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El Stress:

Pandemia
global
Por David Romero
Introducción
Nuestro cuerpo funciona bajo un sistema de balance delicado. Cuando
iniciamos un proceso de trabajo, nuestro cuerpo inicia un proceso de
autorestauración, pero cuando no logra restaurarlo, envía una alerta
general para advertir las fluctuaciones y ejercer un mecanismo de
trabajo eficiente para mantener nuestra salud; pero cuando el balance
sistémico no lograr el equilibrio sucede el stress (Cohen, Tyrrell &
Smith, 1991).
El término stress aparece en escritos del siglo XIV para expresar
dureza, tensión, adversidad o aplicación. Posteriormente, a fines del
siglo XVIII y principios del XIX, es utilizado en el campo de la física para
referirse a la fuerza generada en el interior de un cuerpo como
consecuencia de la aplicación de una fuerza externa o local que tiende
a distorsionarlo, y se menciona el término strain como la deformación o
distorsión sufrida por el objeto (Lazarus R; Folkman S. Stress y
Procesos Cognitivos. Editorial Martínez Roca, Barcelona, 1986).
Introducción
Estos conceptos de estrés y strain persistieron en la física, y a fines del siglo
XIX fueron tomados por la medicina como antecedentes de pérdida de salud.
Un ejemplo de ello se puede apreciar en un comentario de Sir William
Osler cuando analiza las características de la personalidad del hombre de
negocios judío de la siguiente forma:
- Viviendo una vida intensa.
- Absorbido por su trabajo.
- Dedicado a sus placeres.
- Apasionadamente dedicado a su casa.
- La energía nerviosa del judío se ve tensada al máximo y;
- Su sistema nervioso sujeto a ese estrés y strain que parece jugar un papel
básico en tantos casos de angina de pecho.
Concepto
El término Stress, pero W. B. Cannon (1936) lo define como un
estímulo para describir el proceso fisiológico coordinado con el sistema
nervioso simpático (encargado de la frecuencia cardíaca, la presión
arterial, la frecuencia respiratoria y el tamaño de las pupilas), lo cual es
útil para reparar los disturbios de la homeostasis (mecanismo de
autorregulación) y promover la supervivencia del organismo afectado.
Hans Selye (1956) lo describe como un síndrome de adaptación general,
lo cual ejerce tres reacciones en el cuerpo: alarma-movilización,
resistencia y extenuación y desintegración.
Finalmente, algunas teorías cognitivas definen el stress no como
estímulo o reacción, sino como una interacción entre estímulos y
medida de respuesta del organismo (Lazarus & Folkman, 1984).
Entre los mayores riesgos que puede desencadenar un stress crónico están:
Cambios en el funcionamiento psicológico de la persona que comprometen el
sistema inmunológico. También pueden ser desencadenados por eventos naturales
, mayores (divorcio, pérdida de un ser querido, frustración por eventos negativos
en los estudios) o menores (tráfico, discusiones familiares, desbalance
económico), cambios de comportamiento agresivos, inflamación de las arterias
del corazón, hipertensión, cáncer, reducción para compbatir el AIDS, dolor de
cabeza, obesidad, trastorno del sueño. El estudio de PNIRS
(Psyconeurommunologic Research Society) ha arrojado una interrelación ente
psicología, neurociencia, inmunología. farmacología, enfermedades infecciosas y
alérgicas, psiquiatría, interacción con el sistema nervioso, endocrino, linfático, lo
que establece un equilibrio entre comportamiento y salud.
¿Cuáles son los signos del stress?
En cada organismo es variado, pero cuando tenemos estrés nos
resulta difícil relajarnos y concentrarnos, y podemos sentirnos
ansiosos o irritables. Además, el estrés puede causar dolor de
cabeza o de otras partes del cuerpo, malestar gástrico,
dificultades para dormir o alteraciones del apetito (comer más o
menos de la cuenta). Cuando el estrés se vuelve crónico, puede
agravar problemas de salud y dar lugar a un aumento del
consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y otras sustancias.
Las situaciones estresantes pueden causar o exacerbar
problemas de salud mental, frecuentemente ansiedad o
depresión, que requieren atención médica. Hay problemas de
salud mental que pueden deberse a la persistencia del estrés si
este ha empezado a afectar a nuestra vida y nuestro desempeño
educativo o laboral.
¿Es normal sentir estresado?
Sí. Es normal que algunas situaciones generen
estrés, como puede ocurrir con una entrevista
laboral, un examen académico, un exceso de
trabajo, un empleo inestable o un conflicto con un
familiar, un amigo o un compañero de trabajo, si
bien muchas personas logran reducir el estrés a
medida que la situación mejora o que aprenden a
controlar sus emociones. Además, hay sucesos que
causan un estrés generalizado, como las grandes
crisis económicas, los brotes de enfermedades, los
desastres naturales, las guerras y la violencia social.
¿Cómo puedo controlar el Stress?
La OMS ha publicado la guía
En tiempos de estrés, haz lo que importa para enseñar habilidades
prácticas que nos permiten lidiar con el estrés. La guía propone
aprender técnicas de autoayuda practicándolas durante unos
minutos al día, con la opción de utilizar ejercicios pregrabados.
Realizar una serie de actividades cada día nos puede ayudar a
sentir que controlamos mejor nuestra vida y a ser más eficaces.
Así, podemos programar momentos concretos para comer, pasar
tiempo con nuestros familiares, hacer las tareas cotidianas y
practicar ejercicio físico
Es importante dormir lo suficiente para cuidar el cuerpo y la mente.
El sueño repara, relaja y revitaliza nuestro organismo y nos ayuda
a hacer frente a los efectos del estrés. u otras actividades de ocio.
¿Cómo puedo controlar el Stress?
• La higiene del sueño o, dicha de otro modo, los buenos hábitos
de sueño consisten en:
• Ser constante: acostarse cada noche a la misma hora y
levantarse cada mañana también a la misma hora, incluso los
fines de semana.
• Si es posible, el lugar donde se duerme debe ser tranquilo, oscuro
y relajante, y se debe mantener a una temperatura agradable.
• Limitar el uso de aparatos electrónicos como el televisor, las
computadoras y los teléfonos inteligentes antes de dormir.
• No comer en exceso ni tomar bebidas con alcohol o con cafeína
antes de la hora de acostarse.
• Hacer ejercicio físico. La actividad física durante el día puede
ayudar a conciliar el sueño con más facilidad por la noche.
¿Cómo puedo controlar el Stress?
• Hable con sus familiares y amigos y explique sus
preocupaciones y sus sentimientos a personas de confianza.
Mantenerse en contacto con los demás le puede ayudar a
sentirse más animado y menos estresado.
• Todo lo que comemos y bebemos afecta a nuestra salud. Trate
de alimentarse de forma equilibrada y de comer a intervalos
regulares. Hidrátese bebiendo suficientemente y, si puede, tome
abundantes frutas y hortalizas frescas.
• Hacer ejercicio a diario le puede ayudar a reducir el estrés.
Puede tratarse de ejercicios intensos o simplemente de caminar.
• Ver o leer noticias durante demasiado tiempo en la televisión o
en las redes sociales puede causar estrés. Si percibe que esta
actividad le genera estrés, reduzca el tiempo que le dedica.

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