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PRINCIPIOS DE LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA Y PARTICIPATIVA

El pilar sobre el cual reposa el modelo democrático deliberativo y participativo se encuentra


integrado por tres principio esenciales que hacen plausible, en ultimas, una deliberación
racional, libre e igualitaria. Los principios de la democracia deliberativa y participativa son:

a) Principio de la inclusión: Este hace alusión a la capacidad política-moral de participar


que tienen todos los afectados o beneficiados con una o varias políticas en el proceso
democrático utilizado para su obtención; aquí para participar, no importan las
condiciones políticas, sociales, culturales o económicas que ostente el individuo, porque
lo que interesa es el derecho de oportunidad para participar libre e igualitariamente en
procura de argumentar su posición u opinión. Para la consecución de este primer
principio, es indispensable la libertad de las partes para hablar, exponer y explicar sus
diferentes argumentos en los espacios públicos en los cuales tiene lugar la deliberación
de las ideas.
b) Principio de la participación: Este se relaciona con la garantía de los derechos de igual
participación que ostentan todos los ciudadanos, como, por ejemplo, el derecho a votar,
el derecho de elegir las máximas autoridades gubernativas, el derecho ser elegido para
ocupar un puesto político, entre otros derechos.
c) Principio del bien común o general: Como su nombre lo indica con la realización de este,
se pretende o se aspira esencialmente por la búsqueda del bien común o colectivo.
Corresponde este principio al sendero por donde debe transitar la deliberación con la
finalidad de conseguir consensualmente una decisión, que refleje un acuerdo publico
respecto a las prioridades sociales, donde se observe la consecución de bienes públicos
de cobertura colectiva

CARACTERÍSTICAS

a) Se obtiene y forjan mejores decisiones colectivas: La democracia deliberativa y


participativa a medida que transcurre la historia de la humanidad, recobra más fuerza
dentro de los sistemas democráticos modernos de los distintos Estados, ya que, por
medio de este modelo democrático, los ciudadanos integrantes de una sociedad logran
conseguir y forjar entre todos las decisiones políticas que pueden afectar a unos y
beneficiar a otros.
b) a deliberación apunta a las cosas que están en nuestro poder, es decir, en el campo de
las acciones humanas por realizarse. “No se trata de una pura y simple definición del
objeto de la deliberación, sino, se quiere decir, que se delibera para decidir y para
actuar. Esto quiere decir que la decisión es parte integrante de la deliberación y no su
resultado externo, eventualmente sujeto a diferentes criterios de verificación24”.
c) Se dice que el modelo democrático deliberativo y participativo refuerza IGUALDAD Y la
equidad, porque éste exige que los potencialmente afectados con una decisión, posean
igualdad de oportunidades a participar en la deliberación en el debate público.

ARGUMENTOS

“de nada sirve que las decisiones se tomen con el consentimiento de los representantes o el
consentimiento pasivo o débil de los gobernados; lo importante es que las decisiones públicas
sean cuestionadas mientras más mejor37”. Sostiene el autor que la “deliberación, requiere que
las decisiones no se basen en “la negociación en donde los diferentes grupos de interese trataran
de lograr un acuerdo comúnmente beneficioso por la vía de lograr cada uno de ellos el acuerdo
que les exigiera la menor concesión posible38”, sino que esas decisiones se asienten en la
deliberación, “de suerte que las partes traten de acordar que el ordenamiento responde mejor
a las consideraciones que todos pueden reconocer como relevantes39”.

Liberalismo político, en ella nos enseña que la razón pública es la razón que ostentan los
ciudadanos libres e iguales, la cual bajo una concepción política de la justicia, los conduce a la
obtención del bien público. Rawls, al afrontar el estudio de la razón pública, realiza tres
aseveraciones, la primera: ella es la razón de los ciudadanos como tales; segundo es, la razón
cuyo objeto preciso es el bien público; y, tercero, su naturaleza y contenidos son públicos, en el
sentido de que los principios e ideales que la sociedad política expresa a través de la justicia
política y su ejercicio son públicos. En este sentido, según el filósofo, el ideal de ciudadanía para
el ejercicio legítimo del poder impone: dichos asuntos, los ciudadanos deberán circunscribir sus
deliberaciones a estos valores políticos. La idea de la razón pública se aplica a los ciudadanos
sólo cuando participan en el debate político, así como a los miembros de los distintos poderes
públicos.

Habermans determina que la democracia no es un mero agregado de intereses o preferencias


sino un complejo mecanismo deliberativo para definir qué preferencias, qué instituciones, qué
políticas públicas están o deben estar justificadas.

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