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1. ¿Qué es el conocimiento vulgar?

Se conoce como conocimiento vulgar, conocimiento precientífico o conocimiento


ingenuo a aquellas formas de saber que se desprenden de la interacción
directa y superficial con los objetos de la realidad. También puede surgir a
partir de la opinión de las personas que nos rodean.

En ambos casos, se construye sin mediar ningún tipo de método o sistema de


validación, análisis o demostración racional. Es un tipo de conocimiento
empírico, accesible a todas las personas por igual, dependiendo del entorno en el
que vivan.

El filósofo griego Platón (427-347 a.C.) fue el primero en formular la distinción


entre el conocimiento vulgar (doxa) y el conocimiento formal o científico
(episteme). Ya entonces existía la necesidad alguna legitimación de los saberes,
que permitiera distinguir entre las opiniones informadas o cultas, de las salvajes y
ordinarias, especialmente en asuntos que fueran de vital importancia.

Por ende, el conocimiento vulgar se distingue de otras formas demostrables,


racionales de conocimiento porque no aplica ningún método, ninguna
demostración o sistema de validación para alcanzar sus resultados. Sólo se
fundamenta en una opinión, en un sentimiento o en la repetición de (lo que se ha
entendido de) algo que se ha escuchado por allí.

Por ende, no existe garantía de que este tipo de conocimiento sea o no verdadero,
aunque bien puede servir para dar soluciones a problemas inmediatos, concretos
e individuales.

Puede servirte: Conocimiento popular

2. Características del conocimiento vulgar

El término vulgar en este contexto no quiere decir grosero, sino popular, pues
viene de vulgus, un término de origen latino que simplemente quiere decir
“común”. Es un tipo de conocimiento “no especializado” o “no formado”, en
estado natural o salvaje.

Debido a su origen y a la carencia de método, este tipo de conocimiento suele ser:

 Superficial, pues carece de herramientas para ir más allá de lo aparente o


de lo que pueden percibir los sentidos.
 Subjetivo, pues se fundamenta en posturas personales, emocionales,
alejadas de un carácter analítico formal.
 Acrítico, pues no emplea un sistema de validación para sostenerse.
 Social, pues se fundamenta en lo popular y en compartir las experiencias
de vida propias y ajenas.

3. Ejemplos de conocimiento vulgar

Algunos ejemplos de conocimiento vulgar son:

 Los refranes, que suelen tener algún tipo de enseñanza expresada a


través de metáforas, parábolas o relatos, pero que entrañan un cierto
“sentido común” social.
 Las pseudociencias, que son interpretaciones falsas o a medias (cuando
no abiertamente manipuladoras) de otros saberes científicos más
complejos.
 Los prejuicios, que en ocasiones provienen de la transmisión de
generación en generación, sin tener autoría y sin basarse en la experiencia
directa del individuo.

4. Diferencias con el conocimiento científico

El conocimiento vulgar es compartido por todo el mundo, dentro de


la comunidad en que hace vida. Por el contrario, el conocimiento científico se
maneja sólo en ámbitos académicos, especializados o escolares, que no son
de libre acceso a cualquiera, en parte porque requieren de una formación o
iniciación para poder ser comprendidos a cabalidad.

Esto nos lleva a la segunda distinción importante: el saber científico es


comprobable, demostrable y reproducible, ya que se apega a un método crítico
y universal: el método científico. El conocimiento vulgar carece de método, de
necesidad de demostración y de cualquier forma de sistematicidad, ya que no es
una forma de conocimiento organizado.

1. ¿Qué es el conocimiento científico?

El conocimiento científico es el conjunto de saberes comprobables dados por


ciertos gracias a los pasos contemplados en el método científico. Es decir,
aquellos saberes que se obtienen mediante el estudio riguroso, metódico y
verificable de los fenómenos de la naturaleza.

El conocimiento científico se sustenta en evidencias y se recogen en teorías


científicas: conjuntos consistentes y deductivamente completos de proposiciones
en torno a un tema de interés científico, que lo describen y le dan una explicación
verificable. Dichas teorías pueden ser renovadas, modificadas o incluso sustituidas
por otra en la medida en que sus resultados o interpretaciones respondan de
mejor manera a la realidad y sean cónsonos con otros postulados científicos
demostrados como ciertos.

A menudo se piensa que el conocimiento científico, así como el religioso o el


místico, se sustenta en la pura fe en la interpretación de los hechos; lo cual no
es realmente cierto, dado que a diferencia de los discursos mágicos,
pseudocientíficos o religiosos, la ciencia se sustenta en la comprobabilidad de sus
apreciaciones, aplicando mecanismos experimentales, repetibles y debidamente
acotados.

Así, al contrario de lo que su significado común sugiere, una teoría científica no es


simplemente una hipótesis (“una teoría más”), sino una formulación compleja y
completa que otorga sentido a los resultados obtenidos de manera experimental.
Cuando las leyes científicas se demuestran y se integran en una perspectiva
científica teórica, adquieren el rango de Teoría.

Puede servirte: Ciencias Modernas.

2. Características del conocimiento científico

El conocimiento científico se sustenta en la investigación: la recopilación de


datos a partir de experiencias científicas previas, así como de procedimientos
experimentales propios, que al ser replicados bajo condiciones controladas,
pueden ser comprendidos más cabalmente.

El conocimiento científico se clasifica en dos categorías:

 Conocimiento tácito. Se trata de los conocimientos técnicos, tecnológicos


o teóricos que son propios de la persona, es decir, que forman parte de su
enciclopedia de mundo y de la perspectiva que le ha entregado la cultura a
la que pertenece. No son aprendidos formalmente mediante el estudio o
la educación.
 Conocimiento explícito. Son aquellos conocimientos científicos formales,
especializados, que deben adquirirse mediante bibliografía, cursos formales
o instituciones educativas, ya que tienen que ver con el conocimiento
científico acumulado.

3. Ejemplos de conocimiento científico

Algunos ejemplos concretos de conocimiento científico pueden ser:


 Los teoremas matemáticos de Pitágoras, filósofo griego de la antigüedad,
que siguen siendo vigentes más de 2000 años después y se imparten
formalmente en la escuela.
 La comprensión bioquímica de los antibióticos a partir del descubrimiento
de la penicilina en el siglo XX y su administración médica para combatir
infecciones.
 Las formulaciones de Isaac Newton sobre el movimiento, que hoy en día
tienen el rango de leyes y se imparten en la asignatura de física.
 La descripción de los procesos de respiración y de fotosíntesis llevados a
cabo por seres animales y vegetales respectivamente.
 La comprensión de la anatomía humana a nivel tal que permita la práctica
de los trasplantes.
 El estudio de la conformación del sistema solar y de los movimientos del
planeta tierra, así como de su impacto en nuestra vida cotidiana: día y
noche, estaciones climáticas, solsticios, etc.
 El descubrimiento de la electricidad y de la capacidad de transmisión,
acumulación y aprovechamiento de la misma, que dio pie a una verdadera
revolución industrial y tecnológica.
 La explicación detallada el ciclo hídrico o ciclo del agua en sus diversas
fases.
 La comprensión del átomo y de las fuerzas que encierra, puestas en
marcha en la energía atómica pacífica y en las bombas atómicas del siglo
XX.
 La explicación del origen de los temblores y terremotos en las placas
tectónicas de la corteza terrestre.
 El descubrimiento de la vida microscópica que dio pie a la pasteurización y
preservación de los alimentos a largo plazo, cambiando para siempre el
modo en que nos alimentamos.

1. ¿Qué es el conocimiento filosófico?

El conocimiento filosófico es el conjunto acumulado de saberes de tipo


existencial, reflexivo y contemplativo que la humanidad ha ido formulando a lo
largo de su historia, desde las civilizaciones antiguas hasta las contemporáneas.

Este modelo de conocimiento se distingue del religioso en que no


necesariamente implica la comprensión de lo sagrado y lo divino. Por el
contrario, intenta comprender la existencia del ser humano tal y como es. Sin
embargo, en muchos casos comparte fronteras u orígenes con el conocimiento
religioso.

El conocimiento filosófico es el fruto de largas tradiciones de pensamiento,


organizadas en escuelas y grupos, o bien de genios que revolucionaron en sus
épocas respectivas la manera en que se comprendía la existencia humana.
Durante las épocas de oro de las distintas civilizaciones humanas, ha guiado los
intereses comunes y ha representado la cumbre de las capacidades del
pensamiento humano, en su posibilidad de comprender el mundo que lo rodea.

Este tipo de conocimiento surge de las preguntas ser humano sobre sí mismo,
muchas de las cuales no tienen una solución sencilla, como: “¿quiénes somos?”,
“¿de dónde venimos?”, “¿hacia dónde vamos?” o “¿por qué existe lo que existe?”,
entre otras muchas.

Ver además: Filosofía

2. Características del conocimiento filosófico

El conocimiento filosófico aspira a ser pensamiento puro o reflexión pura, y por lo


tanto no requiere de una praxis o de una metodología de comprobación,
mucho menos de experimentos. Por el contrario, obedece únicamente a las
leyes de la lógica y del pensamiento racional.

En ese sentido, se aproxima a ciertas formas de la literatura, ya que depende


del lenguaje. La diferencia es que el conocimiento filosófico no presta atención al
cómo y a las formas, es decir, a la belleza, sino al qué y al fondo, o sea,
se propone encontrar la verdad.

3. Ejemplos de conocimiento filosófico

Podemos hallar ejemplos de conocimiento filosófico en los numerosos tratados de


filosofía provenientes de la historia de la humanidad, especialmente de los
grandes momentos del pensamiento, como fue por ejemplo la Grecia Antigua,
cuna de pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, fundamentales en la
historia del pensamiento de Occidente.

También hay tradiciones filosóficas no Occidentales, como las provenientes del


Asia budista (Gautama Buddha), de la China milenaria (Confucio, Tsun Zu, etc.),
etc.

4. Tipos de conocimiento filosófico

El conocimiento filosófico se organiza a alrededor de las distintas ramas de la


filosofía, que son:

 Metafísica. El estudio de la naturaleza, estructura, componentes y


principios rectores de la realidad, lo cual incluye el intento por definir qué
cosa es lo real y otros conceptos asociados a ello, como son: identidad, ser,
existencia, objeto, sujeto, etc.
 Gnoseología. También llamada Teoría del conocimiento, es la rama
filosófica dedicada al estudio del saber y el conocimiento: su naturaleza,
sus límites y su origen.
 Epistemología. Semejante a la anterior, estudia el conocimiento desde la
perspectiva de las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que
permiten justificar, validar o invalidar el conocimiento de la humanidad.
 Lógica. Esta rama constituye también una ciencia formal, afín a
las matemáticas, que estudia los principios de demostración, validación e
invalidación del pensamiento, así como la noción de verdad,
falacia, paradoja, etc.
 Ética. También conocida como filosofía moral, centra su interés en la
conducta humana, y trata de definir o comprender conceptos como lo
bueno, lo malo, lo moral, lo inmoral, e incluso algunos más difíciles como
la felicidad, la virtud y el deber.
 Estética. La rama de la filosofía preocupada por comprender la belleza y lo
bello, su esencia y su forma de percibirse.
 Filosofía política. Esta rama se centra en el estudio de las relaciones entre
el ser humano y la comunidad, abarcando ideas como las
de gobierno, Estado, sociedad, ley, libertad, igualdad, justicia, etc. Es
fundamental para la politología, por ejemplo.
 Filosofía del lenguaje. Esta rama se dedica al estudio del lenguaje, tanto
en sus conceptos fundamentales y básicos (significado, significante,
referencia, etc.), como en sus usos (pragmática, traducción, etc.), así como
sus relaciones con el pensamiento.
 Filosofía de la mente. Llamada también filosofía del espíritu, intenta
comprender la propia mente humana a través de sí misma, deteniéndose
en cuestiones complejas como las emociones, los sentimientos, los sueños,
los pensamientos y las creencias.

1. ¿Qué es el conocimiento religioso?

Se entiende por conocimiento religioso o saber religioso al que se basa en un


sistema de creencias indemostrable. Sirve de soporte moral, ético o emocional
a la conducta humana, proponiendo su vínculo con lo sagrado: Dios, la divinidad,
el espíritu, etc.

Generalmente este tipo de saberes se organizan en torno a un credo


específico, recogido en uno o más textos místicos o sagrados. Son custodiados,
impartidos e interpretados por instituciones religiosas, como las distintas iglesias y
sacerdocios que existen.

En general, este tipo de conocimiento es heredado a lo largo de varias


generaciones. Por eso, alberga un importante valor cultural y ha servido en
distintas épocas de la humanidad para organizar moral, social e
incluso políticamente a la comunidad.

Por lo demás, el conocimiento religioso responde a su manera a un conjunto de


dudas y cuestionamientos de tipo existencial que la humanidad ha tenido
desde sus primeros tiempos. Al hacerlo, puede brindar contención, tranquilidad y
sentido a una existencia que, para muchos, puede llegar a resultar vacía o
angustiante, carente de un sentido final.

De hecho, buena parte de la producción artística y filosófica del mundo se ha visto


influida, motivada por el conocimiento religioso. Sin embargo, en muchos otros
casos, ese tipo de conocimiento puede entrar en contradicción e incluso
competencia con conocimientos de tipo racional.

2. Características del conocimiento religioso

El conocimiento religioso, ante todo, es dogmático: se acepta o no, pero carece


de argumentos lógicos demostrables, sino que se sustenta en la fe. Propone,
de distintas maneras, que los seres humanos somos fruto de la creación divina y
que por ende debemos rendir culto al creador.

En consecuencia, impone ciertos preceptos morales y éticos, expresados a


modo de una doctrina. Esta puede o no ser custodiada e impartida por una
iglesia: una organización social que tiene como fin perpetuar una fe específica.

Por otro lado, el conocimiento religioso se pone en práctica mediante rituales y


rezos, generalmente basados en la repetición y en la forja de lazos comunitarios
entre los creyentes, por lo que también sirve como punto de encuentro social y
de constitución de un “nosotros” organizado. De hecho, muchas guerras se
libraron en la antigüedad por imponer una fe sobre otra.

Los saberes religiosos, pues, son incuestionables y se rigen por una lógica propia,
que generalmente distingue entre el bien y el mal, o entre lo justo y lo
pecaminoso, dependiendo de los valores que se expresen detrás de cada religión.
Por ejemplo, el cristianismo es una doctrina de la culpa, mientras que la religión de
la antigua Grecia se basaba en el honor y el equilibrio.

Finalmente, el conocimiento religioso se suele recoger en libros sagrados, que


pueden ser uno solo o distintos tomos, y que suelen mezclar la narración con las
ordenanzas, con los rezos y con el recuento histórico-religioso. La Biblia, el Corán
o el Talmud son ejemplos de ello.

3. Ejemplos de conocimiento religioso


Cualquier práctica religiosa es un buen ejemplo del conocimiento de este tipo.
Para nosotros las más conocidas son las tradiciones cristianas católicas, con
su santoral y la abundante literatura hagiográfica (sobre la vida de los santos), y
con su Nuevo Testamento.

Por otro lado, también existen distintas tradiciones védicas de la India y el


hinduismo, con su rueda de la vida, su Samsara y su circuito de reencarnaciones.
También podemos mencionar el misticismo africano de la Santería (religión
Yoruba) en el Caribe.

4. Relación con otros tipos de conocimiento

En Occidente, la tradición filosófica y el pensamiento religioso poseen una


base común. Esto se debe a que en la Antigüedad la distinción entre
pensamiento religioso y pensamiento científico o empírico no existía, sino que
eran todas una misma cosa, a menudo llamada Filosofía.

Esta tendencia se mantuvo durante muchos siglos. En el Medioevo europeo, la


fe cristiana se impuso a todos los discursos, incluso el filosófico, y
predominó como valor supremo. Cualquier cuestionamiento que contradijera la fe
cristiana era tildado de pecaminoso y podía dar con su autor a la hoguera.

Sin embargo, la secularización de la sociedad (por ejemplo, la ruptura entre


el Estado y la Iglesia) engendró la posibilidad de que la razón ocupara el lugar que
antes tenía la fe. Es decir que en la Edad Moderna el conocimiento religioso
fue desplazado por el científico.

Este cambio marcó el fin de la Edad Media y del Antiguo Régimen y dio paso a un
mundo moderno, guiado por la ciencia y la fe en la razón humana, antes que en
los designios divinos. Así, la religión pasó a ocupar un lugar secundario, personal,
casi íntimo en la vida de las personas.

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