemelo y la fascia profunda o entre el
gemelo y el sóleo.

Bursa anserina
 Es la bursa del tendón anserino, formado por la confluencia de los tendones del
sartorio, recto interno y semitendinoso. Es una bursa profunda que cuando se
distiende aparece por detrás del tendón anserino, a veces con tabiques. Por lo
general ocurre en pacientes obesos con osteoartrosis degenerativa o en atletas
y puede confundirse con un quiste de Baker.

LESIONES DE LA ARTICULACIÓN FEMOROTIBIAL

Artropatías inflamatorias
 La presencia de engrosamiento de la sinovial es frecuente en las artritis
inflamatorias, pero puede verse en las infecciones crónicas (por ejemplo
tuberculosis (TB)). La ecografía puede utilizarse para detectar el derrame
articular en la bursa suprapatelar, así como la presencia de una sinovitis
proliferativa. El grosor normal de la pared de la bursa suprapatelar es de 2.7 ±
0.8 mm y sirve para evaluar la efectividad del tratamiento en los procesos
inflamatorios.
 En las artritis inflamatorias el líquido puede contener ecos lineales ecogénicos
por detritus. En los pacientes con una artritis inflamatoria activa o en una
artropatía degenerativa, el cartílago se altera (se engruesa o afina) y los bordes
se hacen borrosos. El cartílago medial normal mide 1.2 mm y el lateral 1.9 mm.

Artritis degenerativa. Osteoartrosis (OA) o Gonartrosis


 El diagnóstico se basa en la medición del grosor del cartílago y en la detección
de los osteofitos. La medición del grosor del cartílago debe hacerse con la rodilla
completamente flexionada, lo que es difícil en estos pacientes. El grosor medio
del cartílago en la zona de carga de peso varía entre 1.2 y 1.9 mm. A veces se
pueden observar cambios degenerativos en los meniscos en forma de focos
lineales muy ecogénicos. Pueden existir desgarros, degeneración meniscal y
esclerosis subcondral.

Artritis séptica
 Hay distensión capsular, derrame articular y alteración en la grasa de Hoffa.
Pueden existir alteraciones osteoperiósticas vecinas, así como detritus
intraarticulares y sinovitis. Estas alteraciones son detectables con la ecografía, la
cual sirve de guía para realizar punciones aspirativas diagnósticas.

Ganglión quístico
 Los gangliones contienen material mucinoso, tapizados por tejido conectivo y no
comunican con la articulación. Los localizados alrededor de la rodilla se originan
en la articulación tibio-peronea superior donde pueden envolver músculos,
tendones o vainas tendinosas. Algunos son intraarticulares, originados del LCA o
LCP, predominando en la fosa intercondílea. A veces se localizan en la grasa de
Hoffa. Los gangliones por lo general son multilobulados y contienen un material
grueso y viscoso.
 En la ecografía se presentan como una masa anecoica, septada, con una pared
hiperecoica bien definida de 1.0 a 2.5 mm de espesor. La masa puede
comunicarse por un cuello estrecho con la articulación tibio-peronea superior y
por lo general se localizan dentro del músculo tibial anterior o peroneo largo.

Condrocalcinosis
 Puede afectar al menisco o al cartílago hialino articular. En la ecografía hay
áreas hiperecoicas lineales dentro de la articulación, paralelas a las superficies
óseas.

Lipohemartrosis
 La presencia de sangre intrarticular en un trauma obliga a sospechar una
fractura intrarticular o una lesión severa capsulo-ligamentosa. La grasa se
origina del hueso, membrana sinovial, estructuras capsulo-ligamentosas o grasa
intrarticular. En la ecografía, y en los casos típicos se ve un nivel líquido-líquido,
el superior es ecogénico producido por la grasa y el inferior hipoecoico,
producido por la sangre.

LESIONES DE LA ARTICULACIÓN FEMOROPATELAR

Plica sinovial
 La plica constituye una variante anatómica presente en el adulto normal entre el
20 y el 60% de los casos. Se puede localizar por encima, por dentro o por
debajo de la patela, la variedad media infrapatelar es la más frecuente. Muchas
veces es un hallazgo durante el examen ecográfico de la rodilla y el diagnóstico
positivo se basa en un engrosamiento de la misma con variación de su
ecogenicidad, alteración de la grasa vecina unido, muchas veces, a irregularidad
y borramiento del cartílago articular vecino del cóndilo femoral interno. Es causa
también de derrame articular y de perimeniscitis medial.

Condromalacia rotuliana
 En esta entidad hay reblandecimiento del cartílago articular de la patela
asociado a cambios degenerativos. Puede ser primaria o idiopática o ser secuela
de un trauma. Predomina en los adolescentes y adultos jóvenes. Como
condiciones predisponentes se señalan: patela alta, un aumento del ángulo en
valgus y una hipoplasia del cóndilo femoral. La forma crónica se ha relacionado
con subluxación, aumento del ángulo Q, imbalance del cuádriceps, un mal
alineamiento postrauma, un síndrome de presión excesiva lateral o lesión del
LCP.
 La ecografía con cortes semioblicuos, permite detectar las alteraciones del
cartílago articular de la patela, que pierde sus características normales y que
puede observarse mejor cuando existe un derrame articular asociado.

Subluxación y luxación de la patela


 La luxación transitoria de la patela ocurre con mayor frecuencia en los
adolescentes y en los adultos jóvenes que realizan actividades deportivas y que
resulta de un movimiento giratorio con la rodilla en flexión. El fémur rota hacia
dentro con la tibia fija, mientras que la rodilla está flexionada, lo que ocurre en
una contracción del cuádriceps que produce un desplazamiento lateral de la
patela fuera de su surco, lo que predomina en los individuos que presentan un
surco troclear poco profundo. Entre los factores predisponentes se citan: patela
alta, hipoplasia del cóndilo femoral lateral, genus valgus, genus recurvatum, una
inversión lateral del tendón rotuliano o una patela displásica.
 La displasia de la superficie patelar del fémur es el factor predisponente más
importante. El examen se hace con la rodilla flexionada en 90 0, examinando la
región por la porción más ventral de la faceta lateral de la patela, que en
condiciones normales tiene un ángulo de 45 0. Además, se puede demostrar la
ruptura del retináculo.

Patela alta y baja


 Hay una relación normal de 1 a 1 entre la longitud de la patela y su tendón. La
patela alta se asocia con subluxación, condromalacia, síndrome de Sinding
Larsen Johansson, parálisis cerebral y atrofia del cuádriceps. La patela baja se
ve en la poliomielitis, acondroplasia y artritis reumatoide juvenil. Este tipo de
enfermedad se estudia mejor en corte sagital, dado que permite un mejor
diagnóstico, así como determinar la mayoría de sus causas.

LESIONES ÓSEAS
Las lesiones óseas de la rodilla son difíciles de detectar con la ecografía, salvo cuando
se asocien con derrame articular. La osteonecrosis, frecuente en las mujeres mayores
de 60 años, suele ser postraumática, asociada a fractura o ser espontánea. No es raro
que se interese la superficie del cóndilo femoral interno y más raramente los platillos
tibiales y el cóndilo femoral lateral. Se asocia, frecuentemente, con desgarros del
menisco. Todas estas alteraciones pueden ser sospechadas con la ecografía.

Osteocondritis disecante
 Trastorno común en la que se forman grietas en el cartílago articular y el hueso
subyacente subcondral. Es una complicación de la necrosis avascular que se
produce en el hueso subcondral. Se produce cuando un pedazo suelto de hueso
o cartílago parcialmente (o totalmente) se separa del extremo del hueso, a
menudo debido a una pérdida del suministro sanguíneo (osteonecrosis) y
descalcificación de la matriz ósea trabecular. El pedazo suelto puede quedarse
en el lugar o alrededor, haciendo que la articulación permanezca rígida e
inestable.
 En la osteocondritis disecante, las lesiones predominan en el cóndilo femoral
interno y cuando hay derrame articular se pueden visualizar los fragmentos
óseos, frecuentes en la porción interna.

Desmoides cortical periostal


 Una lesión ósea muy frecuente en la rodilla es el desmoides cortical periostal. Es
una lesión benigna casi siempre por micro-traumas que se localizan
preferentemente en la porción posterior del cóndilo interno en individuos jóvenes
con reacción perióstica visible a los rayos X. En la ecografía se ve la reacción
perióstica como una banda hiperecoica desplazada de la cortical, con ausencia
de lesión en las partes blandas, localizada en el sitio de inserción de la cabeza
medial del gemelo. Las lesiones tumorales esqueléticas de la rodilla solo se ven
en la ecografía cuando destruyen la cortical o se extienden por las partes
blandas vecinas y en estos casos es muy útil el Doppler color.

MASAS POPLÍTEAS
 La fosa poplítea, como ya hemos mencionado, está limitada por fuera por el
tendón del músculo del bíceps femoral, por dentro por los tendones del
semimembranoso y semitendinoso y por debajo por las cabezas de los gemelos.
Ella contiene el haz neurovascular de la región y sus bursas. El diagnóstico
diferencial de una masa de la región poplítea comprende, entre otras: el quiste
de Baker, el aneurisma de la arteria poplítea, la trombosis venosa, el hematoma
y los tumores.

 El aspecto de los aneurismas varía con el grado de trombosis de su pared y el


Doppler Color es de gran ayuda, lo mismo que en las trombosis venosas. Los
aneurismas de la arteria poplítea aparecen como estructuras saculares o
fusiformes con trombos periféricos, hipoecoicos, a menudo con calcificaciones.
En las trombosis venosas el contenido es hipoecoico y la vena no se deja
comprimir con el transductor.
 Los nervios normales de la región aparecen como estructuras lineales, fibrilares
e hiperecoicas, próximos a los vasos. Los tumores de los nervios se pueden
presentar como masas poplíteas. El diagnóstico de un tumor de la vaina de un
nervio se determina por una masa fusiforme e hipoecoica a lo largo del curso del
mismo.

Quiste de Baker o quiste poplíteo


 Es una formación de contenido sinovial producida al debilitarse la membrana
sinovial que recubre la articulación de la rodilla. Este líquido sinovial se acumula
en la bursa o bolsa del gastronecmio-semimembranosa que se comunica con la
articulación de la rodilla por una abertura en la superficie posterior y medial de la
cápsula articular. El quiste de Baker puede aparecer a cualquier edad incluyendo
edades tempranas de la vida. La ruptura de un quiste de Baker origina un cuadro
generalmente agudo que se acompaña de tumefacción y dolor del miembro
inferior afectado que lleva a impotencia funcional, muchas veces es confundido
con la trombosis venosa profunda por su similitud clínica. En la ecografía el
quiste de Baker aparece como una colección líquida que se inicia en el lado
medial de la fosa poplítea y que al crecer, cruza la línea media.

TUMORES DE LAS PARTES BLANDAS (PB)

 La principal aspiración en la evaluación radiográfica de un tumor de las partes


blandas (PB) es: su detección, identificación de un posible diagnóstico específico
o de un razonable diagnóstico diferencial y su estadiamiento, todo lo cual se ha
mejorado notablemente en los últimos años, con el empleo de la TAC y sobre
todo de la IRM, que permiten su más rápida detección y estadiamiento, dada la
facilidad en precisar sus límites anatomopatológicos. En los últimos años, el
USAR se ha convertido en la herramienta inicial de estudio de estas lesiones. Se
calcula que son capaces de establecer un diagnóstico relativamente específico
en el 25 – 50% de estos tumores.
 Si bien existen múltiples variedades, ellos pueden agruparse en 2 grandes
categorías:
Lesiones benignas: lipomas, histiocitoma fibroso, fascitis nodular, neoplasia
neurogénica, hemangiomas, fibromatosis, sinovitis pigmentada, gangliones
quístico, etc.
 Lesiones malignas: fibrohistiocitoma maligno, fibrosarcoma, liposarcoma,
sarcomas inespecíficos de células fusiformes, leiomiosarcoma,
rabdomiosarcoma, tumores malignos de las vainas de los nervios periféricos
(schwannosarcomas), dermatofibrosarcoma protuberans y sarcoma sinovial.

 La ecografía es una de las técnicas ideales en la detección de los tumores de las


PB, habiéndose demostrado su utilidad también en los tumores óseos, que se
extienden por las PB vecinas. La ecografía permite determinar el tamaño y la
consistencia de las lesiones de las PB, principalmente para diferenciar entre
lesión quística y sólida. También es de utilidad para diferenciar una masa
localizada, de un edema difuso, así como para precisar la localización
intrarticular o extrarticular de una tumoración. Si bien no permite diferenciar una
lesión benigna de una maligna puede servir de guía para una punción aspirativa
con aguja fina o biopsia. En los casos en que se sospecha una masa de las PB,
la mayoría de los autores prefieren utilizar la ecografía como método inicial de
estudio, lo que puede ser seguido de un estudio con RMI y posteriormente una
biopsia. La introducción del Doppler color (DC) permite evaluar el grado de
vascularización de las masas tumorales, así como identificar algunas lesiones
inflamatorias. También se ha utilizado, para monitorear los efectos de la
quimioterapia en los pacientes con tumores malignos, basándose en los cambios
de la vascularización tumoral y de la perfusión.

 Si bien la ecografía es de gran valor en la evaluación de las masas del Sistema


Osteomioarticular (SOMA), se trata de una técnica poco específica. Los tumores
sólidos benignos y malignos, los linfomas, los tumores de los nervios, etc., se
presentan como lesiones hipoecoicas inespecíficas. Como signos de malignidad
se describen: bordes irregulares, textura heterogénea y distorsión de la
arquitectura debido a infiltración de los tejidos vecinos. Las tumoraciones
benignas tienden a desplazar y no a invadir las estructuras cercanas, y por lo
general presentan un contorno nítido y una ecotextura homogénea. No obstante,
hay algunos sarcomas que pueden mostrar límites nítidos y tener una textura
homogénea, sobre todo los de pequeño tamaño. Como ya hemos señalado, el
DC ofrece una información del flujo, lo que permite determinar el grado de
vascularización, la dirección del mismo, así como realizar un estudio cuantitativo.
Se ha utilizado para demostrar las características biológicas de los tumores
malignos y para monitorear la inhibición de la neovascularización tumoral, con el
uso de agentes citotóxicos, que actúan directamente sobre la red vascular. El
DC permite visualizar el origen y el patrón de los vasos que suplen a las masas
sólidas, así como demostrar el flujo sanguíneo intratumoral. La ausencia de este
flujo puede deberse a la existencia de un flujo de muy baja velocidad, no posible
de detectar con el Doppler, lo que ocurre con frecuencia en los tumores muy
grandes con extensas áreas de necrosis. La mayoría de los autores están de
acuerdo con que los parámetros que se deben evaluar en el DC son: cambios en
el flujo sanguíneo intratumoral y cambios en la suplencia sanguínea tumoral a
través de las arterias nutrientes. El primer parámetro puede evaluarse
cualitativamente y semicuantitativamente. Estos pacientes deben ser estudiados
previos al tratamiento, así como valorando el grado de destrucción cortical, si
este existe. Se deben identificar áreas de necrosis tumoral y de calcificación u
osificación. La cantidad del flujo intratumoral, puede determinarse con el Doppler
en una escala de 4 puntos:
1. No hay flujo en el área estudiada.
2. El flujo es mínimo y aparece pobremente diseminado en la masa.
3. El flujo es intermedio con presencia de un anillo vascularizado con o sin áreas
diseminadas de flujo central.
4. El flujo es marcado y difuso dentro del tumor.
Los tumores óseos y de las PB frecuentes en la rodilla, deben evaluarse con un estudio
de Doppler de la arteria femoral distal.

Ultrasonido de tendones:
Las alteraciones de los tendones constituyen una de las mejores aplicaciones de la
Ecografía, debido a su alta sensibilidad para detectar sus lesiones, su bajo costo y la
capacidad para detectar diferentes condiciones patológicas.
El estudio de los tendones obliga al análisis de sus anexos, que intervienen en la
movilidad de los mismos y en su capacidad de desplazamiento. Ellos comprenden:
 Paratendón, constituido de tejido conectivo laxo y cuya función es amortiguar
sus movimientos.
 Las vainas fibrosas y sinoviales.
 Las bursas serosas, que juegan un papel de protección y que disminuyen la
fricción entre él y estructuras vecinas (huesos, músculos, etc.).
 La unión osteotendinosa, conocida como entensis.

Aspecto ecográfico normal:


 En la Ecografía el tendón muestra una arquitectura interna de “Ecos” finos y
paralelos, fuertemente empaquetados, con un patrón fibrilar. Estos “Ecos” se
tratan de reflexiones especulares al haz de US y se definen mejor con
transductores de muy alta frecuencia. Esto explica la marcada anisotropía y la
necesidad de realizar un estudio cuidadoso de los mismos. El epitendón se ve
como una línea hiperreflectiva que rodea al tendón.
 Como se señaló anteriormente, los tendones están rodeados de vainas
sinoviales o paratendones, adheridas al epitendón y dentro del cual el tendón se
moviliza. Por su constitución histológica, en la Ecografía, aparece como un fino
anillo hiperecoico, pobremente definido que rodean a los tendones, en
continuidad con la grasa subcutánea.
 La vaina sinovial es una estructura compleja, compuesta de dos capas: una
capa visceral, unida al tendón subyacente y una capa parietal, en continuidad
con el tejido conectivo vecino.
 Ambas capas están conectadas a un mesotendón que garantiza la suplencia
vascular.
 Hacia los extremos de los tendones, la unión con el músculo es gradual,
mientras que su inserción ósea es brusca e hipoecoica, por la interposición de
una pequeña banda de fibrocartílago.
 Existen una serie de estructuras que fijan a los tendones (retináculos, poleas) y
que los mantienen en sus surcos, durante la actividad física. Su aspecto
Ecográfico depende del sitio anatómico específico, configuración del túnel, etc.

Patología tendinosa:
 En los procesos inflamatorios el aspecto varía según el tendón interesado, así
como por su forma de presentación; aguda o crónica.
 Tendones sin vaina sinovial (tendinitis):
o Aguda: aparece como un engrosamiento del tendón con hipoecogenicidad
focal o difusa.
o Crónica: muestra un engrosamiento focal, con ecogenicidad heterogénea.
El tendón puede tener aspecto nodular y bordes irregulares. Puede
mostrar microrrupturas, calcificaciones, tanto en el tendón como en la
inserción.
 Tendones con vaina sinovial (tenosinovitis):
o Aguda: la inflamación es casi siempre secundaria a un trauma, sobreuso,
etc. El signo más importante es la visualización de líquido en el interior de
la vaina como un anillo hipoecoico peritentinoso. En esta fase la cantidad
de líquido se relaciona con el grado de inflamación.
o Crónica: se puede ver el engrosamiento de la sinovial, que puede
aparecer hipoecoico o hiperecoico, con o sin líquido.

Ganglión quístico (tendones con vaina sinovial):


 Los gangliones son lesiones quísticas artrosinoviales, que predominan en la
mano y la muñeca, por lo general, de contornos bien definidos.
 Es la causa más frecuente de una masa que se encuentre ligada a las vainas
tendinosas o articulaciones. Carece de membrana sinovial y raramente
comunican con las articulaciones.
 En la Ecografía aparecen como lesiones anecoicas, redondeadas u ovales, con
bordes finos y regulares, a veces agrupadas en racimos. Cuando recidivan los
bordes son más gruesos y borrosos, con “Ecos” internos. Cuando se demuestra
un pequeño conducto de comunicación con el espacio articular, el diagnóstico es
definitivo, lo cual es difícil de demostrar en los casos de larga evolución.

Tendinitis de inserción:
 Se conoce también como entensiopatía o lesión por sobreuso. Estas lesiones se
sitúan a nivel de la unión del tendón con el hueso y el conflicto es de naturaleza
mecánica, con microtraumas, por contracciones repetidas en los tendones.
 En la Ecografía es difícil de identificar, requiriéndose transductores de muy alta
resolución.

Tendinitis de causa miscelánea:


 Algunos trastornos metabólicos y sistémicos, pueden inducir diferentes tipos de
tendinitis, como sucede en el hombro y la muñeca, por depósito de
hidroxiapatita.
 También puede ocurrir depósito anómalo de amiloides en pacientes en
tratamiento de hemodiálisis prolongada, observándose en la Ecografía tendones
engrosados y heterogéneos.

Tenosinovitis esclerosante:
 Como sucede en la enfermedad de Quervain, el atrapamiento y conflicto de los
tendones en los túneles osteofibrosos o por debajo de un ligamento o polea,
puede producir microtraumas crónicos.
 Los tendones interesados, aparecen difusamente inflamados, con alteración de
su estructura intrínseca y engrosamiento focal o difuso de la vaina sinovial.
 En los períodos de agudización puede haber derrame articular y en los
movimiento pasivos, durante el examen Ecográfico, puede verse el atrapamiento
de la vaina sinovial a la entrada del túnel interesado.

Ruptura tendinosa:
 Los tendones son estructuras fuertes, que se comportan absorbiendo los
fenómenos de choque y evitan daños potenciales al músculo. Por ello solo se
rompen en presencia de traumas importantes, directos, salvo cuando hay
cambios degenerativos, previos o microtraumas repetidos.
 Otros factores que posiblemente jueguen un papel importante son: el sobreuso,
las alteraciones metabólicas, enfermedades sistémicas, instilación de esteroides
intrasustancia, etc.
 En la ruptura se puede encontrar, en la Ecografía, interrupción total del tendón
interesado, con retracción de los extremos y presencia de un hematoma o tejido
de granulación. La ausencia de colección hemática habla a favor de una ruptura
no reciente. En los casos dudosos, con maniobras pasivas, se puede llegar a ver
la separación de los extremos del tendón.
 El aspecto Ecográfico es muy variable y depende del sitio de la ruptura y de la
presencia o no de vaina sinovial.

Ultrasonido muscular:
 La ecografía es la técnica imagenológica de elección para el estudio de las
lesiones musculares, sobre todo en las personas que practican deporte, en que
la patología muscular y tendinosa es esencialmente de origen traumático.
También puede mostrar las complicaciones que comprometen el porvenir de un
atleta o profesional.
 La realización técnica del examen, por el imagenólogo, requiere de una estrecha
relación con el paciente y con el médico de asistencia, (médico deportivo,
ortopeda, reumatólogo, fisioterapeuta, etc.), de un examen clínico completo,
siendo la ecografía, para algunos, su prolongación técnica.

Indicaciones:
 Lesiones musculares traumáticas: calambres, rupturas, evolución de las lesiones
y complicaciones.
 Lesiones inflamatorias: miositis viral o bacteriana.
 Lesiones musculares periféricas: lesiones de las fascias, aponeurosis e inserción
músculo-tendinosa.
 Síndrome compartimental: agudo y crónico.
 Rabdomiolisis.
 Tumores musculares.
 Enfermedad neuromuscular.
 Como guía para punciones aspirativas o terapéuticas.

Aspecto ecográfico normal:


El patrón Ecográfico muscular es similar en todos los músculos esqueléticos:
 En CL el perimisium aparece como una estría ecogénica, oblicua y paralela, que
contrasta con el fondo hipoecoico del músculo.
 En CT el perimisium aparece como pequeños “Ecos” en “mancha” y líneas
cortas distribuidas a lo largo del fondo muscular hipoecoico. En ocasiones se
pueden ver gruesos tabiques intermusculares, ecogénicos, lo que produce un
patrón reticulado. La fascia intermuscular es muy ecogénica.

Papel de la ecografía en la lesión muscular:


 Valorar la extensión de una lesión y medir la distancia de separación de los
bordes de la herida muscular; de valor pronóstico en el grado de cicatrización y
como guía para la evacuación de hematoma muscular.
 Determinar el estado de curación; de valor pronóstico para reiniciar actividad
física o deportiva.
 Valorar la magnitud de la cicatrización o de la fibrosis; de valor pronóstico sobre
la pérdida de la capacidad muscular.

Lesiones musculares traumáticas:


 Agudas:
o Calambres: US negativo.
o Contusiones:
 Hematoma.
 Ruptura.
 Complicaciones:
o Primer orden.
o Segundo orden:
o Tercer orden.
o Cuarto orden.

Calambre: casi siempre es el resultado de un estiramiento o sobreuso muscular. US


(-).

Elongación: hay estiramiento muscular con microrrupturas de fibrillas y una pequeña


hemorragia. En el US, al inicio, la efusión hemorrágica se muestra como un área difusa
mal definida o engrosamiento muscular mal definido. Más adelante el hematoma se
define mejor, por disminución de su ecogenicidad.

Rupturas:
Hay discontinuidad de las fibras musculares (signo directo) y presencia de hematoma
muscular. (signo indirecto). Pueden ser parciales o totales, por lo que se describen tres
grados:
 Grado I: <5% de la masa muscular Se ven cavidades con líquido hipoecoico en
el vientre muscular desaparecen a las 2 sem.
 Grado II: >5% de la masa muscular Hay fragmentos musculares libres en la
colección hipoecoica.
o Parcial (grado I y II). Se manifiesta por una colección hipoecoica en el
músculo, con pérdida de continuidad de las fibras. Se afectan un número
limitado de fibras. En la Ecografía se puede ver una discontinuidad del
perimisium ecogénico. El área de rotura muestra los bordes dentellados,
rodeada de un halo ecogénico.
 Grado III: se interesa toda la masa muscular con separación del tejido.
o Total (grado III). Hay separación completa de la estructura muscular, con
gran colección hemática intermedia. En la Ecografía se ven los
fragmentos musculares retraídos, rodeados por una colección hipoecoica
(hematoma muscular), que produce el signo de “badajo de campana”.
Fases de la ruptura muscular total:
 Fase aguda: Cavidad irregular con bordes difusos y contenido
ecogénico (Hm).
 Fase intermedia: Colección anecoica (de 24-72 hrs.)
 Fase tardía o de curación: El tejido cicatrizal que rellena la cavidad
aparece hiperecoico. Pueden visualizarse calcificaciones (miositis
osificante).

Complicaciones:
 Primer orden: recidivas por movilización precoz de la fibrosis tardía. Hay retardo
en la reparación y como consecuencia aparece la fibrosis.
 Segundo orden: hematomas encapsulados. Fibrosis perineural y perimuscular.
 Tercer orden: miositis osificante. Hernia muscular.
 Cuarto orden: sepsis.

Sindrome compartimental:
 Agudo: Aumento de los diámetros del compartimento, con desplazamiento y
afinamiento de las fascias vecinas; ECO: aumento de la ecogenicidad muscular,
manteniéndose los septum f-a hiperecoicos
 Crónico: dos mecanismos:
o No hay aumento de volumen y sí engrosamiento y rigidez de la
membrana interósea, a veces con hernia muscular a través de la fascia
vecina. Constituye un 1/3 de los casos.
o Hay expansión normal del compartimento, con demora en la
recuperación fisiológica (6 veces por encima de lo normal). Constituye las
2/3 partes de los casos.

Lesiones tumorales no traumáticas:


Papel de la ecografía en las lesiones musculares no traumáticas:
 Detección de Masas Tumorales, así como en la descripción de su naturaleza
sólida, líquida o mixta.
 Detección y diagnóstico de abscesos y otros procesos inflamatorios, en relación
con entidades de origen sistémicos (dermatomiositis, miastenia gravis, etc.).
 Enfermedades neuromusculares.

Otras miopatías:
En las enfermedades de esta naturaleza, casi todos los músculos esqueléticos están
interesados, por lo que puede seleccionarse la porción media del brazo o del muslo,
salvo en las miopatías inflamatorias, en que debe explorarse el músculo afecto.

Distrofia muscular progresiva.


Bajo este término se incluyen varias entidades, en las cuales la Ecografía refleja el
estadío de la enfermedad: a mayor lesión muscular, mayor alteración Ecográfica. A
medida que avanza la enfermedad, aumenta la ecogenicidad.

Distrofia miotónica.
El aspecto de la Ecografía en esta entidad es muy variable; puede ser normal o existir
un aumento en la ecogenicidad.

Distrofia muscular congénita.


En esta afección hay aumento de le ecogenicidad en el músculo cuádriceps, que puede
involucrar a todas sus cabezas musculares o afectar selectivamente al vasto
intermedio.

Miopatías inflamatorias.
En la polimiositis y dermatomiositis se interesa el músculo en forma de “parches”, los
cuales muestran aumento de la ecogenicidad, asociado a una pobre definición de los
límites entre los bordes óseos y los planos miofasciales. Este patrón varía con la
progresión o mejoría de la enfermedad y evolutivamente se interesan nuevos
músculos. En el período final, el cambio en la ecogenicidad puede interesar a todos los
músculos y en los casos de recuperación clínica, el músculo NO regresa a la
normalidad
Lesiones neuromusculares:
 Bajo este término incluimos las miopatías y las miastenias.
 Las miopatías se tratan de distrofias musculares progresivas e irreversibles. La
más frecuente es la miopatía de Duchenne o Miopatía pseudohipertrófica. Las
otras miopatías son más raras.
 La miastenia se asocia con frecuencia a otras afecciones autoinmunes y su
diagnóstico solo se hace con la biopsia neuromuscular.
 El uso de la Ecografía para la evaluación de las afecciones neuromusculares,
tanto en el niño como en el adulto, debe ser estandarizada y se aconseja tener
patrones preparados previamente, por grupos etáreos entre 1 y 12 meses, entre
12 meses y 5 años y de 5 años en adelante. El paciente debe ser examinado en
posición supina y siempre realizando estudios comparativos.

Ultrasonido Intervencionista.
 Técnica de punción de masas sólidas.
 Técnica de punción de colecciones y quistes.
 Técnica de drenajes biliares.
 Técnica de drenajes en el riñón.
 Técnica de drenaje en otras cavidades.

Indicaciones generales de la biopsia con aguja:


 Se realiza para confirmar una sospecha de malignidad antes de un tratamiento
médico, como la quimioterapia y la radioterapia.
 Con menor frecuencia para determinar la naturaleza de la lesión en pacientes sin
neoplasia conocida.
 Lesiones benignas cuya benignidad debe establecerse.

Contraindicaciones relativas:
 Coagulopatía incorregible.
 Falta de vía de biopsia segura. Las biopsias que deben interesar vasos como la
VCI, la porta extrahepática o esplénica aumenta la hemorragia. También es
preferible que no estén interpuestos el estomago y los intestinos pero no es una
contraindicación.
 Paciente que no coopere. Los movimientos pueden provocar daños tisulares y
hemorragias, muy frecuentes en niños por eso se deben sedar.

Método de visualización:
Ecografía:
 Ventajas:
o Fácil disposición, relativamente barata y portátil.
o No usa radiaciones ionizantes y guía en múltiples planos transversos,
longitudinales y oblicuos.
o Visualiza directamente la punta de la aguja a su paso a través del tejido hacia el
objetivo, así evita estructuras intermedias importantes.
o El doppler ayuda a evitar las partes vascularizadas de las lesiones a biopsias y
otras estructuras vasculares.
o Es ideal en delgados y en lesión superficiales o de profundidad media, es
dificultoso en obesos y lesiones profundas o detrás del intestino y colon o hueso
que interfieren con la ventana gaseosa u ósea.
o Se realizan biopsias renales, hepáticas, cuello, páncreas y otras lesiones de
abdomen y pelvis si se visualiza bien.
o Comparada con la TC, requiere menos tiempo y son más eficaces y da menos
frecuencia de falsos negativos.
Tomografía:
 Ventajas:
o Proporciona una resolución espacial excelente de todas las estructuras que hay
entre la piel y la lesión y ofrece una imagen precisa de la punta de la aguja.
o En la práctica muchas biopsias pélvicas, suprarrenales, pancreáticas,
retroperitoneales y osteomusculares se realizan por TC al verse mejor.

Selección de la aguja:
 Aguja de pequeño calibre:
o De 20 a 25.
o Se usan para el estudio citológico.
o Para puncionar masas por debajo de las asas con menos probabilidad de
infección.
o Para confirma recidiva o metástasis tumoral.
 Aguja de calibre grande:
o De 14 a 19.
o Se utilizan para obtener mayores cantidades de tejido para estudio citológico e
histológico.
o Se usa para diagnostico de linfoma, lesiones benignas, y la mayoría de los
procesos parenquimatosos crónicos difusos como la cirrosis hepática, la
glomerulonefritis o el rechazo de aloinjerto renal.
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