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INFANCIA
Presentado por:
CEAD: Vélez
2019
INTRODUCCIÓN.
Teniendo en cuenta que la educación inicial constituye uno de los ejes más sobresalientes
sobre el cual se debe impulsar una política social de carácter universal, no sólo para la
consolidación de la equidad social sino también para el fortalecimiento de la relación
Estado-sociedad. Este compromiso con el niño involucra en primer lugar a los padres, a los
maestros, a la comunidad cercana y a la sociedad en su conjunto, ya que asegurar la
satisfacción de sus necesidades (afectivas, físicas, sociales, cognitivas, expresivas) es un
deber social para la construcción de una verdadera democracia. Al garantizar oportunidades
equitativas de aprendizaje y desarrollo sienta las bases para el devenir futuro de la sociedad,
concretando, efectivamente, los derechos ciudadanos.
En los primeros años de vida de los niños, etapa en la que se construyen los cimientos de su
desarrollo humano, es de suma importancia contribuir cuidadosamente a la formación de su
identidad cultural, su adecuada relación con el medio familiar y comunal, su sentido de
pertenencia, sus valores y actitudes, su seguridad y autoestima, su personalidad, su propia
lengua y su propia vida cultural. De ahí que, las políticas y los programas de educación
inicial deben partir de la necesidad de atender a todos los niños, independientemente de su
etnia, género, condición socioeconómica, religión o ideología.
La educación inicial constituye uno de los ejes más sobresalientes sobre el cual se debe
impulsar una política social de carácter universal, no sólo para la consolidación de la
equidad social sino también para el fortalecimiento de la relación Estado-sociedad. Este
compromiso con el niño involucra en primer lugar a los padres, a los maestros, a la
comunidad cercana y a la sociedad en su conjunto, ya que asegurar la satisfacción de sus
necesidades (afectivas, físicas, sociales, cognitivas, expresivas) es un deber social para la
construcción de una verdadera democracia. Al garantizar oportunidades equitativas de
aprendizaje y desarrollo sienta las bases para el devenir futuro de la sociedad, concretando,
efectivamente, los derechos ciudadanos.
Andersson (1992) afirma que “si los niños van a guarderías a una edad temprana, en la
adolescencia suelen ser más creativos, socialmente seguros de sí mismos, apreciados por
los demás, abiertos e independientes” (p. 32-33).
Por otra parte, para Stainback, Stainback y Jackson (1999), la educación inclusiva es:
Aquella que parte del hecho de que todos los estudiantes pertenecen y forman parte del
sistema educativo y, por tanto, todos pueden aprender y desarrollarse en la vida normal de
la escuela y de la comunidad. Lo que cuenta es la diversidad; se parte del hecho de que la
diversidad ofrece mayores oportunidades de aprendizaje a todos sus miembros (p. 26).
Para finalizar, para el panorama inclusivo existe la política pública de inclusión social, Plan
Nacional de Desarrollo 2010 - 2014, “Prosperidad para Todos”. La aplicación de estas
Políticas de Atención inclusiva se ha fortalecido de manera significativa bajo el liderazgo
del Ministerio de Educación, pues la discapacidad es una condición humana que el sistema
educativo debe tener en cuenta, el trabajo que realiza el Ministerio Educación de fomentar
la creación de metodologías que integren en las aulas de clases a los niños y jóvenes sin
importar sus características o condiciones físicas hace que estos niños tengan un
aprendizaje enriquecedor ofreciéndoles mayores oportunidades de aprendizaje.
Se reconoce a nivel nacional e internacional que la Primera Infancia es la etapa vital y más
importante del ser humano ya que en esta etapa los niños/niñas construyen su saber, su
personalidad, su pensamiento, su aprendizaje y avance de cada una de las etapas como
persona en los contextos sociales, políticos, comunicativos a través de habilidades y
razonamiento. La educación inicial con calidad en los primeros años de vida es
determinante para que los niños/niñas desarrollen su potencial y con ello se desarrollen
adecuadamente y hagan parte de cualquier contexto con iguales condiciones.
La primera infancia se enfoca en las relaciones sociales y afectivas en los niños/niñas para
su adecuado desarrollo en todas sus dimensiones y contextos, aunque hay ciertas falencias
en algunas regiones y países en cuanto a la desigualdad, discriminación, condiciones de
vida, raza y aislamiento de las zonas involucradas que afectan al desarrollo de programas y
toma de decisiones en las políticas de la primera infancia e impidiendo la integración,
participación e inclusión de manera equitativa en una sociedad sin vulnerar sus derechos
como sujetos de derechos.
La primera infancia corresponde a uno de los procesos de vida más importantes, dado que,
en ella, se desarrollan todas aquellas habilidades, destrezas, vínculos con su contexto y
procesos cognitivos, sociales, físicos y emocionales que repercutirán de manera positiva o
negativamente dependiendo de la experiencia de cada ser humano; teniendo en cuenta esto,
el mayor consenso en el nivel internacional del Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) y el Comité de los Derechos del Niño, establecen que “la primera
infancia constituye el período que transcurre desde el nacimiento, el primer año de vida, el
período preescolar hasta la transición hacia el período escolar”. En términos operacionales
toma el tramo que abarca desde el nacimiento hasta los ocho años de edad. (Comité de los
Derechos del Niño 2006).
Debido a las grandes brechas existentes en diferentes países, ya sean desarrollados y sub-
desarrollados, en donde las variadas composiciones familiares, métodos de enseñanza,
inaccesibilidad a la educación, entre otras, crean obstáculos en la sociedad para que los
niños y niñas no tengan la oportunidad de pertenecer a programas que permitan el
mejoramiento de su calidad de vida de manera integral, por tal motivo, gracias al panorama
Internacional uno de los enfoques de la UNESCO ha sido reforzado por la agenda 2030 de
Educación, en donde su finalidad es velar que todas las niñas y niños tengan acceso a
servicios de atención y desarrollo en la primera infancia con una enseñanza preescolar y
primaria de calidad.
Por otra parte, al ser aplicada estos programas se captan activamente las dimensiones
físicas, sociales y culturales del mundo en el que viven los niños, aprendiendo
progresivamente de sus actividades y de sus interacciones con otras personas. Lo anterior,
permite reforzar las afirmaciones existentes y declaradas por diferentes organizaciones, en
donde los primeros cuidados repercutirán decisivamente en la evolución del menor.
En cuanto al panorama nacional, se plantea que los niños y las niñas son sujetos titulares de
derechos, los cuales son prevalentes en la sociedad. Este principio enfatiza que la
formulación e implementación de los lineamientos de la atención a la primera infancia, así
como la asignación de recursos, deben estar ajustadas a los compromisos de la Convención
de los Derechos del Niño, considerando que, resalta la corresponsabilidad de la familia, el
Estado y la sociedad en la garantía de los derechos de los niños desde sus primeros años de
vida.
En este sentido, es importante resaltar que la atención brindada a todos los niños y niñas
durante su primera infancia proporcionaran desarrollos especiales que aportaran
favorablemente durante su juventud y adultez, así mismo, se debe tener en cuenta y hacer
respetar el derecho a la educación a toda la población, sin importar la condición o estado de
vulnerabilidad que éste se encuentre.
El panorama que se presentó permitió evidenciar que los énfasis de dichos servicios y
programas varían de acuerdo con las condiciones sociales, económicas, culturales,
geográficas y políticas de los países. Por ejemplo, las modalidades comunitarias y rurales
son más representativas en las experiencias de América del Sur, con algunas en
Centroamérica, El Caribe y Oceanía; los programas basados en el hogar son frecuentes en
países de Sur y Centro América, Asía y África; las estrategias que involucran medios de
comunicación son frecuentes en Norte América y se han implementado también en países
como Panamá y Filipinas; las modalidades institucionales son las más frecuentemente
descritas en los documentos de Europa y países como Australia y Canadá; los beneficios
económicos y tributarios para los padres son parte de los sistemas de atención a la primera
infancia en Canadá, Australia y algunos países europeos.
Sabemos que en el contexto educativo es nuestra prioridad, es educar a los niños, atenderlos
de la mejor manera para que así más sea significativo su aprendizaje, entonces es claro que
El aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Un enfoque de la educación basado en
los derechos humanos busca crear las oportunidades para que todos los niños alcancen sus
capacidades óptimas a lo largo de la niñez y después de estas. Necesita un planteamiento que
abarque todo el ciclo de la vida, invertir en el aprendizaje y asegurar transiciones eficaces en
cada fase de la vida del niño y de la niña.
Es claro que Para todos los niños los primeros años son críticos, la ayuda de los miembros
de familia más cercanos es esencial para crear un ambiente amable y estimulante. Pero la
realidad para muchos niños con discapacidades que tienen necesidades especiales en salud,
es que son frecuentemente condenados al peor inicio de la vida, y les son negados oportunas
y críticas ocasiones de aprendizaje y mecanismos de protección para ayudar a desarrollar su
potencial completo. Sus familias en muchos casos no reciben la ayuda necesaria para crear
este ambiente. Los niños con discapacidades se encuentran luego con barreras, no sólo entre
sus familias y comunidades, pero con mucha frecuencia también les son negados el acceso
sostenible a todas las formas y niveles de educación de calidad y cuidado de la salud,
especialmente durante los primeros años de vida.
El entorno familiar es la primera fuente de experiencias para los niños, debido a que los
miembros de la familia suministran la participación más grande de contacto humano con
ellos, y también porque las familias intervienen en el contacto del niño con un ambiente más
amplio. Debido que las experiencias durante los primeros años influyen en el aprendizaje y
la incorporación a lo largo de la vida del niño, los esfuerzos de la familia y la comunidad
para crear un ambiente estimulante, saludable y seguro son críticos para todos los niños. Más
importante aún, para aquellos niños que viven en pobreza y situaciones violentas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS