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Tipos de democracia

Grupo “N”
Curso: TIN-S-MA-1-1 VAN20
Integrantes:
-Aspiazu Soria Andrew Luis
-Palma Sotomayor Jair Israel
-Yagual Merchán Kevin Oswaldo
Integrantes que trabajaron:
-Aspiazu Soria Andrew Luis
-Palma Sotomayor Jair Israel
-Yagual Merchán Kevin Oswaldo

Democracia Deliberativa
La democracia deliberativa se conoce como el modelo normativo que
intenta completar, a través de procedimientos colectivos, la toma de
decisiones políticas, económicas y sociales, sobre la base de la discusión
pública de propuestas o reformas que afectan a toda la sociedad.
Este modelo surgió hacia fines de 1980, y se nutrió de las teorizaciones de
John Rawls, Jürgen Habermas, Jon Elster y Joshua Cohen. Según este
paradigma, las políticas democráticas son legítimas solamente si resultan
de un proceso previo, reflexivo y abierto entre los ciudadanos, que atiende
a los argumentos de aquellos que podrían resultar afectados.
La deliberación pública obliga a tomar en consideración los intereses
ajenos. La mayoría no puede simplemente ignorar las visiones de las
minorías, argumentando que son intereses minoritarios. Esa actitud es tan
irrespetuosa de la dignidad de los otros, que resulta poco defendible
públicamente en una democracia. De esta manera, a la hora de tomar una
decisión política, se tendrá como objetivo buscar un consenso entre todas
las partes para definir la mejor opción en vez de someter el tema a
votación, lo cual permite la posibilidad de la tiranía de la mayoría. Del
mismo modo, la deliberación - sometida al principio de publicidad - obliga
a presentar abiertamente las razones que sustentan la decisión adoptada,
con lo cual ciertas motivaciones manifiestamente injustas quedan excluidas
del debate político, precisamente por ser socialmente inaceptables. Por uno
y otro motivo, la discusión pública estimula el desarrollo de cualidades
democráticas importantes en los ciudadanos y en los líderes políticos, en
especial la virtud de la imparcialidad, en la medida en que los obliga a ir
más allá de sus intereses puramente personales.
Pero la democracia deliberativa actual trata de igual manera tanto a
hombres como a mujeres, pudiendo participar todos en las asambleas y en
las deliberaciones porque uno de los principales objetivos de este tipo de
democracia es la igualdad de las personas, intentando hacer desaparecer las
diferencias económicas, sociales o culturales.

Democracia consensual
La democracia consensual es la aplicación de la decisión por consenso al
proceso legislativo de una democracia. Se caracteriza por una estructura de
toma de decisiones a la que se llega mediante la concertación del mayor
número posible de opiniones, lo que implica una transacción que no
requiere votación. Este sistema intenta impedir que las opiniones
minoritarias no sean tenidas en cuenta por sectores que tienen la seguridad
de obtener un voto mayoritario. La democracia consensual implica
también una mayor participación de los ciudadanos a nivel comunitario en
el proceso de determinar la agenda política que satisfaga al grupo social, así
como en el propio proceso de toma de decisiones en su entorno político.
Algunos estudiosos han destacado la influencia del desarrollo alcanzado en
las tecnologías de la información y la comunicación para facilitar y
promover este sistema de negociación y transacción.
La democracia de consenso está ilustrada en la práctica de algunos países
de Europa Occidental, como son los casos de Suiza o Bélgica, en los cuales
el consenso es una parte integral de la cultura política, sobre todo con el
propósito de prevenir la preponderancia de un grupo lingüístico o cultural
en el proceso político de la nación.
La democracia consensual o "democracia de consenso" es una variante de
la democracia participativa.

Democracia procedimental
Llamamos “democracia procedimental” al método (tecnología) para
acordar o consensuar decisiones siguiendo la regla de la mayoría [como,
por ejemplo, cuando] un grupo de excursionistas decide por consenso (y no
por imposición del más fuerte, o del guía de la excursión) tomar la
dirección Este en lugar de tomar la dirección Oeste, o incluso establecer
unas reglas de juego convencionales relativas al reparto de víveres o al
orden rotatorio en la fila {“democracia del autobús”}.

Una comunidad de vecinos, cuando nombra a su presidente, o decide


arreglar la escalera de la casa, procede ordinariamente por consenso
mayoritario; y se dice, es cierto, que ha procedido “democráticamente”.
Pero se dice con abuso del término “democrático”, en cuanto término del
lenguaje político, sencillamente porque una comunidad de vecinos (o el
grupo de excursionistas) no es un demo de naturaleza política. Pretenderán
otros, sin embargo, defender el carácter propio “no abusivo”, metonímico,
del adjetivo “democrático” aplicado a la comunidad de vecinos
acogiéndose a un concepto de “democracia procedimental”, que tendría un
carácter unívoco, aun cuando las materias a las que se aplicase fuesen muy
diversas de las comunidades de vecinos (entre ellas las sociedades
políticas).
La acepción tecnológica de la democracia procedimental {que es una
acepción meta política} se especifica en función de la definición de las
unidades que intervienen en la votación. Si tomamos como unidades a los
individuos, la democracia será capitativa, pero no por ello necesariamente
política: la “democracia del autobús” no tiene significado político puesto
que las unidades de la consulta son los pasajeros determinados
aleatoriamente por su inclusión en el autobús, que, en un alto de su ruta,
deciden por mayoría cambiar de dirección o también de sentido. Como
unidades del procedimiento democrático podríamos tomar las familias de
una ciudad o de una nación, a las acciones de una sociedad anónima,
incluso a los Estados que se sientan en la Asamblea General de la ONU.
Habría también que analizar el fundamento meta político de la democracia
capitativa asociada a los anarquistas españoles de la CNT de las primeras
décadas del siglo XX que, a la vez, solían ser espiritistas y defensores de la
democracia como una consecuencia directa del espíritu individualista (o
personalista) que las inspiraba.

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