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Progresividad y regresividad en materia tributaria y sus implicaciones sobre la

economía

Para empezar es importante mencionar que el principio de progresividad tiene sustento en


el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ya que este contempla la obligación de
los Estados Partes de lograr el desarrollo progresivo de los derechos económicos, sociales y
culturales. Por su parte, el artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos,
“Pacto de San José de Costa Rica”, establece

Por otro lado, la Sentencia C-038 del 27 de enero de 2004 proferida por la Corte
Constitucional señala que el mandato de progresividad en materia de derechos sociales (i)
implica que el Estado tiene la obligación de iniciar inmediatamente el proceso encaminado
a la completa realización de esos derechos, (ii) hace referencia al reconocimiento de
prestaciones y protecciones mayores y superiores en relación con cada uno de esos
derechos sociales, (iii) no excusa el incumplimiento del deber del Estado de asegurar, tan
pronto como sea posible, los contenidos mínimos de esos derechos.

Por su parte, según lo expuesto por Courtis (2006, citado por Calvo, 2014, pág 146), la
regresividad se puede aplicar, primero, a los resultados de una política pública (regresividad
de resultados), entendiéndose que es regresiva cuando sus resultados empeoran en relación
con los de un punto de partida. Y la segunda aplicada a la extensión de los derechos
concedidos por una norma (regresividad normativa), determinándose que la norma es
regresiva cuando al compararla con la norma que ha modificado o sustituido, la norma
posterior suprime, limita o restringe derechos o beneficios concedidos por la anterior.“ De
ahí, son regresivas entonces, las disposiciones normativas que impliquen un retroceso en la
extensión concedida a un derecho y las políticas que impliquen un retroceso en los
resultados, medibles a través de indicadores o referentes empíricos.

Entonces, el Estado tiene la obligación de no adoptar políticas y medidas, y de sancionar


leyes que empeoren la situación de los derechos de los que gozaba la población o en cada
mejora progresiva. Según Nikken (2010, citado por Calvo, 2014, pág 152), la
progresividad, lo que denota es que el reconocimiento de los derechos humanos se ha
ampliado progresivamente y que esa ampliación es irreversible.

Ahora bien, en materia de derecho tributario, primero, se va a definir que es exclusión, esta
se refiere a “los tributos retenidos y percibidos por el sustituto que deben ser excluidos de la
masa de liquidación por tratarse de créditos extraconcursales y privilegiados.” Y en lo
referente a la obligación tributaria se extinguen al pago total de la deuda tributaria.

Ahora bien, el principio de progresividad establecido en el artículo 363 de la Constitución


Política de Colombia establece que “el sistema tributario se funda en los principios de
equidad, eficiencia y progresividad. Las leyes tributarias no se aplicarán con
retroactividad.” Este principio es concebido por la jurisprudencia contenciosa
administrativa como aquel que se asocia al reparto de la carga tributaria entre los diferentes
obligados a su pago, según la capacidad contributiva de la que disponen, de modo que el
sistema que conserva las diferencias entre los aportantes de mayor y menor capacidad
contributiva, es neutro; el que las reduce es progresivo; y el que las aumenta es regresivo.

De ahí, se espera que la carga tributaria sea mayor cuando mayores sean los ingresos y el
patrimonio del contribuyente. El principio de progresividad se refiere a la distribución de
las cargas que impone el sistema tributario y los beneficios que este genera, además mide
cómo una carga o un beneficio tributario modifica la situación económica de un grupo de
personas en comparación con los demás.

En términos de lograr la equidad en Colombia, lo que se espera es que los contribuyentes


de mayor renta, progresivamente aporten más ingresos al Estado por la mayor tributación a
que están obligados.

Según la DIAN (2006), la progresividad es “la capacidad de un tributo para lograr como
fruto de su aplicación una redistribución del ingreso que promueva la equidad.” En el
ámbito tributario el principio de equidad establece que dos individuos con la misma
capacidad contributiva deben efectuar una aportación similar (equidad horizontal) y que
debe existir una contribución diferente en términos relativos, cuando difiera de la capacidad
contributiva de los individuos (equidad vertical).
Se supone que el Estado debe hacer todos los esfuerzos posibles por eximir del pago del
IVA a algunos productos básicos que se son utilizados principalmente por las personas
pobres, tales como jabón o comida, y sobre productos agrícolas. Pero en Colombia sucede
todo lo contrario ya que este impuesto se cobra para casi todos los productos de la canasta
familiar que son, en su mayoría, utilizados por las personas de menores recursos.

La estructura actual del IVA en Colombia es regresiva puesto que no hay equidad en la
distribución de las cargas, la carga tributaria a la los productos de la canasta familiar afecta
a los que tienen menores ingresos empeorando su situación económica, el IVA tiene una
incidencia alta sobre el gasto de los hogares. El IVA a la canasta familiar no se funda en los
principios de equidad, eficiencia y progresividad, y se está aplicando con retroactividad
empeorando la calidad de vida de los que tienen menor capacidad contributiva.

El impuesto del IVA sobre la canasta familiar es arbitrario, afecta derechos fundamentales,
no es equilibrado, ni eficiente, ni progresivo, es decir no es equitativa la carga tributaria
entre todos los obligados en relación con la capacidad contributiva, ¿cómo es posible que se
le ponga impuesto del IVA a los artículos que más consumen los pobres? Este impuesto es
entonces injusto y desequilibrado; el sujeto pasivo de la obligación (los pobres en su
mayoría) son desmejorados en su condición, lo que conlleva una desigualdad y, con ello
arbitrariedad y atesoramiento en detrimento del contribuyente.

Las políticas tributarias en Colombia se grava mucho menos que proporcionalmente la


renta de las personas más ricas que aquella que obtienen las personas más pobres siendo un
sistema regresivo. A su vez, las políticas tributarias son ineficientes ya que generan
distorsiones a las decisiones sobre el consumo, ahorro e inversión.

El sistema tributario colombiano se basa en gravar a los trabajadores (salarios) más que al
capital por lo que es un sistema fiscal injusto desde la perspectiva de la lucha contra la
pobreza y la inequidad. En Colombia se necesita con urgencia un sistema tributario que
luche contra la pobreza, la desigualdad y ayuda en la construcción de un Estado sólidos y
eficaz que pueda generar y administrar de forma coherente con los objetivos de desarrollo y
de forma responsable los recursos.
En Colombia, las reformas fiscales se han centrado en aumentar los ingresos y lograr
mejoras de eficiencia, sin tener en cuenta los aspectos distributivos, por lo que han
contribuido a una distribución del ingreso desigual. La fiscalidad justa tiene implicaciones
fundamentales para el progreso, por ello, en el país es necesario configurar un sistema
impositivo más equitativo.

Esta situación puede generar recesividad en la economía ya que se puede presentar una
disminución de la actividad económica y, por ende un menor crecimiento del PIB. A raíz
del IVA que se le coloco a los productos de la canasta familiar se puede presentar una caída
del consumo de los hogares, esto generaría un disminución en la producción, lo que podría
llevar a que las empresas tengan que reducir la planta de personal generándose un aumento
del desempleo.

En conclusión, la política fiscal puede ser una herramienta clave en el logro de una mejor
redistribución de la riqueza, de aumentar las oportunidades económicas y los servicios
sociales básicos; pero las reformas en general en Colombia no han aprovechado al máximo
este potencial, prueba de ello es sólo la orientación dada al impuesto del IVA. El sistema
tributario colombiano tiene un efecto regresivo y se mantienen estímulos, ventajas y
exoneraciones sobre las personas con mejor estatus socioeconómico y/o las empresas, por
lo que no es nada clara la justicia tributaria.

Bibliografía

Ávila, J. Cruz, A. (2006). La progresividad del sistema tributario colombiano del orden
nacional: un análisis para el IVA y el impuesto sobre la renta. DIAN.
https://www.dian.gov.co/dian/cifras/Cuadernos%20de%20Trabajo/La%20progresividad
%20del%20sistema%20tributario%20colombiano%20del%20orden%20nacional_Un
%20an%C3%A1lisis%20para%20el%20IVA%20y%20el%20impuesto%20sobre%20la
%20renta.pdf

Calvo, N. (2014). Aproximaciones conceptuales al principio de progresividad y no


regresividad de los derechos constitucionales. REVISTA VIS IURIS | No. 1, Vol. 1 | 141 -
161 | Enero-Junio, 2014 | Universidad Sergio Arboleda.
Romero, C. Grass, Y. Garcia, X. (2013). Principios constitucionales que rigen el sistema
tributario.

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