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¿Cómo influye la preparación de los docentes en el desarrollo de


un aula inclusiva?
Claudio Alberto Alba Martínez
Universidad Autónoma de Nayarit
Unidad Académica de Educación y Humanidades  
Licenciatura en Ciencias de la Educación
4° Semestre
Tepic, Nayarit
Educación Inclusiva
Partimos desde una problemática en donde se sigue teniendo un ambiente de
desigualdad en el ámbito escolar, llamándolo con anterioridad educación especial,
de esta manera clasificando como especiales a todas las personas que entran en
este programa; A causa de esto surge la educación inclusiva, formando también
parte de la nueva escuela.
La inclusión educativa se refiere a la práctica de asegurar que cada uno de los
estudiantes, independientemente de sus diferencias individuales, tengan acceso a
una educación de calidad, en un entorno el cual les permita alcanzar su máximo
potencial, buscando promover la igualdad de oportunidades y una diversidad en el
aula, y esta principalmente está enfocada a apoyar a los estudiantes con
discapacidades, necesidades especiales y/o con desventajas socioeconómicas.
La educación educativa implica una serie de medidas y definiciones para
garantizar que todos los estudiantes reciban una educación que se adapte a las
necesidades individuales y les permita desarrollar plenamente su potencial.
Para enfatizar sobre la educación inclusiva es necesario conocer su importancia y
porque afecta a la población, de esta manera resaltando a que porcentaje de la
población integra y también conocer alguno de sus significados.
Al referirnos a la Inclusión Educativa es necesario remontarse en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (Organización de Naciones Unidas, 1948)
que señala en su artículo 26 que reconoce que toda persona tiene derecho a la
educación. Este pronunciamiento cumple con un rol inclusivo ya que la ONU al
hablar de todos, no excluye a ningún ser humano, más en la realidad todo queda
en palabras y mucho se ha tenido que recorrer en materia de inclusión. (Franco &
del Rosario, 2018)
La educación es un derecho humano, respaldado también en la Constitución de
nuestro país, de su pleno ejercicio están excluidos cientos de mexicanos, si se
parte de que al menos el 6% de los habitantes de México padecen alguna
discapacidad (más de 7.2 millones de personas), según el propio Inegi, y que
cuatro de cada diez de ellos son niños y adolescentes. (Rello, 2015)
En este sentido, según anota la UNESCO (1994):
(...) La tendencia de la política social durante las dos últimas décadas pasadas ha
sido fomentar la integración y la participación y luchar contra la exclusión. La
integración y la participación forman parte esencial de la dignidad humana y el
disfrute y ejercicio de los derechos humanos. En el campo de la educación, esta
situación se refleja en el desarrollo de estrategias que posibiliten una auténtica
igualdad de oportunidades (p. 11).
Por este mismo motivo la educación inclusiva ha evolucionado de tal manera que
en la actualidad es importante y necesaria para el cambio social, educativo y
económico que requiere el país.
Por lo cual se ha incluido en lo que es la nueva escuela, la cual está enfocada en
crear un ambiente educativa que reconozca la diversidad en los estudiantes,
promoviendo de esta manera su inclusión y participación en el proceso de
enseñanza aprendizaje, en donde se centra en las siguientes características:
 Tener un enfoque centrado en donde el aprendizaje este centrado en las
necesidades y habilidades específicas de cada estudiante.
 Usar una metodología y estrategias pedagógicas diversas, donde se
´promueva que dichas estrategias ayuden verdaderamente a potenciar las
habilidades de cada estudiante, incluyendo el uso de tecnologías y recursos
educativos innovadores.
 Busca aprovechar los recursos tecnológicos y educativos para crear un
ambiente inclusivo y accesible.
 Promueve un a colaboración entre la comunidad y la educación,
relacionando de esta manera la participación entre estudiantes, padres de
familia, docentes y personas que integren esta sociedad.
 El respeto y la valoración de la diversidad.
De esta forma existen diversos planos en donde la educación educativa se ve
plasmada, dentro de estos planos encontramos la dimensión pedagógica la cual
esta encaminada a las necesidades del estudiante dentro del proceso enseñanza
aprendizaje, incluyendo de esta manera aquellos que tienen alguna discapacidad
o necesidad especial.
También está la dimensión social en donde se trata de crear un ambiente
educativo que promueva la igualdad de oportunidades, el respeto a la diversidad y
la integración de todos los estudiantes en la vida escolar.
En cuestión de la dimensión legal se refiere a cumplir con todas las normativas y
leyes que promueven la educación inclusiva y la no discriminación en el ámbito
educativo.
En la dimensión cultural se reconoce la diversidad cultural de los estudiantes y
busca integrar sus perspectivas y experiencias en el proceso educativo.
En una dimensión emocional se brinda un apoyo emocional y psicológico que se
brinda a los estudiantes para su participación en la vida escolar.
Y por último en la dimensión económica implica la provisión de recursos,
materiales y tecnológicos que faciliten el proceso de enseñanza aprendizaje
acorde a las necesidades que tenga cada estudiante.

De esta manera también existen diferentes enfoques para describir los planos o
niveles de realidad de la educación inclusiva, pero uno de los más comunes es el
modelo propuesto por Booth y Ainscow en el año 2002, que establece los
siguientes tres planos:
 Plano individual: Este nivel se enfoca en las necesidades y habilidades
individuales de cada estudiante y en cómo adaptar el proceso de
enseñanza y aprendizaje para satisfacer esas necesidades. Esto incluye la
provisión de recursos y apoyos específicos para cada estudiante y la
adopción de prácticas pedagógicas que permitan a todos los estudiantes
participar plenamente en el aula.
 Plano del aula o centro educativo: Este nivel se enfoca en la creación de un
ambiente educativo inclusivo y respetuoso que promueva la igualdad de
oportunidades para todos los estudiantes. Esto implica la adopción de
prácticas pedagógicas inclusivas, la eliminación de barreras físicas y
sociales, y la promoción de la colaboración y el diálogo entre los
estudiantes y el personal educativo.
 Plano sistémico: Este nivel se enfoca en las políticas y prácticas a nivel
nacional o regional que afectan la educación inclusiva en general. Esto
incluye la promoción de leyes y políticas educativas que promuevan la
inclusión y la igualdad de oportunidades, la provisión de recursos y apoyo a
las escuelas para implementar prácticas inclusivas, y la promoción de la
colaboración y el diálogo entre diferentes agencias y actores involucrados
en la educación.
Por esto mismo me nace un cuestionamiento que es importante diferenciar,
¿realmente las escuelas son inclusivas o estas son solamente integradoras? A
pesar de que estas son conceptos muy parecidos a simple vista, en realidad no lo
son, y el poder identificarlos marca mucho la diferencia para el tipo de educación
que se desea implementar. Para nosotros en este cuestionamiento inicia la
problemática que deseamos abordar, si una institución no conoce esta diferencia,
el docente no tendrá la capacitación adecuada y el material necesario para poder
dar una clase y ayudar a potenciar las habilidades de todos los estudiantes que
están dentro del grupo, dicho esto es importante diferenciar ambos conceptos.
En el caso de la integración educativa, hay una parte de la población escolar que
se encuentra “fuera” y, desde el ámbito de la Educación, se plantea una duplicidad
del sistema (educación ordinaria y educación especial) para dar respuesta a los
estudiantes con dificultades y así llevar a cabo su adhesión. Ahora bien, el
principal inconveniente es que el peso de la adaptación recae, principalmente,
sobre el niño o adolescente.
Sin embargo, en la inclusión educativa no existe una segregación previa, además
de que implica un sistema único para todos: currículo, metodologías, estructuras
organizacionales, etc. Se adaptan a la diversidad de la población escolar y se
atiende a todos los estudiantes por igual. Asimismo, es el sistema el que se ajusta
al estudiante, no al revés. (Educativa, 2020)
Conociendo ambos conceptos la principal diferencia entre ambos radica en una
separación social que existe en ambas, mientras que el integrador excluye por ser
especiales a un grupo dentro de la población estudiantil, el inclusiva, como la
misma palabra lo dice los incluye dentro de esta, generando mismas
competencias, oportunidades y convivencia por igualdad entre todo el grupo.
Desde este punto de vista y citando a Rosa Blanco (2002): “La inclusión no tiene
que ver sólo con el acceso de los alumnos y alumnas con discapacidad a las
escuelas comunes, sino con eliminar o minimizar las barreras que limitan el
aprendizaje y la participación de todo el alumnado” (prólogo de la versión en
castellano para América Latina y el Caribe del Índice para la Inclusión).
Por esto mismo surgen cuestionamientos como, ¿los docentes verdaderamente
conocerán y comprenderán lo que es realmente la educación inclusiva?
¿Verdaderamente están capacitados y tienen los conocimientos necesarios para
poder dar clases de una manera incluyente?
Si nos ponemos a investigar más a fondo, el que el docente no esté preparado
recae mucho en el futuro del estudiante y en cómo va ser el camino que este va a
tomar. Cuando no existe un material y una formación adecuada para este tipo de
personas nos encontramos frente a una potencial deserción del mismo alumnado
por falta de motivación para continuar con sus estudios, hoy en dia es muy difícil
ver en preparatorias y mucho más en una licenciatura a los estudiantes con alguna
discapacidad, de otra etnia, con otra cultura, ya que terminando la primaria, por lo
menos a los que tienen una barrera de aprendizaje, se desmotiva haciendo creer
que no pueden seguir a un grado más alto por sus capacidades, cuando esto hoy
en día se ha demostrado que no, y a pesar que en otros países la inclusión está
más avanzada y con muy buenos resultados, en nuestro país apenas va naciendo
esta manera de pensamiento.
El docente para un estudiante es una pieza clave a la hora de su carrera
estudiantil, es una figura de motivación, un compañero que ayuda a construir los
conocimientos y valores para que pueda alcanzar el máximo potencial, por lo que
debe estar totalmente capacitado para poder involucrarse con respeto,
sensibilización, empatía promoviendo de esta manera un entorno educativo
inclusivo.
Es interesante hablar de estas cuestiones e ir delimitando este ensayo ya que
encontramos un potencial objeto de estudio o potenciales objetos de estudio por
descubrir y abordar, mismos que están siendo parte de nuestra realidad educativa,
mismos problemas que encontramos próximos a resolver en nuestra generación,
los cuales nos ayudaran no solo a crecer como sistema educativo, sino también
como sociedad.
En este sentido existen cuatro aspectos fundamentales que el docente debe de
tener para llevar a cabo esto de la mejor manera:
1.- Actitudes:
López (2014) indica que, ante las NEE, la pieza clave es el aire de positividad
que debe existir en los profesores, y es necesario que cuestionen sus creencias,
prejuicios y la zona de confort en la que desean mantenerse, puesto que la
diferencia es la llave que abre las puertas a un universo de aprendizaje y de
mejora y crecimiento personal. El arraigo de las creencias de los profesores
respecto de sus alumnos puede convertirse en un obstáculo a la hora de
emprender acciones conducentes al beneficio de los estudiantes con NEE. Las
creencias son el alimento de la resistencia al cambio, dado que este implica
modificaciones tanto en la forma de pensar como en la de proceder. No es fácil
moverse de lo que ya se conoce y se tiene como cierto, hacia lo desconocido, y
resulta difícil para los docentes romper con sus rutinas e implementar nuevas
prácticas.
La labor del docente inclusivo requiere de una persona que se atreva a asumir
riesgos y pruebe nuevas formas de enseñanza; que reflexione sobre su práctica
para transformarla y valore las diferencias como elemento de enriquecimiento
profesional; que sea capaz de trabajar en colaboración con otros docentes,
profesionales y familiares del alumno; que conozca bien a todos sus alumnos y
esté preparado para diversificar y adaptar el currículo; que plantee diferentes
situaciones y actividades de aprendizaje; que ofrezca múltiples oportunidades; que
tenga altas expectativas con respecto al aprendizaje de todos sus alumnos, les
brinde el apoyo que precisan y evalúe su progreso en relación con su punto de
partida y no en comparación con otros. (Blanco, 2005 citado en Garnique, 2012)

2.- Conocimientos:
Alegre (2010) describe diez capacidades docentes fundamentales para la atención
a la diversidad del alumnado: capacidad reflexiva, medial, la de gestionar
situaciones diversas de aprendizaje en el aula, la de ser tutor y mentor, la de
promover el aprendizaje cooperativo y entre iguales, la capacidad de comunicarse
e interactuar, la capacidad de proporcionar un enfoque globalizador y
metacognitivo, la de enriquecer actividades de enseñanza-aprendizaje, la de
motivar e implicar con metodología activas al alumnado y la de planificar.
3.- Habilidades:
ahora desde la perspectiva de una escuela inclusiva tenemos que tomar como
referencia a Ainscow que junto a Booth crearon el Index para la Inclusión
(BOOTH; AINSCOW, 2000) y dentro de él se trabajan tres dimensiones divididas
en dos categorías, a saber: Dimensión A. Crear culturas inclusivas: construir
comunidad y establecer valores inclusivos. Dimensión B. Elaborar políticas
inclusivas: desarrollar una escuela para todos y organizar el apoyo para atender a
la diversidad. Dimensión C. Desarrollar prácticas inclusivas: orquestar el
aprendizaje y movilizar recursos.
4.- Competencias:
Entre las competencias docentes necesarias a la hora de desarrollar prácticas
inclusivas se encuentran las competencias pedagógico–didácticas; competencias
de liderazgo; competencias para gestionar al grupo y al aprendizaje cooperativo;
competencias investigativas; interactivas; éticas, sociales e interactivas.
Se observa la importancia de las competencias éticas para desarrollar valores
como aspecto esencial que debe tener todo educador en su formación. El
desarrollo de la inclusión en la educación superior requiere un profesorado
coherente, es decir, que sea fiel a sus principios y sus creencias. Un profesor que
crea en lo que está haciendo y en lo hay que hacer. Un profesor transmisor de
valores, que sugiera, facilite y contribuya a crear las condiciones que hagan
posible que el educando acceda al conocimiento de valores por medio de su
experiencia.
Las competencias investigativas, para desarrollar el carácter científico y la
necesidad de continuar preparándose, constituyen un aspecto esencial. Así, se
considera necesario el desarrollo del rol de investigador a través de proyectos y el
esfuerzo para el desempeño de cada uno de los roles de acuerdo a su perfil,
complementándolos con otros como madre, padre o amigo. Un profesor que
conozca la sociedad en la que vive y haga del aula un medio en la que el alumno
pueda analizar y responder de manera sistemática a los numerosos interrogantes
que emergen. (Batanero, 2012)
Analizando esto encontramos un sinfín de preguntas pero principalmente nos
cuestionamos el porque si se conocen las habilidades, manuales de
procedimiento y herramientas necesarias para que el docente pueda cubrir todas
las nececidades que los alumnos con alguna discapacidad o que esten presentes
en la inclusion, no se ve un cambio dentro del sistema educacitvo, siendo mas
especificos en las escuelas de Tepic Nayarit, en donde en mi generacion par ser
mas especificos, solo se conocen 3 personas con alguna discapacidad que han
logrado alcanzar un nivel de media superior.
Situando esto e el contexto de que plasme anteriormente hay un caso de un amigo
el cual estuvo conmigo en la preparatoria UAG, su nombre es Javier Adrian Cruz
Jimenez, un estudiante que lo conoci durante los 3 años de preparatoria ya que
estuvo en mi salon, en tiene la discapacidad del sindrome de Asperger:
El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo; el cerebro de la
persona con Síndrome de Asperger funciona de manera diferente a la habitual,
especialmente en la comunicación e interacción social y en la adaptación flexible a
las demandas diarias.
Comparte las características nucleares del autismo. La persona con Síndrome de
Asperger tiene dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de
pensamiento y comportamiento. Sin embargo, tiene un lenguaje fluido y una
capacidad intelectual media e incluso superior a la media de la población.
(España, 2018)
De esta manera mi amigo tenia dificultades para comunicarse, para tener buena
escritura y para desmbolverse con su entorno social, sin embargo desde el
principio dos profesores, los cuales no estaban capacitados para tratar con una
persona en enfoque inclusivo , lograron sacar sus habilidades, ayudarlo a
desmbolverse socialmente y aumentaron a una mejor escritura en donde si antes
no se le entendia nada, ahora tenia una letra buena y legible, fue tanto el apoyo
por parte de esos docentes que en la actualidad esta terminando su licenciatura
en música y carrera tecnica en la superior de musica en el intrumento de piano,
siendo asi uno de los 3 estudiantes que han logrado tener una licenciatura.
Por esto mismo llegamos a nuestro cuestionamiento final hasta la que ha llegado
este analisis y principalmente mi objeto de estudio.
¿Cómo el docente saca verdaderamente el potencial de las habilidades de un
estudiante con discapacidad para su vida escolar y posteriormente profesional?

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