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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE
HUMANIDADES

I. INTRODUCCIÓN

El hombre, a lo largo de su existencia, ha sentido curiosidad por conocer el mundo que le rodea
y ha pretendido dar explicaciones a una serie de interrogantes, que le han surgido de su contacto
directo o indirecto con las cosas, hechos y fenómenos que la naturaleza le presenta. Gran parte de las
explicaciones que ha dado se fundan en supuestos, creencias y generalizaciones que son aceptadas por
razones de autoridad, experiencia, o de fe, sin crítica o razonamiento que sustente su veracidad.

Todo conocimiento es una relación, pero aparecen además dos términos, que son los que se
relacionan. El sujeto que es cognoscente (conocedor) y el objeto que es conocido. Esos son los tres
elementos que hay en todo conocimiento.

El conocimiento puede ser entendido de diversas formas: como una contemplación, como una
asimilación o como una creación. Es una contemplación porque conocer es ver, una asimilación porque
es nutrirse y es una creación porque es engendrar. Para el mundo griego es una contemplación, para el
mundo medieval es una asimilación y para el mundo moderno es una creación. Los tres representantes
de estas concepciones son Platón, Santo Tomas y Hegel, respectivamente.

La epistemología estudia la relación entre el sujeto y el objeto y todos los problemas que esa
relación plantea. Se plantea preguntas como por ejemplo: si esa relación es posible, cuál es el origen de
esta, si tiene límites, etc.

Ninguna de estas respuestas se da de forma aislada, todas las respuestas están relacionadas.

La relación de un determinado conocimiento no puede estudiarse dejando de lado al sujeto y al


objeto.

II. CONCEPTOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA

1. SEGÚN PLATÓN.

La teoría del conocimiento de Platón explica la presencia de los conceptos universales en el alma
recurriendo a la Teoría de la Reencarnación, aprendida por Platón de los pitagóricos.

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía


Platón, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.
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Paso 1: el alma existe antes que el cuerpo. En su vida anterior, en el mundo suprasensible,
contempla las ideas.

Paso 2: cuando el alma se une al cuerpo, olvida el conocimiento que había adquirido.

Paso 3: en el mundo sensible, el hombre percibe por los sentidos los objetos que fueron hechos
por el Demiurgo (dios), a partir de una materia preexistente (jora), teniendo como modelo a las
ideas.

Paso 4: la percepción sensible de los objetos despierta en el alma, por su semejanza con las ideas,
el recuerdo de las ideas olvidadas. De allí que se denomine a esta teoría "Teoría de la
Reminiscencia" o del recuerdo

2. SEGÚN ARISTÓTELES

Aristóteles es, uno de los máximos representantes del realismo, postura equidistante del idealismo
y el empirismo gnoseológicos.

Por un lado, su teoría del conocimiento es distinta del idealismo platónico (cree que todo
conocimiento comienza con la experiencia). Por otro lado, su postura es distinta del empirismo
(cree que, gracias a la acción del intelecto agente, podemos conocer no sólo los accidentes sino
también las formas universales presentes en las cosas particulares).

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía


Aristóteles, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.
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Substancia: el objeto de conocimiento es la substancia (la cosa en sí) compuesta de materia
(particular) y forma (universal). El conocimiento, entonces, no es una construcción apriorística de
la razón sino el fruto del esfuerzo conjunto de los sentidos y el entendimiento que, partiendo de
la realidad particular, se elevan mediante la abstracción hasta la captación de lo universal
presente ya en la realidad misma.

Sentidos: todo conocimiento comienza con la percepción sensible. Sin representaciones sensibles
el alma no puede pensar. Si carecemos de un sentido, careceremos de también de los
conocimientos correspondientes. Según Aristóteles: “Un ciego de nacimiento no tiene
conocimiento de los colores.”

Sentido común: los sentidos brindan una multiplicidad de sensaciones particulares. El sentido
común unifica estas percepciones para que puedan ser captadas por la fantasía o imaginación.

Imaginación: la fantasía elabora una imagen del objeto conocido que conserva todavía su
particularidad.

Intelecto activo: a las imágenes de la fantasía el intelecto activo las despoja de todo rasgo
particular captando la idea universal que ellas tienen en potencia. Justamente por estar en acto
de conocer es que el intelecto agente puede actualizar dicha potencia.

Intelecto pasivo: mientras la facultad sensible capta los aspectos sensibles de las cosas, el
intelecto pasivo tiene la capacidad de captar los aspectos inteligibles que imprime en él el
intelecto activo.

3. SEGÚN DESCARTES

Descartes, considerado "Padre de la Modernidad", definió con claridad el objetivo de los filósofos de
este período histórico: la búsqueda de la certeza.

Mediante sus meditaciones y su método intentó dar respuesta al escepticismo reinante. Su estrategia
no fue el rechazo o la negación de la duda sino su aceptación hasta las últimas consecuencias. Es decir,
utilizó la duda como método y sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad
de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico. Así llegó a alcanzar una certeza primera: “Pienso,
existo.” Y teniendo en ella una base inconmovible, reconstruyó el edificio filosófico. En primer lugar,
alcanzó una segunda certeza: la existencia de Dios. En segundo lugar, reafirmó la confiabilidad del
conocimiento científico, el cual tenía a Dios por garante.

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Descartes,
acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.
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Duda metódica: en busca de una certeza, decidió rechazar como falsa toda afirmación de la que se
pudiese dudar.

Duda del conocimiento sensible: los datos de los sentidos no son seguros, podemos dudar de ellos.
De hecho, los sentidos nos engañan a menudo. Incluso no hay indicios ciertos para distinguir el sueño
de la vigilia, por lo que todo lo que percibimos por los sentidos podría no ser real. En consecuencia,
todos los datos de los sentidos, inclusive el propio cuerpo, quedan a un lado en esta búsqueda de la
certeza.

Duda del conocimiento racional: como no se basan en los datos de los sentidos, las verdades de razón
(lógicas y matemáticas) no son alcanzadas por la duda, la cual recae sobre el conocimiento sensible.
Sin embargo Descartes señala que más de una vez nos equivocamos al realizar algún cálculo, y lleva la
duda al extremo de afirmar que podríamos estar siendo engañados por un "genio maligno" o "dios
engañador", astuto y poderoso. ¿Cómo podríamos defendernos de él?

“Pienso, existo”: más allá de toda duda se encuentra nuestra propia existencia. Incluso aunque
admitiese que soy engañado por un genio maligno, ello no invalidaría la certeza que tengo respecto de
esta proposición mientras la estoy concibiendo en mi espíritu. Pues no se trata de un razonamiento o
una deducción (como todo lo que piensa existe, si yo pienso, yo existo) sino de una evidencia que se
impone, de un conocimiento intuitivo que se obtiene de modo inmediato y directo.

Criterio de verdad: Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas distintivas que le
servirán de criterio para identificar otras afirmaciones verdaderas. La afirmación “Pienso, existo” se
presenta a la conciencia con "claridad" y "distinción". Por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas
aquellas ideas que sean claras (ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con
otras ideas).

Existencia de Dios: a pesar de haber encontrado una certeza absoluta (“Pienso, existo”), y a partir de
ella un criterio de verdad, de todos modos sigue en pie la duda que sobre todo otro conocimiento nos
genera la Hipótesis del Genio Maligno. La demostración de la existencia de Dios despeja las dudas
sobre el conocimiento racional, que tiene en Dios a su garante. Su existencia se demuestra como
causa externa de la existencia en la conciencia de la idea de perfección, que no puede provenir del yo
que duda y es imperfecto. Y siendo Dios perfecto no puede ser engañador ni puede habernos hecho
para que nos confundamos sistemáticamente. Podemos equivocarnos porque no somos perfectos,
pero no estamos hechos para el error.
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Conocimiento racional seguro: con Dios como garantía, el conocimiento lógico y matemático recobra
su seguridad y se desecha la Hipótesis del Genio Maligno.
Ideas innatas: son las ideas que no proceden ni de la experiencia ni de la imaginación, son las únicas
verdaderamente claras y distintas (la idea de Dios, por ejemplo).

Conocimiento sensible: se refiere a las ideas adventicias que, se supone, representan las cosas reales.
Pero ¿cómo superar la duda respecto de este conocimiento? ¿No será sólo un sueño? ¿Cuál es su
causa, su origen? Nosotros no, porque nos sentimos pasivos ante ellas. Dios tampoco, porque él no es
engañador. Debemos concluir que la causa de nuestras ideas adventicias son las cosas externas
realmente existentes. De todos modos, sólo conocemos de ellas con claridad y distinción que son
substancia extensa.

Ideas facticias: son las ideas producidas por la propia conciencia mediante la imaginación (la idea de
minotauro, por ejemplo).

Ideas adventicias: son las ideas que nos vienen del exterior, a través de los sentidos (la idea de azul,
por ejemplo).

4. SEGÚN HUME

Hume fue uno de los máximos representantes del empirismo británico. Sus críticas claras y profundas
al racionalismo despertaron a Kant de su "sueño dogmático".

Hume aplicó el método científico al estudio del espíritu humano, analizando los procesos psíquicos
con un modelo similar o equiparable al utilizado por Newton para el análisis de los fenómenos físicos.
Los elementos básicos o "átomos" son aquí las percepciones (impresiones e ideas simples) que se
relacionan espontáneamente entre sí según las leyes de asociación de ideas (semejanza, contigüidad
espacial y temporal, y causalidad). Como todas las ideas derivan de las impresiones, no cabe hablar,
como hacían los racionalistas, de "ideas innatas".

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Hume,
acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.

?: Según Hume, las impresiones provienen de causas desconocidas.


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Percepciones: son los elementos básicos o primigenios de la actividad del espíritu, la cual consiste
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precisamente en relacionarlos.
Impresiones: son percepciones vivaces e intensas y pueden provenir de la sensación externa, también
llamada simplemente "sensación" (oír, ver, etc.); o de la sensación interna, también denominada
"sentimiento" (desear, odiar, etc.).

Ideas simples: son percepciones débiles y oscuras. Se trata de copias de las impresiones y provienen
de ellas (recuerdos, fantasías de la imaginación, etc.).

Razonamientos: a partir de las ideas simples, el espíritu razona y construye proposiciones e ideas
complejas.

Ideas complejas: el espíritu tiende naturalmente a asociar las ideas simples conformando ideas
complejas. Las ideas más generales y abstractas provienen de las ideas más simples y éstas de las
impresiones. Si las ideas simples que componen una idea compleja no se dan en ella en el mismo
orden en que se nos dan las impresiones de las cuales provienen, la idea compleja no responde a las
impresiones sino a la imaginación.

Proposiciones de razón: son proposiciones cuya verdad depende de las mismas ideas pensadas.
Permiten lograr un conocimiento verdadero porque su contenido es necesario y no contingente
(Matemática y Lógica). Sólo en este plano es posible la "demostración".

Proposiciones de hecho: sobre las cuestiones de hecho no hay posibilidad de alcanzar un


conocimiento cierto, demostrativo, ya que allí no hay necesidad sino contingencia y, en consecuencia,
siempre lo contrario puede ser pensado sin contradicción. Sin embargo, Hume sostiene que, en base a
la observación regular y a la experimentación, pueden formularse "pruebas" (que no permiten una
duda razonable) o "probabilidades" (que recogen experiencias con resultados variables). De todos
modos, no tenemos de las cuestiones de hecho verdadera ciencia, ya que la idea de causalidad que
nos permite unir los fenómenos, explicarlos y predecirlos, no se respalda en ninguna impresión y, por
tanto, halla su fundamento sólo en la imaginación y la costumbre.

Palabras: representan a las ideas, por lo que su significado deriva en última instancia de las
impresiones de las que proceden éstas.

5. SEGÚN KANT

La teoría del conocimiento de Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes
hitos en la historia de la Filosofía. Con ella pretende responder las objeciones de Hume respecto del
fundamento del conocimiento científico, basado, según el filósofo inglés, sólo en la costumbre.

Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física de Newton lo
prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera
costumbre. De ahí que no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su
teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno —en la realidad, en la cosa
en sí— sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la
materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno.
A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Kant,
acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.
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Revolución copernicana: mientras los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían puesto el
acento en el objeto del conocimiento, Kant pondrá el acento en el sujeto que conoce. El sujeto no
encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye.

A priori: independiente de la experiencia y condición de posibilidad de toda experiencia.

Noúmeno: la cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma. (Permanece incognoscible.)

Caos de impresiones: las impresiones constituyen la materia del conocimiento. Sin ellas el intelecto no
conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto en forma caótica y es éste quien las ordena con sus
formas a priori construyendo el fenómeno. Kant dice que las impresiones sin las formas y las
categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Entonces, si bien les reconoce a los empiristas que
todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la
experiencia pues el mismo sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori.

Formas y categorías a priori: las formas y categorías a priori construyen el fenómeno a partir del caos
de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían
"vacías".

Objeto de conocimiento: el intelecto, con sus formas a priori de la sensibilidad y sus categorías del
entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de
conocimiento, el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí
mismas (noúmeno) sino tal como él mismo las construye (fenómeno).

Ideas de la razón pura: las ideas de Dios, de alma y de mundo permanecen vacías. Son las impresiones
las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos
impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más
abarcativa, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado.

III. EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO:

Todo parte de la realidad y luego se produce la aprehensión de ésta mediante los sentidos y su reflejo
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en el plano metal del ser humano, lo que constituye el concepto; la expresión de los rasgos
fundamentales del concepto mediante el uso del lenguaje constituye la definición como se ilustra en la
figura 1. Así la realidad es el punto de partida de todo conocimiento humano y la forma de
universalizarlo es mediante las definiciones

Los vocablos conocimiento y saber, se utilizan indistintamente como sinónimos por la persona
no formada en la ciencia; sin embargo para quien sí lo está; estos términos son totalmente distintos en
su concepción y utilidad. Conocer el proceso bioquímico de la maduración de una manzana, en el que se
suceden reacciones enzimáticas de naturaleza diversa que al final la transforman en una deliciosa fruta;
será muy distinto de saber en qué momento, esta fruta se encuentra ya madura; sin hurgar en la esencia
misma de todo el proceso de maduración.

El que sabe algo acerca de una realidad sin haberla captado con los sentidos, cultiva el saber;
compatible con el conocimiento Acientífico, común cotidiano; universal; vulgar; es decir sabe el cómo se
realiza un fenómeno; pero el que tiene un conocimiento científico; es capar de explicar cómo y porque
se suceden los fenómenos; es decir va mas allá de la simple observación y descubre la esencia del
fenómeno creando nuevo conocimiento científico y en base a este dominio puede predecir lo que
podría ocurrir con este objeto de estudio.

La consideración del proceso del conocimiento como un todo, lo abarca y explica la rama de la
filosofía denominada Gnoseología; la Epistemología, en cambio, es la disciplina filosófica que trata del
estudio de la ciencia o del conocimiento científico en particular. Consideramos pertinente discriminar los
tres tipos de realidades u objetos de estudio:

 Las realidades eminentemente ideológicas que son objetos de estudio de la filosofía;


 Las realidades estéticas, objeto de estudio del arte y
 Las realidades objetivas (concretas) u objetivables que son el objeto de estudio de la ciencia.

Enfatizamos el hecho de que el problema central de la teoría del conocimiento es la relación


sujeto cognoscente y objeto cognoscible.

a. En el conocimiento cotidiano la relación sujeto – objeto, se produce básicamente a través de los


sentidos. El conocimiento sensorial; mundo de la apariencia; pero como junto a los sentidos está
siempre presente la actividad intelectual, también se produce un saber que rebasa la apariencia
y penetra en la esencia de las cosas.
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b. en la investigación científica, sobre una base sensorial, interviene la actividad intelectual del
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sujeto de manera predominante; el conocimiento es racional penetra en la esencia y rebasa la


apariencia.
Según la perspectiva de la relación sujeto-objeto; se tienen las siguientes corrientes en la
investigación científica:

a. El Idealismo; si se pone el acento en el sujeto lo que orienta a la concepción de un sujeto


productor de conocimientos al margen del objeto.

b. El Empirismo; si se pone el acento en el Objeto; se está frente a una concepción que se orienta a
producir conocimientos, solo registrando mecánicamente los que se capta directamente a
través de los sentidos.

c. Si se pone el acento en la interacción sujeto objeto se está frente a una concepción en la que la
producción de conocimientos, no solo utiliza la vía de los sentidos, sino preponderantemente la
actividad intelectual. Esta es la ciencia, que impulsan Bunge; Piaget y el Materialismo Dialéctico.

IV. ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO EN GENERAL

1. EL SUJETO COGNOSCENTE.

Es el elemento activo, es aquel que desarrolla la actividad cognitiva, quien para desarrollar esta
actividad utiliza los siguientes medios e instrumentos:

A. Método.- Es el medio o instrumento usado por el sujeto para reflejar la realidad u objetivo en la
mente humana.
B. Concepto.- Es una idea o abstracción generada de la captación de la realidad. Este medio es
importante porque nos permite conocer la extensión y comprensión del objetivo que
estudiamos.
C. Definición.- Es la expresión de los rasgos fundamentales del concepto por medio del lenguaje.
Este medio nos permite identificar, comprender, describir y diferenciar el objetivo que
estudiamos.
D. Lenguaje.- Es la expresión que sirve para interrelacionarnos entre los sujetos. El lenguaje juega
un rol importante en la expresión de una definición especialmente a través de la semántica y la
sintaxis.

2. EL OBJETIVO DEL CONOCIMIENTO.-

Es aquel que va ser conocido, es la realidad sobre la cual el sujeto desarrolla sus actividades cognitiva.

3. LA REALIDAD ENTRE EL SUJETO Y EL OBJETO.-

Es la forma como se interrelacionan ambos. (sujeto y objeto).

Objeto Sujeto

4. OPERACIONES MENTALES QUE REALIZA EL SUJETO AL OBSERVAR AL OBJETO

A. Observación :
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Presta atención en forma consciente sobre el objeto.


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A. Análisis:
Descompone al objeto en sus partes fundamentales.

C. Síntesis:
Reúne las partes para integrar el objeto .

D. Abstracción:
Capta las partes esenciales del objeto que lo identifica entre sus semejantes y lo diferencia del
resto de objetos.

V. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

a. El conocimiento es un reflejo dinámico de las leyes y propiedades de la realidad objetiva. Según


ello, la investigación científica, solo es posible si el sujeto se pone dé acuerdo con el objeto.

b. La práctica es la fuente del conocimiento; es decir, la investigación científica se desarrolla si tiene


como centro a la práctica de la investigación; es a partir de ella que la actividad intelectual crea
conocimientos.

c. La teoría orienta a la práctica, en otros términos, la investigación científica no es una práctica


ciega; sino iluminada por la teoría de la ciencia dentro de la cual se inscriben las investigaciones.

VI. LOS OBSTÁCULOS DEL CONOCIMIENTO:

Castañeda (1997) señaló que el conocimiento es un proceso interminable de acercamiento


sucesivos limitados por las condiciones históricas concretas del individuo que conoce y de su sociedad;
en el denominado obstáculo epistemológico de Bachelard. Este se presenta de dos maneras:

 como dificultad técnica, referida al nivel poco desarrollado de los instrumentos de investigación;
 como dificultad cultural tiene que ver con la ideología de la época y lo ejemplificó con el
conocimiento de la circulación sanguínea.

Galeno el gran médico griego del siglo III d. C., pensaba que la sangre iba y venía suavemente
por las arterias y pasaba a través de orificios invisibles en la pared que dividía el corazón en dos mitades;
la sangra iba primero en una dirección y luego en la contraria; esta teoría subsistió durante mil
cuatrocientos años; en el siglo XVII (año 1602 en adelante) William Harvey rompió la teoría de Galeno,
las especulaciones de los médicos de su época y concluyó que la sangre que salía del corazón tenía que
volver a él; la sangre tenía que circular por el cuerpo. Estableció que la sangre podía salir del corazón por
las arterias y entrar en él a través de las venas; las válvulas impedían que el movimiento se invirtiera.
Malphighi (1961) examinó tejido vivo al microscopio y encontró diminutos vasos sanguíneos que
conectaban las arterias y venas en los pulmones de una rana. Los llamó capilares (como cabellos) por sus
pequeñísimas dimensiones y con ello completo la teoría de la circulación sanguínea.

Otro obstáculo es el denominado epistemofílico, expuesto por Pichon-Riviére orientado a


describir el problema que una persona tiene que franquear para poder acceder al nuevo conocimiento,
a los seres humanos nos cuesta renunciar a lo conocido para pasar a lo desconocido, la resistencia al
cambio se atribuye a que las estructuras cognoscitivas del sujeto no están tan desarrolladas como para
enfrentar ese nuevo objeto. Su manifestación puede ser la conducta de ataque por un sentimiento de
molestia o coraje, por tristeza o aburrimiento. Este es el primer obstáculo que debe vencer el hombre
de ciencia para luego oponerse a las explicaciones existentes en ese momento histórico y trascenderlas
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en una obra creativa que supere dicha visión , logrando así un conocimiento más preciso que el que la
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sociedad sostiene.
VII. NIVELES DEL CONOCIMIENTO.

El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible, conceptual y holístico.

El conocimiento sensible

Consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por
medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con
color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano.
Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.

El conocimiento conceptual.

Que consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales. La principal


diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que
caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y
el conceptual universal. Por ejemplo, puedo ver y mantener la imagen de mi padre; esto es
conocimiento sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los
padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es abstracto. La imagen de
padre es singular, y representa a una persona con dimensiones y figura concretas. En cambio el
concepto de padre es universal (padre es el ser que da vida a otro ser). La imagen de padre sólo se aplica
al que tengo en frente. En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los padres. Por esto decimos
que la imagen es singular y el concepto es universal.

El conocimiento holístico

También llamado intuitivo, con el riesgo de muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha
utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas. En este nivel tampoco hay colores,
dimensiones ni estructuras universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto
significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni
límites definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de
la intuición (holos significa totalidad en griego). La principal diferencia entre el conocimiento holístico y
conceptual reside en las estructuras. El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a
prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo
percibido a nivel intuitivo no se puede definir, (definir es delimitar), se capta como un elemento de una
totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está
también la raíz de la dificultad para dar ejemplos concretos de este conocimiento. Intuir un valor, por
ejemplo, es tener la vivencia o presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa
probabilidad de poder expresarla y comunicarla a los demás.

Un ejemplo de conocimiento holístico o intuitivo es el caso de un descubrimiento en el terreno de la


ciencia. Cuando un científico vislumbra una hipótesis explicativa de los fenómenos que estudia,
podemos decir que ese momento tiene un conocimiento holístico, es decir, capta al objeto estudiado en
un contexto amplio en donde se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones,
sus cambios y sus características. El trabajo posterior del científico, una vez que ha vislumbrado una
hipótesis, consiste en traducir en términos estructurados (conceptos) la visión que ha captado en el
conocimiento holístico, gracias a un momento de inspiración.

La captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento holístico. Podemos ver a un ser
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humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento sensible o de primer nivel). Podemos captar el
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concepto de hombre y definirlo (esto es un conocimiento conceptual o de segundo nivel). Pero además,
podemos vislumbrar el valor de este hombre en concreto dentro de su familia. Percibimos su valor y lo
apreciamos. Esto es un conocimiento holístico o de tercer nivel.
La experiencia estética nos proporciona otro ejemplo de conocimiento holístico. Percibir la belleza de
una obra de arte significa captar ese objeto sin estructuras, sin conceptos, simplemente deteniéndose
en la armonía, congruencias y afinidades con el propio sujeto. Debido a esto, la experiencia estética se
puede denominar también conocimiento por connaturalidad.

VII. FORMAS DEL CONOCIMIENTO

Mediante el conocimiento, el hombre penetra las diversas áreas de la realidad para tomar posesión
de ella, y la propia realidad presenta niveles y estructuras diferentes en su constitución. Así, a partir de
un ente, hecho o fenómeno aislado, se puede ascender hasta situarlo dentro de un contexto más
complejo, ver su significado y función, su naturaleza aparente y profunda, su origen, su finalidad, su
subordinación a otros entes, en fin, su estructura fundamental.

Esta complejidad de lo real, objeto del conocimiento, dictará necesariamente formas diferentes de
apropiación por parte del sujeto cognoscente.

Al ocuparse del hombre, por ejemplo, puede considerárselo en su aspecto externo y aparente,
según el dictamen del buen sentido o la experiencia diaria. Se le puede estudiar con espíritu más serio,
investigando experimentalmente las relaciones (existentes) entre ciertos órganos y sus funciones. Se
puede también indagar en cuanto a su origen, su libertad y su destino. Y, finalmente, se puede investigar
lo que fue dicho del hombre por Dios a través de los profetas.

Lo anterior da lugar a cuatro formas de conocimiento sobre la misma realidad, el hombre.


Tratamiento idéntico puede darse a otros objetos de conocimiento, por ejemplo, de la naturaleza.

Se diferencian entonces según el caso: Empírico, científico, filosófico y teológico del conocimiento.

1. Conocimiento Empírico
Se le llama también "vulgar" o "popular" y se obtiene por azar, luego de innumerables tentativas
cotidianas. Es ametódico y asistemático. Permite al hombre conducirse en la vida diaria, en el
trabajo, en el trato con los amigos y en general manejar los asuntos de rutina. Una característica de
este conocimiento es el ser indispensable para el comportamiento diario y por lo mismo a él
recurren todos por igual: cineastas, burócratas, voceadores de productos, biólogos, artistas, etc. El
conocimiento vulgar no es teórico sino práctico; no intenta lograr explicaciones racionales; le
interesa la utilidad que pueda prestar antes que descifrar la realidad. Es propio del hombre común,
sin formación, pero con conocimiento del mundo material exterior en el cual se halla inserto. En
cuanto al alcance, lo único real es lo que se percibe; lo demás no interesa.

A través del conocimiento empírico el hombre común conoce los hechos y su orden aparente y surte
respuestas (explicaciones) concernientes a las razones de ser de las cosas, pero muy pocas
preguntas acerca de las mismas; todo ello logrado por experiencias cumplidas al azar, sin método, y
al calor de las circunstancias de la vida, por su propio esfuerzo o valido del saber de otros y de las
tradiciones de la colectividad. Su fuente principal son los sentidos. Toda esta clase de conocimientos
es lo que puede catalogarse también como "saberes".

Podría quizás catalogarse como subclases del conocimiento vulgar la superstición y la sabiduría
popular.
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2. Conocimiento Científico
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Va más allá del empírico; por medio de él, trascendido al fenómeno, se conocen las causas y las
leyes que lo rigen. Conocer, verdaderamente, es conocer por las causas; saber que un cuerpo
abandonado a sí mismo cae, que el agua asciende en un tubo en el que se ha hecho vacío, etc. no
constituye conocimiento científico; solo lo será si se explican tales fenómenos relacionándolos con
sus causas y con sus leyes. La diferencia que el conocimiento científico tiene con el conocimiento
más o menos espontáneo que preside la vida cotidiana, "el mundo del manipular", según Karel
Kosic, es antes que nada el rigor que pretende imponer a su pensamiento. El conocimiento científico
elabora y utiliza conceptos, desterrando así las ambigüedades del lenguaje cotidiano.

El conocimiento científico es objetivo, racional, sistemático, general, falible, metódico. Además, son
sus características el desinterés y el espíritu crítico. El carácter abierto del conocimiento científico lo
aparta considerablemente de todo dogma o verdad revelada, con pretensiones de infalibilidad. Es
rasgo esencial del conocimiento científico su afán de demostración. La ciencia y el pensamiento
científico no toleran las afirmaciones gratuitas. Una afirmación -cualquiera que sea- solo alcanza
rango científico cuando es fundamentada.

Ahora bien, entre los muchos rasgos que describen al conocimiento científico es esencial el que éste
resulta de una definida combinación entre componentes teóricos y componentes empíricos, entre
"lo endógeno" y "lo exógeno". De otra parte, lo específico del conocimiento científico puede ser
nombrado con el término tradicional de "explicación científica", ya que todo producto que se
reconozca como "conocimiento científico" debe cumplir como requisito fundamental que culmine
en una "explicación científica", o que realice algunas de sus fases preliminares.

3. Conocimiento Filosófico

Se distingue del científico por el objeto y por el método. El objeto de la filosofía son las realidades
inmediatas no perceptibles por los sentidos (suprasensibles), que traspasan la experiencia (método
racional). Se parte de lo concreto material hacia lo concreto supramaterial, de lo particular a lo
universal. El conocimiento filosófico es un interrogar, un continuo cuestionar sobre sí y sobre la
realidad. No es algo hecho, acabado. Es una búsqueda constante de sentido, de justificación, de
posibilidades, de interpretación al respecto de todo aquello que rodea al hombre y sobre el hombre
mismo, en su existencia concreta. La esencia de la filosofía es la búsqueda del saber y no su
posesión.

El conocimiento filosófico procura comprender la realidad en su contexto más universal. No da


soluciones definitivas para un gran número de interrogantes, pero habilita al hombre en el uso de
sus facultades para ver mejor el sentido de la vida concreta. En el campo del conocimiento filosófico
siempre estarán en juego las categorías de esencia, universalidad, necesidad, fundamental, etc..

4. Conocimiento Teológico

Es un conocimiento revelado, que implica siempre una actitud de fe y ocurre cuando, sobre algo
oculto o un misterio, hay alguien que lo manifiesta y alguien pretende conocerlo. El misterio, aquel
culto que provoca curiosidad y lleva a la búsqueda, puede estar ligado o datos de la naturaleza, de la
vida futura, de la existencia de lo absoluto, etc. Aquel que manifiesta lo oculto es el revelador. Podrá
ser el propio hombre o Dios. Aquel que recibe la manifestación tendrá fe humana si el revelador es
algún hombre; tendrá fe teológica si es Dios el revelador. El conocimiento revelado relativo a Dios,
aceptado por fe teológica constituye el conocimiento teológico. A ese conjunto de verdades el
hombre llega, no con el auxilio de su inteligencia sino por aceptación de los datos de la revelación
divina. Se vale del argumento de autoridad. Son los conocimientos adquiridos a través de los libros
sagrados y aceptados racionalmente después de haber pasado por la crítica histórica más exigente.
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VIII. PROBLEMAS DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.


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Los cuatro problemas principales de la teoría del conocimiento son:


1. La posibilidad del conocimiento humano ¿puede realmente el sujeto aprehender el objeto?
2. El origen del conocimiento ¿es la razón o la experiencia la fuente del conocimiento humano?
3. La esencia del conocimiento humano ¿es el objeto quien determina al sujeto o es al revés?
4. El criterio de verdad ¿cómo sabemos que nuestro conocimiento es verdadero?
1. LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO.

A. El dogmatismo.

Para el, resulta comprensible el que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto,
esta actitud se fundamenta en una confianza total en la razón humana, confianza que aún no es
debilitada por la duda.

El dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y realidad del contacto entre el sujeto y el


objeto.

Para Kant el dogmatismo es la actitud de quien estudia la metafísica sin haber determinado con
anterioridad cuál es la capacidad de la razón humana para tal estudio.

B. El escepticismo.

El dogmatismo frecuentemente se transforma en su opuesto, en el escepticismo. Mientras que


el dogmatismo considera que la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto es
comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal posibilidad. El sujeto no puede aprehender
al objeto, afirma el escepticismo. Por tanto, el conocimiento, considerado como la aprehensión
real de un objeto, es imposible. Según esto, no podemos externar ningún juicio, y debemos
abstenernos totalmente de juzgar.

Mientras que el dogmatismo en cierta forma ignora al sujeto, el escepticismo desconoce al


objeto.

El escepticismo se puede hallar, principalmente, en la antigüedad. Su fundador fue Pirrón de Elis


(360 a 270) . El afirma que no puede lograrse un contacto entre el sujeto y el objeto. La
conciencia y cognoscente esta imposibilitada para aprehender su objeto.

C. El subjetivismo

Tampoco acepta la existencia de ninguna verdad universal, pero en cambio si acepta la


existencia de una verdad individual, dependiente de factores internos del sujeto que conoce y
juzga.

D. El relativismo.

Coincidente con el subjetivismo, afirma que no existe ninguna verdad absoluta, pues toda verdad es
relativa y dependiente de factores externos.

E. El pragmatismo.

También niega la posibilidad del conocimiento, pero recuperando el concepto de verdad, que
hace a un lado el escepticismo. Lo verdadero, para el pragmatismo, es lo practico, lo útil.
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F. El criticismo.

Como puede verse, tanto el subjetivismo, como el relativismo y el pragmatismo constituyen


derivaciones o modalidades del escepticismo, cuya antítesis es el ya mencionado dogmatismo.
El criticismo es una tercera posición que, como el dogmatismo, acepta la posibilidad del
conocimiento, pero examinando cuidadosamente todas las implicaciones del mismo. No acepta
nada que no pase por la reflexión y la crítica. Por eso, se le ha definido como el justo medio
entre el dogmatismo y el escepticismo.

2. EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO.

A. Racionalismo.

Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa principal del
conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento solo es
realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. El planteamiento mas antiguo
del racionalismo aparece en Platón. El tiene la íntima convicción de que el conocimiento
verdadero debe distinguirse por la posesión de las notas de la necesidad lógica y de la validez
universal.

B. El empirismo.

Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único principio del


conocimiento, el empirismo (del griego Empereimía = experiencia) opone la antitesis: la única
causa del conocimiento humano es la experiencia. Según el empirismo, no existe un patrimonio
a priori de la razón. La conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino
exclusivamente de la experiencia. El espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo
conocimiento.

El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que el
empirismo, se origina en los hechos concretos.

Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del empirismo, según lo
prueba su historia, frecuentemente vienen de las ciencias naturales. Esto se entiende sin
esfuerzo. La experiencia es el factor determinante en las ciencias naturales.

C. El Intelectualismo.

Es una postura que trata de mediar entre el racionalismo y el empirismo. Aristóteles inicia este
trabajo de síntesis y en la Edad Media se desarrolla con Santo Tomás de Aquino. Concibe el
elemento racional como derivado del empírico.

D. El Apriorismo.

Es un segundo intento de mediación entre racionalismo y empirismo, se considera a Kant como


su fundador. Considera que el elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del
pensamiento.

3. ESENCIA DEL CONOCIMIENTO.


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A. Objetivismo.
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Afirma que en la relación del par sujeto-objeto, el primero es determinado por el segundo. Por
lo tanto, al tomar y reproducir las propiedades del objeto, el sujeto es regido por su
complemento, el objeto.

B. Subjetivismo

Su idea central es la de que el sujeto determina al objeto a través de su conciencia,


dependiendo del propio sujeto la verdad del conocimiento.
Una posición dialéctica, en cambio, implica la necesaria aceptación de la existencia de una
relación entre el sujeto y el objeto. Pero resulta fundamental hacer hincapié en la diferencia
entre el elemental interaccionismo simbólico y la dialéctica. Para el primero, sólo es relevante
lo vivido, mientras que para la dialéctica resulta importante el hecho concreto, pero sin soslayar
el papel creador del sujeto, procurando que estos dos elementos interactúen
permanentemente. Para la dialéctica, los problemas del mundo tienen su base en la
contradicción, de ahí que el análisis comparativo de categorías opuestas sea la técnica
fundamental de la dialéctica.

C. Realismo.

Para el existen cosas reales que no dependen de la conciencia. Es decir, las cosas son tal y como las
percibimos, y sus características existen como cualidades objetivas, al margen de nuestra conciencia.
Por lo anterior, esta doctrina afirma que el ser existe de manera independiente en relación al espíritu
que lo percibe. Así, de manera externa a la mente, existe una realidad, debiéndose buscar a la verdad
en la relación entendimiento (aquello que hace posible el conocimiento) y cosa (objeto del
conocimiento). Tiene una gran semejanza con el empirismo, pues su principio fundamental consiste
en que sólo es posible conocer los hechos de la realidad, partiendo de la intuición sensible del objeto y
del contacto directo con la naturaleza.

D. Idealismo.

Opuesto al realismo, niega la existencia de cosas reales independientes de la conciencia del


sujeto. Afirma que todos los seres que no sean sujetos de experiencia, necesariamente son
objetos ideales en el sentido de que su existencia se remite a ser percibidos. Esta corriente de
pensamiento se apoya en la formula de Berkeley que establece que «ser = ser percibido». En
conclusión, puede decirse que el idealismo reduce la realidad al ser y el ser al pensamiento.

E. Fenomenalismo.

Sus seguidores lo consideran como el punto intermedio entre el realismo y el idealismo, supone
que no conocemos las cosas como son en realidad, sino como nos parece que son. No niega la
existencia de cosas reales, pero sí la posibilidad de saber qué son esas cosas. Podemos aspirar
únicamente a saber que las cosas son, pero no lo que son.

Después de haber analizado el documento de estudio, reflexiona en grupo su contenido y


utilizando organizadores gráficos de tu preferencia responde a las siguientes interrogantes:

1. Analiza cada uno de los conceptos construidos por los filósofos más representativos en la
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historia. Explica sus argumentos y establece las semejanzas y diferencias entre ellos.
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2. Explica el proceso del conocimiento, estableciendo las diferencias entre conocimiento y saber
3. Explica los elementos del conocimiento y las operaciones mentales que realiza el sujeto al
observar al objeto
4. Analiza y explica los principios de la Teoría del Conocimiento.
5. El conocimiento es un proceso interminable de acercamiento sucesivos limitados por las
condiciones históricas concretas del individuo que conoce y de su sociedad. Explica los
obstáculos del conocimiento.
6. El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles. Analiza y explica cada una de
ellas, asumiendo una postura crítica en cada una de ellas.
7. Mediante el conocimiento, el hombre penetra las diversas áreas de la realidad para tomar
posesión de ella. Analiza y explica las cuatro formas de conocimiento sobre una determinada,
asumiendo una postura crítica en cada una de ellas.
8. Estructura y explica en un cuadro comparativo las teorías sobre la posibilidad, el origen y la
esencia del conocimiento, asumiendo una postura crítica en cada una de ellas

Organiza tus respuestas en un Informe y entrega al docente del curso. Es importante que cada
informe este firmado por los autores.

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