Universidad Católica de Honduras

“Nuestra Señora Reina de la Paz”

Campus San Pedro - San Pablo

Asignatura: Atención del Entorno Psicoeducativo

Catedrática: Doris Canales de Reynaud Ph. D.

La motivación escolar y sus efectos en el aprendizaje

Karla Yamileth Reina Aguilar

Mayo, 2018.
Para lograr entender la influencia de la motivación escolar y sus efectos
en el aprendizaje, es necesario conocer diversas perspectivas de los más
reconocidos autores sobre este tema. Entre los aportes más significativos
es de mencionar a Naranjo (2009), que determina que la motivación es
un factor muy importante en las diversas áreas de la vida, entre ellas la
educativa, ya que orienta las acciones, se centra en la conducta y en los
objetivos de la persona.

Según Bisquerra (2000):

La motivación es un constructo teórico-hipotético que designa un

proceso complejo que causa la conducta. En la motivación
intervienen múltiples variables (biológicas y adquiridas) que influyen
en la activación, direccionalidad, intensidad y coordinación del
comportamiento encaminado a lograr determinadas metas. (citado en
Naranjo, 2009, p. 154).

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En el año 2001, Isabel Sole, propone que se puede trascender, si el
maestro además de guiar, establece una clara coherencia entre sus
objetivos y motivos, y los del proceso pedagógico en que se está
inmerso. La clave se sitúa, entonces, en el interés que se cree por
dedicarse a un aprendizaje, donde se intenta dar un sentido a lo que
se aprende. (citado en Ospina Rodríguez, 2006).

Según Trechera (2005) explica que, etimológicamente, el término

motivación procede del latín motus, que se relaciona con aquello que
moviliza a la persona para ejecutar una actividad. De esta manera, se
puede definir la motivación como el proceso por el cual el sujeto se
plantea un objetivo, utiliza los recursos adecuados y mantiene una
determinada conducta, con el propósito de lograr una meta.
(Naranjo, 2009).

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En el año 2007, Valenzuela plantea que la motivación escolar es la
activación de recursos cognitivos para aprender aquello que la escuela
propone como aprendizaje, y no sólo con querer realizar una tarea
específica en un momento dado (Valenzuela, Muñoz, Silva-Peña,
Gómez, & Precht 2015).

Carrillo, Padilla, Rosero y Villagómez (2009), habla del termino

motivación, que proviene del latín motivus (relativo al movimiento), es
aquello que mueve o tiene eficacia o virtud para mover; en este sentido,
es el motor de la conducta humana.

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En el año 2010 según Woolfolk, enmarca la motivación como un
estado interno que activa, dirige y mantiene el comportamiento.

Las personas motivas concentran toda su energía hacia el logro de una

meta, dando el máximo, incluso si hay cansancio físico o si la meta es
aburrida. Esa energía podría ser impulsos, deseos básicos, necesidades,
incentivos, temores, metas, presión social, autoconfianza, intereses,
curiosidad, creencias, valores, expectativas y más.

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Continua la misma autora cita mencionando que la motivación se da
en factores internos y personales, como necesidades, intereses y
curiosidad; mientras que otras señala factores externos y ambientales,
como recompensas, presión social, castigo, etcétera. Por ello se
menciona lo que es la motivación intrínseca y extrínseca.

La motivación intrínseca es la tendencia natural del ser humano

a buscar y vencer desafíos, conforme perseguimos intereses
personales y ejercitamos capacidades. Cuando estamos
motivados intrínsecamente, no necesitamos incentivos ni
castigos, porque la actividad es gratificante en sí misma (p.377).

“En cambio, si se realiza algo para obtener una calificación, evitar un

castigo, agradar al profesor o por cualquier otra razón que tenga muy
poco que ver con la propia tarea, a esto se le llama motivación
extrínseca” (p.377).

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Partiendo de estos conceptos de la motivación intrínseca y extrínseca
es imposible detectar a través de la sola observación si una conducta
está motivada tanto por lo interno o externo, o sea la razón que el
estudiante tiene para actuar, es decir, si el locus de causalidad de la
acción (la ubicación de la causa) si es interna o externa. Por ejemplo
Los alumnos que leen o practican un deporte o la pintura, tal vez lo
hacen porque eligieron libremente la actividad, con base en intereses
personales (locus interno de control/motivación intrínseca), o porque
algo o alguien externo está influyendo en ellos (locus externo de
control/motivación extrínseca).

Hay situaciones donde los incentivos y los apoyos externos son

necesarios. Los profesores deben alentar y avivar la motivación
intrínseca y, al mismo tiempo, asegurarse de que la motivación
extrínseca fomente el aprendizaje (Woolfolk, 2010).

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Después de conocer los conceptos de motivación extrínseca e intrínseca la
misma autora presenta cinco teorías que dan origen a estos conceptos. Dando a
conocer los autores y en que consiste cada uno.

Tabla 1
Teorías de la motivación
Conductista Humanista Cognoscitiva Cognoscitiva social Sociocultural

Fuentes de Intrínseca y
Extrínseca Intrínseca Intrínseca
motivación Extrínseca Intrínseca

Participación comprometida en
Necesidad de Creencias,
Reforzadores, Metas, expectativas, comunidades de aprendizaje;
Influencias autoestima, atribuciones del
recompensas, intenciones, mantenimineto de la identidad a
importantes autorrealizacion y éxito y del fracaso,
incentivos y castigos autoeficacia través de la participación en
autodeterminación expectativas.
actividades grupales

Principios
teóricos Skinner Maslow Weiner Locke y Latham Lave
Bandura Wenger

(Woolfolk, 2010).

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Cuando hay motivación los resultados del aprendizaje se
incrementan; ejemplo de ello son algunos estudios clásicos
citados por Ausubel, Novak y Hanesian (1986), donde se
demuestra que cuando los estudiantes tienen una opinión
favorable sobre lo que aprenden; o sea al apreciar su importancia
y utilidad, su desempeño escolar mejora.

Estos autores destacan dos principios fundamentales para

promover la motivación por el aprendizaje de los conocimientos:

significado y significación, es decir que los contenidos deben

tener sentido semántico; en tanto pueden ser asimilados en la
estructura de conocimiento del estudiante; así como pertinencia
y relevancia para el alumno de manera que le resulten
interesantes. La pertinencia y relevancia constituyen elementos
que dan carga emotiva a la significación (Tirado, Santos, &
Tejero-Díez, 2013).
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En lo que se refiere al rol de los docentes, se identifican seis áreas,
donde estos pueden tomar decisiones que podrían influir en la
motivación del estudiante para aprender; para ello Epstein (1989)
acuño el acrónimo TARGET, (por las siglas de task, autonomy,
recognition, grouping, evaluation y time).

Este modelo TARGET, involucra seis dimensiones sobre las cuales

parece posible accionar para favorecer la motivación y el
aprendizaje; Tarea, Autoridad, Reconocimiento, Grupos,
Evaluación y Tiempo. A continuación se hace una breve referencia a
cada una de estas dimensiones (Chiecher, 2017).

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 Según Chiecher, (2017) la tarea, es la primera dimensión del modelo
TARGET se refiere a las propuestas de los docentes, que tienen
determinadas características; por ejemplo, aquellas que ofrecen un margen
de autonomía y opción al estudiante, éstas serán capaces de promover una
orientación hacia el aprendizaje.

Autoridad. Esta se refiere al estilo de relación que el docente propone entre

él y sus alumnos. En este marco, la figura del docente desempeña un rol
fundamental, pues se considera que todo lo que haga, lo quiera o no, tiene
un impacto motivador potencial sobre sus estudiantes.

Reconocimiento. La tercera dimensión del modelo se vincula con los

procesos de retroalimentación (feedback) y con la importancia de elogiar el
esfuerzo, el cumplimiento y el buen desempeño del estudiante en el marco
de estos procesos de devolución.

Grupos. Esta modalidad de trabajo grupal y el hecho de resolver una tarea

en cooperación con otros puede redundar en beneficios para la motivación y
el aprendizaje.
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Evaluación. Instancia que puede incidir de manera importante en los
patrones motivacionales de los estudiantes y en las metas que ellos se
propongan. En tal sentido, la recomendación sería evaluar el proceso de
aprendizaje y ofrecer retroalimentación.

Tiempo. Por último, la sexta dimensión del modelo TARGET; la

conexión de este parámetro, tiempo - motivación viene dada por su
relación con los procesos ansiógenos. La ansiedad debería ser
facilitadora y no inhibidora del rendimiento.

Estas seis dimensiones se vinculan con el ambiente o contexto de

instruir y pueden ser manejadas por el docente de manera tal que se
logre generar un contexto poderoso para el aprendizaje y un impacto
positivo motivacional para los estudiantes (Chiecher, 2017).

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También se debe considerar las siguientes recomendaciones para
lograr la motivación de los alumnos al aprendizaje; presentadas por
Anaya- Durand y Anaya-Huertas, en el año 2010:

Desde un principio deben establecerse claramente los objetivos y los

propósitos de la asignatura dirigidos en lenguaje sencillo hacia los
alumnos. Deben definirse claramente el para qué, de lo que se
pretende enseñar. Es usual que el maestro descuide lo anterior,
concentrándose en el por qué de las cosas.

Es indispensable mantener la visión general de los objetivos,

oportunidades, retos, amenazas, campos de acción de las carreras en
sí. No hay algo más desmotivante que la incertidumbre, sobre todo si
ésta permea desde el propio maestro.

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Continúan hablando las mismas autoras, en lo que respecta al
docente debe contagiar entusiasmo a los alumnos. Ellos
apreciaran un maestro que disfrute enseñándoles y compartiendo
sus experiencias.

Debe dar una imagen positiva, estimulante y ejemplificante hacia

sus alumnos. Ésta debe ser un ejemplo, tanto de conducta como
de actitud triunfadora, que los motive a seguir su camino y guía.

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Por otra parte, los castigos (amenazas de reprobar, trabajos de sanción a
los alumnos, reducción de sus calificaciones, etc.), lo único a lo que
conduce es a alimentar la inseguridad del alumno, el miedo al maestro
como elemento de poder y autoridad irracional, que debe definitivamente
evitarse por su efecto desmotivante hacia un verdadero y auténtico
interés por aprender, por mejorar, por trascender.

La “calificación” en sí no tiene más resultados que comparar a un

alumno con otro, a marginar, a crear cierto elitismo. La acción
pertinente motivadora del maestro será la de evaluar para mejorar y
corregir y de retroalimentar al alumno, que demuestra un interés
genuino y motivante para el alumno.

Otro aspecto importante es el reconocer que este tipo de motivadores

extrínsecos sólo son pertinentes mientras mantienen el control del
maestro hacia los alumnos y esencialmente contribuyen sólo a satisfacer
los elementos primarios de satisfactores del estudiante (seguridad,
reconocimiento, prestigio, etc.) (Anaya-Durand, & Anaya-Huertas,
2010).
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Referencia:
Anaya-Durand, A., & Anaya-Huertas, C. (2010). ¿Motivar para aprobar o para
aprender? Estrategias de motivación del aprendizaje para los estudiantes.
Tecnología, Ciencia, Educación, 25 (1), pp. 5-14.

Carrillo, M., Padilla, J., Rosero, T. & Villagómez, M. S. (2009). La

motivación y el aprendizaje. Alteridad Revista de Educación, 4(2), pp. 20-32

Chiecher, A. C. (2017). Metas y contextos de aprendizaje. Un estudio con

alumnos del primer año de carreras de ingeniería. Innovación Educativa,
17(74), pp. 61-80.

Naranjo Pereira, M. L. (2009). Motivación: perspectivas teóricas y algunas

consideraciones de su importancia en el ámbito educativo. Revista
Educación, 33(2), pp. 153-170

Ospina Rodríguez, J. (2006). La motivación, motor del aprendizaje. Revista

Ciencias de la Salud, 4 (Esp), pp.158-160.

Tirado, F., Santos, G., & Tejero-Díez, D. (2013). La motivación como

estrategia educativa. Perfiles Educativos, 35(139), pp. 79-92.
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Valenzuela, J., Muñoz Valenzuela, C., Silva-Peña, I., Gómez Nocetti, V. &
Precht Gandarillas, A. (2015). Motivación escolar: Claves para la
formación motivacional de futuros docentes. Estudios Pedagógicos, 41(1),
pp. 351-361

Woolfolk, A. (2010). Psicología educativa. 11a. edición. Pearson Educación.

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Gracias por su atención.

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