Formación profesional docente en educación inclusiva
INRODUCCIÓN
Un anhelo de los sistemas educativos a nivel internacional es la formación de
docentes para trabajar con la diversidad de estudiantes en el marco de un aula inclusiva, donde se promueva la igualdad y la justicia social. Al respecto, la Agenda 2030 expresa que se debe: garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos Tratar el tema de la educación inclusiva implica considerar una transformación de la sociedad excluyente para que, en la construcción permanente de la democracia y la participación ciudadana, se dé la inclusión de todos los sectores de la sociedad, sin distinción de condición económica, sociocultural, étnica, de género o de posición política. La construcción de esta nueva sociedad conlleva la participación de todos los ciudadanos, de las autoridades gubernamentales y de las instituciones sociales, incluida la educación como institución, que puede favorecer la equidad y la justicia social hacia los excluidos no sólo del sistema educativo sino de la sociedad misma. (Juárez, Comboni y Garnique, 2010)
En Colombia. Se ha encontrado que, para garantizar el derecho a una
educación de calidad, los sistemas educativos no sólo requieren asignar recursos sino formar docentes que puedan contribuir a que, quienes llegan a la escuela, permanezcan en ella y desarrollen todas sus capacidades en una perspectiva de equidad y calidad, en instituciones educativas inclusivas. (Calvo, 2013) De acuerdo a, López, (2015) En la actualidad la sociedad de Chile está procurando la equidad e igualdad de una forma más amplia que la se venía dando hace años atrás, fomentando el respeto a lo diversidad escolar y las necesidades que requieren los grupos vulnerables. Las concepciones de educación inclusiva se fijan más con el pasar del tiempo en nuestra sociedad, ahora con más fuerza con la ratificación de los derechos esenciales de los niños y adolescentes, para acceso al sistema educativo, con esto la sociedad reconoce que ellos tienen peculiaridades, competencias, intereses y necesidades de aprendizajes propias. De acuerdo a Konza, (2008, en Graham, Berman & Bellert, 2015) menciona que la incorporación de los educandos con capacidades especiales en el sistema educativo ordinario comenzó a mediados de la década de los 70 y tuvo un crecimiento en los años 90.
En diciembre 13 del dos mil seis, Naciones Unidas acoge la Convención de
los derechos de los individuos con diferentes discapacidades que en el artículo 24 se destina de manera especial al sistema educativo, esto es, un sistema educativo de inclusión en todos los niveles; es decir, enseñanza permanente durante toda de la vida, con el objetivo de fomentar íntegramente el potencial de las personas con un significado de dignidad, autoestima y de fortalecer el respeto de los derechos de las personas, las libertades esenciales y la pluralidad humana; el desarrollo la personalidad en un alto grado, los aptitudes y la creatividad de los individuos con diversas discapacidades; asimismo dar la apertura para que los individuos con discapacidades intervengan de forma positiva en una colectividad libre; con el propósito inclusión en plenitud). [ CITATION Cen08 \l 3082 ] Según, Herrera, Parrilla, Blanco y Guevara, (2018) La educación inclusiva en Ecuador y los países latinoamericanos implica un replanteo de los procesos de formación del profesorado. Por tanto, se aprecian dos posiciones en la formación de docentes para la Educación Especial: el enfoque formativo tradicional, centrado en el diagnóstico de dificultades y la intervención en los contextos de una escuela especial y el enfoque inclusivo que forma docentes para responder a la diversidad de estudiantes en el contexto de la educación regular Esta última posición se asume en la UNAE para diseñar y aplicar la carrera en Educación Especial con enfoque inclusivo.