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Desmitificar la alta edad media como un periodo romántico, del surgimiento de naciones y
caracterizarla como punto de partida del presente. Posee una imagen considerada por el autor
como errónea por la interpretación nacionalista. Europa no nació en la Alta Edad Media. No
existía una cultura común ni un sentido común más allá de que los enlazaban los gobiernos
cristianos. Al final de este período la mayor parte del continente estaba dominada por sistemas
políticos débiles y los sistemas políticos activos y agresivos de más delante de la Edad Media
apenas eran visibles.
La Antigüedad tardía es entendida como un momento culminante de Roma, aun cuando existe una
continuidad, persistencia o declinación de ciertas dimensiones en la alta edad media, donde esta
última tiene un carácter particular y distinto al romano pese a las continuidades. Las identidades
nacionales tampoco destacaban de forma general en 1000, aunque se debe reconocer que
alguna de este estilo si existían como en Inglaterra e Italia, aunque no se extendió mucho más que
el sur de Roma. Una razón fueron las separaciones geográficas, pero en el caso de Bizancio, es de
esperar que su sistema político aportara en su identidad. Por su parte, las tierras eslavas se
hallaban en un estado embrionario como para desarrollar una identidad. (Francia, Alemania,
España).
El autor estudia los factores sociopolíticos y culturales entre 400 al 1000 d.C. en territorios
romanos y no romanos de Europa, con sistemas políticos menores en diversos territorios.
Además, toma en cuenta las decisiones políticas, con gran importancia de la economía. Según el
autor, cada período de la historia tiene su propia identidad y legitimidad, que no debe
contemplarse por el presente. Se demuestra que, a pesar de esta mirada bárbara de la Edad
Media, la cultura letrada no desaparece en modo que podemos estudiar seguir estudiando la Alta
Edad Media como si se tratara de la Roma tardía.
Existe una violencia legítima en Roma durante el siglo 5 d.C. con una injusticia y corrupción
dentro de la estructur1212a desde tiempos lejanos. La estructura del imperio dependía del mar
interior por la importancia del transporte marítimo. Hacia el 300 se reconoció que el imperio no
podía gobernarse fácilmente desde una sola sede. Por lo tanto, desde el año 324 d.C. existen dos
capitales permanentes, roma y Constantinopla, con distintas leguas, aunque el latín perduro en
el ámbito jurídico y administrativo hasta el siglo 6 d.C. En el 410 d.C. los visigodos saquean roma,
dicho acontecimiento causo una conmoción por la importancia histórica que posee Roma, ya que
en el mundo antiguo o el medieval, las ciudades se mantuvieron pobladas gracias a las donaciones
estatales fijas que suponían un gran gasto estatal (pan y circo). Por ello, configuraban un centro
simbólico.
En cierto sentido el imperio era la unión de todas las ciudades tradicionalmente autónoma. Por
lo tanto, existe una relevancia basada en la elite económica y el mecenazgo que vitaliza la vida en
ciudad, donde estas última en occidente poseen cada vez un carácter más informal. No obstante, a
diferencia de los gobiernos de occidente, en oriente había una estabilidad por su burocracia
especializada y la constancia en el cargo, donde existió una identidad y tradición constante en
cuando a su apoyo en diversas autoridades. En el siglo IV, una vez establecida la centralización
gubernamental, en cuanto a las ciudades, se tradujo en una toma de decisiones ajena y no
autónoma. La expansión del senado y de la administración central también significó que los
ciudadanos más ricos y de mayor éxito podían pasar por encima de las jerarquías locales. Las
estructuras formales de estos municipios se fueron debilitando de forma progresiva, en especial
en el siglo V, y en el VI la recaudación de impuestos pasa a ser una atribución del gobierno central.
El senado tenía una distancia en cuanto a cómo se desenvolvía en torno a la burocracia imperial,
siendo de carácter aristocrático. Las elites no tienen un carácter predominante en todo el
imperio. Existió una importancia del linaje y la riqueza para estar en la política, cultura literaria
como poder, especialmente en roma, donde la homogeneidad se manifiesta a través de la cultura.
Dicha cultura postromana, en cuanto a la aristocracia, pasa a ser de culta a militar-tribal
estabilizadora (barbaros).
Los Serui son los campesinos sin libertad y sin derechos legales. Los conductores son aquellos
que arrendan amplias parcelas a terratenientes, las administraban y subarrendaban. Los coloni
son entendidos como campesinos con un terreno propio o arrendados para trabajarlos por su
cuenta. En general, parece que había más propietarios campesinos en Oriente que en Occidente,
lo cual encaja con el hecho de que se conozca menos terratenientes extrarricos en Oriente. Pero
tanto en Occidente como en Oriente incluso las grandes fincas estaban, por lo general, muy
fragmentadas y muchas consistían en muchas parcelas separadas. Quienes no poseían ninguna
tierra (adscrpticii) los cuales pagaban a través de sus terratenientes. Estos últimos eran mucho
más dependientes, parecidos a los arrendatarios sin libertad.
Desde luego en Roma, la corrupción distaba mucho de ser un factor de debilidad; al contrario,
esta extensa red de favores era uno de los elementos principales del funcionamiento sostenido
del imperio. En el momento en que el patrocinio cayó, empezaron los problemas. Quizá lo más
importante sea cuando, en el Occidente del siglo 5, las élites locales dejaron de creer que sus
mecenas tradicionales en el gobierno central y provincial eran capaces de ayudarlos, a veces se
pasaron al bando de los nuevos líderes militares de las tribus bárbaras de sus localidades, y esto
resultó en un gran cambio político.
En el año 439 d.C. se desarrolla la conquista de Cartago por parte de los vándalos, donde existió
una romanización persistencia y transformaciones de lenguas y culturas locales y romanas.
Además, hubo una importancia del patrono (mecenas) en la seguridad de la población general,
donde los favores que realizaban patronos a la clientela se entienden por una seria de intereses
que fluían manteniendo una continuidad en la sociedad imperial. Cuando este sistema dejo de
funcionar, se buscaron nuevos patronos como barbaros, árabes o las iglesias donativa.
Pesia fue gobernada por los sasánidas entre el 220-640 d.C. donde se desarrollaron guerras
fronterizas con los romanos orientales. Este carácter dinástico persa prevalece a través de la
tradicionalidad. Por otro lado, los barbaros se desenvolvían como tribus dispersas y heterogéneas
de carácter militar, que les permitieron subsistir de mejor manera ante la adversidad.
Las otras fronteras Roma las compartía con grupos mucho menor organizado a nivel político;
ellos eran conocidos como barbaros. Durante mucho tiempo no los percibieron como amenazas
militares graves, pero aquellos grupos fueron acrecentando su cohesión social y militar. Las
comunidades tribales eran muy cambiantes. Ninguna de ellas constituía un grupo étnico unido.
Uno de los mayores problemas es que todas nuestras fuentes acerca de ellos son romanas. En los
límites del norte del imperio fue creciendo una extensa región fronteriza, donde la militarización
era capilar y afectaba a estratos sociales mucho más amplios que en otros lugares; el norte de la
Galia y los Balcanes fueron las regiones fronterizas más extensas de esta clase, pero también
hubo otra más pequeña en otras zonas. Puesto que los bárbaros servían en el ejército y con
frecuencia se instalaban en el imperio, al mismo tiempo que bajo la influencia romana, se
desarrollaban jerarquías más allá de las fronteras, ocurrió que las dos sociedades de ambos
lados de la frontera poco a poco fueron asemejándose entre sí. Este tipo de afirmaciones han
servido a los historiadores para afirmar que a la entrada de los bárbaros “nada había cambiado”.
Los soldados de origen bárbaro se desarraigaron en gran medida al unirse al ejército. Fue en
cambio la política del siglo 5 cuando algunos líderes militares bárbaros lucharon por Roma al
frente de importantes cuerpos de tropas de soldados formados por sus propias comunidades.
Existió una continuidad tras la “declinación” del imperio romano de occidente, por la importancia
latente bárbara en los estratos sociales. Los Hunos avanzan en el año 370 y después, en el 378
matan los godos a Valente, al entrar en territorio romano impulsados en un principio por los
hunos. Esto profundiza la crisis, aunque los godos no supieron aprovechar la ventaja y Roma
continúo vacilado en su estructura defensiva y en los problemas internos. Los bárbaros no se
convirtieron en romanos. Se mantuvieron como grupo étnico independiente. Este tipo de
penetración interna se fue haciendo cada vez más habitual, sobre todo después de que un gran
número de grupos bárbaros asaltara el imperio en 405-406.
El cristianismo absorbió gran parte de los valores romanos tradicionales, pero nunca por
completo. El imperio romano no era enteramente cristiano en ningún caso en 400. En Roma
seguía habiendo aristócratas paganos, aunque quizá ya no en 450; en Constantinopla aún faltaría
un siglo. Pero todos los emperadores salvo Juliano, habían sido cristianos desde 324. A lo largo del
s. 4 el paganismo se fue alejando cada vez más de la vida pública. Se produce una legislación
coercitiva prohibiendo cultos paganos e imponiendo el bautizo.
El vocabulario, las imágenes y la práctica pública del cristianismo por los tanto adquirieron
predominancia política en el imperio hacia 400, un domino que en adelante solo se
incrementaría. El cristianismo se acompaña de una exaltación de la pobreza y suposición de que
este mundo era un campo de prueba para ir al cielo. Los obispos se enfrentaban a las
celebraciones paganas organizando festejos propios. Entonces, hubo un desarrollo del
calendario cristiano con gran importancia entre los meses de diciembre a mayo, con la navidad,
la cuaresma, pentecostés, para alejarse de las celebraciones paganas, aunque estas igual
influenciaron a la hora de elegirse tales fechas. Los cristianos en el año 400 d.C. no predominan
en la población romana, pero si en lo político y en las ciudades. También existió una doble
concepción de celebración, en vez de rezar en días festivos se toma y se alborota por la tradición
pagana. Las iglesias cristianas no remplazaron de inmediato a las iglesias paganas, donde las
iglesias cristianas se construían afuera de los límites y poco a poco se adentraron y por ello, los
ciudadanos las empezaron a aceptar pese a que contenían a los muertos, algo que repudiaban
los paganos a diferencia de los cristianos que los veneraban como mártires. Estuvo también la
existencia de limites espirituales, lo bueno y lo malo, los demonios y los ángeles etc. con el ideal
de caridad y una mentalidad pagana que persistió, donde el cambio de mentalidad de la población
fue un proceso lento y constante.
Los patriarcas supervisan a los obispos de las ciudades provinciales, con una jerarquía que se
acopla a estado. A los patriarcas se les denomina papas también y el arzobispo es el obispo
metropolitano. En el siglo 4 Y 5, la riqueza acumulada provocó una asociación con emperadores
y prefectos. La riqueza eclesiástica y el status local llevó al episcopado a convertirse en parte de
las estructuras de carrera de la elite.
En el año 532 d.C. se desarrolló la rebelión nika, la cual casi derroca a Justiniano.
El Páter familia, ejemplo del mundo jerarquizado privado en torno a la domus, es decir, su
jurisprudencia, donde se observa a los emperadores estando al tanto de las situaciones sociales, es
decir, de su domus.
En el año 550 d.C. el espacio de análisis es amplio y distinto por la heterogeneidad entre oriente y
occidente, donde las mujeres se desenvuelven en una sociedad de carácter patriarcal, aunque
tenían desarrollo literario, bienes y cierta capacidad de maniobrar jurídicamente.
En el año 484 d.C. el decreto arriano es predominante, 420 d.C. llegan vándalos al norte de áfrica
y continúan con la tradición y modo de vida romano en cuanto a la organización, aunque
gobernaban a través de una aristocracia militar y quebraron el dominio mediterráneo romano
afectando gravemente la economía. se apoderaron de la principal provincia occidental de
exportación y fuente de la mayoría de los alimentos de Roma. La población de Roma comenzó a
disminuir pasada la mitad del siglo 5. de aquí el empeño de reconquistar áfrica en 441-460 sobre
todo con la gran movilización de 468. La reconquista del norte de África fue fácil al final en 533-
534 pero para entonces el imperio occidental ya había desaparecido.
A fines del siglo 4 d.C. Alarico hace de las suyas en oriente y occidente, aunque Estilicon lo frena,
pero siguen filtrándose barbaros por la presión de los hunos. Estilicon muere por fracasar en su
labor en torno a la defensa. Como consecuencia, Alarico y visigodos saquen roma en el año 410,
donde tras dicho acontecimiento Roma se alía con los visigodos para frenar a los barbaros, ya
que ambos se sentían perjudicados por el comercio cortado por los vándalos. Mientras tanto, en
oriente existió una estabilidad pese a los ataques de los hunos. La riqueza propia del comercio
en oriente y el hecho de que los persas sasánidas no atacaran por otros problemas en el siglo 5
le entregan la capacidad al imperio romano orientar de solventar la defensa. Además, en lo
político, se difiere de Roma donde los lideres no son militares, sino que burócratas, las
emperatrices destacan y el aparato religioso tiene más predominancia. En el año 410 se comenzó
a gestar el abandono de Britania, y posteriormente se buscó cristalizar una estabilidad post ataque
Alarico, aunque las fronteras eran cada vez más transgredidas por los barbaros. En el interior del
imperio, se buscaba controlados o tomados como aliados.
Importancia Clodoveo en Galia. Justiniano constructor varias iglesias, como la santa Sofía, ya
que tenía los recursos suficientes para expandir la religión que profesaba. Justiniano ataca a los
persas al inicio del siglo 6 d.C. pero la paz termina predominando y va después a por occidente,
con la finalidad de instaurar nuevamente la grandeza de Roma, conquistando áfrica e Italia a los
vándalos y ostrogodos respectivamente. Después de dichas incursiones y victorias (guiadas por
Belisario), logra el control del mediterráneo, aunque se encontró con una Italia arruinada
económicamente. Justiniano fue controvertido, ya que persiguió a muchos que no creían en su
religión, como los monofisitas, dejando al imperio de oriente agotado económica y militarmente.
Los sucesores de Justiniano, Tiberio 2 y Mauricio prosiguieron con su tarea. Tras el año 476 d.C. de
comenzó a gestar una simplificación de occidente en torno a la economía, la burocracia etc.
impidiendo la continuación del imperio romano por parte de los barbaros. Como resultado de la
caída del imperio romano de occidente se desarrolla Etnogenesis: variedad de tradiciones y por
ello una heterogeneidad entre barbaros y pueblos con distintos dialectos, hablaban latín y godo,
aunque no todos eran bilingües.
Tras la caída del imperio romano de occidente, los impuestos no son el medio principal de
ingresos, modificando la capacidad de gobernar al tener menos ingresos, como consecuencia una
menor burocracia, control del territorio y organización. Por ende, el crecimiento decayó, con
cambios culturales diferentes a lo clásico romano, como son las asambleas con una gran
importancia de rey y los militares que participaban activamente como una elite aristocrática
militar. Dentro de dicho proceso de simplificación de las instituciones y en sí de la vida, también
se puede ver entendido por el abandono de ciudades y las villas afectando el control territorial,
con un abandono del carácter civil de la elite. Entonces, occidente cae por perder alimentos
áfrica, las constante invasiones y la nula eficacia burocrática organizacional.
En nuestras fuentes, los obispos tienen un papel destacado. Las procesiones de organizadas por
los obispos podían mantener alejada a la peste, provocar lluvias, sofocar incendios y confundir a
los ejércitos enemigos si damos crédito a las hagiografías. Sin embargo, se condenó a los brujos,
la magia, los sabios locales y a los ascetas que salían de la sociedad.
Por otro lado, no es raro que los obispos tendieran a empoderarse a parte de la aristocracia.
Hubo casos en que no nacieron en cuna de oro y ascendieron en la jerarquía eclesiástica, pero
eran casos relativamente raros. Ser aristócrata implicaba poder apoyarse en una red política
secular que facilitaba la vida a cualquier obispo. Muchos de ellos fueron asumiendo papeles
seculares.
Gabriel Páez.