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Rodney Hilton (1988)

¿HUBO UNA CRISIS GENERAL DEL FEUDALISMO?

Los historiadores contemporáneos muestran considerable interés en el final de la sociedad feudal y en los factores políticos y sociales
que produjeron el mundo moderno. Es natural preguntarse si el orden feudal sufrió una desintegración accidental, para ser sustituido
de manera gradual por otro orden social, político y económico –el capitalismo–, o si su desintegración fue acelerada por diversas crisis
no relacionadas que operaron sobre diferentes aspectos de la sociedad feudal, o también si, de hecho, hubo una crisis general de esta
sociedad debida a su debilidad inherente. Desde el siglo XIV en adelante, esta civilización estaba minada por dudas intelectuales, sus
bases políticas estaban agotadas y parecía haberse convertido en social y moralmente decrépita. Ya antes de la Peste Negra aparecen
indicios de crisis y declive en el sector más importante de la economía, la agricultura. Parte de la tierra dejó de cultivarse, y la que
todavía se trabajaba rendía menos. Las compañías comerciales y financieras redujeron sus actividades. La población urbana
disminuyó. No pareció existir recuperación hasta el final del siglo XV. El aspecto más interesante de las principales rebeliones de la
Baja Edad Media es que ya no expresaban simples quejas contra la opresión del gobierno local: estaban convirtiéndose en la expresión
de una revuelta contra el modo en que se organizaba la sociedad. Todas tenían algo en común: un odio manifiesto hacia los agentes del
Estado, más que a los del manor o el señorío, objetos tradicionales del descontento campesino. Las guerras se prolongaron, porque sus
protagonistas vieron en ellas la oportunidad de compensar mediante el pillaje y el saqueo su caída de la renta. El pobre no sólo tenía
que soportar el peso de los impuestos, sino también la desorganización de la economía en las zonas de guerra, de forma que se veía
empujado así a la rebelión. ¿Hubo una serie de crisis desconectadas que golpearon al orden social hasta el punto en que, a pesar de
estar básicamente sano, fue incapaz de recuperarse? O, por el contrario, ¿existían causas más hondas en la raíz de estas crisis
económicas, sociales y políticas? Parece más probable que la prolongada crisis de la sociedad feudal en los siglos XIV y XV recuerde
más a la crisis de la sociedad antigua en los últimos siglos del Imperio Romano que a las crisis de los siglos XIX y XX. El problema
base es explicar esta falta de crecimiento importante de la productividad en la agricultura y en la industria durante este período. La
extensión del área cultivada fue realizada a expensas del bosque y los pastos naturales. Es posible que a fines del siglo XIII, el
precario equilibrio entre ganadería y agricultura se rompiera por la extensión de la tierra de cultivo a expensas del pasto. Aunque la
producción total de grano tiene que haber aumentado durante este período, no hay indicios de un incremento general y permanente de
los rendimientos. La conclusión general ha de ser que no hubo una reinversión suficiente de los beneficios agrícolas que habría
mejorado la productividad de forma notable. Los gastos principales de la nobleza, laica y eclesiástica, eran la guerra, el lujo y la
liberalidad de los señores para sí mismos y para sus numerosos seguidores. Por su parte, los pequeños productores eran los últimos en
poder mejorar la productividad a través de la inversión
Argumentos análogos se aplican a la industria. A pesar del elevado nivel de organización en algunos centros de la industria textil, la
producción de tejido se basaba en la pequeña unidad de producción. Los sectores de la industria que producían para mercados locales
tampoco evolucionaron técnicamente. Asimismo, la política restrictiva de las organizaciones artesanales constituía un obstáculo más
al progreso técnico.
En resumen: el estancamiento de la productividad durante los últimos siglos de la Edad Media y su incapacidad para soportar el
coste creciente del gasto no productivo de las clases dirigentes, fueron las razones fundamentales de la crisis de la sociedad feudal.
Este estancamiento fue consecuencia de la incapacidad de la economía feudal de generar inversiones para la mejora técnica. Este
estancamiento técnico hizo imposible el crecimiento demográfico que se había producido en los siglos XII y XIII.

[Rodney Hilton, "¿Hubo una crisis general del feudalismo?" en Hilton, Rodney, Conflicto de clases y crisis del feudalismo,
Barcelona, Crítica, 1988, pp. 155-163.]

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