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El adulterio se define como la unión sexual o carnal entre un hombre y una mujer
siendo uno de ellos o ambos casados. En el artículo 185 numeral 1 del CCV se
registra como causa de divorcio, sin embargo es la causa más difícil de probar
puesto que no se trata de que se sospeche de que el cónyuge está engañando,
sino que se debe probar que ha tenido relaciones sexuales con alguien diferente a
su pareja legal y esto no es sencillo porque los medios de prueba son insuficientes
y ayudan a deducir algunos hechos pero no prueban directamente la conducta
adulterina, y a la prueba testimonial no se le puede atribuir eficacia si los testigos
fueron presentados por el cónyuge de la víctima ya que estos pudieron ser
comprados por el mismo. Además, es muy difícil que a un testigo le conste el
comportamiento adulterino de la otra persona.
Por otra parte, en el caso del adulterio no solo se trata de un divorcio, sino que es
un divorcio traumático, tanto para la pareja, los hijos y la familia, que conlleva un
delito penado en el artículo 394 del CPV y múltiples gastos: los honorarios del
abogado, movilización de testigos, experticias, notificaciones en prensa,
inspecciones, gastos asociados a las citaciones, y los extensos periodos que
tardan los juicios.
Al hacer este análisis nos podemos preguntar ¿Con que finalidad se podría llegar
a una demanda de divorcio por adulterio? Sin no existe la firma de un acuerdo
prenupcial, y Solicitar el divorcio por desafecto ya es un hecho desde el año 2017
sustentado con la jurisprudencia N° 1070 del 9 de diciembre de 2016, y se suman
como causales a las 7 que existen en el artículo 185 del CCV.
Para este análisis tomaremos el resumen de la Sentencia nº 715 de Tribunal
Supremo de Justicia - Sala Constitucional de 17 de junio de 2015, referente a la
solicitud de nulidad parcial del artículo 394 del Código Penal Venezolano.