Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
secundarios infundados
Por tanto, es relevante que las dietas cetagénicas son cardioprotectoras ya que
incrementan los niveles de colesterol HDL y generan reducciones significativas de las
concentraciones sanguíneas de triglicéridos. También se debe destacar el hecho de que
disminuyen los niveles sanguíneos de glucosa e insulina, así como la presión arterial.
Los efectos metabólicos de las dietas cetogénicas en pacientes obesos con diabetes tipo II
generan beneficios como la pérdida de peso, la disminución de las concentraciones de glucosa,
mejorando el perfil lípidico y la disminución de la presión arterial, tal como lo exponen Basilio,
Casanueva, Bellido, Bellón, Sajoux y Goday, (2012). Por tanto, esta dieta reduce los lípidos y los
glúcidos, además representa un sustrato para la gluconeogénesis, que garantiza el aporte de
glucosa a los órganos glucodependientes. Con todo esto se consigue mejorar el control
metabólico gracias al aumento de la sensibilidad a la insulina, una mejor función del hígado y
tejidos periféricos.
En síntesis, la diabetes tipo II se favorecida con la dieta cetogénica ya que ayuda a
prevenir o retrasar la pérdida de masa magra corporal total, la dieta conduce a una mejoría en el
perfil glucémico, en la sensibilidad a la insulina y en los niveles de A1c. Esta dieta ayuda en las
personas con diabetes tipo II a mejorar diversos marcadores de riesgo cardiovascular, a perder
peso y/o el control metabólico. Sauraa , Isidro, Herediac y Segarra, (2014), comentan que
conservar o incrementar la masa magra es importante para mantener un metabolismo
adecuadamente alto y reducir la tendencia de recuperar peso.
Las dietas bajas en carbohidratos generan una disminución de peso ya que el organismo
recurre a las grasas como fuente de energía y al haber un déficit de la glucosa, en el hígado se
incrementa la oxidación de los ácidos grasos lo que genera la producción de cuerpos cetónicos,
que son una fuente de combustible para el organismo dándose una pérdida de peso, así lo
explican Hernández, Jiménez, Bacardi (2015). En el mismo sentido, la obesidad incrementa el
riesgo de desarrollo de complicaciones asociadas al síndrome metabólico, pero la dieta
cetogenica ayuda disminuyendo la hipertensión arterial, reduciendo el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, y la resistencia a la insulina.
Es verdad que las dietas cetogénicas se asocian a una rápida pérdida de peso, más sin
embargo se debe prestar atención e investigar más respecto a la cantidad adecuada de hidratos de
carbono que deben administrarse para provocar una cetosis, así como tampoco de los efectos del
alto consumo de lípidos sobre el riesgo cardiovascular, como lo plantean Covarrubias, Aburto y
Sámano (2013).
La dieta cetagénica ayuda al mejor funcionamiento del sistema nervioso central y es muy
efectiva en el tratamiento la enfermedad de Alzheimer y otros procesos neurodegenerativos
porque ayuda a aumentar la eficiencia energética de la mitocondria remplanzando la glucosa, y
es muy efectiva para el tratamiento de la epilepsia infantil.
La dieta cetógenica es entonces una la alternativa en el síndrome asociado con un defecto
en la proteína transportadora de glucosa, que suele producir una crisis por hipoglucorraquia y
neuroglicopenia, por lo que esta dieta influye favorablemente en la disminución de la energía
cerebral y el aumento de la resistencia a las crisis epilépticas. Se considera que es más eficiente
en la niñez, debido a que en esta etapa de la vida se producen con mayor facilidad cuerpos
cetónicos, por lo que se mantiene una concentración normal de glucosa, en la medida que el
aporte de nutrimentos por el crecimiento somático sea el adecuado (Sosa, 2008).
Este es un tratamiento que ayuda a brindar una atención en salud de excelencia a los
pacientes con este tipo de epilepsia mejorando su calidad de vida dado que uno de los
tratamientos más efectivos. El poder disminuir o eliminar los FAE es uno de los beneficios más
importantes de la dieta cetogenica dado que, entre muchas cosas, permite a los pacientes una
inserción mayor en la vida normal.
Por otro lado, las dietas cetogénicas tienen efectos anticancerígenos ya que la inhibición
de la angiogénesis y una menor disponibilidad de glucosa ayudan a la reducción del tamaño
tumoral y la pérdida de peso asociada al proceso canceroso. Las dietas bajas en carbohidratos no
afecta el normal funcionamiento de los riñones ni del hígado ya que solo se daña por alteraciones
o enfermedades que hayan deteriorado previamente la correcta función hepática o renal. De igual
forma, las dietas cetagénicas permiten la liberación de una cantidad de insulina que es escasa
pero suficiente para evitar la acumulación de grasa y la cetoacidosis (Pérez, 2008).
Alrededor de la dieta cetogénica existe una discusión respecto a los riesgos que puede
generar para la salud del paciente y respecto a la decisión de abandonar el tratamiento
farmacológico para iniciar un tratamiento natural en los que interviene la discusión en torno a la
relación médico-paciente, y médico-responsabilidad pedagógica.
Desde la concepción médica es el médico quien tiene que determinar lo que es bueno
para el paciente. Pero actualmente, la medicina está centrada en el paciente, por lo que el médico
debe jugar un papel de experto que asesora, toma en cuenta y respeta la opinión del paciente y su
familia. De modo que la decisión de lo beneficioso para el paciente tendría que ser tomada por
deliberación conjunta. En este sentido, la decisión de abandonar o disminuir el tratamiento
farmacológico para la epilepsia e iniciar una dieta cetogénica debe ser tomando considerando la
voluntad del paciente.
En conclusión, una dieta cetogénica baja en carbohidratos es más efectiva que una dieta
baja en grasas para la pérdida de peso, para la diabetes tipo II, para mejorar los niveles
plasmáticos de glucosa e insulina contribuyendo a disminuir la tensión arterial y a subsanar el
metabolismo de la glucosa, también para la resistencia insulínica.
Bibliografía
Hernández, G. Jiménez, A. Bacardi, M. (2015). Efecto de las dietas bajas en carbohidratos sobre
la pérdida de peso y hemoglobina glucosilada en personas con diabetes tipo 2: revisión
sistemática. Nutr Hosp. 2015; 32 (5):1960-1966. Disponible en
http://www.aulamedica.es/nh/pdf/9695.pdf
Pérez, J. (2008). Las dietas cetogénicas: beneficios adicionales a la pérdida de peso y efectos
secundarios infundados. Archivos latinoamericanos de nutricion. Vol. 58 Nº 4, 2008.
Departamento de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Córdoba, Córdoba.
España. Disponible en
https://helvia.uco.es/bitstream/handle/10396/9942/scielo45.pdf?sequence=1&isAllowed=
y