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SIFILIS.

D A N I L SA C A S TR O 1 - 1 7 - 3 5 3 1
D I A N A F ER N A N D EZ 2 - 1 7 -
4597

Universidad Tecnológica de Santiago 


DEFINICIÓN
LA SÍFILIS ES UNA INFECCIÓN CRÓNICA GENERALIZADA CAUSADA POR
TREPONEMA PALLIDUM, SUBESPECIE PALLIDUM, LA CUAL SUELE
TRANSMITIRSE POR VÍA SEXUAL Y SE CARACTERIZA POR EPISODIOS DE
ACTIVIDAD SEPARADAS POR PERIODOS DE LATENCIA.
DESPUÉS DE UN PERIODO DE INCUBACIÓN DE DOS A SEIS SEMANAS
APARECE UNA LESIÓN PRIMARIA, A MENUDO ACOMPAÑADA DE
LINFADENOPATÍA REGIONAL , QUE DESAPARECE SIN TRATAMIENTO .
La fase de bacteriemia secundaria, que por lo general se vincula con lesiones
mucocutáneas diseminadas y linfadenopa-tías generalizadas, va seguida de
una fase latente de infección subclínica que dura años o décadas. Es posible
que se presente afectación del sistema nervioso central (SNC) en una fase
temprana de la infecció.
ETIOLOGÍA

La familia Spirochaetales comprende cuatro géneros que son patógenos para el ser
humano y para algunos animales: Leptospira, que induce leptos-pirosis; Borrelia, que
causa la fiebre recurrente y la enfermedad de Lyme Brachyspira, que origina infecciones
intestina-les, y Treponema, que ocasiona las enfermedades llamadas treponematosis.
TRANSMISION Y EPIDEMIOLOGIA

Casi todos los casos de sífilis se adquieren por contacto sexual con personas portadoras de
lesiones contagiosas (es decir, chancro, placas mucosas, exantemas cutáneos o condilomas
planos. Es menos frecuente el contagio por contactos no venéreos o transfusión de sangre
contaminada, así como infección intrauterina o trasplante de órgano.
EVOLUCIÓN NATURAL Y
PATOGENIA DE LA SÍFILIS NO
TRATADA

Treponema pallidum penetra


rápidamente en las mucosas
íntegras o las erosiones
microscópicas de la piel y, en
pocas horas, entra en los vasos
linfáticos y en la sangre y produce
una infección generalizada con
focos metastásicos alejados antes
de que aparezca la lesión
primaria.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Sífilis primaria:
El chancro primario típico suele comenzar con una sola pápula indolora que pronto
se erosiona y endurece, cuyo borde así como la base de la úlcera luego adquieren
una consistencia cartilaginosa, muy característica a la palpación.
Sifilis secundaria:
Entre las manifestaciones múltiples de la sífilis secundaria
suelen contarse lesiones mucocutáneas y linfadenopatía
generalizada no dolorosa. El chancro primario en fase de
cicatrización puede persistir incluso en 15% de los
enfermos y a menudo las fases se traslapan en individuos
que también tienen infección por VIH, en comparación con
quienes no la tienen.
Sífilis latente:

El diagnóstico de sífilis latente se establece en una persona sin


tratamiento cuando las pruebas serológicas son positivas, con resultados
normales en el análisis del líquido cefalorraquídeo y ninguna
manifestación clínica de esta enfermedad.
Afectación del SNC

De modo tradicional, se ha considerado que la neurosifilis es


una manifestación tardía de la sífilis, lo cual constituye un
concepto inexacto. La sífilis del SNC sigue un proceso que
abarca desde la invasión temprana (por lo común las primeras
semanas o meses de la infección), hasta una afectación
asintomática que dura meses o años.
Otras manifestaciones de la sífilis tardía La enfermedad inflamatoria de evolución
lenta que culmina con signos de sífilis terciaria comienza al inicio de la infección,
aunque quizá no se manifieste clínicamente durante años o décadas.
Sífilis congénita La transmisión de T. pallidum de una mujer sifilítica al feto a través
de la placenta puede producirse en cualquier momento del embarazo, pero las
lesiones de la sífilis congénita aparecen por lo general pasado el cuarto mes de la
gestación, cuando el feto comienza a generar inmunidad.
ESTUDIOS DE LABORATORIO
Demostración del microorganismo No se puede
detectar T. pallidum con cultivos. Antes se utilizaba
la microscopia de campo oscuro y la tinciónMcon
anticuerpos inmunofluorescentes para identificar
esta espiroqueta en Muestras de lesiones
húmedas, como chancros o condilomas planos.
LOS TREPONEMAS EN LOS TEJIDOS SE PUEDEN
DEMOSTRAR CON M AY O R C E RT E Z A EN LOS
L A B O R AT O R I O S D E I N V E S T I G A C I Ó N P O R M E D I O D E
PCR O MÉTODOS DE INMUNOFLUORESCENCIA O
INMUNOHISTOQUÍMICA EN LOS QUE SE UTILIZAN
ANTICUERPOS MONOCLONALES O POLICLONALES
E S P E C Í F I C O S C O N T R A T. PA L L I D U M

Pruebas serológicas de la sífiiis Hay dos clases de pruebas serológicas


para investigar la sífilis: treponémicas y no treponémicas. Ambas son
positivas en las personas que presentan cualquier infección causada
por treponemas, como pian, pinta y sífi lis endémica
L A S P R U E B A S M Á S U S A D A S PA R A I D E N T I F I C A R S Í F I L I S P O R M E D I O D E
ANTICUERPOS NO TREPONÉMICOS SON LA REAGINA PLASMÁTICA
RÁPIDA (RPR, RAPID PLASMA REAGIN) Y EL VDRL, QUE CUANTIFI CAN
LA CONCENTRACIÓN DE IGG E IGM CONTRA UN COMPLEJO
ANTIGÉNICO DE CARDIOLIPINA-LECITINA Y COLESTEROL. LA PRUEBA
RPR ES MÁS FÁCIL DE USAR Y SE REALIZA CON SUERO O PLASMA NO
C A L E N TA D O ; E S E L M É T O D O D E E L E C C I Ó N PA R A E L D I A G N Ó S T I C O
SEROLÓGICO RÁPIDO EN EL ENTORNO CLÍNICO.

Las pruebas treponémicas cuantifi can los anticuerpos con antígenos nativos o
recombinantes de T. pallidum y entre ellas se encuentran la prueba fl uorescente de
absorción de anticuerpos antitreponémicos (FTA-ABS, fl uorescent treponemal
antibody-absorbed) y la aglutinación de partículas de T. pallidum (TPPA, T. pallidum
particle agglutination), ambas más sensibles para la sífi lis primaria que las pruebas de
hemaglutinación que se utilizaban antes
Métodos serológicos con resultados positivos falsos para sífilis:
Las pruebas VDRL y RPR modernas son muy específi cas y las reacciones positivas falsas se limitan en
gran medida a sujetos con cuadros autoinmunitarios o consumo de fármacos inyectables. La
prevalencia de resultados positivos falsos aumenta con la edad y se acerca a 10% en individuos >70
años de edad.
Valoración de la neurosifilis: La afectación del SNC se detecta con el examen
de pleocitosis del LCR (>5 leucocitos/μL), el aumento en la concentración de
proteínas (>45 mg/100 mL) o la reactividad en la prueba VDRL. El incremento
del recuento celular y la concentración de proteínas en el LCR no son
específicos de la neurosífilis y pueden generar confusión con la coinfección
por VIH.

La prueba de FTA-ABS en el LCR es reactiva frecuencia que el VDRL en todas las fases
de la sífilis, pero su reactividad tal vez corresponda a la transferencia pasiva del
anticuerpo sérico al LCR. A pesar de esto, una prueba de FTA-ABS sin reactividad en el
LCR puede servir para descartar neurosífilis asintomática. Se ha demostrado la
conveniencia de medir CXCL13 en el LCR para distinguir entre neurosífilis y anomalías
del LCR relacionadas con VIH.
Es evidente que todos los pacientes con infección por T. pallidum
que muestran signos o síntomas que indican afectación neurológica
(p. ej., meningitis, hipoacusia) u oft álmica (p. ej., uveítis, iritis)
deben someterse a análisis del LCR, sin importar la fase de la
enfermedad.
Valoración de la sífilis en pacientes infectados por el VIH
Hay pruebas de que la sífilis y otras enfermedades causantes de
úlceras genitales pueden ser factores de riesgo importantes para
adquirir y transmitir la infección por VIH. Algunas manifestaciones
de la sífilis pueden alterarse en los pacientes con una infección
simultánea por VIH y muchas de las recurrencias neurológicas
después del tratamiento habitual se han informado en estos
pacientes.

Algunos autores, convencidos por los informes que


indican la persistencia de T. pallidum en el LCR de los
sujetos infectados por VIH después del tratamiento
habitual de la sífi lis temprana, recomiendan analizar el
LCR en busca de indicios de neurosífi lis en todos los
pacientes con ambas infecciones, sea cual fuere el
periodo clínico de la sífi lis, y administrar tratamiento de
la neurosífi lis si el LCR presenta anomalías
INMUNIDAD A LA SÍFILIS
La rapidez de la aparición y la evolución de la resistencia adquirida a T. pallidum después de infección
natural o experimental depende de la magnitud del estímulo antigénico, el cual a su vez obedece al
tamaño del inóculo infectante (cantidad de microorganismos) y la duración de la infección antes del
tratamiento. Se considera que tanto la reacción humoral como la celular tienen importancia central
para la aparición de inmunidad y para la cicatrización de las lesiones tempranas. La infi ltración celular,
sobre todo por linfocitos T y macrófagos, genera un entorno de citocinas TH1 compatible con la
eliminación de microorganismos por parte de los macrófagos activados. Los anticuerpos específi cos
intensifi can la fagocitosis, que es indispensable para la destrucción de T. pallidum mediada por
macrófagos.

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