Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Primer punto
Durkheim critica la doctrina mística que da tanto lugar a los sentimientos en el estudio de los
fenómenos sociales. Estos sentimientos no tienen un origen diferente a otros aspectos de la
experiencia humana, también son producto de una acumulación caótica de impresiones y
emociones, sin interpretaciones metódicas. Los sentimientos provocan estados turbulentos que
no aseguran claridad y mucho menos una fuente de conocimiento superior a la razón.
Segundo punto
Otra regla consiste en que la investigación sociológica se debe centrar en grupos de fenómenos
que se definan por compartir características exteriores. Por ejemplo, si se identifican ciertos
actos que provocan una reacción social de sanción, esos actos serán agrupados dentro de la
categoría de “crimen” dando lugar a la criminología. A la par de esta regla, Durkheim critica
que muchas veces dicha regla se pasa por alto y los sociólogos hacen un enfoque selectivo e
idealista que conduce a una visión sesgada y subjetiva de la realidad social.
La definición de los fenómenos sociales muchas veces no coincide con las nociones comunes o
populares. Por ejemplo, ciertos actos considerados como delitos en una sociedad pueden no
serlo en otra, por eso se resalta la necesidad de precisión y rigor al momento de definir
conceptos sociológicos. Por otro lado, el lenguaje cotidiano puede servir como punto de partida,
pero que igualmente hacen falta crear nuevos conceptos y una terminología especializada. Sin
embargo, muchas veces esta regla se ignora en la sociología debido al vínculo cotidiano con
términos como familia, propiedad, crimen, monogamia, etc.
Al definir los fenómenos sociales se debe partir desde sus características externas y aparentes,
aunque sea un orden lógico invertido darles más atención a rasgos superficiales que a los
fundamentales. Se da el ejemplo de la definición del delito por el castigo dando al primer
fenómeno social como consecuente del segundo. De igual manera esta definición de los
fenómenos no busca expresar la esencia de la realidad, sino provocar un primer acercamiento
entre los fenómenos y el investigador para luego profundizar.
Terminando con el segundo punto, Durkheim sostiene que la ciencia debe surgir de la sensación
para ser objetiva, porque los datos sensibles proporcionan los elementos iniciales de las
definiciones científicas. La ciencia no puede devenir de conceptos formados sin referencia a la
sensación porque se necesitan conceptos que demuestren las cosas tales como son y no como
son utilizados en la práctica. Es por eso que se aboga por crear conceptos a partir de la
sensación, ya que esta es la materia prima de todos los conceptos sin importar si es verdadero o
falso, científico o no.
Tercer punto
Durkheim continúa marcando la sensación como punto de partida para la ciencia y también
como algo inherentemente subjetivo. Es por eso que en la Sociología se debe hacer como en las
Ciencias Naturales, filtrar los datos sensibles y rescatar los que tengan cierto grado de
objetividad.
Los hechos sociales son más susceptibles de ser objetivamente representados cuando están
desprendidos de los hechos individuales que los manifiestan. Esto debido a que una sensación es
más objetiva cuando el objeto con el que se relaciona es más fijo y constante. Si los puntos de
referencia son variables y cambiantes, se torna difícil distinguir entre lo que proviene del
exterior y lo que es subjetivo. Esta constancia de la que habla Durkheim parece difícil porque la
vida social está intrínsecamente ligada a sucesos particulares que la representan. No obstante, la
vida social puede concretarse de manera más definida con reglas jurídicas, morales, estructuras
sociales, etc. Al ser estas formas más permanentes posibilitan un objeto más fijo y constante que
no da lugar a impresiones subjetivas. Por esto Durkheim asegura que es más legitimo estudiar la
vida social a través de estas formas más sólidas y constantes que fomentan más la objetividad.
Por último, resalta la importancia de abordar el estudio de los fenómenos sociales desde una
mirada que los aísle de sus manifestaciones individuales, es decir que el sociólogo debe
esmerarse en analizar estos fenómenos desvinculando las particularidades de los individuos que
la experimentan.