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ESCUELA DE DERECHO
01 Octubre 2022
el alienado mental puede casarse durante un del valor lúcido. La jurisprudencia autoriza el matrimonio
El consentimiento debe existir en el momento mismo de la celebración del matrimonio. Para que los
futuros esposos puedan rectificar su decisión hasta el último momento, se les prohíbe casarse
por poder.
Los tribunales tienen en cuenta la violencia como vicio del consentimiento en materia de matrimonio.
Pero no admiten como error sino el error en la persona, considerada considerado con el
artículo 180 del Código Civil. Poro una sentencia dictada en 1862, las cámaras reunidas de la
Corte de casación, en el asunto llamado del “licenciado de presidio”, limitaron la aplicación del
artículo 180 a los errores sobre la nacionalidad, sobre la identidad física o civil.
El dolo no es tomado en cuenta como causa de nulidad del matrimonio La lesión es una noción
matrimonio.
Ausencia de consentimiento y vicios del consentimiento. Según los términos del artículo 146 del
Código Civil:” no hay matrimonio cuando no hay consentimiento” pero no basta con que exista
el consentimiento: éste debe ser “libre” (artículo 180 del Código Civil); es decir, exento de
vicios.
La existencia de consentimiento. El artículo 75, párrafo 6, del Código Civil, exige que cada uno de los
esposos manifieste su voluntad ante el encargado del Registro Civil, y en presencia de testigo:
“Recibirá de cada parte, una después de otra, la declaración de que quieren tomarse por
marido y mujer…”.
La apariencia crea una presunción a favor de la existencia del consentimiento, presunción que los
futuros esposos deben destruir por la prueba en contrario; sin duda, esa prueba puede
realizarse por todos los medios; pero el tribunal deberá exigir al menos presunciones de hecho
muy serias.
El consentimiento puede existir y no se coma sin embargo, un consentimiento real, porque no haya
sido prestado libremente y con conocimiento de causa se dice que está viciado. Dados el papel
cabría estar tentado de aplicar pura y simplemente al matrimonio la teoría general de los vicios
del consentimiento. Pero el matrimonio es un acto infinitamente más grave que un contrato
ordinario.
Parece probable la afirmativa; pues los redactores se han contentado, en los casos en que resultaba
posible una duda, con designar la persona que puede alegar la nulidad. No creían decidir por
ello que tales vicios carecían de influencia sobre la validez del matrimonio. Por eso, la
jurisprudencia se ha resistido a que jueguen en materia de matrimonio todos los vicios del
consentimiento que entrañan nulidad de los contratos, aún cuando no haya podido atenerse,
aquella al único vicio considerado expresamente por los redactores del título “Del matrimonio”:
En el antiguo derecho, la violencia tenía una gran importancia, porque comprendía el rapto y la
seducción. Se resolvía que la víctima del rapto no podía casarse válidamente con el raptor
El dolo.
en el matrimonio, engaña al que puede, escribía Loysel. quería indicar que no se debe tener en
cuenta, para la validez del matrimonio, la actitud de los futuros esposos que hayan utilizado
El hijo legítimo debe tener consentimiento de uno de sus progenitores si viven ambos o si solo vive
uno de ellos.
El consentimiento especial; Lo cual quiere decir que debe ser dado para un matrimonio determinado.
Es revocable hasta el último minuto. Es soberano y absoluto, en el sentido de que no puede ser
interpuesto ningún recurso ante los tribunales pues las negativas, y por qué los padres no
REGLAS DE FORMA
El consentimiento es dado oralmente con ocasión de la celebración del matrimonio; es necesario que conste en un
El Código Civil regula la manera en que el hijo debe probar la muerte de sus padres u otros ascendientes, o la
Las reglas examinadas precedentemente tienen por objeto asegurar la plena libertad de los futuros esposos.
Un menor no realiza por sí solo ningún acto jurídico; obra por él un representante. Pues bien, el matrimonio es un
acto puramente personal; el consentimiento de un representante no podría reemplazar al del menor; por lo
menos es necesario que la voluntad del menor sea ilustrada, guiada. En esta primera concesión, el
consentimiento de los padres tiene, pues, por finalidad la protección de la voluntad del hijo contra un arrebato
Cabe enfocar de una manera por completo distinta la necesidad del consentimiento paterno. No se trata ya de
proteger al hijo contra él mismo, sino de proteger a la familia del hijo contra la intrusión de indeseable.
Mientras que los mayores de edad no tienen siquiera necesidad de solicitar el parecer de sus padres, todos los
El hijo legítimo.
Hoy muy simple para el hijo legítimo cuyos dos progenitores viven o si solo vive uno de ellos basta con el
En el sistema del Código civil, el hijo cuyos dos progenitores vivieran, debía obtener el consentimiento del padre y de
la madre; pero, en caso de disentimiento, era suficiente con el consentimiento del padre. Ese sistema
presentaba un grave inconveniente cuando los padres estaban divorciados o separado de cuerpo. Cuando la
guarda del hijo no se había confiado al padre, se veía con frecuencia que éste se resolvía, no en
consideración a los intereses del hijo, sino para hacerle alguna jugarreta a la madre.
Cuando uno de los progenitores ha muerto, basta con el consentimiento del otro.
El hijo natural.
En principio, el hijo natural está sometido, en cuanto el consentimiento requerido para su matrimonio, a reglas
Si tiene un nexo legal de filiación con sus dos progenitores vínculo que puede resultar de un reconocimiento o de una
sentencia pronunciada en virtud de una acción de investigación y si sus dos progenitores viven, solicitará,
otros son relativos: no prohíben el matrimonio más que entre dos personas determinadas. Por ejemplo, un
dirimentes.
El encargado del Registro Civil que celebre el matrimonio debe estar informado, lo más exactamente que quepa,
sobre la situación jurídica de los contrayentes, a fin de estar en condiciones de verificar si se encuentran
reunidos todos los requisitos de fondo. Con ese fin, el encargado del registros civil publica el matrimonio. Es
más útil todavía que tenga personalmente a su disposición todos los informes posibles; por eso los futuros
esposos deben entregarle cierto número de documentos antes de la celebración del matrimonio.
Redactores del Código Civil decidieron que la proclamas del matrimonio debían ser leídas dos domingos seguidos a
la puerta de la alcaldía.
Los redactores del Código Civil concibieron de manera muy diferente el derecho de formular oposición, según que
sea ejercido por los ascendientes o por los otros oponentes: los oponentes distintos de los ascendientes no
disponen del derecho de entablar oposición más que con la finalidad de informar al encargado del Registro
Civil de la ausencia de un requisito para el matrimonio; les está prohibido usar el mismo simplemente para
No pueden formular oposición válida más que por motivos determinados; su derecho Noe discrecional.
La oposición regular, o sea, la que procede de una persona que tiene cualidad, formulada por un motivo previsto por
la ley y según las formas prescritas, constituye una prohibición para que el encargado del Registro Civil
celebre el matrimonio.
La persona que haya formulado oposición tiene la posibilidad de renunciar a ella, de conceder levantamiento
título, cómo limitativa. Por la ley de 1792, los revolucionarios habían querido suprimir los procedimientos del
derecho canónico que, acerca de este punto, daban lugar a abusos; y los redactores del Código Civil creyeron
Todos los requisitos de fondo y de forma establecidos por el legislador se impone al encargado del registro civil en el
sentido de que, cuando tenga conocimiento de su inobservancia, no debe proceder al matrimonio; si lo hiciera,
Nulidades perentorias y facultativas. - Todas las nulidades absolutas del matrimonio nos imponen al juez solamente
tres nulidades absolutas de forma son facultativas para el tribunal: la clandestinidad, la incompetencia del
encargado del Registro Civil, el matrimonio del francés en el extranjero sin proclamas en Francia.
Personas que pueden intentar la acción de nulidad. El legislador no otorga la acción de nulidad absoluta del
matrimonio a todos los interesados. Mientras que toda persona puede demandar la nulidad de un matrimonio
si hace la prueba de un interés pecuniario, solamente pueden demandar la nulidad no invocando más que un
interés moral: los cónyuges, el primer consorte de un esposo bígamo, todos los ascendientes, el Consejo de
confirmación y prescripción. De resulta de ciertas circunstancias, el matrimonio puede encontrarse confirmado con
relación a algunas personas o incluso con respecto a todos. La muerte de 1 de los cónyuges torna inadmisible
la acción del Ministerio público. Nadie puede demandar la nulidad por impubertad, ya sea que el esposo
casado impúber ayer cansado hace ya 6 meses la edad de la pubertad, ya sea cuando la mujer se encuentra
embarazada. Los esposos no son admitidos a demandar la nulidad de su matrimonio por vicio de forma (salvo
el caso de falta de celebración por un encargado del Registro Civil) si tiene la posesión de Estado de esposos.
La nulidad relativa es susceptible de producirse en dos casos: vicio del consentimiento de los esposos; ausencia de
consentimiento de los padres para el matrimonio de su hijo menor. La acción está reservada estrictamente a
la persona a quien la ley haya querido proteger; es decir, al esposo o a los padres cuyo consentimiento era
necesario.
Inexistencia. No existe ningún interés en distinguir de los casos de nulidad absoluta los supuestos casos de
inexistencia del matrimonio (identidades sexo, ausencia de celebración ante un encargado de Registro Civil).
textos legales que establezcan expresamente la nulidad; y, por otra parte, los efectos que se pretenden
La nulidad del matrimonio debe ser distinguida del divorcio en sus causas y en sus efectos. Mientras que se incurre
celebración del matrimonio, el divorcio es consecuencia de una falta grave cometida por un cónyuge en el
curso de un matrimonio contraído regularmente. Los efectos de la nulidad son, en principio, retroactivo; todo
sucede, pues, como si el matrimonio no se hubiera contraído jamás; se considera que los esposos no han
estado nunca casados, y como nacidos fuera del matrimonio los hijos; por el contrario el divorcio produce
efecto en el porvenir; tan solo a partir de la sentencia de divorcio cesaran de estar casados los esposos; los
efectos del matrimonio realizados con anterioridad al divorcio, subsisten: la situación de los hijos, sobre todo,
no se encuentra modificada.
El artículo 194 del Código Civil no permite sino un solo medio de prueba de matrimonio: el extracto de la partida de
1- La prueba es libre en los casos previstos por el artículo 46 del Código civil; es decir, cuando los registros han sido
destruidos cómo se han perdido o no se han llevado. Cuando una jurisdicción criminal ha condenado a una
persona por destrucción de la inscripción de matrimonio, la resolución establece la existencia, del matrimonio.
2 En dos hipótesis, la prueba del matrimonio puede hacerse por la posesión de estado: a) Cuando el acta de
matrimonio es nula, la prueba del matrimonio puede ser completada, entre esposos por su posesión de
estado.
b) Los hijos que ignoran el lugar de celebración del matrimonio de sus padres, pueden hacer la prueba de ese
matrimonio por medio de la posesión de estado de los esposos; pero con la condición de que sus padres
hayan muerto o de que estén en la imposibilidad de dar una indicación al respecto, con la de que los hijos
mismos tengan la posesión de estado de hijos legítimos y con la que su partida de nacimiento no contraiga
La excepción a la retroactividad del matrimonio nulo: el matrimonio putativo. Las consecuencias de la retroactividad
de la nulidad son tan graves en materia de matrimonio -infinitamente más graves que cuando se trata de
aniquilar los efectos de un contrato-, que ha sido derogada eso en una situación particular. Ese matrimonio
nulo se llama putativo (del latín putare, creer; los esposos creyeron que podían casarse válidamente).
El estudio del matrimonio putativo va a mostrar que, si el matrimonio putativo sigue siendo teóricamente una
excepción, de hecho, gracias a una jurisprudencia que ha dado una interpretación extensiva al artículo 201 el
código civil, más liberal que la del derecho canónico, lo más de los matrimonios nulos pueden ser declarados
putativos.
La buena fe de uno de los esposos es suficiente para que el matrimonio sea putativo artículo 202 del Código Civil.
para apreciar la buena fe, hay que situarse en el momento mismo la celebración del matrimonio.
Para que el matrimonio sea declarado putativo, la buena fe no tiene, pues, que ser demostrada; en virtud de una