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DEMOCRACIA DELIBERATIVA

La democracia deliberativa aborda no sólo cómo puede aumentar la participación


ciudadana en la política, sino también cómo dicha participación puede ser más
informada.

La deliberación puede mejorar la calidad de las decisiones y la transformación de


las opiniones particulares, porque la formación de determinadas preferencias
puede estar relacionada con intereses sectoriales garantizando un objetivo
ideológico en el cual se deba usar un lenguaje de razón en vez de un juicio de
intereses.

Se busca encontrar formas de aumentar el elemento deliberativo en las


democracias modernas por medio de encuestas, días de deliberación y jurados
ciudadanos para reforzar la acción cívica

La premisa básica de los autores deliberativos es que, para ser legítimas, las
decisiones políticas de obligado cumplimiento deben pasar por procesos
justificativos y deliberativos frente a la opinión pública. El concepto de deliberación
hace referencia a exigencias de proveer razones públicas que justifiquen las
decisiones de modo que, para que una decisión pública sea legítima, debe pasar
previamente por el debate en el espacio público y la esfera de la opinión pública,
ambos conectados con una sociedad plural, dinámica y marcada por redes de
asociaciones, que pueda reflejar las distintas voces de la sociedad.

Con el modelo deliberativo no solo se aspiraría a que el sistema político absorba


las demandas que vienen de la sociedad, sino a una discusión mutuamente
transformadora entre gobernantes y gobernados, y entre la propia sociedad.
DEMOCRACIA LEGAL

El principio de la mayoría de una forma efectiva y deseable de proteger a los


individuos del gobierno arbitrario y, por lo tanto, de mantener la libertad.

Para que la vida política, al igual que la vida económica, sea una cuestión de
libertad e iniciativa individual, el gobierno de la mayoría, con el fin de funcionar de
una forma justa y sabia, debe circunscribirse al imperio de la ley.

El derecho igual para todos al autodesarrollo sólo puede alcanzarse en una


sociedad participativa, una sociedad que fomente un sentido de la eficacia política,
que nutra la preocupación por los problemas colectivos y contribuya a la formación
de una ciudadanía sabia, que sea capaz de interesarse de forma continuada por el
proceso de gobierno.

El resultado es una "democracia legal": "allí en donde termina la ley empieza la


tiranía". La legalidad absorbe a la legitimidad. "El liberalismo es una doctrina sobre
qué debería ser la ley; la democracia es una doctrina sobre la manera de
determinar qué será la ley".

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