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con el TAR el impacto más importante ha sido una menor incidencia de la demencia asociada al
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), pero también se han observado disminuciones en
la polineuropatía asociada al VIH y en las infecciones oportunistas en el SNC
3. Los medicamentos antirretrovirales y los fármacos profilácticos que toman las personas
infectadas por el VIH-1 causan con frecuencia efectos secundarios neurológicos, que deben
incluirse en el diagnóstico diferencial de estos pacientes.
4. La recuperación inmunitaria asociada con el TAR puede asociarse con una reacción
inflamatoria en el SNC.
Síndrome meníngeo
Pacientes por lo demás asintomáticos, recuentos de linfocitos T CD4+ superiores a 200/μl:
meningitis aséptica
La cefalea, rigidez de nuca y fiebre, asociadas a náuseas y vómitos, pueden ser las primeras
manifestaciones de la infección por el VIH-1
En algunos casos pueden aparecer neuropatías craneales transitorias, que afectan de forma principal
a los pares craneales V, VII y VIII
Esta meningitis aséptica puede aparecer ya incluso en la semana siguiente a la infección primaria,
cuando la serología convencional del VIH-1 es todavía negativa.
Se debe detectar ARN del VIH-1 en la sangre y el LCR, y el antígeno p24 del VIH-1 se podría
localizar en la sangre. La repetición de las pruebas serológicas tras 6 semanas suele ayudar a aclarar
esta situación.
TRATAMIENTO
es fundamental incluir el VIH-1 en el diagnóstico diferencial de la meningitis aséptica. Esta
afección podría recidivar en cualquier momento durante el curso de la enfermedad, aunque la
pleocitosis del LCR se vuelve menos frecuente al avanzar la inmunosupresión.
El tratamiento es sintomático.
La infección por Treponema pallidum puede presentarse también en cualquier momento durante la
infección por el VIH-1 y se asemeja a las complicaciones neurológicas del SIDA
ambas enfermedades pueden originar meningitis aguda o crónica, mielopatía, neuropatías craneales
o periféricas, enfermedad cerebrovascular y demencia.
La neurosífilis se puede presentar tanto al cabo de 1 año como 30 años después de la infección
inicial.
LABORATORIO
En cerca del 15% de los pacientes con sífilis primaria y hasta en el 40% de los afectados por sífilis
secundaria se detectan elevaciones de la concentración de proteínas y de las cifras de leucocitos en
el LCR.
En el LCR de los pacientes infectados por el VIH-1 con neurosífilis se puede hallar una pleocitosis
mononuclear persistente y un aumento de la concentración de proteínas14, así como un incremento
de la síntesis de (IgG) y bandas oligoclonales.
El resultado positivo del LCR en una prueba de los (VDRL) establece el diagnóstico de neurosífilis
si la punción lumbar no contiene sangre. Sin embargo, esta prueba puede ser negativa en la
infección por el VIH-1
- La prueba reactiva de anticuerpos treponémicos fluorescentes absorbidos en el LCR
aumenta las probabilidades de infección por T. pallidum, pero es menos específica porque
puede aparecer en la neurosífilis tratada o por contaminación del LCR con pequeñas
cantidades de sangre que contenga anticuerpos en el momento de la punción lumbar.
MANEJO
SI SE TIENE LA CLINICA, LA RPR + Y LOS HALLAZGOS EN EL LCR, penicilina por vía
intravenosa incluso en ausencia de una prueba VDRL positiva en el LCR.
- penicilina G intravenosa (3-4 millones de unidades i.v. cada 4 horas durante 10-14 días).
- En caso de alergia a la penicilina, se administra ceftriaxona (2 g i.m. o i.v. una vez al día
durante 10-14 días).
SEGUIMIENTO:
- repitiéndoles la punción lumbar 1 mes después del inicio del tratamiento, y en ella se tiene
que observar la normalización de la celularidad y de la concentración de proteínas en el
LCR.
- La normalización de la RPR en suero predijo la normalización del LCR y de las anomalías
clínicas 13 meses después del tratamiento en más del 90%
- Esta observación fue más frecuente en los que recibieron TAR que en los pacientes no
tratados
La neurosífilis puede amplificar la replicación intratecal del VIH, posiblemente por la activación del
sistema inmunitario que persiste incluso después del tratamiento de la sífilis.
- Al igual que sucede con otras infecciones oportunistas del cerebro, es probable que la carga
viral sea transportada por los linfocitos y monocitos circulantes activados, que acuden a
combatir la infección del SNC, y por tanto no se debería interpretar como una
manifestación de la encefalitis por el VIH-1.
- se diferencia de la aséptica en que el meningismo está presente en menos del 40% de los
casos
- los pacientes pueden presentar solo fiebre y cefalea, que progresivamente se hacen más
debilitantes
- En los casos graves aparecen confusión, ceguera y alteración del estado de consciencia
LABORATORIO
La detección del antígeno de Cryptococcus neoformans mediante enzimoinmunoanálisis,
aglutinación en látex o análisis de flujo lateral en el LCR proporciona un rápido diagnóstico, que se
confirma después mediante cultivos del LCR.
- Dado que se producen resultados falsos positivos con todas las pruebas antigénicas, es
esencial la confirmación por cultivo para establecer el diagnóstico de meningitis
criptocócica.
HALLAZGOS LCR:
- aumento marcado de la presión de apertura, pleocitosis mononuclear, incremento de la
concentración de proteínas, disminución de la de glucosa en el 50% de los casos y
detección directa del organismo mediante tinción con tinta china en el 80%.
IMAGENOLOGIA
- ser negativas.
- El hallazgo más frecuente en la resonancia magnética (RM) es la dilatación de los espacios
de Virchow-Robin
- también puede haber pseudoquistes, criptococomas e hidrocefalia.
Entre los factores de un mal pronóstico se encuentran la alteración del estado mental, la
ausencia de pleocitosis del LCR, un título de antígeno en LCR superior a 1:1.024, un
hemocultivo positivo y la hiponatremia.
MANEJO
debe comenzar con anfotericina B (0,7- 1 mg/kg diarios i.v. durante 2 semanas) +
flucitosina (100 mg/ kg v.o. divididos en 4 dosis diarias)
- hasta que el paciente responda con claridad y durante no menos de 2 semanas, lo que se
asocia a unas tasas significativamente mayores de eliminación de la levadura del LCR y a
una menor mortalidad en comparación con la anfotericina B sola.
- La combinación de fluconazol con anfotericina B no ha demostrado mejorar la
supervivencia.
- El empleo de fluconazol solo como tratamiento inicial se asocia con una conversión del
cultivo mucho más lenta y no se recomienda
En los pacientes infectados por el VIH, el tratamiento de mantenimiento puede suspenderse si:
- los recuentos de CD4+ aumentan a más de 100 células/ml
- y la concentración de ARN del VIH es indetectable o muy baja de forma sostenida durante
3 meses o más
En Botsuana, la mortalidad hospitalaria fue significativamente más baja en los pacientes que
estaban siendo tratados con TAR en el momento del diagnóstico de meningitis criptocócica que en
los pacientes no tratados (8% frente al 21%)
COMPLICACIONES:
- aumento de la presión craneal por encima de 200 mmH2O aparecen en casi todos los
pacientes. Es necesario identificar y tratar de forma enérgica esta complicación con drenaje
mecánico, incluyendo punciones lumbares repetidas, drenaje lumbar temporal externo o
derivaciones intraventriculares
- El 26% de los pacientes sufre un deterioro neurológico después de comenzar el TAR que se
debe al síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI) asociado a la
criptococosis
- Es más frecuente si el TAR se administra 7 días después en lugar de 28 días después del
inicio del tratamiento antifúngico.
La TB del SNC puede presentarse de muchas maneras, como un tuberculoma, abscesos y lesión de
la médula espinal, aunque lo más frecuente es la meningitis tuberculosa (MTB).
- el Dx de MTB sigue siendo difícil en todo el mundo. La tinción para bacilos ácido-alcohol
resistentes en el LCR tiene una sensibilidad del 10-20% que varía en gran medida según la
experiencia técnica
- El cultivo del LCR tiene una sensibilidad de alrededor del 50% y puede tardar hasta 6
semanas en hacerse positivo.
- El método Xpert MTB/RIF Ultra (Cepheid, Sunnyvale, CA) es una prueba de
diagnóstico molecular que tuvo una sensibilidad del 95% para el diagnóstico de MTB
en el LCR en un pequeño estudio realizado en Uganda
En las zonas con recursos limitados el tratamiento se suele iniciar empíricamente, guiado por
mínimas pruebas objetivas, a excepción de la hipoglucorraquia y una cifra elevada de proteínas
totales en el LCR
Los pacientes infectados por el VIH presentan un riesgo de infección neumocócica, y la meningitis
neumocócica suele deberse a la propagación de una infección primaria no tratada. Estos casos son
más probables en CRL, donde los pacientes consultan en estadios más avanzados de la enfermedad
y tienen un acceso limitado a los servicios sanitarios.
Su incidencia ha bajado desde la introducción del TAR, sin embargo, sigue siendo un problema de
salud grave. Los pacientes que desarrollan ET en la actualidad o bien no han recibido TAR o no lo
han tomado adecuadamente
CLINICA
- En el momento de la presentación, casi el 90% de los pacientes con ET tiene recuentos de
linfocitos T CD4+ inferiores a 200 células/μl, y el 75% muestra recuentos por debajo de
100 células/μl.
- Los síntomas más frecuentes son cefalea, confusión, fiebre y letargo. También pueden
aparecer casos con una presentación similar a un accidente cerebrovascular. Hasta el 30%
de los enfermos desarrolla crisis epilépticas
LABORATORIO
En los pacientes con ET se pueden detectar anticuerpos IgG anti- Toxoplasma en el suero, mientras
que los anticuerpos IgM se hallan con menos frecuencia, lo que apoya la idea de que la mayoría de
los casos son una reactivación de la infección latente.
Son frecuentes una ligera elevación de la concentración de proteínas en el LCR y una pleocitosis
mononuclear moderada (<60 células/μl), pero son inespecíficas y pueden estar originadas por la
infección con el VIH-1 subyacente. LA GLUCORRAQUIA NO ES UN HALLAZGO
CONSTANTE
La técnica de la PCR es menos útil para la detección del ADN de T. gondii en el LCR que en el
caso de otros patógenos, con una sensibilidad comprendida entre el 44 y el 65%, y una especificidad
del 100%
Por tanto, el análisis del LCR es más útil para descartar otros procesos infecciosos que para
confirmar el diagnóstico de ET.
IMAGENOLOGIA
TC o RM craneal demuestran la presencia de lesiones en el SNC en casi todos los casos, con la
excepción de la forma encefalítica difusa poco frecuente de la toxoplasmosis
En alrededor del 65% de los casos, las lesiones son múltiples, y en el 90% de ellos se observa una
intensificación anular tras la administración de contraste.
Estas suelen estar localizadas en la unión corticomedular, en la sustancia blanca o en los ganglios
basales; se encuentran rodeadas de edema, e inducen un efecto masa en las estructuras que las
rodean
MANEJO
combinación de pirimetamina y sulfadiazina, que causa un bloqueo sinérgico y secuencial del
metabolismo del ácido fólico, necesario para el desarrollo del parásito.
- En pacientes alérgicos a las sulfonamidas, la clindamicina (600 mg i.v. o 450 mg v.o. cuatro
veces al día) es una adecuada alternativa a la sulfadiazina en el régimen anterior.
Los corticoides se deben administrar solo en casos con hernia cerebral inminente durante el
tratamiento médico inicial de la supuesta ET para no enmascarar el diagnóstico, ya que las altas
dosis de estos reducen el tamaño de las lesiones linfomatosas del SNC
La mejoría neurológica se manifiesta en la clínica en más de la mitad de los casos hacia el día 3 de
tratamiento, y en la mayoría de ellos hacia el día 7. No obstante, la mortalidad al año es del 10-60%
Profilaxis secundaria.
- T gondii es sensible al tratamiento solo cuando está en forma de taquizoíto.
- El tratamiento de mantenimiento: para prevenir las recaídas, que son probables al cabo de
6-8 semanas tras la suspensión del tratamiento, ya que las formas quísticas latentes pueden
romperse y reiniciar el proceso infeccioso en cualquier momento.
- El tratamiento de mantenimiento: pirimetamina (25-50 mg/día), con ácido folínico (10-25
mg/día) y sulfadiazina (2-4 g/día en cuatro tomas) o clindamicina (450 mg v.o. cuatro veces
al día).
- Los pacientes con recuentos de linfocitos T CD4+ superiores a 200 células/μl mantenidas
durante más de 3 meses pueden suspender la profilaxis secundaria