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TRABAJO PRÀCTICO 2

Asignatura: Campo de la práctica III

Carrera: Profesorado en Educación Especial, ciegos y disminuidos visuales.

Profesora: Marisa Antúnez.

Alumna: Lapido Lucía Valeria


CONSIGNA:

Realizar lectura y resumen del documento Educación Especial, una modalidad del
sistema educativo en Argentina, Ministerio de Educación.

La modalidad Educación Especial

El sistema educativo y la Ley de Educación Nacional

La Constitución Nacional afirma que la educación es una prioridad nacional, y se


constituye en la política de Estado a fin de lograr la construcción de una sociedad justa;
profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática; reafirmar la soberanía y la identidad
nacional; y fortalecer el desarrollo económico de la Nación.

A partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional N 26.206, el Sistema Educativo


Nacional se define, en su Artículo N 14, como el conjunto organizado de servicio y
acciones educativas reguladas por el Estado que posibilitan el ejercicio del derecho a la
educación.

El sistema educativo de Argentina se compone de cuatro niveles: inicial, primaria,


secundaria y superior. Asimismo, se establecen ocho modalidades: educación rural,
especial, artística de jóvenes y adultos, intercultural bilingüe, en contexto de privación de
libertad, hospitalaria y domiciliaria.

La Educación Especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el


derecho a la educación de las personas con discapacidad, sea temporal o permanente, en
todos los niveles (inicial, primaria, secundaria) y modalidades del sistema. Se rige por el
principio de inclusión educativa y brinda atención educativa a todas aquellas
problemáticas específicas que no puedan ser abordadas por la educación común.

Las autoridades jurisdiccionales con el propósito de asegurar el derecho a la educación,


integración escolar y la inserción de las personas con discapacidad dispondrán de las
medidas necesarias para posibilitar una trayectoria educativa integral con acceso a
saberes tecnológicos, artísticos y culturales; contar con personal especializado que
trabaje en equipo con docentes de la escuela de nivel; asegurar la cobertura de los
servicios educativos especiales; propiciar alternativas de continuidad.
Se deberá dar a lugar a instancias institucionales y técnicas para la orientación de la
trayectoria escolar más adecuada de alumnos con discapacidades, así como normas que
regirán los procesos de evaluación y certificación escolar. Deben articularse los
organismos del Estado que atienden a personas con discapacidades para garantizar un
servicio de mayor calidad.

La inclusión, un enfoque y un desafío

La inclusión se presenta como un enfoque filosófico, social, político, económico y


especialmente pedagógico para, entre distintos fines, la aceptación y valoración de las
diferencias en una escuela que es de todos, para todos y para cada uno; la promoción de
las alfabetización múltiples; el aprendizaje constructivo y la valoración de las capacidades
de todos los alumnos.

La UNESCO define la inclusión como una estrategia dinámica para responder en forma
proactiva a la diversidad de los estudiantes, concibiendo las diferencias individuales como
oportunidades para enriquecer el aprendizaje.

La inclusión consiste en transformar los sistemas educativos y otros entornos de


aprendizaje, para responder a las diferentes necesidades de cada alumno. Es entonces,
una nueva visión de la educación basada en la diversidad, que tiene como objetivo
identificar y remover barreras, y pone especial cuidado a aquellos alumnos con mayor
riesgo de ser marginados.

La educación inclusiva se refiere a la capacidad del sistema educativo de atender a cada


estudiante sin exclusiones de ningún tipo, para lo que es necesario tener en cuenta la
diversidad presente en cada grupo de estudiantes. La educación inclusiva apunta a que
todos los estudiantes de una comunidad específica, aprendan juntos, independientemente
de sus condiciones personales.

La inclusión debe ser una responsabilidad de todo el sistema educativo, sin embargo, se
identifican problemas de inclusión, con responsabilidades exclusivas de la Educación
Especial. Se propone entonces, el desarrollo compartido de políticas para el logro de
prácticas inclusivas.

También se vincula el concepto a la formación que deben recibir los docentes de todo el
sistema educativo para trabajar con la integración educativa.
El proyecto institucional o escolar debe aportar a una verdadera inclusión educativa, de
modo que el currículo pueda ser una herramienta dinámica y flexible, desarrollándose
mediante las adecuaciones pertinentes de acuerdo a cada estudiante, tomando en cuenta
su realidad social y cultural.

Políticas de inclusión con integración:

La Educación Especial como modalidad se rige por el principio de inclusión y exige una
clara comprensión de la necesidad de articular creación de cultura, elaboración de
políticas y desarrollo de prácticas inclusivas.

La educación inclusiva centra su preocupación en el contexto educativo y en cómo


mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje, de modo que se garantice la
participación de todos los estudiantes, beneficiándose de una educación de calidad.

Las personas con discapacidad

Entre los objetivos de la política educativa, la Ley de Educación Nacional establece que
se debe brindar brinda una propuesta pedagógica a las personas con discapacidad, sea
temporal o permanente, que le permita la integración, el máximo desarrollo de sus
posibilidades y el pleno ejercicio de sus derechos.

El Estado debe encargarse, de este modo, que las personas con discapacidad no sean
excluidas del sistema educativo, y garantizar el acceso al mismo. Debe propiciarse,
entonces, la participación plena y en igualdad de condiciones en educación y en cada
comunidad.

Los Estados deben asegurar que las personas con discapacidad tengan acceso general a
la educación superior, la formación profesional y el aprendizaje durante toda la vida, sin
discriminación y en igualdad de condiciones al resto.

Desde una perspectiva de derechos es particularmente relevante conocer la definición


de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la cual deja en
evidencia la adopción de un modelo social de la discapacidad, que define a la misma
como el resultado negativo de la interacción entre una condición personal y el medio.

Las barreras son fundamentalmente culturales, se manifiestan en aspectos legales o


normativos, arquitectónicos, de acceso a bienes culturales, etc.
Un desafío consiste en formular las condiciones necesarias de y para una ‘’Escuela para
todos’’.

Enfoque del sujeto de derecho

En la actualidad, diversos grupos docentes sostienen que el sujeto que aprende es un


sujeto de derecho; sin embargo, en la cotidianeidad se encuentran prácticas docentes y
profesionales que van contra esto.

El derecho a la educación de las personas con discapacidad requiere de una formación


específica, que debe partir de los distintos profesorados, en distintas áreas, y en todos los
niveles educativos. La capacitación tiene como objetivo favorecer la desnaturalización de
prácticas discriminatorias.

Teniendo en cuenta la diversidad existente entre los alumnos, la educación inclusiva


trata de luchar contra actitudes discriminatorias, creando comunidades donde todos sean
acogidos, lograr una educación para todos y mejorar la calidad y eficacia de la educación
en la enseñanza.

Los sistemas educativos deben dejar de asignarle una carga negativa al sujeto con
discapacidad, deben dejar de verlo como un problema, actuando de manera positiva ante
la diversidad del alumnado.

El ser humano necesita ayuda y dirección de terceros, y es mediante la educación que el


ser humano se constituye como ‘’plenamente humano’’. La educación tiene entonces un
carácter humanizador, que la vuelve un valor en sí mismo y la constituye como un
derecho humano fundamental para todas las personas.

Asimismo, no solo es el motor del desarrollo individual, sino también el del desarrollo
colectivo: mediante la educación se desarrollan sociedades.

Desde el derecho internacional se considera que la educación en todas sus formas y


todos los niveles debe tener disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad.
Estos cuatros factores se pueden agrupar en tres principios que sustentan un enfoque de
educación basado en los derechos:

Acceso a una educación obligatoria y gratuita.


Derecho a una educación de calidad.
Igualdad, inclusión y no discriminación.

El derecho a la educación ha de ser al de una educación de calidad, la cual tiene que ser
necesariamente equitativa. Este concepto hace referencia a la igualdad de oportunidades.

La calidad se relaciona también con lo pertinente, es decir, tiene que tener un significado
para las personas involucradas.

La no discriminación en educación exige la erradicación de prácticas que limitan el acceso


y la continuidad en la misma. Asimismo, implica no segregar mediante sistemas de
enseñanza separados, educando juntos a los niños en comunidad. La no discriminación
exige el desarrollo de escuelas inclusivas.

Una trayectoria educativa integral

La formación integral es un concepto que está presente en todos los principios


educativos, como política educativa y universal y como enfoque pedagógico; esta consiste
en la preparación para el ejercicio pleno como ciudadanos, siendo un modelo crítico,
personalizado y activo.

¿Qué es una trayectoria educativa? Este concepto hace alusión a las múltiples formas de
atravesar la experiencia educativa, que no necesariamente implica recorridos lineales por
el sistema educativo.

Las formas en las que se configuran las trayectorias educativas de cada estudiante
dependen de un complejo conjunto de factores que han experimentado decisivas
transformaciones, y sobre los cuales es necesario colocar y profundizar la mirada.

Se piensan a las trayectorias como un recorrido de vida y de aprendizajes, siendo estos


singulares a cada sujeto, pero debiendo ser articulados en el sistema educativo,
acompañados e historizados.

Para ello, se destaca la importancia de la participación de los estudiantes en la toma de


decisiones que los involucren, lo que supone un análisis de las condiciones institucionales
y curriculares que deben propiciarse, de modo que cada estudiante cuente con
posibilidades.

La trayectoria educativa integral de los estudiantes requiere:


Itinerarios personalizados.
La atención de las necesidades educativas, sociales y subjetivas de los distintos
momentos de la vida del estudiante.
La adopción de un modelo social de la discapacidad, en pos de transformar las
barreras.
Que el sistema educativo en su conjunto considere al alumno como un sujeto con
derecho a educarse.
Responsabilidades compartidas entre los niveles y modalidades; trabajo
colaborativo entre los actores involucrados y complementariedad de los equipos
en el sistema educativo en pos de alcanzar una educación inclusiva.

Las alternativas educativas

Las alternativas educativas desde la Modalidad, durante el proceso de enseñanza,


desarrollo y aprendizaje se enmarcan en políticas públicas. En este sentido, algunas
prestaciones fundamentales son la provisión de medios de acceso al currículo, la
provisión de un currículo diversificado y atención a la estructura social y al clima
emocional donde tiene lugar la educación.

Los medios de acceso al currículo tienen carácter permanente para que el proceso de
enseñanza se produzca en las mejores condiciones posibles. Se trata de condiciones
materiales y simbólicas. Este acceso depende también de diversas condiciones físicas y
ambientales, involucrando el uso de materiales, equipamientos y ayudas técnicas que
permitan a los estudiantes participar en las actividades con autonomía.

Resulta indispensable considerar el uso de códigos de comunicación alternativos


complementarios, o alternativos al lenguaje oral o escrito.

Las diversificaciones curriculares se realizan en el qué, el cómo, y el cuándo enseñar y


evaluar. Abarcan, por tanto, objetivos, contenidos y su secuenciación, metodología,
criterios y procedimientos de evaluación. Estas diversificaciones pueden ser o no
significativas.

También se puede hablar de adaptaciones curriculares cuando el currículo se enriquece o


compacta para atender las necesidades de los estudiantes.
La justicia curricular se identifica con el cumplimiento de tres principios en el currículo: la
atención de los intereses de los menos favorecidos, la participación y escolarización
común y la producción histórica de la igualdad.

La necesidad de una particular atención a la estructura social y el clima emocional donde


tiene lugar la educación puede tomar varias formas.

El acceso al currículo, las diversificaciones curriculares y la atención al ámbito donde tiene


lugar la enseñanza requieren de apoyos desde la modalidad Educación Especial:

Con diferentes tipos de organización.


En función de las necesidades de los estudiantes con discapacidad.
Identificando funciones de los profesionales de apoyo y desarrollando trabajo
colaborativo entre equipos intervinientes.

Las configuraciones de apoyo

La trayectoria educativa integral de los estudiantes requiere configuraciones de apoyo en


los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo; en cuanto a las trayectorias de
las personas con discapacidad, se trata de precisar las configuraciones de apoyo desde
la Modalidad de Educación Especial.

Se denomina apoyos a las redes, relaciones, posiciones, interacciones entre personas,


grupos o instituciones que se conforman para detectar e identificar las barreras al
aprendizaje, para el posterior desarrollo de estrategias educativas para la participación
escolar y comunitaria. Estos apoyos procuran diseñar, orientar, y contribuir a la toma de
decisiones educativas para el desarrollo de capacidades y potencialidades del sistema,
las instituciones y los equipos. Acompañan con estrategias pedagógicas a las personas
con discapacidades, para desempeñarse en el contexto educativo y comunitario con el
menor grado de dependencia y el mayor grado de autonomía posible.

La Modalidad, sea especial u otras formas de organización, deberán definir sus propios
proyectos institucionales mediante las configuraciones prácticas de apoyo.

Un recurso por sí solo no constituye un apoyo. Sólo pasa a serlo cuando este es activado
por un agente con una intencionalidad educativa. Estos apoyos se desarrollan mediante
configuraciones prácticas.
Las configuraciones prácticas que pueden adoptar los apoyos serán definidas sobre la
base de la evaluación y la valoración de las discapacidades de los estudiantes, las
barreras al aprendizaje, las necesidades educativas de los estudiantes, el contexto y los
recursos de las instituciones. Como intervenciones, las configuraciones de apoyo afectan
la dimensión personal.

Las configuraciones deben tener un carácter flexible, complementario y contextualizado


para favorecer la selección de estrategias apropiadas, las cuales serán documentadas en
los acuerdos institucionales. En los procesos de construcción de estos acuerdos, se debe
privilegiar el interés superior de las personas, especialmente de niños y jóvenes con
discapacidad, atendiendo a su derecho de ser escuchados.

Se recomienda que el equipo que decide la trayectoria educativa integral sea


interdisciplinario, de modo que todos los profesionales aporten sus conocimientos para
tener una mirada integral del niño.

La función del equipo está centrada en acompañar la trayectoria escolar del estudiante y
en realizar trayectos flexibles, con seguimiento, monitoreo y evaluación del proceso.

Las configuraciones prácticas que pueden adoptar los apoyos educativos pueden ser:

Atención.
Asesoramiento y educación.
Capacitación.
Provisión de recursos.
Cooperación y acción coordinada.
Seguimiento.
Investigación.

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