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ANTECEDENTES

En fecha 01/10/2010 fue consignado por la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos y recibido en la
misma fecha por este Tribunal escrito contentivo de una acción mero declarativa presentado por el ciudadano
R.L.H.J., venezolano, mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V-14.968.594,
asistido por el profesional del derecho ciudadano A.C., abogado en ejercicio e inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el Nº 93.116 contra la ciudadana Y.D.C.A.R., venezolana, mayor de edad, de este
domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V-8.890.351.
Alega el demandado lo siguiente:
Que en el mes de diciembre de 2002 inició una unión concubinaria con la demandada, de manera ininterrumpida,
pública y notoria entre familiares, relaciones sociales y vecinos de la ciudad de Puerto Ordaz donde vivieron
varios años, así como también en esta Ciudad, desde hace aproximadamente 18 meses.
Indicó que hicieron juntos un capital, ella laborando en diferentes empresas y él como comerciante y taxista,
labor independiente que realizó en un vehículo que adquirieron con su peculio.
Expuso que procrearon hijos, actualmente niños, y que además adquirieron bienes muebles e inmuebles en cuyos
documentos de propiedad aparece como dueña sólo la demandada.
Expresó que goza como concubino de la ciudadana Y.A. de la condición de beneficiario del seguro de vida y de
salud de la empresa aseguradora Banesco, lo cual consta en póliza Nº 80-11-11, que es cancelada por la empresa
Promotora Minera de Guayana PGM, S.A., donde labora la demandada.
Arguyó que desde el 06/09/2010 su concubina decidió terminar la relación concubinaria que mantuvieron durante
siete años, sin posibilidad de reconciliación.
Por dichas razones solicita la declaración de unión concubinaria, para salvaguardar sus derechos dentro de la
citada relación, con la ciudadana Y.D.C.A.R. desde el mes de diciembre de 2002 hasta el 06/09/2010.
Se admitió la presente demanda por el procedimiento ordinario, ordenándose el emplazamiento de la parte
demandada para que diera contestación a la demanda dentro de los veinte (20) días de despacho siguientes a la
constancia en autos su citación.
Realizadas las diligencias pertinentes para la citación de la demandada, se procedió a designarle defensor judicial
en la persona de K.Y., constando en autos su citación, previa notificación y aceptación del cargo, el 23/05/2011.
Sin embargo, la demandada procedió a otorgarle poder apud acta el 06/06/2011 al abogado R.J.P.F..
En su contestación alegó:
Que son falsos los siguientes alegatos:

1.- Que la relación entre ella y el demandante haya durado el tiempo y espacio señalado en el libelo, ni fue de
manera estable tal como lo expuso el demandante.

2.- Que la relación se haya iniciado en el mes de diciembre de 2002, ya que para el mes de octubre de 2003
culminaba una relación concubinaria.

3.- Que hayan adquirido bienes de fortunas, ya que el accionante nunca trabajó ni como comerciante ni como
taxista para contribuir con el patrimonio que dice llamar común.

4.- Que el demandante haya criado a sus hijos porque tuvo que contratar a una tercera persona, debido a que
R.H. no tenía tiempo para ellos por cuanto no hacia vida en común con ella.
Llegada la fase probatoria, las partes promovieron las siguientes: la demandada: 1.- documentales y 2.-
testimoniales, por su parte el demandante: 1.- merito favorable de los autos, 2.- documentales, 3.- informes, 4.-
exhibición de documentos y 5.- testimoniales.
Llegadas las resultas de la apelación interpuesta en contra del auto de fecha 28/07/2011, se fijó el término para
la presentación de informes, y ninguna de las partes hizo uso de tal derecho.
ARGUMENTOS DE LA DECISIÓN
Luego de efectuado el estudio de las actas que conforman el expediente FP02-V-2010-001382 el Tribunal procede
a decidir la causa con fundamentos en las consideraciones siguientes:
La pretensión de la parte actora es que se declare que entre él y la señora Y.D.C.A. existió una unión estable de
hecho que se inició en el mes de diciembre del año 2.002 y terminó el 6 de septiembre de 2010, durante la cual
adquirieron bienes y procrearon dos hijos comunes. Señala que primeramente vivieron en la ciudad de Puerto
Ordaz y los últimos 18 meses se trasladaron a Ciudad Bolívar.
En su contestación la señora Y.A. admitió que ambos mantuvieron una relación afectiva durante la cual
procrearon dos hijos, pero niega que esa relación se haya prolongado durante el tiempo afirmado por su
contendiente y que haya sido un vínculo estable.
Para decidir este Tribunal observa:
En la actualidad no ha sido dictada una ley que regule lo concerniente a las uniones estables de hecho previstas
en el artículo 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por cuyo motivo las controversias
que surjan entre particulares con relación a si entre ellos existió o no una unión estable cuyos efectos deban
asemejarse a los que nacen del matrimonio deben ser resueltas conforme con los postulados desarrollados por la
Sala Constitucional en la sentencia publicada el 15 de julio de 2005 que interpretó el contenido y alcance del
artículo 77 de nuestra Carta Magna, la cual tiene carácter vinculante (jurisprudencia normativa) para los demás
tribunales de la República.
En dicha sentencia la Sala delineó los principales elementos que caracterizan el concepto “unión estable”, siendo
ellos:

1.se trata de una relación entre un hombre y una mujer;

2.ambos deben ser solteros;

3.la vida en común (cohabitación)

4.la permanencia, considerando la Sala que ella debía prolongarse por lo menos durante dos años;

5.reconocimiento del cuerpo social de que la pareja mantiene una relación sería y compenetrada.

Sobre las bases de la doctrina desarrollada por la Sala Constitucional este jurisdicente examinará el material
probatorio aportado por las partes a fin de establecer si en el subjudice están dados los elementos que
permitan caracterizar la relación afectiva que ambos admiten haber mantenido como un concubinato o unión
estable; a tal efecto observa:

Es palmario que la presente causa enfrenta a una mujer, la demandante, que alega haber vivido en
concubinato durante treinta y seis años, con el demandado, hombre, que admite haber mantenido relaciones
con ella, pero rechazando que se haya tratado de una unión estable. De aquí resulta satisfecho el primero de
los requisitos: que se trate de una relación entre un hombre y una mujer.

En el ordenamiento jurídico no se prevé una partida o registro oficial que permita dar fe de que se posee la
condición de soltero; el matrimonio, que modifica ese estado natural, sí cuenta con un mecanismo específico
y fehaciente que permite demostrarlo, cual es el acta de su celebración; por consiguiente, tocaba al
demandado alegar y probar la existencia del hecho constitutivo de su excepción: que durante la vigencia de
la supuesta unión estable uno de ellos o ambos estaban casados.

Por manera que, si el demandado no se excepcionó alegando y probando que durante el tiempo en que
estuvo unido a la actora, ella o él, o ambos, estaban casados, el juzgador debe dar por sentado que entre
ellos no existía el impedimento para contraer matrimonio. Así lo decide.

En cuanto a la permanencia, el juzgador encuentra que ambos contendientes procrearon dos hijos que llevan
por nombres V.A. y V.A., ambos menores de edad.

Durante el lapso probatorio la parte demandada promovió un documento notariado de liquidación de una
comunidad concubinaria autenticado en la Notaría Pública Primera de Ciudad Bolívar el 28 de octubre de
2010, anotado bajo el Nº 75, tomo 109 de los libros de autenticación llevados por esa oficina.

La fecha de este documento se cuenta desde su incorporación en el libro de autenticaciones de la Notaría


Pública como lo dispone el artículo 1369 del Código Civil.

Para demandar la partición de una comunidad concubinaria es menester la presentación del título que
acredite la comunidad, titulo que no puede ser otro, en principio, que la sentencia definitivamente firme que
declare la unión estable de hecho o el acta levantada ante el Registro Civil en el libro de uniones estables de
hecho. Pero si las partes no discuten la existencia de la unión estable porque están de acuerdo que durante
cierto plazo vivieron unidos de hecho de forma estable no hay razón para obligarlos a incoar una demanda de
mera declaración del concubinato por lo que es posible que amigablemente liquiden la comunidad haciéndose
las adjudicaciones pertinentes.

La declaración notariada (carta de concubinato, partición amigable, declaración de testigos, etc.) es un medio
de prueba que tendrá valor en tanto y en cuanto entre los supuestos concubinos no haya contención relativa
a la naturaleza de la unión y de los derechos que de ella derivan. En tal caso, la parte interesada deberá
incoar su demanda mero declarativa del concubinato y durante el proceso respectivo la declaración notariada
será un medio de prueba documental de la unión estable que podrá ser desvirtuada por prueba en contrario
como lo establece el artículo 1.363 del Código Civil.

Respecto de los terceros el documento autentico de partición comprueba ante terceros la unión durante el
tiempo señalado en ese documento, salvo que el tercero lo desvirtúe por prueba en contrario.
El concubinato al igual que el matrimonio se prueba con un título, cual es el acta inscrita en el Registro Civil
que contiene la declaración libre y conjunta del hombre y la mujer de que viven unidos de hecho en forma
estable; además el concubinato puede probarse con una sentencia judicial definitivamente firme (sentencia
nº 1682/2005 Sala Constitucional); igualmente, mediante una declaración contenida en un documento público
o autentico que debe inscribirse en el libro correspondiente del Registro Civil. Esto es lo que prescribe el
artículo 117 de la Ley Orgánica del Registro Civil de 2010. Antes de la vigencia de este texto legal los efectos
civiles del concubinato, como el derecho a pedir la división de los bienes comunes, requería una previa
declaración judicial (sentencia firme) tal como lo asentó la Sala Constitucional en la sentencia nº 1682/2005
en la cual señaló que:

En primer lugar considera la Sala que, para reclamar los posibles efectos civiles del matrimonio, es necesario
que la “unión estable” haya sido declarada conforme a la ley, por lo que se requiere una sentencia
definitivamente firme que la reconozca.

Ahora bien, si en un proceso incoado con la finalidad de que se declare la unión estable de hecho la parte
demandada alega que ello no es posible porque durante el periodo afirmado por el demandante estuvo unida
de hecho con otra persona se le debe admitir la prueba de tal unión con cualquier género de pruebas, pues
en este caso no se trata de reclamar los efectos civiles del matrimonio sino de demostrar incidenter tantum
con efectos limitados al proceso en que se hace valer el documento público o autentico la existencia de una
relación con similares características al concubinato y, por tanto, excluyente del que pretende el demandante
sea declarado.

En el caso de autos el documento notariado comprueba que el 28 de octubre de 2003 la señora Y.A. y J.A.M.T.
suscribieron un acuerdo amigable de partición de una unión estable de hecho que afirmaron pervivió hasta
esa misma fecha.

Durante el lapso probatorio la parte actora promovió las siguientes:

1.Documento de adquisición de un vehículo chevrolet optra de fecha 11-12-2008. La fecha de este


documento lo hace obviamente ineficaz para demostrar lo contrario del documento de liquidación de una
comunidad concubinaria presentado por la parte accionada.

2.El documento de opción de compra que riela en los folios 19 y 20 fue producido en copia simple por cuya
virtud al tratarse de un documento privado no auténtico carece de eficacia probatoria.

3.El certificado de Registro de Vehículo 25094504 que cursa en el folio 21 es de fecha 3-12-2007,
circunstancia que lo hace ineficaz para desvirtuar el documento de partición amigable producido por la
demanda que es de fecha anterior (2003); así se establece.

4.La constancia de trabajo que cursa en el folio 22, de fecha 18-11-2009, es impertinente porque la condición
de empleada de la demandante es asunto ajeno al tema litigioso de esta causa.

El certificado de salud colectivo que riela en los folios 22-25 de fecha 30-9-2010 en el cual se incluye al
ciudadano R.L.H.J. como asegurado en una póliza de salud colectiva tomada por Promotora Minera Guayana
P.M.G. SA., a nombre de Y.A.R. es valorada por este sentenciador como un indicio de la unión estable afirmada
en el libelo.

5.Las partidas de nacimiento de V.A. y V.A. (folios 26 y 27) demuestran que ambos contendientes procrearon
hijos comunes en los años 2004 y 2006. Estos documentos públicos son apreciados como indicios de la unión
estable alegado por el demandante.

6.La constancia de cancelación y de liberación de la reserva de dominio que riela en el folio 118 por su fecha,
21-9-2009, no es idónea para desvirtuar el documento de partición amigable del año 2003 presentado por la
demandada. Tampoco este documento puede ser apreciado como prueba de la unión alegada porque no
contiene ninguna mención siquiera referencial de esa unión.

7.El contrato de venta a crédito con reserva de dominio que cursa en los folios 119-123 merece igual
consideración. En ese instrumento no aparece ninguna mención del concubinato que sirva siquiera de indicio
de que lo afirmado en la demanda es verdadero.

8.Por igual motivo se desecha la factura 48034 (folio 124), el certificado de registro de vehículo AQ-78151
(folio 125) y el contrato de venta a crédito con reserva dominio que cursa en los folios 126 al 130.

9.Las autorizaciones para conducir unos vehículos propiedad de la actora expedidas en documentos privados
suscritos por la demandada en beneficio del señor R.L.H.J. (folios 131 al 132) son, a juicio de este
sentenciador, impertinentes porque ninguna relación tienen con el alegado concubinato. En realidad,
autorizaciones como esas se pueden extender en beneficio de cualquier persona sin que ello implique que
entre el propietario del bien y el conductor existe un vínculo de afinidad estable y permanente, distinto, por
ejemplo, a un arrendamiento o un préstamo de uso.

10.El testigo J.H.C.F. promovido por la parte demandada, compareció el 11-8-2011, y este fue el contenido, en
síntesis, de sus respuestas al interrogatorio: Que le consta que ambos litigantes vivían en concubinato porque
en ocasiones participó en fiestas y reuniones invitado por el hermano de Yumilva y participó en la mudanza de
la pareja cuando vivían en Puerto Ordaz; que sabe que procrearon dos hijos, un varón y una hembra; que la
residencia conyugal la situaron en Puerto Ordaz, en residencias Gran Sabana. Repreguntado contestó que no
recordaba los nombres de los hijos de la pareja; afirmó que intervino en la mudanza en calidad de voluntario;
que no maneja información relativa a cual de ellos adquirió el inmueble en Puerto Ordaz; que le consta que
vivieron en concubinato más o menos 8 o 9 años; que sí le consta que la señora Y.A. vivió con otra pareja
antes de hacerlo con el demandante; que esa pareja es el señor J.M.; dijo no saber hasta que fecha perduró
esa primera relación; el testigo dijo ser supervisor del Servicio Autónomo Nacional de Atención a la Infancia y
la Familia SENIFA.

El artículo 508 del CPC ordena que se valore la prueba testimonial atendiendo a la confianza que merezca el
testigo por su edad, vida, costumbres, por la profesión que ejerzan, por su conformidad con las otras
declaraciones y con las demás pruebas de autos. Pues bien, el testigo J.H.C. dio razón fundada de sus dichos
ya que declaró que conoce que los litigantes cohabitaron porque asistió a varios eventos sociales invitados
por un hermano de la demandada y también porque colaboró con ellos en su mudanza a Puerto Ordaz; por
otra parte, su declaración concuerda con lo aseverado por la parte no promovente en cuanto a que antes de
hacer vida en pareja con el demandante mantuvo una relación semejante con otro ciudadano de nombre J.M..
El testigo dijo trabajar para el Servicio Autónomo Nacional de Atención a la Infancia y la Familia, lo cual es
estimado por el juzgador como razón para confiar de su sinceridad porque su condición de funcionario público
al servicio de una institución estatal encargada de la protección y promoción de la infancia y la familia hace
presumir que se trata de persona seria y responsable. Este testigo lo valora el sentenciador como un indicio
que apunta al concubinato alegado en el libelo.

11.E.H.U. (folio 143) declaró el 2-8-2011. Dijo conocer a ambos litigantes, pero que en el año 2002 le consta
que la señora Y. tenía una relación con otra persona cuyo nombre es J.M.. R. contestó que conoce a los
litigantes desde siempre porque son sus vecinos desde el año 1998. Señaló que entiende por relación estable
compartir el mismo techo y compartir la responsabilidad económica dentro del hogar. Que considera que el
demandante no compartió responsabilidad económica con la señora Y.A. durante el tiempo que vivió con ella.
Que fijaron como domicilio la residencia de Yumilva en Puerto Ordaz, lo que le consta por referencia de ella y
por “anécdotas” le manifestaba que no era residencia conyugal.

Esta testigo fue promovida por la demandada; sin embargo, no desvirtuó la unión afirmada por el accionante
puesto que se limitó a afirmar que en el año 2002 la demandada mantuvo una relación afectiva con el señor
J.M.. Otros aspectos de su declaración apuntalan el alegato del señor R.H.: dijo conocerlos desde el año 1998
porque son sus vecinos y que vivieron juntos en Puerto Ordaz. Esta testigo concuerda con lo declarado por el
ciudadano J.H.C. por cuya virtud el tribunal le confiere el valor de un indicio a efectos de la comprobación de
que ambos contendientes vivieron unidos.

13.S.R. de F. fue interrogada el 2-8-2011 (folio 144) promovida por la parte accionada. Dijo conocer a ambos
litigantes. Que le consta que ambos procrearon dos hijos. Que a los hijos los cuidaba una señora que era
pagada por Y.A.. Que no le consta que Y.A. y R.H. hayan vivido en concubinato.

Esta declaración es irrelevante. Las respuestas de la testigo nada aportan para la resolución de pleito. El que
no tenga conocimiento de que ambos contendientes hayan cohabitado como concubinos no significa que sea
falsa la aseveración del demandante sólo significa que esta ciudadana no tiene conocimiento de ese hecho.

14.Y.G. compareció el 3-8-2011 a petición de la demandada de autos. Contestó que conoce a ambos
litigantes; que no le consta que en el año 2002 hayan vivido en concubinato; que en esa fecha le consta que
la señora Y.A. estaba unida con J.M.; que R.H. y Y.A. procrearon dos hijos; que no le consta que ambos hayan
sido concubinos. Repreguntada por el apoderado demandante contestó: No sabe cuál era la residencia en
Puerto Ordaz de la demandada; que sí sabe quién cuidaba a los hijos de Yumilva mientras ella estaba en
Puerto Ordaz; que sabe que ella trabajaba en El Callao, pero desconoce la dirección de la empresa; que son
vecinas porque por allí vive la mamá de ella.

Esta testigo concuerda con los otros declarantes acerca de que la demandada mantuvo una relación afectiva
en el año 2002 con otra persona; en lo demás sus contestaciones son irrelevantes. Decir que no le consta que
los litigantes hayan sido concubinos equivale a admitir que desconoce ese hecho no que sea falso.
Una vez efectuada la tarea de valorar el material probatorio aportado por los litigantes el sentenciador
encuentra que en este proceso quedaron exonerados de pruebas por tratarse de hechos no controvertidos los
siguientes:

1) Que ambos contendientes procrearon dos (2) hijos que actualmente son menores de edad.

2) Que ambos vivieron bajo un mismo techo durante cierto tiempo.

Las pruebas aportadas al proceso demuestran que la ciudadana Y.A. vivió en concubinato con un tercero, de
nombre J.M., hasta el 28 de octubre del año 2003. Esto desvirtúa lo afirmado por el demandante de que la
unió estable con esta ciudadana se inició en el mes de diciembre de 2002. No obstante, la existencia de hijos
comunes, la circunstancia de haber convivido bajo el mismo techo, el que el demandante haya sido incluido
como cónyuge de la demandada en un seguro colectivo de vida contratado por la empresa donde ésta trabaja
y las declaraciones contestes de los testigos J.H.C. y Erquis Urbana, conocidos de la pareja, constituyen un
cúmulo de indicios que sumados llevan al juez a la convicción plena de que R.H.J. y Y.A.R. estuvieron unidos de
hecho de manera estable y permanente.

Esa unión no se inició en el mes de diciembre de 2.002 porque la accionada comprobó que en ese año hasta
octubre de 2003 estuvo unida con otro ciudadano, J.M., hecho que excluye la posibilidad de que en el mismo
lapso coexistieran uniones estables de hecho de la demandada con algún otro ciudadano. Esto lo estableció la
Sala Constitucional en la sentencia nº 1682/2005 en la cual dispuso:

Pero como, al contrario del matrimonio que se perfecciona mediante el acto matrimonial, recogido en la
partida de matrimonio, no se tiene fecha cierta de cuándo comienza la unión estable, ella debe ser alegada
por quien tenga interés en que se declare (parte o tercero) y probada sus características, tales como la
permanencia o estabilidad en el tiempo, los signos exteriores de la existencia de la unión (lo que resulta
similar a la prueba de la posesión de estado en cuanto a la fama y el trato, ya que la condición de la pareja
como tal, debe ser reconocida por el grupo social donde se desenvuelve), así como la necesidad de que la
relación sea excluyente de otra de iguales características, debido a la propia condición de la estabilidad. Si la
unión estable se equipara al matrimonio, y la bigamia se encuentra prohibida, a juicio de esta S. es imposible,
para que ella produzca efectos jurídicos, la coexistencia de varias relaciones a la vez en igual plano, a menos
que la Ley expresamente señale excepciones. Ahora bien, corresponde conforme al artículo 77 constitucional,
a la reserva legal la regulación de las otras uniones estables diversas al concubinato y, por ello, le está a la
Sala vedado, aun por la vía de la jurisdicción normativa, realizar la tipificación de estas otras uniones, y así se
declara

La partición amigable notariada que presentó la demandada junto con su contestación creó una presunción
desvirtuable por prueba en contrario de que las declaraciones allí contenidas son ciertas y, por tanto, que
hasta octubre de 2003 ella y un señor llamado J.M. estuvieron unidos mediante un vínculo semejante a un
concubinato al punto que inclusive hubo una liquidación de bienes comunes. El demandante debió probar la
falsedad de esa declaración o, por lo menos, que ella no reunió las características de un verdadero
concubinato; no lo hizo por cuya virtud se declara que hasta octubre de 2003 no es posible que los señores
R.H. y Y.A. hayan sido concubinos. Así se declara.

Pero al igual que una unión estable puede transformarse en matrimonio una vez que la pareja cumple con las
exigencias previstas en el Código Civil y en la Ley Orgánica del Registro Civil de la misma manera otro tipo de
unión puede transformarse en concubinato una vez que cesan las circunstancias que lo impedían, por
ejemplo, si el hombre o mujer estaban casados y el matrimonio se disuelve cesa el impedimento y en lo
adelante la unión entre el hombre y la mujer, ya solteros, puede transformarse en una unión estable de hecho
con plenitud de efectos jurídicos. Con base en esta premisa el Tribunal establece que la unión entre R.H. y Y.A.
se inició, con los efectos propios del concubinato, el 29 de octubre de 2003 y finalizó el 6 de septiembre de
2010. Así se decide.

DECISIÓN

En mérito de las consideraciones expuestas, este Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
A. y Tránsito del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, administrando Justicia en
nombre la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley declara parcialmente con lugar la
demanda de mera declaración de una unión estable de hecho incoada por R.L.H.J. contra Y.D.C.A.R.. En
consecuencia, declara que los prenombrados ciudadanos estuvieron unidos de hecho desde el 29 de octubre
de 2003 hasta el 6 de septiembre de 2010.

No hay condena en costas dada la naturaleza parcialmente con lugar del fallo.

P., regístrese y déjese copia de la presente decisión para el archivo del Tribunal.
Dada, firmada y sellada en la sala de audiencias de este Tribunal Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, A. y Tránsito del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, en Ciudad Bolívar,
a los trece (13) días del mes de marzo del año dos mil doce. Años: 201° de la Independencia y 152° de la
Federación.

El Juez,

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