Está en la página 1de 4

reseña

¿Ética del deber o ética del querer?


Norbert Bilbeny: Ética. Barcelona: Ariel. 2012.

José Malavé / profesor del IESA y editor de Debates IESA.

E l filósofo Peter Singer planteó, en su


Practical ethics (Ética práctica; Cam­
bridge, 1999), que la noción kantiana
razón y ética está condenado al fracaso.
Pero puede haber otras maneras de esta­
blecer el vínculo. Podría mostrarse que es
dejar de hacer lo correcto porque es co­
rrecto. Pero en la vida cotidiana, al tomar
decisiones éticas es necesario buscar ra­
de la ética debía ser abandonada. La racional actuar moralmente, si al hacerlo zones en un sentido amplio, sin descartar
consideraba desorientadora por atribuir se obtiene algo deseado. Por ejemplo, si el interés propio. Si la búsqueda es exi­
valor moral solamente a la acción ejecu­ se considera racional actuar de acuerdo tosa se encontrarán razones para adoptar
tada porque es correcta, sin otro motivo. con intereses de largo plazo, indepen­ el «punto de vista ético» como un modo
Aunque la persistencia de tal actitud era dientemente de lo que se desee hoy, de vida: por ser una persona ética, hacer
comprensible, y quizá deseable desde un podría mostrarse que es racional actuar lo correcto satisface su interés. Deliberar
punto de vista social, quienes aceptaran moralmente si hacerlo favorece intereses acerca de las razones últimas para hacer
esa noción de la ética y cumplieran el de­ de largo plazo. lo correcto, en cada caso, complicaría in­
ber por el deber mismo, sin considerar Hay una objeción general a esta for­ necesariamente la vida.
otra razón, serían víctimas de un fraude. ma de argumentar: no se puede lograr Singer propone, entonces, una éti­
que la gente actúe moralmente aducien­ ca del querer según la cual, al adoptar el
Crítica de la ética del deber y do razones de interés personal, porque punto de vista ético, una persona actuará
propuesta de una ética del querer estaría actuando interesadamente no mo­ correctamente porque corresponde a su
Para Singer tal noción se basa en un ar­ ralmente. La respuesta de Singer es que la interés hacerlo. Pero, ¿puede justificarse
gumento insostenible para la justificación acción —lo que realmente se hace— es la ética en términos del interés propio?
racional de la ética: si la ética requiere un más importante que el motivo. Por ejem­ ¿Cuáles rasgos de la naturaleza humana
juicio universal o imparcial, y la razón plo, una persona puede dar dinero para permiten esperar que coincidan la ética
es universal u objetivamente válida, en­ ayudar a los pobres porque espera que y el interés? Podría decirse que todas las
tonces una acción es ética si se basa en hablen bien de ella o porque cree que es personas tienen inclinaciones de benevo­
juicios universalizables; es decir, la ética y su deber; pero, para los beneficiarios, eso lencia y empatía que las hacen preocu­
la razón requieren que las personas adop­ es irrelevante. parse por el bienestar de otros; y también,
ten una perspectiva ajena a sus puntos de Una objeción más elaborada se re­ que la conciencia conduce a sentimientos
vista personales. fiere a la naturaleza y la función de la de culpa cuando se hace algo incorrecto.
Este argumento no es válido, se­ ética. La ética es un producto de la vida Pero, ¿cuán fuertes son esos sentimientos
gún Singer, porque la conclusión no se social cuya función es promover valores de empatía y culpa? ¿Es posible supri­
sigue directamente de las premisas: que comunes a los miembros de la sociedad. mirlos? De ser así, en un mundo donde
un juicio sea «universalmente válido» no La gente que cumple su deber por el de­ tantos humanos y otros animales sufren,
implica que sea «universalizable». Cual­ ber mismo tenderá siempre a promover ¿suprimir la conciencia y la empatía no
quier agente racional podría aceptar que lo que la sociedad valora. Quizá no esté será una vía hacia la felicidad? Quienes
la conducta egoísta de otro agente racio­ inclinada a la generosidad, pero si pien­ vinculan ética y felicidad dirán que no se
nal es justificable racionalmente; pero, si sa que es su deber ayudar a los pobres puede ser feliz si se suprimen esos senti­
sus intereses difieren, cada uno podría lo hará. Se puede esperar que quienes mientos, pues de ellos depende la capaci­
actuar racionalmente en contra de los estén motivados por hacer lo correcto dad para mantener relaciones de amistad
deseos del otro. Singer ilustra esta situa­ actúen siempre correctamente; mientras y amor, sin las cuales no puede haber
ción con el caso de dos vendedores que que quienes actúen por el interés propio felicidad real. Es necesario tomar en se­
compiten por una venta importante: cada harán lo correcto solo cuando crean que rio algún estándar ético, y vivir con él de
uno puede aceptar que la conducta del también favorece su interés. Normalmen­ manera honesta; pues la alternativa sería
otro es racional, aunque intente perjudi­ te no se dice que la gente debería hacer una vida de engaño y deshonestidad, en
carle. Lo mismo ocurre con los soldados algo que le proporcione un gran placer, la cual gravitaría sobre la persona la ame­
en el campo de batalla o los futbolistas en pues estaría motivada a hacerlo de todos naza de ser descubierta.
el campo de juego. modos. Se alaban las buenas acciones eje­ Pero todo esto es hipotético, reco­
La exigencia de universalidad es cutadas por cumplir un deber, no aque­ noce Singer. La naturaleza humana es tan
mayor para los juicios éticos que para los llas motivadas por el interés propio. diversa que es válido dudar de cualquier
juicios racionales: «Que una acción sea El énfasis en el valor moral de cum­ generalización acerca de las inclinaciones
más beneficiosa para mí que para cual­ plir el deber por el deber mismo está tan relacionadas con la felicidad. Singer ex­
quier otro podría ser una razón válida engranado en la noción de ética que dar pone el caso extremo del psicópata: una
para llevarla a cabo, pero no sería una razones de interés personal reduce el va­ persona asocial, impulsiva, egocéntrica,
razón ética para hacerlo» (Singer, 1999: lor moral de la acción. Singer rechaza esta que carece de sentimientos de culpa y es
320). Por ello, este intento de vincular noción de la ética, sin que ello implique aparentemente incapaz de formar rela­

84 DEBATES IESA • Volumen XVIII • Número 2 • abril-junio 2013


reseña
ciones personales profundas y duraderas. te mayor diferencia y que ambas palabras El primer requisito de la ética con­
La existencia de este tipo de personas in­ pueden usarse (y se usan en muchos tex­ siste, según Bilbeny, en «fundamentar»:
valida el argumento según el cual la em­ tos) como sinónimas, en un sentido ana­ dar una razón a lo que uno se propone
patía y la culpa están presentes en todos. lítico sí hay una diferencia importante. hacer o pide que otros hagan. El riesgo
También parece invalidar el intento de está en el «fundamentalismo», que es
vincular la felicidad con tales inclinacio­ El campo de la ética incompatible con el carácter reflexivo,
nes; aunque este punto es discutible, en Moral se refiere a una forma de compor­ no dogmático, de la ética. La fundamen­
vista de la dificultad para indagar en los tamiento social: un conjunto de actos y tación es un proceso de razonamiento
estados subjetivos de los psicópatas, y del actitudes que las personas consideran acerca de las condiciones para que una
resto de la gente. apropiado (bueno, correcto, justo, vá­ acción pueda ser considerada buena o
Singer encuentra en el clásico estu­ lido) con respecto a seres que son obje­ correcta. No consiste en «demostrar»
dio de Hervey Cleckley, The mask of sanity to de consideración; por ejemplo, en la verdades últimas, incontrovertibles, tam­
(La máscara de la cordura) de 1941, una
posible explicación de la conducta del Para decir que hay actos «mejores» que otros, y que deben
psicópata: es una consecuencia de la falta hacerse los primeros y no los segundos, es necesario conocer
de significado de su vida. Pocas personas muy bien la práctica que se intenta regular
escogerían una forma de vida carente de
significado. Pero es forzoso reconocer Grecia antigua, varones y ciudadanos, no poco en «justificar» mediante relatos de
que, en ausencia de creencias religiosas, esclavos ni extranjeros. Ética es un razo­ naturaleza mitológica, religiosa o históri­
no es evidente el sentido de la vida, no namiento sobre la conducta moral (supo­ ca, de valor indiscutible.
solo para los psicópatas. ne la existencia y el conocimiento de la Para deslindar el campo de la ética,
La respuesta de Singer es: «Si bus­ moral) o «moral reflexionada» (dar razón Bilbeny comienza definiendo el hecho
camos un propósito más amplio que de lo que se hace libremente y asumir moral como un «hecho de razón». Por
nuestros intereses, algo que nos permita responsabilidad por lo hecho). «El objeto ejemplo, cuando alguien dice «sigo la
dar a nuestras vidas un significado más de la ética no es tanto la acción cuanto regla de decir la verdad» no se refiere
allá de los estrechos confines de nues­ lo que guía la acción» (Bilbeny, 2012: 29- a un conjunto de datos sensoriales sino
tros estados conscientes, una solución 30). a su significado: es un hecho (no algo
obvia es adoptar el punto de vista ético» Lo moral se opone a lo inmoral imaginario) que da razón de tales datos.
(1999: 334). Esto implica pasar del pun­ (contrario a las normas) y a lo amoral Un hecho moral no es, pues, un hecho
to de vista personal a la perspectiva de (falto de ellas). Lo ético se opone a lo físico (objeto, por ejemplo, de la biolo­
un espectador imparcial, la más objetiva que carece de razón o principios. Bilbeny gía) ni un hecho psíquico o cultural (ob­
posible: «el punto de vista del universo» alerta contra dos amenazas para la ética: jeto de la psicología o la antropología).
(citando a Henry Sidgwick). La racionali­ (1) la «alogia» o falta de juicio moral que Es un hecho que es posible por la liber­
dad puede llevar a una persona a preocu­ consiste en no pensar en los actos pro­ tad: seguir unas normas de libre asenti­
parse por algo más que la calidad de su pios y sus consecuencias, ni en la existen­ miento. La ética estudia tales normas y
existencia. Ahora bien, quienes no siguen cia de los demás; y (2) la anestesia moral su fundamento.
este camino —o lo siguen sin llegar hasta o falta de sensibilidad con respecto a los
el punto de vista ético— no son irracio­ demás que consiste en no reconocer ni Razón y conciencia
nales ni viven equivocados. La conducta tener presente al otro (ni a uno mismo). Pero la moralidad no es puramente ra­
éticamente indefendible no siempre es Según Bilbeny, esa insensibilidad a la zón, advierte Bilbeny. En ella participa
irracional. Quizá siempre se necesitarán opinión, el dolor o las necesidades aje­ la conciencia moral, que aprueba o no
sanciones legales y presión social contra nas, ocurre en una sociedad guiada por una regla de acción. La conducta moral
las violaciones de estándares éticos. Al el interés económico (anestesiada). Pero resulta, entonces, de la combinación de
final Singer reconoce que la pregunta una sociedad puede también resultar «actúa de acuerdo con tu razón» y «haz
«¿por qué actuar moralmente?» no tiene anestesiada por causas políticas, como lo que dicte tu conciencia», sin «la mi­
una respuesta que proporcione razones ocurre en los regímenes que utilizan jus­ rada de Dios o el apoyo de sus padres»
irrebatibles para todos. Pero las personas tificaciones ideológicas (e incluso legales) (2012: 45).
suficientemente reflexivas para hacerse para mantenerse en el poder y cometer La conciencia moral consiste en
esta pregunta tienen más posibilidades las más diversas transgresiones a la ética. reglas y hábitos de reflexión que se van
de encontrar razones para adoptar el La sociedad venezolana transita ambos formando y aplicando con autonomía
punto de vista ético. caminos —económico y político— hacia (de no ser así no podría exigirse respon­
la anestesia moral. sabilidad). Como proceso cognoscitivo,
Una ética del deber La acción moral tiene su origen en la su desarrollo sigue etapas: adaptaciones
El profesor Norbert Bilbeny, decano de la libertad y el respeto a sus normas. Pero, sucesivas a las fases del aprendizaje social
Facultad de Filosofía de la Universidad recuerda Bilbeny, hay diversos móviles que determina qué es correcto y por qué
de Barcelona, defiende una ética kantia­ de la acción humana: normativos, cultu­ actuar. Bilbeny cita el modelo de seis eta­
na en su Ética, nueva edición ampliada rales, intelectuales y necesidades fisioló­ pas de Lawrence Kohlberg (Psicología del
de su Aproximación a la ética, de 1992. gicas e instintos. Otro motivo importante desarrollo moral): desde la obediencia de
Al comienzo del libro, Bilbeny responde es la disposición a vivir de acuerdo con normas paternas para evitar castigo has­
una pregunta frecuente de los estudiantes uno mismo, que explica actos tales como ta la coincidencia con principios éticos
cuando se acercan a este tema: ¿cuál es adoptar (a sabiendas) a un niño minusvá­ universales. Así, es posible interpretar las
la diferencia entre moral y ética? Aunque lido o salvar el honor de un amigo (aun­ diferencias entre concepciones morales
admite que en el habla cotidiana no exis­ que ello perjudique el éxito propio). (argumento típico del relativismo) como

DEBATES IESA • Volumen XVIII • Número 2 • abril-junio 2013 85


reseña
diferencias entre etapas del desarrollo cuencias. En cambio, para Kant, la El imperativo categórico
moral. calidad se juzga por la voluntad de ac­ Las reglas morales tienen origen social,
Adoptar cualquier tipo de regla tuar por el deber y no por esperar algo. pero la decisión de seguirlas es indivi­
moral implica una operación cognosciti­ ¿Por qué darle más valor al deber que dual, y su fuerza prescriptiva es mayor
va de decisión. La decisión ética supone a otra determinación? Porque la obli­ mientras más general sea su validez. Por
capacidad para elegir entre varias posi­ gación moral tiene como condición la ejemplo, «no es tolerable la venganza»
bilidades, lo cual requiere deliberación libertad: siempre hay la posibilidad de expresa una obligación incondicionada,
(una forma de investigación) y voluntad. hacer otra cosa. En eso difiere de una a diferencia de las reglas condicionadas
de la lógica de consecuencias («se puede
La conducta moral resulta de la combinación de «actúa de matar a alguien para evitar un mal ma­
acuerdo con tu razón» y «haz lo que dicte tu conciencia», sin yor»). Por eso se habla de un imperativo
«la mirada de Dios o el apoyo de sus padres» condicionado a su objeto (religioso o mi­
litar, por ejemplo), no categórico.
La voluntad es una actitud interior que necesidad impuesta por la naturaleza o El imperativo categórico es un
conduce a la autodeterminación de la la sociedad. principio práctico «consistente con la
persona, al margen de deseos, preferen­ Lo moral difiere también de lo evidencia de que actuar “moralmente”
cias o pasiones. La pasión sigue reglas legal. La legalidad (cumplir «la letra» es actuar de acuerdo con un precepto
en las que el sujeto cree (a diferencia de la ley) constituye un factor exter­ que vale para todos» (2012: 217). No
de la emoción) y rivaliza con la razón. no (imposición). La moralidad impli­ es un asunto de consenso o mayoría: la
Sus reglas más temibles son los afanes ca un factor interno (respetar o tener universalidad viene dada por la raciona­
de riqueza, poder y honor. Lo único que presente el «espíritu»). Los deberes lidad. «Aquello que debe hacerse ha de
puede dominar estos apetitos insacia­ legales son particulares, de corto plazo determinarse, pues, por normas que sean
bles (que a veces se disfrazan incluso de y no requieren «virtud». La obligación válidas independientemente de los efec­
«moral») es el ejercicio de la razón. moral constituye un deber general y tos y las consecuencias resultantes de su
La razón es «una capacidad desa­ sostenido en el tiempo. El «legalismo aplicación» (2012: 219). Ahora bien, las
rrollada a partir de nuestra facultad de moral» consiste en que la persona está reglas éticas, en cuanto reglas racionales,
pensar» (2012: 91), no un supuesto o más dispuesta a asumir la culpabilidad tampoco implican un frío cálculo lógico
un ideal, y es reguladora en el ámbito de legal que la responsabilidad moral. («moral de computadora»). Para decir
la moralidad (de la libertad), no en el de La responsabilidad, en sentido ético, que hay actos «mejores» que otros, y que
la naturaleza. Para saber qué hacer, a fin consiste en responder de los propios deben hacerse los primeros y no los se­
de actuar correctamente, al individuo le actos y actitudes, y por los motivos y gundos, es necesario conocer muy bien
basta con usar la razón. No necesita una las consecuencias de ejecutarlos. No es la práctica que se intenta regular.
religión ni una ciencia. La moral cristiana posible ser responsable y contrario a la Las críticas que han hecho diversos
y el utilitarismo anteponen a la razón un ética, ni ser ético pero irresponsable. filósofos al criterio de universalidad lle­
contenido psicológico particular (salva­ Bilbeny introduce una digresión van a pensar que el imperativo no es tan
ción o bienestar), con lo cual se pierde la sobre la excusa como expresión de riguroso o consistente como creía Kant.
validez universal. irresponsabilidad. La finalidad de la Pero entonces, responde Bilbeny, ¿en qué
excusa es negar o atenuar la responsa­ consiste la ética? ¿En elegir entre dos in­
Deber y querer bilidad: el mal no fue tan grande o no clinaciones o entre una inclinación y un
En cualquier sujeto medianamente capaz podía ser evitado, y en cualquier caso deber? ¿Cómo decidir entre deberes en
de razonar no tarda en surgir el dilema «no soy del todo responsable». La ex­ conflicto? ¿Optar por el deber más in­
entre deber y querer (una idea kantiana cusa es un «triunfo de la imaginación condicional o por intereses egoístas? En
que viene desde los griegos). El egoísmo sobre la moral» (2012: 197). Se des­ el segundo caso, la acción puede ser be­
ético consiste en que «toda acción o no carga la culpa en uno mismo («no tuve neficiosa para ciertos intereses, pero no
acción moral debe redundar en beneficio alternativa», «fue un error»), en otros será ética. «La conducta moral o es ca­
de la propia satisfacción del protagonis­ («la mayoría lo hace», «fui obligado a tegórica o se trata de otra clase de con­
ta» (2012: 165). Es difícil traducirlo en hacerlo») o en todos («así es la socie­ ducta, tan aceptada o aceptable, desde
una regla universal, porque no puede dad», «todos nos equivocamos», «las otros supuestos, como se quiera» (2012:
suponerse una armonía de la especie hu­ normas no están claras»). En términos 225). Según Bilbeny, el adjetivo «categó­
mana. Placer y provecho no significan lo psicoanalíticos, tales formas de descar­ rico» significa afirmativo e incondiciona­
mismo para todos. gar la culpa corresponden al mecanis­ do, frente a dubitativo y condicionado,
La ética del querer expresa un punto mo de defensa de la racionalización. pero es diferente de concluyente o tajante
de vista interesado o sesgado. La ética del No puede decirse que un acto es ad­ (como en la disciplina militar).
deber sigue un punto de vista desintere­ misible o rechazable, si no se le relacio­ La realidad psicológica de la afec­
sado o imparcial: adopta el deber como na con una regla que formule un juicio tividad plantea un problema filosófico.
móvil de la acción moral. Según Kant: sobre ese acto. ¿En qué se fundamenta ¿Cuánta afectividad puede estar presente
«Hay que hacer lo debido sólo por deber, tal regla? ¿Cómo se llega a respetarla? A en un juicio de aprobación o desaproba­
sin que entre en juego en esta causa nin­ diferencia de lo legal, lo ético tiene fuerza ción? Ninguna, dijo Kant, pero admitía
gún otro móvil oculto o declarado, que prescriptiva interna (no requiere castigo «fenómenos de la disposición de ánimo»
puede ser un sentimiento o cualquier in­ sino que genera conciencia de culpa) y que predisponen a cumplir la ley moral:
terés ajeno a la razón» (2012: 174). capacidad de justificación; de allí la im­ respeto a la ley, autoestima y amor al pró­
El utilitarismo juzga la calidad precisión y la flexibilidad características jimo. La presencia de afectos morales está
moral de una acción por sus conse­ del dilema moral. sujeta a una condición: que predispongan

86 DEBATES IESA • Volumen XVIII • Número 2 • abril-junio 2013


reseña
a lo moral. El peligro está en la pérdida el éxito, en el sentido de buenas con­ permite buscar alguna forma universal de
de autonomía. Una decisión es autóno­ secuencias, no es el criterio de lo ético. lo humano, en la cual se base un princi­
ma cuando resulta de una determinación Para Sartre la moral de la situación pio práctico para todos. Esto no implica
libre de la voluntad. Lo contrario ocurre es lo característico de la existencia hu­ dejar de lado la diversidad (de intereses
con las justificaciones que anteponen mana. Cada situación (única e intrans­ y mentalidades) sino, precisamente, por
objetos particulares: felicidad, bienestar, ferible) requiere una elección: «inventar conocer los conflictos y sus nefastas con­
ciencia, Dios. Tales principios conducen una solución». En cada elección se vuelca secuencias, buscar un mínimo común
a imperativos hipotéticos: «haz tal cosa si todo el peso de la vida ética y se define el para la acción.
quieres tal otra». Pero la moral no puede universo moral; de allí la angustia: «de­
concebirse como un medio para satisfa­ bemos decidir solos, sin base, sin guía Ética para la acción
cer un fin extraño a ella, sea impuesto y, aun así, por todos» (2012: 269). Si se Norbert Bilbeny aporta con su Ética una
por la naturaleza o la cultura. piensa en los valores como «datos» dejan exposición actualizada de uno de los te­
de ser valores, se vuelven «cosas». Esto mas más complejos y difíciles a los cuales
El problema de las perspectivas lleva a la «mala fe»: evitar la angustia que se ha enfrentado la humanidad. Desde
morales acompaña, siempre, a una elección res­ que existen registros se han encontrado
Bilbeny recuerda una escena del Julio Cé-
sar de Shakespeare que conduce a una
pregunta interesante: Bruto justifica el
Las reglas morales tienen origen social, pero la decisión de
asesinato y consigue la adhesión del pue­ seguirlas es individual, y su fuerza prescriptiva es mayor
blo, luego Marco Antonio con su discur­ mientras más general sea su validez
so exalta al mismo pueblo contra Bruto.
¿Cómo se explica un cambio de opinión ponsable y fundadora de valores. Regirse propuestas para deslindar lo bueno de
tan radical? por valores preexistentes implica desen­ lo malo, lo correcto de lo incorrecto, y
Existen diferentes modos de con­ tenderse de la libertad. críticas a cada una de ellas. La perspec­
cebir qué está bien o mal, según la Bilbeny termina su libro con una tiva kantiana es la continuación (algunos
perspectiva moral adoptada. Bilbeny discusión sobre el relativismo. El pro­ dirán la culminación) de una línea de
destaca tres perspectivas históricamen­ blema del relativista es que renuncia a pensamiento que viene desde la Grecia
te relevantes: (1) perfección (el bien decir que algo es bueno o malo «de una antigua, al menos. Los filósofos conti­
como visión de Dios); (2) felicidad, con manera invariablemente cierta y segura» nuarán debatiendo sus méritos y propo­
las variantes de hedonismo (maximizar (2012: 272). Por ejemplo, el soborno niendo soluciones a sus inconsistencias.
placer y minimizar dolor) y utilitaris­ puede ser malo si el gobierno funciona Para quienes buscan orientaciones
mo (maximizar consecuencias agrada­ bien o bueno si contribuye a agilizarlo. para la acción, sobre todo para el ejer­
bles según el criterio del grupo); y (3) La justificación apela a los intereses de cicio de la gerencia en los tiempos que
autonomía (el bien corresponde a una quienes juzgan. «Con el relativismo es corren, es interesante (quizá reconfor­
forma de voluntad, según Kant, o de imposible llegar a un acuerdo sobre lo tante) encontrar que incluso un crítico
decisión, según Sartre). que es “cierto”, “objetivo” o, en una pa­ de la ética del deber como Peter Singer
Sin «buena voluntad», en la pers­ labra, válido desde un punto de vista concluye en la necesidad de adoptar un
pectiva kantiana, los demás bienes son moral, porque impide la universalidad punto de vista universal y en que, si bien
relativos e incluso pueden ser malos: el de los juicios éticos» (2012: 272). Para la no existen respuestas concluyentes, el
«autodominio del malvado, la pruden­ actitud relativista ningún principio moral ejercicio de la razón puede conducir a
cia del egoísta, la fortuna del impostor» tiene validez universal sino vigencia para tal punto de vista. Asimismo resulta útil
(Bilbeny, 2012: 260). La voluntad pue­ un grupo. En su grado extremo, el relati­ constatar que, para Bilbeny, aunque re­
de seguir siendo buena aunque, por vismo dogmático, ¿cómo podría ponerse chaza categóricamente el relativismo, la
alguna circunstancia, sus efectos sean de acuerdo una sociedad sobre lo correc­ ética del deber no implica desentender­
contrarios a los deseados. Esta perspec­ to en un caso concreto? ¿Sería aceptable se de las consecuencias ni de los medios
tiva no implica menospreciar la utili­ éticamente el criterio que fije una mayo­ necesarios para el ejercicio de la buena
dad (facilitar los medios para ejercitar ría estadística (51 contra 49 por ciento, voluntad. Estas orientaciones, con sus
la buena voluntad): lo bueno no debe por ejemplo)? diferencias y puntos de acuerdo, son
quedarse en simple intención. Tampo­ El relativismo implica desechar una valiosas para quienes enfrentan dilemas
co implica propensión al fracaso. Pero concepción racional de la ética. La razón éticos; es decir, para todos.

COMPROMISO SOCIAL: GERENCIA PARA EL SIGLO XXI


Antonio Francés (coordinador)

La empresa es el motor económico por excelencia, sea privada, pública


o social. Hasta ahora trabaja para sus accionistas, pero los trabajadores,
los clientes y las comunidades le plantean exigencias crecientes,
que van más allá de lo que se conoce como responsabilidad social.
0212-555.42.63 / 44.60 En Compromiso social: gerencia para el siglo XXI se dan herramientas
ediesa@iesa.edu.ve novedosas para responder a esas exigencias.
DEBATES IESA • Volumen XVIII • Número 2 • abril-junio 2013 87

También podría gustarte