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LA EPISTEMOLOGÍA

También llamada “teoría del conocimiento”, es la rama de la filosofía que estudia en qué consiste
el saber (episteme), con qué herramientas conocemos, qué grado de certeza obtenemos, cuáles son
los límites del conocer y en qué consiste la verdad.

1- Saber y conocer

Muchos filósofos distinguen entre saber y conocer dando preponderancia al primero sobre el
segundo. La razón de ello es que se considera que la capacidad de conocer hace referencia a la
relación que se establece entre un sujeto (el que conoce) y un objeto (lo conocido). De este modo el
conocimiento suele serlo de cosas de las que tenemos experiencias (un sordo no puede conocer los
sonidos) y es una capacidad que tenemos en común con los animales quienes también necesitan
conocer su entorno para sobrevivir.
Saber por el contrario, es una capacidad exclusiva del ser humano que trabaja con un lenguaje
simbólico, con ideas y con conceptos abstractos. Se supone que es un tipo de conocimiento más
elaborado.
Frecuentemente, en filosofía se ha definido conocer como una actividad en la cual un sujeto
aprehende (capta, toma, hace suyo) un objeto. Esta definición general tiene como primera
consecuencia que en todo acto de conocer podemos diferenciar un plano subjetivo y otro objetivo
que afectan al resultado final.

Muchas personas creen tener conocimientos de un tema determinado y emiten juicios sobre él,
cuando lo que poseen es una mera opinión o reproducen opiniones de otros. Vivimos con la
incertidumbre de no saber muy bien cuánta de la información que manejamos es cierta. La filosofía
se exige y exige al resto buenas razones para llegar a tener algo por verdadero.
No podemos confundir opinar con conocer; creer que algo es cierto no lo convierte
automáticamente en verdadero. La filosofía teorizó sobre la verdad desde su origen. El filósofos
Parménides de Elea (540 a.C -470 a.C) distinguió el camino de la opinión (doxa) de la verdad
(episteme).

Kant, un filósofo alemán del siglo XVIII, también llama la atención sobre los distintos grados de
profundidad a la hora de conocer, en función de su cercanía a la verdad:

Practico:

– ¿Cuál es la diferencia entre opinión y conocimiento?


– Busca ejemplos en las redes sociales de opiniones o creencias que se presenten bajo la
apariencia de conocimientos.

2. ¿Cómo conocemos?

Los seres humanos disponemos de una serie de instrumentos para conocer la realidad, a los que nos
referimos como facultades del conocimiento. Nuestras principales facultades son la percepción, la
imaginación, la memoria, la razón y la intuición.
• La percepción también llamada en filosofía experiencia o sensibilidad, es la herramienta
que usamos para entrar en contacto con los objetos de la realidad cuando los vemos,
tocamos, olemos... Un ser humano que no dispusiese de esa facultad estaría encerrado
dentro de su propia mente. Así, podemos concluir que la percepción es un proceso por el que
transformamos los estímulos de nuestros sentidos, que identificamos con el nombre de
sensación, en una imagen mental de un objeto exterior.

• La imaginación proviene del latín imago (imagen, visión) y de imitari (imitar), y con ella
nos referimos a la capacidad de construir imágenes mentales a partir de las percepciones.
Existen dos tipos:
- La imaginación reproductora, con la que reproducimos la imagen de un objeto sin tenerlo
cerca.
- La imagen creadora, con la que creamos libremente imágenes relacionadas con la
sensibilidad y a la que también llamamos fantasía.

• La memoria es la capacidad, asociada al aprendizaje, de retener el pasado en nuestra mente


(a corto o a largo plazo) y revivirlo o reproducirlo mentalmente, reconociéndolo como
pasado. El resultado de esta capacidad es el recuerdo.

• Se entiende por intuición un tipo de conocimiento directo e inmediato que, sin necesidad de
razonamiento alguno, nos hace darnos cuenta de que una cierta verdad es evidente e
indudable. En muchas ocasiones opera de un modo puramente inconsciente. No sabemos
explicar cómo ni por qué hemos llegado a esa conclusión pero estamos seguros de su
verdad. Descartes fue defensor de una intuición racional como una de las dos operaciones
básicas mediante las que funciona la razón y es la que nos da acceso a las verdades
fundamentales (por ejemplo "pienso, luego existo") a partir de las cuales deduciremos las
restantes.

• La razón es una facultad exclusiva del ser humano empleada para comprender y resolver
problemas. Hay animales que perciben el mundo con una mayor destreza, pero solo nosotros
podemos llegar a pensarlo, y por ello Aristóteles definió al ser humano como “animal
racional”, porque tenía lenguaje e inteligencia.

Para pensar el mundo, es necesario llevar a cabo un proceso de abstracción. Todo lo que
percibimos es siempre algo particular: por ejemplo, esta hoja en concreto y la mesa que lo
soporta. Pero el ser humano tiene la capacidad de construir un conocimiento general a partir
del conocimiento de casos particulares. Por medio de un proceso mental por el cual nuestra
razón extrae las características comunes que comparten los objetos particulares de un mismo
grupo, obvia las que los diferencian y construye un concepto. Estos conceptos son actos
mentales expresados en el lenguaje mediante un término.

A través de los conceptos, los seres racionales construimos juicios, proposiciones


susceptibles de ser verdaderas o falsas, que expresan conocimientos. En un juicio, el sujeto
es el concepto del que se afirma o se niega algo y el predicado es ese concepto que afirma o
niega del sujeto.
Si combinamos juicios, construimos razonamientos o argumentos, encadenamientos de
juicios, que llamamos premisas, a partir de las cuales inferimos (extraemos) una conclusión
mediante la lógica.
Practico:

– Busca información sobre las áreas del cerebro que están implicadas en las siguientes
funciones cognitivas: la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo, el lenguaje y la
atención.
– ¿Influyen las emociones en nuestra manera de pensar?

3. Racionalismo y empirismo.

Aunque ya en la Antigüedad habían existido teorías empiristas y racionalistas, en los siglos XVII y
XVIII se desató una famosa batalla entre filósofos de uno y otro bando. El racionalismo y el
empirismo fueron dos teorías diametralmente opuestas. La primera tuvo más éxito entre filósofos
continentales, mientras que la otra triunfó entre pensadores británicos. Los racionalistas afirmaban
que el conocimiento humano es fruto de la razón y desdeñaban la experiencia como una fuente
fiable de conocimiento. Los empiristas, en cambio, defendían que todo conocimiento es fruto de la
experiencia sensible y que la razón no tiene un papel fundamental. Sin embargo, a pesar de las
diferencias, ambos movimientos buscaban explicar lo mismo: cuál es la facultad esencial para
conocer (experiencia o razón) y el método para lograrlo.

Practico comentario de texto:


No obstante, me esforzaré y seguiré, sin desviarme, el mismo camino por el que había transitado
ayer, alejándome de todo aquello en lo que pudiera imaginar la menor duda, al igual que haría si
supiese que es absolutamente falso; y continuaré siempre por este camino hasta que encuentre algo
cierto o, por lo menos, si no puedo hacer otra cosa, hasta que haya comprendido con certeza que no
hay nada cierto en el mundo. Arquímedes, para mover el globo terrestre de su lugar y llevarlo a
otro, sólo pedía un punto de apoyo firme y seguro. Del mismo modo podría yo concebir grandes
esperanzas si fuera lo bastante afortunado como para encontrar una sola cosa que fuera cierta e
indudable. Supongo, pues, que todas las cosas que veo son falsas; y me persuado de que jamás ha
existido nada de todo aquello que mi memoria, llena de mentiras, me representa; pienso que no
tengo sentidos; creo que el cuerpo, la figura, la extensión, el movimiento y el lugar no son más que
ficciones de mi mente. ¿Qué es, pues, lo que podrá estimarse verdadero? Quizá ninguna otra cosa
excepto que no hay nada cierto en el mundo.
Pero ¿y yo qué se si no hay ninguna otra cosa diferente de las que acabo de considerar inciertas y de
la que no pueda tener la menor duda? ¿No hay algún Dios o cualquier otro poder que me ponga en
la mente estos pensamientos? Eso no es necesario, ya que quizás sea yo capaz de producirlos por mi
mismo. Yo, al menos, ¿no soy algo? Pero ya he negado que tuviese sentidos o cuerpo alguno. Dudo,
sin embargo, pues ¿qué se sigue de ello? ¿Dependo hasta tal punto de mi cuerpo y de mis sentidos
que no pueda ser sin ellos? Pero me he persuadido de que no había absolutamente nada en el
mundo: ni cielo, ni tierra, ni espíritus, ni cuerpos; ¿no me he persuadido, pues, de que yo no existía?
No, ciertamente, probablemente exista, si me he persuadido, o solamente si he pensado algo. Pero
hay un no se quién engañador, muy poderoso y muy astuto, que emplea toda su industria en que me
engañe siempre. No hay pues duda alguna de que existo, si me engaña; y que me engañe tanto como
quiera, que nunca podría hacer que yo no fuera nada mientras yo pensara ser algo. De modo que,
tras haberlo pensado bien y haber examinado cuidadosamente todas las cosas, hay que concluir
finalmente y tener por constante que esta proposición: "Soy, existo" es necesariamente verdadera
todas las veces que la pronuncio o que la concibo en mi mente”.
René Descartes, Meditaciones metafísicas.

– ¿Por qué el autor es racionalista? Argumenta tu respuestas.


– ¿Qué facultades del conocimiento aparecen en el texto? ¿De cuáles se puede dudar según
Descartes? ¿Cuál es la única de la que no se puede dudar? ¿Por qué?
Practico comentario de texto:

“Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que denominaré
IMPRESIONES e IDEAS. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad
con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro pensamiento o conciencia. A las
percepciones que entran con mayor fuerza y violencia las podemos denominar impresiones; e
incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su
primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando
pensamos y razonamos...”

David Hume, Tratado de la naturaleza humana

– ¿Por qué el autor es empirista? Argumenta tu respuesta.


– ¿Qué clasificación hace Hume de los elementos de la mente? Diferéncialos y explícalos.

Practico:

1. Busca información sobre dogmatismo y escepticismo, explica su significado y su relación


con el empirismo y el racionalismo.

4. El idealismo trascendental de Kant.

Es complicado decidirse por una de las dos corrientes contrarias del conocimiento, empirismo y
racionalismo. Por una parte, ¿no tiene sentido pensar que antes de experimentar algo es imposible
conocerlo, como sostiene el empirismo? Pero, por otra, ¿no debe haber algo previo a la experiencia,
por ejemplo, el sujeto donde esta ocurre y es organizada, tal y como piensa el racionalismo?
El filósofo ilustrado Immanuel Kant (1724-1804) sintetizó ambas posturas. Solucionando en parte
el dilema que generan estos dos modos de entender el conocimiento.
En su obra Crítica de la razón pura (1781) encontramos los siguientes planteamientos sobr el
problema:

– No puede conocerse todo, cosa que sí afirmaban los racionalistas. Además, no puede
hablarse de conocimiento objetivo si no se da cuenta con los sentidos.
– Puede conocerse algo más que lo que afirman los empiristas, ya que no todo es experiencia
sensible, sino que hay verdades de tipo objetivo y universales, como, por ejemplo, las leyes
de la física.

Kant concede mucho valor al sujeto a la hora de conocer: sostiene que el conocimiento no se
consigue fijándonos exclusivamente en las características del objeto, sino que el sujeto tiene unas
estructuras que impone a la hora de conocer. Afirma que no podemos salir de esas estructuras, que
son las que nos permiten conocer los objetos; esto es, son nuestros mecanismos mentales para
percibir impresiones y crear conceptos. Es como si siempre lleváramos puestas unas gafas para
contemplar el mundo de una determinada manera. Esas “gafas” son las que dotan a todo de espacio
y tiempo y estructuran nuestro pensamiento en categorías.

Kant propone que aquello que sobrepasa nuestro conocimiento, la realidad “en sí”, lo que denomina
noúmeno, no sabremos nunca cómo es realmente, pues nosotros solo la conocemos a través de
nuestros “filtros”. Y estos nos dan lo que denominamos fenómenos, la percepción o la idea mental
que creamos. Por lo tanto, según Kant, sólo podemos conocer los fenómenos.

Practico:

1. Busca información sobre los elementos a priori de Kant y haz un esquema con los mismos.

Practico comentario de texto:

Nuestro conocimiento surge básicamente de dos fuentes del psiquismo: la primera es la facultad de
recibir representaciones (receptividad de las impresiones); la segunda es la facultad de conocer un
objeto a través de tales representaciones (espontaneidad de los conceptos). A través de la primera se
nos da un objeto; a través de la segunda, lo pensamos en relación con la representación (como
simple determinación del psiquismo). La intuición y los conceptos constituyen, pues, los elementos
de todo nuestro conocimiento, de modo que ni los conceptos pueden suministrar conocimiento
prescindiendo de una intuición que les corresponde de alguna forma, ni tampoco puede hacerlo la
intuición sin conceptos. [...] Si llamamos sensibilidad a la receptividad que nuestro psiquismo
posee, siempre que sea afectado de alguna manera, en orden a recibir representaciones, llamaremos
entendimiento a la capacidad de producirlas por sí mismo, es decir, a la espontaneidad del
conocimiento.

Kant, Crítica de la razón pura

– ¿Qué facultades del conocimiento aparecen en el texto?


– ¿Cómo soluciona el autor la disyuntiva racionalismo-empirismo?
5. ¿Qué es la verdad?

El objetivo del conocimiento racional es alcanzar la verdad. Hablaremos sobre si es posible o no


llegar a esta meta final, pero ahora hemos de plantearnos qué entendemos por "verdad". No nos
sorprenderá demasiado saber que los filósofos tampoco se ponen de acuerdo al respecto, aunque
casi todos ellos coinciden en considerar la verdad como un desvelamiento (aletheia). Es decir,
consideran que la verdad es algo que se oculta tras el manto aparente de los datos sensibles. Si
queremos conocer verdad no nos queda otra más que levantar ese manto y ver qué se esconde tras
él. El problema consiste precisamente en dilucidar qué es ese algo que hay que descubrir y en qué
consiste. Y es aquí precisamente donde surgen las diferencias entre unas y otras posturas.
Podríamos decir que, a lo largo de la historia del pensamiento, se han defendido distintos criterios
para distinguir entre lo que es verdadero y lo que no lo es. Entre ellos los más importantes son los
siguientes:

a) Verdad como autoridad:

Es el criterio de verdad propio de aquellas sociedades en las que el pensamiento racional aún no
posee una alta valoración y que consideran que algo es verdadero porque así lo ha decretado una
autoridad superior que, en la mayoría de los casos, suele identificarse con alguna entidad divina.
También incluimos en este apartado a quienes consideran que algo es verdadero simplemente
porque así lo dice la tradición y bajo el peregrino "argumento" de que "siempre se ha hecho así".

b) Verdad como correspondencia:

Un conocimiento es verdadero sí se corresponde con los hechos. Los empiristas utilizan este criterio
considerándolo como el único válido. En principio puede parecernos una postura muy sensata. Sin
embargo también se enfrenta a críticas ya que no existen "hechos puros" con los cuales poder
contrastar nuestro conocimiento. Nuestra percepción de la realidad está condicionada por nuestros
canales sensoriales y nuestra estructura cerebral. Así que esa supuesta realidad a la que recurrimos
como juez sigue siendo una realidad "para nosotros" y, por tanto, no nos sirve como garante de
verdad objetiva.

c) Verdad como evidencia:

Criterio de verdad defendido por los racionalistas. Descartes afirma que un conocimiento solo será
verdadero cuando sea cierto, es decir: indudable y evidente. Este filósofo estaba convencido de que
nuestro conocimiento racional podía alcanzar este tipo de verdades. No olvidemos que se incluye
dentro del grupo de los llamados filósofos dogmáticos (ejemplo de conocimiento evidente: el
famoso "pienso, luego existo"). El problema es cómo asegurarnos que algo es evidente, sin
posibilidad de duda. Descartes señala que las verdades evidentes las conocemos como tales por
intuición, un tipo de conocimiento que también hemos expuesto. Lo problemático de esta postura es
que, al final, acaba poniendo el fundamento del conocimiento racional en algo tan poco racional
como lo es la intuición.

d) Verdad como coherencia:

Si alguien me dice que "se va a casar con la hermana de su viuda” podría decirle que está hablando
de un modo totalmente incoherente ya que, si tiene una viuda, es que está muerto. Los defensores de
la coherencia como criterio de verdad afirman que un conocimiento solo será verdadero cuando no
entre en contradicción con el conjunto de los restantes conocimientos ya admitidos como válidos.
Por eso la frase anterior sería inadmisible. El problema de este criterio de verdad es que, aplicado al
pie de la letra, imposibilita el desarrollo del conocimiento científico: cuando surja un dato en contra
de una teoría vigente, deberíamos descartar ésta por incoherente.
En realidad, el descubrimiento de una incoherencia en una teoría científica no la invalida
totalmente; lo que hacemos es intentar "parchearla" con posibles explicaciones
suplementarias, siempre que esas incoherencias no se acumulen y se hagan
insoportables.
Por esta razón, el criterio de la coherencia solo se admite hoy en día como válido para ciencias
formales como la lógica y las matemáticas en las que la coherencia sí se convierte en una condición
necesaria. Por ejemplo, en lógica existe el principio de no contradicción ¬ (A^¬A) que afirma que
es imposible que una cosa pueda estar a la vez afirmada y negada.

e) El perspectivismo:

Esta postura fue defendida, entre otros, por el filósofo español Ortega y Gasset: la verdad absoluta
no existe; es una cuestión de perspectiva. Esto no significa en absoluto una postura relativista; lo
que nos dice Ortega no es únicamente que la verdad depende de la perspectiva de cada individuo
que conoce, sino también que la propia realidad nos ofrece múltiples perspectivas. La realidad es un
poliedro con muchas caras, cada una de las cuales será verdadera para aquel a quien se le muestre.
En el caso de que se pudiera hablar de una verdad absoluta ésta sería el resultado de unir todas esas
innumerables perspectivas. Pero esta es una tarea imposible.

f) La teoría pragmática de la verdad:

Es una postura filosófica surgida en Norteamérica fuertemente emparentada con la corriente ética
llamada utilitarismo. Según los pragmatistas solo admitiremos como válidos aquellos
conocimientos que traigan consigo una serie de consecuencias positivas para nuestra supervivencia
como especie y que contribuyan a hacernos más agradable la vida aportando soluciones a los
problemas con los que nos enfrentamos. Lo verdadero será, pues, lo que resulte ser útil, aunque
parezca contrario a la lógica o al sentido común. Así, ciertas tesis alejadas de la realidad se
convierten en "verdaderas" para ciertas personas simplemente porque resultan útiles en un contexto
concreto.

g) Verdad como consenso:

Este punto de vista se desarrolla a partir de la teoría pragmática y señala que es posible que no
exista la verdad objetiva, lo cual no quiere decir que toda verdad tenga que ser subjetiva. Es posible
alcanzar verdades intersubjetivas a través del consenso mediante un diálogo racional entre las
diversas partes implicadas. Este diálogo, como señala Habermas, debe cumplir una serie de
condiciones para que sea legítimo: todos los interesados en participar en el mismo deben hacerlo en
igualdad de condiciones; debe existir una completa libertad de expresión sin rechazar ningún punto
de vista basándose en cualquier tipo de prejuicios; cada una de las opiniones emitidas debe estar
racionalmente justificada con argumentos sólidos (no vale decir "porque sí" o "porque es mi
opinión"); cada participante debe cambiar de postura si los argumentos del otro acaban resultándole
convincentes; ha de existir una intención real de ponerse de acuerdo; y las conclusiones a las que se
lleguen deben ser asumidas y respetadas por todos. Debe quedar claro también que las verdades
alcanzadas a través de este proceso dialogante nunca serán eternas ni objetivas y, por lo tanto,
podrán ser sustituidas más adelante por otras si se encuentran argumentos convincentes para
hacerlo. El problema de esta postura es que, quizá, parta de una concepción demasiado optimista de
la naturaleza humana y dé por sentado que podemos llegar a acuerdos pacíficos y racionales sin
necesidad de imponer nuestro punto de vista o de pasar directamente a las manos.
h) La negación de la verdad:

Los defensores de esta postura afirman que la verdad objetiva como tal no existe. La verdad no es
más que una creación humana con el objetivo de hacernos más aceptable y comprensible la vida. La
verdad es el resultado de una mentira: la mentira de hacernos creer que existe la verdad.
¿Y quién está interesado en esa mentira? Según Nietzsche aquellos que, teniéndonos sujetos a esa
"verdad", pretenden convertirnos en dóciles borregos. Sacerdotes, filósofos, políticos y científicos
serían los creadores y perpetuadores de esa mentira que es la verdad.

Practico:

– Haz un esquema con las principales características de los criterios de verdad estudiados.
– Busca una noticia de plena actualidad y piensa: ¿en qué sentido es verdadera? ¿Qué criterio
has empleado para determinarlo? Explica tu respuesta.

Practico comentario de texto:

La necesidad de verdad es la más sagrada de todas. Sin embargo, nunca se habla de ella. Cuando se
percibe la cantidad y la enormidad de falsedades materiales expuestas sin vergüenza incluso en los
libros de los autores más reputados, da miedo leer. Pues se lee como se bebería el agua de un pozo
dudoso.
Con mayor razón resulta vergonzoso que se tolere la existencia de diarios de los que todo el mundo
sabe que ningún colaborador podría permanecer en el cargo su a veces no aceptara alterar
conscientemente la verdad. El público recela de los diarios, pero esa desconfianza no le protege.
Como sabe que un diario contiene verdades y mentiras, reparte las noticias entre las dos rúbricas,
pero al azar, según sus preferencias. De este modo sigue expuesto al error. Todo el mundo sabe que
cuando el periodismo se confunde con la organización de la mentira, constituye un crimen. Se se
considera un delito castigable.

Simon Weil, Echar raíces.

– El texto habla de libros y prensa: ¿cuál es el medio más habitual hoy para buscar noticias
sobre cuanto ocurre? ¿Crees que una mayor información aporta más “verdad” sobre los
hechos?
– ¿Por qué es tan necesaria la verdad?
– Busca algo de información sobre Simone Weil

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