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UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
CÁTEDRA MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN I
PRIMERA PARTE
CRITERIOS BÁSICOS ASOCIADOS A CIENCIA, EPISTEMOLOGÍA Y
MÉTODO
CIENCIA Y FILOSOFÍA
La filosofía, desde sus inicios, estuvo ligada a los esfuerzos por aprehender la
realidad natural y la moral, de donde cobró sentido como amor a la sabiduría (philo
sophie). Los historiadores de la Filosofía conceden a Pitágoras (580-500) el origen
de la palabra al declararse "no como sabio sino como amante de la sabiduría (homo
philosophus)".
Por eso las doctrinas filosóficas más reconocidas son precisamente los sis-
temas más sólidos que se han levantado sobre los métodos más seguros. ¿Qué
sería del kantismo sin el criticismo? ¿Qué del marxismo sin la dialéctica del cambio?
En ellas está tan identificado el método con la doctrina que difícilmente podría
separarse uno de la otra.
El conocimiento vulgar
El conocimiento empírico
El conocimiento científico
El conocimiento filosófico
La epistemología
La gnoseología
El sujeto cognoscente
El objeto cognoscible
Éste es una cosa, un algo, un hecho que recibe el nombre de objeto cuando
se le pone en relación del conocer; se puede decir de este segundo factor que
llamamos "objeto" únicamente lo que el conocimiento mismo nos diga de él.
Si la realidad del sujeto que conoce y la realidad del objeto cognoscible nos
las entrega el conocimiento, podemos afirmar entonces que, en el plano del
conocimiento, la verdadera realidad es la relación que se establece entre ambas.
de las leyes del conocer que trascienden (estas sí trascienden, no del hombre o el
objeto) al sujeto y al objeto. No es que no existan (desde otro punto de vista o
relación); es que se trata de librar un subjetivismo o un objetivismo mal entendidos.
Eso fue lo que hizo Kant: "No se trata de quién conoce ni qué conoce, sino cómo
conoce".
Dogmatismo y nihilismo
Criticismo kantiano
El racionalismo
El empirismo
¿Cómo es posible esa analogía entre los nombres y el origen de los conceptos
como unidades de conocimiento? Según David Hume (1711-1776; véase Tratado
sobre la naturaleza humana), por original poder abstractivo, por selección de
percepciones semejantes, por seguimiento de unas a otras hasta integrar única e
idéntica imagen.
El realismo espontáneo
Hay realismo espontáneo e ingenuo cuando se dice que todo lo que nos
rodea, "todo lo que está fuera de nosotros", es la realidad que nuestro pensamiento
capta y nos entrega en una copia, tanto más fiel, más real o más objetiva, cuanto
más real es el objeto original. Por ejemplo, un árbol con el cual tropezamos es más
real, y por lo tanto más objetivo, que el triángulo que mencionamos anteriormente.
El realismo filosófico
Según A. Messer (La filosofía actual), este realismo "...no significa copia de la
realidad por el pensamiento... el mundo sensible no existe en su naturaleza intuitiva
en sí, sino en relación con nuestros sentidos".
El idealismo filosófico
Comprende las doctrinas que reducen la existencia de las cosas a las ideas
que el pensamiento nos entrega de ellas, ya que la realidad encuentra su último
fundamento en algo que no es ella misma. Igual que en el realismo, las doctrinas
idealistas no son uniformes, sino muestran dos notorias diferencias: a) El idealismo
subjetivista, y b} El idealismo crítico.
para observar los aspectos relevantes de cada período y los cambios a las que fue
sometida por las influencias de cada época.
Las ciencias formales, por otro lado, proveen de las técnicas de análisis «fino»,
de discriminación conceptual, que son necesarias para identificar correctamente los
productos y procesos en cuestión.
En cierto modo, puede decirse que con este grupo quedó constituida la
moderna epistemología exacta. Desde entonces se han sucedido, dentro de cierta
continuidad en los planteamientos y en el «lenguaje» empleado, diversas escuelas,
propuestas, enfoques y discusiones. Advertimos que las dos características quizás
más notables de los últimos años en el desarrollo de la epistemología son la
creciente conciencia de la necesidad de tomar en cuenta las formas históricamente
dadas de la ciencia, por un lado, y un «salto cualitativo» en la potencia de los
instrumentos formales utilizados, por otro.
ENFOQUES EPISTEMOLÓGICOS:
Por este motivo surge una nueva epistemología, productiva, fértil, marcando
esta etapa como el período del renacimiento epistemológico, cargado de un alto
potencial filosófico y útil a la ciencia, la cual se ocupa realmente de los problemas
filosóficos que surgen en la investigación científica, aporta soluciones coherentes y
consistentes con base en teorías valederas y no se basa en suposiciones sin
fundamentos teóricos, ésta epistemología profundiza en el hecho científico, critica
para mejorar lo que se obtiene, es decir, en este momento se cuenta con una
epistemología crítica y reflexiva del acontecer científico capaz de profundizar en la
búsqueda de la verdad.
Hay sin embargo, una serie de problemas que debe abordar la nueva
epistemología y darle respuesta novedosa a tales problemas, por ejemplo:
problemas lógicos, semánticos, gnoseológico, metodológicos, ontológicos,
axiológicos, éticos y estéticos, se considera entonces que estos problemas
provistos del aporte epistemológico correcto, es decir con una solución acertada,
garantiza una contribución positiva al desarrollo científico y filosófico.
De los problemas antes mencionados se derivan las siguientes ramas de la
espistemología:
Lógica de la ciencia.
Semántica de la ciencia o investigación.
Teoría del conocimiento científico.
Metodología de la ciencia.
Ontología de la ciencia.
Axiología de la ciencia.
Ética de la ciencia.
Estética de la ciencia.
CIENCIA E INVESTIGACIÓN
A. Los requisitos
- El dominio de un conjunto de conocimientos ligados a un campo preciso de la
ciencia (Ej.: la ciencia económica).
- El dominio de las más importantes teorías explicativas (aun contradictorias)
propias del campo en cuestión (Ej.: la teoría de la ganancia natural de A.
Smith y de la plusvalía de K. Marx).
B. Las exigencias
¿qué es la investigación?
La investigación científica, ya sea en el marco de una memoria, de una tesis o
de toda otra forma de trabajo de carácter académico, consiste en (a partir de una
interrogación, de un enigma, de una insuficiencia de comprensión de un fenómeno,
de un vacío en la teoría...) construir una articulación completa de esta interrogación
de forma tal que se la transforme en preguntas que se puedan resolver y tratar en el
marco de un campo del conocimiento preciso (tal como la ciencia económica, por
ejemplo).
La investigación es entonces una contribución, tan pequeña o modesta como sea,
al edificio de los conocimientos generales sobre los diferentes aspectos de la
realidad.
Ella tiene como objetivo general:
El análisis de los hechos, en el marco de una o varias teorías conocidas, con
la ayuda de conceptos determinados, con el propósito de establecer leyes que
permitan construir uno o varios modelos que describan la realidad estudiada y den
cuenta de sus mecanismos, sus particularidades, sus disfunciones y, al mismo
tiempo, enriquezcan el campo de conocimientos en el cual se inscriben.
Es poner en evidencia las constantes y las invariantes ligadas a un problema
dado que interesa al investigador. Lo fugaz o lo coyuntural no puede constituir una
base de conocimiento ni puede pretender lograr la generalización que caracteriza
necesariamente el trabajo científico del modelo clásico. “Sólo hay ciencia de lo
general”, se repite desde Aristóteles.
Este intenta reunir los procedimientos de los dos sistemas precedentes: aliar
las leyes y razonamientos generales de los diferentes campos científicos con
la observación-experimentación particular y realizar una síntesis que
constituirá un progreso en el conocimiento (la sociología y la etnología
recurren a este tipo de procedimiento).
B. La ley científica
Es el establecimiento de una relación causal (explicando los lazos de causa y
efecto) de los hechos observados y analizados, y la generalización (con la ayuda de
métodos y pruebas) de estas relaciones en toda clase de situaciones equivalentes.
Por ejemplo, la ley de la oferta y la demanda expresa relaciones causales entre los
hechos ligados a los actos de venta y de compra de los productos, las cantidades y
los precios. Igualmente, generaliza estas relaciones que tienen entonces la cualidad
de poder ser verificadas en todas las situaciones equivalentes, en todo lugar.
C. La teoría
La teoría es la reunión de un conjunto de leyes que atañen a un fenómeno
determinado en un cuerpo explicativo global y sintético. Por ejemplo, el conjunto de
leyes newtonianas sobre la mecánica constituye la teoría de la mecánica clásica. El
conjunto de leyes del mercado, oferta-demanda, escasez, ventajas comparativas,
ganancia.., constituye la teoría económica clásica. Las leyes del funcionamiento del
psiquismo inconsciente forman la teoría psicoanalítica, entre otros ejemplos.
D. El concepto
Los conceptos son a la teoría lo que los hechos son a la realidad: son las
unidades mínimas (no descomponibles), o compuestas de elementos simples
precisos y bien conocidos) sobre los cuales se articula la teoría. Son términos que
tienen un sentido construido completo y unívoco en el marco de un campo científico
o de una teoría determinada. Por ejemplo, la ciencia económica se fundamenta en
los conceptos de mercado, excedente, cambio, ingreso, valor, precio... los cuales
tienen un sentido preciso e inmutable. De la misma manera, el psicoanálisis se
funda en los conceptos de represión, inconsciente, conflicto, libido. Conviene, sin
embargo, anotar que estos conceptos casi absolutos, de los cuales acabamos de
dar algunos ejemplos, pueden y deben ver su sentido preciso, estrechado o
ampliado... en el marco de trabajos específicos en situaciones determinadas. Así, es
necesario distinguir varios niveles de conceptos (Althousser, 1972; Tremblay, 1968):
- Concepto abstracto-general: Conceptos como los citados anteriormente y que
constituyen el cuerpo de las teorías generales (Ej.: economía clásica).
- Concepto abstracto-concreto: Conceptos construidos para el estudio de una
situación particular o de un concepto abstracto-general redefinido para
caracterizar una realidad particular (Ej.: el concepto de mercado en el
contexto planificado).
- Concepto descriptivo: Caracteriza un aspecto de la realidad estudiada en
tanto que tal (biología, etnología).
- Concepto analítico: Resultado de una operación mental, de un modelo
deductivo, formal (matemáticas, física).
- Concepto teórico: Conceptos que pertenecen, bajo forma de abstracciones, a
una teoría (general o no).
- Concepto operativo: Concepto cuyo contenido es operacionalizado en el
marco, y en función de la situación precisa observada. Se utilizan entonces
las dimensiones (aspectos diferentes del concepto una vez éste ha sido
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E. El modelo
Un modelo es una representación figurada de una realidad. Puede ir desde la
maqueta a la formalización matemática de un comportamiento humano. En ciencias
humanas, esta representación se efectúa con la ayuda de invariantes puestos en
evidencia a partir de la observación y del análisis de los hechos que han permitido
establecer las leyes y las teorías. Sobre un gran número de hechos, las constantes
se aíslan, se generalizan y luego se modelizan. Por ejemplo, se puede construir un
modelo de comportamiento de compra del consumidor medio observando,
analizando y aislando los principales elementos o actos que se encuentran en la
mayoría de los comportamientos observados en el seno de una muestra
determinada de consumidores.
Toda investigación científica debe, en principio, llegar a modelizar aquello que
ha tomado como objeto de estudio. El principio rector que puede conducir a ello es
lo que se denomina el método.
LAS DISQUISICIONES SOBRE LA CIENCIA MODERNA
ABSTRACT
Current human life is nowadays more and more complex than ever, either
in the personal and family milieu, as in the collective one: social, institutional,
labor and managerial. Therefore, the researchers that wanted to study it and to
understand it deeply have had to imagine and build methods and techniques
capable of desciphering that intricate complexity. These strategies and
investigation instruments are based in a concept of knowledge and science that
demands an epistemological change, because they follow very novel mental
processes of the human endowment that the current Neuroscience considers very
far from the respective classic ideas, and it locates them along a wide range that
involves science and art.
Key words: Epistemology, Qualitative Methodology, Knowledge, Science,
Paradigm, Art.
Epistemología, Ciencia y Arte
El período histórico que nos ha tocado vivir, sobre todo en la segunda mitad
del siglo XX, podría ser calificado con muy variados términos, todos, quizá, con
gran dosis de verdad. Me permito designarlo con uno: el de incertidumbre, incerti-
dumbre en las cosas fundamentales que afectan al ser humano. No solamente
estamos ante una crisis de los fundamentos del conocimiento científico, sino
también del filosófico y, en general, ante una crisis de los fundamentos del
pensamiento. Y esto, precisa y paradójicamente, en un momento en que la ex-
plosión y el volumen de los conocimientos parecieran no tener límites.
Este examen crítico podrá poner en evidencia muchos vicios de lógica que
se han ido convirtiendo en hábito en amplios sectores de la vida académica y,
sobre todo, denunciar la falta de racionalidad en que se ha caído en muchos
otros al evaluar el nivel de certeza de las conclusiones de una investigación por
el simple correcto uso de las reglas metodológicas preestablecidas, sin entrar a
examinar la lógica, el significado y las implicaciones de esas mismas
conclusiones.
Muy bien pudiera resultar, de estos análisis, una gran incoherencia lógica e
intelectual, una gran inconsistencia de nuestros conocimientos considerados
como los más sólidos, y que muchos aspectos de nuestra ciencia pudieran tener
una vigencia cuyos días estén contados. Hoy día, llama nuestra atención el
hecho de que, según la primera edición de la Enciclopedia Británica, el flogisto
era “un hecho demostrado”; y, según la tercera edición, “el flogisto no existe”.
Igualmente, que, en 1903, el químico Svante Arrhenius obtuviera el Premio Nobel
por su teoría electrolítica de la disociación, y que el mismo Premio le fuera
concedido, en 1936, a Peter Debye, por defender prácticamente lo contrario.
Asimismo, es desconcertante que, hace poco más de dos siglos, un gran
astrónomo demostrara, con la mejor ciencia del momento, que Dios había creado
el mundo exactamente hacía 4232 años, el 15 de Septiembre, a las 9 de la
mañana, cuando hoy sabemos que los dinosaurios se extinguieron hace unos 70
millones de años, después de haber vivido sobre la tierra más o menos otros 70
millones de años, y las cucarachas –para consuelo de muchas cocineras–
sabemos que existen desde hace unos 300 millones de años. Ésa es la historia
de nuestra “ciencia”.
El problema radical que nos ocupa aquí reside en el hecho de que nuestro
aparato conceptual clásico –que creemos riguroso, por su objetividad,
determinismo, lógica formal y verificación– resulta corto, insuficiente e
inadecuado para simbolizar o modelar realidades que se nos han ido imponiendo,
sobre todo a lo largo del siglo XX, ya sea en el mundo subatómico de la física,
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Bertrand Russell, considerado uno de los pensadores más lúcidos del siglo
xx y, quizá, de toda la historia de la humanidad, dice que “la ciencia, como
persecución de la verdad, será igual, pero no superior, al arte” (1975, p. 8). Y
Goethe señala que el arte es la manifestación de las leyes secretas de la
naturaleza.
Así, se vuelve imperativo alcanzar estas dos metas, tanto en lo que respecta
a su ilustración epistemológica, como en lo relacionado con su concreción y
aplicación en las principales metodologías cualitativas actualmente en uso.
Gadamer (1984) señala que en los textos de los grandes pensadores, como
Platón, Aristóteles, Leibniz, Kant o Hegel, “se conoce una verdad que no se
alcanzaría por otros caminos, aunque esto contradiga al patrón de investigación y
progreso con que la ciencia acostumbra a medirse” (ibíd. p. 521). Igual vivencia
se experimentaría en la “experiencia del arte”, vivencia que no se puede pasar
por alto, ya que “en la obra de arte se experimenta una verdad que no se logra
con otros medios, y es lo que hace el significado filosófico del arte que se afirma
frente a todo razonamiento” (ibíd.). Pero es nuestro deber, añade este autor,
“intentar desarrollar un concepto de conocimiento y de verdad que responda al
conjunto de nuestra experiencia hermenéutica” (ibíd.).
ciencia, aunque seguramente no subordinada ni inferior a ella. Por esto, cree que
“la oposición entre lo lógico y lo estético se vuelve dudosa” (ibíd. pp. 107, 139,
656).